La relación entre la escuela y la comunidad no es aleatoria, sino una unión que trasciende los límites de la educación, especialmente en contextos sociales críticos. La escuela y sus maestros deben adaptar sus metodologías de enseñanza a las situaciones por las que pasan los alumnos en su comunidad. Una comunidad educativa incluye a todos los grupos involucrados en el proceso de enseñanza como docentes, alumnos, directivos, padres y personal no docente.