La hoja de ruta propone 4 etapas para implementar exitosamente un ERP: 1) análisis, 2) planeamiento y diseño, 3) implementación, y 4) post-implementación. Los factores críticos incluyen la reingeniería de procesos, el gerenciamiento de proyectos, el gerenciamiento del cambio, y la administración de riesgos, tiempo y recursos. El objetivo final es integrar los sistemas internos y externos para mejorar la productividad y estructura de costos.