La mononucleosis infecciosa es causada principalmente por el virus de Epstein-Barr y se manifiesta con síntomas como cansancio, fiebre, faringitis y adenopatías. Aunque la infección suele ser asintomática, puede provocar complicaciones graves como obstrucción de vías respiratorias, rotura del bazo o síndromes neurológicos. El virus se transmite más comúnmente a través del beso y permanece de forma latente en el huésped de por vida. El diagnóstico se realiza clínicamente o median
2. Mononucleosis
Infecciosa
La mononucleosis infecciosa se debe a la infección por
el virus Epstein-Barr (EBV, virus humano tipo 4)
aunque también puede ser originada por el
citomegalovirus y, en el 1% de los casos,
por Toxoplasma gondii. Se manifiesta con cansancio,
fiebre , faringitis y adenopatías.
El cansancio puede persistir varias semanas o meses.
La enfermedad puede provocar complicaciones graves,
como la obstrucción de vías aéreas, rotura del bazo y
síndromes neurológicos. El diagnóstico es clínico o con
pruebas serológicas para detectar el EBV. Y el
tratamiento es de sostén.
3. Epidemiología
El EBV es un virus herpes que infecta al 50% de los
niños antes de los 5 años y cuyo huésped es el ser
humano. Más del 90% de los adultos son seropositivos
para EBV.
La infección por EBV suele ser asintomática.
4. Fisiopatología
Replicación inicial en nasofaringe, posteriormente
infección a las células B.
Aparición de linfocitos T CD8 que responden a la
infección.
Después de la infección primaria, el EBV permanece
dentro del huésped, sobre todo en células B, durante
toda la vida del individuo y se va eliminando de forma
intermitente y asintomática por la bucofaringe del
paciente.
La diseminación es más frecuente y el título es más
alto en pacientes inmunodeficientes
5. Transmisión
La transmisión puede producirse a través de
transfusiones de hemoderivados, pero es mucho más
frecuente a través del beso de una persona no infectada
y un individuo seropositivo, en el período en el que se
disemina el virus sin síntomas evidentes. Solo el 5% de
los pacientes se contagian el virus de una persona en
fase aguda de la infección.
La transmisión durante la primera infancia es más
frecuente en niveles socioeconómicos más bajos y en
condiciones de hacinamiento.
6. Signosy
Sintomas
Asintomática en niños pequeños
Incubación entre 30 a 50 días
Cansancio que dura 2 a 3 meses
Fiebre: aumenta en las noches llegando hasta 40°
Faringitis: intensa, dolorosa y exudativa
Adenopatía: simétricas y comprenden cualquier grupo
ganglionar en especial los cervicales.
OTROS:
Esplenomegalia, hepatomegalia y dolor a la percusión
Edema periorbitario y petequias palatinas
Erupciones maculopapulosas o ictericia
7. Trastornos
asociados
Linfoma de Burkitt
Ciertos tumores de Células B en pacientes
inmunocomprometidos
Carcinoma nasofaríngeo
Puede causar Sx fiebre, neumonitis intersticial,
pancitopenia y uveítis.
8. Complicaciones
Neurológicas: infrecuentes. Incluyen encefalitis,
convulsiones, síndrome de Guillain Barré, neuropatía
periférica, meningitis viral, mielitis, parálisis de los
nervios craneales y psicosis.
Hematológicas: suelen ser autolimitadas. Incluyen
granulocitópenia, trombocitopenia, anemia hemolítica.
Rotura del bazo
Complicaciones respiratorias: se deben a la obstrucción
de la vía aérea superior por adenomegalia faríngea
Complicaciones hepáticas: hepatitis
9. Diagnóstico:
De entrada, el diagnóstico de la mononucleosis
infecciosa debe ser clínico. Cabe sospechar su presencia
si el paciente tiene faringitis con hipertrofia amigdalar
y secreción puntácea, adenopatías craneocervicales o
generalizadas y fiebre persistente
Prueba para detectar anticuerpo heterófilo
Pruebas serológicas para EBV
Recuento cuantitativo para RNA
10. Diagnóstico
diferencial
En lo que respecta al diagnóstico diferencial, éste debe
establecerse frente a otros agentes capaces de generar
una mononucleosis en la que las pruebas para detectar
la infección por el virus de Epstein-Barr resulten
negativas.
Así pues, el diagnóstico diferencial debe hacerse frente
a las siguientes condiciones o infecciones:
toxoplasmosis, rubéola, neoplasias, adenovirus, virus
de la inmunodeficiencia humana, hepatitis A y
difteria .
11.
12. Tratamiento
Farmacológico
Analgésicos y antipiréticos (paracetamol y
antiinflamatorios no esteroideos [AINE]), que son los
fármacos de elección para tratar los síntomas más
generales de la enfermedad: fiebre, dolor e inflamación.
No se aconseja el empleo de ácido acetilsalicílico por el
riesgo de síndrome de Reye, ya que se trata de una
enfermedad de origen vírico.
Fórmulas de uso tópico a base de antisépticos,
anestésicos y antiinflamatorios, cuya indicación
principal es aliviar las molestias de la zona
orofaríngea.
Tratamiento antiviral: aciclovir, ganciclovir, zidovudina
o foscarnet. El más estudiado es el aciclovir, y según los
datos de los que se dispone, no se aconseja su empleo
en el tratamiento de la mononucleosis infecciosa,
aunque sí es cierto que disminuye la presencia de virus
en la orofaringe.
13. Tratamientono
Farmacológico
Ingestión abundante de líquidos y reposo relativo para
reducir el riesgo de rotura del bazo.
Pueden reiniciar su actividad después de la fase febril,
faringitis y de malestar general.