La espiral del silencio explica cómo las opiniones expresadas en las redes sociales pueden influir en los comportamientos e ideas de las personas al mover masas. Cuando una idea gana aceptación y se difunde ampliamente, otras personas también la ven como correcta y adaptan su pensamiento a la opinión mayoritaria. Esto hace que quienes no comparten la opinión dominante tiendan a permanecer en silencio. Las redes sociales también pueden segregar a las personas en grupos con ideas afines y condicionar las decisiones sobre la opinión pública

1. Espiral del Silencio:
La información y las opiniones que se encuentran en Facebook y Twitter llegan a influir en
el comportamiento y las actitudes de los individuos al mover masas. En el caso concreto de
la política 2.0, lo que buscan, con ayuda del marketing político, es identificar en el público
esas necesidades que hacen que sea más factible llegar a los individuos.
Lo que la espiral del silencio plantea es que cuando una persona empieza a considerar algo
aceptable y lo difunde por los medios que tenga a su alcance, hace que otras también
aprecien esas ideologías como correctas, cambiando su actuar y pensar, adaptándolo a la
mayoría.
Es por esto que aunque las redes sociales busquen generar opinión y debate, en la mayoría
de casos se trata sólo de un ideal, donde quienes están en pro de algo se reúnen y se
segregan de cualquier otro grupo con el que no sientan compatibilidad; y donde la opinión
pública inevitablemente será la que agendará los temas y contenidos de los mensajes,
logrando que quienes no participen de la elaboración y aceptación de esa opinión,
permanezcan en silencio. Lo que quiere decir, que el que tenga el control sobre lo que se
publica, es el que finalmente condiciona las decisiones que se toman en torno a la opinión
pública.
Lo que plantea entonces la opinión pública de acuerdo con Noelle-Neumann, citada por
wolf (1994), es que la conformidad de actitud, de ideología y pensamiento, sentencia a que
los individuos disconformes se aislen. Los individuos responden al ambiente social en que
están incluidos, siguiendo sus tendencias y percibiendo cuáles son las opiniones
dominantes. En este sentido, cuantas más personas comprendan estas tendencias y adapten
a ellas sus opiniones, es mayor la posibilidad que un sector tenga más simpatizantes y que
el otro pierda credibilidad.

2. Tomando como ejemplo a Marta Cecilia Ramírez, se podría decir que con el perfil que
muestra de médica, de la Universidad de Antioquia y su influencia en la medicina, hace que
los posibles votantes, consideren que es una buena opción para que se de un cambio en
torno a los asuntos de salud en el país.
En cuanto a las redes sociales, aquel que quiera comentar sobre ella, sólo lo hace si es
consciente de que estará respaldado por otras personas que tienen sus mismas ideas y
comparten sus mismas actitudes. Al igual, que habrán personas que se convenzan de sus
propuestas y de su representación en el senado, únicamente por la cantidad de ciudadanos
que la siguen y que hablan positivamente de ella, pasando a ser parte de este grupo de
referencia.
Es posible también que la ex-candidata, entrando en las redes sociales y haciendo uso de
ellas, crea que solo por el hecho de estar en estas, genera adeptos a su campaña. Siguiendo
la lógica de la espiral del silencio, lo que se podría interpretar es que ella también entra en
la opinión pública, siguiendo tendencias actuales con respecto a sus opositores, en su
estrategia de campaña. Si es así, el poder de los media al influir en el pensamiento de los
individuos, en el contexto social y retomando lo que Schelling, citado por Wolf, (1994)
plantea, es que (...) “las personas reaccionan a su ambiente, (...) este está compuesto por
otras personas que a su vez reaccionan ante su ambiente, que, a la vez, está compuesto por
personas que reaccionan a un ambiente formado por las reacciones de las personas”. De
manera que “lo que hacen unos influye en lo que hacen los otros” (Wolf, 1994 p. 65).