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El bienestar psicológico: una aproximación a su conceptualización y desarrollo
1. Trabajo de Filosofía y problemas sociales de la
ciencia y la tecnología médica
El bienestar psicológico: una aproximación a su
conceptualización y desarrollo.
Lic. Amalia Cánovas Rodríguez
Cardiocentro Pediátrico “William Soler”
2017
2. Introducción
“Toda ciencia y toda investigación, y de la
misma manera toda la actividad y toda la
búsqueda, tratan de alcanzar, según se
piensa, algo positivo”. (Aristóteles)
Los cambios científicos y tecnológicos ocurridos en la sociedad actual, han
propiciado las trasformaciones en las perspectivas de los conceptos científicos,
tales como la salud humana. Las concepciones sobre la salud tienen una historia
relevante que continúa en constante cambio, ya que el proceso salud-enfermedad
es complejo, así como los modelos para su estudio. Durante largo tiempo la salud
fue entendida desde una perspectiva enfocada en la enfermedad. El conocido
modelo biomédico tradicional que definía a la salud como la ausencia de
enfermedades no es más que el reflejo de una época y de sus pensadores. Por
tanto dicho concepto fue evolucionando gradualmente al pasar de los años, según
se ha transformado la ciencia y la sociedad.
El desarrollo evidenciado por el concepto de salud en las últimas décadas ha
demostrado el vínculo con un conjunto de factores psicosociales, que va más allá
de los biológicos. (Victoria & González, 2000) Estas nuevas perspectivas, exaltan
como elementos centrales el bienestar humano y la salud, los cuales son aspectos
que necesitan el apoyo de la investigación científica para la evaluación de su
incidencia en la realidad. El estudio del bienestar psicológico se hace necesario
para la perspectiva positiva del proceso salud-enfermedad. (Victoria & González,
2000) La investigación de esta categoría es un tópico sobre el cual no se ha
logrado un consenso en la comunidad científica. Profundizarlo resulta esencial,
pues promueve la movilización para el cambio social e individual y toma en cuenta
aspectos cotidianos del ser humano. Además, facilita adquirir los conocimientos
necesarios para fortalecer aspectos relevantes que influyan en lograr índices de
salud y bienestar adecuados.
El bienestar psicológico ha tenido variadas conceptualizaciones, sin embargo, aún
queda por profundizar en el abordaje de este tema. Esta categoría se ha estudiado
esencialmente en enfermos, profesionales sobrecargados y en períodos críticos
del desarrollo humano como la adolescencia, enfocándose nuevamente en la
perspectiva tradicional de ver la salud y dejando de lado el hecho de que su
concepción parte del modelo biospicosocial, el cual no se restringe al mero
aspecto de la ausencia de enfermedad como concepto de salud, centrándose en
cuestiones más positivas como las habilidades, posibilidades y aspectos del
individuo que pueden mejorarse más que curarse.
3. Por lo que, el estudio del bienestar psicológico constituye una necesidad, debido a
la novedad investigativa que conforma y la vigencia que tienen estos conceptos en
el contexto actual de la ciencia. Esto nos permitirá comprender sobre los
elementos que inciden en este fenómeno y profundizar desde la psicología de la
salud en los individuos como seres humanos necesitados de apoyo y potenciación
por parte de la comunidad científica y la sociedad.
La relevancia que este tema conlleva debido a la novedad y la utilidad que puede
brindar a la ciencia, además de su basamento filosófico, nos hace plantearnos los
siguientes objetivos para este trabajo:
Objetivo general: Exponer la importancia del estudio de la categoría bienestar
psicológico para un enfoque positivo a la Psicología de la Salud.
Objetivos específicos:
Describir las aproximaciones conceptuales en el desarrollo de la categoría
bienestar psicológico.
Ilustrar el desarrollo filosófico y teórico que ha tenido esta categoría en las
ciencias de la salud.
Valorar la conceptualización más abarcadora, moderna y compleja que
ilustra adecuadamente este fenómeno para su estudio.
Particularizar su influencia y el aporte que ha hecho en la Psicología de la
Salud.
Desarrollo:
“Conocer la realidad implica construir sistemas en
continua transformación que se corresponden, más o
menos, a la realidad”. (Jean Piaget)
1. El bienestar psicológico: una aproximación a su origen y desarrollo.
Uno de los aspectos más relevantes en la historia de la humanidad es su
búsqueda constante de la felicidad. Su significado, su esencia el cómo lograrla
han sido problemáticas que el ser humano se ha planteado casi desde sus
albores. La filosofía, la psicología, la antropología, la literatura y otras artes dan fe
de esta indagación incesante.
Los pensamientos filosóficos de la antigüedad acerca de la “vida buena”, la “vida
virtuosa” y el “cuidado del alma”, están presentes en los legados de significativas
4. figuras como Platón, Aristóteles, Confucio, Séneca entre muchos otros. También
en las tradiciones espirituales de Oriente y Occidente: el cristianismo, el budismo,
el hinduismo, el taoísmo, etc., se aprecian estas cuestiones, propiciando la
investigación sobre la felicidad que, desde entonces, continúa extendiéndose
alrededor de todo el mundo. (Vielma y Alonso, 2010).
Tradicionalmente las ciencias, en especial las ciencias de la salud, se han
preocupado por estudiar la felicidad como la ausencia de enfermedad o malestar,
preponderando así las carencias humanas, los aspectos patológicos, sobre el
bienestar. No es hasta mediados del siglo XX, donde surge el interés por el
bienestar psicológico, teniendo en cuenta los antecedentes filosóficos en la
búsqueda de la felicidad, de la placidez, de la estabilidad.
Desde sus orígenes, el desarrollo del bienestar psicológico ha sido un proceso
constructivo difícil, plagado de incongruencias y la falta de consenso de la
comunidad científica. Estas controversias han formado parte históricamente del
devenir de esta categoría, por lo que su esbozo permitirá ilustrar de mejor manera
su surgimiento y formación.
Una de las polémicas esenciales es la generalización del término en diversas
esferas del conocimiento y su utilización como sinónimo de otras categorías.
(Ballesteros et al., 2006 citado por Vielma y Alonso, 2010) Por otro lado, la
dicotomía entre los términos bienestar psicológico y subjetivo es otra problemática
relevante, que no expresa común acuerdo en la comunidad científica. Se aprecia
que algunos autores cuestionan el término bienestar subjetivo, pues consideran
que es una redundancia, debido a que la definición del “bienestar” en sí misma ya
implica la experiencia individual y que no es necesaria agregarle la propiedad
“subjetivo”. (Victoria & González, 2000) Otros autores defienden la nominación del
término bienestar psicológico para diferenciarlo de otras manifestaciones
psíquicas como el bienestar existencial, familiar, laboral o de pareja, así como,
indicar que existe una diferencia entre el bienestar personal y el bienestar social.
(Vielma, 2009 citado por Vielma y Alonso, 2010) Sin embargo, ambos términos
han llegado a utilizarse como sinónimos, existiendo una estrecha relación entre
ambos que es explicada por Victoria y González (2000) afirmando que el bienestar
psicológico puede ser considerado como el componente psicológico del bienestar
general o subjetivo.
De esta manera, se puede apreciar la versatilidad de perspectivas que se han
dado a un fenómeno tan complejo como el bienestar psicológico, lo que nos lleva
a considerar poco importante la diferenciación entre uno y otro término, ya que, la
5. mayoría de las concepciones teóricas abogan por el uso indistinto de estos,
centrándose en la comprensión de la vivencia de bienestar, en lo psicológico y
obviando las diferencias aún no consensuadas. (Victoria, 2004)
Otro de los aspectos debatidos en la definición del bienestar psicológico, es la
visión de este como un estado o como vivencia. Rojas Marco afirma que el
bienestar es un estado de ánimo positivo que se relaciona o se produce a partir de
la satisfacción de nuestra vida. (Citado por Victoria, 2005) Según este autor esta
categoría es vista como un estado de ánimo, moción a la cual se oponen diversos
autores, entre ellos Victoria (2004) quien afirma que la visión del bienestar como
estado implica una temporalidad de este con carácter transitorio, similar a un
estado de ánimo, lo cual no caracteriza de manera suficiente este fenómeno.
Diferentes perspectivas, de esta problemática, defienden que el bienestar
psicológico tiene como propiedad el estar conformado por elementos estables y
cambiantes, al mismo tiempo. Puede considerarse la estabilidad como una de sus
características, que son expresión de lo cognitivo, pues puede mantenerse a lo
largo del tiempo y su versatilidad y transitoriedad se debe a las variaciones
circunstanciales que puede tener, muy relacionadas con los afectos que
predominen en el sujeto, expresión de la esfera emocional. Ambas esferas están
vinculadas estrechamente e influidas por la personalidad y el contexto donde se
desenvuelva el individuo. (Victoria & González, 2000) Estos elementos van
contribuyendo a una concepción más integradora del concepto de bienestar
psicológico, sin embargo, aún se aprecian polémicas en cuanto a esta categoría.
2. El desarrollo filosófico y teórico de este concepto.
La propia conceptualización del bienestar psicológico plantea una de las
contradicciones antes expuestas. La existencia de dos tradiciones filosóficas
conceptuales, las cuales han sido las principales responsables de definir el
bienestar y sus componentes. Estas son: el hedonismo y la eudaimonia.
Estas corrientes han influido en la dicotomía entre los términos de bienestar
psicológico y subjetivo, debido a que en la tradición hedónica se utiliza el término
bienestar subjetivo (Diener, 1984; Cuadra & Florenzano, 2003; D`anello, 2006
citado por Vielma & Alonso, 2010) y en la tradición eudaimónica, el bienestar
psicológico (Casullo, 2002; Salotti, 2006 citado por Vielma & Alonso, 2010)
El Hedonismo, referido a la felicidad humana, proviene de la doctrina filosófica
representada por la escuela cirenaica y los epicúreos. Está basada en la
búsqueda del placer y la superación del dolor, como principal objetivo de la vida.
6. El estudio de la denominada Psicología del Hedonismo, está vinculada a todo
aquello que hace que la vida sea placentera o displacentera. Corresponde con las
sensaciones de bienestar y malestar, motivación o desmotivación, satisfacción e
insatisfacción. También refleja las circunstancias o experiencias que provocan
placer o sufrimiento, más allá de los estados consientes.
Por tanto, la corriente hedónica define al bienestar psicológico como la presencia
de afecto positivo y la ausencia del negativo. Hace énfasis en las emociones como
componentes principales del bienestar en el individuo, manteniendo la idea de que
experimentar la mayor cantidad de placer posible, permitiría la felicidad y con ella
el bienestar. El bienestar subjetivo se considera integrado por dos elementos: el
balance afectivo y la satisfacción vital, que se considera un elemento menos
voluble que las emociones y por tanto que incluye un mayor componente
cognitivo. (Vázquez, Hervás, Rahona & Gómez, 2009)
Por otro lado, la tradición Eudaimónica es entendida por Aristóteles como plenitud
del ser y el ejercicio virtuoso de lo específicamente humano. Estas teorías
proponen que el bienestar va más allá de la preponderación de experiencias
positivas y la minimización de las negativas. El bienestar se considera más
relacionado con la forma de vivir plena, donde predominan los logros y el
desarrollo de las potencialidades humanas, estableciendo así la idea de que se
encuentra en realizar actividades coherentes con los valores del individuo y el
compromiso de este con estas actividades. (Waterman, 1993 citado por Vázquez,
Hervás, Rahona & Gómez, 2009) Así, implica necesariamente la valoración que
hacemos de las circunstancias, y el funcionamiento dentro de la sociedad.
Dentro de esta perspectiva Ryff (1989), propone el concepto de bienestar
psicológico, definiéndolo como el desarrollo del verdadero potencial de uno
mismo, lo que implica que el bienestar psicológico es el producto de la realización
de los logros y de una vida vivida al máximo. (Vázquez, Hervás, Rahona &
Gómez, 2009)
3. Bienestar psicológico: una propuesta integradora
Estas propuestas, brindan una perspectiva de lo controversial que puede resultar
la conceptualización del bienestar psicológico. A partir de la revisión teórica
realizada, se considera que la definición que mejor ilustra la complejidad de este
fenómeno es la creada por Victoria (2004) donde afirma:
El bienestar psicológico es: la vivencia relativamente estable que se produce
en relación con un juicio de satisfacción con la vida (balance entre
7. expectativas y logros) en las áreas de mayor significación para cada
individuo en particular y que posee un carácter positivo, de disfrute personal,
donde predominan los estados emocionales positivos. Las expectativas
trazadas, los logros obtenidos y el balance entre ambos están mediados por
la personalidad y por las condiciones socio-históricas y culturales en que se
desenvuelve el individuo. (p.11)
Esta autora esboza la variedad de determinantes del bienestar psicológico tales
como: los socioculturales, la personalidad como sistema regulador, las
interrelaciones bio-psico-sociales, la salud, los ingresos, la religión, el estado
marital, la edad, el género, las condiciones de trabajo, el nivel educacional, el apoyo
social y familiar y las influencias de la cultura. (Victoria, 2004)
Si bien este concepto nos brinda una visión más completa y mejorada sobre lo que
es el bienestar psicológico, lo que tributa a una mayor comprensión del mismo, aún
quedan otras cuestiones por aclarar; debido a que, otra de las dificultades que se
han encontrado en cuanto a la categoría bienestar psicológico, es el establecimiento
de consensos sobre la estructura o los componentes que integran dicha categoría.
Existen variadas opiniones, algunas de las cuales esbozamos a continuación:
Cummins en 1996 establece seis dominios que para él integraban el bienestar
psicológico, estos son: bienestar material, salud, productividad, intimidad, seguridad,
comunidad y bienestar emocional. (Citado por Chávez, 2006)
Chamberlain, por su parte, plantea cuatro ejes: el primero es el afecto-cognición,
que permite una evaluación entre emociones y los pensamientos, permitiendo un
vínculo entre las valoraciones afectivas y cognitivas, el segundo eje es el positivo-
negativo, que representa la dimensión de la experiencia afectiva, la tercera es el eje
de frecuencia-intensidad, que valora lo que ocurre en la vida del sujeto y en qué
medida y el cuarto es el eje interno y externo. (Citado por García, 2002)
Ryff (1989) esboza un modelo multidimensional del bienestar psicológico
compuesto por seis dimensiones, las cuales son: la autoaceptación, las relaciones
positivas con otras personas, la autonomía, el dominio del entorno, propósito en la
vida y el crecimiento personal. (Citado por Díaz et al., 2006)
Veenhoven (1994) establece la existencia de dos dimensiones fundamentales que
componen al bienestar psicológico, estas son: la cognitiva, tomada como la
satisfacción con la vida y el elemento afectivo, referido como la experiencia de
emociones, sentimientos y estados de ánimo. (Citado por Chávez, 2006)
8. Para Andrews y Withey (1976) el bienestar estaba compuesto por 3 componentes
básicos: el afecto positivo, el afecto negativo y los juicios cognitivos sobre el
bienestar. (Russell, 1980 citado por Castro, 2009) Para estos autores el aspecto
afectivo es el que contiene el agrado de las personas con sus sentimientos y
emociones, y se divide en dos polos afectos positivos y negativos, tiene como
características la labilidad, la temporalidad transitoria y el aspecto cognitivo está
relacionado con los juicios sobre el bienestar que realizan estos sujetos, en la que
predomina la valoración positiva de la circunstancias vitales.
Diversidad de autores expresan teorías sobre los componentes del bienestar
psicológico, sin embargo, Victoria (2004) brinda una propuesta que retoma las
afirmaciones de sus predecesores y agrega una visión novedosa a la teoría,
alegando que los componentes del bienestar psicológico son dos: la dimensión
cognitiva-valorativa, referida a la satisfacción con la vida que se representa con la
diferencia percibida entre sus aspiraciones y sus logros y la dimensión afectiva-
emocional, dentro de la que existen afectos positivos y negativo, además de
elementos más o menos estables vinculados a rasgos de la personalidad y a
estados emocionales reactivos, denominados afectos habituales y afectos
recientes. Como elemento importante esta autora rescata el estrecho vínculo entre
las dos dimensiones, además brinda una visión del bienestar como vivencia del
individuo.
Esta perspectiva del bienestar psicológico rescata aspectos novedosos,
posibilitando la integración de elementos que no se habían sistematizado en la
literatura y permite la formación de un concepto que considera los principios que
se defienden en la filosofía marxista y que retoma Vygotsky en su enfoque
psicológico histórico-culturalistas.
4. La filosofía marxista en la concepción del Bienestar psicológico.
Con su filosofía, Marx, contribuyó a crear una nueva concepción del ser que
facilitó a la psicología y a otras ciencias el mejor entendimiento del individuo como
un ser más complejo e integrado. Destacando así, su papel en la sociedad, y la
influencia de la sociedad en él. Su visión contribuyó a que comenzáramos a
entender a los seres y los fenómenos desde una concepción más integrada, desde
la unificación de las fuerzas vivas. Este sentido de la dinamización que, tomada
del pensamiento de Marx, se le da a lo subjetivo nos ha permitido elaborar
conceptos relacionados al individuo, más integrativos, más completos y complejos.
Teniendo en cuenta no solo al individuo en sí, sus aspectos biológicos y
subjetivos, sino a la sociedad donde este individuo se inserta.
9. Partiendo de estas ideas, otros pensadores, se han basado para crear conceptos
y teorías que han contribuido a la psicología que practicamos hoy. Este es el caso
de Lev Vygotsky, quien se basa epistemológicamente en la concepción del
marxismo haciendo énfasis en lo socio-histórico. Estas ideas le permiten
comprender la crisis que sucedía en la psicología de su tiempo. Sobre la base de
las teorías del materialismo histórico, Vygotsky, bosquejó su teoría sobre el origen
del comportamiento del individuo, situándolo en las relaciones sociales, en lo
externo, en la experiencia que le ofrece la sociedad en la que se inserta. Por lo
que podemos decir, que la influencia de Marx en Vygotsky es apreciable sobre
todo en el énfasis en la influencia de la historia y la cultura para el ser humano y el
establecimiento de la categoría actividad y trabajo para la formación de la
conciencia. Los presupuestos de Vygostky, Rubinstein y otros grandes psicólogos
conformaron al Enfoque Histórico Cultural como visión ordenadora de la ciencia
psicológica, lo que influyó en la mejor conformación de conceptos en las ciencias
psicológicas.
Las teorías del bienestar psicológico han sido nutridas por diversas escuelas de
pensamiento, desde la filosofía clásica, a la biomédica, pasando por los diferentes
enfoques de la psicología como la psicología positiva, la inteligencia emocional,
las teorías de la satisfacción, entre otros.
Sin embargo, el enfoque filosófico que tiene su base en el marxismo, que fue
desarrollado por Vygotsky y que conforma una visión sistémica e integradora a los
fenómenos psicológicos, es el que mejor contribuye a la conceptualización de
bienestar psicológico.
Debido a que la perspectiva histórico-culturalista permite la flexibilidad teórica y
metodológica para elaborar y mantener en constante reconstrucción el concepto
más completo y abarcador de Bienestar Psicológico. Incluso esta perspectiva, nos
permite la crítica del concepto ya elaborado y utilizado, para mejorarlo,
retroalimentarlo, continuar construyendo la teoría del bienestar psicológico para
que realmente refleje la realidad del mundo.
5. Aportes de la categoría Bienestar Psicológico a la Salud.
Múltiples investigaciones en el ámbito de la clínica han demostrado la relación de
la categoría salud con factores psicológicos y sociales que influyen en el proceso
de salud-enfermedad, uno de estos factores es el bienestar psicológico. Esta
afirmación es respaldada por Victoria al decir que: “...Tanto desde el ángulo
negativo de la enfermedad como desde el positivo de la salud, la categoría
10. bienestar psicológico se hace necesaria, para abordar los factores psicológicos y
sociales influyentes en el proceso salud-enfermedad.” (Victoria, 2004, p.12)
El bienestar psicológico se puede considerar como integrante de la salud, ya que
se manifiesta en todas las esferas de la vida del individuo y contribuye a la
felicidad de este, a su mejor funcionamiento, productividad, creatividad y
desarrollo en las esferas de su vida y por tanto, al desarrollo general y saludable
de esta persona. (Victoria y González, 2000)
Victoria (2004) aparece como fiel defensora de esta relación tan estrecha e
interesante entre estas dos categorías a la vez que establece cierta delimitación,
cuando nos afirma: “Sin dudas, el bienestar psicológico es indicador de salud, de
un buen funcionamiento mental y físico, de la persona como un todo, sin olvidar
que la salud es una.” (Victoria, 2004, p.12) Por lo que el estudio y profundización
de la categoría bienestar psicológico contribuye al estudio del proceso salud-
enfermedad.
Otro concepto al que ha contribuido el estudio del bienestar psicológico es al de
salud mental. Algunos autores han pensado a ambos conceptos como uno solo,
relacionándolos de manera directa afirmando que la salud implica de igual manera
el bienestar psicológico y el buen funcionamiento físico. Otros autores, establecen
la relación entre ambas categorías sin pensarlas como una misma, siendo para
ellos la salud mental proveedora de bienestar en el individuo. Así vemos que, la
salud mental es descrita como una base para el bienestar general del individuo y
que al mismo tiempo si se ve afectada la salud mental esto tendría efectos en el
bienestar de esa persona. Una visión de este fenómeno más claro es la que nos
afirma: “... la salud mental es la base para el bienestar y el funcionamiento efectivo
del individuo...” (OMS. 2004 p.14), enfatizando luego: “... la salud mental puede
ser conceptualizada como una sensación subjetiva de bienestar...” (OMS. 2004,
p.22) y continua: “la salud mental tiene una relación recíproca con el bienestar y la
productividad de la sociedad y sus miembros” (OMS. 2004 p. 23). El estudio de la
categoría bienestar psicológico ha permitido la profundización sobre la salud
mental y la diferenciación entre ambos conceptos, llegando a establecerse una
relación entre ambas categorías, así como una clara diferenciación entre ambas.
Victoria (2004) sobre este tema explica que:
La identificación del bienestar psicológico con la “salud mental”, adolece de
incongruencias. La salud es una categoría integral y puede considerarse que
el bienestar psicológico es la expresión psicológica de la misma, su vivencia
(...) Aunque existe una fuerte relación entre el bienestar psicológico y la
llamada “salud mental”, estos términos no pueden ser igualados. El primero
11. comprende un amplio rango, que va desde la infelicidad hasta la felicidad
(...) por lo que no se limita a la ausencia de los estados clínicamente
indeseados o negativos. El bienestar se define a través de la experiencia
interna del sujeto y no a partir de criterios externos como en el caso de la
llamada “salud mental”. La “salud mental” comprende otros aspectos
además del bienestar, tales como, las conductas socialmente adecuadas y el
buen funcionamiento intelectual. (p.12)
Otras relaciones se han ido encontrando con el paso del tiempo. Mancini y Orthner
en 1980 llegaron a la conclusión de que la influencia de la salud sobre la
posibilidad de llevar a cabo una actividad que era importante para el individuo era
algo relevante para que existiera el bienestar psicológico. Así que, no solo cobraba
significado la salud para determinar el bienestar en el individuo, sino que esta
permitía el desarrollo en esferas relevantes de la vida de estos que
proporcionaban el bienestar psicológico a los sujetos. (García, 2002)
Al establecerse estas relaciones entre bienestar psicológico y salud, muchos
estudios se han realizado con el fin de conocer más sobre el proceso salud-
enfermedad en el ser humano e intentar contribuir a promover la salud, así como
prevenir enfermedades, propiciando en alguna medida que la categoría el
bienestar psicológico, contribuya en los esfuerzos por mejorar las ciencias de la
salud y el conocimiento del hombre.
12. Conclusiones:
Podemos concluir, entonces, que el bienestar psicológico, es una categoría
relevante, con diversidad de enfoques y de una riqueza extraordinaria. Tiene sus
bases en los propios albores de la humanidad, en los ideales filosóficos de
felicidad, de vivir bien y en el enfoque hedónico y eudaimónico. Se ha vinculada
con otras categorías con el deseo de obtener nuevas interpretaciones, diversas
perspectivas y sobre todo un conocimiento más profundo. De esta manera, esta
categoría tan polémica, apoyada en perspectivas filosóficas, se ha relacionado con
otras tales como: la felicidad, salud, condiciones y estilos de vida, afrontamiento,
satisfacción entre otras categorías sociopsicológicas. En las ciencias psicológicas
esta categoría se ha estudiado en modelos de desarrollo y ciclo vital, en modelos
motivacionales y sobre todo desde la psicología positiva. (Ballesteros, Medina &
Caycedo, 2006) Sus aportes al desarrollo de la psicología contribuyen a la ciencia,
al desarrollo social, a un mejor entendimiento del ser humano y su salud mental.
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