1. Psicoanálisis culturalista
Ir a la navegaciónIr a la búsqueda
Los culturalistas son los psicoanalistas que destacan el papel de los factores culturales
en la personalidad.1 El culturalismo, es un fenómeno bastante complejo, que hace de la
cultura una encrucijada de intereses ideológicos, sociales, económicos y políticos,
asociándola tanto a las actuales obsesiones etnicistas e identitarias, como a un
relativismo que pretende interpretar y justificar todos los hechos sociales debido a las
diferencias culturales.
El estudio de la cultura debe incluir la habilidad para aprender más sobre los individuos,
culturas particulares, y mezclas de culturas, sin buscar falsas consistencias o
coherencias.2
Puede decirse que Harry Stack Sullivan fue uno de los iniciadores del psicoanálisis
culturalista, en su trayecto llevó a cabo la inclusión de factores socio-culturales,
importantes para la comprensión de la corriente, y una interesante transformación del
lenguaje psicoanalítico para dar una explicación de la determinación de la estructura del
carácter individual, crear fundamentos epistemológicos más robustos para las
observaciones clínicas que los que se lograban con la metapsicología tradicional, así
como atender a un campo transaccional más vasto al incluir en su esquema de cierta
orientación operacional, factores culturales y sociales provenientes del medio.
Movimiento desde el que Karen Horney, Erich Fromm, Clara Thompson, Erik
Erikson entre otros que enriquecieron el freudismo, al considerar ingredientes que
daban más juego que los incluidos en el enfoque biologista entonces existente.3Estos
autores rechazaron la teoría freudiana de las pulsiones y pusieron en primer plano dos
conceptos: la angustia y la agresividad.
La primera como consecuencia del conflicto del Yo con las exigencias culturales, la
segunda como efecto de la frustración. Esta frustración produce un profundo
resentimiento/recelo y una agresividad que debe ser reprimida y por lo mismo está en
el origen de la angustia. Esta forma de entender la génesis del conflicto está totalmente
alejada de los postulados freudianos y lacanianos y son los que han desvirtuado el
concepto de frustración en el psicoanálisis, volviendo muy difícil su recuperación. La
literatura psicoanalítica, al tratar de las diversas escuelas de Psicoanálisis, suele
encuadrar a Fromm dentro de la corriente Culturalista con Karen Horney y Harry Stack
Sullivan.1
Esta tendencia culturalista subraya la importancia de los factores culturales en la génesis
y formación del carácter y las neurosis. En este sentido Erick Fromm participa de dicho
planteamiento.4 Fromm centrado en el estudio del carácter social logró trascender como
uno de los iniciadores de la escuela culturalista psicoanalítica, cuya metodología ha
buscado resolver la neurosis del hombre moderno .5 Esta tendencia culturalista habla
sobre la importancia de los factores culturales en el origen y formación del carácter y
las neurosis; en este sentido Fromm participó en dicho planteamiento. Erick Fromm
prefirió llamar a su orientación psicoanalítica “Psicoanálisis Humanista”,6 y en efecto, el
2. psicoanálisis frommiano se inserta en una amplia concepción del hombre, de carácter
humanístico.
Origen e historia[editar]
El psicoanálisis Culturalista sentó sus bases en los años 50 – 70’s, en países
desarrollados. Se consolidó a expensas de la influencia que tenía la antigua Unión
Soviética, izquierda universitaria y culta. Abarcó campos del saber tales
como: filosofía, antropología, sociología, historia psicología, y psicoanálisis. Corriente de
pensamiento que pone énfasis en los factores sociales y culturales, en el desarrollo de
la personalidad y en la generación del conflicto. El psicoanálisis y el estudio de la cultura
están entrelazados a niveles profundos, al tratar ambos sobre el significado. A un nivel
macro la comprensión de una cultura hace alusión a los sistemas de comprensión
compartidos, mientras que el psicoanálisis, a nivel micro, concierne a los sistemas de
significado más idiosincrásicos, así como también la manera en que operan
psíquicamente los sistemas de significado compartidos de forma inconsciente
(ideologías y normas familiares y sociales). Por supuesto, la creación de significados
basados en la cultura está siempre filtrada por la experiencia personal y la
interpretación, a la par que la creación de significados idiosincrásicos esta siempre
alimentada por los diversos aspectos que componen el telón de fondo cultural
multifacético. Así pues, la cultura y la psique están siempre entrelazados, aun siendo
conceptualmente distintos.2