2. ¿QUÉ HACEMOS FRENTE AL FRACASO DE NUESTRO
TRATAMIENTO?
Frente a un fracaso del tratamiento que hemos realizado debemos tener una responsabilidad
ética con el paciente, explicarle en primera instancia que fue lo que llevó al tratamiento a este
punto. Ya que debemos analizar si ha sido una falla por nuestra parte, por falta de
conocimientos, un mal diagnóstico, errores en el procedimiento, o por no darle toda la
información pertinente al paciente, o bien si ha sido por culpa del paciente el fracaso, debemos
tener buenos argumentos para que ellos entiendan a que se debe y puedan modificar su
conducta.
Lo primero entonces, es ser empático y receptivo a las quejas y problemáticas planteadas por el
paciente, luego de eso hacerles saber nuestra disponibilidad de analizar las causas
del fracaso en el tratamiento.
A continuación es necesario evaluar o buscar las posibles causas del fracaso.
1. Se hace una breve anamnesis para controlar condiciones sistémicas nuevas o ya
establecidas. Se procede a preguntar si existe sintomatología en relación a la rehabilitación
fallida.
2. Se le pregunta al paciente qué sucedió al momento del fracaso.
3. ¿QUÉ HACEMOS FRENTE AL FRACASO DE NUESTRO
TRATAMIENTO?
3. Se evalúa clínicamente el motivo del fracaso, si es necesario se piden radiografías u otros
exámenes complementarios, a fin de determinar el problema y ver si la responsabilidad recae
en el paciente al no seguir indicaciones, en la técnica, o en el odontólogo para determinar la
forma de reparación de los daños.
4. Se hace necesario recurrir a los antecedentes recopilados en la ficha clínica, la
evolución en el tratamiento sesión por sesión, para enmarcar el tratamiento dentro de su
contexto.
5. Dentro de los documentos archivados encontramos el consentimiento informado en el cual
se da a conocer las posibilidades de fracaso, las cuales el paciente aceptó.
6. Analizar en forma crítica todos los antecedentes recopilados y plantear al paciente las
causas del fracaso y las posibilidades de tratamiento, dejando en claro las razones del
fracaso en la rehabilitación asumiendo la responsabilidad si fuese el caso.
4. ¿CÓMO ENFRENTAMOS EL FRACASO DE NUESTROS COLEGAS?
En nuestro país no existen protocolos establecidos en el gremio odontológico que indiquen
qué conducta seguir en el caso de mala praxis. La profesión dental y los dentistas tienen la
obligación de controlar la calidad de trabajo y las prácticas dentales, y reportar y referir casos
de trabajos de mala calidad y prácticas no éticas.
Cuando nos enfrentamos a un paciente que presenta un tratamiento en mal estado realizado
por otro colega debemos aconsejar al paciente sobre lo que debe realizar para mejorar su
salud bucal, ofrecerle soluciones respecto a su condición actual, valiéndonos de un
diagnóstico correcto y un plan de tratamiento adecuado. No debemos menospreciar el
trabajo del otro colega, debido al desconocimiento que tenemos respecto de las situaciones
bajo las cuales se hizo un determinado tratamiento.
5. ¿CÓMO ENFRENTAMOS EL FRACASO DE NUESTROS COLEGAS?
Sin embargo, la literatura también señala que los clínicos no deben ser excesivamente
protectores de ejemplos flagrantes de tratamiento odontológico por debajo del estándar
proporcionado por otro colega. Cuando se descubre una violación de los protocolos mínimos
de atención dental, el odontólogo tiene la responsabilidad ética de comunicar el problema a
la sociedad odontológica local, el comité de revisión por expertos o el consejo de licencia
odontológica. Si no lo hace y el paciente descubre más adelante el tratamiento negligente,
el clínico podría ser acusado de ocultación fraudulenta de la negligencia de otro clínico.
Por lo tanto, ante el fracaso de un tratamiento realizado por otro colega es importante
realizar una evaluación de la historia que nos relata el paciente, determinar si fue un fracaso
por:
• Negligencia (descuido)
• Imprudencia (acto temerario)
• Falta de cooperación del paciente
(no sigue indicaciones, no realiza los
cuidados necesarios, no acude a
controles, etc.)
• Impericia (falta de competencia)
• Acción dolosa (acto maleficiente), o
• Fracaso por acción culposa (con
voluntad pero sin intención).
6. ¿CÓMO ENFRENTAMOS EL FRACASO DE NUESTROS COLEGAS?
Debemos evaluar además, los exámenes y al paciente mismo respecto al ámbito clínico,
emocional, cultural, (creencias e ideas preconcebidas) y social. Una vez obtenido nuestro
diagnóstico al analizar los aspectos anteriormente mencionados, nos encontramos en
condiciones de tomar decisiones.
Entonces, al enfrentarse a un tratamiento en mal estado, se debe aconsejar al paciente, pero
siempre con una visión positiva y hacia el futuro. Plantear nuevas alternativas considerando las
condiciones actuales del paciente, pero sin menospreciar el trabajo anterior, enfatizando en
lograr una relación odontólogo-paciente en un entorno de confianza, donde el paciente sea
capaz de entender su situación actual y adecuar sus expectativas a la realidad.
7. BIBLIOGRAFÍA
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(1): 65-74.
Ciocca, Luis. Cátedra de Medicina Legal, 2010: “Nociones de Derecho” y “Responsabilidad
Médica”.