La implementación del e-business se ha vuelto esencial para todas las empresas, no solo para las que operan exclusivamente en línea, debido a las ventajas que ofrece en términos de calidad de la información, optimización organizativa y mejor relación con clientes y stakeholders. Sin embargo, enfrenta desafíos significativos como la resistencia al cambio, la necesidad de un apoyo cultural y organizativo, y el riesgo de sobreinformación. A largo plazo, los beneficios como la rentabilidad y la adaptabilidad se traducen en un requerimiento de adaptación continua hacia las tecnologías de información y comunicación.