El cáncer de ovarios se origina en los ovarios, órganos femeninos que producen células sexuales y hormonas. Es un tipo común de cáncer y la principal causa de muerte por cáncer ginecológico. Los factores de riesgo incluyen no haber tenido hijos, tener antecedentes familiares, y ciertas mutaciones genéticas. Los síntomas a menudo son inespecíficos, pero pueden incluir dolor abdominal o pélvico. El diagnóstico se realiza mediante biopsia u otros ex

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Cáncer de ovarios
Definición:
El cáncer de los ovarios es el cáncer que se
origina en las glándulas de la mujer encargadas
de producir las células sexuales femeninas. Es
un cáncer común en las mujeres que provoca
más muertes que cualquier otro en el sistema
reproductor.
Los ovarios forman parte del sistema
reproductor femenino y se encuentran en la
pelvis, uno a cada lado del útero (matriz). Su
función es la reproducción, así como la
generación de estrógeno y progesterona,
hormonas encargadas de regular el ciclo
menstrual, el embarazo, el desarrollo de los
senos y la configuración del cuerpo.
Origen
El cáncer de ovarios se produce por la aparición
y el crecimiento descontrolado de células
anormales en estos órganos, el cual da lugar a
amontonamientos o tumores.

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Causas
El riesgo de sufrir cáncer ovárico esta asociado
a factores reproductivos, genéticos, hereditarios,
étnicos y hormonales. De acuerdo con estudios
estadísticos las mujeres que nunca tuvieron
hijos sin tomar píldoras anticonceptivas y
aquellas que tuvieron su primer hijo hasta
después de los 30 años tienen un riesgo mayor
de sufrir cáncer de ovario.
Aquellas mujeres que tienen un familiar de
primer grado (madre, hija, hermana) con cáncer
de ovario tienen posibilidades de padecerlo. El
riesgo se incrementa cuando dos o más de
estos familiares tuvieron la enfermedad. Lo
mismo ocurre con las mujeres mayores de 55
años, luego de que cerca de dos tercios de las
muertes por cáncer ovárico ocurren en mujeres
de esa edad.
Desde el punto de vista genético, una mutación
en el gen BRCA1 o el BRCA2 está relacionada
con un aumento en el riesgo de cáncer de
ovario, así como con el cáncer de la trompa de
Falopio y cáncer peritoneal primario (membrana
que reviste el abdomen.
En relación a la etnia las mujeres de herencia
norteamericana, europea del norte y judía
corren más riesgo de desarrollar cáncer de
ovario. En el mismo rango se ubican las mujeres
que reciben terapia de reemplazo hormonal de
estrógeno después de la menopausia.
Signos y síntomas
El cáncer ovárico es una enfermedad, la mayor
de las veces, asintomática que suele
confundirse con otros padecimientos. La
medicina preventiva sugiere acudir al médico en
caso de palpación de una masa pélvica; dolor
en el abdomen o pelvis; nauseas, gases o
estreñimiento persistente; ciclos menstruales
anormales; perdida del apetito; aumento en la
frecuencia o urgencia urinaria; fatiga, y
lumbalgia.
Formas de diagnósticar
El método más eficaz para diagnosticar cáncer
de ovarios es la biopsia, no obstante el examen
físico puede indicar detectar cambios durante la
palpa en la región abdominal. La tomografía
computarizada logra proporcionar una vista que
indique la presencia de tumores o áreas
anormales. El ultrasonido vaginal es una
alternativa que permite construir imágenes de
los ovarios mediante ondas sonoras. La serie de
radiografías conocidas como GI facilita la
identificación de tumores o áreas anormales en
la zona pelvica, lo mismo que el análisis de
sangre para CA 125, el cual detecta un
marcador presente en la mujeres con cáncer de
ovarios, entre otras afecciones.

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Tratamiento
El tipo de tratamiento indicado para el cáncer de
ovarios, depende del estado de la enfermedad,
ubicación y tamaño del tumor. La alternativa con
mayor grado de éxito es la quirúrgica, mediante
la cual se extirpan los ovarios y las trompas de
Falopio y se biopsian los ganglios linfáticos
regionales, así como el interior del abdomen
para determinar si el cáncer se extendió a otras
áreas.
Para el caso de mujeres jóvenes con tumor
canceroso en etapa temprana y con deseos de
procrear es posible optar por sólo extirpar un
ovario y una trompa de Falopio.
Quimioterapia. Es un procedimiento en el que se
administran al paciente fármacos capaces de
destruir a las células cancerosas. Una
particularidad de esta alternativa es que la
mayor parte de los medicamentos utilizados
para tratar el cáncer de ovario se administra por
vía intravenosa. Una opción recomendable para
muchas pacientes es la administración de los
fármacos a través de un catéter que se coloca
en el abdomen para administrar la quimioterapia
directamente en la región pélvica.
Radioterapia. Es la aplicación de rayos X y otras
partículas de alta potencia para eliminar las
células malignas ubicadas sobre los ovarios y
otras zonas afectadas. La radiación puede
realizarse a través de una máquina o mediante
implantes, es decir mediante la administración
de una pequeña cantidad de material radioactivo
directamente sobre el tumor o por medio de una
inyección del líquido radioactivo directamente en
el abdomen a través de un catéter.