El documento discute las características y consideraciones técnicas de las amalgamas dentales. Las amalgamas han sido utilizadas por más de 100 años y a pesar de no ser estéticas, siguen siendo un material muy costo-efectivo. Las amalgamas modernas tienen diferentes fórmulas que las anteriores. Factores como el contenido de mercurio, la condensación y el tiempo de fraguado afectan la resistencia de las amalgamas. Los adhesivos pueden afectar las propiedades mecánicas de las amalgamas y las amalg
Tema 8.- PROTECCION DE LOS SISTEMAS DE INFORMACIÓN.pdf
Amalgama
1. Contenido de la revista
Amalgama dental
Algunas consideraciones técnicas
La amalgama ha sido utilizada por más de 100 años. Durante más de 100 años la amalgama ha sido utilizada como
Aunque es mucho lo que se habla sobre sus efectos material restaurador, a pesar de no ser estética y de la
colaterales, las ventajas que presenta frente a otro información que contra ella continuamente se da. Aunque otros
tipo de materiales la hacen un material muy costo
efectivo en el momento de la elección del tipo de materiales han mejorado sus características, la amalgama
restauración. posee el mejor desempeño en cuanto a seguridad y mejor
relación costo-beneficio y las fórmulas utilizadas en la
actualidad son diferentes de las usadas anteriormente.
La amalgama es un tipo de aleación en la cual uno de sus
componentes es mercurio. El proceso para unir metales sólidos
con el mercurio se denomina amalgamación, pero antes de
realizar este proceso es necesario conformar las aleaciones
para amalgama dental. La especificación No. 1 de la American
Dental Association exige que las aleaciones de amalgama
tengan predominantemente plata y estaño. Se permiten
cantidades no especificadas de otros materiales como cinc, oro,
cobre y mercurio, siempre y cuando estén en concentraciones inferiores a la plata o al estaño. El cobre,
inicialmente adicionado en pequeñas cantidades, se ha ido aumentando para lograr amalgamas con mejores
características.
La vida media de una restauración de amalgama se determina por varios factores: el material, el odontólogo
y su asistente y el paciente.
La tabla 1 muestra los factores que pueden ser regulados por el odontólogo y su equipo de trabajo, y
aquellos que son controlados por el fabricante.
¿Qué características físicas posee?
La amalgama puede expandirse o contraerse según se manipule. El cambio dimensional debe ser pequeño.
Una contracción intensa ocasiona microfiltración con la consecuente formación de caries. Una expansión
excesiva puede ejercer presión sobre la pulpa y originar dolor posoperatorio o protrusión de la restauración.
Las amalgamas con cinc tienden a experimentar mayor expansión al estar en contacto con la humedad.
Lutz y Krejci, en 1994, analizaron cuantitativamente la calidad marginal y el desgaste oclusal de catorce
amalgamas meso ocluso distales, para lo cual midieron la altura vertical perdida de sustancia en el área de
contacto oclusal. Encontraron una variación entre 41 y 215 micrones de 1 a 48 meses respectivamente. En el
área libre de contacto se observó una expansión de 2 a 9 micrones y la micromorfología de la interfase
diente-amalgama cambió significativamente en los primeros nueve meses después de colocada la
obturación. Mostraron que la apertura marginal pasó de 91 a 100%, la fractura marginal, de 49 a 89% y el
infrarrelleno marginal, de 50 a 78%.
Wirz y cols., en 1991, evaluaron la relevancia clínica del comportamiento dimensional en seis marcas de
amalgama libre de fase gama 2. Mediante tinción de la penetración, medición de la rugosidad e inspección
de márgenes mediante microscopía electrónica, se observó que no hubo diferencias entre los productos
estudiados a pesar de diferir en composición y morfología. La utilización de barniz influyó favorablemente
sobre la adaptación marginal. Los resultados mostraron que el comportamiento de la amalgama con respecto
a sus cambios en volumen no es el único criterio para asegurar la calidad. Se destaca de este estudio que
las amalgamas con tendencia a la contracción pronunciada sellan el margen con los productos de la
corrosión, momento en el cual el barniz cavitario desempeña un papel importante.
La resistencia para impedir la fractura es requisito de todo material dental. La fractura acelera la corrosión,
da lugar a caries secundaria y ocasiona fallas clínicas. La trituración, el contenido de mercurio, la
condensación, la forma del tipo de aleación y el tiempo de endurecimiento, tienen un papel importante sobre
2. la resistencia. Al respecto, Bagheri y Chan, en 1993, encontraron que la resistencia a la tracción en
amalgamas que fueron restauradas fue del 84% cuando se reparó a los cinco minutos, pero disminuyó
considerablemente cuando se realizó a los 15, 30 y 60 minutos.
Un factor muy importante en la regulación de la
resistencia es el contenido de mercurio, el cual deberá
cubrir todas las partículas de la aleación y permitir una
amalgamación completa. Si todas las partículas no se
mojan con mercurio, la masa es granulada y seca,
cuya mezcla deja una superficie rugosa y picada,
susceptible de corrosión. Por otra parte, el exceso de
mercurio reduce la resistencia. Un contenido de
mercurio entre 45 y 53% no produce efecto sobre la
resistencia de la amalgama, pero Mahler y Bryant, en
1996, encontraron que la adición de un 1% más de
mercurio reducía la microfiltración; si supera el 55% la
resistencia decrece notablemente (figura 1).
Las amalgamas de composición simple (Ag-Sn-Cu)
con alto contenido de cobre tienen resistencia a la
compresión alta con las ventajas de que evitan
fracturas accidentales en un lapso breve después de
ser colocadas, endurecen con rapidez luego de su
colocación y permiten el empleo de amalgamas para
reconstrucción de muñones e impresión en corto
plazo.
LA ESPECIFICACIÓN NO. 1 DE LA AMERICAN DENTAL
ASSOCIATION EXIGE QUE LAS ALEACIONES DE AMALGAMA TENGAN
PREDOMINANTEMENTE PLATA Y ESTAÑO .
Figura 1. Resistencia a la compresión de una
amalgama, en función del contenido de mercurio.
Adaptado de “La ciencia de los materiales dentales
de Skinner”.
3. Otra medida que afecta la longevidad de una amalgama es el escurrimiento, el cual es un factor
determinante de la adaptación marginal. Al respecto, las aleaciones con alto contenido de cobre presentan
un escurrimiento menor. Es de tener en cuenta
que el elemento que más influye sobre el
escurrimiento es el mercurio, razón por la cual la
condensación es muy importante. Una buena
presión de condensación exprimirá el contenido
de mercurio, disminuyendo el escurrimiento.
Hodges y cols., en 1995, demostraron que la
desadaptación marginal llevaba a caries
recurrente y que había una diferencia de 187
micrones entre el sitio de la desadaptación y los
sitios que no presentaban caries. Asaoka, en
1994, encontró grietas o extrusión que se
desarrollaron en proporción directa al valor del
escurrimiento y proporcionalmente con el
cuadrado de la fuerza oclusal.
La selección del material
Son importantes las características de
manipulación, tales como grado de dureza,
suavidad de la mezcla, facilidad de condensado
y terminado, las cuales varían según la marca.
Es conveniente que el odontólogo y su equipo
seleccionen el material con el que se sienten a
gusto, de lo cual depende el tiempo de vida de la
restauración.
La proporción mercurio-amalgama se encuentra
en rangos que oscilan desde el 40 hasta el 55%
de mercurio. Es importante tener en cuenta esta
relación como también, que la adición de
mercurio está contraindicada después de la
trituración. La amalgama con mayores Figura 2. Efecto que ejerce el tiempo transcurrido entre la
contenidos de cobre es más resistente que la trituración y la condensación sobre la amalgama
convencional. Las partículas plata-cobre endurecida. A mayor tiempo transcurrido, menor
provocan una dispersión endurecedora de la resistencia. Adaptado de “La ciencia de los materiales
amalgama, actúan como rellenos de resistencia dentales de Skinner”.
y fortalecen la matriz. Son característicos para
resistir en mayor medida la fractura marginal. El contenido de cobre varía entre el 9 y 20%.
Es preferible realizar la trituración en amalgamador bajo las especificaciones de tiempo e intensidad que
recomiende la casa fabricante. Es necesario tener en cuenta la resistencia de la tableta, ya que esto indica si
se utiliza un pistilo metálico o plástico. Como regla general, el incremento en el tiempo de trituración
disminuye el tiempo de trabajo y de fraguado.
El objetivo de la condensación es compactar la aleación dentro de la cavidad preparada, con el propósito de
obtener la mayor densidad posible con suficiente mercurio; esto incrementa la resistencia de la amalgama y
disminuye el escurrimiento. Es importante que la mezcla se condense inmediatamente después de hacer la
trituración, ya que en caso contrario se disminuye la resistencia de la preparación (figura 2). Además,
condensar tan fuerte como sea posible con base en la comodidad del paciente.
Una vez terminada la condensación se requiere de un tallado que imite la anatomía y no reproduzca los
detalles muy finos; además se debe realizar inmediatamente siempre que el material ofrezca la resistencia
necesaria para evitar su desplazamiento. Es importante resaltar que la restauración no está completa hasta
que se haya pulido, para lo cual se recomienda una escala descendente de puntas de pulir que no generen
temperaturas elevadas.
El deterioro marginal observado con los años puede deberse a varios factores como preparación o terminado
inadecuado de la preparación, exceso de mercurio, escurrimiento y corrosión.
LAS AMALGAMAS CON CINC TIENDEN A EXPERIMENTAR
4. MAYOR EXPANSIÓN AL ESTAR EN CONTACTO CON LA HUMEDAD.
¿Qué efectos tienen los adhesivos sobre la amalgama?
Estudios previos señalan que los barnices adhesivos pueden afectar las propiedades mecánicas de la
amalgama y además se pueden incorporar entre la amalgama. Boston, en 1997, determinó la distribución de
dos adhesivos en restauraciones en amalgama clase I. Se observó que las restauraciones que incluyeron
adhesivo mostraron mayor cantidad de sustancia que no era amalgama, que aquellas que no usaron
adhesivo. Los dos adhesivos comerciales utilizados se incorporaron a la amalgama.
Zimmer, en 1993, encontró que las amalgamas tratadas con barniz mostraron igual calidad que las no
tratadas, mientras que las tratadas con liner revelaron una calidad inferior. Después de seis meses no hubo
diferencias entre los tres grupos. Ninguno de los barnices mejoró la calidad de los márgenes de las
restauraciones en amalgama.
Temple-Smithson y cols., en 1992, compararon el desempeño de cuatro grupos: amalgama con barniz
cavitario, amalgamapin, amalgama con adhesivo y amalgama con resina adhesiva. Aunque las
restauraciones con pines requirieron mayores cargas para desalojarlas, el modo de falla y la energía
requerida para desalojar las restauraciones con adhesivos indican que estos tipos de restauración tienen
ventajas significativas sobre las restauraciones con pines, particularmente cuando se compromete la pulpa.
Sin embargo, son técnicas muy sensibles al operador por lo delgada que debe quedar la película de
adhesivo.
Eakle y cols., en 1992, determinaron si la amalgama adherida al diente mediante un cemento de resina
adhesiva podía incrementar la resistencia a la fractura de dientes restaurados. Se compararon amalgamas
condensadas en dientes grabados con ácido fosfórico y pincelados con una resina adhesiva con amalgamas
convencionales. La fuerza necesaria para fracturar la amalgama adherida fue mucho mayor que la requerida
en la amalgama convencional. La fractura se presentó predominantemente en la resina.
Kreulen y cols., en 1998, encontraron que la aplicación de barnices o suspensiones de plata y el tipo de
aleación no reducían el riesgo de reemplazo, pero era determinante proveer márgenes cavosuperficiales a
90 grados combinados con un buen acabado de las paredes cavitarias.
Lindemuth y cols., en el 2000, determinaron el efecto del tamaño de la restauración sobre la resistencia a la
fractura en amalgamas adhesivas.
La investigación mostró que el adhesivo se dispersa a lo largo de la amalgama, lo cual disminuye su
resistencia tensional, que es proporcional a la cantidad de adhesivo añadido. Se encontró una mayor relación
de adhesivo- amalgama en las restauraciones más pequeñas. Los resultados indicaron que no hubo
diferencia en cuanto a fracturas en restauraciones de gran tamaño con adhesivo y sin él, mientras que las de
pequeño tamaño mostraron mayor número de fallas en el grupo de las amalgamas con adhesivo.
Roberts y cols., en el 2001, investigaron la microfiltración asociada a la reparación de defectos de amalgama
no relacionados con caries mediante resina fluida y encontraron que su aplicación disminuía la microfiltración
marginal.
LAS AMALGAMAS CON TENDENCIA A LA CONTRACCIÓN PRONUNCIADA
SELLAN EL MARGEN CON LOS PRODUCTOS DE LA CORROSIÓN, MOMENTO
EN EL CUAL EL BARNIZ CAVITARIO DESEMPEÑA UN PAPEL IMPORTANTE .
¿Se pueden reparar las amalgamas?
Como el reemplazo de restauraciones de amalgama puede resultar en mayor destrucción de tejido dental
remanente y es un proceso que consume mucho tiempo de consultorio, se ha recurrido a su reparación.
Durante el proceso es importante tener en cuenta que sus características físicas no estén comprometidas.
Hadavi y cols., en 1992, evaluaron la resistencia a la tensión en amalgamas con alto porcentaje de cobre
reparadas. El estudio incluyó amalgamas condensadas y sin modificación, amalgamas seccionadas y
amalgamas condensadas con intervalos de tiempo de 15 minutos. Se observó que la resistencia a la tensión
estuvo entre el 50 y el 79% del grupo control y se demostró que el mismo tipo de amalgama con interfases
sin contaminación tiene mayores resistencias. Los resultados también sugieren que si una amalgama debe
5. ser reparada es preferible realizar una retención adicional, para garantizar longevidad en la restauración.
Cipriano y Santos, en 1995, durante dos años revisaron clínicamente amalgamas reparadas en lugar de
retirarlas completamente. Los hallazgos mostraron un amplio éxito clínico cuando estuvieron basados sobre
indicaciones apropiadas.
Es frecuente que en un diente con restauración en amalgama se requiera un tratamiento endodóntico,
acceso que se realiza en dientes posteriores por la cara oclusal. Muchos de estos dientes son comúnmente
obturados con amalgama oclusal para reparar dicho acceso. Hachmeister y cols., en el 2002, determinaron la
resistencia a la fractura de obturaciones complejas de amalgama que tuvieron acceso endodóntico y las
compararon con aquellas amalgamas complejas colocadas en dientes tratados endodónticamente.
Equipararon dos grupos de 30 dientes cada uno. Al primero se le realizó endodoncia y se le colocó una
amalgama retenida por cuatro pines. Al segundo se le colocó la
amalgama con pines y después se efectuó la endodoncia, acceso
que fue obturado con amalgama. Los resultados mostraron que el
acceso endodóntico compromete la resistencia a la fractura de la
restauración original.
EL OBJETIVO DE LA CONDENSACIÓN ES COMPACTAR LA ALEACIÓN DENTRO
DE LA CAVIDAD PREPARADA, CON EL PROPÓSITO DE OBTENER LA MAYOR
DENSIDAD POSIBLE CON SUFICIENTE MERCURIO; ESTO INCREMENTA
LA RESISTENCIA DE LA AMALGAMA Y DISMINUYE EL ESCURRIMIENTO.
¿Qué se debe esperar de la liberación de
mercurio?
Mucho se ha hablado sobre la liberación de mercurio de las
restauraciones en amalgama. Por su contenido de mercurio, entre
40 y 45%, surgen preguntas acerca de la seguridad en su uso. Las
partículas de mercurio se disuelven en la saliva y al ser ingeridas
pueden alcanzar el torrente sanguíneo a través de la mucosa
intestinal. Se ha demostrado que las obturaciones en amalgama
liberan continuamente vapores de mercurio, el cual se detecta en
las inspiraciones y espiraciones de los pacientes con amalgamas dentales. Pizzichini y cols., en el 2000,
mostraron que había una correlación entre la cantidad de superficies y el mercurio en la saliva. Concluyeron
que las obturaciones en amalgama representan la principal fuente de mercurio salivar en los sujetos
estudiados.
Powell y cols., en 1994, mediante simulación evaluaron la liberación de vapores de mercurio durante la
inserción y remoción de amalgamas. Se encontró que había una leve liberación y que la adición de Indio a la
aleación no influía sobre la cantidad de vapor liberado.
Moszczynski y Moszczynski, en 1990, revelaron que a pesar de existir datos toxicológicos sobre la liberación
de mercurio procedente de las amalgamas, como fuente de mínimas pero continuas exposiciones, no existe
documentación clínica ni observaciones epidemiológicas que demuestren el efecto dañino de tal exposición.
Eijkman y de Jongh, en 1994, hicieron referencia al componente psicológico de los pacientes frente a la
amalgama y presentaron una reflexión crítica sobre la mejoría en individuos con enfermedad sistémica
después de remover amalgamas dentales. Demostraron que era determinante la explicación sobre el sistema
inmunológico, la relación entre el medio ambiente y la opinión de los pacientes y factores psicológicos sobre
la enfermedad y la salud.
Ulukapi y cols., en 1994, encontraron en un estudio que no habían niveles tóxicos de mercurio a las 24 horas
después de colocadas las amalgamas dentales en diez niños con un promedio de edad de 8 años.
Conclusión
La duración de la amalgama es algo que sobresale sobre los demás materiales utilizados en odontología.
Akerboom y cols., en 1993, evaluaron amalgamas a los diez años de su colocación y establecieron dos tipos
de fallas: falsas y verdaderas (tabla 2). Las verdaderas eran debidas a técnica restaurativa deficiente, y las
falsas, a otras causas. Solamente, el 8.5% de las restauraciones tuvo que ser reemplazado, en su mayoría
6. por fallas verdaderas.
Los orígenes para las fallas verdaderas fueron el operador, el material y el tipo y tamaño de la restauración.
Se registró mayor reemplazo de grandes restauraciones que de las pequeñas y fue mayor en molares que en
premolares. Hubo diferencias significativas entre operadores pero no entre las marcas utilizadas. Los
orígenes de las fallas falsas estuvieron más relacionadas con factores del paciente.
Es posible investigar sobre otras posibilidades de aleaciones de amalgama. Munshi y cols., en el 2000,
encontraron que las aleaciones con Galio mostraron una mejor adaptación marginal que la amalgama
convencional, y no tuvieron diferencias en cuanto a la microfractura de los dos grupos.
Es importante seguir en el desarrollo de la investigación de la amalgama, la cual durante muchos años ha
provisto un servicio útil y económico. Berry y cols., en 1994, demostraron que a pesar del desarrollo de
muchos otros materiales de restauración, cada uno posee desventajas que no tiene la amalgama. Tiende a
ser considerado como un material restaurativo ideal y ha sido herramienta de apoyo para el cuidado de la
salud oral. A pesar de la amplia literatura promulgada en su contra, Anderson y McCoy, en 1993,
establecieron que la amalgama es un material que todavía tiene mucho para ofrecer hasta que no se
desarrollen técnicas igual de económicas y que reemplacen sus características.
Con respecto a otros materiales, en 1990, Norman y cols., mostraron que las resinas y amalgamas tuvieron
un desempeño satisfactorio durante el período de estudio y que las diferencias significativas se observaban
en una integridad marginal pobre para las amalgamas, y un gran desgaste por el uso en las resinas
compuestas.
Forss y Widstrom, en el 2003, publicaron un estudio en el cual hacían énfasis en la realización de mucha
investigación en lo que respecta al control de la caries y los materiales antes de pensar en reemplazar el uso
de la amalgama. Frente a los materiales utilizados, los ionómeros de vidrio fallaron a los 2,8 años en dientes
temporales, mientras que las resinas en dientes permanentes fallaron a los 3,5 años. De todas formas es
factor de éxito para las restauraciones en amalgama que se respeten las recomendaciones para su
utilización y se la manipule apropiadamente. En nuestros sistemas de salud la amalgama permanece como el
material de elección más económico y se debe evaluar con cuidado su reemplazo cuando la estética
desempeñe un papel muy importante para el paciente.
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