Los avatares para el juego dramático en entornos virtuales
College Outlines Iv
1. HISTORIA DE LA MUSICA IV
EL SIGLO VEINTE
Notas compendiadas de la
College Outline Series No.55, History of Music
By Hugh M. Miller
Barnes and Noble Inc. 1955
(Traducción-adaptación de Sara C. Neuman)
CONTENIDO
PARTE VI – EL SIGLO VEINTE
XXVII CONSIDERACIONES GENERALES
Desarrollo del modernismo. Tendencias del modernismo.
Campos de actividad musical.
XXVIII ASPECTOS ESPECIFICOS DE ESTILO
XXIX COMPOSITORES DEL SIGLO XX
Francia, Rusia, Austria y Alemania. Inglaterra,
Italia. Hungría. España. Finlandia. Argentina.
Brasil. Otros países latinoamericanos. Los Estados
Unidos.
XXX LA MUSICA EN COLOMBIA EN EL SIGLO XX
Artículo del Dr. Luis Carlos Rodríguez Alvarez
2. PARTE VI – EL SIGLO VEINTE
XXVII CONSIDERACIONES GENERALES
La primera mitad del Siglo XX es un período revolucionario
en la historia de la música, comparable al ars nova del
Siglo XIV y de la nuove musiche de principios del XVII.
La primera mitad del Siglo XX está dominada por dos grandes
guerras: la Primera Guerra Mundial (1914-1918) y la Segunda
Guerra Mundial (1939-1945). Los tremendos adelantos
científicos y mecánicos sacuden a toda la civilización,
comenzando con la radio, el avión, el jet a propulsión, el
radar y la energía atómica, para mencionar solamente
algunos. En las artes y la literatura el espíritu moderno
se ve representado por un retorno a la objetividad, el
expresionismo realista y el funcionalismo. Este espiritu
se hace evidente en los trabajos de artistas como Picasso
en la pintura, Frank Lloyd Wright en la arquitectura y
muchos puntos de vista en la poesía y la literatura.
El desarrollo del modernismo. – El modernismo en la música
puede definirse como aquél en el cual se manifiesta algún
aspecto de estilo o forma musical que se aparta de manera
significativa de las prácticas comunes del período
precedente. Se pueden distinguir tres etapas en el
desarrollo de la música moderna: Fines del Siglo XIX;
principios del Siglo XX; y de 1918 al presente (debe
recordarse que esta síntesis llega solamente hasta mediados
del siglo XX) .
Fines del Siglo XIX. – (1880-1900). Es imposible
determinar en qué preciso momento se manifiesta el
modernismo. Las dos últimas décadas del S. XIX muestran
claros signos de alejamiento de los estilos generales de
entonces, si bien muchas de sus características continúan
hasta bien entrado el S. XX. La reacción contra las
tradiciones románticas alemanas se manifiestan en dos
formas: (1) el nacionalismo, en el que se destacaron muchos
países que desarrollaron sus propios estilos, especialmente
Rusia; y (2) el surgimiento de la escuela francesa del
Impresionismo, cuya figura central en la música es Claude
Debussy.
Principios del Siglo XX (1900-1914). Este período que va,
en términos muy generales, de principios de siglo a
3. principios de la Primera Guerra Mundial, es uno de abierto
rechazo al romanticismo alemán y está marcado por una
experimentación radical. Aquí predominaron los nuevos
estilos aunque mezclados con música romántica conservadora,
que aún se escribía y se interpretaba. Los pioneros de las
nuevas corrientes fueron Scriabin, Stravinsky y Schönberg.
El Presente (1918- ). - Al cierre de la Primera Guerra
Mundial se retardó mucho la actividad musical pero desde
ahí y hasta finales de la Segunda Guerra Mundial parece
haber una asimilación de nuevos principios, lo que se
presta muchas veces a confusión, debido a que el
romanticismo sigue presente y no es completamente
abandonado. De todas maneras hay signos de una tendencia a
la objetividad, manifestada en una restricción del
contenido emocional, simplificación de materiales y
estructuras y una mayor atención a la destreza musical. En
suma, prevalece un espíritu clásico identificado
consecuentemente como “neoclasicismo”.
Tendencias generales del modernismo. –
El neoromanticismo. – Este término se aplica a la
continuidad, si nó decadencia, de las tradiciones
románticas alemanas. El estilo post-wagneriano se adentra
en el Siglo XX, caracterizado por un emocionalismo
exagerado, orquestas enormes, sinfonías interminables, pero
también avances en el lenguaje armónico y la orquestación.
Los principales compositores pertenecientes a esta
categoría son Mahler, Bruckner, Richard Strauss y en
algunos aspectos Sibelius.
El impresionismo. - Este movimiento se dio inicialmente en
Francia, en la segunda parte del S. XIX. En poesía se vio
representado por Verlaine, Baudelaire y otros más; en la
pintura con Manet, Monet, Degas, Renoir y otros; estas
nuevas técnicas producían una atmósfera “velada”;
“impresiones”, más que expresiones claras y dinámicas.
Este movimiento se adentró en la música con la obra de
Debussy, como reacción directa en contra del wagnerismo.
Con todo, el impresionismo no está despojado de elementos
románticos. Su música puede describirse como refinada,
delicada, vaga, envuelta en una “bruma luminosa”. Los
aspectos técnicos del impresionismo se verán más adelante
al estudiar a Debussy; además de él, otros seguidores de
esta corriente fueron Roussel y Ravel en Francia, Delius en
Inglaterra, Palmgren en Finlandia, Scriabin en Rusia y
Griffes en los Estados Unidos.
4. El expresionismo. - El término, al igual que el de
“impresionismo” fue tomado de las artes plásticas. Busca
la expresión del yo interno, del subconsciente y por lo
tanto se opone al impresionismo, que se manifiesta en el
mundo externo. El expresionismo en el arte dio paso a lo
abstracto, p.ej. en la obra de Mondrian, Brancusi y otros,
y del surrealismo p. ej. en Dalí. Su paralelo en música
surgió en la obra radical y experimentadora de compositores
como Schönberg y sus seguidores Webern, Berg, Krenek y
otros más. La politonalidad y la atonalidad son técnicas
pertenecientes a esta tendencia. El expresionismo vivió
hasta más o menos 1925, cuando fue prácticamente
reemplazado por el neoclasicismo.
Neoclasicismo. - La última de las grandes tendencias
hasta mediados del Siglo XX es el neoclasicismo. A
diferencia del neoromanticismo, que representa una
continuación o deterioro del período romántico, el
neoclasicismo es un abierto retorno a un enfoque clásico.
La subjetividad romántica, echada a un lado, es reemplazada
por una moderna objetividad. Consiste en una
simplificación del material, la forma y el medio, a veces
hasta el exceso. Más específicamente, está representada
por un reconocimiento de los ideales dieciochescos en el
uso del contrapunto y la claridad formal, pero vestidos en
un lenguaje armónico del Siglo XX, sus esquemas tonales,
orquestación y estilo melódico. Los principales
representantes de las tendencias neoclásicas son Paul
Hindemith (contrapunto y formas), Stravinsky
(simplificación de estilo desde aproximadamente 1920) y el
ruso Prokofiev (simplicidad y claridad de textura y forma).
El jazz americano. – Aunque es evidentemente una forma de
música popular, el estilo de banda de baile americana
conocida como “jazz” ha tenido tanta influencia en la
música seria que es importante mencionarlo como una de las
manifestaciones modernistas. Las tendencias populares en
los Estados Unidos han pasado por varias etapas de
evolución en un tiempo más bien corto, por lo que a veces
se superponen e influyen mutuamente, de manera que su
cronología no siempre es clara: (a) el “ragtime” hace su
aparición hacia fines del S. XIX; es un estilo
particularmente pianístico, caracterizado por el uso de la
síncopa en varios patrones, armonía convencional (I-IV-V) y
fraseología regular. Las bandas de ragtime se originaron en
Nueva Orleans poco antes del cambio de siglo y estaban
5. conformadas por pequeños grupos de músicos negros que
improvisaban sobre melodías de ragtime; (b) el “blues”
ejerció su influencia en el ragtime y posteriormente en el
jazz. El “Memphis Blues” de W. C. Handy (1909) y luego su
famoso “St. Louis Blues” (1914) son ejemplos tempranos de
este estilo, incuestionablemente de origen negro. El tema
tiene que ver con una atmósfera de autoconmiseración, la
pérdida de un amor y cosas por el estilo. Estas son algunas
de sus características: (1) predomina el uso de período de
doce compases en lugar de los más convencionales de ocho o
dieciséis; (2) uso predominante de tonalidades mayores; (3)
énfasis en armonías plagales o subdominantes; (4) uso de
terceras y séptimas disminuídas en la melodía y la armonía;
(5) ondulaciones por encima o por debajo del tono
verdadero; y (6) progresiones de acordes de séptima
dominante conocidas como “armonías barbershop” (de
barbería), un estilo hoy considerado como obsoleto; (c) el
jazz, cuyos elementos comenzaron a aparecer hacia 1910,
derivados del ragtime y del blues, se convirtió en un
estilo propio hacia los años 20, comenzando con las bandas
“de nombre”: Whiteman, Lewis, Guy Lombardo, etc. El jazz
es un arte orquestal en términos de arreglo (arreglos
comerciales llamados “sweet” o “straight”, o
improvisaciones “hot jazz”). El arreglista o el ejecutante
puede convertirse en alguien más importante que el
compositor, ya que la melodía principal pasa a un segundo
plano. Se distingue por (1) melodías más suaves, más
melodicas y vocales que las del ragtime; (2) melodías
sostenidas sobre un acompañamiento pulsado; (3)
superimposición de complejos patrones rítmicos; (4) más
tonalidades mayores que menores; (5) uso de notas agregadas
en la armonía, especialmente sextos o segundos grados en la
tónica final; (6) paralelismo de acordes de séptimas y
novenas; (7) en la instrumentación, poco empleo de cuerdas,
preferencia por la percusión, las maderas (en especial el
saxofón y el clarinete) y los metales (trompetas y
trombones con o sin sordina) e instrumentos especiales como
el banjo (usado en los años 20 y más tarde reemplazado por
la guitarra), el vibráfono, etc. Una innovación que surgió
para el piano hacia los años 30 fue el “boogie-woogie”, que
consiste en fuertes ritmos ostinato que lleva el bajo,
sobre el cual la mano derecha hace variaciones de diversas
figuras. Los términos “swing” (Benny Goodman ca. 1935),
“bebop” (ca. 1950 - ) y “jazz progresivo” son estilos
posteriores de jazz de improvisación.
Influencia del jazz. - Los estilos populares indígenas que
6. acabamos de mencionar han tenido una importante influencia
en la música seria. Esto puede apreciarse en (1) la
instrumentación; (2) ciertos recursos armónicos; (3)
estilos rítmicos; y (4) empleo del blues. El jazz de
concierto en formas más extendidas comenzó con George
Gershwin y su “Rapsodia en Blue” (1924). Otros ejemplos
ambiciosos son su “Concierto en Fa” y la “Coral y Fuga en
Jazz” de Morton Gould. Podemos encontrar rasgos jazzísticos
en “La Consagración de la Primavera” de Stravinsky y la
“Historia de un Soldado” del mismo compositor, en su
movimiento llamado precisamente “Ragtime”; en los ballets
“Rascacielos” y “Krazy Kat” de Carpenter, la “Sonata para
violín y piano” y el “Concierto para piano” de Ravel, los
ballets de Milhaud “El Buey en el Tejado” y “La Creación
del Mundo”, el “Concierto para piano y orquesta”, y “Rio
Grande” para voces y orquesta, de Aaron Copland; la “Suite
para orquesta de jazz” de Shostakovitch, y muchas más.
Campos de la actividad musical. - El Siglo XX ha sido
testigo de importantes cambios en el medio musical. Ha
visto también el surgimiento de nuevas perspectivas para la
música como el cine, la radio y el fonógrafo. Y hay un
creciente interés de la gente por la música en la que sigue
predominando la música instrumental: En la música sinfónica
las formas desarrolladas en el Siglo XIX continúan en el XX
con la sinfonía, la suite sinfónica, el poema sinfónico y
otras formas menos importantes; en la música de cámara ha
habido un renacer a partir de más o menos 1920 en relación
con las tendencias neoclásicas y se han explotado nuevas
combinaciones de ensambles instrumentales; la música coral
también ha experimentado un nuevo interés en el Siglo XX,
sobre todo en la música a capella, para la que se ha
escrito un amplio repertorio; incluso se ha utilizado en
música sinfónica, cual es el caso de la “Sinfonía de los
Salmos”, de Stravinsky; la canción solista ha mermado en
popularidad con respecto a su importante posición en el
Siglo XIX, en cambio se ha puesto de moda la voz solista
con combinaciones de cámara; el ballet como forma separada
e independiente de la ópera ha aumentado tremendamente su
popularidad en el Siglo XX. El coreógrafo ruso Diaghilev
ha sido el líder más importante en este moderno
renacimiento del ballet, comenzando con “El pájaro de
fuego” de Stravinsky (1910), “Petrouchka” (1912), y “La
Consagración de la Primavera” (1913). En la ópera ha
habido algunas producciones notables: “Pelleas y Melisande”
de Debussy, “El Caballero de la Rosa” de R. Strauss,
“Wozzek” de Alban Berg, “Cardillac” de Hindemith y “Lady
7. Macbeth” de Shostakovitch pero, en general, ha habido un
decaer de este medio y es la ópera del Siglo XIX la que
sigue dominando el repertorio.
Otros usos de la música. – La música ha logrado llegar a
otros medios, lo que ha afectado la producción del Siglo XX
de una u otra manera: la radio ha ejercido una enorme
influencia y ha sido el factor que más interés ha provocado
en toda la historia de la música; la música de radio,
además de los conciertos al aire ha llevado a que se
escriban piezas concretamente para ese medio, por ejemplo
la “Pieza para Radio” de Roy Harris que se pasó por la NBC
en 1946; música incidental, comerciales, temas de
canciones, música de fondo para dramas radiofónicos,
anuncios, etc.; en el cine, aunque se usado extensamente en
producciones fílmicas, ha sido de poco impacto en la música
seria. Se ha convertido en un agente de música popular del
tipo revista musical. Los esfuerzos de los compositores de
música seria se han quedado en la producción de música de
fondo para las películas, que rara vez ha llegado a
convertirse en un factor para música de concierto; la
música de fonógrafo ha sido otro agente importante pues la
tremenda expansión de la industria disquera ha incrementado
el interés del público por la música, tanto seria como
popular. Finalmente, la “Gebrauchmusik”, término alemán
que puede traducirse como música funcional, expresa otro
aspecto importante de la música del Siglo XX; es un
esfuerzo consciente por parte del compositor por salvar el
abismo que separa a la música moderna del público musical.
Más específicamente, significa música en un estilo
simplificado para la ejecución de músicos aficionados.
También implica música escrita para ocasiones o propósitos
especiales. El principal exponente de esta música es Paul
Hindemith y ha sido adoptada por muchos compositores
modernos.
XXVIII ASPECTOS ESPECIFICOS DE ESTILO
Es importante tener en cuenta que ninguno de los
revolucionarios aspectos del Siglo XX representan toda la
música moderna, compleja vertiente de corrientes y
contraflujos entrecruzados.
Tonalidad. – Uno de los aspectos más importantes en lo que
concierne a la música moderna son los nuevos conceptos de
tonalidad:
8. (1)Expansión y modificación de conceptos convencionales:
El alejamiento de la tonalidad convencional comenzó en
el S. XIX con el uso de tonalidades relativas cada vez
más remotas dentro de la misma composición y con el
oscurecimiento de la tonalidad por medio de
modulaciones prolongadas y cromatismos (Chopin, Reger,
Franck, Wagner y otros más);
(2)multitonalidad: una figura típica de la tonalidad del
S. XX es el uso de numerosas tonalidades relativas
remotas introducidas sucesivamente con modulaciones
atrevidas, incluso a veces sin modulación, práctica
conocida como “multitonalidad”, que se explicará más
adelante;
(3)neo-modalidad: un alejamiento de las escalas
diatónicas convencioinales mayor y menor, en búsqueda
de los antiguos modos eclesiásticos, empleados no en
el estricto sentido antiguo, sino con manejos libres
en ambientes modernos con algunos efectos arcaicos
(Debussy, Ravel, Vaughan Williams y otros);
(4)nuevos sistemas de escalas: los compositores se
alejaron todavía más de los sistemas convencionales de
escalas experimentando con nuevos patrones. Uno de
estos fue la “escala de tonos enteros” (escala de seis
tonos dentro de una octava), aunque no se usa
permanentemente dentro de la misma composición, sino
solamente para obtener efectos especiales. Debussy
fue el principal compositor que empleó este recurso.
Otros compositores como Rimsky-Korsakov y Roussel, han
empleado modos orientales, o han inventado nuevas
escalas, como Verdi, Strauss y Busoni;
(5)la politonalidad, ya mencionada, es una innovación
todavía más extrema del S. XX que consiste en el
empleo de dos o más tonalidades simultáneas,
utilizando el término “bitonalidad” cuando se trata de
dos, o de “politonalidad”, cuando se trata de varias
tonalidades. Esta idea pudo haberse originado en el
uso prolongado del pedal o múltiples puntos de pedal
(dos o más tonos sostenidos a lo largo de un pasaje de
armonía cambiante). Rara vez se usa en toda una
composición. Su efecto es el de una gran disonancia y
oscurecimiento de la sensación de tonalidad;
(6)atonalidad: es la innovación más extrema del Siglo XX
en términos de tonalidad e implica su total negación.
La técnica más sobresaliente de este recurso es el
“sistema dodecafónico” ingeniado por Arnold Schönberg
y emulado por sus seguidores de la escuela atonal,
Webern, Wellesz, Berg, Krenek y unos más. La música
9. atonal es extremadamente disonante, ya que la
consonancia es evitada deliberadamente debido a su
cercanía con la sensación de tonalidad;
(7)nueva división de la escala: más fantásticos que
prácticos han sido los intentos por dividir la escala
en intervalos de más de doce partes iguales: cuartos
de tono (24 partes), octavos de tono (48 partes), e
incluso más; intentos que no han pasado de ser
experimentos, debido a que la división es impráctica
desde el punto de vista de instrumentación y notación
y a que es muy remoto para un auditorio tradicional.
Algunos experimentadores en este campo son Alois Hába
y Hans Barth. El mejicano Carrillo ha producido
algunas cosas fantásticas en 6, 8 y 16 tonos.
Armonia. – La armonía moderna hace más uso de la
disonancia:
(1)Construcción de acordes: Desde los comienzos de los
conceptos armónicos los acordes se han construido
sobre terceras. Los experimentos del Siglo XX han
producido acordes sobre otros intervalos: cuartas
(Scriabin); quintas (resultantes de la inversión de
acordes de cuarta), séptimas y segundas. Un grupo de
tonos adyacentes (de segundas) que suenan
simultáneamente se llama, traducido literalmente del
inglés “cluster tones”, como “racimos de notas” (Henry
Cowell, Leo Ornstein, Charles Ives, otros). Los
acordes sin terceras (quintas y octavas abiertas) se
han utilizado principalmente para producir un efecto
arcaico. Los acordes también se construyen sobre
grados alterados de la escala diatónica) p. ej. en Do
mayor un acorde como “C#-F-A-C#”);
(2)progresiones de acordes: la evolución de las prácticas
con respecto a las progresiones de acordes ha sido
prácticamente continua desde los comienzos de la
música a partes. Seguramente los cambios más
radicales se han dado en el Siglo XX. La elisión de
acordes en una progresión de otra manera no
convencional es bastante común. Un recurso más
radical es el “paralelismo” violador de las reglas en
la armonía convencional. Consiste en intervalos
quintas, tríadas, acordes de séptima o novena abiertos
en moción paralela, lo que se conoce como “cadenas de
acordes” (chord streams). Otro aspecto más de
progresiones de acordes típicas del Siglo XX es el uso
de progresiones de raíz (root progressions) poco
comunes: por medios tonos, cuartas aumentadas, etc.;
10. (3)acordes mixtos: el uso de dos acordes que suenan
simultáneamente se encuentra desde el Siglo XVIII o
antes, como resultado de suspensiones dobles o
triples. Por ejemplo una combinación de C-E-G con B-D-
F donde el segundo resuelve al primero. La aplicación
de este principio llevó a los “acordes mixtos” o
“armonías mixtas”, lo cual también es un atributo de
la bitonalidad;
(4)nuevo tratamiento de la disonancia: el alejamiento del
tratamiento convencional de la disonancia comienza con
un empleo más libre de tonos de transición,
apoyaturas, suspensiones, etc. en su preparación y
resolución. Esto llevó a tonos no armónicos sin
resolver y finalmente a lo que ahora se conoce como
“tonos agregados” (p.ej. el acorde C-E-G más la nota
Db). En general, la armonía moderna se caracteriza por
disonancias más agudas y prologación del material
disonante como resultado de las prácticas mencionadas,
bitonalidad, atonalidad, lo mismo que por el choque de
líneas contrapuntísticas independientes empleadas en
el contrapunto del Siglo XX.
El contrapunto moderno. – Uno de los desarrollos más
importantes en la música del Siglo XX es el renovado
interés por la polifonía, un homenaje de las tendencias
neoclásicas al pasado. Se han vuelto a emplear formas
constrapuntísticas como la fuga, el canon, el cantus
firmus, pero con la libertad lineal que permiten los
conceptos de la armonía moderna. Se presta más atención al
contorno de las líneas que a los efectos armónicos. Tal vez
los nombres más importantes en este campo han sido los de
Schönberg y Hindemith, ejemplo de lo cual es el “Ludus
Tonalis” para piano, de éste último.
Tiempo y ritmo. – Los compositores del Siglo XX han
explotado el campo del tiempo y el ritmo. En general, las
características del ritmo moderno pueden resumirse a tres:
una mayor complejidad de la estructura rítmica; una mayor
variedad de los patrones rítmicos; y mayor elasticidad
rítmica: (1) nuevos esquemas métricos: hay una prominencia
de nuevos esquemas métricos en el Siglo XX. Las
indicaciones de tiempo, tales como cinco por ocho, siete
por ocho y diez por ocho son comunes; igualmente, debido a
los acentos, una medida de ocho por ocho puede presentar
acentos irregulares como 3-3-2 (rumba); 3-2-3; 2-3-3; etc.
A veces se combinan varios esquemas y producen una música
polirrítmica o, más exactamente, polimétrica (p.ej. tres
11. por cuatro en una parte contra cuatro por cuatro en otra al
mismo tiempo); música sin métrica: el rechazo a la
monotonía de tiempos recurrentes de la misma longitud ha
sido continuo en el Siglo XX, hasta el punto de llegar a
expresarlo por medio de la frase “acabar con la tiranía de
la barra de compás”, lo que significa un retorno a los
ritmos del canto llano, por medio de varios recursos:
(1)abolición total de la barra de compás, lo que no es
práctico en la música para ensambles;
(2)frecuentes cambios en el tiempo; y
(3)uso de marcas para indicar acentos o ligaduras en el
compás.
La melodía. – La melodía ha sufrido menos cambios radicales
que los otros elementos. La importancia de la melodía se
manifiesta desde su importante función en la música
polifónica hasta algunos ejemplos recientes en los que se
vuelve insignificante o incluso desaparece (“Pacific 231”
de Honegger, “Fundición de Hierro” de Mossolov). Tal vez el
aspecto más importante del estilo melódico moderno lo
constituye la tendencia hacia una mayor angularidad (empleo
de saltos de grandes intervalos en la línea melódica). Un
estilo melódico que puede llamarse disonante no es raro
(como una melodía en la que hay numerosos saltos de
intervalos disonantes –séptimas mayores, novenas menores,
octavas disminuidas o aumentadas, etc.). Otra
característica más del material melódico del Siglo XX es el
empleo de motivos pequeños, o melodía fragmentada, más que
una línea melódica continua. Naturalmente el estilo
melódico también se ve afectado por tendencias como la
neomodalidad, la escala de tonos enteros, la técnica
dodecafónica, etc.
La forma. – No han aparecido nuevas formas importantes en
la primera mitad del siglo XX. El tratamiento formal de
las estructuras es todavía más libre que en el siglo
anterior. Por otra parte, las estructuras formales
muestran una tendencia hacia la sencillez y la claridad.
Esta es otra de las contribuciones del neoclasicismo a la
música del presente. La claridad formal se logra al
acortar la extensión de las composiciones, eliminación de
las cosas que no son esenciales y un empleo más económico
del material.
XXIX COMPOSITORES DEL SIGLO XX
12. FRANCIA. – La revolución del Siglo XX en la música comienza
en Francia. El impresionismo inicia el alejamiento del
romanticismo alemán. Las innovaciones francesas se dieron
más bien en el campo de la armonía y la orquestación. La
música instrumental fue más importante para la música
francesa en este siglo que en el anterior.
Debussy y el impresionismo. – Claude Debussy (1862-1918) se
identificó con el movimiento del arte impresionista
francés y produjo un estilo muy original. Sus innovaciones
se convirtieron en las herramientas de la técnica
impresionista.
Estilo. – el impresionismo en la música se caracteriza por
el empleo de varios recursos y elementos: (1) uso de la
neomodalidad; (2) empleo de triadas sin terceras (p.ej.
quintas abiertas); (3) paralelismo; (4) nuevas progresiones
de acordes; (5) escalas de tonos enteros; (6) frecuente uso
de acordes de novena; (7) vaguedad general en la forma; (8)
ritmos libres y menos dependencia de la regularidad de la
barra de compás; (9) líneas melódicas largas y fluidas;
(10) uso de efectos pseudo-orientales y españoles; (11) en
la música para piano, efectos especiales al tocar
simultáneamente los registros extremos del instrumento.
Medios. – El principal medio en la música de Debussy es el
piano (preludios libres y piezas descriptivas), obras
orquestales (poemas tonales y suites impresionistas),
canciones, la ópera impresionista “Pelléas et Melisande” y
una obra coral impresionista, “La Demoiselle Elue”.
Maurice Ravel. - (1875 – 1937) combinó la técnica
impresionista con sus rasgos personales. Es considerado
por muchos especialistas como el compositor francés más
importante de la primera mitad del Siglo XX. Su estilo
consiste de (1) todos los recursos impresionistas pero
menos uso de la escala de tonos enteros y más del acorde de
undécima que Debussy; (2) mayor claridad y simplicidad de
forma; (3) importante desarrollo del color orquestal; (4)
uso prevalente de ritmos, armonías y color españoles; (5)
uso moderado de la disonancia; (6) gusto por las formas y
estilos barrocos (derivados de Couperin, Rameau, etc.); y
(7) uso moderado de la politonalidad. Medios: escribió
todo tipo de música para orquesta, piano, dos conciertos
para piano (uno para la mano izquierda sola), música de
cámara y el ballet “Dafnis y Cloé”. Entre sus obras más
interpretada se cuentan “Mi Madre la Oca”, “La Tumba de
13. Couperin”, “La Valse” y el “Bolero”.
Albert Roussel. - (1869-1937) fue, en términos generales,
más progresista que Ravel. Su estilo es ecléctico, con
elementos impresionistas y contrapuntísticos y una
manifiesta influencia de Stravinsky, lo mismo que de sabor
Oriental, seguramente adquirido en sus tantas visitas al
Oriente durante su servicio a la Armada Francesa. Después
de 1910 las disonancias armónicas y los elementos
contrapuntísticos se hicieron más prominentes en su música.
Roussel escribió una ópera-ballet oriental titulada
“Padmavati”, tres poemas sinfónicos bajo el título de
“Evocaciones”, mucha música de cámara y canciones.
Erik Satie. - (1866 – 1925) es notable principalmente por
su humorística sátira en contra de los músicos y las
personas que se toman la música con demasiada seriedad.
Utilizó títulos grotescos para sus piezas (p.ej. “Pieza en
forma de pera”, “Miradas desagradables”, etc.). En un
comienzo empleó la politonalidad y la atonalidad, aunque no
son rasgos consistentes de su estilo. Satie ejerció una
enorme influencia en el grupo de compositores franceses
conocido como “Los Seis”. Su obras son más que todo para
piano, aunque también escribió algo de música orquestal,
para ballet, y canciones.
Los Seis. – Un grupo de seis compositores franceses se hizo
notar en la década de los 20 como la vanguardia de la
música francesa. Ellos fueron: Milhaud, Honegger, Poulenc,
Auric, Durey y Tailleferre. Erik Satie fue su líder, aunque
no perteneció al grupo, y Jean Cocteau fue vocero del
mismo. Su música se caracteriza por su modernismo,
politonalidad e influencias del jazz.
Darius Milhaud . – (1892 - 1974) es tal vez el más
prominente, ciertamente el más prolífico de Los Seis.
Introdujo escenas dramáticas cortas llamadas “Operas al
minuto”. Se familiarizó con los ritmos del Brasil cuando
viajó a este país en misión diplomática; posteriormente se
trasladó a los Estados Unidos. Su estilo se caracteriza
por: (1) influencia del jazz americano y los ritmos
sudamericanos; (2) politonalidad; (3) estilo poliarmónico;
(4) influencia del primitivismo de Stravinsky (Ref. “La
creación del mundo”; (5) ciertos aspectos neoclásicos.
Escribió mucho para el teatro (música incidental, ballet,
ópera, etc.), piezas orquestales, sinfonías, un ballet
cómico titulado “El Buey sobre el Tejado”, donde hace uso
14. de los ritmos tanto sudamericanos como americanos, y un
ballet, “La creación del mundo”, donde se aprecian ritmos
de blues, escrito antes de la famosa rapsodia de Gershwin.
Arthur Honegger (1892 – 1955), aunque de origen suizo,
pertenece a “Los Seis” y es el único compositor prolífico
del grupo. La influencia linear de Schönberg es evidente
en su música aunque Honegger no utiliza el sistema
dodecafónico. Su música es a menudo politonal con armonías
disonantes. Escribió música para el teatro, ballets, música
incidental y obras orquestales. Se lo conoce
principalmente por su “Pacific 231” y un oratorio moderno
titulado “El Rey David”.
Otros compositores de la moderna escuela francesa son: Paul
Dukas, conocido por la magnífica orquestación de su cuento
narrado “El Aprendiz de Brujo”, Florent Schmitt, Jacques
Ibert y Edgar Varèse, entre otros. Este último figura
entre los compositores norteamericanos.
RUSIA ocupa un lugar importante en el alejamiento del
romanticismo del Siglo XIX, en parte debido al creciente
espíritu nacionalista de este país. El estilo de la música
rusa viene marcado por su folclor y los compositores rusos
han contribuido a las innovaciones en términos de
orquestación y armonía. Bajo el régimen soviético hubo un
incremento en la música escrita para el proletariado, lo
que redujo la distancia entre el compositor y su público.
Los rusos también han sido líderes y han hecho aportes de
gran importancia al ballet del Siglo XX.
Modesto Moussorgsky (1835 – 1881) y Nicolai Rimsky-Korsakov
(1844 – 1908) se encuentran en el umbral del modernismo y
son los compositores más importantes del grupo que se
tituló “Los Cinco” (algo equivalente a Los Seis de
Francia), que se apartó del romanticismo. Aunque su música
sigue siendo básicamente romántica, la fuerte
individualidad y las no menos fuertes tendencias
nacionalistas son factores importantes de su estilo. La
brillante paleta orquestal de Rimsky-Korsakov ha sido su
contribución más importante a la música moderna. Escribió
óperas, obras sinfónicas (de las cuales la más famosa es
“Scheherazade”) y un texto sobre orquestación. Moussorgsky,
por su parte, empleó armonías atrevidas y muy personales.
Su obra maestra es la ópera “Boris Godunov”. También
escribió varios ciclos de canciones, entre ellos dos
titulados “Sin Sol” y “Canciones y Danzas de la Muerte”.
15. Alexander Scriabin (1872-1915) puede considerarse como uno
de los pioneros en las propuestas radicales del modernismo.
Su principal innovación fue el empleo de acordes
construidos sobre cuartas, especialmente el llamado “acorde
místico” (p.ej C-F#-Bb-E-A-D) que él empleó en el poema
sinfónico “Prometeo” y en todas sus piezas del Opus 60, con
el resultado de un alejamiento de la tonalidad tradicional,
propio del Siglo XX. Sus primeras obras muestran una
transición de los estilos románticos (con influencia de
Chopin, Liszt y Wagner) a través del impresionismo, que
influye en su obra media, hasta llegar a un estilo más
individualista y radical. El misticismo es un rasgo
importante en la música de Scriabin, quien llegó a
interesarse en un “órgano de colores” para demostrar la
afinidad entre la música y el color. La ambición de toda
su vida fue alcanzar una síntesis completa de todas las
artes. De su obra se desatacan dos trabajos orquestales:
“El poema del éxtasis” y “Prometeo, poema del fuego”, pero
también su obra para piano, que comprende 10 sonatas, 8
ciclos de preludios, 24 estudios y 6 impromptus.
Igor Stravinsky (1882 – 1971). Para muchas personas el
nombre de Stravinsky es sinónimo de música moderna. Tal
vez esto se justifique debido al tremendo impacto que tuvo
su música hacia 1910, ya que su producción de entonces
representaba todas las características del rechazo al
romanticismo. Su música se divide en dos períodos bien
diferenciados: el primero, hasta cerca de 1920, distinguido
por su dinamismo, y su período neo-clásico desde 1920 en
adelante. Veamos primero su estilo dinámico: hasta más o
menos 1920 la música de Stravinsky muestra una tendencia
progresiva hacia: (1) una brillante y moderna orquestación
con un tratamiento percutivo del piano; (2) armonía
altamente disonante; (3) politonalidad; (4) fuertes ritmos
percutivos; (5) frecuentes cambios de tiempo o acentos en
sitios extraños del compás; y (6) poco énfasis en el
desarrollo melódico. Las características de su período
neoclásico comprenden: (1) simplificación de la textura;
(2) economía de la orquestación; (3) desarrollo de un
estilo más contrapuntístico; (4) menos armonías extremas y
tonalidad más convencional; (5) una mayor claridad en la
forma. Lo más conocido de su obra son sus ballets.
Del primer período de Stravinsky citemos sus “Fuegos
Artificiales”, escrito con ocasión del matrimonio de la
hija de Rimsky-Korsakov; “El Pájaro de Fuego”, ballet en el
16. que se nota la influencia de su maestro, Rimsky; además,
“Petrouchka”, “La Consagración de la Primavera” y “Las
Bodas”, donde comienza a apartarse de este primer estilo; a
su época neoclásica corresponden; “La historia del
soldado”, “Pulcinella”, basado en temas y estilos desde
Pergolesi, el “Octeto” para instrumentos de viento,
“Oedipus Rex”, una ópera-oratorio, “Apollon Musagètes”, “El
Beso del Hada”, ballet basado en temas de Tchaikovsky, “La
Sinfonía de los Salmos” para coro y orquesta, y “Partida de
Cartas”. Entre sus composiciones posteriores se cuentan
“Los Robles de Dumbarton”, concierto para 16 instrumentos;
las “Danzas concertantes”, el “Concierto de Ebano” para
clarinete y banda de swing y otras más.
Sergei Prokofiev (1891 – 1953). – Tal vez ningún otro
compositor ruso moderno ha tenido ese éxito inmediato con
el público como en el caso de Prokofiev. Su estilo
individualista y colorido puede resumirse en lo siguiente:
(1) es objetivo; (2) es neoclásico por la claridad de su
forma y textura; (3) usa el contrapunto rara vez pero de
manera efectiva; (4) le agradan los cambios abruptos y las
tonalidades remotas (multitonalidad) con algo de
bitonalidad; (5) su estilo melódico es angular o diatónico,
fluido y cantabile; (6) usa preferiblemente tiempos
regulares de cuatro por cuatro y ritmos regulares
periódicos; (7) su estilo armónico es ácido, disonante,
pero no excesivamente; (8) su música es característicamente
aguda y humorística. En sus obras encontramos música para
piano, para orquesta (tal vez lo más conocido es su
“Sinfonía Clásica”), un cuento infantil titulado “Pedro y
el Lobo”, conciertos para piano y violín, música para
ballet (“Chout”, “La Cenicienta”), óperas (“El amor por
tres naranjas” y “La guerra y la paz”), lo mismo que una
lista impresionante lista de pizas de cámara y vocales.
Dmitri Shostakovitch (1906 – 1975) representa, más que
otros, el punto de vista de la Rusia soviética aunque él,
al igual que otros compositores de la Unión Soviética,
fueron denunciados periódicamente por el Politburó por
escribir “música burguesa y capitalista” pero, a pesar de
las limitaciones impuestas, su estilo es personal,
caracterizado por; (1) objetividad; (2) negación de lo
romántico místico y sombrío; (3) uso de temas del siglo XX
con un tratamiento satírico (p.ej. su ballet “La Edad
Dorada”, que es una sátira al capitalismo); (4) uso de
formas sinfónicas convencionales con el scherzo en el
segundo movimiento; (5) inversión del orden de temas en la
17. recapitulación de la forma sonata-allegro; (6) uso de
tiempos dobles (el tiempo triple lo emplea casi siempre en
tonalidades menores o para caricaturizar el vals); (7) una
de sus figuras rítmicas favoritas es la de una corchea
seguida por dos semicorcheas (o oo); (8) sus primeros temas
son muy rítmicos, esencialmente diatónicos y con
ornamentación cromática; (9) angularidad del material
temático; (10) modulaciones inesperadas; (11)
instrumentación individualizada; (12) división de las
cuerdas y efectos especiales, p.ej. uso del glissando; (13)
explotación de los registros alto y bajo; (14) uso
independiente de la percusión; (15) uso del piano en obras
orquestales; (16) uso del punto de pedal invertido, trémolo
en las cuerdas altas; (17) amplio uso de escalas; y (18)
estilo individualista del piano: percutivo y con registros
extremos. La obra de Shostakovitch está presente en todos
los medios, principalmente la sinfonía, la ópera y el
ballet. Entre sus obras más conocidas pordemos citar “La
nariz”, ópera basada en una pieza teatral de Gogol; “La
Edad Dorada”, ópera; “Lady Macbeth del Distrito de Mzensk”,
nueve sinfonías, siendo las más conocidas la primera y las
últimas cuatro; una suite para orquesta de jazz y una
reorquestación del Boris Godunov de Moussorgsky.
Música coral y religiosa. – Hacia finales del Siglo XIX y
primera mitad del XX se ha escrito mucha literatura coral
interesante en Rusia, a lo cual han contribuido las
sociedades corales, como la de los Cosacos del Don, y
también por el énfasis que le pone la Iglesia Ortodoxa
Griega a la música. La música de la iglesia rusa es de una
profunda atmósfera religiosa que recuerda el estilo “a
capella” de la música eclesiástica del Renacimiento.
Algunos compositores de este período son Alexander
Archangelsky, Alexander Kastalsky y Alexander Grechaninov.
Rusia ha desarrollado una importante escuela musical
durante el siglo XX. Otros compositores de mención
surgidos de ella son Myaskovsky, Glazunov, Glière,
Ippolitov-Ivanov, Tcherepnin, Kabalevsky y A.
Khatchaturian, compositor armenio.
AUSTRIA Y ALEMANIA. - En términos generales ha habido un
sensible declinar de música creativa en Alemania durante la
primera mitad del Siglo XX, preocupado como estaba el país
con la agresión militar y debido a que el desarrollo
cultural no era parte esencial del régimen Nazista. Las
innovaciones más importantes han venido de Austria en los
18. adelantos sobre atonalidad.
Schönberg y la Atonalidad. – Ciertamente una de las figuras
más influyentes del Siglo XX es Arnold Schönberg (1874 –
1951). Aunque su música no ha gozado de mucha popularidad,
sí ha influido enormemente en el estilo de composición y la
técnica de interpretación actuales. Las primeras obras de
Schönberg son de corte post-wagneriano, con influencia de
Mahler (“Noche Transfigurada”). En la primera década del
Siglo XX el estilo de Schönberg se inclina hacia la música
atonal (las “Gurre-Lieder”).
El sistema dodecafónico. - Ideado por Schönberg, es un
recurso técnico para llegar a la atonalidad. Parte de que
existe una igualdad tonal de los doce tonos de una octava.
Cualquier sugerencia de tonalidad debe evitarse a toda
costa. Una composición dodecafónica se basa en una serie
melódica compuesta por esos doce tonos en los cuales se
divide una octava. Está construida de tal manera que no
haya ninguna sugerencia de acorde o relación tonal. Esta
serie, que no es un tema en el sentido ordinario de la
palabra, no se reduce a los límites de una octava. No se
puede repetir una nota en una voz dada antes de que se haya
tocado todas las notas. La serie puede someterse a
infinitos cambios rítmicos y se puede alterar melódicamente
de varias maneras: (1) por transposición de un tono de la
serie una o más octavas arriba o abajo; (3) por inversión;
(4) por retrogradación (tocar la serie al revés); (5) por
retrogradación de 2, 3, 4 o 6 (p. ej. retrogradación por
dos significaría tocar la serie original en el orden de 2 1
4 3 6 5, etc.); o (6) por combinación de los recursos
anteriores. Una misma composición puede emplear dos series
diferentes de tonos.
El estilo de Schönberg. – Otros elementos en el estilo de
Schönberg, resultantes del sistema dodecafónico son: (1)
extrema angularidad de la línea melódica; (2) saltos de
intervalos disonantes (disonancia melódica); (3) oscuridad
formal; (4) uso extremo de la disonancia (no se permite
consonancia porque sugiere tonalidad); (5) textos medio
hablados, medio cantados en la música vocal; (6) gusto por
temas mórbidos (“Pierrot lunaire”).
Críticas al sistema de Schönberg. – En su intento de
apartarse de toda práctica convencional en la música el
sistema dodecafónico es, desde un punto de vista estético,
un arte más negativo que positivo. Es una negación de la
19. tonalidad, de la progresión armónica, de la consonancia y
de la claridad formal, sin suficientes elementos positivos
que reemplacen a éstos. El sistema de la serie tonal le da
cierta oscura unidad a la música pero esa unidad es más
teórica que práctica, ya que incluso un músico no puede
aprehender su construcción con sólo escuchar la músic: se
necesita hacer un análisis técnico partitura en mano para
saber qué está ocurriendo. Y, debido a las arbitrarias y
severas limitaciones del sistema, adolece de una objetable
monotonía.
Principales obras de Schönberg. – “Noche Transfigurada”,
poema sinfónico neo-romántico; “Gurre-Lieder” para
solistas, orquesta y coro; “El jardín colgante”, ciclo de
canciones; “Pierrot lunaire”, para voz y cinco instrumentos
combinados de manera variada sobre veintiun versos de
Albert Giraud. Schönberg también tiene un número
considerable de piezas para piano, música de cámara, entre
ella cuatro cuartetos para cuerda y “Un sobreviviente de
Varsovia”, cantata para narrador, coro y orquesta.
Otros Compositores de la Escuela Vienesa: Los discípulos de
Schönberg conformaron lo que se llamó Escuela Vienesa. Sus
principales representantes son Anton Webern, quien escribió
canciones, música de cámara y algunas obras orquestales;
Alban Berg, conocido principalmente por la atonal “Wozzek”,
una “Suite Lírica” para cuarteto de cuerdas y su concierto
para violín titulado “A la memoria de un ángel”, en el que
emplea libremente la técnica dodecafonista; Ernst Krenek
quien, luego de abandonar el sistema es recordado por su
ópera de jazz “Jonny Spielt Auf”, además tiene un número
considerable de composiciones para piano, música de cámara,
algunas cantatas y cinco sinfonías; y Egon Wellesz,
musicólogo y compositor que también abandonó el sistema
dodecafónico.
Richard Strauss (1864-1949) pertenece a los finales del
Siglo XIX y primeras décadas del XX. Prácticamente
abandonó la composición en sus últimos treinta años. Su
estilo puede clasificarse como neoromántico debido a su
gusto por las orquestas enormes y su masiva, aunque
colorida y brillante orquestación. Su estilo armónico y
melódico pertenece al Siglo XX, sin llegar a los extremos
de Schönberg y Stravinsky. Su obra está costituida más bien
por poemas sinfónicos (mencionados en otra parte de este
texto) y algunas óperas: “Salomé”, “El Caballero de la
Rosa”, “Elektra” y “La Mujer sin Sombra”, además de
20. canciones.
Paul Hindemith (1895-1963) ha contribuido al modernismo con
el contrapunto moderno neoclásico y música funcional. Es
sin duda uno de los principales compositores de la primera
mitad del Siglo XX. Su estilo es: (1) esencialmente
contrapuntístico; (2) armónicamente disonante, como
resultado de la independencia melódica; (3) a menudo
melódicamente angular con saltos disonantes; (4)
básicamente tonal en el sentido de que comienza y termina
en una tonalidad, aunque oscurecida desde el principio por
el empleo de tonalidades remotas; (5) neoclásico en su
economía de material y claridez de textura.
Obras.- Las principales son las óperas “Cardillac” y
“Neues von Tage”, el ciclo de canciones “Marienleben”, otra
ópera, “Mathis der Maler” más conocida en su forma de suite
sinfónica, mucha música de cámara, piezas de concierto, el
ballet “Nobilissima Visione” sobre la vida de San Francisco
de Asís, el “Tema con Variaciones sobre los Cuatro
Temperamentos” para cuerdas y piano y otras más.
Ernest Bloch.- (1880-1959), suizo pero educado en el estilo
alemán, es uno de los compositores más importantes de
música judía. Su estilo es notable por los libres
elementos rítmicos y el frecuentes cambio de tiempo. Sus
formas son libres, rapsódicas y no se atienen a estructuras
sinfónicas convencionales. Su música tiene definitivamente
una cualidad romántica y se encuentran muchos elementos
judíos en las construcciones armónicas y melódicas. Sus
principales obras son: el poema sinfónico “Tres poemas
judíos”, la sinfonía con voces “Israel”, la rapsodia
“Schelomo” para violoncelo y orquesta y otras más.
Kurt Weill (1900-1950) se conoce principalmente por sus
óperas, la más conocida de las cuales es la “Opera de los
Tres Peniques”, basada en la Opera del Mendigo, de Gay. Su
estilo combina elementos del expresionismo con ritmos
tomados del lenguaje del jazz. Mencionemos finalmente a
Ernest Toch (1887-1964), también alemán, quien escribió
mucha música para piano y de cámara, óperas, música para el
cine y radioteatro. Entre sus obras están “La flauta
china” para orquesta de cámara y soprano; “Hyperion”, “Un
preludio dramático” para orquesta y otras más.
INGLATERRA.- Este país, que no se destacó entre las
naciones de liderazgo musical desde los tiempos isabelinos,
21. sí lo ha hecho en el Siglo XX. Ha surgido un interés por la
música nacional y por las formas sinfónicas, encabezado por
Cecil Sharp (1895-1924), quien coleccionó más de 2800
canciones folclóricas de Inglaterra y Estados Unidos.
Ralph Vaughan Willliams (1872-1958) es uno de los
compositores más importantes del Siglo XX en Inglaterra.
Los principales elementos de su estilo son: (1) extenso uso
de la neomodalidad (p.ej. en su “Fantasía sobre un Tema de
Tallis” ; (2) extenso uso de material y estilo folclóricos;
(3) algo de paralelismo; (4) relaciones cruzadas
ocasionales; y (5) cierto uso de disonancias extremas.
Obras: Ha escrito una considerable cantidad de música
coral, obras orquestales, sinfonías (incluyendo la
“Sinfonía de Londres”), música de cámara y ciclos de
canciones.
Gustav Holst (1874-1934) adoptó un lenguaje propio del
Siglo XX pero es individualista y de gran creatividad
melódica. Durante cierto tiempo se sintió inclinado hacia
los textos sánskritos que inspiraron algunas de sus obras.
Emplea motivos reiterados y frecuente quasi-ostinato, lo
mismo que tiempos inusuales (cinco por cuatro, siete por
cuatro, etc.) y a veces omite la barra de compás. Tiene una
marcada inclinación al misticismo en la música. Su obra
más conocida es la suite sinfónica titulada “Los Planetas”.
También escribió piezas para bandas militares, música coral
sagrada y profana y muchos arreglos folclóricos.
(Sir) Arnold Bax (1883-1953) fue un prolífico compositor
desde sus tiempos de juventud. Su música muestra la
influencia del folclor irlandés y su estilo es
predominantemente neoromántico, diatónico y rico en
diversidad armónica. Compuso en todos los medios
prácticamente y también ha hecho arreglos de canciones
folclóricas inglesas y francesas. Su principal
contribución ha sido a la música coral, orquestal y de
cámara.
Frederick Delius (1863-1934) no fue progresista ni
nacionalista. Tiene un estilo ecléctico, con influencias de
diversas procedencias: (1) del negro americano, gracias al
tiempo que residió en la Florida como agricultor de
naranjas; (2) del impresionismo francés; (3) del
romanticismo alemán, debido a sus estudios en Leipzig; (4)
de Escandinavia, debido a sus viajes por la región norte.
De todas éstas el impresionismo es la más evidente. Su obra
22. comprende óperas, poemas sinfónicos, obras corales y
algunas canciones y música de cámara.
(Sir) Benjamin Britten (1913-1976) es seguramente el
compositor más popular de mediados del Siglo XX; aunque ha
escrito para muchos medios, incluyendo el cine, es más
conocido por sus obras dramáticas, las óperas “Paul
Bunyan”, “Peter Grimes”, “The Rape of Lucretia”, una
versión de “The Beggar´s Opera” y “Billy Budd”.
La lista de compositores británicos importantes en el Siglo
XX es abundante. Mencionemos sin embargo los nombres de
Granville Bantok, (Sir) Edward Elgar, Cyril Scott, Frank
Bridge, Arthur Bliss, William Walton y Constant Lambert.
ITALIA.- Desde el Siglo XVII Italia no se ha vuelto a
distinguir como innovadora en el campo de la música. En el
Siglo XIX la ópera, en la que los italianos sí llevaron la
bandera de este género al estilo italiano, opacó cualquier
otro intento de creatividad en otros medios. No obstante
en el Siglo XX ha habido algunos esfuerzos de compositores
que han logrado, a partir de su propia historia musical,
hacer algunas contribuciones en la música y en el campo de
la musicología.
Ferruccio Busoni (1866-1924): maestro, compositor,
pianista, crítico, editor y arreglista, ha ejercido una
influencia importante en el pensamiento musical, tanto en
su país como en el exterior. Tiene ideas originales,
auncuando continúa siendo básicamente un romántico.
Ottorino Respighi (1879-1936) es el más importante de los
modernistas italianos, con su estilo personal, que le
presta atención al diseño estructural. Utiliza una moderna
paleta orquestal con inclinaciones impresionistas. Ha
empleado algo del canto gregoriano en su producción
musical. Es conocido principalmente por sus obras
orquestales “Los pinos de Roma”, “Las fuentes de Roma” y su
ópera “La Campana sommersa, Semirama”, además de canciones
y obras de cámara.
Ermanno Wolf-Ferrari (1876-1948) representa la continuación
de la tradición operática del verismo en el Siglo XX. Su
obra más conocida es tal vez la ópera “Las Joyas de la
Madonna” y otras más escritas a la manera buffa.
Otros compositores italianos son Francesco Malipiero,
23. Alfredo Casella, Ildebrando Pizzetti y Gian Carlo Menotti.
HUNGRIA.- El nacionalismo húngaro del Siglo XIX se vio
representado en la creación de Franz Liszt y sus rapsodias
húngaras, pero no fue sino hasta el XX cuando este país
recibió el reconocimiento mundial, gracias a la aparición
de importantes compositores modernistas.
Béla Bartók.- (1881-1945) es uno de los principales nombres
en la música progresista, lo mismo que uno de los
principales líderes de la música nacionalista húngara.
Recogió más de 6000 canciones de origen magyar, eslovaco y
rumano y estudió profundamente su música. Su estilo está
coloreado por el folclor, aunque es decididamente personal
y original. Sus primeras obras están influenciadas por
Brahms y posteriormente por el impresionismo. Más adelante
se pueden ver trazos de Schönberg y Stravinsky. Es
neoclasicista hasta cierto punto (p. ej. en el manejo
contrapuntístico de su primer concierto para piano). Los
aspectos más llamativos de su estilo son sus ritmos
percutivos, dinámicos y a menudo intrincados, derivados de
los patrones de las danzas húngaras. También es progresista
en su empleo de la armonía politonal y ásperas disonancias.
Su estilo armónico igualmente muestra la influencia de la
modalidad húngara. Bartók tiene un buen sentido de la
estructura formal. Obras: Bartók escribió para una
variedad de medios; tiene obras orquestales, conciertos,
música para piano, de cámara y coral. Debe mencionarse su
método “Mikrocosmos”, en el que se revelan los principales
aspectos de su moderno estilo húngaro. También se deben
mencionar sus 24 dúos para dos violines, una sonata para
dos pianos y percusión, 1 concierto para violín, varios
para piano y obras dramáticas, entre ellas la ópera “El
Castillo de Barba Azul”, “El Mandarín Prodigioso” y “El
Príncipe de Madera”. Sus cuartetos para cuerdas son
importantes en el estudio de este tipo de ensamble.
Ernst Dohnányi (1877-1960) es más conservador y menos
nacionalista que Bartók y Kodály. Su estilo es personal y
más inclinado al Siglo XIX que al XX. Entre sus obras se
encuentran algunas para orquesta, música de cámara y para
el piano. Típicas de su estilo son las “Variaciones sobre
una canción de cuna” y su “Suite orquestal en F sostenido
menor”.
Zoltan Kodály (1882-1967) fue colega de Bartók en el
trabajo investigativo sobre la música húngara y exploración
24. de sus posibilidades. Su estilo es definitivamente
nacionalista, con un talento especialmente melódico, unido
a una expresión concisa y gusto por lo pintoresco. Su
mayor contribución se encuentra en la música de cámara,
además de otras obras. Se lo recuerda especialmente por su
método de estudio de la música, muy empleado en las
escuelas modernas.
ESPAÑA.- En la música española del Siglo XX también se
manifiesta un fuerte sentimiento nacionalista. Hay poca de
carácter ultramoderno, más bien con tendencia hacia lo
romántico o impresionista. Al igual que en Italia, ha
habido un despertar del interés por la música española del
pasado.
Manuel De Falla (1876-1946) es el más importante compositor
español del Siglo XX y, aunque no utiliza melodías
folclóricas en su música, el elemento folclórico es muy
pronunciado. Ha asimilado los estilos de Cataluña,
Andalucía y otras regiones de su país. Un patrón melódico
característico de la cadencia andaluza (A G F E – o si nó
A G# F E) es frecuente en su música, lo mismo que el modo
frigio. Se percibe alguna oscuridad tonal dentro de un
estilo regularmente tonal. Frecuentemente modula a una
tonalidad de una tercera menor por debajo de la tónica en
la cadencia final. El ritmo es muy importante en la música
de De Falla y, además de los patrones rítmicos españoles,
emplea poliritmos y otras complejidades rítmicas. Sus
melodías por lo general se desenvuelven dentro de un
registro estrecho. Su estilo orquestal se deriva de la
escuela francesa moderna con ciertos rasgos impresionistas.
Entre sus obras se destaca el drama lírico “La Vida Breve”,
“El Sombrero de Tres Picos” (ballet arreglado como suite
orquestal), “Noches en los Jardines de España” para piano y
orquesta, un concierto para clavecín y flauta, oboe,
clarinete, violín y violoncello y muchas piezas de cámara,
piano y canciones.
Felipe Pedrell (1841-1922) es el musicólogo español más
importante, no solamente por sus investigaciones del
folclor nativo, sino porque editó publicaciones modernas de
las obras de Victoria, Morales, Milán y otros músicos.
También fue maestro y orientador de la escuela nacionalista
española de la cual surgieron músicos de la talla de
Albéniz y De Falla.
Otros compositores españoles son: Isaac Albéniz, romántico
25. impresionista; su obra más conocida es la “Suite Iberia “
para orquesta. También escribió mucha música para piano;
Enrique Granados, también compositor al estilo del Siglo
XIX, con música típicamente española; su obra más popular
es la ópera “Goyescas”, basada en una serie anterior de
piezas para piano.
FINLANDIA.- Jean Sibelius (1865-1957) puede ser
considerado como uno de los grandes compositores del Siglo
XX. Aunque no hace empleo directo de la música folclórica
finlandesa, es básicamente romántico en su naturaleza
subjetiva e inclinación programática. Es individualista y
no ha seguido las corrientes innovadoras del siglo. Entre
sus rasgos estilísticos se distinguen: (1) el uso de
motivos cortos más que de material extendido melódicamente,
salvo en algunos casos; (2) tratamiento del ostinato,
reiteración incesante de un tema o motivo corto; (3)
melodías que parecen gravitar en torno al tercer grado de
la escala; (4) armonías rígidas, no extremadamente
disonantes; (5) un recurso favorito son los crescendos
inesperados, generalmente en los metales, seguidos por un
abrupto silencio; (6) uso prominente de los timbales; (7)
sus sinfonías y poemas tonales muestran un inusual sentido
formal que rara vez se conforma a estrictas estructuras
sinfónicas; (8) toda su música transmite una melancolía
contemplativa. Su obra sinfónica es la más conocida, sobre
todo el poema sinfónico “Finlandia”.
ARGENTINA.- El Siglo XX ha visto un interés creciente por
la música en América Latina, lo que ha llevado a un
desarrollo de la educación musical en los países de esta
parte del continente. Los estilos, como regla general,
siguen líneas europeas combinadas con rasgos indigenistas.
En la Argentina los compositores más destacados han sido
Alberto Williams y, sobre todo, Alberto Ginastera.
BRASIL.- En su música se combinan elementos portugueses,
españoles, africanos y nativos, de los cuales el africano
parece ser el más fuerte. En en Siglo XIX ya hubo algunos
compositores, como José García, compositor de música
religiosa y Francisco Manuel, fundador del Conservatorio de
Rio de Janeiro; pero el compositor más importante de toda
América Latina es Heitor Villa-Lobos (1887-1959), muy
prolífico, con más de 1400 obras a su haber, en un estilo
algo disparejo pero altamente original y nacionalista. Muy
conocidos son sus “choros”, lo mismo que “Momo precoce”, un
trabajo para piano y orquesta y las famosas “Bachianas
26. brasileiras”, que comprenden cinco suites para diversos
ensambles instrumentales.
Otros compositores de América Latina.- En Chile: José
Zapiola; en Colombia; Guillermo Uribe Holguín (aunque el
tema de Colombia se comentará en un documento aparte); el
el Perú Daniel Alomias Robles; en Venezuela Vicente Emilio
Sojo; en México, Carlos Chávez, dirigido hacia el
nacionalismo de su país. Entre sus obras se pueden
mencionar “Los Cuatro Soles”; Manuel Ponce y Silvestre
Revueltas también son mexicanos.
ESTADOS UNIDOS.- Este país se ha convertido en una de las
naciones líderes en el campo de la música a nivel mundial.
Aunque no ha producido compositores de la talla de un
Stravinsky o Hindemith, sí los hay muy prominentes y el
creciente interés hacia los compositores norteamericanos
puede deberse lo siguiente; (1) los directores incluyen
cada vez más composiciones americanas en sus programas; (2)
la creación de gremios que estimulan una música de carácter
nativo; (3) el otorgamiento de becas, premios y fundaciones
para estimular el talento.
Nacionalismo en los Estados Unidos.- No existe un
nacionalismo como tal en los Estados Unidos, no hay un
estilo indigenista, no tiene un estilo propio, pero hay una
variedad de complejos estilos heterogéneos, por varias
razones; (1) la influencia europea, cuyas fuertes
tradiciones han impedido un estilo americano indigenista.
La llegada de músicos, directores, compositores y
profesores europeos al país en el Siglo XIX y principios
del XX tiene mucho que ver. Hasta hace relativamente poco
tiempo existía la noción de que músicos y compositores
debían recibir su entrenamiento en Europa para poder
adquirir una sólida educación musical. Los productos de las
excelentes escuelas y conservatorios norteamericanos han
abolido este concepto erróneo; (2) el eclecticismo
infundido por las diversas innovaciones musicales, como el
impresionismo, la atonalidad, el clasicismo, la escuela
francesa, etc.; (3) el individualismo norteamericano ha
contribuido su parte en contra de un estilo nacional
uniforme; (4) la escasez de música folclórica nativa, ya
que debido a la juventud del país y la heterogeneidad de
sus gentes, no hay una música folclórica estadounidense; en
lugar de ésta han surgido las composiciones de Stephen
Foster, las canciones de vaqueros, la música del indio
americano (de poca influencia en la composición) y la
27. música afro americana, la de mayor influencia.
El jazz- El único desarrollo verdaderamente americano es el
jazz, con mucha influencia, tanto de compositores
extranjeros como nacionales. Aunque se ha extendido, el
jazz no constitutye un estilo americano, sino un elemento,
ciertamente digno de estudiar por lo complejo de sus
orígenes.
Compositores americanos (estadounidenses) .- El Siglo XX ha
producido una enorme cantidad de compositores
estadounidenses, imposibles de abarcar en esta síntesis por
lo cual será muy incompleta:
Charles Ives (1874-1954).- Es capaz de expresarse en varios
estilos; es en gran parte un músico amateur autodidacta
que ha experimentado con las innovaciones de otros
compositores como Stravinsky y Schönberg: poliarmonías,
poliritmos, disonancia, atonalidad, cambios de tiempo,
ritmos de jazz, todo esto al lado de otros elementos
conservadores. Ha escrito sinfonías, obteniendo el Premio
Pulitzer por su Tercera. Tiene además piezas orquestales
para diversas combinaciones de instrumentos, un cuarteto de
cuerdas, música de cámara y obras para coro.
Edgard Varèse (1886-1965), nacido en Francia. Tiene un
estilo duro, con énfasis en la percusión, fragmentación
melódica y descuido por la claridad estructural.
Orquestación colorida y peculiar uso de los tiempos, p. ej.
tres por cuatro y medio .
Walter Piston.- (1894-1976) emplea mucha música atonal con
ritmos vigorosos, cuartas aumentadas y séptimas mayores,
evitando deliberadamente las relaciones de tónica-dominante
en su armonía. Su expresión es directa y es muy inclinado a
la escritura contrapuntística. Ha escrito obras para
orquesta, sinfonías, coro y música de cámara, además del
ballet “El flautista increíble”. Es autor del tratado
“Armonía, contrapunto y orquestación”.
George Gershwin (1898-1937).- representa el eslabón entre
el Tin Pan Alley y la sala de concierto. Muy conocido por
sus éxitos en Broadway. Hace mucho uso del lenguaje
jazzístico, de lo cual son ejemplo su “Rapsodia en Blue”,
“Un Americano en París”, su concierto para piano y la ópera
“Porgy and Bess”.
28. Roy Harris (1898- ?) ha gozado de gran aceptación entre el
público, quien lo ha considerado a veces como “el”
compositor americano. Su obra pertenece más bien al campo
orquestal, coral y de cámara. Mencionemos “When Johnny
Comes Marching Home”, “Old Black Joe”, sus Quinta y Sexta
Sinfonías y el “Concierto de Cumberland”.
Aaron Copland (1900-1990).- Es uno de los más importantes
compositores estadounidenses y ha escrito mucha música para
el cine, el teatro, el ballet y la radio. Entre sus obras
más conocidas se cuentan el “Salón México”, “Appalachian
Spring” y “Quiet City”, esta última para trompeta, corno
francés y cuerdas.
Samuel Barber (1910-1981).- se ha dado a conocer,
curiosamente, por el movimiento lento, “Adagio” de su
cuarteto para cuerdas, que se ejecuta muchas veces de
manera independiente, aunque tiene otros trabajos
importantes como su “Sinfonía en un movimiento”, el
“Concierto Capricornio” y “Knoxville”, para soprano y
orquesta.
Gian Carlo Menotti (1911- ?), nacido en Italia, es el más
importante compositor de óperas americano. Mencionemos
solamente “Amelia al Ballo”, “The Old Maid and the Thief”,
“The Telephone” (ópera buffa) y la ópera infantil “Amahl
and the Night Visitors”.
Leonard Bernstein (1918-1990), pianista, director de
orquesta, educador y compositor de música seria y exitosos
musicales, es una de las figuras más prominentes en el
campo de la música en los Estados Unidos. La obra que lo
lanzó al conocimiento público fue la música para el musical
de Broadway y posterior película “West Side Story”, si bien
Bernstein hubiera preferido ser recordado por otras
diferentes, de corte más serio como la “Jeremiah Symphony”
y los ballets “Fancy Free” y “Facsimile”.
Además de los compositores mencionados pertenecen a este
numeroso grupo otros nombres distinguidos como los de
Charles Loeffler, Charles Griffes, Howard Hanson, Virgil
Thomson, Henry Cowell, Quincy Porter, Randal Thompson, Paul
Creston, Morton Gould, Elliott Carter, Norman Dello Joio,
John Cage y muchos otros.
XXX LA MUSICA EN COLOMBIA EN EL SIGLO XX