3. Existe un constante forcejeo entre belleza y
subjetividad
El concepto de belleza no es un fenómeno
universal. Existe una variable crítica: el buen
gusto, unido a la formación intelectual y
estética del individuo
4. ¿Qué es lo que en arte consideramos sublime?
Fechner, entre otros, intentó encontrar una
explicación al fenómeno estético desde la ciencia, de
abajo-arriba
Los pensadores pretendían encontrar la relación entre
los números y la realidad
Existe inmensa literatura destinada a encontrar ese
curioso número aúreo en todas las obras de arte que
más han impactado a los humanos
5. Lo curioso es que este número no se pude medir; es un
número irracional, y como tal, un decimal sin fin
• Sorprendente pues el cerebro humano no puede
abstraer la idea de infinito…
“El número áureo es un engendro de la aritmética, de
la forma en que contamos”
6. Fechner trataba de obtener una muestra de sujetos
que discriminara qué rectángulo de los que se les
mostraba era más “elegante”
Encontró que aquellos rectángulos con proporciones
más parecidas al 1´6 eran más elegantes
Sin embargo no encontró que les resultaran más
elegantes los rectángulos áureos que aquellos que se
aproximaban
7. Similar a lo que ocurre con la Gioconda
A esta obra se le atribuyen aproximaciones al número
phi a partir de la idea de que el óvalo de su rostro
había sido inscrito en un rectángulo áureo
8. En el universo estético existe una tradición indisociable
de la cultura en que vivimos y que toma como
referencia la base decimal
Nuestro cerebro evolucionó culturalmente con esta
tradición de medidas, pesas, sonidos u otras muy
parecidas
Indudablemente lo que entendemos como cánones
estéticos está muy cerca de esa proporción áurea
cercana al 1´6
• Ahora bien, el número phi no es la única constante canónica.
Cada época construye un modelo de belleza distinto
9. ¿Existe en nuestro cerebro alguna estructura
que sea sensible a la belleza?
“El cerebro siempre busca la belleza”
Helen Fischer
10. Parece que sí. Cuando vemos un rostro que nos
agrada es porque estamos programados para ello.
Nuestro cerebro busca signos de fertilidad y salud en
el sexo contrario
Naturalmente esto no tiene nada que ver con la
belleza sino con el atractivo con fines reproductivos
“Lo que nos gusta es una función de aquello para lo que
nuestra mente ha sido entrenada”
Winkielman
11. Consideramos bello aquello que hemos aprendido a
considerar como bello
Por eso, los hombres sensibles al arrebato estético son
precisamente aquellos que han sido sometidos a un
aprendizaje precoz acerca de la belleza como un valor
abstracto cambiante pro al mismo tiempo inmutable
• Una contradicción que a determinadas personas los
provoca síntomas físicos: El Síndrome de Stendhal
13. Con independencia de tu experiencia personal, lo que
has sentido lleva por nombre genérico el de qualia.
Y vale más que no te empeñes en hacérmelo saber
porque la experiencia de un qualia es:
Inefable, no puede decirse con palabras.
Privada, cada persona tiene una experiencia particular que
es inaccesible al otro, ocurre en primera persona.
Intrínseco a aquello que lo provoca, en este caso al aria de
Puccini.
Accesible a la conciencia, es decir nos damos cuenta de que
estamos teniendo esa experiencia mental.
14. Los qualia se definen como eventos cualitativos del
cerebro que se identifican con nuestra subjetividad
Se trata de aquello que nos hace diferente a los
demás, como las preferencias o los sentimientos
Para Rodolfo Llinás son patrones que han sido
interiorizados para distinguirlos de los patrones de
acción fija (PAF) que son automáticos e inconscientes
Llinás llega incluso a proponer una formulación
matemática de los qualias
• La ley de Weber-Fechner
15. La clave de esta fórmula de los qualia está en que
plantea una relación logarítmica junto a una constante
para cada tipo de evento
Y un logaritmo es la operación opuesta a la
potenciación, es decir, tiene un efecto parsimonia
Significa que el cerebro a la hora de percibir opera
minimizando los efectos del estimulo
• Los sentimientos tienen la función de simplificar la
complejidad del mismo
16. ¿Pero para qué necesitamos sentimientos?
Según la hipótesis de Llinás, los sentimientos
representan atajos o simplificaciones que realiza el
cerebro para interactuar tanto con el mundo externo
como con la realidad interna
• La sinergia entre todos estos eventos explicaría ese centro de
decisiones que llamamos Yo con función sintética y corporativa
17.
18. Curioso síndrome causado directamente por la
contemplación de la belleza
Su denominación se debe a un famoso autor francés
del siglo XIX: Stendhal (Henri-Marie Beyl) quien dio
una primera descripción detallada del fenómeno que
experimentó en su visita en 1817 a la Basílica de Santa
Cruz en Florencia
19. "Había llegado a ese punto de emoción en el que se
encuentran las sensaciones celestes dadas por las
Bellas Artes y los sentimientos apasionados. Saliendo
de Santa Croce, me latía el corazón, la vida estaba
agotada en mí, andaba con miedo a caerme".
Lo que cuenta el poeta es más bien un arrebato
artístico o una licencia literaria bastante normal en
una persona de su formación
20. Posteriormente, en 1979, fue descrito por una
psiquiatra florentina: Graziella Maguerini
Los síntomas que presentan los pacientes de
Maguerini son experiencias psicosomáticas
desagradables, egodistónias, más cercanas al ataque
de pánico o a la conversión-disociación histérica que a
un fenómeno espiritual.
21. El síndrome de Stendhal es una enfermedad
psicosomática clínicamente caracterizada por
taquicardias, mareos y desvanecimientos, sensación
de falta de aire y fenómenos disociativos como
“sensación de levitar”. Toda esta sintomatología
ocurre al observar determinadas obras de arte
Más raramente se han descrito impulsos destructivos
dirigidos a las obras contempladas, desorganizaciones
psicóticas y alucinaciones o estados de disociación
duraderos y persistentes.
22. ¿Es el síndrome de Stendhal que presentan
determinados viajeros causa de una
sobredosis indigerible de belleza o un
fenómeno comprensible desde el punto de
vista de la neurociencia?
23. Existe un fenómeno conocido como captura icónica
que consiste en la seducción entre una persona y una
imagen, pensamiento, idea o recuerdo.
¿Quién mira a quién en un cuadro que nos mira?
24. El Síndrome de Stendhal podría ser interpretado
desde el complejo dramático de la depredación-presa
Una especie de teatro de la fascinación o de confusión entre
sujeto observador y lo observado
Entre el que mira y lo que mira
¿Quién mira a quién en
este cuadro de Zademack?
25. ¿Una sinestesia?
Fenómeno neurológico que consiste en la capacidad
de algunas personas para intercambiar información
procedente de distintos canales sensoriales
No es un fenómeno patológico pero puede inducir
estados de confusión perceptuales. Se impone en la
conciencia a ráfagas involuntarias; es un fenómeno
paroxístico
26. UN EJEMPLO DE SINESTESIA
http://youtu.be/wZP3a5OOZdY
27. La sinestesia tiene que ver con la capacidad de estar
en dos partes a la vez, como observador y observado.
Nos permite mezclar información sensorial
procedente de varios canales tomando una visión
global o de conjunto de algo perceptual
• Observen estas dos imágenes:
28.
29. Ejemplo de sinestesia entre palabras y figuras
30. Podemos entender el Síndrome de Stendhal como
una forma de sinestesia donde lo que se mezclaría no
sería tanto los canales sensoriales sino entre la
disposición de huir o atrapar la presa
31. La dualidad de la función verbal: el ojo sirve para ver y
además es un interface entre el mundo y la
subjetividad
El ojo no es sólo una lente; es también un espejo…
… No sólo ve lo que hay afuera sino que transmite lo
que está dentro
Es la función de la mirada
32. Podemos entender los impulsos de los pacientes de la
Dra Meguerini por atacar o destruir las obras si
consideramos que estos sujetos se sienten atrapados,
confusos ante la obra que contemplan
Ahora bien, no es la belleza la que les captura sino la
consideración de que lo bello nos puede atrapar
33. ¿Es pues el Síndrome de Stendhal un cuadro
patológico?
34. Por lo recortado y paroxístico del síndrome no
podemos encuadrarlo como un síndrome psiquiátrico
específico.
Existen muchas variantes del síndrome: desde su
versión más desagradable hasta cuadros donde se
vivencia la experiencia como agradable, sublime o
incluso arrobadora.
35. Ahora bien, es fundamental para que pueda darse un
Síndrome de Stendhal que el individuo sea sabedor
del valor de aquello que va a ver
“Es entonces cuando el sujeto y el objeto observado se
confunden, y el borramiento entre sujeto-objeto
deviene en catástrofe psicosomática o en deleite
sublime, aunque siempre teñido de drama”