2. En cada cultura y a lo largo del tiempo se han tenido concepciones diferentes
respecto al trabajo. Entre los griegos, por ejemplo, era una maldición, opinión
compartida por los romanos y los hebreos. Los primeros cristianos lo
consideraron como castigo divino debido al pecado original del hombre; sin
embargo, también le atribuían ciertas cualidades positivas, ya que
proporcionaba un medio de ayudar al pobre y al necesitado. Con el tiempo se
empezó a considerar un factor importante para la salud física y mental, ya que
de no tenerlo el hombre era víctima de la ociosidad y de otras formas de
maldad.
En 1500, Lutero consideró que todos los que pudieran trabajar deberían
hacerlo, ya que el trabajo era la base universal de la sociedad y la mejor
manera de servir a Dios.
Para Calvino (primera mitad del siglo XIV), el trabajo era una obligación
religiosa y la austeridad una virtud, por lo cual los hombres debían trabajar
mas no disfrutar del fruto de su esfuerzo
3. SIGLO XXI
Se dio más importancia a las recompensas materiales
del trabajo y se entendió como un medio de progreso
individual que permite al hombre oportunidades de
mejoramiento.
Para Taylor, el bienestar del trabajador se encontraba
unido al bienestar de la empresa, las técnicas que la
hicieron eficientes y exitosas también lo harían con el
trabajador, de forma que ambos no habría conflictos.
El taylorismo; consideraba que los principales factores
que podían afectar la eficiencia del trabajador era la
fatiga, las condiciones ambientales deficientes o los
métodos incorrectos.
4. 1930 se empieza a considerar importante el estudio de las relaciones humanas
como factor determinante en las situaciones de trabajo. Se empezaron a analizar
los patrones de interacción social que ocurrían en él y su efecto sobre la
ejecución que se lograba desempeñar.
La satisfacción en el puesto.
La posición social.
La estructura pyramidal.
En la actualidad, sabemos que la valoración del trabajo no ha cambiado
sustancialmente; se tiende a relacionar un estatus social con el desempeño de un
trabajo particular. Por ejemplo
5. Hoy en día, las carreras técnicas no tienen la
misma demanda que las carreras profesionales,
la cual refleja la respectiva valoración social, se
da más valor a la posesión de un título
universitario que uno técnico, aun cuando la
demanda del técnico por el sector productivo sea
más alta que la de profesionistas
6. Trabajo y profesión
Como se mencionó en la sección anterior, el trabajo representa para el hombre
el medio por el cual se producen bienes y servicios para otros. Al mismo
tiempo es para el trabajador la manera de tener acceso a ingresos
económicos, y su principal fuente de autorrealización.
La dicotomía entre lo espiritual y lo elevado y lo que es material, ha
repercutido en el desprecio que se ha tenido hacia el trabajo manual; mientras
que las actividades que exigen mayor esfuerzo intelectual son consideradas de
mayor “prestigio social”, tal es el caso de las profesiones.
Hablar de profesión denota una actividad económica social especifica; es
decir, el que la ejerce o desempeña a través de sus actividades reconocidas
socialmente, recibe una retribución económica que va acorde con el estatus
social que le confiere la comunidad.
7. DEMANDA LABORAL
La demanda de
trabajo está
compuesta por las
empresas o
empleadores, que
compran servicios. La
oferta de trabajo se
compone por los
trabajadores, quienes
brindan su servicio.
8. COMPETENCIAS TECNICAS
Las competencias técnicas son aquellas
descripciones de lo que las personas tienen que
saber (conocimientos) y saber hacer
(habilidades) para desempeñar sus funciones de
manera efectiva según los estándares y niveles
de calidad establecidos por la organización
9. Se dividen en:
a) específicas: son específicas de determinadas funciones laborales, trabajos o roles
b) b) transversales: son aquellas relevantes a distintas funciones laborales dentro de
un área funcional, e incluso la organización.
10. Para la identificación y definición de las competencias técnicas adquiere un protagonismo especial el
proceso de análisis funcional, una metodología desarrollada originalmente por Mansfield y Mitchell
(1996) y Fine (1988), que se enfoca en los resultados del desempeño laboral para identificar el objetivo
principal de la organización, área funcional o trabajo, dependiendo del nivel al que se esté trabajando,
y a partir de él llegar a identificar la competencia. La característica principal de este modelo es que,
además de centrarse en los resultados, identifica y describe de forma concreta las funciones claves y
los fundamentos de la actividad laboral, lo cual permite la transferencia de las funciones hacia
realidades laborales semejantes
11. IMPORTANCIA DE LAS COMPETENCIAS
TECNICAS.
En términos de la importancia de las competencias técnicas, se puede observar la
necesidad de desplegar estrategias similares para la capacitación y formación
permanente del personal en aquellas competencias que son específicas de unas
áreas o ámbitos determinados. En este sentido, se intenta identificar y sistematizar
aquellas competencias que suponen especialización (esto es, las competencias
técnicas) que contienen un conjunto de conocimientos y habilidades que caracterizan
la formación requerida y adquirida para desarrollar de forma excelente unas funciones
determinadas en un área específica
12.
13. CARACTERISTICAS DEL TRABAJO
PROFECIONAL
Si se piensa en el trabajo profesional
como una forma diferente de resolver
los problemas o necesidades del
hombre en los diferentes aspectos;
salud, economía bienestar, vivienda etc.;
es decir, científicamente, y que el
profesional está capacitado para hacerlo
porque ha sido formado para este fin,
podríamos preguntarnos en qué
consiste esa forma diferente de resolver
los problemas, o bien, cuál es la
diferencia entre un trabajo profesional y
uno que no lo es.
14. COMPETENCIA
Se dice que es jurídicamente
competente quien puede exhibir un
título universitario requerido y
refrendado por el Estado para la
tutela del bien común. El campo de
una profesión se encuentra
delimitado por los problemas que
debe resolver el profesional de ese
campo, para lo cual habrá sido
capacitado por una institución que
el Estado reconozca para tal fin.
15. COMPETENCIA INTELECTUAL
Ya se ha dicho que el ejercicio
de una profesión demanda
conocimientos científicos
específicos de un campo del
saber particular que permita
explicar, comprender y, en un
momento dado, transformar la
realidad. La aplicación de
dichos conocimientos
permitirá al profesional
resolver problemas de la
colectividad o del individuo de
forma sistemática y eficiente
17. COMPETENIA HUMANISTICA
La competencia humanística trata de ser una
competencia leal, en donde se busca cumplir
los objetivos de ganar pero siguiendo el código
de ética de la profesión. Descubrir que es una
competencia ideal que incluye a otros tipos de
competencia como son la intelectual y la
técnica.
La formación científica y técnica en un campo
particular no basta para reconocer a un
profesionista como tal; lo que le confiere sin duda
esta característica es la formación humanista; es
decir, toda profesión debe tener como objetivo
fundamental el hombre. Los valores en los que se
forma al profesionista para el uso y la aplicación de
los conocimientos científicos que adquiere.
19. El bien común
Cuando hacemos referencia al bien común nos
referimos a que en el ejercicio profesional se
busca el bienestar individual y colectivo del
hombre. Basta mencionar que el surgimiento
de las profesiones surge de las necesidades
humanas en aspectos específicos de su vida
individual y colectiva; por lo tanto, la relación
entre profesión y sociedad nos lleva a
reconocer el fuerte vínculo que existe entre
ellas.
Básicamente remite a algo que se pretende que
es bueno o beneficioso para todos los
integrantes de una sociedad o comunidad. En
general se ha entendido que propenden al bien
común determinadas normas abstractas o
instituciones que contribuyen a que las
personas puedan gozar más acabadamente de
sus derechos, estén protegidas de agresiones
físicas o morales, o se vean facilitados sus
esfuerzos para alcanzar su propia felicidad.