1. Curso de Evaluación y Planificación de Proyectos
Docente: Giovani Serna
En este curso sobre evaluación y planificación de proyectos se espera lograr que los estudiantes
comprendan y utilicen adecuadamente las nuevas tecnologías de gestión para implementar proyectos
que intervengan problemáticas del entorno. Se tendrán 4 módulos distribuidos de la siguiente manera:
Módulo 1: Evaluación, ¿por qué evaluar y para qué evaluar?
Módulo 2: Actores y problemáticas ¿Quiénes están involucrados y cuáles son sus roles?
Módulo 3: Metodologías y estructuras de proyectos ¿Cuáles son las estructuras más usadas?
Módulo 4: Recursos y actividades ¿Cómo lograr los objetivos del proyecto y qué productos obtener?
Evaluación
Cuando existe una situación problemática que requiere ser intervenida se necesita identificar el
problema correctamente y saber las condiciones que se tienen alrededor de la acción que se va a
emprender. Para lograrlo es muy importante reconocer la realidad con un proceso adecuado que permita
atacar el problema desde una visión en conjunto hacia un objetivo general. Así, establecer los recursos
accesibles, las gestiones necesarias y los tiempos para ellos se hace relevante para obtener lo deseado
de manera óptima frente a las condiciones de partida y las contingencias. Por esto se requiere
programar.
Programar se hace necesario para abordar el problema desde una perspectiva delimitada para
transformarlo o resolverlo, realizando una construcción de medios y fines que permiten llegar a los
objetivos específicos señalados. Además, tener un programa facilita detectar los cambios no previstos
que necesitan una intervención a partir de una reformulación o que facilitarán, si es el caso, el trabajo
posterior. Luego, programar requerirá de información concreta, confiable y necesaria para establecer
una línea de partida. En este punto la evaluación hace la entrada como parte esencial en la programación
y ejecución del proyecto, estando entramada con estos dos ámbitos en todo momento. Desde el inicio,
evaluar permite que se obtenga un conocimiento más profundo de la realidad. Desde las definiciones
de evaluación ligadas al comparar, valorar, aprender y reflexionar sobre la acción, se le da una razón al
evaluar que va más allá de mirar si el proyecto o programa está funcionando. Evaluar permite saber
qué está sucediendo, aprender de lo que se ha realizado y detectar factores que en ocasiones no son
previstos por la programación. Desde el comparar y el valorar, evaluar lleva a que luego de establecer
las condiciones iniciales del problema desde la evaluación ex –ante, se instauren criterios a partir de
parámetros deseados, se analicen otros proyectos similares teniendo en cuenta las condiciones
2. diferenciales del que se está realizando y finalmente darle una medición para poder comprender con
precisión cuales son las modificaciones necesarias a medida que el proyecto avanza (Nirenberg y otros,
2003: 105-107) Finalmente, evaluar, a través la evaluación ex –post, permite mirar las trazas que ha
dejado el proyecto desde los productos, efectos e impactos (Cohen y Franco, 1988: 108 y 109).
El para qué de la evaluación se vislumbra desde los anteriores puntos, sumando la importancia que
tienen entre sí la programación y la evaluación. Programar implica partir de la evaluación ex – ante y
establecer la factibilidad de las decisiones que se tomarán para intervenir la problemática y continuar
con evaluaciones mixtas que permitan tanto a evaluadores externos al programa como a los que hacen
parte de éste trabajar en conjunto o independientemente, según lo amerite el momento del proyecto.
Así, evaluar y programar son la manera en que el proyecto toma el encauce adecuado frente a las
vertientes que desde el inicio se han establecido y las que se van presentando siempre enfocado en la
eficacia, efectividad y eficiencia.
Evaluación en proyectos
La evaluación con el foco en la formulación de programas o proyectos nos permite establecer la
pertinencia, coherencia interna y la factibilidad de la propuesta, las intervenciones, los recursos
disponibles y de las actividades relacionadas con las metas y objetivos. Es decir, la evaluación da a
conocer la factibilidad del proyecto y la viabilidad de éste con respecto a las condiciones que enmarcan
la ejecución del mismo (Nirenberg y otros, 2003: 104 y 105). Este tipo de evaluación requiere de una
orientación desde los siguientes aspectos relevantes para valorar la propuesta: Un diagnóstico
adecuado,para lo que la evaluación demanda utilizar métodos cuantitativos y cualitativos para lograr
establecer la magnitud, naturaleza y características del problema; sumado a la jerarquización de las
necesidades, la identificación de los recursos disponibles y el contexto en el que se desarrolla la
problemática (Souza y otros, 2005:23). Una propuesta coherente al diagnóstico, ya que se requiere
analizar si el programa o el proyecto es coherente con el problema. La pertinencia de las estrategias
para la intervención, pues desde los mismos requerimientos contextuales se deben desarrollar
actividades, que tendrán que ver con el tipo de programa que se va a realizar, para obtener los resultados
esperados. Plan de trabajo correctamente formulado, ya que si no se entiende lo que se va a realizar
todos los actores estarán desintegrados y no se llegará al uso eficiente de los recursos, ni se tendrá un
espacialidad y temporalidad definida de tal manera que el programa tenga eficacia. Descripción clara
de las metas y cuantificación de éstas, donde se requiere valorar los diferentes aspectos del programa
con precisión para establecer una medición que permita reflexionar sobre la acción. Adecuación del
seguimiento y evaluación que será acorde a cada momento del proyecto. Adecuación de la estrategia
3. de sustentabilidad del proyecto, es decir, que se deje “capacidad instalada” para que pueda continuar
en el tiempo los procesos iniciados. Adecuación de la formulación presupuestaria,que requiere de un
especialista trabajando en colaboración con el evaluador para establecer una correcta correspondencia
con los recursos solicitados. Pertinencia de las construcciones previstas que incluya la parte legal, los
requisitos del proyecto o programa y los aspectos sustantivos de las obras.
Por tanto la evaluación es parte integral de la planificación y de la ejecución que deberá tener capacidad
de adecuación y una retroalimentación mutua necesaria para el logro del objetivo presentado.
Finalmente, la evaluación para la formulación de programas y proyectos permitirá basarse en las
cualidades que las entidades a cargo del proyecto presentan y de las personas que conducirán las
acciones, además de disponer de elementos de juicio para abarcar el problema con mayor información
y argumentos (Nirenberg y otros, 2003: 106), realizar una jerarquización de prioridades desde la
desagregación de los componentes hallados en el diagnóstico y finalmente continuar con el proceso
evaluativo que complemente, como se ha mencionado anteriormente, la ejecución del proyecto.
BIBLIOGRAFÍA
- Cohen, E. y R. Franco, (1988): Evaluación de proyectos sociales, capítulo: "Tipos de evaluación",
Grupo Editor Latinoamericano, Buenos Aires.
- Nirenberg, O., J. Brawerman y V. Ruiz, (2003): Programación y evaluación de proyectos sociales,
capítulo 4 (pp. 103-130), Paidos, Tramas Sociales, vol. 19.
- Souza, Minayo, M. Cecilia y otros, (2005): Evaluación por triangulación de métodos, Abordaje de
Programas Sociales, "Introducción" (pp. 17-35).