La educación emocional y desarrollo humano con las artes, como medio para reducir las conductas de riesgo social en niños y adolescentes.

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Los problemas de aprendizaje, la desmotivación del estudiante hacia el
aprendizaje, la deserción escolar, el bajo rendimiento, el involucramiento hacia
las conductas de riesgo por los niños y adolescentes; considerando el enfoque
de las neurociencias y la teoría de la inteligencia emocional, está
estrechamente relacionado con el estado emocional del estudiante, realidad
que no se tiene en cuenta, porque se evalúa el aspecto cognitivo, mas no el
estado emocional del estudiante.
La educación en la Región Huánuco del Perú, aun no se desprende del sistema
educativo rígido y anquilosado heredado de la edad media, los enfoques
pedagógicos centrados en el docente o en el currículo limitan y asfixian el
desarrollo integral de los educandos, al abordar con énfasis el aspecto
cognitivo, descuidando la parte afectiva y sicomotriz, cuyas consecuencias son
la creciente deshumanización del ser.
Hace 2.200 años Platón, decía: “La disposición emocional del alumno
determina su habilidad para aprender”. En la década de los 80, Howard
Gardner presenta su teoría de las Inteligencias Múltiples; en 1990, los
psicólogos Peter Salovey y John D. Mayer designaron con el nombre de
“inteligencia emocional” a un conjunto de valores, relacionados con el éxito en
la vida. En 1995, Daniel Goleman impulsó el concepto de inteligencia
emocional presentando su teoría y presenta investigaciones que demuestran
que la inteligencia emocional es más significativa que el coeficiente intelectual
en las áreas de la salud emocional, éxito en las relaciones y rendimiento en el
trabajo.
La desatención en la educción emocional de los niños y adolescentes en el
hogar como en la escuela, puede ocasionar el surgimiento de los problemas
emocionales y de conducta en el aula, concretamente estudiantes con
problemas de ansiedad (alumnos estresados, ansiosos, inseguros, con fobias,
con problemas psicosomáticos, histriónicos, con obsesiones y compulsiones).
Entre las alteraciones emocionales que pueden sufrir los escolares son:
sentimientos de indefensión e impotencia, inseguridad e incertidumbre,
altibajos en las emociones, inquietud interior, impaciencia, amenaza,
irritabilidad, deseos de descargar la agresividad, deseos de huida y escape,
displacer y falta de disfrute, perplejidad, hipervigilancia o alerta excesiva, temor
(a perder el control, a la muerte, a la locura, al suicidio..), aprensión, excitación
general, miedo u horror, temor a las valoraciones ajenas, ansiedad, depresión,
conductas obsesivas y compulsivas, frustración, mal humor, ira o agresividad,
problemas de alimentación (anorexia, bulimia, náuseas, vómitos, diarreas, etc.),
problemas de sueño (insomnio de conciliación, despertarse, sobresaltos,…),
disfunciones sexuales (disminución o aumento del deseo sexual, eyaculación
precoz, incapacidad de orgasmo, coito doloroso, vaginismo, impotencia…),

2. conductas sexuales alteradas (travestismo, exhibicionismo, etc), vivencias de
extrañeza y despersonalización, cansancio y fatiga, bloqueo afectivo,
sensación de inestabilidad en la marcha, puede resentirse la propia estima,
puede haber sentimientos de soledad, de abandono o de centraje (ser el centro
de una catástrofe), baja satisfacción (de vida profesional, relacional).
Asimismo, puede desencadenar en alteraciones comportamentales,
expresados en excesos de comportamientos tales como: inquietud motora,
desorganización de la acción, excitabilidad, huida hacia adelante, imposibilidad
de relajarse, sobresaltos, caminatas sin rumbo, hablar rápido, lloros,
respuestas desproporcionadas a estímulos, etc. En forma de déficits
comportamentales del tipo: inhibición, sumisión, inmovilidad o paralización,
apatía o repliegue.
Pueden aparecer conductas sustitutivas: agresividad o auto estimulativas
(fumar, beber, drogas, practicar sexo o hacer deporte de forma un tanto
compulsiva), de dependencia (búsqueda de apoyo o reconocimiento social), o
de evitación de situaciones percibidas como problemáticas o amenazantes. Se
pueden desatender o descuidar las relaciones sociales. En ocasiones se puede
no tener en cuenta las consecuencias negativas o peligros de la propia acción.
La problemática descrita, requiere una atención urgente desde el espacio
escolar y social, mediante la educación emocional orientado al desarrollo
humano con las artes, como un mecanismo preventivo y promotor de la salud
física, mental y psicológica del individuo en armonía con su entorno físico y
social. Haciendo que cualquier contenido que el profesor explique o aborde
sea vivido por el estudiante también desde la emoción, no solo como un dato
o un conocimiento más; proporcionando los medios para expresar sus
sentimientos y sus ideas de maneras creativas y haciendo que sus
experiencias de aprendizaje sean más memorables y significativas.
La educación emocional por medio del arte, fortalecerá en nuestros niños y
adolescentes las siguientes capacidades:
a) Conocer sus propias emociones (Autoconocimiento)
b) Autoafirmar los propios derechos, sin dejarse manipular y sin manipular a
los demás (asertividad);
c) Ordenar las emociones al servicio de un objetivo (auto motivación);
d) Reconocer las emociones de los demás (empatía);
e) Relacionarse con los demás en una convivencia pacífica y saludable
(Manejar las emociones)
f) Tener actitud positiva
g) Controlar sus sentimientos y emociones: Sabe esperar. Tolera la frustración
y es capaz de demorar gratificaciones.
h) Es capaz de tomar decisiones adecuadas
i) Sabe dar y recibir
j) Tiene valores que dan sentido a su vida