1. Interludio. ¿Es el pensamiento científco tan claro y
objetivo como pensamos?
Se impone, pues, una pregunta que exige imperiosa y categórica respuesta. ¿Cómo está formado nuestro
espacio real, es decir, el espacio en que vivimos? ¿Y en presencia del número asombroso de geometrías
posibles, cuál de ellas vale dentro de la realidad tangible en que transcurre nuestro currículo vitae, y rige
por encima nuestro en el Cosmos poblado de millones de galaxias?
Einstein, A.
¿Por qué este interludio? Pues porque las repercusiones de la revolución científca que se
sufrió (o se disfrutó) a partir de la revolución copernicana fueron tan enormes que llegó a nuestros
días la preocupación por lo que es la ciencia. Existe una línea directa que va desde el tema que
acabamos de ver hasta la teoría de la ciencia de los siglos XX y XXI y las dudas que ha dejado para
el mundo en el que vivimos.
Teoría del conocimiento
Teoría de la ciencia
Dentro de la flosofía se conoce como epistemología a aquella ciencia que estudia cómo es
posible el conocimiento, y cómo funciona este. El nombre de epistemología procede de dos palabras
griegas, episteme (conocimiento) y logos (ciencia), tenemos así la ciencia del conocimiento, que es casi
como decir la ciencia de la ciencia, pues podemos decir, de una forma un tanto generalista, que
ciencia es el resultado de nuestro conocimiento. Como que “ciencia de la ciencia” queda muy mal,
(¡horroroso!), pues se suele hablar de teoría de la ciencia o de teoría del conocimiento,
dejándose la palabra epistemología para ambientes más específcos o de especialistas.
Este tema va, pues, de eso: ¿a qué llamamos ciencia? O parafraseando el título de un libro:
¿Qué es esa cosa llamada ciencia?
Existen tres tipos de ciencia1
si atendemos a la relación que se establece entre el sujeto y el
1 Revisad en este momento las notas a pie de página 6 y 7 del primer tema: ¿Qué es la flosofía?
2. objeto. Por un lado están las ciencias formales2
, pero estas no nos producen conocimiento alguno
del mundo que nos rodea; por otro lado están las ciencias empíricas, que se dividen en ciencias
objetivas y ciencias subjetivas. Sin embargo, a pesar de esta división, atendiendo a cómo trabajan, es
decir, al método que usan, entonces hay que decir que todas funcionan de la misma forma
(exceptuando las ciencias formales, que ya las hemos dejado al margen), siguiendo lo que se conoce
como método hipotético-deductivo.
El método hipotético-deductivo
Lo que se conoce como problema del método es un tema de la epistemología que viene
desde el fnal de la edad media, y por lo tanto, conviene hacer un poco de historia para comprender
de qué va este problema.
Ya los pensadores medievales se dieron cuenta de que uno de los rasgos característicos de la
ciencia radicaba en el método que usaba, frente a los métodos usados por lo que denominaremos
pseudociencias. El método, en realidad, no es más que la forma que la razón escoge para poder
acceder al conocimiento en un momento dado, y como que es la razón la que está poniendo, por así
decirlo, las condiciones para poder conocer, decimos que algo es conocimiento si ha seguido un
método racional, mientras que no lo es si el método seguido no está de acuerdo con las leyes de la
razón. Como que la ciencia que estudia las leyes de la razón es la lógica, es esta misma la que nos ha
de proporcionar los pasos del método científco, y efectivamente así lo hace.
La razón tiene dos formas de presentarse, el conocimiento inductivo y el conocimiento
deductivo, pues bien, el método hipotético-deductivo ha de resultar de una combinación de las dos
formas que el conocimiento tiene de acceder al objeto para conocerlo. La gracia del método
hipotético-deductivo radica en que es la inteligencia humana, la razón y su creatividad, la que
genera lo que denominamos una hipótesis científca, es decir, un modelo explicativo que indica
cómo es el mundo.
Básicamente el método hipotético-deductivo consta de las siguientes partes: a) se observa un
problema en el mundo, algo que no se sabe explicar, etc; b) se propone una explicación (aquí es
donde actúa la creatividad del científco y de su inteligencia) (parte inductiva); c) a partir de la
hipótesis se deducen consecuencias (parte deductiva); d) se experimenta para comprobar que
efectivamente el mundo es tal y como predice la hipótesis; e) si la experimentación es positiva la
hipótesis se convierte en una Tesis científca o Ley, si la experimentación es negativa la hipótesis
es rechazada y se regresa al paso b.
2 Las ciencias formales son aquellas que no pretenden obtener información del objeto estudiado, sino suministrar un
método al sujeto para estudiar el objeto; son la matemática y la lógica que si os fjáis no nos informan de cómo es la
realidad, sino que nos indican cómo poder conocerla, siguiendo las indicaciones que estableció Galileo, según el cual
el libro de el naturaleza está escrito en lenguaje matemático. De hecho habría que indicar que el pensamiento matemático (o
lógico) sería una forma un tanto diferente de comprender el mundo, añadiéndolo al pensamiento científco-flosófco,
el pensamiento poético, y el pensamiento mágico.
3. El método inductivista
El inductivismo es otro método científco, en el fondo muy parecido, pero a la vez
radicalmente diferente al funcionamiento hipotético-deductivo. Quienes defende el inductivismo
afrman que la hipótesis científca no surge de la creatividad del científco, no es el fruto de una
inteligencia privilegiada, sino que surge como resultado de una inducción realizada tras meticulosas
y numerosas observaciones de los hechos objetivos. Una vez establecida la hipótesis esta no predice
nada, (puesto que surge de innumerables observaciones de hechos tan solo muestra la repetición que
se da en esos hechos), pero sí explica racionalmente los hechos observados; y ahí radica el problema,
pues los defensores del método hipotético-deductivo afrman que la ciencia no sólo explica el mundo
que observamos, sino que ha de ser capaz de construir leyes universales que predicen aquello que
todavía no hemos conocido; (es decir, para estos la ciencia ha de saber exactamente, o con bastante
aproximación, qué pasará si cae un meteorito de tales y cuales características, o si la temperatura
del planeta sube en dos grados, o si se reduce el ozono de la troposfera en un diez por ciento, etc...;
en cambio, los inductivistas piensan que la ciencia tan sólo es capaz de explicar el hecho cuando
este se ha dado). Como veis es evidente que la victoria en el mundo actual es de los defensores del
método hipotético-deductivo3
.
La verdadera ciencia es algo más complicado
La propuesta de que el método era el mejor medio para asegurar la ciencia y separarla de los
burdos intentos que en ocasiones se realizan de imitarla, (vendiéndonos así como conocimiento lo
que no son más que creencia en muchos casos interesadas y malintencionadas), no acabó de
satisfacer a los pensadores de la primera mitad del siglo XX, que fue cuando este tema regresó a la
primera plana de la discusión racional. A partir de ahí surgirán varias propuestas para comprender
mejor la ciencia y que nosotros estudiaremos a través de los pensadores más destacados que las
defendieron. Básicamente resumiremos toda la discusión en cuatro posturas bastante enfrentadas
entre sí en muchas ocasiones, y estas son: a) El positivismo lógico de los pensadores del Círculo
de Viena; b ) El concepto de Paradigma científco de Thomas S. Kuhn4
; c ) El
Falsacionismo de Karl R. Popper5
; y d) El Anarquismo metodológico de Paul K.
3 Aunque también es innegable que en el mundo científco el método inductivista cuenta con muchísimos apoyos. Da
la sensación, y esto ya es una apreciación personal, que los científcos tienden al inductivismo, pero que defenden el
método hipotético-deductivo para venderse mejor, pues ¿qué prestigio tendría un científco si reconociera que no
tiene ni idea de cuáles serán las consecuencias de aquello que está estudiando? Toda nuestra vida, o gran parte de
ella, está construida sobre la confanza en que la ciencia haga predicciones válidas, lo que consumirá el coche, el
avión, el barco en combustible; lo que se reproducirán los pollos, las vacas, los cerdos; etc...
4 Thomas Samuel Kuhn nació en Cincinnati (EEUU) el 18 de julio de 1922, y murió en la misma ciudad el 17 de
junio de 1996. Fue profesor en las principales universidades norteamericanas, como Harvard, Berkeley, Princeton, y
fnalmente en el MIT (Massachusets Institute of Technology).
5 Karl Raimund Popper nació en Viena (Austria) el 28 de julio de 1902, y murió en la capital inglesa el 17 de
septiembre de 1994. Popper era hijo de un abogado judío, así que cuando los nazis subieron al poder y se produjo la
Anchluss con Austria se vio obligado a huir, exiliándose en Nueva Zelanda tras fracasar en sus intentos de emigrar a
EEUU o Reino Unido; sin embargo tras la guerra Popper sí consiguió entrar en Inglaterra y fnalmente obtuvo la
nacionalidad británica. El problema de Popper es que nunca consiguió que se perdiera su imagen del “tonto de la
4. Feyerabend6
.
El positivismo lógico de los pensadores del Círculo de Viena
Se conoce como Círculo de Viena a un grupo de pensadores defensores del positivismo
lógico7
y que se reunían en la ciudad de Viena en torno a la fgura de Moritz Schlick8
. Sus
principales representantes fueron fguras de gran tamaño intelectual como O. Neurath9
; H.
Hahn10
; R. Carnap11
; Ph. Frank12
; V. Kraft13
; H. Feigl14
; F. Waismann15
; y K. Gödel16
.
clase”, según nos cuenta Gerald Durrell, el autor de Mi familia y otros animales.
6 Paul Karl Feyerabend nació en Viena (sigue siendo Austria), el 13 de enero de 1924, y murió en Zúrich (Suiza), el
11 de febrero de 1994. Fue uno de los pensamientos más críticos e inconformistas en el campo de la flosofía de la
ciencia, y en general en el pensamiento racional. Sus críticas constantes e inconformismo le llevaron a pasar por
etapas de popperiano, antiracionalista, empirista, antiempirista, antipositivista, relativista, pero siempre con un
grado importante de anarquismo en sus ideas. En la segunda guerra mundial luchó como alemán en el ejército
regular, sin embargo, en 1959 se nacionalizó estadounidense.
7 El positivismo lógico, o empirismo lógico, o neopositivismo, es una corriente flosófca que defende que un
enunciado es científco únicamente si posee un método de verifcación empírico o es analítico. Siguiendo esta
sentencia los típicos enunciados de la flosofía (de los que están llenos estos apuntes) no tienen signifcado y la flosofía
debe deshacerse de ellos y pasar a ser un método de análisis lógico del lenguaje.
8 Moritz Schlick fue un flósofo alemán nacido en Berlín el 14 de abril de 1882, y muerto en Viena el 22 de junio de
1936. Este pobre hombre es conocido por dos cosas: por fundar el Círculo de Viena, y por morir a manos de un ex
alumno suyo, Johann Nelböck, quien se convertiría en una causa célebre de las ideas nazis. Vosotros debéis imitar a los
discípulos de Sócrates o de Platón, no a estos alumnos-asesinos nazis.
9 Otto Neurath fue un flósofo y economista austriaco nacido en Viena el 10 de diciembre de 1882, y muerto en
Oxford el 22 de diciembre de 1945. Como la mayoría de los miembros del Círculo, Otto emigró cuando los nazis
llegaron al poder, primero a los Países Bajos, y luego, cuando estos fueron invadidos, al Reino Unido, aunque nunca
llegó a nacionalizarse británico.
10 Hans Hahn fue un matemático austriaco nacido el 27 de septiembre de 1879, y muerto el 24 de julio de 1934. Fue
este pensador quien apoyó a Schlick a fundar el Círculo de Viena. Hizo importantes contribuciones en el análisis
funcional, la tipología, la teoría de conjuntos, el cálculo de variaciones, el análisis real, y la teoría del orden. Y al
contrario que Schlick pudo enorgullecerse de su alumno más aventajado, el famoso Kurt Gödel.
11 Rudolf Carnap fue uno de los miembros más destacados del Círculo de Viena. Había nacido en Ronsdorf
(Alemania), el 18 de mayo de 1891, y murió en Santa Mónica, (EEUU), el 14 de septiembre de 1970. Al igual que la
mayoría, como ya he indicado, emigró de Alemania con la llegada de los nazis al poder, y a partir de 1935
desarrolló su vida intelectual en los Estados Unidos. Fue cofundador del periódico flosófco Erkenntnis. Este personaje
de ideas antiflosófcas cae, sin embargo, bien. En 1941 había obtenido la ciudadanía estadounidense y, sin embargo,
fue de los pocos intelectuales que en los años cincuenta se negó a frmar una declaración de lealtad propia del
maccarthismo, a lo que se oponía por principios. Debido a ello perdió un puesto en la universidad de California;
aunque enseguida obtuvo uno en la más prestigiosa UCLA (University Californian of Los Ángeles). Como anécdota
hemos de decir que hablaba el esperanto.
12 Philipp Frank nació en Viena (ya hemos dicho que está en Austria), el 20 de marzo de 1884, y murió el 21 de julio
de 1966 en Cambridge, Massachusetts, (EEUU). Normalmente se le presenta como físico, matemático, e infuyente
flósofo del primer tercio del siglo XX. Como físico mereció la pena aunque sólo fuera porque estuvo recomendado
por Einstein; sin embargo sus ideas estaban alejadas de las del físico alemán-suizo-estadounidense.
13 Victor Kraft nació en Viena el 4 de julio de 1880, y murió en la misma ciudad el 3 de enero de 1975. Fue de los
pocos miembros del Círculo que no emigraron, y eso a pesar de la ascendencia judía de su mujer, lo que le llevó a
perder sus dos puestos de trabajo, aunque pudo mantenerse en Viena, investigando, como emigrante interno. Tras la
guerra recuperó la nacionalidad plena, su puesto de profesor de flosofía, y su puesto de bibliotecario, de hecho llegó
a ser, en 1947 Generalstaatsbibliothekar, un cargo importantísimo en el mundo bibliotecario austriaco.
14 Herbert Feigl fue un alumno de Moritz Schlick, (pero un alumno bueno, no de los asesinos), que había nacido el 14
de diciembre de 1902 en Liberec (Austria), y murió el 1 de junio de 1988 en Minnesota (EEUU) adonde había
emigrado y donde impartía clases en la universidad.
15 Friedrich Waismann nació el 21 de marzo de 1896 en Viena (sí, qué sí, que es Austria), y murió el 4 de noviembre
de 1959 en Oxford (Reino Unido), adonde había emigrado en 1938, aunque ya trabajaba allí desde un año antes.
Destacó especialmente en flosofía de la matemática.
16 Kurt Gödel o Kurt Goedel nació el 28 de abril de 1906 en Brno (entonces Brünn), del Imperio austrohúngaro
(actualmente de la República Checa), y murió el 14 de enero de 1978 con una de las muertes más “románticas” de
la historia del pensamiento racional. Gödel se había casado en 1938, en contra del parecer de sus padres, con una
5. Otros grandes pensadores como Russell, Wittgenstein17
, Reichenbach18
, o Einstein19
, si bien
no pertenecían al círculo eran simpatizantes del mismo. De hecho el pensamiento del propio
Círculo de Viena se desarrolló a partir de la publicación de la obra de Ludwig Wittgenstein, el
Tractatus logico-philosophicus.
Este grupo de gente se denominaban positivistas lógicos pues se consideraban los herederos
del pensamiento del padre del positivismo, Auguste Comte20
, quien en mitad del siglo XIX
revivió la problemática en torno a la demarcación de lo que es y lo que no es ciencia. Y ese va a ser
el gran problema trabajado por los positivistas lógicos del Círculo de Viena, ¿cuál es el mejor
criterio que se puede usar para demarcar la línea que separa la ciencia del resto del pensamiento
humano? El Círculo de Viena lo tenía muy claro, el criterio de demarcación está en el método
usado por las ciencias más frmemente implantadas en el pensamiento humano, como la física. Y
este método no era otro que el ya estudiado como método hipotético-deductivo. Para el positivismo
lógico o neopositivismo, una proposición es científca y, por lo tanto, emite información, si es posible
ser verifcada, es decir, si lo que dice puede ser contrastada con la naturaleza y comprobar que,
efectivamente, se produce el hecho predicho.
El problema que se plantea con el pensamiento neopositivista es que el criterio de
demarcación resulta ser demasiado estricto y, al fnal, sólo se puede considerar ciencia a una parte
muy pequeña del pensamiento humano. Evidentemente, un criterio de demarcación científco como
el que acabamos de presentar resulta imposible para todo el conjunto de las llamadas ciencias
bailarina seis años mayor que él llamada Adele. Durante los años setenta, la salud de Gödel comenzó a debilitarse
seriamente, incluida su salud metal, y comenzó a tener obsesiones con ser envenenado, por lo que se negó a probar
ninguna comida que no hubiera preparado Adele. A fnales de 1977 Adele fue hospitalizada durante seis meses, por
lo que no podía prepararle la comida a Kurt, quien se dejó morir de hambre, pesando 30 kg el día de su muerte. El
certifcado de defunción rezaba: desnutrición e inanición causadas por perturbaciones en la personalidad.
17 Puesto que en el último tema hablaremos algo más de este pensador, dejaremos para ese tema los interesantes datos
de su vida y milagros.
18 Hans Reichenbach nació el 26 de septiembre de 1891 en Hamburgo (Alemania), y murió en Los Ángeles,
California (EEUU) el 9 de abril de 1953. Fue un importante flósofo de la ciencia del siglo XX y ya antes de la
formación del Círculo de Viena había creado el Círculo de Berlín, muchos de cuyos miembros participaron
activamente en el primero.
19 Albert Einstein nació en Ulm (Alemania), el 14 de marzo de 1879, y murió en Princeton (EEUU), el 18 de abril de
1955. Desde luego es, junto con Newton, el científco más conocido de todos los tiempos. Lo que mucha gente no
sabe es que Einstein ganó el premio Nobel por su explicación del efecto fotoeléctrico y sus aportaciones a la física
teórica en 1921, y no por su famosa Teoría de la Relatividad, puesto que los encargados de evaluarla como
merecedora del premio na la entendieron y temieron que se pudiera demostrar en poco tiempo que era errónea. Si
Newton tuvo su fórmula de la Gravitación Universal, Einstein tuvo la suya de la Relatividad, E=m· c2
. También está
considerado uno de los padres teóricos de la bomba atómica, sin embargo abogó por el pacifsmo en sus escritos y
quedará para la historia su cita sobre el futuro de las guerras: No sé cómo será la tercera guerra mundial, pero sí sé cómo será la
cuarta. ¡Con palos y piedras! Einstein nació ciudadano del imperio alemán, en 1919 pasó a ser ciudadano de la
República de Weimar; mientras tanto, en 1901 él y su novia y futura esposa Mileva, que estudiaban en Zúrich,
obtuvieron la nacionalidad suiza. En 1932 abandonó Europa por el ascenso del nazismo (Einstein era judío) y
emigró a Estados Unidos donde añadió a la ciudadanía suiza la estadounidense en 1940.
20 Su nombre completo era Isidore Marie Auguste François Xavier Comte. Nació en Montpellier (Francia), el 19 de
enero de 1798, y murió en París (evidentemente Francia), el 5 de septiembre de 1857. Se le considera el fundador no
sólo del pensamiento positivista, sino de la disciplina de la sociología. Su pensamiento entroncaba por un lado con el
pensamiento de Francis Bacon, y por otro con el de la Ilustración y la Revolución Francesa. Con el primero por su
carácter reformador de la ciencia, y con el segundo por su defensa de la razón como vía para la reforma social.
6. humanas, o ciencias subjetivas, ya que el pensamiento producido en esas ciencias atañe a un
mundo, el humano, donde los hechos no se repiten invariablemente, pues el mundo natural no
posee una de las grandes cualidades que sí posee el ser humano y, por lo tanto, el mundo que
construye en torno a él: la libertad. Las leyes científcas que explican el mundo del ser humano se
confguran de la misma manera que las leyes científcas que explican el mundo natural, pero como
que el ser humano es libre, no está obligado a mantener invariablemente los hechos que están
explicados y predichos por la ciencia en cuestión. Y eso es lo que los neopositivistas del Círculo de
Viena no podían explicar o comprender, arremetiendo, en general, contra la pretensión de las
ciencias subjetivas de declararse ciencias con el mismo rango que las ciencias objetivas. La
diferencia, sin embargo, no radica en la ‘forma’ o el ‘método’ mediante el cual se estudia el mundo,
sino en el mundo que se estudia.
En realidad el neopositivismo del Círculo de Viena tenía como pretensión algo mucho más
planifcado; no era su intención luchar contra la sociología, o la psicología, o la historia, etc...
(aunque las consideraban ciencias de segunda categoría), sino específcamente contra el psicoanálisis
de Sigmund Freud21
que se estaba expandiendo por todo el mundo con una fuerza inusitada; o
contra las llamadas pseudociencias: la quiromancia, la radomancia, la predicción del futuro en las cartas,
en los posos del café, la astrología, etc... todos los burdos intentos del ser humano por mostrar como
conocimientos lo que no son más que creencias y mitos. Eso no signifca, sin embargo, que una
persona determinada, al realizar una actividad de ese calibre, no realice lo que podría ser un
conocimiento real, tan sólo signifca que no es capaz de reproducir ese conocimiento, que no es
capaz de explicar por qué ha conocido lo que ha conocido. Un ejemplo: puede ocurrir que una
persona encuentre agua siguiendo el movimiento de su péndulo (una versión de la radomancia), sin
embargo, es incapaz de explicar por qué se ha producido ese descubrimiento y, en consecuencia, es
incapaz de construir una hipótesis científca que realice predicciones acerca de ese conocimiento en
concreto y que permita, por otro lado, que otros encuentren agua de la misma manera una vez que
han aprendido la supuesta ciencia en cuestión. Lo cierto es que la mayoría de las veces estos
supuestos “científcos” no son más que embaucadores y timadores, y una minoría de ellas no son
más que creyentes feles en un mito extendido. Pero el mito no es conocimiento.
El hecho de que el Círculo de Viena fuese tan estricto en su criterio de demarcación
científca llevó a muchos pensadores a replantearse el problema de lo que es ciencia y lo que no es
21 John Houston lo consideraba, junto a Copérnico y a Darwin, como uno de los grandes golpes a la confianza
humana; Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856 en la ciudad de Príbor, Moravia, Imperio austríaco,
(actualmente Chequia); murió el 23 de septiembre de 1939 en Londres, Inglaterra, (Reino Unido). Estudió medicina,
y se especializó en neurología, donde entró en contacto con las neurosis y la histeria, enfermedades que cuyo estudio
le llevaran al psicoanálisis como método de cura y como teoría psíquica humana. Se hará famoso en el mundo
entero por la importancia que otorga a la sexualidad humana (y a su represión) a la hora de explicar las
enfermedades mentales. El 28 de agosto de 1930 fue galardonado con el premio Goethe de Frankfurt am Main. Su
fama llegó a tal punto que se le puso su nombre a uno de los cráteres de la Luna, situado en la meseta de Oceanus
Procellarum, en la parte noroeste del lado visible de la luna.
7. ciencia más allá de los pequeños márgenes que permitía el Verifcacionismo, que es el nombre
que recibió el criterio en cuestión del que estamos hablando. A continuación estudiaremos algunos
de esos intentos.
El falsacionismo de Karl Raimund Popper
Popper comenzó, como pensador, muy cerca de las posiciones del neopositivismo; de hecho
fue amigo de algunos de los miembros del Círculo de Viena, y no son pocos los pensadores que
piensan que Popper, por mucho que se quisiera distanciar, no era más que un positivista que no
quería reconocerlo, no quería “salir del armario del positivismo”22
. Sin embargo, (lo intentara o lo
consiguiera ese ya no es nuestro trabajo), trabajó sobre un pensamiento que pretendía eliminar las
trabas que el verifcacionismo había puesto a la ciencia, haciendo que el criterio de demarcación
científca no fuese tan estricto.
Popper pensaba que el criterio de verifcación era un error de concepción de lo que es la
ciencia en la realidad y en la teoría; lo que hace que una proposición sea científca, (y, por lo tanto,
que sea conocimiento), no es el hecho de que podamos comprobar una hipótesis y, una vez
comprobada, se pueda establecer como ley científca, consiguiendo con ello un conocimiento
verdadero y universal, sino el hecho de que las hipótesis científcas pueden ser falsadas, es decir, se
pueda encontrar un hecho que demuestre que la proposición, que la hipótesis, es falsa y deba ser,
por lo tanto, rechazada. Evidentemente, con el criterio pensado por Popper se abre el mundo del
conocimiento bastante, sin embargo, hay que admitir como él mismo decía, que el conocimiento ya
tan sólo no es más que probable, y que lo que llamamos verdad no es más que una hipótesis que no
ha podido ser falsada hasta el momento y es, por lo tanto, probablemente cierta, tanto más probable en
cuanto que haya pasado mucho tiempo desde que se planteó y haya sobrevivido a los intentos de
falsación.
Para Popper, un científco, (y esto es algo que muchos le criticarán por irreal), no realiza su
trabajo intentando comprobar que su hipótesis es cierta y real, sino que trabaja constantemente
intentando demostrar que su hipótesis es falsa, y mientras no lo consiga mantiene la hipótesis como
verdadera. De esta manera, pensaba Popper, las pseudociencias no son posibles como
conocimiento, pues son conocidas por su negativa a admitir los casos negativos como casos que
falsan la teoría en cuestión, inventándose continuamente hipótesis ad hoc23
para mantener la vigencia
de la teoría pseudocientífca. Sin embargo, bajo el criterio popperiano sí son concebibles como
ciencias, las ciencias subjetivas o ciencias humanas, pues estas admiten la falsación y se pueden
22 Esto debería ayudaros a entender lo mal que llegaron a caer los positivistas entre los pensadores y flósofos del siglo
XX. Incluso Wittgenstein, en cuya obra se inspiraba el neopositivismo, renegó de ellos como pensadores por su
incapacidad, decía él, para comprender el pensamiento humano en toda su complejidad.
23 Se entiende por hipótesis ad hoc aquellas soluciones elaboradas específcamente para un problema o fn preciso y
que, por tanto, no son generalizables ni pueden ser usadas para otros propósitos que esos fnes. La gracia de las
proposiciones científcas es que son universales, por lo que las proposiciones ad hoc jamás pueden ser científcas, y
ningún pensamiento que use hipótesis ad hoc puede ser considerado científco.
8. construir sobre la base de que sus proposiciones han de ser falsables24
.
El problema de este pensador es que, si bien la lógica de su teoría parece irrefutable, en
realidad no es nada práctica; es decir, lo que dice Popper no es tanto un, así funciona la ciencia, como
un así debería funcionar la ciencia, pero la ciencia funciona de otra manera radicalmente diferente. Por
eso mismo el pensamiento de Popper, que en otros campos va a ser muy considerado25
, peca de ser
demasiado teórico. Popper tuvo, además, la mala suerte de coincidir, como pensador en
Cambridge, con Wittgeinstein, cuyo pensamiento estaba inspirando a los neopositivistas y cuyos
libros iban a generar corrientes de pensamiento que reconocían su genialidad, mientras que Popper
parecía quedar siempre como el segundón cuya valía estaba constantemente puesta en duda.
Vayámonos ya con el siguiente pensador.
El concepto de paradigma y la revolución científca de Thomas S. Khun
Khun fue un gran historiador de la ciencia, admirador de la revolución copernicana y
decidido investigador del comportamiento de la ciencia a partir de una revolución como esa. Para
este pensador la “gracia” del asunto que nosotros estamos estudiando estaba en que con la ciencia
no entraban en juego únicamente elementos racionales, sino que la irracionalidad tenía un
importante papel a la hora de hacer triunfar o fracasar una teoría determinada.
Khun dividía la vida de una ciencia determinada en etapas cuyo signifcado estribaba en
relación al concepto de Paradigma que él acuñó. Un paradigma es un modelo o patrón en
cualquier ciencia, es el conjunto de prácticas que defnen una disciplina durante un período
determinado. En pocas palabras, y para que nos entendamos, el paradigma es aquello que
defenden los científcos de una rama determinada y bajo el cual se realizan todas las
investigaciones26
. Por ejemplo: en biología, el paradigma actual es la teoría de la evolución. Nada se
hace en biología sin las directrices que marca esa teoría.
1) La primera etapa de una ciencia la denominó precientífca, es decir, antes de que
las investigaciones sobre ese tema determinado tuviesen un paradigma en el que apoyarse. Por
ejemplo, la astronomía estaba en su etapa precientífca antes del paradigma aristotélico-ptolemáico;
y la psicología es para Kuhn una ciencia en su etapa precientífca en la actualidad. Estar en la etapa
precientífca tan solo indica que no hay un único paradigma, no indica que no sea ciencia.
24 Pensar en todo momento que Popper defende que una proposición científca ha de ser falsable, no que haya de ser
falsa, es decir, tiene que ser susceptible de encontrar un hecho en la realidad que la haga falsa. En tanto en cuanto
ese hecho no se encuentre la proposición se toma como verdadera; ahora bien, una proposición no puede ser
considerada científca y, por lo tanto, no es conocimiento, si es imposible hacerla falsa, si nada en la realidad pudiera
llevar a desmontarla, o bien si por muchos hechos contrarios a su afrmación la proposición se mantiene mediante
cambios ad hoc.
25 Su pensamiento político fue aclamado a lo largo y ancho de este mundo y recibió innumerables premios por su
defensa intelectual de la democracia y su lucha contra las tiranías.
26 Un paradigma es una bombilla, una luz, una farola. Había un viejo chiste flosófco que rezaba así: Estaba un hombre
buscando sus llaves muy preocupado; cuando alguien le vio se decidió a ayudarle preguntándole qué es lo que buscaba. “Mis llaves”,
contestó el hombre mientras seguía buscando. “¿Y las ha perdido usted por aquí?” Indagó el nuevo para saber dónde buscar. “No, pero
aquí hay luz”. Sentenció fnalmente quien buscaba las llaves. Eso es un paradigma, una luz que indica dónde hay que
investigar. Y no investigamos fuera de esa luz, porque en la oscuridad no encontraríamos nada.
9. 2) La segunda etapa de la ciencia consiste en aceptar un paradigma por primera vez.
Evidentemente, como que no hay ningún paradigma aceptado, cuando aparece una gran teoría por
primera vez es fácil que sea aceptado como paradigma.
3) La tercera etapa se denomina la Ciencia Normal. Durante esta etapa (la mayor
parte del trabajo científco se realiza en esta etapa, tanto en contenido como temporalmente) la
ciencia se dedica a investigar los distintos problemas que haya planteado el paradigma. Kuhn decía
que los científcos se dedican a resolver jeroglífcos científcos siguiendo los esquemas que el
paradigma ha indicado, es decir, buscan las llaves en la zona iluminada por la farola que es el
paradigma.
4) La cuarta etapa se desarrolla cuando el paradigma presenta anomalías; es decir,
aparecen hechos observables que el paradigma no es capaz de responder y que es más, es imposible
responder siguiendo las reglas del paradigma. Aparecen, por así decirlo, jeroglífcos irresolubles para
los científcos. Ante estas anomalías los científcos se dividirán en dos grandes grupos: a) aquellos
que seguirán bajo el antiguo paradigma resolviendo los jeroglífcos tal y como saben hacerlo; b)
quienes se dedican, criticando el viejo paradigma, a buscar una nueva gran teoría que pueda dar
respuesta a las anomalías, además solucionar todos los jeroglífcos que el anterior paradigma ya
solucionaba. Ahora bien, mientras no aparezca un nueva paradigma, el viejo paradigma seguirá
vigente de forma plena y nadie lo discutirá. En algún momento, sin embargo, aparecerá una nueva
teoría, alguien encenderá una nueva farola, y en ese momento se pasa a la última etapa de la vida
de la ciencia.
5) Cuando aparece otro paradigma los científcos, divididos en dos grupos, como hemos
visto, habrán de elegir entre el viejo o el nuevo. Es lo que Kuhn llama Revolución Científca27
.
Cuando el viejo paradigma ya no tenga defensores, entonces el nuevo paradigma será quién indique
plenamente las reglas que hay que seguir para resolver los jeroglífcos científcos y entraremos en
una nueva etapa de ciencia normal.
La fe de la mayor parte de los astrónomos en la inmovilidad de la tierra siguió inquebrantable
durante un buen lapso de tiempo. Autores que rendían homenaje a la erudición de Copérnico, hacían uso
de sus diagramas o citaban su método de determinación de la distancia de la tierra a la luna,
acostumbraban a ignorar el movimiento terrestre o a rechazarlo como absurdo. [...]
Ptolomeo jamás pretendió que todos los círculos utilizados en su Almagesto para calcular las
posiciones de los planetas gozaran de una existencia real desde el punto de vista físico. Antes bien, se
trataba exclusivamente de artifcios matemáticos útiles. Por idénticas razones, los astrónomos
renacentistas se sentían con plena libertad para considerar al círculo que representaba la órbita terrestre
como una fcción matemática, cuya utilidad quedaba restringida a efectos de cálculo. Podían calcular, y
27 De ahí el título de su principal obra: La estructura de las revoluciones científcas.
10. así lo hicieron ocasionalmente, la posición de los planetas como si la tierra se desplazara, sin tener por
ello que comprometerse con la realidad física de dicho movimiento. [...] Servirse del sistema matemático
de Copérnico sin defender el movimiento físico de la tierra constituía un cómodo medio de escapar al
dilema planteado en el De revolutionibus por el contraste entre las armonías celestes y las disonancias
terrestres. Precisamente fue por este punto por donde la convicción inicial del astrónomo en la absurdidad
del movimiento terrestre fue perdiendo poco a poco su fuerza. [...]
Durante la segunda mitad del siglo XVI, los astrónomos no podían prescindir ni del De
revolutionibus ni de las tablas basadas en él. [...] en el caso en que la elección entre el universo
copernicano y el universo tradicional hubiera dependido tan sólo de los astrónomos, puede afrmarse casi
con toda seguridad que la propuesta de Copérnico también habría alcanzado una tranquila y gradual
victoria. No obstante, la decisión no concernía exclusivamente, ni incluso preferentemente, a los
astrónomos, y, a medida que el debate excedía los límites de los cenáculos astronómicos, adquiría
caracteres más y más tumultuosos. La innovación copernicana era vista como absurda e impía por la
mayor parte de quienes no se dedicaban al estudio detallado de los movimientos celestes. Aun cuando se
las comprendiera, las ostentosas armonías no se mostraban en modo alguno como evidentes. La disputa
resultante fue generalizada, clamorosa y agria.
En la época de Copérnico habían aparecido problemas (anomalías) que la teoría aristotélico-
ptolemáica (el viejo paradigma) no podía resolver. Copérnico propuso una nueva teoría (el nuevo
paradigma), ahora bien, ese nuevo paradigma (que explicaba lo que el viejo no podía explicar
además de explicar lo que el viejo sí podía explicar) no triunfó sin más (ejemplo de Tycho Brahe),
sino que llevó mucho tiempo ir venciendo las diferentes trabas hasta que toda la comunidad
científca aceptó la nueva tesis heliocéntrica y se entró en una nueva etapa de ciencia normal
iluminada ahora por esa teoría. De esa forma nosotros estamos seguros de que giramos alrededor
del Sol de la misma manera que Aristóteles estaba seguro de que el Sol giraba en torno a la Tierra.
Esa es la luz que ilumina allí donde nosotros buscamos. Cuando un científco tiene que resolver una
duda en el campo de la astronomía, ni siquiera se plantea la posibilidad de que no estemos girando
alrededor del Sol, eso sería buscar las llaves allí donde no hay luz, y mientras el paradigma no
produzca anomalías, el paradigma seguirá vigente.
Ahora bien, ¿por qué se resistieron con tanta fuerza a la idea copernicana? ¿Por cuestiones
racionales o de índole científco? No. Y ahí es donde entra el mundo de la irracionalidad. Tycho
Brahe es el ejemplo. No podía por menos que aceptar la racionalidad de la propuesta copernicana,
que es como decir que él también veía que iluminaba más y mejor, y sin embargo intentó encontrar
una teoría que cuadrara con los elementos irracionales a los que no podía renunciar (en este caso su
fe religiosa). Pero incluso Bruno y Kepler, que sí aceptaron el nuevo paradigma, lo aceptaban
también por cuestiones que no eran del todo racionales, pues los dos afrmaban que el universo era
11. infnito (el primero) o fnito (el segundo) para que cuadrara con su fe en Dios. Para el primero no
podía ser que Dios hubiese creado un mundo con fn; mientras que para el segundo (más cercano a
las ideas de Galileo) no era posible que Dios hubiese creado un mundo infnito, pues un mundo
infnito no permite el cálculo y no podía ser que Dios nos hubiese provisto de inteligencia para no
poder usarla para comprender el universo y toda la creación divina.
En defnitiva, Kuhn introdujo en la teoría de la ciencia la idea de que la irracionalidad entra
en juego a la hora de establecer la victoria de una teoría, que es como decir que aquello que
sabemos, aquello de lo que estamos seguros, aquello que permite que comprendamos el mundo no
es la razón. O por lo menos que no es la razón enteramente.
El anarquismo metodológico de Paul K. Feyerabend
Feyerabend es un pensador radical, absolutamente radical, tanto en su posición con respecto
al problema del criterio de demarcación como en sus posturas políticas, donde fue muy crítico con
el imperialismo norteamericano que se expandió a lo largo del siglo XX y que todavía hoy podemos
comprobar. En realidad Feyerabend fue un alumno aventajado de Popper, pero muy pronto se
distanció de las demasiado estrictas posiciones de su maestro, a quien criticaba por lo anteriormente
expuesto, por ser un pensamiento muy alejado de la realidad en la que se movía la ciencia. De
hecho los estudios y observaciones de Feyerabend le llevan a comprobar que la ciencia admite,
(como también decía Kuhn), elementos irracionales, y que estos elementos irracionales llegan a ser
decisivos en el progreso del trabajo científco.
Kuhn y Feyerabend eran más o menos de la misma edad, así que los dos fueron
proponiendo sus teorías de forma casi simultánea, pero mientras la propuesta de Kuhn intenta
explicar el funcionamiento real de la ciencia, la propuesta de Feyerabend va a intentar ir un poco
más allá, y mostrar las trampas absolutas a las que nos tienen acostumbrados los científcos. Y así su
teoría del anarquismo metodológico se puede resolver en una sola frase muy expresiva:
El único principio que no inhibe el progreso es: Todo vale.
Es decir, el científco está muy lejos de ser ese ordenado pensador cuyo objetivo único es la
comprensión racional del mundo que le rodea, más bien es todo lo contrario, un funcionario a
sueldo de intereses que, la mayoría de las veces, se alejan por completo del pretendido objetivismo
del conocimiento científco28
. El científco trabaja para alguien, y conoce, por lo tanto, lo que ese
alguien le indica, y usará todo lo que esté a su alcance para convencer al mundo y a la comunidad
científca de sus hipótesis. Y eso, exactamente eso, dice Feyerabend, es la ciencia.
Un ejemplo de lo planteado por Feyerabend lo encontraríamos en el famoso científco
28 Ahora bien, eso no signifca que sea la sinrazón quien haya construido esos intereses. La razón desaparece en gran
parte, para Feyerabend como para Kuhn, del campo científco, sin embargo es la razón la que construye aquello que
ha de sustituir a la razón científca. Los intereses económicos que pueden gobernar un avance en electromagnetismo,
por ejemplo, son irracionales desde el punto de vista del físico, sin embargo son perfectamente racionales desde el
punto de vista del economista.
12. coreano que nos hizo creer a todos durante varios años que había clonado células humanas, que
sabía cómo desarrollar esos embriones, etc29
.... Eso es conocimiento científco, dice nuestro autor.
Durante más de un año la comunidad mundial estaba convencida de que el ser humano ya era
capaz de hacer lo que ese doctor decía que había dicho. Al fnal cayó en desgracia; pero cuántos
otros no habrán conseguido mantener oculta su mentira más allá de las penetrantes miradas de los
ojos críticos30
. Y eso es un método tan válido como cualquier otro. La ciencia es un poder en sí
misma, se autoabastece de conocimientos, y cuando no tiene sufciente, quién sabe, pues resulta que
se los inventa.
Relacionado con el pensamiento de Kuhn y de Feyerabend se encuentra el pensamiento de
un autor húngaro llamado Imre Lakatos31
. Este pensador comenzó con ideas muy parecidas a las
de Popper, corrigiéndole allí donde pensaba que el pensador de origen austriaco no conseguía que
la racionalidad funcionara; sin embargo, y a pesar de que sustituyó a Popper en la cátedra de la
London School of Economics32
, muy pronto se separó de su pensamiento para aceptar las
críticas que tanto Kuhn como Feyerabend, mucho más especialmente este último, hacían a la
pretendida racionalidad de la ciencia. Lakatos admite con Kuhn y con Feyerabend que en el
funcionamiento científco intervienen elementos abiertamente irracionales, y admite con
Feyerabend que estos elementos son de suma importancia para lo que denominamos el progreso de
la ciencia; ahora bien, pensaba este húngaro que existía un núcleo duro del pensamiento científco
donde sólo intervenía el análisis más estrictamente racional. Desde este punto de vista la ciencia
sería como una cebolla, que forma capas sucesivas. Las distintas críticas que se van sucediendo
afectan a las capas más superfciales, donde se proponen hipótesis ad hoc para eliminar los
“desbarajustes”, sin embargo, el núcleo queda siempre al margen de las críticas y de las hipótesis ad
hoc, es puramente racional, el sostén elemental y último de todo el resto del pensamiento, y sólo se
29 Se trata de Hwang Woo-suk, un científco surcoreano nacido el 15 de diciembre de 1952, en el Condado de Buyeo,
provincia de Chungcheong Sur, (Corea del Sur). En marzo de 2004 él y su equipo afrmaron que habían conseguido
el primer embrión humano clonado; sin embargo, en diciembre de 2005 se vio obligado a dimitir al demostrarse que
usaba embriones no clonados. Perdió su puesto en la Universidad Nacional de Seúl y fue condenado a dos años de
prisión por malversación de fondos y violación de leyes bioéticas. Sin embargo su trabajo continúa en el campo de
las células madre mediante fondos privados.
30 Según la teoría de la relatividad de Einstein los rayos de luz no viajan siempre en línea recta, sino que caen bajo la
atracción de la gravedad, y se curvan bajo gravedades muy intensas como las generadas por las estrellas. En su día
se hizo un experimento para comprobar la teoría y salió a la perfección, con lo que Einstein obtuvo todavía más
fama. Sin embargo una periodista mordaz decidió preguntarle: ¿Qué habría pasado si el experimento no hubiera
salido bien? A lo que el científico contestó: Que habría que haber colocado en las estrellas en su sitio. En
conclusión, Einstein no podía aceptar que se hubiera podido equivocar, es más, antes estaba mal hecho el universo
que él equivocado.
31 Su nombre original era Imre Lipschitz. Nació en Debrecen (Hungría) en 1922, y murió en Londres (Reino Unido)
en 1974. El cambio de apellido se debió a la invasión nazi de Hungría, pues era de familia judía y su apellido le
delataba. En 1956 consiguió escapar de las autoridades soviéticas y huyó a Viena tras la fallida revolución húngara,
y de allí se fue a Londres, donde fnalmente se instaló. Precisamente uno de los elementos que Lakatos recogió en su
teoría fue que la falsación no es una acción cotidiana de la ciencia.
32 Su nombre es la The London School of Economics and Political Science. Es una escuela universitaria que forma
parte de la Universidad de Londres. Se trata de uno de los college (escuela universitaria) más prestigiosos del
mundo, cuyo lema es Rerum cognoscere causas (Conocer las causas de las cosas).
13. modifca cuando se produce una revolución al estilo de las que describe Kuhn, como la de
Copérnico en astronomía, o la de Darwin en biología.
Conclusión fnal
¿Qué conclusión podemos sacar de todo esto? Pues que el mundo del pensamiento se dividió
en dos durante todo el siglo XX, y así sigue, en cuanto al establecimiento de lo que denominamos el
criterio de demarcación científca. Por un lado tendríamos a aquellos defensores de criterios muy
estrictos que niegan la irracionalidad en el funcionamiento científco, (sería el caso de los
neopositivistas y de Popper); por otro lado tendríamos a aquellos autores que defenden que
eliminar la irracionalidad en la ciencia es absolutamente imposible, y que es más, sería incluso
perjudicial, pues esta ha generado numerosas salidas a los escollos racionales con los que se ha ido
encontrando la ciencia, (este sería el caso de Kuhn y de Feyerabend).
El pensamiento en torno a la teoría de la ciencia ha sido, a lo largo de todo el siglo XX, y lo
poco que llevamos del XXI, un intento de mantener unidas la teoría y la práctica de la ciencia, bajo
el convencimiento de que si se disociaban se podría producir lo que muchos pensadores habían ido
avisando durante los siglos XVIII y XIX: que la razón por sí sola puede perder todo control y
tornarse, no neutra, sino abiertamente perjudicial. El espectacular desarrollo del pensamiento
científco, así como de la tecnología asociada a él, durante el siglo pasado nos ha llevado a le etapa
de mayor progreso científco-racional que recordamos, sin embargo, también nos ha puesto ante
problemas tan serios en los que está en juego nuestra propia supervivencia como especie. Nos
asustamos de nosotros mismos, y lo demostramos aumentando el número de obras de creación
humana que realizamos en torno a futuros inciertos y devastadores. Matrix, Terminator, El día de
mañana son ejemplos en el mundo del cine. El ser humano tiene miedo de caer esclavizado por su
propia inteligencia. El pensamiento que hemos estudiado es un intento de que la razón y la ciencia,
con sus ventajas y sus desventajas, no estén nunca fuera de nuestro control, y para ello hay que
llegar a comprender cómo diantre funciona.