Estrategia de prompts, primeras ideas para su construcción
esferapub
1. Esfera Pública:
Cabe cuestionarse hasta qué punto la implementación de la web y la política 2.0 puede
significar o no la ampliación de la esfera pública; encontrando afirmativa la hipótesis al
entender que en la virtualidad se ven reflejados movimientos sexuales, culturales, sociales,
y demás, que dan a entender y a conocer los intereses singulares y particulares de una parte
de la población.
Sin embargo, sigue siendo un requisito fundamental la participación y cocreación de
elementos identitarios por parte de los individuos que se apropian del espacio virtual, para
que se pueda hablar verdaderamente acerca de una ampliación la esfera pública.
Es el sistema de representación que crean los individuos dentro de la virtualidad el que
genera una identidad colectiva y permite que se visibilicen los intereses de ciertos
colectivos dentro de la esfera pública; por lo que se hace necesario entender también el
aspecto democrático que promete la implementación de las nuevas tecnologías, sin olvidar
la nueva estructura social que esta crea al determinar unos nuevos sujetos excluidos que no
tienen el acceso pertinente a esta nueva esfera virtual.
A pesar de esto, sigue siendo positiva la posibilidad que encuentran los sujetos de
visibilizar sus intereses, de encontrar personas afines que constituyan luego un capital
social, de utilizar estrategias de empoderamiento con el otro, y finalmente de entrar a la
esfera pública para cambiar los intereses allí establecidos.
El uso de las nuevas tecnologías de la información y la comunicación se convierten,
inevitablemente, en un asunto político al tratarse de un espacio donde los recursos, el
conflicto y el poder se trasladan. Pues internet pasa a ser una “forma organizada que
distribuye el poder de la información” (Gómez, 2002, p.04); información entendida como
el recurso primordial que le permite a una persona estar por dentro o por fuera de la esfera
pública.
Esta nueva inclusión o exclusión que genera el ciberespacio no está definida por la brecha
digital, que elimina inmediatamente a aquellas personas que no tienen acceso a los
dispositivos, sino que trasciende al uso crítico de las herramientas, al convertir la
información en conocimiento y al utilizar la información no sólo como técnica, sino como
práctica y acción emancipadora.
Por lo que precisamente el uso que se le da a las nuevas tecnologías para generar
conocimiento y acción, serán las que definirán la nueva estructura de poder y la voz que
tiene una persona dentro de la esfera pública.
2. Así bien, al cambiar la concepción del espacio y el tiempo global, debido al ciberespacio,
como formas simbólicas establecidas por la sociedad donde se desarrolla la experiencia del
individuo, todos aquellos que queden por fuera de la experimentación de estas formas del
entendimiento a priori según Kant, pasan a ser sujetos excluidos que no encajan con las
nuevas formas de representación e identificación.
Es decir que internet se ha convertido en la forma de afirmar la presencia en el nuevo
espacio simbólico de la representación y la espectacularización, y por lo tanto de la
visibilidad. Creando una nueva clase social que convierte a quienes están desconectados en
marginados y excluidos, que para vivir en sociedad deben estar conectados por las redes de
la información y del conocimiento.
Ahora bien, si podemos afirmar que se trata de una ampliación de la esfera pública, con
debilidades y con una nueva estructura demarcada, cabe cuestionarse la necesidad de la
candidata Marta Cecilia Ramírez de visibilizarse a través de esta ampliación de la arena
política; preguntándose si en un país como Colombia se tiene una consciencia acerca de los
logros que se pueden obtener a partir de la virtualidad, un interés por participar en el
accionar político, y una instrumentalización requerida para notar los beneficios de la
ampliación de la esfera.
Ante esto, entonces, se puede afirmar principalmente el mal uso, tanto por parte de los
políticos como de los ciudadanos, del ciberespacio, el cual se ha convertido simplemente en
un lugar de propaganda política, o de visibilización de intereses de un candidato que no
encuentra el respaldo físico de una población, y que no lleva a la movilización más allá de
la virtualidad.
Encontrando una principal falencia en el espacio público virtual referente a la dimensión
discursiva y por la tanto al interaccionismo simbólico, al formar colectividades bajo un
mismo interés, que si bien pueden producir retroalimentación entre sí, no nutren su visión
con la alteridad y el discurso con el adversario.
Más en el caso de Marta Cecilia, no se puede hablar de una ampliación de la esfera pública
al no propiciar la integración de sujetos con los mismos intereses (pues la cantidad de
seguidores en la web era muy reducida), al fracasar en el intento de que se diera debate
político (pues las personas no comentaban sus estados, ni daban su opinión), y al no lograr
la más mínima movilización a partir de los intereses supuestamente compartidos.
Sin dejar de tener en cuenta, que el público específico de la candidata quizá no tenía acceso
a estos medios digitales, por lo que ella no se preocupó por centrar su campaña en la
virtualidad, evitando a su vez la exclusión de esos sujetos que no podrían participar de ese
proceso de identificación virtual.