En Colombia viven muchas comunidades descendientes de africanos esclavizados traídos durante la colonia, las cuales conservan tradiciones culturales africanas a pesar de los cambios. La Constitución de 1991 reconoció a los afrocolombianos como grupo étnico con derechos, incluyendo titulación de tierras y participación política. Aunque la lucha continúa, leyes como la Ley 70 de 1993 protegen la propiedad comunal de la tierra y cultura de estas comunidades.