La crioablación es una técnica mínimamente invasiva para tratar el cáncer mediante el congelamiento controlado de las células cancerosas usando sondas criogénicas. Ofrece ventajas como una recuperación rápida, menor riesgo de infecciones y una efectividad del 97% al primer año para ciertos tipos y tamaños de tumores. La crioablación es recomendada para pacientes no aptos para cirugía mayor debido a enfermedades crónicas o cuando han fallado otros tratamientos.