1. El Programa Mundial de Alimentos advirtió que la escasez de recursos continuaba
aumentando la desnutrición y deteriorando la situación de millones de personas. La situación
en Sudán fue catalogada, a mediados de ese año, como la «peor crisis humanitaria del
mundo».
2. Los primeros en poblar el territorio del actual Sudán (30
mil a.C.-7 mil a.C.) fueron africanos negros, quienes se
iniciaron en la domesticación de animales entre el 10 mil y
3 mil a.C. Había comercio de oro, esclavos, marfil y granito
desde esta región a lo largo del Nilo hasta el Mediterráneo.
Desde ese período, hasta 1820, el territorio de Sudán contó
con dos zonas hegemónicas: la de los musulmanes, donde
la islamización estuvo a cargo de misioneros de la
hermandad sufi, y la del pueblo fuji (de Etiopía, no
musulmán), cuya aristocracia islamizada gobernó la zona
central desde principios del siglo XVII.
3. En 1820, el virrey de Egipto bajo el Imperio otomano, Mohamed
Alí, envió tropas en busca de oro y esclavos. Sus sucesores
controlaron la totalidad del territorio sudanés, en 1876, e
instauraron una burocracia centralizada en la ciudad de Jartum.
Asimismo, implementaron un sistema impositivo que constituía
la virtual confiscación del oro y de la producción agrícola, al
tiempo que establecieron rutas comerciales.
El nombramiento, en 1877, del general británico Charles Gordon
como gobernador de Sudán por parte del virrey de Egipto
respondió tanto a compromisos financieros de este último con
Inglaterra como a la corrupción de los jerarcas egipcios
ocupantes.
A fin de implantar una economía capitalista en Sudán, Gordon se
abocó a garantizar el cumplimiento de una Convención (de 1877)
para poner fin al lucrativo comercio de esclavos.
4. En los primeros años de esta ocupación, los británicos introdujeron
el cultivo extensivo de algodón (principal producción de Sudán
hasta la actualidad) y expandieron las comunicaciones, al tiempo
que otorgaron libertad de culto, a fin de eliminar la religión
como fuente de disturbios. Asimismo, abrieron escuelas
primarias y técnicas y, en 1902, inauguraron el Gordon
Memorial College, donde una élite comenzó a adquirir
educación curricular británica. Muchos fueron designados para
puestos clave y pertenecían al Congreso General de
Graduados, entidad que evolucionó hasta convertirse en
organización política.
5. Apenas el 5% del territorio de Sudán está cultivado. En las zonas desérticas del
sur y del oeste se cultiva sojo y mijo, y se practica una ganadería nómada. En
el centro, las fértiles tierras del aluvión de Gezira son el lugar del cultivo de
algodón de calidad, con elevados rendimientos. Otras zonas algodoneras son
Kassala y Tokar. Otros cultivos de importancia son: los cacahuetes, trigo, caña
de azúcar, mendioca y sésamo. Se produce también arroz, maíz, hortalizas
(principalmente tometas y patatas), legumbres y frutas
(dátiles, mangos, bananas..). Los bosques proporcionan diversas
maderas, aunque el principal producto forestal es la goma arábica.
La ganadería, con rendimientos y productividad muy bajos, se extiende por todo
el país, y constituyen las principales cabañas los vacunos, ovinos, caprinos, y
camellos. Hay también asnos, caballos, y aves de corral. Tiene algo de
importancia la pesca, que se realiza en aguas interiores, y principalmente en el
Nilo.
6. Se han descubierto yacimientos de petróleo en el sur y en las costa.
En la zona próxima del Mar Rojo se han encontrado yacimientos
de hierro, cuyas reservas se estiman en 250 millones de toneladas
de mineral. Hay también algún que otro yacimiento de
manganeso, cromo, cobre, y oro, de los que se extraen pequeñas
cantidades. Existen pequeñas salinas en Port Sudán.
La industria se reduce a instalaciones para la transformación de
productos agropecuarios (azúcar, aceites, textiles de algodón
etc.), una refinería de petróleo en Port Sudán, una fabrica de
cemento. Casi toda la industria se encuentra en la capital.
7. Sudán directamente, es un país subdesarrollado, donde el 80 % de su población
obtiene subsistencia del 3% del territorio. El sector agrícola aporta el 36% del
PNB y el 90 % de las exportaciones. En este sector se pueden diferenciar
claramente 2 subsectores, uno dedicado a la agricultura de subsistencia que se
practica con métodos primitivos, o otra orientada a la
exportación, principalmente de algodón. En los años 60 se produjo un cierto
desarrollo industrial, (basado en la transformación de productos
agropecuarios)lo cual propició que el PIB por parte de la industria subiera de
4% a 10%. Este proceso se estancó por la debilidad del gobierno nacionalista
que asumió el poder
8. El gobierno se vio obligado a revisar su política y a atraer nuevos capitales
extranjeros. Ejemplos de ello, fueron la inversión conjunta del gobierno
Sudanés con compañías japonesas, para la explotación de cromo en la zona
este del país, y las prospecciones de petróleo a cargo de compañías
estadounidenses al oeste.
El gobierno realizó esfuerzos para reducir la producción de algodón, (cuya
demanda universal había disminuido) y diversificar y ampliar la producción
agropecuaria y agroindustrial. El plan a 25 años que entra en vigor en 1976 se
basa para ello en préstamos del fondo árabe de desarrollo y en tecnología
occidental.
9. Esperan también aumentar las zonas de regadío y construir modernas fábricas de
cemento, textiles, papelerías y de azúcar, así como explotar el petróleo y el
mineral de hierro y establecer industrias sustitutivas a las importaciones.
Dentro de los proyectos figuran aumento del regadía, refinerías de azúcar, y
plantas hidroeléctricas.
La moneda es la libra sudanesa, emitida por el Bank of Sudán. Toda la banca fue
nacionalizada en el 70, y se le permite operar a la banca extranjera a partir de
1976.
Existe 5500 Km de vías ferroviarias de propiedad del estado, carreteras, la
mayoría impracticables cuando llueve. Hay una autopista que une Jartum con
port Sudán y es justamente, esta última, el único puerto importante que tiene
Sudán.
10. Sudán es uno de los países más pobres del mundo alrededor del 40% de su
población vive por debajo del umbral de pobreza. La mayoría de sudaneses
viven en la más absoluta pobreza y las condiciones de vida para ellos son
terribles. El clima adverso y la falta de recursos son las principales causas
de la pobreza. Sin embargo, la inestabilidad política y los conflictos
internos han empeorado la situación impidiendo que los jóvenes sudaneses
puedan satisfacer sus necesidades básicas.
El acceso a la sanidad y otros recursos básicos como el agua potable es muy
limitado. Según las estadísticas de UNICEF, el 40% de la población no
tiene acceso a agua potable.
11. El despliegue en Darfur de alrededor de 12.500 trabajadores
humanitarios (1.000 de ellos internacionales) ha evitado una
catástrofe humana en términos de hambruna y proliferación de
enfermedades entre la población.
Al mismo tiempo, recibe desplazados de otras regiones en las
que los choques armados no permite ni la provisión mínima
de agua y alimentos para la subsistencia humana ni el
cultivo de cosechas tradicionales o el pastoreo. Estos factores
sumados a un cuadro de sequía y acuíferos sobre-explotados en
la zona, dan lugar a una situación crítica de disponibilidad de
agua.
12. La situación de inseguridad alimentaria que padece esta región de Darfur
Sur ha dado lugar a un crecimiento de las tasas de mortalidad/ morbilidad
entre sus habitantes, en especial mujeres y niños. Cuadros de infecciones y
enfermedades estomacales asociadas producidas por el consumo o contacto con
agua no adecuada se verían reducidos mediante campañas de concienciación en
salud preventiva y promoción de hábitos de higiene. A esto se le añade una
deficiente estructura pública de atención médica y una mínima presencia
de ONGs en la zona. De hecho, CRE es una de las dos organizaciones que
se encuentran presentes en la actualidad realizando acciones de Salud -
desde comienzos de 2006-.
13. Por otra parte, distintas comunidades dependen de un solo punto de
agua que, en ocasiones se trata de acumulaciones no controladas
de agua de lluvias. Esto implica que los beneficiarios tengan que
caminar largas distancias y esperar durante horas para obtener
agua. De esta tarea se encargan tradicionalmente mujeres y niños,
repitiéndola al menos dos veces al día con independencia de las
circunstancias climáticas.
Durante la temporada seca, cuando la necesidad de
agua es mayor, las temperaturas pueden alcanzar los
50º; mujeres y niños (en su mayoría niñas) tienen que
caminar bajo el sol durante horas. Además, esas
mismas mujeres se encargan de mantener sus
familias.
14. Por lo tanto, facilitar el acceso a agua potable tendrá como no
resultado no sólo una reducción de la emigración sino la mejora
de las condiciones de vida de los miembros más vulnerables de
las comunidades: mujeres y niños.
La intervención en infraestructuras para la provisión de agua
permitirá responder a corto plazo a la situación de
emergencia generada por la llegada masiva de desplazados a las
comunidades de acogida y a medio y largo plazo a la subsistencia
y mejora de las condiciones de vida de las comunidades de
acogida, toda vez que el conflicto concluya.
15. Igualmente, la participación activa de las comunidades en la
instalación de las bombas de extracción, su mantenimiento y
gestión, gracias a la formación proporcionada por el personal técnico
de la Media Luna Roja Sudanesa y Cruz Roja Española,aseguran la
sostenibilidad del proyecto.
Cruz Roja Española, junto a la Media Luna Roja Sudanesa, realiza de
manera in-interrumpida proyectos similares en Darfur desde el año
2000, con lo que ha desarrollado metodologías de trabajo adaptadas a la
situación actual de la región y a las limitaciones técnicas que existen en
regiones tan remotas como esta.
La apertura de nuevos puntos de agua permitirá un reparto más
equilibrado en la explotación de los pocos acuíferos existentes
en esta región de Darfur Sur. De este modo, las reservas de aguas,
dependientes de las lluvias estacionales, pueden recuperarse y permitir
que las comunidades cuenten con agua a medio/ largo plazo.