Nuestro placer final; la búsqueda del deseo máximo.
“El fin, dice, es obtener la mayor suma de placeres posibles” (Utilitarismo-Regis Jovilet)
“Es un error que surgió principalmente en el siglo XVIII –hoy se está volviendo cada vez más de él- el creer que todos aspiramos a lo mismo, esto es, el mayor placer posible” (Moral axiológica- Francisco Brentano)
Se dice que todo ser humano aspira a una sola cosa; a encontrar el mayor placer posible (la felicidad). Estamos en un mundo lleno de responsabilidades y compromisos con la sociedad. Actos que se deben y no se deben hacer, cosas que “éticamente” no son correctas y que muchos actuamos sin razonamiento para lograr ciertos objetivos que pueden ser “necesarios” para nuestro diario vivir.
Ambos textos nos muestran dos posiciones: Todos y nosotros. Trabajamos para los demás con el fin de mantenernos a nosotros, nos convertimos en máquinas productoras con el fin de saciar nuestros deseos, “lo queremos todo para nosotros, eso nos da placer” El placer vive en nosotros, somos parte de él. Nos encontramos en un círculo vicioso donde el único objetivo es aspirar al máximo placer de los placeres, llegar al éxtasis de la humanidad.
El utilitarismo y la moral axiológica demuestran que el ser humano tiende a reaccionar con fines propios y no para los demás, demuestra egocentrismo y egoísmo, dando a entender que su ser es más importante que el ser de los demás en la Tierra. El máximo objetivo es ser feliz, yo creo que el máximo objetivo debería ser que los demás y yo estemos en paz. La paz es un máximo bienestar del ser humano, es despojarse de todo y encontrar una tranquilidad en todo el universo, vivir consiente de lo que ocurre al alrededor.
La ética habla de lo correcto para la humanidad, lo que se debe hacer, entonces, ¿La ética de la actualidad está bien? ¿Estamos bien como sociedad? La verdad es que no estamos bien como sociedad, necesitamos una transformación, un cambio que realmente haga que volvamos a la esencia de la humanidad, a la comunión, que se de esperanza a cada ser humano, que vivamos deseando que el máximo placer sea para mí y en especial para los demás.
“Estamos equivocados, solos no seremos felices”. Gabriel Jara Sepúlveda 4°A
Nuestro placer final; La búsqueda del deseo máximo.
1. Nuestro placer final; la búsqueda del deseo máximo.
“El fin, dice, es obtener la mayor suma de placeres posibles” (Utilitarismo-Regis Jovilet)
“Es un error que surgió principalmente en el siglo XVIII –hoy se está volviendo cada vez más de él-el
creer que todos aspiramos a lo mismo, esto es, el mayor placer posible” (Moral axiológica-
Francisco Brentano)
Se dice que todo ser humano aspira a una sola cosa; a encontrar el mayor placer posible (la
felicidad). Estamos en un mundo lleno de responsabilidades y compromisos con la sociedad. Actos
que se deben y no se deben hacer, cosas que “éticamente” no son correctas y que muchos
actuamos sin razonamiento para lograr ciertos objetivos que pueden ser “necesarios” para nuestro
diario vivir.
Ambos textos nos muestran dos posiciones: Todos y nosotros. Trabajamos para los demás con el
fin de mantenernos a nosotros, nos convertimos en máquinas productoras con el fin de saciar
nuestros deseos, “lo queremos todo para nosotros, eso nos da placer” El placer vive en nosotros,
somos parte de él. Nos encontramos en un círculo vicioso donde el único objetivo es aspirar al
máximo placer de los placeres, llegar al éxtasis de la humanidad.
El utilitarismo y la moral axiológica demuestran que el ser humano tiende a reaccionar con fines
propios y no para los demás, demuestra egocentrismo y egoísmo, dando a entender que su ser es
más importante que el ser de los demás en la Tierra. El máximo objetivo es ser feliz, yo creo que el
máximo objetivo debería ser que los demás y yo estemos en paz. La paz es un máximo bienestar
del ser humano, es despojarse de todo y encontrar una tranquilidad en todo el universo, vivi r
consiente de lo que ocurre al alrededor.
La ética habla de lo correcto para la humanidad, lo que se debe hacer, entonces, ¿La ética de la
actualidad está bien? ¿Estamos bien como sociedad? La verdad es que no estamos bien como
sociedad, necesitamos una transformación, un cambio que realmente haga que volvamos a la
esencia de la humanidad, a la comunión, que se de esperanza a cada ser humano, que vivamos
deseando que el máximo placer sea para mí y en especial para los demás.
“Estamos equivocados, solos no seremos felices”. Gabriel Jara Sepúlveda 4°A