El documento discute diferentes tipos de saberes relacionados con la educación. Menciona que tanto la escuela como la familia han experimentado transformaciones en sus modos curriculares dentro de la sociedad. Existen dos clases de saberes educativos: el descentramiento de saberes fuera de la escuela y la diseminación de fronteras entre conocimientos académicos y comunes. También describe tres tipos de saberes indispensables: lógico-simbólicos, históricos y estéticos.
2. En el desarrollo de los saberes se encuentran inmersos dos importantes instituciones que son la escuela y la familia en donde se han visto una transformación acerca de los modos curriculares dentro de la sociedad. Se pretende ahora en día poner al sujeto en una realidad en donde tenga una base sobre la acción educativa y sea parte de ella de manera que tenga una integración ante la falta de identidad y no exista rechazo alguno dentro de su entorno social.
3. Existen dos clases de saberes en cuanto al entorno educativo que son: Descentramiento: se manifiesta en la circulación de los saberes por fuera de la escuela y de los libros. Diseminación: difuminación de las fronteras que separaban los conocimientos académicos del saber común. Estos dos procesos se llevan a cabo ante las necesidades que tiene la educación para tomar en cuenta la relación que hay entre el aprendizaje y la estructura curricular del alumno.
5. En todo sujeto existe la capacidad de reflexionar sobre su propio saber, una racionalidad del conocimiento que propicia una sensación de una realidad mas fuerte en donde resulta como un mundo auto constituido por la propia capacidad de pensar y razonar, Es esa pretendida autonomía la que hace crisis, convirtiéndose en rechazo a la razón totalizadora y a su sujeto.
6. Saberes indispensables Son aquellos que no siendo funcionalizables son socialmente útiles , pero no son saberes temáticos, pues operan unas veces sustentando y otras subvirtiendo los saberes temáticos. Y son: Saberes logico-simbolicos: se ocupan de la estructura del argumento posibilitando un pensamiento cuya criticidad no sólo no se opone al rigor sino que hace de éste su otra base. Saberes históricos: aquellos capaces de interpelar la conciencia histórica, lo que significaría recuperar menos lo que pasó que aquello de lo que estamos hechos, sin lo cual no podemos saber ni qué ni quiénes somos.
7. Saberes estéticos: asumir los saberes que hacen parte de los modos y de las estructuras del sentir, lo que significa empezar a valorar como saber todo aquello que el racionalismo del pensamiento moderno relegó al campo de la imaginación y de la creación estéticas, tenido sólo por valioso por la corriente romántica.