Fritz Perls fue el creador de la terapia Gestalt junto con su esposa. La terapia Gestalt se enfoca en el proceso de autorregulación del organismo y cómo las personas se contactan con el mundo exterior y consigo mismas. El proceso terapéutico busca que los pacientes tomen conciencia de aspectos no reconocidos de su personalidad para madurar emocionalmente y desarrollar su potencial.
1. Terapia de la Gestalt - Fritz Perls
Medico, neurosiquiatra y psicoanalista, fue el creador, junto con su
esposa, Laura Posner, de la Terapia Gestalt. Debido a su origen étnico,
y a su vinculación con la Liga Antifascista,1 abandonó Alemania con la
llegada del nazismo.
Perls dio un nuevo rumbo a la psicología humana en la terapia
Gestalt (lo que significa totalidad en un sentido simplista). Pensaba
que la vida era una gran Gestalt, que ésta es algo que pertenece y se
encuentra en la naturaleza, que siempre se encuentra en movimiento,
y que el organismo tiene la capacidad de autorregularse obedeciendo
a una Gestalt. Un proceso completo de una Gestalt se inicia con una
necesidad, sigue con la toma de conciencia de ella (awareness),
prosigue con una excitación, luego con el reposo, y finalmente con el
surgimiento de una nueva necesidad.
El proceso se inicia con un desajuste interno en el organismo, para
reconocer que es necesario ir hacia adentro, procesarlo, e
identificarlo. Al reconocer se presenta una excitación que se
procesa en emociones. Al incrementarse la necesidad, el organismo
se mueve buscando cubrir la necesidad, después del contacto
viene el reposo, y se da la pauta para una nueva Gestalt. En las
etapas se pueden presentar bloqueos, superarlos es la finalidad de
la terapia Gestalt.
2. Los sueños para Fritz son "cartas existenciales" que abrir y aprender a
leer, reconociendo su contenido como parte de la Gestalt que es la
misma persona. En esta terapia se busca impulsar el proceso de
crecimiento personal y el desarrollo del potencial humano. En ella, es
necesario conocer lo que es el problema del control, que viene desde
afuera, del ambiente, la relación con los otros, etc.; así como el control
interno, el propio de cada organismo que obedece a su naturaleza.
Fritz insistía mucho en la cuestión: ¿Hasta cuándo vas a sufrir por tu
pasado?. Si estás mucho en el pasado, no puedes hacerle espacio
al presente y al futuro.
Deja de visitar los lugares de siempre, de sentir las penas y las
alegrías antiguas. Ve a lo nuevo sin exaltar lo antiguo.
Una forma de ganar energía psíquica y dejar de perderla, es poner
nuestra atención en el presente, el aquí y ahora, donde sí podemos
hacer algo al respecto, y soltar el pasado donde ya queda poco que
hacer.
3. De estos principios generales surgió, entonces, una práctica concreta
orientada al cambio terapéutico, siendo su mayor preocupación el ayudar
a la gente a que madure emocionalmente, resaltando el trabajo interno y
las recompensas del desarrollo personal.
Como enfoque original la terapia Gestalt se interesa más por la
experiencia presente que por los recovecos del pasado. Enfatiza la toma
de conciencia de lo que ocurra en el aquí y ahora, en el plano mental,
emocional y corporal. Recordar al igual que proyectar en el futuro, son
actividades que ocurren ahora. No es necesario cavar en antaño, ya que
los asuntos pendientes del pasado y los aspectos conflictivos de la
personalidad están en el presente pujando para emerger y
complementarse.
La tarea del terapeuta consistirá en procurar que se tome conciencia de
ellos y facilitar su proceso de resolución e integración. La terapia Gestalt
se basa en la noción de autorregulación del organismo. En que cualquier
organismo sano es capaz de detectar la necesidad más fuerte y de
ponerse en movimiento para satisfacerla.
4. “No estoy en este mundo para llenar tus
expectativas. Y tú no estás en este mundo
para llenar las mías. Tú eres tú y yo soy
yo. Y si por casualidad nos encontramos
es hermoso. Si no, no puede remediarse”
Fritz Perls
En un proceso de creación y satisfacción de experiencias y necesidades
cambiantes, la terapia Gestalt analiza cómo las personas se contactan
consigo mismas y con el ambiente, para permanecer fuertes, equilibradas
y crecidas, o bien se interrumpen y se tornan fóbicas al contacto, con lo
cual pierden vitalidad, espontaneidad, capacidad de expresión y van
acumulando asuntos inconclusos. El proceso terapéutico propende a
favorecer el restablecimiento de la capacidad de contactar, concienciar
aspectos no reconocidos de la personalidad, de rescatar partes alineadas
y, en suma, reapropiarse de uno mismo y realizarse en el mundo en que
se vive.