El hipertexto digital como herramienta didáctica

El hipertexto digital como
herramienta didáctica
Investigación, innovación y uso de TIC en la enseñanza
de Lengua y Literatura
10/04/2017
TIC eres tú
- Carla Moltó Tortosa
- Silvia Blay García
- Alicia Pérez Martínez
- Sara Vannini
- Lucía López Martínez

El hipertexto digital como herramienta didáctica
TIC eres tú Página 2
ÍNDICE
1. BIBLIOGRAFÍA............................................................................................................ 3
2. INTRODUCCIÓN .......................................................................................................... 6
3. MARCO TEÓRICO DEL HIPERTEXTO DIGITAL ............................................................... 6
3.1. Qué es el hipertexto digital ................................................................................ 6
3.2. Estado de la cuestión.......................................................................................... 7
3.3. Diferentes estructuras del hipertexto. La estructura jerárquica ......................... 8
4. PROPUESTA DIDÁCTICA ............................................................................................ 10
4.1. Literatura.......................................................................................................... 11
4.2. Lengua ............................................................................................................. 20
5. CONCLUSIONES ........................................................................................................ 23
6. ANEXO. “CASA TOMADA” ........................................................................................ 24

1. BIBLIOGRAFÍA
1. Abad Gómez, R. (2012). La web 2.0 como herramienta didáctica de apoyo en el
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3. Leibrandt, I. (2008). El hipertexto: ejemplos didácticos para un aprendizaje
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España.
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originalmente en Revista Mexicana de Comunicación, nro. 126, abril-junio de
2011, encontrado en http://www.ecuaderno.com/hipertextos/
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22. Landow, G., (1997), Teoría del hipertexto. Barcelona, Paidós.
23. Calderoni, J.; Pacheco, V., (1998). “El hipertexto como recurso didáctico”.
Revista latinoamericana de Estudios Educativos (México). Retreived from:
http://www.redalyc.org/pdf/270/27028407.pdf
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documentación científica, v. 13, n. 2, abril junio 1990.
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edición digital”, Universidad Complutense, Madrid. Retrieved from:
http://pendientedemigracion.ucm.es/info/multidoc/prof/fvalle/tema20.htm
26. Bacanas Book, (2013), Casa Tomada, Julio Cortázar e Juan Fresán, 1969.
Retreived from: http://bacanasbooks.blogspot.com.es/2013/08/casa-tomada-
julio-cortazar-e-juan.html

2. INTRODUCCIÓN
En el presente trabajo nos disponemos a llevar a cabo un recorrido por la amplia
panorámica que ofrece la naturaleza del hipertexto. Nuestra intención es mostrar cómo
esta herramienta tecnológica puede ser utilizada para la enseñanza de diferentes
materias, en este caso para la Lengua y la Literatura española.
Hemos organizado el trabajo atendiendo, en primer lugar, al marco teórico del
hipertexto digital para dar a conocer el recurso seleccionado. Dentro del marco teórico
estableceremos una posible definición sobre este, trataremos el estado de la cuestión y
explicaremos la estructura de hipertexto que hemos elegido para desarrollar nuestra
propuesta didáctica. A continuación, nos adentraremos en el eje de nuestro trabajo que
es la propuesta didáctica. Esta va a consistir en trabajar varios aspectos de la materia
que se ha seleccionado a partir de un mismo texto, el cuento titulado “La casa tomada”
del escritor argentino Julio Cortázar. Como se ha dicho, el presente texto nos servirá
como preámbulo a la explicación de otros contenidos que se derivarán de él, como son
los algunos mitos de la mitología griega y judeo-cristiana. También se tratarán los
contenidos relacionados con la tipología textual de la descripción, pues se trata de un
cuento descriptivo, y la doble naturaleza de las formas verbales no personales.
Por último, cabe añadir que el curso que hemos seleccionado para la presente propuesta
es 4º de la ESO. La elección de este curso viene motivada, en primer lugar, por la idea
de que los alumnos de esta edad ya pueden empezar a conocer y a dominar las
herramientas tecnológicas, como es en este caso el hipertexto digital. En segundo lugar,
consideramos que los contenidos que vamos a ofrecerles se sitúan dentro del nivel
curricular que les atañe.
3. MARCO TEÓRICO DEL HIPERTEXTO DIGITAL
3.1. Qué es el hipertexto digital
Al hablar de hipertexto digital hablamos de enlaces, uniones que nos permiten viajar a
través de la información sin prácticamente hacer ningún tipo de esfuerzo. El hipertexto,
hablando dentro del marco digital, es un documento que nos permite llegar a mucha más
información que un texto al uso. A través de enlaces o hipervínculos que tenga ese
texto, podremos ampliar nuestra información sobre el tema del que trata o abrir nuevos

horizontes a información complementaria. Estos enlaces que componen el hipertexto
digital y que consultamos como fuente para la elaboración del mismo, para la creación
de ese producto, se denominan hipotextos.
La hipertextualidad se ha convertido en un viaje a través de documentos en la World
Wide Web que nos permiten “navegar”, como si de un viaje en barco se tratase,
cruzando mares de información sin necesidad de perder tiempo. El hipertexto digital es
la nueva manera de vincular al lector con la información que nos proporcionan los
nuevos medios.
¿Pero cómo utilizamos esto a nuestro favor siendo docentes?
El hipertexto digital nos da un sinfín de posibilidades abiertas para recapitular cualquier
tipo de información y poder elaborar una nueva, utilizando algo ya escrito en la web, es
decir, reelaborando un texto, o simplemente recapitulando información.
3.2. Estado de la cuestión
Para hablar del estado de la cuestión del tema tratado, en este caso del hipertexto digital,
tenemos que hacer alusión a la situación en la que se encuentra en este preciso
momento. Con lo cual, el texto escrito contiene tres elementos fundamentales a los que
hay que hacer referencia: las palabras y las frases que se leen; el mensaje inculcado e
intencionado del escritor; y el ordenamiento del texto, es decir, introducción, desarrollo
y conclusión.
Una vez que el lector almacena una cantidad de textos de lectura, le permite integrarse
con el mundo de cada autor con el fin de entender el contexto al que se refiere cada
autor. Por lo tanto, cada texto consta de un significado diverso con unos valores y unas
intenciones que son adquiridas por el lector. Con ello, podemos afirmar que el lector se
crea, pero también se crea el que no es lector, es decir, conforme reflexionamos y
maduramos en nuestro desarrollo de formación, nos hacemos lectores.
Como estamos muy expuestos al uso de las redes sociales, el hipertexto digital permite
al usuario a acceder a cualquier tipo de texto y a enlazarlos. De esta forma, y mediante
vías como son Facebook, Twitter o Instagram, ofrecen artículos o ponen un titular para
que el lector lea un artículo. De esa forma, mucha gente comparte y lee artículos o
páginas web de autores por vía digital. Además, desarrollan la capacidad lectora y

adquieren nuevos conocimientos tecnológicos y literarios. No obstante, no podemos
negar que según afirma la OCDE, el número de lectores en España es inferior al
promedio de la OCDE, pero a pesar de ello, el número de lectores que utilizan el
hipertexto digital para adentrarse en las tecnológicas de comunicación es cada vez más
frecuente.
3.3. Diferentes estructuras del hipertexto. La estructura jerárquica
Con el objetivo de aclarar el concepto de hipertexto digital, llevaremos a cabo una breve
descripción de sus estructuras y explicaremos el esquema que presentará el hipertexto
de nuestra propuesta didáctica.
En primer lugar, es importante definir que la estructura de hipertexto se compone de tres
elementos esenciales: los nodos, unidades básicas que contienen la información, los
enlaces, que interconectan los nodos vinculando segmentos de información y los
anclajes, que sirven para marcar el inicio y el destino de cada enlace.
Estos elementos básicos que constituyen un hipertexto dan lugar al desarrollo de
estructuras muy heterogéneas y complejas que permiten acceder a la información
mediante la llamada navegación o recorridos a través de los nodos.
En segundo lugar, nos parece interesante ofrecer la representación gráfica y la
definición de los siete tipos de estructuras hipertextuales, siguiendo el criterio de José
Luis Orihuela y María Luisa Santos (2000):
1. Lineal: representa una estructura de pasos única y necesaria entre nodos.
2. Ramificada: referencia una estructura de navegación lineal en la que aparecen
subnodos que ofrecen mayor interacción.

3. Paralela: aporta varias secuencia lineales que se interrumpen por la posibilidad
de saltar entre otros nodos de un mismo nivel.
4. Concéntrica: ofrece posibles caminos lineales de recorrido entorno al nodo
inicial antes de llegar al nodo de salida, pero sin la posibilidad de saltar entre
diferentes caminos.
5. Jerárquica: constituye una organización en forma de árbol donde, desde un nivel
inicial, se accede a los contenidos lógicos de los nodos expuestos.

6. Reticular: conecta una red de nodos entre sí y no existe propiamente un nodo
inicial o final.
7. Mixta: una combinación de los modelos anteriormente mencionados.
En conclusión, con respecto a nuestra propuesta didáctica, podemos afirmar que nuestro
hipertexto digital, como herramienta para la enseñanza de Lengua y Literatura,
presentará una estructura jerárquica. Desde un documento inicial, presente en el blog
TIC eres tú, se accede, a través de diferentes enlaces, a otros contenidos relacionados
con el punto de partida.
4. PROPUESTA DIDÁCTICA
De acuerdo con lo comentado anteriormente sobre la estructura jerárquica que
presentará nuestro hipertexto digital, hemos escogido como punto de partida el relato
del escritor argentino Julio Cortázar titulado “Casa tomada”. Desde ese texto

elaboraremos un hipertexto que agrupe contenidos de literatura –mitos grecolatinos que
subyacen en el cuento escogido– y de lengua, como la tipología textual –la descripción
en este caso– y cuestiones morfológicas –concretamente la doble naturaleza de las
formas no verbales–.
Para llevar a cabo la explicación de estos contenidos y, por consiguiente, la elaboración
de nuestro hipertexto digital nos serviremos de diferentes herramientas que las TIC
ponen a nuestro alcance –YouTube, Prezi, Power Point, Blog…– puesto que los
hipertextos no solo se componen de textos entrelazados que construyen una red de
textos, sino que también podemos servirnos de la imagen y le sonido.
Así pues, para la presentación de nuestra propuesta dividiremos la explicación de este
hipertexto en dos bloques que corresponden a los contenidos que se trabajan en cada
uno de ellos partiendo del relato “Casa tomada”: literatura y lengua, a su vez, dentro de
segundo bloque dividiremos entre la descripción y la doble naturaleza de las formas no
personales.
4.1. Literatura
“Casa tomada” de Julio Cortázar es un relato corto en el que, aunque no de manera
explícita, podemos encontrar ecos, guiños sutiles a diferentes mitos grecolatinos y
judeocristianos que forman parte de una base cultural y que han sido un lugar común
para las artes en general durante siglos. No obstante, somos conscientes de que en la
mayoría de las ocasiones nuestros alumnos de secundaria, de cuarto en este caso
concreto en el que situamos nuestra propuesta teórica, no poseen dichos conocimientos
y es muy probable que durante la lectura del relato estas pequeñas similitudes con
ciertos mitos pasaran desapercibidas. Por este motivo, hemos decidido arrojar luz sobre
ellas, señalarlas y explicarlas a nuestros alumnos para aportar una serie de
conocimientos que amplíen su Intertexto lector.
Así pues, los mitos que trataremos a partir de “Casa tomada” serán el mito de Penélope,
el mito del laberinto del Minotauro y el de Ariadna y Teseo –conectado con el anterior–,
el mito de Orfeo y Eurídice y, finalmente, el de Adán y Eva. Todos ellos, historias
sumamente conocidas para aquellos que se hayan adentrado en el mundo de la literatura
puesto que han sido el germen y el recurso más empleado por autores tanto clásicos
como contemporáneos como actuales como lo fue Cortázar.

En primer lugar, siguiendo el orden de aparición en el texto, accedemos al mito de
Penélope, pues Cortázar describe a Irene a través de su pasión por el tejido y dice que su
afición era tal que pasaba el día tejiendo y cuando algo no le agradaba lo destejía y lo
volvía a tejer. Esto recuerda a la argucia de Penélope en la Odisea, cuando prometió a
sus pretendientes que tomaría una decisión cuando terminase de tejer el sudario de su
suegro. Así pasaba el día tejiendo –a la vista de los pretendientes– una tela que destejía
por las noches con la esperanza de que Ulises regresará a Ítaca, como finalmente
ocurrió, acabando así con todos los pretendientes que asediaban a Penélope.
Para explicar este mito en el aula nos serviremos de una presentación en Prezi elaborada
por nosotras mismas en la que combinaremos imágenes con texto para ofrecerles una
idea general del mito.
A continuación, aparece en “Casa tomada”, una descripción de la casa de los hermanos
que por la distribución podría recordar a otro de los mitos clásicos más importantes: el
laberinto del Minotauro. Con este mito enlazaremos otro de los que también
encontramos ecos, referencias sutiles en el texto de Cortázar, el mito de Ariadna y
Teseo, que tiene como antecedente el mito del Minotauro. Este último aparece casi al
final del relato, no obstante, puesto que son mitos enlazados, cuando tratemos la historia
de Ariadna y Teseo volveremos a hacer referencia a la del Minotauro.
El Minotauro fue una criatura monstruosa que nació del amor entre Pasífae, esposa del
rey Minos, y un toro blanco que este debía sacrificar a los dioses. Era un toro tan
hermoso que el rey Minos desobedeció las órdenes del dios Poseidón y decidió no

sacrificarlo. Como castigo, Poseidón hizo que Pasífae se enamorase locamente del toro
blanco y con la ayuda de Dédalo construyo una vaca artificial para que pudiera hacer el
amor con aquel hermoso toro blanco y de esta unión surgió el monstruo del Minotauro.
Minos se avergonzó tanto de la existencia de esta criatura que la encerró en un laberinto
y que alimentó cada nueve años ofreciéndole siete jóvenes y siete doncellas para
devorar. Así pues, para explicar el mito del Minotauro nos serviremos de una página
web a la que accederán desde el texto y en la que, a su vez, cada mito aparece con
enlaces que llevan a los mitos de los personajes que aparecen en cada uno de ellos. En
este caso, desde esa misma página podemos acceder a la historia de Teseo, de Ariadna,
de Dédalo, etc.
Seguidamente trataremos el mito de Orfeo y Eurídice, en el que cuenta la historia de
cómo Orfeo perdió a su amada cuando al rescatarla del reino de los muertos incumplió
la única condición que se le impuso para poder salvarla: no mirarla en todo el trayecto.
Para explicar este mito nos serviremos de otro enlace al blog de La guía, donde aparece
el relato de este mito extraído además de una fuente fiable: Torre de Papel, Mitos
Griegos, Mary Pope Osborne, Ed. Norma, 2005

A continuación, en la lectura aparecería la primera referencia al mito de Ariadna y
Teseo. En este punto recordaríamos la historia del laberinto del Minotauro y podríamos
presentar la historia de estos jóvenes como una continuación de la anterior. Para
explicar cómo Teseo venció al Minotauro con la ayuda del ovillo de hilo que le dio
Ariadna, nos serviríamos del siguiente vídeo en YouTube en el que se relata, como si de
un cuento, esta historia.

Por último, con la expulsión de los hermanos de esa casa que para ellos era como su
paraíso terrenal particular, podríamos retomar una de las historias de tradición
judeocristiana más conocidas: la expulsión de Adán y Eva en el Génesis, La Biblia.
Puesto que esta información sí podrían conocerla ya que ha formado parte del
imaginario popular de la población heredera de una fuerte tradición cristiana, nos
serviremos de una página web italiana en la que se nos ofrece un recorrido 360º por la
capilla Brancacci en la Iglesia de Santa Maria del Carmine, donde se encuentran dos
frescos que representan la tentación y finalmente la expulsión.

Por último, una vez finalizada a lectura del relato con la explicación de los mitos que
subyacen del mismo, ofreceríamos una información adicional que complementase la
compresión del texto. Nostras hemos seleccionado un fragmento de una entrevista del
propio autor, Julio Cortázar, en el programa de Televisión Española A fondo en el que
da su propia interpretación del relato.
Finalmente, nos parece interesante ofrecer herramientas a nuestros alumnos que les
permitan acceder a la obra literaria de este autor argentino. No obstante, consideramos
que la obra de este autor es un tanto compleja para alumnos de 4º de la ESO o
Bachillerato, por lo que creemos que una manera de entrar en contacto con la literatura
de Cortázar de manera fragmentaria podría ser a través de los diferentes perfiles de
Facebook que ofrecen fragmentos de la obra del autor que pueden servir como gancho a
nuestros alumnos. Nostras hemos seleccionado la siguiente:

A través de las redes sociales podemos entrar en contacto con la obra de diferentes
autores, como es en este caso Julio Cortázar con publicaciones breves de fragmentos
que puedan resultar atractivas a nuestros alumnos:
De este modo, a través de citas que traten de temas que a ellos les interesen como puede
ser el amor, podríamos conseguir que nuestros alumnos se acercasen a una literatura
maravillosa que, por desgracia, no se da en las aulas.
Finalmente, otra de las tácticas que nos parecen interesantes para atraer a nuestros
alumnos hacia la lectura es mostrarles curiosidades que rodeen al texto que estamos
trabajando. En el caso del relato “Casa tomada” de Cortázar, es muy curiosa la edición
de Juan Fresán, de 1969, en la que introdujo el cuento en el plano de una casa:

Para poder mostrarles un ejemplo completo de esta edición accedemos a un blog en
línea en el que se muestran diferentes imágenes de la misma.

4.2. Lengua
En relación a los contenidos de Lengua, nos centraremos en dos aspectos: la tipología
textual descriptiva –concretamente de personas y lugares– y en la doble naturaleza de
las formas no personales.
En primer lugar, referente a los contenidos relacionados con la lengua, se ha
seleccionado, dentro del contenido curricular de 4º de la ESO, el tema de la descripción
dentro de un texto literario. “Casa tomada” es el texto que hemos utilizado como punto
de partida y desde el cual vamos a trabajar tanto la descripción de la casa como la
descripción de una persona, en este caso, Irene. Nuestro objetivo con esta selección es
que lleguen a comprender y utilizar los diferentes matices explicados en clase sobre los
textos descriptivos de carácter literario y, de este modo, afianzar el conocimiento
adquirido en el ciclo anterior y ampliar su nivel de competencia lectora a partir de la
descripción literaria. Así pues, descripciones como la del personaje de Irene se insertan
en esta narración con un carácter eminentemente literario.
Para ello nos serviremos de una de las técnicas más tradicionales de la educación, la
elaboración de esquemas, sin embargo, presentados a través de una herramienta propia
de las nuevas teconologías: Pinterest.
En primer lugar, partiendo de la descripción del personaje de Irene retomaremos los
rasgos principales de los textos descriptivos y para ello pediremos a nuestros que
alumnos que elaboren un esquema con las ideas comentadas a partir de la reflexión en el

aula y teniendo como modelo el que les mostraremos y pondremos a su disposición a
través de Pinterest.
Una vez hemos comentado los rasgos generales de la descripción nos centraremos en
los tipos de descripciones en función del objeto descrito para, una vez tengamos claros
los diferentes tipos, poder centrarnos en la descripción literaria que se hace tanto de la
casa como, principalmente, del personaje de Irene.
Para “refrescar” a nuestros alumnos los tipos de textos descriptivos y organizar las
ideas, de nuevo nos serviremos de la elaboración de esquemas como el que les
proponemos y que colgaremos en Pinterest.

En segundo lugar, partiendo de uno de los rasgos intrínsecos de la descripción como lo
es la presencia necesaria de adjetivos llegaríamos a esa doble naturaleza de las formas
no personales. De acuerdo con esto, empezaríamos por la doble naturaleza del participio
que tiene un valor verbal y adjetival, para después llegar al doble valor de los infinitivos
–verbo y sustantivo– y de los gerundios –verbo y adverbio–. El objetivo es ampliar sus
conocimientos sobre gramática y morfología.
Para llevar a cabo el trabajo en el aula emplearemos la herramienta SlideShare, en la
que colgaremos una presentación sobre esta cuestión, con ejemplos extraídos de relato
trabajado, que los alumnos podrán consultar en línea o bien descargarla y guardarla
como material de estudio.
Nuestro objetivo es que comprendan que las formas no personales no son simplemente
una forma verbal sin valor y relegada sino que están más presentes en el habla cotidiana
–por ejemplo con oraciones tan leídas y escuchadas como “Fumar mata” – de lo que
creen y que presentan otros valores.

5. CONCLUSIONES
Las conclusiones que hemos extraído del presente trabajo sobre el hipertexto digital y su
función didáctica se han llevado a cabo partiendo de una visión panorámica del mismo,
confluyendo en ellas valoraciones sobre los contenidos y la utilidad de este instrumento.
De acuerdo con esto, es preciso comentar en primer lugar que través de las diferentes
herramientas tecnológicas de la comunicación hemos hecho dos apartados dentro de la
propuesta didáctica: la literatura y la lengua, ambos con el objetivo principal de poder
llevar a cabo una dinámica dentro del curso de 4º de la ESO.
La elección de “Casa tomada”, de Julio Cortázar, como texto de trabajo fue motivada
por las múltiples opciones que este nos ofrecía para poder trabajar tanto la lengua, con
el texto descriptivo y la doble naturaleza de las formas no personales, como la literatura,
actual y grecolatina a través de los mitos. Hemos querido con ello que nuestros
alumnos, además, de trabajar las TIC y ver cómo se pueden emplear, también aprendan
literatura que no verían a no ser que estuvieran en optativas tales como Latín o Cultura
Clásica. Les hemos ampliado su conocimiento de una manera más innovadora para
nosotros como docentes y bastante más entretenida para ellos como alumnado. Todo
ello sin olvidar que nos centramos siempre en el plan curricular de la ley de educación y
no olvidamos los contenidos de nuestro programa.
La finalidad de escoger el tema del hipertexto ha sido poder mostrar y aprender una
nueva forma y bastante desconocida de poder impartir una clase. Nos ayudó mucho la
intervención de Pep Hernández dada en el aula del máster para inspirarnos en la parte de
lengua y poder incluir las TIC de una manera diferente, útil e interesante para nuestros
alumnos.
Finalmente, hemos de decir que toda esta propuesta es perfectamente aplicable al aula
de 4º de la ESO y que, gracias a nuestro blog de Blogger “TIC eres tú”, se puede
acceder de manera online al trabajo de los textos y a los hipertextos ofrecidos en el
mismo.

6. ANEXO. “CASA TOMADA”
“Casa tomada”, Julio Cortázar.
Nos gustaba la casa porque aparte de espaciosa y antigua (hoy que las casas antiguas
sucumben a la más ventajosa liquidación de sus materiales) guardaba los recuerdos de
nuestros bisabuelos, el abuelo paterno, nuestros padres y toda la infancia.
Nos habituamos Irene y yo a persistir solos en ella, lo que era una locura pues en esa
casa podían vivir ocho personas sin estorbarse. Hacíamos la limpieza por la mañana,
levantándonos a las siete, y a eso de las once yo -le dejaba a Irene las últimas
habitaciones por repasar y me iba a la cocina. Almorzábamos a mediodía, siempre
puntuales; ya no quedaba nada por hacer fuera de unos pocos platos sucios. Nos
resultaba grato almorzar pensando en la casa profunda y silenciosa y cómo nos
bastábamos para mantenerla limpia. A veces llegamos a creer que era ella la que no nos
dejó casarnos. Irene rechazó dos pretendientes sin mayor motivo, a mí se me murió
María Esther antes que llegáramos a comprometernos. Entramos en los cuarenta años
con la inexpresada idea de que el nuestro, simple y silencioso matrimonio de hermanos,
era necesaria clausura de la genealogía asentada por los bisabuelos en nuestra casa. Nos
moriríamos allí algún día, vagos y esquivos primos se quedarían con la casa y la
echarían al suelo para enriquecerse con el terreno y los ladrillos; o mejor, nosotros
mismos la voltearíamos justicieramente antes de que fuese demasiado tarde.
Irene era una chica nacida para no molestar a nadie. Aparte de su actividad matinal se
pasaba el resto del día tejiendo en el sofá de su dormitorio. No sé por qué tejía tanto, yo
creo que las mujeres tejen cuando han encontrado en esa labor el gran pretexto para no
hacer nada. Irene no era así, tejía cosas siempre necesarias, ricotas para el invierno,
medias para mí, mañanitas y chalecos para ella. A veces tejía un chaleco y después lo
destejía en un momento porque algo no le agradaba;(Nota 1)
; era gracioso ver en la
canastilla el montón de lana encrespada resistiéndose a perder su forma de algunas
horas. Los sábados iba yo al centro a comprarle lana; Irene tenía fe en mi gusto, se
complacía con los colores y nunca tuve que devolver madejas. Yo aprovechaba esas
salidas para dar una vuelta por las librerías y preguntar vanamente si había novedades
en literatura francesa. Desde 1939 no llegaba nada valioso a la Argentina.

Pero es de la casa que me interesa hablar, de la casa y de Irene, porque yo no tengo
importancia. Me pregunto qué hubiera hecho Irene sin el tejido. Uno puede releer un
libro, pero cuando un pulóver está terminado no se puede repetirlo sin escándalo. Un día
encontré el cajón de abajo de la cómoda de alcanfor lleno de pañoletas blancas, verdes,
lila, Estaban con naftalina, apiladas como en una mercería; no tuve valor de preguntarle
a Irene qué pensaba hacer con ellas. No necesitábamos ganarnos la vida, todos los
meses llegaba la plata de los campos y el dinero aumentaba. Pero a Irene solamente la
entretenía el tejido, mostraba una destreza maravillosa y a mí se me iban las horas
viéndole las manos como erizos plateados, agujas yendo y viniendo y una o dos
canastillas en el suelo donde se agitaban constantemente los ovillos. Era hermoso.
Cómo no acordarme de la distribución de la casa. El comedor, una sala con gobelinos, la
biblioteca y tres dormitorios grandes quedaban en la parte más retirada, la que mira
hacia Rodríguez Peña. Solamente un pasillo con su maciza puerta de roble aislaba esa
parte del ala delantera donde había un baño, la cocina, nuestros dormitorios y el living
central, al cual comunicaban los dormitorios y el pasillo. Se entraba a la casa por un
zaguán con mayólica, y la puerta cancel daba al living. De manera que uno entraba por
el zaguán, abría la cancel y pasaba al living; tenía a los lados las puertas de nuestros
dormitorios, y al frente el pasillo que conducía a la parte más retirada; avanzando por el
pasillo se franqueaba la puerta de roble y más allá empezaba el otro lado de la casa, o
bien se podía girar a la izquierda justamente antes de la puerta y seguir por un pasillo
más estrecho que llevaba a la cocina y al baño. Cuando la puerta estaba abierta advertía
uno que la casa era muy grande; si no, daba la impresión de un departamento de los que
se edifican ahora, apenas para moverse; Irene y yo vivíamos siempre en esta parte de la
casa, casi nunca íbamos más allá de la puerta de roble, salvo para hacer la limpieza,
pues es increíble cómo se junta tierra en los muebles. Buenos Aires es una ciudad
limpia, pero eso lo debe a sus habitantes y no a otra cosa. Hay demasiada tierra en el
aire, apenas sopla una ráfaga se palpa el polvo en los mármoles de las consolas y entre
los rombos de las carpetas de macramé; da trabajo sacarlo bien con plumero vuela y se
suspende en el aire, un momento después se deposita de nuevo en los muebles y los
pianos.
Lo recordaré siempre con claridad porque fue simple y sin circunstancias inútiles. Irene
estaba tejiendo en su dormitorio, eran las ocho de la noche y de repente se me ocurrió
poner al fuego la pavita del mate. Fui por el pasillo hasta enfrentar la entornada puerta

de roble, y daba la vuelta al codo que llevaba a la cocina cuando escuché algo en el
comedor o la biblioteca. El sonido venía impreciso y sordo, como un volcarse de silla
sobre la alfombra o un ahogado susurro de conversación. También lo oí, al mismo
tiempo o un segundo después, en el fondo del pasillo que traía desde aquellas piezas
hasta la puerta. Me tiré contra la puerta antes de que fuera demasiado tarde, la cerré de
golpe apoyando el cuerpo; felizmente la llave estaba puesta de nuestro lado y además
corrí el gran cerrojo para más seguridad.
Fui a la cocina, calenté la pavita, y cuando estuve de vuelta con la bandeja del mate le
dije a Irene:
-Tuve que cerrar la puerta del pasillo. Han tomado la parte del fondo.
Dejó caer el tejido y me miró con sus graves ojos cansados.
-¿Estás seguro?
Asentí.
-Entonces -dijo recogiendo las agujas- tendremos que vivir en este lado.
Yo cebaba el mate con mucho cuidado, pero ella tardó un rato en reanudar su labor. Me
acuerdo que tejía un chaleco gris; a mí me gustaba ese chaleco.
Los primeros días nos pareció penoso porque ambos habíamos dejado en la parte
tomada muchas cosas que queríamos. Mis libros de literatura francesa, por ejemplo,
estaban todos en la biblioteca. Irene extrañaba unas carpetas, un par de pantuflas que
tanto la abrigaban en invierno. Yo sentía mi pipa de enebro y creo que Irene pensó en
una botella de Hesperidina de muchos años. Con frecuencia (pero esto solamente
sucedió los primeros días) cerrábamos algún cajón de las cómodas y nos mirábamos con
tristeza.
-No está aquí.
Y era una cosa más de todo lo que habíamos perdido al otro lado de la casa.
Pero también tuvimos ventajas. La limpieza se simplificó tanto que aun levantándose
tardísimo, a las nueve y media por ejemplo, no. daban las once y ya estábamos de
brazos cruzados. Irene se acostumbró a ir conmigo a la cocina y ayudarme a preparar el

almuerzo. Lo pensamos bien, y se decidió esto: mientras yo preparaba el almuerzo,
Irene cocinaría platos para comer fríos de noche. Nos alegramos porque resulta molesto
tener que abandonar los dormitorios al atardecer y ponerse a cocinar. Ahora nos bastaba
con la mesa en el dormitorio de Irene y las fuentes de comida fiambre.
Irene estaba contenta porque le quedaba más tiempo para tejer. Yo andaba un poco
perdido a causa de los libros, pero por no afligir a mi hermana me puse a revisar la
colección de estampillas de papá, y eso me sirvió para matar el tiempo. Nos divertíamos
mucho, cada uno en sus cosas, casi siempre reunidos en el dormitorio de Irene que era
más cómodo. A veces Irene decía:
-Fíjate este punto que se me ha ocurrido. ¿No da un dibujo de trébol?
Un rato después era yo el que le ponía ante los ojos un cuadradito de papel para que
viese el mérito de algún sello de Eupen y Malmédy. Estábamos bien, y poco a poco
empezábamos a no pensar. Se puede vivir sin pensar.
(Cuando Irene soñaba en alta voz yo me desvelaba en seguida. Nunca pude habituarme
a esa voz de estatua o papagayo, voz que viene de los sueños y no de la garganta. Irene
decía que mis sueños consistían en grandes sacudones que a veces hacían caer el
cobertor. Nuestros dormitorios tenían el living de por medio, pero de noche se
escuchaba cualquier cosa en la casa. Nos oíamos respirar, toser, presentíamos el ademán
que conduce a la llave del velador, los mutuos y frecuentes insomnios.
Aparte de eso todo estaba callado en la casa. De día eran los rumores domésticos, el
roce metálico de las agujas de tejer, un crujido al pasar las hojas del álbum filatélico. La
puerta de roble, creo haberlo dicho, era maciza. En la cocina y el baño, que quedaban
tocando la parte tomada nos poníamos a hablar en voz más alta o Irene cantaba
canciones de cuna. En una cocina hay demasiado ruido de loza y vidrios para que otros
sonidos irrumpan en ella. Muy pocas veces permitíamos allí el silencio, pero cuando
tornábamos a los dormitorios y al living, entonces la casa se ponía callada y a media
luz, hasta pisábamos más despacio para no molestarnos. Yo creo que era por eso que de
noche, cuando Irene empezaba a soñar en alta voz, me desvelaba en seguida.)
Es casi repetir lo mismo salvo las consecuencias. De noche siento sed, y antes de
acostarnos le dije a Irene que iba hasta la cocina a servirme un vaso de agua. Desde la
puerta del dormitorio (ella tejía) oí ruido en la cocina; tal vez en la cocina o tal vez en el

baño porque el codo del pasillo apagaba el sonido. A Irene le llamó la atención mi
brusca manera de detenerme, y vino a mi lado sin decir palabra. Nos quedamos
escuchando los ruidos, notando claramente que eran de este lado de la puerta de roble,
en la cocina y el baño, o en el pasillo mismo donde empezaba el codo casi al lado
nuestro.
No nos miramos siquiera. Apreté el brazo de Irene y la hice correr conmigo hasta la
puerta cancel, sin volvernos hacia atrás. Los ruidos se oían más fuertes pero siempre
sordos,. a espaldas nuestras. Cerré de un golpe la cancel y nos quedamos en el zaguán.
Ahora no se oía nada.
-Han tomado esta parte --dijo Irene. El tejido le colgaba de las manos y las hebras iban
hasta la cancel y se perdían debajo. Cuando vio que los ovillos habían quedado del otro
lado, soltó el tejido sin mirarlo.
-¿Tuviste tiempo de traer alguna cosa? -le pregunté inútilmente.
-No, nada.
Estábamos con lo puesto. Me acordé de los quince mil pesos en el armario de mi
dormitorio. Ya era tarde ahora.
Como me quedaba el reloj pulsera, vi que eran las once de la noche. Rodeé con mi
brazo la cintura de Irene (yo creo que ella estaba llorando) y salimos así a la calle. Antes
de alejarnos tuve lástima, cerré bien la puerta de entrada y tiré la llave a la alcantarilla.
No fuese que a algún pobre diablo se le ocurriera robar y se metiera en la casa, a esa
hora y con la casa tomada.
FIN

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