El documento habla sobre la importancia de gestionar la reputación corporativa a través de un comportamiento ético y sostenible. Explica que las empresas deben demostrar con acciones verificables que cumplen con expectativas de sus grupos de interés. También destaca que el comportamiento de cada colaborador influye en la percepción de la empresa, por lo que se debe normar y seguir un protocolo para transmitir una imagen homogénea y coherente.
1. consultoría
relaciones públicas
Alcanzarás buena reputación esforzándote en ser lo que quieres parecer
: Sócrates.
El protocolo en la
gestión de la reputación
Carlos Bonilla
L
El autor es
socio y vicepresidente
ejecutivo de AB Estudio de
Comunicación, firma de
Consultoría en Relaciones
Públicas, y miembro del
Consejo Asesor de Merco
México, medidor de
Reputación Corporativa.
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a relación empresa-sociedad experimenta un cambio trascendental que da origen a un nuevo comportamiento organizacional. La maximización del beneficio económico y el
retorno del capital, como misión central de la compañía, dan paso
a un nuevo rol de las empresas en la sociedad con dos exigencias
básicas: ética y sostenibilidad.
Lo que Justo Villafañe, catedrático de la Universidad Complutense
de Madrid denomina “la nueva racionalidad” se radicaliza en los últimos años, tras las crisis financieras, y exige a las empresas demostrar un comportamiento ético y verificable para construir una buena
reputación; ésta se gestiona día con día, es tarea permanente.
Se basa, principalmente, en un comportamiento organizacional acorde con las expectativas de sus stakeholders. Esto es que la
ética esté omnipresente en todos los actos de cada uno de los colaboradores de una compañía o institución, con todos los interlocutores de la misma: accionistas, clientes, proveedores, autoridades
gubernamentales, vecinos, etc.
El comportamiento organizacional no se limita a las acciones
de los directivos de la empresa, sino abarca el de cada uno de los
colaboradores, y constituye un poderoso portador de percepciones, fuente de buena o de mala imagen.
Es por ello que debe estar normado, seguir un protocolo preestablecido, con el propósito de que durante la interlocución de cada
colaborador con sus públicos se erija en un embajador de buena
voluntad hacia la empresa o institución.
febrero 20 14
mundoejecutivo.mx
El protocolo es un conjunto de normas de comportamiento ante los diferentes públicos para homologar la conducta
organizacional y transmitir una imagen
homogénea y congruente ante los distintos interlocutores de la empresa.
Más que un medidor de desempeño, la
buena reputación corporativa debe considerarse como una ventaja competitiva, la
cual, utilizada en forma estratégica, contribuye para el mejoramiento de cada uno
de los indicadores de éxito de las compañías o instituciones.
Para apoyar la gestión de la reputación
deben normarse todos los elementos portadores de percepción. El comportamiento
organizacional como el más importante de
ellos, y es la razón por la que sigue teniendo
una especial importancia ser cuidadoso con
aspectos como la ética en los negocios, la
atención a visitantes, la puntualidad, etc.
El comportamiento organizacional debe
normarse con políticas y protocolos, mismos que deben llevarse a cabo eficientemente, o no cumplirán con su cometido.