Este documento describe la agroindustria cañero-azucarera en México y la convergencia entre la ingeniería agronómica y legislativa. Analiza el Decreto Cañero de 1991 y las condiciones actuales de los campos cañeros, encontrando gran variabilidad en rendimientos, contenido de sacarosa y costos entre regiones. El autor argumenta que es necesario mejorar la situación de los productores cañeros a través de nuevos esquemas productivos y soluciones específicas por región que contribuyan a la justicia social y
La agroindustria cañero-azucarera: convergencia de las ingenierías agronómica y legislativa
1. Por
Ing. Jorge Galo Medina Toi
.
• Trabajo Recepclonal para su ingreso a la
Academia Mexicana de ln9enferla, Como Académico de
Número en la Comisión de Espeaiidad de Ingeniería Agronómica.
México, D.F. Abril 16, 1998
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• INDICE
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lntroduccin.................. . ...................... . .................... 1
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Antecedentes 3
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e El trabajo en campo ................. ......
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Convergencia agronómica-legislativa .................... 11
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e El Decreto Cañero .......................................... 11
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e El Contrato lJniforrrie .......... . ......... . ................ 17
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e Conclusiones y recomendaciones .......................... 21
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3. LA AGROINDUSTRIA CAÑERO-AZUCARERA
CONVERGENCIA DE LAS INGENIERIAS AGRONOMICA Y LEGISLATIVA
Ing. Jorge Galo Medina Torres
Actualmente, la totalidad de la materia prima que se obtiene en los campos cañeros del país, se
destina oficial e invariablemente al abastecimento de los ingenios azucareros bajo un modelo
operativo en el cual los productores --ejidatarios o propietarios rurales-- se encargan de la
obtención de la caña de azúcar y los industriales de su transformación. El financiamiento, la
producción, las labores de cosecha y la comercialización de la caña de azúcar, al igual que las
organizaciones representativas de los abastecedores y la comercialización de los productos
obtenidos en las fábricas, se encuentran sujetos en su totalidad a lo establecido por el Decreto
Cañero de 1991 y reformado en 1993.
El presente trabajo se orienta a revisar la información relativa a todos los procedimientos
encaminados a la producción de la materia prima y las condiciones en que los campesinos
cañeros la obtienen y comercializan. Se presenta un diagnóstico de deficiencias, y propuestas
encaminadas a la obtención del máximo aprovechamiento de los recursos humanos, materiales y
de infraestructura de las organizaciones representativas de los productores. La grave situación por
la que atraviesa actualmente la industria azucarera se ha dejado sentir en todas las regiones
cañeras del país. Son necesarios nuevos esquemas productivos y encontrar soluciones
específicas para cada región y cultivo; partimos de la hipótesis de que es viable técnica, social y
económicamente la reestructuración de la agroindustria cañero-azucarera; que contribuya a la
capitalización del sector primario de la economía y agilice la ya impostergable justicia social por la
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4. vía del empleo, la productividad, la capacitación, el reparto equitativo de los beneficios y la
retención de los excedentes generados en el campo.
Si nuestro país aspira a caminar con pasos firmes hacia su desarrollo, deberá de promover que
sus campesinos alcancen niveles de vida satisfactorios, fortalecer su organización, crear la
infraestructura necesaria y conservar sus recursos. Deberá también crear las condiciones para
que el trabajo del campesino sea bien remunerado a fin de que de esa forma no tenga que
emigrar, a seguir saturando las ciudades del país, ni a recibir trato indigno en el extranjero;
condiciones que le permitan mantener el legitimo orgullo de ser campesino. Y reafirmar que la
libertad auténtica sólo puede darse en un campo proclive al progreso.
Por ello, el presente trabajo se dedica: Al cortador de caña, pilar fundamental sobre el que ha
descansado, gran parte del peso de la industria azucarera nacional, A cada uno de los
productores cañeros del país, para que conozcan sus derechos y sepan exigirlos; no permitan
más injusticias, aprendan a demandar lo que por ley les corresponde, y evitar así que los
empresarios y los dirigentes de las Organizaciones de los productores, aprovechándose de la
ignorancia de la ley, exploten a los campesinos; y a los profesionales de la Ingeniería
Agronómica, en especial a aquellos que han dedicado su vida al estudio, la investigación,
desarrollo de nuevas variedades; al perfeccionamiento de las labores de cultivo y de los sistemas
de producción, siempre en beneficio de la agroindustria.
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5. .
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El siglo XVIII fue testigo de la predominancia del caribe en más del 80% del comercio mundial
del azúcar y de los esclavos, y de casi la mitad del tránsito marítimo, naval y civil, de las nacio-
* nes de la europa occidental. A la caña de azúcar se le atribuye la responsabilidad de la africa-
e nización del Caribe, región que en los albores del siglo XXI tiene más sangre negra que la pro-
pia Africa
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Planta mágica, que además tiene en su haber el ser, después de las drogas ilegales, del tabaco
y del alcohol, uno de los alimentos innecesarios" más dañinos que la humanidad consume; y
que derivado de la "adicción" a que somete a sus consumidores, convirtió a la clase blanca de
e la nación inglesa en comensal exclusivo del pan blanco en lugar de los granos integrales.
e
le Apasionante, trágica, dramática y determinante para la humanidad, ha sido la historia de la ca-
* ña de azúcar. A un cuarto de siglo de cumplir sus primeros 500 años de arribar a México, el
ir cultivo de la caña de azúcar conserva un valor estratégico en la economía nacional, la de los
e estados y de las regiones en que se produce actualmente.
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• Hoy comparezco, como requisito de ingreso a la prestigiada Academia Mexicana de Ingeniería
e para someter al docto juicio de ustedes; un trabajo resultante de investigación que dirigí, te-
e
niendo como principal colaborador e investigador asistente al Ingeniero Alberto Corrales Gon-
zález, acerca del Decreto Cañero. En esa investigación analizamos y formulamos un comenta-
rio razonado de cada artículo del Decreto y en lo general los lineamientos del mismo relativos a:
• 1) la relación entre abastecedor de materias primas y los ingenios; 2) características de la caña
• como materia prima para la industria azucarera y 3) cañas contratadas no industrializadas.
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C Hobhousc, H. 1986. Seeds of chaiige, five plants that transfornied markind. Harper & Row, publisher. Nueva York, E.U.A.
252 p.
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De ahí surgió la idea de profundizar en los tres subsistemas fundamentales de la Agroindustria
Cañero-Azucarera: 1) campo; 2) fábrica y 3) mercado, en términos de la legislación vigente, de
la situación internacional y de las relaciones existentes entre los productores e industriales. El
e
presente trabajo, como una primera fase, aborda exclusivamente el subsistema campo.
Mi interés por la caña de azúcar, tal vez es riias sentimental que técnico, y se remonta a las
S temporadas que durante mi niñez solía pasar en casa de mi abuela, en Cd. Valles, corazón de
la huasteca potosina. Ahí con mi abuelo Patricio y mi tío Roberto, ejidatario productor de caña y
trabajador del ingenio Plan de Ayala, respectivamente, tuve mis primeros contactos con las ca-
ñas, incluso llegué a manejar un tractor con cuatro o cinco carretas llenas de caña para aca-
rrearlas de los cañaverales al ingenio. Además, y esto es una confesión, a mis voraces y fre-
cuentes participaciones en los concursos familiares de quien pelaba más rápidamente las ca-
ñas, debo hoy que mi dentadura original, haya sido reemplazada casi en su totalidad.
Pero honestamente pienso que el factor sentimental, no fue del todo determinante en la selec-
ción del tema que hoy presento. Por 25 años he estado íntimamente vinculado a la vida acadé-
mica, en la educación agrícola superior y de posigrado. De ahí, mi preocupación por acercarme
a los productores, me llevó a incursionar en distintas etapas, en la administración pública y fi-
nalmente en el poder legislativo federal. Encontré por tanto, en la propia naturaleza de la Aca-
demia Mexicana de Ingeniería un sólido basamento para expresar mis inquietudes agronómico-
legislativas; que en su artículo primero de sus astatutos establece como objetivo fundamental:
Contribuir a la superación del hombre.., para fomentar el progreso social de la colectividad,
mediante la investigación técnica y científica con sentido humanístico...".
A ello, debo agregar, se complementa perfectamente uno de los propósitos particulares de la
propia Academia, que en la fracción II del artículo 2 11, estipula:
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7. Proponer las sugerencias que juzgue pertinentes relacionadas con las leyes, reglamentos y
demás disposiciones que normen las actividades del Gobierno Federal... Estatales y Municipa-
les...".
Sobre esta base, nos propusimos contestar a las interrogantes: ¿Cómo conciliar las tareas de
la Ingeniería Agronómica con la Ingeniería Legislativa?. Si el Decreto cañero establece las ba-
ses fundamentales de la Agroindustria Cañero-Azucarera, ¿Cómo establecer puntos comunes
para beneficio de esta importante actividad en el país? ¿Cómo abordar el aporte de propuestas
que redunde en el mejoramiento de todos los protagonistas de esta actividad?.
Como punto de partida, el Decreto Cañero establece en su artículo 1 1 que:
Se declaran de interés público la siembra, el cultivo, la cosecha y la industrialización de la
caña de azúcar...".
Este Decreto en particular, con sus 21 artículos básicos y demás transitorios, es el resultado de
las técnicas legislativas que facultan, de acuerdo al artículo 89 Constitucional, al Ejecutivo Fe-
deral, a iniciar leyes o decretos. En cambio, l proceso legislativo general, que comprende la
totalidad de procedimientos que van desde la presentación de una iniciativa al Congreso de la
Unión, hasta su publicación en el Diario Oficial de la Federación, está normado por los artículos
L 71 y 72 de la Constitución.
El decreto cañero incluye tres componentes: el agronómico, la industrialización y la comerciali-
zación, que en conjunto definen la Agroindustria Cañero-Azucarera; esto es el conjunto de acti-
vidades que, nacen en el campo con la siembra de la caña; continúa con la industrialización de
la materia prima en fábrica; y termina con la comercialización de los productos y subproductos
en el mercado.
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• Por ello en el propio decreto cañero, encontramos la posibilidad de convergencia de dos gran-
e des campos; el de la Ingeniería Agronómica, que tiene que ver con la siembra, cultivo y cose-
C cha de la caña de azúcar, y el de la Ingeniería Legislativa, término acuñado por el Ing. Arceo,
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para referirse a la labor de la Ingeniería en actividades parlamentarias; diferenciando lo técnico
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de lo político para traducir al ciudadano no lego los valores implícitos en las iniciativas; pero so-
e bretodo, interpretando los criterios técnicos que provienen de los planteamientos políticos. 2
e Esto es, la viabilidad de que el desarrollo y perfeccionamiento de las practicas legislativas se
• apoye en fundamentos técnico-cíentificos
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Así mismo, el decreto cañero enfatiza el carácter de interés público que tiene la caña de azúcar,
41 desde la siembra hasta la industrialización. De ello deriva la obligación del estado para promo-
e ver el desarrollo integral de la Agroindustria Cañero-Azucarera. El decreto, por tanto, recoge lo
• señalado en la fracción X)( del artículo 27 Constitucional en que se estipula el interés público
• que tiene la producción agropecuaria, la industrialización y la comercialización; de tal suerte que
lo todos los que se dediquen a ésta actividad, tienen el reconocimiento de la sociedad y el com-
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promiso del gobierno de apoyar la Agroindustria, sin suplantar las funciones, esfuerzo y creati-
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vidad de todas las partes involucradas.
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Arceo C., J. 1997. Ingeniería Legislativa. Editorial Agua Clara. Aguascalientes, México. 166 p.
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9. Todas las labores de producción de la materia prima están encaminadas a cumplir con una
meta básica: el culminar con una correcta programación de la cosecha, que haga coincidir la
madurez industrial de la caña con los requerimientos para la molienda en el ingenio. Para ello
se determina la cantidad de sacarosa de la caña en campo, estimando, además, la producción
de caña por hectárea. Puesto que de esta labor depende el resto de la cadena de la Agroindus-
tria, revisemos brevemente las condiciones actuales en que se encuentran los campos cañeros
-, del país. 3
Tomando como criterios, la utilidad por hectárea, el rendimiento de caña y el contenido de saca-
rosa, se han evaluado las áreas cañeras que abastecen a cada uno de los 61 ingenios existen-
tes. De ese análisis, se derivan los siguientes datos:
La utilidad por hectárea - que al final refleja los rendimientos de caña y el contenido de sacaro-
sa en la caña - varía enormemente en las 61 zonas cañeras, con un máximo de 12,000 pesos,
un mínimo de 1,000 pesos y una media de 4,647 pesos.
De igual manera se comporta el rendimiento de caña (ton/ha) que fluctúa entre 34.5 y 124 con
una media de 70 ton/ha. En forma análoga varía la sacarosa, entre un 10.5 y un 15.4 % con una
media de 13.5.
Los costos observan una variación similar desde un mínimo de $ 66.51ton hasta $ 230/ton y una
media de $ 1 03.8/ton.
FIRA. 1997. Situación del Sector Azucarero en México. FIR & Boletín informativo Vol. XXX, Núm. 299, 76 p.; García, Ch.,
L.R. 1997. La Agroindustria Azucarera de México frente a la aperlura comercial, Universidad Autónoma Chapingo. Chapingo.
México. 210 p.
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10. Los valores de estos indicadores, bastan por si solos para inferir la amplia heterogeneidad
agroecológica, agronómico-tecnológica y socioeconómica, en que se desarrolla la caña de azú-
car.
Lo anterior coincide con las observaciones de campo realizadas --previo a la investigación del
decreto cañero-- en la zona cañera que abastece al Ingenio Emiliano Zapata de Zacatepec, Mo-
relos; área que se encuentra dentro de los primeros 5 lugares nacionales en cuanto a utilidades,
rendimiento de caña y porcentaje de sacarosa. Entre los aspectos más sobresalientes que res-
tringen la productividad y rentabilidad en las zonas cañeras destacan:
(A) Producción de Materia Prima.
La falta de estudios para determinar la aptitud de la tierra para el cultivo de la caña,
La pulverización de las parcelas individuales elevan los costos del cultivo y cosecha;
e impiden el acceso de los productores a la prestación de servicios de salud y jubila-
ción que la ley prevé;
Escasa mecanización para la preparación de la tierra, cultivo y cosecha;
Selección inadecuada de las variedades de caña que se utilizan; y su deficiente dis-
tribución en campo.
Especificaciones inadecuadas de la densidad de siembra óptima, de acuerdo a las
variedades sembradas; así corno la deficiente replantación de plantillas, socas o re-
socas.
Las actividades de campo se realizan bajo una unidad de mando deficiente, en la
que interviene personal distinto de la fabrica y de campo;
(B) Organización de la producción
Las deficiencias en la quema de la caña hacen que el fuego se propague a parcelas
aledañas, que estando plantadas de caña no programada para cortarse, se obliga a
su cosecha aunque no tenga la madurez óptima; si por el contrario están plantadas
con otro cultivo, los siniestros se deben resarcir por el dueño que propagó el incen-
dio;
El corte manual de la caña eleva los costos de producción;
La maquinaria obsoleta para el alza de la caña, provoca pérdidas por la cantidad de
caña que queda en el terreno;
El acarreo también provoca pérdidas por la cantidad de caña que se tira durante el
trayecto parcela-fabrica;
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11. • 5) Demoras en la recepción de la caña en el batey del ingenio, disminuyen la calidad y
cantidad de la materia prima;
e 6) La información relativa a la cantidad de caña recibida, la cantidad de azúcar y el por-
• centaje de basura, no es fehacientemente comprobada por los productores.
(C) Financiamiento
• 1) El productor recibe el crédito —avío o refaccionario- a través del Ingenio, de acuerdo
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a un "Contrato Uniforme".
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(D) Comercialización
lo
1) El decreto cañero y el Contrato Uniforme establecen las normas para el pago de la
materia prima a los productores;
• 2) Por la caña abastecida, el productor solo recibe el pago correspondiente al azúcar
e recuperable; sin recibir nada a cuenta del bagazo, mieles y alcoholes, que son sub-
productos de valor comercial;
• 3) Además del gasto directo, a cada productor se le descuentan otros gastos prorratea-
e dos para toda la zona cañera; desestimulando la eficiencia productiva;
La caña no alzada, tirada durante el acarreo, quemada accidentalmente o quedada
• en pie no diferida, se desperdicia, puesto que no hay mecanismos para su industriali-
zación;
El productor dentro de la zona de abastecimiento del Ingenio, no tiene opción de co-
mercializar su producto a otra fábrica;
e ¿ Como corregir o adecuar las insuficiencias señaladas? ¿Cómo propiciar una mejor relación
e campo-industria? Partiendo de la información local y de la situación nacional del campo cañero,
se plantea como mínimo, la ejecución de las siguientes medidas estratégicas para mejorar las
e actividades sustantivas de la producción de caña de azúcar:
(A) Producción Primaria
e Mejoramiento de los sistemas de producción.
Uso de variedades mejoradas.
e > Capacitación teórico-práctica.
e .- Renovación de plantaciones cañeras.
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Manejo tecnificado del cultivo.
e (B) Organización de la Producción
- Compactación de áreas.
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' Mejoramiento de la infraestructura hidráulica.
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- Mejoramiento de la infraestructura de caminos.
Mejoramiento del proceso de acarreo de la materia prima a la fábrica.
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e
12. (C) Financiamiento
fi- Capitalización y financiamiento directo a los productores.
- Capacitación teórico-práctica para la administración y uso del crédito.
lo (D) Comercialización
- Diversificación de la cadena caña-azúcar, promoviendo otros usos de los remanentes
de la caña, i.e., alimento para el ganado;
'- Estimular el pago a los productores individuales por calidad de la materia prima;
..- Establecer el pago de la fábrica a los productores por la venta de subproductos, tales
como el bagazo, mieles, alcohol, punta de caña, levaduras, cachaza, vinazas y otros;
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13. A) El Decreto Cañero.
Absolutamente, todos los productores que deseen cultivar caña de azúcar deben sujetarse a lo
dispuesto en el Decreto Cañero y sus Lineamientos correspondientes. ¿Qué es lo que hace a la
caña de azúcar un cultivo tan especial que esté regido por un Decreto?. Tal vez las cifras no nos
den la respuesta completa, pero veamos la magnitud de la agroindustria nacional:
136 000 productores y 85 850 cortadores, cultivan y cosechan un poco más de 600 000 hectáreas,
distribuidas en 15 entidades federativas, que abastecen 61 ingenios. Con un promedio de
producción de más de 4 millones de toneladas de azúcar en las últimas 5 zafras, México se ubica
dentro de los 10 principales productores de azúcar en el mundo.
Tal vez parte de la respuesta se remonta al 23 de septiembre de 1943, fecha en la que siendo
Secretario de Agricultura y Fomento, el Ing. Agr. Marte R. Gómez, el Presidente de la República,
Manuel Avila Camacho, firma el Decreto que establece un plan de intensificación de la producción
azucarera. Este Decreto se da en una situación de emergencia, prevista por no contarse con la
suficiente azúcar para el abasto nacional debido a contingencias climatológicas, reducida mano de
obra y maquinaria y a la exportación de azúcar. En consecuencia el Decreto dispone que en las
zonas de abastecimiento delimitadas para cada ingenio, se prohiba el establecimiento de cultivos
distintos al de la caña de azúcar; y por ende, se obliga al ingenio a comprar toda la caña de azúcar
cuya siembra haya contratado o fomentado.
Ante una emergencia que amenazaba el abasto popular de azúcar, una iniciativa de tal naturaleza
está por demás justificada. Sin embargo 50 años más tarde, algunos elementos originales aún
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14. permanecen, y otros que en las diferentes etapas legislativas se han ido incorporando, hasta llegar
al actual Decreto Cañero. De él, permítanme señalar ciertos aspectos que nos han llamado la
atención y que creemos deben de actualizarse, para normalizar la relación campo-ingenio y
1
mejorar la situación socioeconómica de los productores cañeros.
El gobierno mantiene el control del proceso de producción y comercialización de la caña de
azúcar a través del Comité de la Agrnindustria Azucarera, y solo se reconoce a la
1 Confederación Nacional Campesina y a la Confederación Nacional de Propietarios Rurales
como organizaciones representativas de los productores, coartando su libertad de
1
asociacion.
Los recursos crediticios para los productores llegan mayoritariamente a través de los
ingenios, lo cual produce la subordinación de los campesinos productores respecto a los
empresarios intermediarios del crédito.
El contenido de azúcar en la caña es el único elemento que da valor a la materia prima, la
cual será pagada por los industriales al 57 % de su valor total; sin tomar en cuenta los
lo beneficios, obtenidos también en los ingenios, por concepto de bagazo, alcohol, mieles
finales y otros subproductos.
El azúcar recuperable se calcula mediante un análisis de muestras, que se realiza por los
industriales en los campos cañeros antes de la cosecha, sin la intervención de los
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productores.
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lo 5.- El cálculo del azúcar recuperable a pagar a los productores deberá considerar un factor de
eficiencia de la fábrica; ello va en detrimento de los ingresos de los productores, los cuales
1 son ajenos a la capacidad y eficiencia industrial para extraer los contenidos de la caña que
reciben.
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6.- La constitución de Comités de Producción Cañera en cada ingenio, para dirigir todo el
e proceso de producción de la caña de azúcar; genera vacíos en la toma de decisiones en los
campos cañeros, por la ausencia de unidad de mando que provoca confusiones que van en
detrimento de los rendimientos obtenidos.
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40 Los Comités de Producción Cañera tienen facultades para emitir resoluciones en conflictos
O suscitados entre los abastecedores de materia prima y los industriales. Lo anterior provoca
O duplicidad de funciones con la Junta de Conciliación yArbitraje de Controversias Azucareras.
lo
La fábrica prorratea entre todos los productores los gastos generados, por concepto de
e
quema, corte, alza y acarreo de la materia prima. Lo anterior ocasiona que algunos
productores tengan erogaciones adicionales que no generaron, en detrimento de su ingreso
• ydesestimulan la eficiencia productiva individual.
41 El Comité de Producción Cañera puede decidir donde industrializar la materia prima, de ser
e necesario, fuera del ingenio. Lo anterior ocasiona que la comercialización de la materia prima
e
se realice en el lugar donde más le conviene al industrial, que mantiene el control del Comité
e
41
Local de Producción Cañera y supedita el interés de los productores a su particular
• conveniencia.
• t Se considera como basura la punta de caña, que es el único restante de la caña de azúcar
que queda actualmente en poder dei productor.
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Los castigos que deben recibir los responsables del deterioro de la materia prima, se definen
e claramente cuando las causas del deterioro son imputables a los productores; pero cuando el
• deterioro es responsabilidad de los industriales, se autoriza al Comité Local de Producción
e Cañera para determinar lo conducente, orc';ocándose que los industriales, miembros del
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16. Comité Local de Producción Cañera, actúen como jueces y partes, quedando en duda la
imparcialidad del fallo.
Los castigos a los productores, por concept de cañas quemadas fuera de programa pueden
ser, desde el descuento de hasta el 10 % de su valor hasta la no recepción de la materia
prima.
Los castigos por la cantidad de basura presente en la materia prima pueden llegar hasta la
no recepción de la materia prima.
Los castigos que debe cubrir el ingenio, cuando la materia prima sufra deterioro por causas
imputables a él, no se aplican de acuerdo a daño ocasionado, sino que se valora el monto
con criterios previamente establecidos, los cuales en ningún caso representan el deterioro
real ocasionado a la materia prima.
El castigo que está definido para los industriales, en caso de deterioro de la materia prima,
no es proporcional al castigo que tiene que cubrir el productor por la misma falta. Por lo
anterior, los productores reciben el castigo con un descuento sobre su total de caña
entregada; independientemente de que esté o no deteriorada, a diferencia del industrial que
recibe el castigo con un descuento exclusivamente por la caña deteriorada y no por el total
de la materia prima recibida.
Entre las causas imputables al ingenio respecto a las cañas sin industrializar, no se incluyen
las relativas a los paros que sufre la fábrica por: (a) maquinaria obsoleta, (b) las pérdidas de
tiempo de molienda por la falta de pericia de los obreros para reparar las fallas que afecten la
operación normal de molienda, y (c) la contratación de un número de cañas que excedan la
capacidad de molienda esperada para los ingenios. Lo anterior ocasiona que una importante
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17. cantidad de materia prima quede sin industrializar, por causas «no imputables" a los ingenios
en detrimento del ingreso de los productores de caña de azúcar.
En los casos en que se queden cañas contratadas y programadas sin industrializar por
causas fortuitas, ajenas al ingenio y a los abastecedores, los industriales las procesarán en la
siguiente zafra, pagando solamente el 33 % de su valor; pero además, como esa caña al
molerse tiene una calidad inferior, que afecta el rendimiento medio, se desanima a los
productores que nada tuvieron que ver con el suceso.
Los industriales pueden intervenir en los trabajos de suministro de materia prima para cumplir
con las cuotas de entrega señaladas en la programación o reprogramaciones, en caso de
incapacidad de los productores para hacerlo.
Si quedan saldos a cubrir por los industriales, cuando se quedan cañas sin industrializar ya
sea quemada (en pie o cortada) o cruda (en pie o cortada), deberán de liquidarse en un
término de treinta días naturales a partir de la fecha de terminación de la zafra; sin embargo,
raramente los industriales liquidan la materia prima en los plazos establecidos.
Los industriales y productores podrán diferir el corte de la materia prima hasta la siguiente
zafra por medio de un acuerdo sancionado por el Comité de Producción Cañera. Lo anterior
ocasiona que la caña de azúcar sea cosechada en fechas posteriores a la de madurez
industrial, viéndose reducidos sus contenidos de sacarosa en detrimento de los productores
cañeros. En muchos casos, los dueños de las parcelas que son diferidas para su corte a la
zafra siguiente, no son tomados en cuenta y el acuerdo lo toman cupularmente los
industriales y las dirigencias de las organizaciones campesinas representativas de los
abastecedores de materia prima.
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18. Se aprecia claramente que la relación del productor de caña con el ingenio, ha sido una historia
más de subordinación de la agricultura a la industria. Durante 1943-44 se establecían las bases
para el pago de la caña en función de la eficiencia del ingenio, con un rendimiento de garantía
para el productor del 8%; asímismo, se facultaba al ingenio para otorgar y supervisar el crédito,
actuando como un intermediario. 30 años después, en 1975, se establece como base del pago, el
rendimiento de sacarosa en campo; y se indexa el pago a las fluctuaciones en el precio del arroz,
sorgo, frijol, soya y maíz; sin embargo, se excluye del pago lo correspondiente a mieles, bagazo y
alcohol obtenidos como subproductos. En 1980, se determina como base del pago, la eficiencia
industrial, retrocediéndose casi 50 años; solo que ahora tampoco se incluye en el pago lo
correspondiente a los subproductos. Con ello se agudiza la subordinación del productor cañero
con el ingenio. El peso de la baja capacidad o ineficiencia de la fábrica para la extracción del
azúcar, recae en los hombros de los cañeros.
En el periodo 1991 -93, el precio de la caña de azúcar se define en base al azúcar recuperable
base estándar, a razón del 57% del precio al mayoreo de un kilogramo de azúcar base estándar,
libre a bordo ingenio; estableciéndose dos modificaciones al pago: 1) el promedio del azúcar del
total de la caña molida en la zafra, y 2) el prom&dio de azúcar recuperable por productor individual
o por grupo de productores, mediante muestras. Esto significa, teóricamente, que el pago de la
caña de azúcar ahora depende exclusivamente de la calidad y cantidad de la materia prima
producida y entregada al ingenio.
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19. B) El Contrato Uniforme.
Dentro de la Legislación Vigente, todos los productores que deseen sembrar caña de azúcar en la
zona de influencia de los ingenios deben firmar individualmente un Contrato Uniforme para el
otorgamiento de crédito refaccionario para siembras de caña de azúcar, de habilitación o avío para
socas y resocas, insumos, cosecha y de entrega y de recepción de la materia prima. En este
contrato, se encuentra también algunos aspectos que, desde nuestro punto de vista, requieren ser
revisados para que la relación entre el industrial y el productor individual, pueda darse sobre una
base más equitativa.
1 .- El productor está obligado al recibir el crédito para sembrar caña de azúcar, cultivar socas y
resocas, pero no se excluye la posibilidad de que pueda tener otros cultivos asociados en el
mismo terreno como maíz y frijol; las condiciones para el establecimiento de cultivos
asociados en las parcelas contratadas deben quedar claramente definidas para evitar los
castigos y la corrupción que este vacío ocasiona.
Es el ingenio quien otorga los créditos a los productores, lo que reafirma el sometimiento de
éstos respecto de los industriales.
Los productores en forma individual, autorizan a las organizaciones de productores locales
para adquirir insumos y contratar los servicios necesarios para la siembra y cultivo de las
plantillas, socas y resocas. El Comité de Producción Cañera autoriza, en su caso, a los
industriales a intervenir en la adquisición de insumos y contratación de servicios en nombre y
por cuenta de los abastecedores. Es el ingonio quien se encarga de la adquisición de los
insumos y de contratar los servicios necesarios para la siembra y el cultivo de las plantillas,
socas y resocas, a través de la superintendencia general de campo. Lo anterior contribuye
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20. aún más al sometimiento de los productores ante los industriales, intermediarios, además del
crédito, de los insumos destinados a la pr.cción.
La ministración del crédito para la ejecución de labores en las parcelas sembradas con caña
de azúcar, lo autoriza el ingenio con la aprobación del Comité de Producción Cañera. Esta
intromisión del ingenio es derivada de la intermediación en el otorgamiento de los créditos y
provoca el suministro insuficiente de recursos y el sometimiento de los productores respecto
de los empresarios.
Los productores reciben los créditos destincdos a los gastos de cosecha anticipadamente,
sin causa de intereses y con cargo a las liquidaciones. El otorgamiento de estos recursos por
parte de los industriales a los productores, va entregándose cada semana y no se adelanta
como lo marca el contrato, a la totalidad de los gastos de cosecha. Se contradice además lo
que señala el contrato que establece que el crédito será destinado únicamente para los
gastos de siembra y cultivo de la caña de azúcar.
El ingenio está facultado para realizar, con cargo a la liquidación de las cañas de cada
productor, los pagos relativos a impuestos, cuotas del IMSS, agrupaciones cañeras y
reparación de caminos y obras relacionadas. Lo anterior ocasiona que los productores
tengan que realizar erogaciones injustificadas en detrimento de sus ingresos.
Los industriales garantizan a las instituciones crediticias, el pago de los recursos otorgados
para la producción de la caña de azúcar, con los derechos de prenda sobre la materia prima,
frutos y productos pendientes o futuros que se obtengan o ya obtenidos, así como sobre los
materiales o productos que se adquierr. Además los productores cañeros no podrán
disponer de los recursos y materiales entregados como prenda, aún cuando liquiden los
créditos anticipadamente. Todo lo anterior ocasiona que los recursos que no son
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21. aprovechados por el ingenio, tampoco puedan ser utilizados para los abastecedores,
desperdiciándose en los campos y en los caminos de las zonas cañeras.
Los industriales garantizan además, ante las instituciones oficiales, el pago de los créditos
otorgados para la producción de la caña de azúcar, con gravamen sobre los predios que los
productores firman en favor del ingenio. Además los gastos de inscripción del gravamen en
el Registro Público de la Propiedad son descontados a los abastecedores en la liquidación
de su caña. Con todo lo anterior, encontramos por un lado que los productores anteponen
sus bienes para que el industrial pueda funcionar como intermediario del crédito y por otro
lado tenemos la erogación injusta de recursos de los productores que tienen que pagar el
registro del gravamen en favor del ingenio. Esto ocasiona el sometimiento de los productores
respecto de los empresarios y la elevación de los costos de producción de los campesinos
cañeros.
El productor autoriza al ingenio, para que garantice el pago de los créditos conseguidos en la
banca acreedora, con los derechos de prenda y gravamen. Con lo anterior tenemos a los
cañeros funcionando como avales de los industriales para recibir su propio crédito; esto
ocasiona el sometimiento de los productores respecto de los empresarios.
El registro del peso de la materia prima en el batey de los ingenios será realizado por los
industriales y solamente la verificación de las básculas y la publicación de descuentos y
castigos quedarán bajo la supervisión del Comité de Producción Cañera integrado por
industriales y representantes de los productores.
El Comité de Producción Cañera determina qué cañas se utilicen como semilla. En las zonas
cañeras del país, son los industriales quienes definen siempre unilateralmente, a través de la
superintendencia general de campo, las parcelas que serán utilizadas como semilla y las
variedades que se sembrarán en cada superficie. Esta disposición permite la interferencia de
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• los industriales en la toma de decisiones en los campos cañeros, siendo un coadyuvante
e más en la ausencia de unidad de mando, que se observa también como deficiencia en los
campos yprovoca confusiones que afectan la producción.
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12.- El Comité de Producción Cañera, está facultado para la realización de los trabajos que no
e ejecute el productor de acuerdo a los lineamientos y programas aprobados por el mismo.
• Está disposición permite la interferencia de los industriales en la toma de decisiones en las
e zonas cañeras y es un coadyuvante más en ausencia de unidad de mando que podemos
• observar como deficiencia en los campos cañeros del país.
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23. A manera de conclusiones y recomendaciones se puede plantear, finalmente que el campo cañero
requiere de cambios, los cuales deben darse tomando en cuenta las condiciones específicas de
cada región.
Con una industria cañero-azucarera nacional en medio de una grave crisis, se hacen necesarios
nuevos modelos operativos que revitalicen el cultivo y otorguen a los productores la posibilidad de
aprovechar de manera óptima sus recursos. Los planteamientos de este trabajo implican cambios
( que diversifiquen la capacidad de beneficio de la materia prima bajo un nuevo modelo operativo,
en el cual, el trabajo del campo y de la fábrica, deje en poder de los campesinos la totalidad de la
riqueza generada en los campos cañeros; rompiendo con el modelo de asociación subordinada
prevaleciente en la agroindustria actual y dejando definitivamente en el olvido el modelo de
propiedad única con el que nace la agroindustria azucarera nacional; en la cual la riqueza
generada por la materia prima en los campos y en los trapiches e ingenios beneficiaba solamente
a unos cuantos y esclavizaba a la mayoría.
Sobre el financiamiento de la producción, al adquirir la figura jurídica adecuada, los productores
cañeros podrán solicitar directamente, ante la banca oficial o privada, los créditos necesarios para
la operación de la planta, rompiendo con el origen del sometimiento de los productores en relación
con los industriales, hasta hoy intermediarios del crédito.
En cuanto a las técnicas establecidas para la producción de la materia prima, es necesario que los
productores adopten las medidas recomendadas, para el eficiente desarrollo de las labores
encaminadas a la producción de la materia prima; garantizando el máximo rendimiento de la
materia prima y el óptimo aprovechamiento de los recursos destinados a la producción.
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Por lo que respecta a las labores de cosecha de la materia prima, la mecanización integral del
proceso, conseguiría abatir de manera muy importante los costos actuales que se tienen por éste
concepto, además de contribuir en el mejoramiento de la vialidad en los caminos que conducen a
los ingenios y en la preservación del entorno ecológico de la región.
En referencia a la comercialización de la materia prima, si se paga además del contenido de
azúcar, lo relativo a mieles, alcohol y bagazo los cañeros finalmente obtendrían un beneficio
integral garantizando con esto que los excedentes generados, permanezcan en los campos de la
zona de influencia establecida, produciendo mayor riqueza y fortaleciendo la economía de las
regiones.
La legislación vigente que norma todo lo relacionado con el cultivo de la caña de azúcar, requiere
de adecuaciones para que permitan la autodeterminación de los productores en el destino de su
cosecha; que coadyuven a revitalizar el cultivo, que garanticen al productor la obtención de un
beneficio integral de la riqueza que genera su materia prima; y que planteen como objetivo para
las organizaciones representativas, la búsqueda de la productividad, la rentabilidad y la eficiencia.
Las organizaciones representativas de los productores, poseen la información técnica y la
experiencia necesaria para la obtención del cultivo; sin embargo, para que las organizaciones
alcancen autonomía y promuevan la eficiencia, se requiere de un programa integral de
capacitación de todos los miembros, debido a que ya no funcionarán únicamente como
organismos de representación, vigilancia y defensa de sus derechos; si no que también lo harán
como una organización empresarial que tendá como objetivo prioritario para sus afiliados la
búsqueda permanente de: 1) el mayor beneficio al menor costo, 2) la excelencia o manejo de la
calidad total; 3) la innovación tecnológica; y 4) la anticipación para predecir las necesidades
futuras del mercado.
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25. Concluyo enfatizando que es necesario promover nuevos esquemas productivos y encontrar
soluciones especificas para cada región; partimos de la hipótesis de que la reestructuración de la
agroindustria cañero-azucarera es viable técnica, social y económicamente; y que puede contribuir
a la capitalización del sector primario de la economía y agilizar la ya impostergable justicia social
por la vía del empleo, la productividad, la capacitación, el reparto equitativo de los beneficios y la
retención de los excedentes generados en el campo.
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26. LA AGROINDUSTRIA CAÑERO-AZUCARERA
CONVERGENCIA DE LAS INGENIERIAS AGRONOMICA Y LEGISLATIVA
Trabajo rece pcional del/ng. Jorge Galo Medina Torres para su ingreso a la Academia
Mexicana de Ingeniería, como Académico de Número en la Comisión de Especialidad
de Ingeniería Agronómica.
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La agroindustria más antigua del país, la cañero-azucarera, atraviesa actualmente por una de
las etapas más difíciles de su historia. Con todo y su reputación de ser el cultivo responsable de
la africanización del caribe; de que amplió la frontera de la esclavitud en la que murieron millo-
nes de seres humanos; de que después de las drogas ilegales, el tabaco y el alcohol, es la
sustancia adictiva más dañina consumida por la humanidad; y de que determinó las preferen-
cias de los ingleses por el pan blanco sobre variedades integrales; hoy por hoy, se producen en
el mundo más de ochenta millones de toneladas de azúcar de caña, de las cuales aproximada-
mente el 5% lo contribuye México, país que además tiene el mérito de ser uno de los primeros
consumidores de azúcar a nivel mundial, total y pr cápita.
- El presente trabajo se origina de una investigación, dirigida por el autor y conducida por el lng.
Agr. Alberto Corrales González, hijo de un investigador de la caña de azúcar, sobre el Decreto
Cañero", publicado en el Diario Oficial de la Federación el 31 de mayo de 1991 y reformado el 7
de julio de 1993. A partir de ese análisis, el presente trabajo tiene por objeto revisar la situación
de los productores de caña, su relación con la industria y con la comercialización de los pro-
ductos. En particular, revisar cómo la Ingeniería Agronómica puede contribuir a mejorar la
agroindustria; y así mismo, plantear cómo la Ingeniería Legislativa puede aportar elementos pa-
ra mejorar la relación campo-industria que redunde en esquemas más equilibrados y equitativos
entre productores e industriales de la caña de azúcar.
27. Con ello, se espera proponer acciones para el crecimiento sostenido de este importante sector
de la economía mexicana. Se pretende, como lo dijera Marcel Proust ".... no encontrar nuevas
tierras, sino en ver con nuevos ojos....'; esto es, intentar poner en una nueva perspectiva la
problemática total de la agroindustria, buscando puntos comunes entre la Ingeniería Agronómi-
ca, responsable de la siembra, cultivo y cosecha; y la Legislativa responsable de formular y
aprobar iniciativas para reorientar el surgimiento de un programa agroindustrial que beneficie a
todos los protagonistas de la caña de azúcar.
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