4. El término música tiene su origen del
latín “música” que a su vez este se deriva del
término griego “mousike” que hacía referencia a
la educación del espíritu. Y asi muchas personas
podrían dar su propia definición acerca de la
música pues todos estamos en contacto con ella y
tenemos nuestras propias experiencias. Pero si algo
está claro es que la música es el arte de mezclar
sonidos y silencios.
5. La música al igual que el
cerebro cuenta con un
ritmo y ondas, en el
cerebro es cuando las
neuronas tienes choques
eléctricos y en la música la
combinación de sonidos y
silencios. Los sonidos, a su
vez, pueden ser infinitos, ya
que es posible trabajar con
ilimitadas variaciones de
duración, intensidad, altura
o timbre.
La música y las emociones
comparten la misma región
del cerebro todo esto fue
descubierto analizando las
reacciones cerebrales de
ocho músicos.
6. La frecuencia de onda
es el número o cantidad
de oscilaciones
completas que hay en
un determinado tiempo.
Las frecuencias cortas se
escuchan como sonidos
bajos y las frecuencias
altas como agudos.
En el caso de las
personas la frecuencia
de onda dominante en
la que trabaja el cerebro
en un momento
determinado es lo que
se denomina “estado
actual”.
7.
8.
9.
10. La música clásica:
Escuchar música clásica al menos durante 30
minutos al día le permitirá desarrollar mejor
ideas, mantenerse alerta y optimizar procesos
de aprendizaje.
Salsa:
Este tipo de música ayuda a mejorar la
coordinación y el equilibrio, liberar el estrés, al
producir beneficios físicos, emocionales y
mentales. La salsa permite que el cerebro se
relaje y active al mismo tiempo, debido a la
dopamina y adrenalina.
Rock:
Tiene la capacidad de dotar de adrenalina
al cerebro. Asimismo, refugiarse en este tipo
de música en búsqueda de concentración
no es una buena idea, aunque poner un
poco de rock a la hora de hacer ejercicios
podría incrementar su resistencia, de
acuerdo a diversas investigaciones.
11. Hip Hop y Electrónica:
Los efectos de estos géneros son similares, estimulan
hormonas energéticas que promueven la actividad
constante, por eso son buenos para salir a bailar o
hacer deportes y actividad física, se comparan con
los efectos de energizantés y bebidas vitamínicas.
Reggaetón y Cumbia:
Su efecto es totalmente contrario al de la Música
Clásica, es decir, que "entontece" a las personas, con
este género se daña la parte simpática del
hipotálamo, disminuye la capacidad cerebral y la
memoria a corto plazo, en consecuencia, ayuda a
que cueste más el aprendizaje y la diversificación de
información del cerebro, sus efectos son similares a los
de drogas de procedencia residual, como la cocaína,
porque como se dice vulgarmente "mata a la
neuronas" pero también tiene su pro pues ayuda a
resistir mejor físicamente.
Disco y Pop:
Aunque estos géneros parecen musicalmente
distintos, tienen efectos muy parecidos, fomentan la
alegría y gozo, se sabe qué hace perder los miedos y
tomar coraje de cualquier tipo de acción, además de
ayudar a disfrutar más cada momento, estos efectos
son similares a la glucosa y estrógeno juntos.
Jazz y Blues:
Estos géneros de la pre-guerra comparten algo
especial, la liberación espiritual a través de la angustia
y la tristeza, algo que solo un fanático de este género
entendería, es algo muy liberador, agudiza los
sentidos, tranquiliza la mente y establece conexiones
de relación entre acción y reacción.
12. Hard Rock:
Es capaz de quitar la angustia y el
dolor, hacerte olvidar de los problemas y
suele mejorar los ánimos y el buen
humor, reduce el stress.
Música Romántica (Soul y Baladas):
No se necesitan estudios sobre este tipo
de música, es sobre-aceptado en la
sociedad que estimulan la hormona de la
Oxitocina "la hormona del amor" que
expira y abre los sentimientos y la
excitación, sus efectos son comparables a
los de los chocolates suaves y tragos
amargos con cafeína.
Metal:
Aumento las hormonas luteinizantes, es
decir, Calmantes y Estimulantes
estrógenos, pero de una manera bastante
peculiar, porque cuando el cerebro
recibe estos estímulos, las hormonas más
potentes (como la testosterona) empiezan
a alterarse, como en una explosión de
energía, luego de un rato de terminada la
música estos compuestos se
disuelven, como es sabido, otro debe
remplazarlo, las zonas occipitales
estimuladas empiezan a liberar
estrógenos, que son los que vuelven
"reflexivo" o "nostálgicos"
13. La música siempre ha sido
considerada un elemento y forma
de purificación; por esta razón los
pitagóricos curaban su cuerpo con
medicinas y con la música
purificaban el alma. Afirmaban que
un equilibro bien proporcionado de
las notas producen armonía y
orden, creando un lazo perdurable
entre salud y música. No sólo
establecieron una especie de
medicina musical para el alma, sino
que al tener la creencia de que la
música contribuía importantemente
a la salud, la empleaban también
para la curación de ciertas
enfermedades.
14. Julius Portnoy ha encontrado que la música
puede cambiar las tasas
metabólicas, aumentar o disminuir la presión
arterial, los niveles de
. La música puede aumentar la secreción de
endorfinas por el cerebro y como se sabe esta
es la hormona de la felicidad y de esta
manera produce placer así como relajación.
Incluso no solo beneficia a los humanos si no
que también a la flora pues se han hecho
experimentos con plantas que crecieron más
rápidamente que lo normal escuchando
música clásica suave.
15. Ayuda a conciliar el
sueño.
Aumenta el
optimismo.
Invita a socializar.
Buena para meditar
17. Escuchar música mientras
desarrollamos una tarea
cognitiva como estudiar
no es muy conveniente.
Lo mejor en estos
casos, dicen sus
autores, es el silencio.
Otra desventaja es que se
a comprobado que la
música alta en los bares
incita a beber más
alcohol en menos tiempo
y cuanto más alto es el
volumen de la música
más rápido se consume la
bebida.
18. “La música puede originar la percepción de un silencio cada
vez más elocuente, y tan fascinador, en ocasiones que
dulcifique al triste y al bueno le incline hacia el mal”
19. Ahora que tenemos toda esta
información podemos hacer mejores
elecciones a la hora de escuchar
música, conseguir un estado de animo
diferente o los efectos que queramos.