El documento habla sobre la importancia de centrarse en el proyecto educativo y en el acto pedagógico, más que en cumplir normativas o presiones externas. Se debe favorecer el aprendizaje de todos los estudiantes, no confinar el conocimiento a unas elites. Las reformas escolares deben contar con la participación de los docentes y tener un horizonte político claro. El proyecto educativo debe dar oportunidades para la libertad e inventiva de los profesores y despertar el deseo de enseñar y aprender.