Este documento describe la situación de los albinos en África. En muchos países africanos, especialmente en las zonas rurales, se cree que el albinismo es el resultado de una maldición y los albinos son marginados y discriminados. En Tanzania, incluso han sido asesinados, creyendo que sus cuerpos pueden usarse en rituales mágicos. Recientemente, Tanzania ha nombrado a la primera diputada albina para luchar contra esta discriminación.
1. Universidad Castilla- La Mancha
PRÁCTICA PEDAGOGÍA 1c.
CRISTINA GALÁN SOLÍS.
2ºC MAGISTERIO PRIMARIA.
2. 2
PRÁCTICAS DEL MÓDULO I DE EDUCACIÓN Y SOCIEDAD
Apellidos, Nombre __Galán Solís, Cristina________________________________
Titulación _Primaria______________ Curso Académico _2ºC_______________
Autoevaluación Práctica I: 0,3
(0-0,5 ptos. según corresponda.) : 0,1 - 0,2 - 0,3 - 0,4 - 0,5
Participación en la Revista Digital “El Recreo” sobre aspectos
relacionados con “Educación y Sociedad” (entrevistas,
experiencias, reflexiones, contribuciones…)
magisterioto.revista@blogger.com
La maldición de los negros blancos
Tanzania nombra a una diputada albina para frenar los ataques a este colectivo, víctima de asesinatos
rituales
Nada más nacer, ya son rechazados. Generalmente por sus padres, que los abandonan, a
ellos y a sus madres, a las que se culpa de la condición. Tienen dificultades en la escuela
para ver la pizarra. Profesores y compañeros los discriminan e insultan. Encontrar trabajo
es difícil, se les margina. Sufren problemas ópticos y el sol africano, inclemente, les
provoca ulceraciones y quemaduras. Muchos mueren jóvenes, de cáncer en la piel. No es
fácil ser albino en la gran mayoría de los países africanos, en muchos de los cuales,
especialmente en las zonas rurales, se explica su falta de pigmentación por una maldición
cernida sobre la familia.
En zonas pesqueras y mineras de Tanzania, donde la pobreza se conjuga con la
superstición, ya no se trata de marginación, sino de asesinato. 20 personas con albinismo
fueron asesinadas y mutiladas en el pasado año. Corre la creencia de que pócimas
confeccionadas por brujos con extremidades de albinos propician el hacerse rico. El
presidente de Tanzania, Jakaya Kikwete, está decidido a acabar con la superstición y
aseguró en un discurso televisado el pasado mes que se mostrará inflexible para con los
brujos. Por el momento se han detenido a más de cien personas involucradas en los
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asesinatos y se ha nombrado a la primera parlamentaria albina, Al Shaymaa Kwegyr, para
luchar contra la discriminación que padecen las personas con esta condición genética.
Muchosafricanostodavíarelacionanelalbinismoconlabrujería
Samuel Mluge es el perfecto ejemplo de la marginación que sufren los albinos. Nació hace
49 años en la zona rural del Morogoro, en Tanzania. No conoció a su padre, que se
marchó culpando a su madre por la maldición de parir a un niño blanco. En ocasiones, se
acusa a las madres de haberse acostado con blancos, en otras, de haber mantenido
relaciones con tokoloshes, espíritus malignos. "Me cuidó mi abuela, mientras mi madre
trabajaba", dice Mluge. En la escuela, "hasta el maestro tenía miedo y, en vez de ayudar
me recomendó quedarme en casa". Mluge se trasladó a Dar es Salaam, donde la situación
de discriminación no es tan acusada. "En las áreas urbanas la gente sabe que el albinismo
es una condición genética, el problema sigue arraigado en las áreas rurales". Aún así, el
único salario que entra en su casa es el de su mujer, también albina, que trabaja en un
servicio de comidas.
"Nunca he tenido trabajo, nunca me han contratado", se lamenta Mluge, que se ha
responsabilizado de organizar la Sociedad de Albinos de Tanzania (TAS, en inglés). "Hace
falta mucha educación, esto no lo habíamos visto nunca", explica en referencia a los
asesinatos. De igual manera opina Theodory Mwalongo, director de Acción en
Discapacitación y Desarrollo, que colabora con TAS. "Antes, había episodios de muertes
de albinos acusados de brujería, pero esto es un fenómeno nuevo, muy preocupante".
ADD y TAS trabajan para que se reconozca el albinismo como una minusvalía.
El trabajo de la parlamentaria Al-Shaymaa Kwegyr, de 48 años, será luchar contra la
discriminación de los albinos, algo que ella ha conocido en sus carnes. "Cuando iba a la
escuela los niños me perseguían llamándome fantasma", dijo a la BBC. El nombramiento
de Kwegyr el pasado mes, que fue retransmitido por televisión, es una muestra de la
seriedad con la que el gobierno de Kikwete se está tomando la discriminación contra los
albinos y los ataques a los que son sometidos. El propio Kikwete, en uno de sus discursos
televisados, se mostró horrorizado ante los asesinatos: "Es una crueldad sin sentido, debe
pararse inmediatamente".
Entre las primeras tareas de Kwegyr se encuentra la de realizar un censo de personas con
albinismo para posibilitar su educación y acceso a tratamientos sanitarios. "Muchos albinos
son pobres y el gobierno debe ayudarles". Se calcula que hay más de 200.000 albinos en
Tanzania.
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Suráfrica es de los pocos países que sí reconoce la condición genética como una
discapacidad. "Las cosas han mejorado mucho, podemos obtener cremas protectoras para
el sol en las clínicas, tratamientos oftalmológicos y subsidios, tenemos buena relación con
el Departamento de Salud y organizamos campañas de educación cada año", explica
Nomasonto Mazibuko, que ocupa la dirección de la Asociación de Albinismo de Suráfrica.
Mazibuko reconoce que todavía queda mucho por hacer, especialmente en el terreno
laboral, donde todavía se es reluctante a la contratación de personas con albinismo. "Las
excusas son muy fáciles, como muchos no vemos bien, no podemos conducir y con eso ya
se valen para no contratarnos".
Hay más albinos en África que en cualquier otra parte del mundo. De hecho, los primeros
colonizadores portugueses los designaron como una raza aparte. Si en Europa la ratio de
albinismo es de uno por cada 17.000 personas, en África asciende a uno entre 2.000 o
5.000 habitantes, dependiendo del país. Uno de cada 70 habitantes es portador del gen. Si
su pareja también es portadora, sus descendientes tendrán muchas posibilidades de ser
albinos.
http://elpais.com/diario/2008/05/06/sociedad/1210024806_850215.html
En este comentario nos encontramos con algunas de las versiones
de cómo se ve a los albinos en África, especialmente en Tanzania. El
primer artículo nos muestra cómo los albinos son rechazados nada más
nacer. Éstos son considerados malditos. Esta maldición que se les
atribuye llega a ser tal, que muchos de ellos son sacrificados y
maltratados durante toda su vida. Algunos los “capturan” para realizar
pócimas con su cuerpo, porque creen que de esta forma las demás
personas podrán llegar a ser ricas o tener un buen futuro. Todos los
artículos recogen una idea común, la marginación de los albinos en
África. En estos países hay muy poca información acerca de esta
mutación genética, sólo se guían por las supersticiones. Pero no todos
los países de África tienen miedo a los albinos, en Suráfrica, es donde
los albinos pueden sentirse bien consigo mismos y reciben ayudas de
otros países. África es el continente que tiene más albinos.
No todos hemos tenido la suerte de conocer a un albino, puede
ser debido a que la mayoría de los casos se encuentran con frecuencia
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en el continente africano. Pero si viésemos un albino que pasea
tranquilamente por nuestras calles, la primera impresión sería de
rechazo, pero poco a poco sería parte de nuestras vidas, es decir, le
aceptaríamos tal y como es, una persona más de nuestro entorno. Sin
embargo, los países subdesarrollados no llegarían a considerarlo uno
más sin antes haberles hablado de lo que les pasa realmente. Las
personas no albinas de estos países piensan que están malditos por el
simple hecho de nacer blancos y por ese motivo, al ser diferentes que
ellos, deciden perseguirlo y matarlo para que les de suerte en su vida.
Las personas albinas son diferentes a las demás físicamente, pero
moralmente son como todos los demás, con unos sentimientos iguales a
los otros. Pero esto no se tiene en cuenta a la hora de ser sacrificados
para tener una pócima que les haga más ricos que antes. La cuestión
está en que, nosotros que sabemos la situación que viven estas
personas y lo que luchan para poder sobrevivir, ¿por qué no ayudamos?
Puede que tengamos miedo a enfrentarnos a la realidad, porque a
nosotros no nos afecta y no somos conscientes de lo que estas personas
sufren.
Por lo que la idea principal que nos intentan transmitir, después
de haber leído los tres artículos es pensar en todas las consecuencias
que tiene nacer albino en un país subdesarrollado como Tanzania.
Hay muchas personas que vienen para ser protegidas de los
brujos, de los que los quieren convertir en pócimas. Es el caso de
Moszy, un chico de 18 años que vino a España para sobrevivir a los
ataques de sus vecinos. Llego atemorizado porque ya no era una
persona para los demás, era como un animal de ganado que se vende y
se compra a su antojo, ponían precio a su piel, a todo su cuerpo. Él se
puedo salvar, pero otros mucho siguen sufriendo en silencio. Éste chico
nos ha hecho abrir los ojos. Esta situación que vivía, viven y espero que
no vivan en un futuro los albinos en África era desconocida para mí. Por
eso creo que deberíamos de estar informados de estas circunstancias,
porque hoy les toca a ello, pero ¿quién niega que el día de mañana no te
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pueda ocurrir a ti? Si los países de Suráfrica han conseguido que los
albinos sean considerados iguales y además tengan las ayudas
necesarias para poder sobrevivir, ¿por qué los demás países siguen
teniendo esa visión? Todos, en la medida de lo posible deberíamos de
ponernos en la piel de cada uno de los albinos para comprender sus
miedos.
Los albinos en África, al no tener la protección suficiente en los
ojos, la piel, etc mueren a los 20 ó 30 años de vida de cáncer de piel. El
mayor enemigo en todos los casos no son los brujos que los persiguen,
si no el Sol, esa estrella que está presente en cada instante del día, esa
estrella que hace que muchos de ellos mueran por falta de protección.
Por lo tanto, además de luchar contra la violencia y las matanzas que se
llevan a cabo en los países africanos, debemos ayudarles a protegerse
de su enemigo mayor: el Sol.
Mi conclusión final es que todos somos iguales, seamos de la raza
que seamos y vivamos donde vivamos todos tenemos un mismo corazón
que late. Por todo ello, tenemos que aprender a luchar para que a todas
las personas se las trate del mismo modo y que ninguna se sienta
desplazada por sufrir un albinismo, puesto que ser albino ya es un
problema para los que lo poseen, si le añadimos la falta de un padre al
nacer, una madre y no tener el apoyo de nadie no es una buena forma
de vivir y desarrollarse como personas.