El documento contrasta los derechos humanos y los derechos fundamentales. Los derechos humanos están sujetos a protección internacional a través de tratados, mientras que los derechos fundamentales están escritos en la constitución de cada estado. También discute si el acceso a Internet es un derecho humano o fundamental, y expresa que ya está contemplado como un derecho al acceso a la información. Finalmente, plantea si el acceso a Internet debe ser regulado por el estado o a través de la autorregulación.