1. Introducción
El mundo mexica se caracterizaba por el cuidado que ponían los gobernantes
en el buen funcionamiento de su sistema educativo. Las escuelas de Tenochtitlan
atendían a los jóvenes de acuerdo con su extracción social: los hijos de los nobles
acudían al Calmécac, institución que se hallaba dentro del recinto ceremonial,
mientras que los vástagos de los
demás pobladores, conocidos
genéricamente como macehualtin,
asistían a las escuelas de jóvenes,
llamadas Telpochcallis, que había en
cada barrio.
Las familias de Tenochtitlan
consideraban a sus hijos como una
dádiva de los dioses; los hijos darían
continuidad al linaje, colaborarían en
las actividades productivas de la
familia y aprenderían a respetar a sus
mayores y a venerar a las deidades. Algún día celebrarían su matrimonio,
conformado así un nuevo pilar en la organización social del calpulli.
Las escuelas eran fundamentalmente templos, instituciones de carácter
religioso que concentraban a los niños y jóvenes para el servicio.
La función principal era el culto a los dioses.
El trabajo y el ejercicio de las armas obedecían a los fines estatales, ya
que religión y gobierno formaban una unidad.
El culto a los dioses iba ligado al trabajo.
La enseñanza se daba a todos los miembros de la sociedad como un
derecho y una obligación comunales.
Se creía que todo recién nacido que no era llevado al templo escuela
estaba en grave peligro de perder la vida, pues carecía de la protección
del dios tutelar.
El Telpochcalli (Casa de Jóvenes)
2. Eran centros en los que se educaba a
los jóvenes del pueblo, a partir de los 15 años,
para servir a su comunidad y para la guerra. A
diferencia de los nobles que asistían al
calmecac, los vástagos de los plebeyos,
conocidos genéricamente como
macehualtzin, asistían al telpochcalli. Estas
escuelas para jóvenes se encontraban en
cada barrio o calpulli.
Finalidades educativas
Era la escuela a la que iban casi todos los plebeyos.
Se hacía hincapié en el trabajo y en las actividades
militares.
El niño plebeyo debía auxiliar a su familia en las
actividades económicas entre ellas las agrícolas
debido a ello tenía más facilidad para entrar y salir del
templo escuela.
Había continuidad en la especialidad familiar en el trabajo, por
regla general existía la herencia paterna en el desempeño de las
profesiones y oficios.
En ambas escuelas se tomaba en cuenta desde los primeros
años, la posición que el individuo ocuparía como adulto en la
sociedad.
Grupo social.
Se educaba a los jóvenes del pueblo (macehualtzin). Estas escuelas para jóvenes
se encontraban en cada barrio o calpulli, eran muy numerosas pues existían de 10 a 15 en
cada barrio.
Ceremonias de ofrecimiento.
Los padres los llevaban previa ceremonia que se hacía en casa paterna, en
la que participaba toda la familia, y los abuelos y padrinos ocupaban un lugar muy
importante, había discursos muy emotivos que eran aprendidos y usados de una
generación a otra para motivar al niño o niña a asumir con alegría el inicio de su
formación educativa.
3. Disciplina y castigos.
Los niños desde temprana edad participaban
en los combates, eran los encargados de cargar el
matalotaje de los guerreros. En el telpochcalli les
ordenaban barrer, encender el fuego, y luego hacía
penitencia. Cuando eran jóvenes los llevaban al
bosque y los hacían cargar troncos cilíndricos en la
espalda y los probaban para ver si estaban listos para
ir a la guerra.
Calmécac (Lugar De La Hilera De Casas)
El Calmécac era la escuela para los hijos de los nobles aztecas. En esta
escuela se les entrenaba para ser sacerdotes, guerreros de la élite, jueces,
senadores, maestros o gobernantes, educándolos en historia, astronomía y otras
ciencias, la medición del tiempo, música y filosofía, religión, hábitos de limpieza,
cuestiones de economía y gobierno y sobre todo, disciplina y valores morales.
Había maestros especiales que les enseñaban la tradición, y leían y aprendían de
memoria las historias ilustradas en los códices. La escuela funcionaba como un
internado, donde los jóvenes vivían, dormían y comían. Con los aspirantes a
sacerdotes su educación se enfocaba en la religión, e incluía rituales, cantos a los
dioses e interpretación de los sueños. Los aspirantes a guerreros de la élite o a
gobernantes recibían más entrenamiento militar y sobre asuntos de economía y
gobierno.
Finalidades educativas
Era destinada a la nobleza.
El noble iba a prepararse en todos aquellos campos que
le permitieran actividades de dirección.
Aprendía a regir, las actividades de alta tecnología y en
materia religiosa era fundamental el manejo de los
cómputos calendáricos.
La educación estaba en razón directa de las
responsabilidades y privilegios que tendrían los estudiantes
en su vida adulta.
Grupo social.
Eran destinadas a la nobleza, aunque no de forma exclusiva. Había siete
calmécac en toda la ciudad.
4. Ceremonias de ofrecimiento
El niño era llevado ante los sacerdotes del
templo escuela, que lo recibían en nombre del dios
tutelar.
Era devuelto a sus padres hasta que llegara a la
edad apropiada para ingresar en calidad de
sacerdotillo, pero retenían en prenda unas cuentas en
las que se creía estaba depositada una porción del
alma de la criatura. La forma normal de dejar la escuela
era la solicitud del permiso para casarse.
En el ritual de salida se dejaba como prenda un
hacha de piedra, y se creía que en ésta quedaba una
parte de una de las almas del antiguo alumno, así el
hombre casado continuaba espiritualmente como uno
de los sacerdotes de aquel templo.
Disciplina y castigos.
La vida era muy dura para el niño noble al menos en el campo normativo.
Tanto la muchacha como el joven noble eran castos, vivían encerrados en escuelas,
sometidos a una estricta vigilancia, si eran sorprendidos en aventuras amorosas,
les chamuscaban los cabellos, los lanzaban a la calle y no podían volver a la
escuela.
Los alimentos eran distribuidos entre todos, arrojándoles la comida para que
aprendieran a ser humildes.
Conclusión
Podemos decir que en la educación se combinaban los discursos solemnes
y las muestras de amor y cariño de padres a hijos, con castigos y reprimendas
sumamente rigurosos. De los tres o cuatro años en adelante, los infantes debían
ejecutar tareas sencillas con gran comedimiento y obediencia; conforme pasaban
los años el trabajo se hacía más complejo y las labores más pesadas. Así aprendían
los niños los oficios del padre, mientras que las jovencitas todas las labores
domésticas: asear la casa, preparar los alimentos, hilar las prendas de vestir de la
familia.