3. En el siglo XIX, el mundo
asiático experimentó algunas
transformaciones. Por un
lado, la decadencia del
Imperio chino, y por otro, la
modernización de Japón.
9. • A finales del siglo XVIII,
la población del Imperio
chino creció de manera
considerable y contaba
con una economía
enorme.
10. • En el aspecto
administrativo, el imperio
carecía de la cantidad de
funcionarios para
administrar todo el
territorio.
11. • En el campo económico, la falta de
un presupuesto nacional y la
autonomía de los gobiernos
locales afectaron los ingresos del
Estado. Entonces, el gobierno
central tuvo que reducir gastos y
vender los cargos públicos, lo que
generó problemas de corrupción.
12. • Los sectores más
pobres fueron
agobiados por la
pobreza, las
hambrunas y las
epidemias.
14. Entre 1796 y 1901, se
produjeron por lo menos seis
rebeliones en todo el imperio,
siendo las más importantes la
del Loto Blanco (1796-1804) y
la de Taiping (1851-1864).
15. Rebelión de Taiping (1851-1864). En
esta su líder, Hong Xiuquan, decretó
medidas como la abolición de la
propiedad privada, la igualdad de los
sexos y la prohibición del opio y los
juegos de azar. Apoyado por las
potencias europeas, el gobierno de la
dinastía Qing aplastó la rebelión, dejando
más de veinte millones de muertos.
17. Aunque desde el siglo XVIII
China tenía contactos
comerciales con países
extranjeros, principalmente con
Inglaterra, estos eran bastantes
restringidos y controlados por el
gobierno imperial.
18. Estas medidas no eran bien vistas por los
británicos ni por las demás potencias
europeas. En la búsqueda de eliminar las
restricciones comerciales, Inglaterra se
enfrentó contra China en la Guerra del
Opio (1839-1842). En esta, China fue
obligada a abrir sus fronteras al comercio
y a las misiones extranjeras, lo que
quebrantó la débil fortaleza del imperio.
22. Entre 1605 y 1854, Japón fue una
sociedad autárquica y feudal, aislada
del contacto con otros pueblos. Desde
1630, el shogunato Tokugawa o
jefatura militar del emperador impidió la
difusión del cristianismo, el intercambio
comercial con otros países y el viaje al
exterior de sus habitantes.
23. Para 1850, las potencias europeas y
Estados Unidos estaban interesados
en la apertura comercial de las
fronteras japonesas. En 1853, una
flota de guerra estadounidense llegó a
sus costas con la misión de conseguir
un acuerdo comercial entre Estados
Unidos y Japón.
24. En 1854 se firmó el Tratado de
Kanagawa, por medio del cual
quedaban abiertos dos puertos
japoneses al comercio marítimo
con Estados Unidos. Pronto, las
potencias europeas solicitaron
ventajas comerciales similares.
25. En 1867, la presencia extranjera
desencadenó una guerra civil en la cual
triunfaron los partidarios de la apertura de
las fronteras con el apoyo de las potencias
extranjeras. El nuevo emperador, Mutsuito,
recuperó el poder imperial que estaba en
manos de la familia Tokugawa, e inició el
proceso de modernización japonesa,
conocido como Restauración Meiji.
28. Este proceso modernizador comprendió
el fin de la sociedad feudal, la
consolidación de la apertura comercial y
la occidentalización de Japón. Los
extranjeros fueron invitados a
modernizar los transportes y las
comunicaciones de la isla, y a
establecer nuevas industrias.
29. Gran número de japoneses fueron a Estados
Unidos y Europa para aprender de sus
instituciones políticas, organizaciones militares
y sistema de enseñanza, los cuales copiaron
juiciosamente. Tomaron de Prusia e Inglaterra la
organización del ejército y la marina,
respectivamente; de Francia e Inglaterra, el
sistema de organización política democrática,
pues establecieron una constitución y una
monarquía constitucional en 1889.
30. Para finales del siglo XIX,
Japón era una potencia
industrial con gran incidencia en
el océano Pacífico. Esto quedó
demostrado con sus triunfos
frente a China en 1894, y
Rusia, en 1904.
33. Durante el siglo XIX, el reino de Corea fue
gobernado por la dinastía Joseon, instituida
desde 1392. Se caracterizó por no realizar
ningún proceso de modernización,
económico o técnico, lo cual la convirtió en
presa fácil de las potencias imperiales. Es
así como Japón, luego de derrotar a China
en la guerra de 1894, ocupó el reino de
Corea y lo convirtió en su colonia.
35. La península de Indostán fue colonizada por los
ingleses desde mediados del siglo XVIII,
cuando se instauró la modalidad de
protectorado en la región de Bengala. Desde
allí, y en menos de cien años, los ingleses
conquistaron la mayor parte de la península.
Para 1850 los únicos reinos nativos que
mantenían una relativa independencia de
naciones extranjeras eran Mysore, Nizam y
Rajputana.
37. A principios del siglo XIX, tres reinos dominaban
el sureste asiático: Birmania, Vietnam y Siam.
Sin embargo, los dos primeros estaban en
plena decadencia y fueron sometidos
rápidamente por los británicos y los franceses.
En contraposición, Siam no cayó ante las
incursiones coloniales gracias a la labor
diplomática de la dinastía Chakri, la cual hizo
una intensa labor diplomática para evitar la
colonización e invasión de sus territorios
38.
39.
40. Entre los siglos XII y XVI, África vivió una
época dorada, pues se consolidaron
poderosos reinos con un gran desarrollo
económico y cultural. Pero a finales del
siglo XVI, la expansión europea y
musulmana causó un proceso de
decadencia que culminó con la repartición
imperialista del continente a finales del
siglo XIX.
41. Entre 1890 y 1910, las potencias europeas
conquistaron, ocuparon y sometieron a un continente
cuyo territorio estaba gobernado por sus dirigentes
autóctonos. Los pueblos africanos se negaron a la
imposición y defendieron su soberanía y su
independencia, su religión y sus formas de vida
tradicional. Pese a la resistencia, la colonización
destruyó las formas auténticas de vida de los países
africanos, quebró sus tradiciones culturales y los
obligó a trabajar no para sí mismos sino para el
desarrollo europeo.
42. CARACTERÍSTICAS GENERALES DE LAS
CULTURAS AFRICANAS
En su conjunto, los pueblos del África
subsahariana o África negra se caracterizaron
por:
• Tener un sistema político monárquico
generalmente hereditario.
• Desarrollar economías de tipo agrícola y
ganadero, cuyos productos se comercializaban
con los europeos y musulmanes.
44. Pese a tener algunas
características generales, los
pueblos y culturas que albergó el
continente africano fueron muy
distintos. Por esto, muchos
investigadores han dividido el
territorio africano en cuatro grandes
zonas geográficas
45. África Occidental: fue la zona cuyos pueblos
tuvieron más contacto con las culturas europeas
y musulmanas. Se dividía en dos regiones:
• Sudán Occidental y golfo de Guinea. La
primera se caracterizó por albergar importantes
reinos negros que profesaban el islamismo
como Futa Djalon, Futa Toro y Bondú. La
segunda fue dominada por dos estados
guerreros: la confederación Ashanti y el reino
de Dahomey.
46. • África central: fue dominada
por la cultura bantú. Sus
habitantes se dedicaban a la
pesca, la caza y las actividades
mineras. Para el siglo XIX
existían allí importantes reinos
como Luba-Lunda y Rwanda.
47. •África del Sur: a
principios del siglo XIX,
esta región se encontraba
dominada por tres
culturas: los bantús, los
hotentotes y los bóers.
48. • África oriental: hacia finales del
siglo XVIII, el reino más
representativo de esta zona fue el
de Etiopía. En la isla de
Madagascar, territorio poblado por
una población negro-malaya, se
ubicaron dos grandes reinos:
Sakalava e Imerina.
51. Aunque para el siglo XVII algunos
exploradores europeos habían observado
algunas islas de la Melanesia, Micronesia y
Polinesia, estas zonas permanecieron casi
desconocidas. No fue sino hasta finales del
siglo XVIII cuando exploradores como el
británico James Cook y el francés Jean-
François Galaup descubrieron que en esta
zona existían un sinnúmero de islas que
estaban habitadas.
52. Las exploraciones mostraron que los habitantes
de estas islas se organizaban en pequeños
reinos como el de Tahití y el de Hawái, o en
formas tribales como las de Papua. A estas
tierras llegaron los misioneros detrás de los
exploradores y buscaron dominar las jefaturas
indígenas. La expansión cristiana,
generalmente protestante, había comenzado
por Tahití en 1797, y tenía la intención de
destruir lo que consideraba salvaje.
53. Durante el siglo XIX, las potencias
de Occidente colonizaron estas
islas, lo que causó graves
traumatismos entre la población
nativa: muchos murieron a causa
de las fuerzas militares de los
conquistadores o por las
enfermedades que ellos traían.