El documento describe el modo de producción feudal. En este sistema, la agricultura tenía una importancia decisiva y las relaciones de producción se basaban en la propiedad de la tierra por parte de los señores feudales. Las clases principales eran los señores feudales como clase dominante y explotadora, y los campesinos como clase explotada. Los campesinos carecían de derechos y estaban en dependencia personal de sus señores.
1. Modo de produccióncapitalista
El modo de producción capitalista es uno de los modos de producción que Marx definió
como estados de la evolución de la historia económica definidos por un determinado nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas y una forma particular de relaciones de producción. Es el
siguiente al modo de producción capital-monetario y, en la predicción del futuro que implica las
tesis marxistas, su lógica interna le conducirá a su desaparición y sustitución por un modo de
producción socialista.[cita requerida]
Mientras que en la bibliografía no estrictamente marxista el capitalismo suele definirse como
un sistema económico, para el materialismo histórico, el capitalismo es un modo de
producción.
El origen del término
Esta construcción intelectual es originaria del pensamiento de Karl Marx (Manifiesto
Comunista, 1848, El Capital, 1867) y deriva de la síntesis y crítica de tres elementos:
la economía clásica inglesa (Adam Smith,David Ricardo y Thomas Malthus), la filosofía
idealista alemana (fundamentante la dialéctica hegeliana) y el movimiento obrero de la primera
mitad del siglo XIX (representado por autores que Marxcalificaba desocialistas utópicos).
Definición y caracterización[
La definición marxista del modo de producción capitalista se centra en el establecimiento de
unas relaciones de producción basadas socialmente en la existencia de proletarios que no
poseen medios de producciónya que pertenecen a los capitalistas, con los que realizan
un contrato de trabajo, mediante el cual venden su fuerza de trabajo, que es la única
propiedad que tienen, a cambio de un salario, como única manera de conseguir los medios
necesarios para su subsistencia. Es el capitalista el que organiza la producción, que en su
aspecto técnico está determinada por un nivel de desarrollo económico propio de la época
industrial, en que el capital ha adquirido el predominio sobre la tierra, que era la fuerza
productiva dominante en los modos de producción anteriores (esclavismo y feudalismo). La
clave de la concepción marxista del capitalismo está en los conceptos de alienación (el hecho
de que el proceso y el producto del trabajo devienen ajenos al trabajador); y de plusvalía, o
sea, el valor incorporado por el trabajador asalariado al producto que excede en al valor que
representa el salario (teoría del valor-trabajo). En esa diferencia de valor estriba para Marx
el beneficio del capitalista, puesto que es éste el que realiza el valor de lo producido mediante
la venta en el mercado, que genera un precio que ha de ser superior al costo de producción si
es que la actividad económica ha sido exitosa.
Características[
El modo de producción capitalista se caracteriza por la propiedad privada de los medios de
producción, la extracción de la plusvalía creada en la producción por una clase de propietarios
privados (referido como la explotación), trabajo asalariado, y la distribución tanto de bienes de
capital y de consumo bienes en una economía principalmente basada en el mercado (referida
como la producción de mercancías).
Un "modo de producción" (en alemán: Produktionsweise) significa simplemente "la forma
distintiva de la producción", que podría definirse en términos de la forma en que está
socialmente organizado y qué tipo de tecnologías y herramientas se utilizan. En el marco del
modo de producción capitalista
2. tanto las entradas y salidas de la producción son principalmente de propiedad privada, los
bienes y servicios adquiridos en el mercado un precio.
la producción se lleva a cabo para el intercambio y la circulación en el mercado, con el
objetivo de obtener un ingreso neto se benefician de ella.
los dueños de los medios de producción (capitalistas) son la clase dominante (burguesía)
que obtienen sus ingresos a partir del producto excedente producido por los trabajadores
y se han apropiado libremente por los capitalistas.
Una característica definitoria del capitalismo es la dependencia en el trabajo asalariado
para un gran segmento de la población; específicamente, la clase obrera (proletariado) no
son propietarios de capital y tiene que vivir con la venta de su fuerza de trabajo a cambio
de un salario.
La situación del trabajador[
La apariencia libre del contrato entre capitalista y trabajador (que según la teoría liberal habría
de ser individual y sin interferencias de negociación colectiva de sindicatos o legislación
protectora del Estado) apenas enmascara la presión a la que está sometido éste por la
existencia de un ejército industrial de reserva, que es como Marx denomina a los
desempleados que están dispuestos a sustituirle. No es original de Marx, sino de Ricardo y
otros pensadores liberales (Ferdinand Lassalle), la idea de que el funcionamiento libre del
mercado somete a los salarios a una ley de bronce que impide que asciendan más allá del
límite de la subsistencia. Los proletarios deben de cuidar ellos mismos de la reproducción de
la fuerza de trabajo o si no mueren con sus discípulos .
Las crisis capitalistas
La crítica marxista al capitalismo sostiene que este modo de producción contiene
contradicciones inherentes que provocan las crisis cíclicas.[cita requerida] Karl Marx, en su obra El
Capital, fundamenta esta opinión aduciendo que cada vez es más difícil para el capitalista
valorizar su capital. Las relaciones de competencia a las que está sujeto el capitalista, obligan
a éste a implementar de manera constante y creciente nueva y mejor maquinaria para
incrementar la productividad del trabajo y, de esta forma, vender sus mercancías a precio más
bajo que sus competidores directos. De este modo, disminuye el componente "trabajo vivo" (la
contratación de trabajadores) dando lugar a lo que Marx denomina "ejercito industrial de
reserva" es decir, una considerable parte de la clase obrera que queda a la espera de un
trabajo. Esta espera forzosa que impone el capitalismo a la clase obrera, hace que este
"ejercito industrial de reserva" se convierta, por un lado, en una importante masa de pobres e
indigentes, y, por otro lado, en causa de la imposibilidad de que el salario ascienda
rápidamente (debido al excedente de oferta de fuerza de trabajo).
3. Modo de Producción Socialista
Sus inicios se remontan a la época de la Revolución Francesa, el término
comenzó a ser utilizado de forma habitual en la primera mitad del siglo XIX, por
los intelectuales radicales, el socialismo surge como resultado del cambio
revolucionario del régimen capitalista por el socialista.
El Modo de Producción Socialista mantiene una distribución más justa de las
riquezas y condenan la propiedad privada de los medios de producción; la base
del socialismo se encuentra en la denuncia de las desigualdades sociales. En ello
no debe existir clase social ni la explotación del hombre por el hombre, sino
relaciones que se efectúen en base a la cooperación y beneficio mutuo.
Definición del Socialismo
Es una ideología de economía política que defiende principalmente a un
sistema económico y político que defiende principalmente a un sistema
financiero y gubernativo, basado en la socialización de los medios de producción.
Por tanto el socialismo debe llevar a cabo una planificación y una organización
unida y consecuente de la vida social y económica.
Sin embargo, subsisten criterios encontrados respecto a la necesidad de la
centralización de la administración monetaria mediante el Estado como única
instancia fusionada en el marco de una corporación compleja, frente a la
posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizadas de la colectiva
demócrata, tanto por vías autogestionarias como de mercado.
Además existen discrepancias sobre la forma de sociedad liberal a clases
sociales o poblaciones, frente a la posibilidad de una situación autocritica por
parte de las burocracias administrativas.
Creencia en el progreso
El hombre es esencialmente social y no puede concebirse de la misma en
representación aislada; por tanto la colectividad tiene prioridad sobre el
individuo y los intereses sociales tienen mayor importancia que los personales. El
4. Socialismo se fundamenta esencialmente en la obtención social de los medios de
producción, con la finalidad de la satisfacción de las necesidades sociales.
Además crear procesos enriquecidos de forma continua en el tiempo y en el
espacio, identificando y erradicando las contradicciones existentes y con ello
transformar las realidades holísticas, para lo cual la interpretación
hermenéutica, tiene que ser compartida por los actores intervinientes a fin de
poder alcanzar las conclusiones y acuerdos conducentes a la construcción
consensuada del modelo económico, político, social y cultural de la sociedad
emergente que se quiere llegar : al Socialismo.
Creencia en el humanismo
Es una ética y moral socialista que inquiere ampliar los horizontes de
liberación conducentes a superar las indisposiciones del Capitalismo; por otro
lado promueve los valores de humildad, compresión, solidaridad, desarrollo
armónico del ser y la naturaleza, dignidad y complementariedad entre unos y
otros, un fecundo y profundo amor hacia el prójimo y los más necesitados, una
autentica identidad y compromiso con la humanidad y a su vez con el
internacionalismo.
Asimismo debe emerger una tendencia de la emancipación de la conciencia
y voluntad soberana de la sociedad, es decir, una filosofía desarrollada en la
cotidianidad exaltando los valores de libertad, justicia e igualdad.
Esta ética se encuentra asociada estrechamente con la política y la razón
espiritual que dignifiquen la condición ciudadana tanto de cada individuo como
del colectivo.
Creencia en el materialismo
Por su parte la moral socialista determina el accionar, el pensamiento y la
conciencia de los hombres para la transformación material y espiritual de sus
realidades, aun inmersas en contradicciones propias del Capitalismo, es decir, un
accionar que por supuesto suprima de una vez por todas la pobreza y la miseria,
que exceda en beneficio de la comunidad y el alcance de la mayor suma de
felicidad y satisfacción posible.
Con respecto al plano económico-laboral, los trabajadores asumen tal moral
socialista, para comprenderse a sí mismo con historicidad, como seres sociales,
democráticos y emprendedores, para luego organizarse definitivamente, con el
objetivo de modificar las relaciones políticas y económicas en su sitio de trabajo,
y poder de esta manera socializar los medios de producción.
Características principales de la economía socialista
En este sistema económico los medios de producción son de propiedad
colectiva o social, lo que de hecho se traduce en que el Estado es el titular de la
mayor parte de los bienes de producción. Adicionalmente el sistema socialista
proyecta un procedimiento social.
Dentro de las características principales de la economía socialista se encuentra:
5. 1. Propiedad pública de los medios de producción.
2. El Estado formaliza un control de la economía a través de una
planificación financiera centralizada.
3. Los trabajadores son asalariados por las empresas que pertenecen a
las colectividades públicas.
4. Los montos son determinados por la autoridad central.
Justicia Social
Es un concepto aparecido a mediados del siglo XIX, referidos a las
situaciones de desigualdad social, que define la búsqueda de equilibrio entre
partes desemejantes, por medio de la creación de protecciones o discordancias
de signo contrario a favor de los más débiles. La justicia social consigna
directamente al derecho de los sectores más desfavorecidos de la sociedad, en
especial a los trabajadores, al goce de los derechos humanos sociales y
económicos, conocidos como derechos de segunda generación, de los que ningún
ser humano debería ser privado.
La idea de justicia social está orientada a la creación de las condiciones
necesarias para que se desarrolle una sociedad relativamente equivalente en
términos económicos. Comprende el conjunto de decisiones, normas y principios
considerados razonables para garantizar condiciones de trabajo y de vida
moderada para toda la población, involucra también la concepción de un Estado
activo, removiendo los obstáculos que impiden el desarrollo de relaciones en
igualdad de condiciones.
Socialización de la producción
Al socializarse la producción, se crean nuevas ramas de la economía,
además se incrementa la especialización y cooperación, desarrolla la distancia de
las empresas equipadas con maquinarias de alta productividad. La socialización
de la producción presenta un carácter distinto en las diversas formaciones
económico-sociales, un carácter que es determinado por las formas dominantes
de la propiedad sobre los medios de producción.
La propuesta de socializar los bienes, no se extiende a los bienes de consumo
o pertenencias personales, ni examina evitar sueldos o ganancias derivados del
esfuerzo personal; la socialización de producción no significa otra cosa que la
abolición del derecho de propiedad privada y de la gestión de las fábricas como
de la tierra.
6. Modo de Producción
Feudal
Régimen económico feudal. En la producción feudal la agricultura tenía una
importancia decisiva. Las relaciones determinantes del modo feudal de
producción, eran las relaciones agrarias caracterizadas por la posesión de la tierra
por los señores feudales.
Feudalismo
Artículo principal: Feudalismo.
El feudalismo es la formación económico social establecida como resultado de la
descomposición y hundimiento del régimen esclavista o del régimen de
la comunidad primitiva; ha existido en casi todos los países[1][2]
.
Clases principales
Las clases principales de la sociedad feudal son las constituidas por los señores
feudales y por los campesinos. La clase dominante y explotadora de los señores
abarcaba a la nobleza y al alto clero. Dentro de la clase dominante, existía una
división jerárquica en estamentos, una subordinación de los pequeños señores
feudales a los de mayor poderío.
La Iglesia era una gran potencia feudal. Los campesinos explotados carecían de
derechos políticos y jurídicos. En las ciudades, la masa principal de la población
se hallaba constituida por maestros, oficiales, aprendices y trabajadores no
calificados.
Relaciones de producción
La base de las relaciones de producción dominantes bajo el Feudalismo era la
propiedad del señor feudal sobre los medios de producción, en primer lugar sobre
la tierra, y la propiedad incompleta sobre el trabajador, la cual se expresaba en
diversos tipos de dependencia personal del campesino respecto a su señor.
Bajo el feudalismo, las fuerzas productivas sólo podían desarrollarse sobre la base
del trabajo de los campesinos dependientes, quienes poseían su hacienda,
instrumentos de trabajo insignificantes y se sentían algo interesados
materialmente en el trabajo.
Relaciones agrarias feudales
Explotación agraria
7. En los territorios de los señores feudales existían no solo un número determinado
de aldeas, sino también una gran cantidad de ciudades. Por ello en su radio de
explotación se encontraban tanto los campesinos como los artesanos urbanos. La
propiedad feudal comprendía el dominio completo en los límites de determinado
territorio. Las relaciones de la propiedad agraria estaban firmemente vinculadas a
las relaciones de dependencia personal. Las relaciones de dependencia personal
imperaban en todo el sistema de relaciones sociales del feudalismo.
(...) Todo el mundo – escribió Marx – vive sojuzgado: siervos y señores de la gleba,
vasallos y señores feudales, seglares y eclesiásticos. La sujeción personal caracteriza, en
esta época, así las condiciones sociales de la producción material como las relaciones de
vida cimentadas sobre ellas.
Relaciones agrarias y de dependencia personal
La forma más extendida y acabada de la dependencia personal de los campesinos
en relación a los señores feudales fue la denominada servidumbre o derecho de
servidumbre.
Las relaciones de subordinación de los campesinos respecto a los señores
feudales, se manifiestan como relaciones entre clases opuestas, que enfrentaban
a los productores directos a las clases explotadoras. Pero el carácter de estas
relaciones era ya distinto en comparación con la sociedad esclavista. Los
campesinos siervos no eran plenamente propiedad de los señores feudales. Podía
dedicar parte del tiempo a su parcela y hasta cierto punto eran dueños de sus
acciones. Por muy difícil que fuera su situación, los siervos explotados por los
señores feudales ya no eran de su propiedad y resultó ser una paso de avance
con respecto a la esclavitud.
Los campesinos poseían medios de producción, aperos agrícolas, herramientas
de artesanía y ganado de renta y de labor. Los artesanos de la ciudad también
poseían medios de producción. Los campesinos y artesanos poseían además
viviendas y dependencias. Algunos medios de producción, como los pozos, los
caminos y en ocasiones los pastizales, eran propiedad de la comuna rural que se
mantuvo en ciertos territorios a pesar del proceso de feudalización y, como
consecuencia. De sometimiento de los campesino y de supeditación de la
comunidad al poder de los señores feudales.
Producción feudal y renta feudal
La producción feudal se desarrollaba en dos vertientes principales: en forma de
economía terrateniente y economía tributaria. Para las dos formas era común lo
siguiente: a) el productor directo dependía personalmente del señor feudal; b) el
señor feudal del cual dependían personalmente los productores directos, era
considerado propietario de todas las tierras dedicadas a la producción agrícola; c)
el productor directo disponía de un lote de tierra que constituía su hacienda; d) a la
producción agrícola se aplicaba el trabajo de los campesinos y se empleaban en
8. ella sus instrumentos de trabajo; e) los campesinos invertían el trabajo adicional y
creaban producto adicional para el señor feudal como resultado de la coerción
extraeconómica. Por cuanto los campesinos poseían medios de producción
propios necesarios para llevar independientemente la hacienda, el señor feudal
podía explotar al productor directo sólo por medio de la coerción extraeconómica.
“Si este no tuviera poder directo sobre la persona del campesino – escribió Lenin –
no podía obligar a trabajar para sí al hombre que posee la tierra en nadiel y que
tiene su hacienda propia.” El nadiel campesino constituía la base para la propia
existencia del campesino y de su familia. A diferencia de la esclavitud, en la que la
fuente fundamental de la fuerza de trabajo eran las guerras, la hacienda individual
aseguraba una reproducción más o menos regular de la fuerza de trabajo.
Economía terrateniente
En la economía terrateniente, toda la finca del señor feudal se fraccionaba en dos
partes. Una parte, la tierra terrateniente en la que con el trabajo y los instrumentos
de los campesinos se obtenían productos agrícolas, que eran apropiados
enteramente por el señor feudal. De esta manera en la tierra terrateniente se
ejecutaba la inversión de trabajo adicional de los campesinos y se obtenía el
producto adicional. La otra parte de la tierra recibía el nombre de nadiel (lote). En
esta tierra tenía el campesino su hacienda donde reproducía el producto
necesario. En esta tierra debía obtener el producto suficiente para su alimentación
y la de su familia.
Economía tributaria
En la economía tributaria toda la tierra era dada al campesino en nadie. Toda la
producción agrícola era lograda en las haciendas tributarias campesinas. Una
parte del producto creado era entregado por el campesino al terrateniente en
forma de tributo. Y la otra parte quedaba en manos del campesino para la
reproducción de su fuerza de trabajo y mantener a su familia.
Trabajo necesario y adicional
En la economía tributaria tanto el trabajo adicional como el trabajo necesario eran
invertidos en la hacienda del campesino. En la economía terrateniente, el trabajo
necesario y el trabajo adicional estaban divorciados en el espacio y en el tiempo:
el trabajo necesario era invertido en el nadiel del campesino y el trabajo adicional
en las tierras del señor feudal (terratenientes).
En la economía tributaria el trabajo necesario y el adicional no estaban separados,
ya que todo el campo de acción era la haciende del campesino. Pero el producto
necesario y el adicional estaban separados entre sí.
En la economía terrateniente, el trabajo adicional se entregaba en su forma
natural, como determinado números de jornadas de prestación. En la economía
tributaria, el trabajo adicional no se entregaba en su forma natural, sino en forma
de producto del trabajo. Por eso se manifestaba de manera completamente
9. tangible la diferencia entre el producto necesario y el producto adicional: lo que
entregaba el campesino al señor feudal en forma de tributo era producto adicional.
La parte del producto que le quedaba era producto necesario. En la economía
terrateniente también era físicamente tangible la diferencia entre el trabajo
necesario y el trabajo adicional.
El trabajo adicional en la economía terrateniente se diferenciaba muy poco del
trabajo de los esclavos. El producto de todo el trabajo en la economía terrateniente
pertenecía al señor feudal por lo que el campesino no estaba interesado en sus
resultados. Por esta razón los señores feudales convertían las haciendas
terratenientes en haciendas tributarias. Los terratenientes tropezaron con
limitaciones objetivas pues era preciso ofrecer a los campesinos la posibilidad de
reproducir el producto necesario. En caso contrario el campesino no hubiera
estado en condiciones de continuar el proceso de producción.
Por otra parte el número de jornadas de prestaciones no era igual en todas las
regiones. En Rusia se había legalizado en tres días pero posteriormente los
terratenientes aumentaron el número de jornadas hasta dejar a los campesinos
solo el domingo y las noches. Esto perjudicaba tanto a la hacienda campesino
como a la hacienda terrateniente. El campesino perdió todo interés en el trabajo
de la hacienda terrateniente y disminuyó la productividad del trabajo y su calidad
por lo que se veía afectado el producto adicional.
En la economía tributaria, el terrateniente se garantizaba cierta magnitud del
producto adicional que los productores directos (los campesinos) debían
entregarles obligatoriamente. El aumento de los tributos chocaba con la
resistencia de los campesinos. La historia del feudalismo está llena de una lucha
aguda de los campesinos contra el ilimitado aumento de las proporciones del
tributo.
Formaban el tributo determinados productos, que formaban un conjunto de valores
de uso elaborados por los campesinos. Por cuanto la economía tenía en lo general
un carácter natural, el campesino debía producir en su hacienda el producto
necesario y el producto adicional. Posteriormente el producto en especie se
complementó con el tributo en dinero o fue sustituido enteramente por el dinero.
En varias haciendas feudales se aplicaba un sistema mixto. Además de la
prestación personal, los campesinos debían para el tributo.
Según se puede deducir de la caracterización de la economía terrateniente y de la
economía tributaria en el sistema de relaciones económicas feudales, la
producción se basaba en la hacienda campesina que constituía la base productiva
de dicho modo de producción.
Producción feudal y la coerción extraeconómica
La base de la explotación feudal era la propiedad feudal de la tierra, en conexión
con la dependencia personal, que presuponía unas u otras formas de coerción
extraeconómica. Sin la propiedad de la tierra, el señor feudal no habría podido
explotar a los campesinos. En este sentido la propiedad feudal de la tierra era la
10. base del modo feudal de producción, pero el poder sobre la tierra era insuficiente
para explotar al campesino. La economía estaba organizada de tal manera que sin
las relaciones de dependencia personal y sin la posibilidad de la coerción
extraeconómica, relacionada con ella, no hubiera sido posible hacer efectiva las
relaciones económicas feudales. En tal caso la peculiaridad del modo feudal de
coerción extraeconómica se manifestaba como condición necesaria y obligatoria
de cada hacienda en particular. Por ello, las relaciones de dependencia tenían un
determinado carácter personal. Cada campesino concreto era siervo de un señor
feudal determinado. La necesidad objetiva de la coerción extraeconómica no era
suficiente para hacer efectivas las relaciones feudales de producción. Sin la
coerción económica no hubieran existido estas relaciones de forma completa, pero
por si sola la coerción extraeconómica, de forma aislada, era insuficiente para
hacer efectiva tal tipo de relaciones económicas. Para ello eran necesarias las
relaciones agrarias feudales. En el feudalismo el medio principal de trabajo era la
tierra, y las relaciones agrarias eran las relaciones determinantes. La propiedad
feudal sobre la tierra presuponía como característica propia esencial, que el
proceso directo de la producción corriera a cargo de los campesinos, que
inevitablemente tenían tierras, que era la base de su hacienda tributaria. En la
economía terrateniente, la base de la hacienda campesina era una parte de la
tierra de los dominios del señor feudal, y en la economía tributaria, toda la tierra
era la base de la hacienda campesina.
Formas de la renta feudal
Rentas
Las relaciones agrarias constituían la relación fundamental de producción del
modo feudal. Por eso las relaciones de producción fundamentales del feudalismo
se manifestaban en la renta, que representaba la forma económica de realización
de la propiedad feudal de la tierra.
El trabajo adicional y el producto adicional se manifestaban en forma de renta bajo
las condiciones del modo feudal de producción. De acuerdo con el carácter y la
forma de apropiación del trabajo adicional y del producto adicional, existían los
siguientes tipos de renta. En la economía terrateniente se obtenía el trabajo
adicional a través de la coerción ejercida sobre el campesino dependiente para
que trabajara en las tierras del terrateniente. Tal forma de trabajo adicional se
manifestaba en forma de renta en trabajo. En la economía tributaria cuando el
señor feudal establecía qué productos debían serle abonados en concepto de
tributos, el trabajo adicional se lo apropiaba el señor feudal por medio del producto
como producto adicional. Tal forma de renta feudal era llamada renta en
productos. Si la magnitud del tributo era establecida en dinero, el trabajo adicional
no era apropiado por el señor feudal en forma de trabajo, ni tampoco en forma de
producto del trabajo, sino como determinada magnitud de valor abonada en
dinero. El tránsito a la renta en dinero, fue el resultado del incremento de la
11. división del trabajo, lo que originó el intercambio y la difusión gradual en la
sociedad de las relaciones monetarias mercantiles.
Ley económica fundamental
La finalidad de la producción feudal residía en la creación del producto adicional
que en forma de renta del suelo se apropiaban los señores feudales y empleaban
para satisfacer sus necesidades. La original dualidad del trabajo de los
campesinos dependientes condicionaba la dualidad del producto adicional en la
sociedad feudal. El producto adicional lo mismo que el producto necesario, era
valor de uso, es decir, poseía la capacidad de satisfacer las necesidades de los
que se lo apropiaban, o sea, de los señores feudales por su condición de
propietarios de la tierra. A la vez, habiendo sido creado por el trabajo forzoso de
los campesinos siervos, el producto adicional tomaba la forma específica de renta
feudal del suelo. El producto adicional creado como resultado del trabajo forzoso
de los campesinos dependiente de los señores feudales era apropiado por estos
en forma de renta feudal del suelo para su consumo parasitario. En esto consiste
la esencia de la ley económica fundamental del feudalismo.
Reproducción feudal
En la economía terrateniente y en la economía tributaria, el campesino disponía de
todo lo necesario para el sustento de su hacienda por cuanto no estaba interesado
en entablar ningún tipo de relaciones económicas con la clase de los señores
feudales, ya que estos lo que hacían era consumir de forma parasitaria el trabajo
adicional y el producto adicional por ellos creados. Si producto de las
circunstancias históricas, hubiera desaparecido la clase terratenientes (los señores
feudales), las haciendas campesinas no se habían visto privadas de condiciones
económicas para su reproducción. Por otra parte los campesinos de habrían libera
do de entregar el trabajo adicional al terrateniente feudal. Por esto para que se
realizara la reproducción sobre la base feudal era necesaria la coerción
extraeconómica.
En el feudalismo el volumen de la producción crecía con lentitud a lo largo de
generaciones enteras. Crecían muy lentamente las necesidades de los
productores directos y de sus familiares. Solo en diversas situaciones tenia lugar
la reproducción ampliada atípica para este tipo de relaciones económicas y por
otro lado no constituía un proceso ininterrumpido. El consumo parasitaria era la
fuerza motriz de la producción feudal. Los señores feudales no utilizaban el
producto obtenido por ellos para aumentar la producción. La reproducción
ampliada presupone la ampliación de la producción, no solo del producto
adicional, sino de todas las condiciones del proceso de producción.: de los medios
de producción y del producto necesario. Por ello en caso que se efectuara la
reproducción ampliada en la hacienda terrateniente, eso solo era el aumento de la
producción del producto adicional.
12. La reproducción realizada en la hacienda campesina tenía un carácter
determinante. El trabajo de los campesinos siervos reproducía no solo los
productos destinados a la satisfacción de las necesidades de los señores feudales
y de los propios productores y sus familias, sino también las condiciones para la
continuación del proceso de producción en su hacienda. Los campesinos debían
realizar los trabajos que aseguraran la continuidad de la producción.
El incremento de la producción en la hacienda campesina era limitado
forzosamente por el hecho de que al aumentar la producción, aumentaban las
rentas que debían pagar. Por otro lado para pagar la renta aumentada, el
productor debías mantener la producción ampliada.
La fuente de todo aumento de la producción es el producto adicional. Por ello solo
podía tener lugar en el caso de que una parte del producto adicional, se destinara
de vez en cuando a la ampliación y perfeccionamiento de la producción, cosa no
común debido al consumo parasitario de la clase feudal. Esto ocurría de manera
esporádica preferentemente en ocasiones que debido a la existencia de
prestaciones fijadas con anterioridad, el señor feudal no podía apropiarse de golpe
de todo el resultado del incremento de la productividad del trabajo en la hacienda
campesina.
Desarrollo de las fuerzas productivas
Las relaciones feudales de producción contribuyeron al desarrollo ulterior de las
fuerzas productivas a lo largo de cierto período histórico. En los siglos XV y XVI se
producen los cambios más significativos en le desarrollo de las fuerzas
productivas debido al progreso alcanzado en la siderurgia, el mecanizado de los
metales y la energética.
En la segunda mitad del siglo XV, comenzaron a emplearse los altos hornos en la
fundición de hierro lo cual elevó la productividad del trabajo en la industria
siderúrgica y se incremento la producción de los metales ferroso. Para la forja del
metal comenzaron a emplearse martillos metálicos accionado por un volante
hidráulico. Aparecieron además tipos sencillos de tornos, taladradoras y
esmeriladoras. Con ello se crearon las condiciones para perfeccionar los
instrumentos de trabajo en todas las esferas de la economía.
Se comenzaron a utilizar nuevos mecanismos (bombas de agua, montacargas,
etc) para el trabajo en las minas, lo que permitió extraer minerales útiles de las
minas situadas a gran profundidad. Se perfeccionaron y adquirieron gran difusión
los motores de viento y el volante hidráulico. Desde el siglo XII se conocí el reloj
mecánico y a finales del siglo XV se construyó el primer mecanismo automático, el
reloj de bolsillo de cuerda. Se descubrió y difundió la imprenta. Se operaron
cambios importantes en la construcción de barcos y el la técnica de navegación.
Se logró cierto progreso técnico en la agricultura, aumentaron las superficies
cultivables y creció el volumen de la producción agrícola.
13. Desarrollo de las relaciones mercantiles
Paralelamente al desarrollo de la técnica, creció la división social del trabajo, ante
todo en la artesanía. Surgían más artesanos que se especializaban en la
producción de unas pocas mercancías. Se convirtieron en ramas independientes
diversos oficios de la artesanía a los que se había dedicados los campesinos en
sus viviendas y en las haciendas de los terratenientes (elaboración de hilados,
tejidos, etc). Producto al crecimiento de la división social del trabajo, creció
inevitablemente la producción y el cambio de mercancías.
A finales del siglo XV e inicios del siglo XVI, la forma de la renta en dinero pasó a
ser dominante en varios países, lo que amplió considerablemente las relaciones
mercantiles y monetarias y la influencia del mercado en la economía feudal. Fue
desapareciendo gradualmente el aislamiento de las haciendas de los campesinos
y los terratenientes. Los campesinos se fueron transformando paulatinamente en
productores de mercancías. En las ciudades se ampliaron con mayor rapidez las
relaciones mercantiles debido a que en la división del trabajo y la especialización
de la producción, se operaron los cambios más rápido que en el campo. El
desarrollo ulterior de las ciudades como centros del desarrollo de la producción
mercantil y del comercio, ejercía una influencia cada vez mayor en la
desintegración de la economía natural.
El incremento de la producción mercantil fue aparejado con la ampliación del
mercado. Las relaciones comerciales entre las ciudades y entre las ciudades y el
campo, así como entre los diferentes países, se fueron haciendo cada vez más
amplios y necesarios. Los grandes descubrimientos geográficos, imprimieron un
fuerte impulso al desarrollo del comercio.
Disgregación de la economía natural
Economía Natural
En los siglos XV y XVI las relaciones mercantiles y monetarias, había penetrado lo
suficiente en la economía no solo de las ciudades, sino también del campo. La
existencia en estas condiciones de los gremios de artesanos y de las haciendas
naturales, se hacían cada vez más incompatible con las necesidades del
desarrollo sucesivo de la economía.
La organización feudal de la producción artesanal en la forma de régimen gremial
con su rigurosa reglamentación del volumen y la tecnología de la producción, con
el monopolio de la producción gremial, limitaba las posibilidades de un
considerable progreso de la técnica de la producción y del aumento de la cantidad
de producción mercantil.
La agricultura feudal con el fraccionamiento de las tierras de los pequeños
productores y la rotación forzosa de los cultivos en los límites de la comunidad
supeditada al señor feudal, impedía la elevación de la productividad del trabajo y
la ampliación de la hacienda.
14. A su vez la economía natural con su producción para sí, obstaculizaba la escala
del mercado interior y frenaba el desarrollo del intercambio de mercancías. Las
relaciones feudales frenaban la afluencia de mano de obra a la ciudad, sin lo cual
no podía ampliarse el mercado.. los artesanos y campesinos eran mantenidos en
el sistema de la producción feudal por medio de la coerción extraeconómica e
incluso las personas que habían atesorado considerables riquezas (los
mercaderes, los usureros y los artesanos enriquecidos) no podían organizar en
realidad la gran producción en la ciudad o en el campo, pues no disponían de
suficiente fuerza de trabajo. En esta situación el procedimiento de unificación de la
fuerza de trabajo con los medios de producción propio del feudalismo era cada vez
más inadecuado al desarrollo de las fuerzas productivas.
Entre las nuevas fuerzas productivas, que exigían nuevas formas de organización
del trabajo a la forma de la cooperación de productores especializados y un nuevo
modo de unificación de las fuerza de trabajo con los medios de producción, por un
lado, y las caducas relaciones de producción basadas en la dependencia personal
de los productores respecto a los propietarios de la tierra, por otro lado, apareció y
se agudizó cada vez más la contradicción inconciliable. Apareció la necesidad
social de sustituir las viejas relaciones de producción feudales por otras nuevas,
que correspondieran al crecente desarrollo de las fuerzas productivas.
Diferenciación de los productores de mercancías
Al ampliarse la división social del trabajo y extenderse la esfera de la relaciones
mercantiles y monetarias, se incrementaba la diferenciación patrimonial y social de
los productores directos de mercancías. Al no ser igual la productividad del trabajo
individual, los productores de mercancías invertían en la producción de una misma
mercancía diferentes cantidades de trabajo.
Los productores de mercancías que tenían peores condiciones de producción,
invertían mucho más trabajo y solo podían cubrir parte los gastos de producción al
vender sus mercancías. Inexorablemente una parte de estos productores se
arruinaban. Por otra parte aquellos que disponían de mejores condiciones de
producción y lograban una intensidad y productividad del trabajo más avanzada,
se enriquecían. Acumulaban en sus manos grandes sumas de dinero y de medios
de producción. Con esto se creaban las condiciones para un nuevo procedimiento
de unificación de los productores con los medios de producción. Los productores
de mercancías arruinados, al no disponer de toda clase de medios de producción,
se veían obligados a contratarse por dinero, trabajando para aquellos que poseían
los medios de producción. La producción mercantil basada en los medios de
producción y en el trabajo de los propios productores, se transformaba cada vez
más en una nueva forma de producción mercantil más desarrollada: la forma
capitalista de producción mercantil.
Surgimiento de producción mercantil capitalista
Producción Mercantil
15. Las relaciones capitalistas de producción surgidas en las entrañas del régimen
feudal, se diferenciaba de las formas anteriores de la economía mercantil, ante
todo como gran producción que empleaba la cooperación del trabajo de muchos
obreros asalariados.
En el proceso de surgimiento y desarrollo del modo capitalista de producción jugó
un papel primordial el capital comercial y el capital usurero, que incentivaron al
desarrollo de las relaciones monetarias mercantiles. El capital comercial nacido
con anterioridad, era invertido a menudo en la industria, y el comerciante se
convertía en tal caso en capitalista manufacturero. En momentos los usureros
pasaban a ser banqueros. Tanto al capital comercial como el usurario no podían
de por sí originar una revolución radical en las relaciones de producción; solo
favorecían a crear las condiciones para el surgimiento de las formas capitalistas
de producción.
La consolidación de las relaciones capitalistas de producción supuso la
transformación de la masa de productores en proletarios libres de toda
dependencia personal pero desposeídos a la vez de tos clase de medios de
producción. Por otra parte la concentración de las riquezas en dinero y de los
medios de producción en manos de una minoría. En la creación de estas
condiciones reside la esencia de la denominada acumulación originaria del capital.
Al respecto Marx escribió: “El régimen del capital presupone el divorcio entre los
obreros y la propiedad sobre las condiciones de realización de su trabajo…Por
tanto, el proceso que engendra el capitalismo sólo puede ser uno: el proceso de
disociación entre el obrero y la propiedad sobre las condiciones de su trabajo,
proceso que de una parte convierte en capital los medios sociales de vida y de
producción, mientras que de otra parte convierte a los productores directos en
obreros asalariados. La llamada acumulación originaria no es, pues, más que el
proceso histórico de disociaciónentre el productor y los medios de producción.”
El proceso de la acumulación originaria del capital constituye la prehistoria del
capitalismo y antecedió a la consolidación del capitalismo como modo dominante
de producción.
Papel de la violencia en la instauración del capitalismo
Los economistas burgueses, describen sublimemente la historia del surgimiento
del capitalismo, afirmando que la acumulación de riquezas deviene desde la
remota Antigüedad como resultado del amor al trabajo y el espíritu de austeridad
de unos y de la indolencia y despilfarro de otros. En verdad las relaciones
capitalistas de producción surgieron y luego se convirtieron objetivamente en las
relaciones dominantes, producto a las leyes del desarrollo social. Pero la
acumulación originaria del capital fue beneficiada y acelerada con el empleo de la
violencia directa y sin disimulos de ninguna índole.
Constituye un ejemplo típico de cómo se desenvolvió la acumulación originaria del
capital los acontecimientos acaecidos en los siglos XVI y XVII en Inglaterra, donde
la producción capitalista alcanzó un mayor desarrollo antes que en los demás
países de Europa. La nobleza aburguesada, desalojó violentamente de la tierra a
16. los campesinos que se habían liberado de la servidumbre feudal. Al quedarse sin
tierras, los campesinos se vieron obligados a contratarse a los capitalistas.
Paralelamente se operó el proceso de aparición de los granjeros capitalistas. “El
recuerdo de esta cruzada de expropiación – escribió Marx – ha quedado inscrito
en los anales de la historia con trazos indelebles de sangre y fuego.” Los
campesinos arruinados y despojados de sus tierras se fueron convirtiendo en una
masa empobrecida que llenaba los caminos y ciudades en busca de trabajo y
medios de existencia. Así mediante la violencia se aceleraba la proletarización de
las amplias masas.
La violencia es además una importante vía para acelerar la concentración de las
riquezas en manos de unos pocos. Muchas empresas capitalistas nacieron a
expensa de la acumulación concentrada en manos fde los comerciantes u
usureros. Pero además desempeñaron un enorme rol otros métodos de
acumulación de riquezas, como el sistema de explotación colonial de los pueblos,
el comercio con las colonias, comprendido la trata de esclavo, las guerras
comerciales, el sistema de empréstito e impuestos estatales y la política
arancelaria proteccionista del estado.
Así mediante el despojo, la ruina impuesta por la violencia, de la masa de
pequeños productores y la rigurosa opresión de los pueblos coloniales, se
aceleraba la creación de las condiciones para el dominio de las relaciones
capitalistas de producción.
Agudización de la lucha de clases
La disgregación del régimen feudal, se desarrolló en virtud de las leyes objetivas
del desarrollo social. Este proceso se aceleró mediante el empleo de la violencia
en gran escala como método de la acumulación originaria del capital. La base del
feudalismo se fue debilitando cada vez más por los efectos de la lucha de clases
que se iba agudizando cada vez más manifestadas por las acciones de la masa de
campesinos contra los opresores.
En el siglo XIV se produjo la insurrección de los campesinos ingleses dirigidos por
Wat Tyler y la sublevación de los campesinos franceses (Jacquerie). En el
siglo XV estallaron sublevaciones campesinas en Bohemia dirigidas por Juan Hus.
En el siglo XVI en Alemania se sucedieron grandes acciones de los campesinos
dirigidos por Tomás Munzer.
Juana de Arcos
Las insurrecciones campesinas fueron el preludio de las revoluciones burguesas.
Los campesinos y artesanos constituían las fuerzas motrices fundamentales de las
revoluciones burguesas. Pero los frutos de sus luchas y victorias fueron
aprovechados por la burguesía que se apoderó del poder estatal. Las primeras
revoluciones burguesas ocurrieron en los países bajos (siglo XVI) y en Inglaterra
(siglo XVII). La revolución francesa, iniciada en 1789, tuvo una enorme
17. trascendencia para el para el derrocamiento del dominio de los señores feudales y
el triunfo de la burguesía en Europa. Las revoluciones burguesas dieron el golpe
de gracia al régimen feudal y consolidaron el nuevo modo de producción: el modo
de producción capitalista.
Vestigios del feudalismo en la actualidad
Han transcurridos muchos siglos desde la desaparición del feudalismos en
muchos de los países, pero sus vestigios se mantienen en el mundo capitalista
desarrollado de nuestros días. En Italia que cuenta con un desarrollo capitalista
elevado, todavía existen grandes haciendas de la nobleza, que abarcan más del
10% de las tierras cultivable del país. Allí está ampliamente extendido el sistema
de aparcería en virtud del cual se le entrega parte de la cosecha al propietario de
la tierra en concepto de renta del suelo.
Existen restos del feudalismo en otros países capitalistas desarrollados de Europa;
y son muy claros en la economía de ciertos países de América
Latina, Asia y África. En Brasil por ejemplo el 177 millones de hectáreas
pertenecen] a grandes latifundios. La forma predominante de arriendo de la tierra
es la aparcería semifeudal.
En Irán donde la mitad de las tierras pertenecen a los grandes terratenientes y
está ampliamente extendido el arriendo sobre la base del principio de la aparcería,
las relaciones agrarias tienen un carácter semifeudal.
En Turquía a los grandes propietarios de las tierras les pertenece más de un tercio
de la tierra cultivable.
Uno de los problemas más significativos del desarrollo de muchos pueblos
consiste en suprimir definitivamente los vestigios feudales. Estos sólo pueden ser
eliminados en los países coloniales y subdesarrollados con el incremento de su
lucha liberadora.
18. Modo de producciónesclavista
El modo de producción esclavista es uno de los modos de producción que Marx definió
como estados de la evolución de la historia económica definidos por un determinado nivel de
desarrollo de las fuerzas productivas y una forma particular de relaciones de producción.
Esclavismo como modo de producción
El modo de producción esclavista es propio de un nivel de desarrollo de las fuerzas
productivas netamente preindustrial. El capital es escaso, no habiendo incentivos para
la inversión aunque se amasen inmensas fortunas (se acumulan objetos de lujo, propiedades
inmuebles y esclavos, no interesando los bienes de producción como maquinaria);
las técnicas son muy rudimentarias y tradicionales, no habiendo incentivo para mejora aunque
pueda haber un espectacular desarrollo intelectual pre científico (la filosofía
clásica). Tierra y trabajo son las fuerzas productivas fundamentales.
En el modo de producción esclavista, la fuerza de trabajo está sometida a esclavitud, es decir:
no es propiedad de los trabajadores que por tanto no tienen que ser retribuidos
(los proletariados del modo de producción capitalista poseen al menos su fuerza de trabajo y
han de ser retribuidos con el salario). La reproducción de la fuerza de trabajo queda así como
responsabilidad del propietario del esclavo, que por su propio interés alimenta e incluso
incentiva a la reproducción biológica de sus esclavos (a diferencia de los esclavos, los
proletarios han de encargarse de ello por sí mismos con la retribución salarial que reciben por
su trabajo). En el modo de producción esclavista, las relaciones sociales están basadas en
la propiedad y el derecho, que convierten a unas personas en libres y otras en esclavas (en
el modo de producción feudal, la propiedad y el derecho, más bien derechos y privilegios en
plural, son términos confusos que señores y siervos comparten). El interés en la mejora de
la producción corresponde únicamente al propietario, pues el esclavo no se beneficia ni se
perjudica directamente por una mejor o peor cosecha (en el modo de producción feudal ese
interés corresponde al siervo y en el capitalista al empresario capitalista).
Si eso parece estar en contradicción con la existencia de esclavos hasta el siglo XIX en los
Estados del sur de los EE. UU., por poner un ejemplo muy conocido, se debe dejar claro, por
un lado, que no hay que confundir modo de producción esclavista con esclavitud, que es tan
antigua como la historia y continuó existiendo en todo el mundo después de que el
esclavismo1 fuera el modo de producción dominante, sobreviviendo hasta que el movimiento
abolicionista la consideró una situación socialmente inaceptable. Aún hoy en día reaparece en
algunos lugares de África. Por otro lado, hay que dejar claro que distintos modos de
producción pueden (de hecho, suelen) coexistir al mismo tiempo combinándose en
una formación económico social concreta.
Historia del modo de producción esclavista[editar]
El modo de producción esclavista fue el componente esencial de la formación económico
social de la civilización greco-romana y lo que le proporcionó la base tanto de su éxito como
de su crisis. La historiografíamaterialista insiste en la originalidad de ese hecho y su
trascendencia (Perry Anderson).
19. La esclavitud ya había existido en formas diferentes en las civilizaciones del antiguo Oriente,
pero siempre había sido una condición jurídicamente impura, que con frecuencia tomaba la
forma de servidumbre por deudas o de trabajo forzado, entre otros tipos mixtos de
servidumbre, y formando sólo una categoría muy reducida en un continuo de dependencia y
falta de libertad que llegaba hasta muy arriba en la escala social. La esclavitud nunca fue el
tipo predominante de extracción de excedente, sino un fenómeno que existía al margen de la
principal mano de obra rural. Los imperios fluviales (Mesopotamia, Egipto), basados en una
agricultura intensiva y de regadío que contrasta con el cultivo de secano de la civilización
mediterránea grecorromana, no fueron economías esclavistas, y sus sistemas legales
carecían de una concepción estrictamente definida de la propiedad de bienes muebles.
Las grandes épocas clásicas: Grecia en los siglos V y IV a. C. y Roma desde el II a. C. hasta
el II d. C. fueron aquellas en las que la esclavitud fue masiva y general entre los otros
sistemas de trabajo. La decadencia de la esclavitud, en el Helenismo o en la Roma de la crisis
del siglo III, significó la decadencia de ambas culturas urbanas. El predominio de
la ciudad sobre el campo se invierte cuando el modo de producción esclavista es sustituido
por el modo de producción feudal.
Grecia[
Las polis griegas fueron las primeras en hacer de la esclavitud algo absoluto en su forma y
sobre todo dominante en su extensión, convirtiéndola un sistemático modo de producción. Eso
no quiere decir que el mundo griego clásico se basara de forma exclusiva en la utilización del
trabajo de esclavos: los campesinos libres, arrendatarios y artesanos urbanos siempre
coexistieron con los esclavos; pero el modo de producción dominante, que rigió la articulación
de cada economía local y definió la civilización griega fue el esclavista.
Las estimaciones numéricas son poco fiables y varían enormemente. En
la Atenas de Pericles la proporción esclavos/ciudadanos libres era quizá de 3 a 2. En otras
polis (Quíos, Egina, Corinto) probablemente más.Aristóteles daba por supuesto la necesidad
de esclavos en abundancia y Jenofonte proponía como proporción ideal 3 a 1. Lo
verdaderamente importante es que por primera vez los esclavos fueron utilizados de forma
habitual en la artesanía, la industria y la agricultura en escala superior a la utilización
doméstica, propia de una concepción menos utilitaria y más de ostentación.
Al tiempo que la esclavitud se hacía general, la naturaleza de la esclavitud se hacía absoluta:
ya no consistía en una forma relativa de servidumbre entre otras muchas, a lo largo de un
continuo gradual, sino en una condición extrema de pérdida completa de libertad, que se
yuxtaponía a una libertad nueva y sin trabas. La libertad y la esclavitud helénicas eran
indivisibles: cada una de ellas era la condición estructural de la otra, en un sistema diádico que
no tuvo precedente ni equivalente en las jerarquías sociales de los imperios del Oriente
Próximo, que no conocieron ni la noción de ciudadanía libre ni la de propiedad.
Roma
Las guerras interiores y exteriores a partir de finales del siglo III a. C. (Guerras Púnicas, guerra
social y guerra civil) pusieron bajo el control de la oligarquía senatorial grandes territorios, de
forma especial en el sur de Italia. Al mismo tiempo acentuaron dramáticamente la decadencia
del campesinado romano, que en otros tiempos había constituido la sólida base de pequeños
propietarios de la pirámide social de la ciudad. La movilización sin fin agotó a los assidui,
llamados año tras año a la legión. Los que no morían eran incapaces de conservar sus tierras,
absorbidas por la nobleza ecuestre y senatorial. Del año 200 al 167 a. C., el 10 % o más de
todos los hombres libres y adultos de Roma estuvieron alistados permanentemente en el
ejército. Este gigantesco esfuerzo militar sólo era posible porque la economía civil en la que se
apoyaba podía funcionar hasta ese punto gracias al trabajo de los esclavos, que liberaba las
correspondientes reservas de mano de obra para los ejércitos de la República. A su vez las
20. guerras victoriosas proporcionaban más cautivos-esclavos para enviar a las ciudades y las
fincas de Italia.
El resultado final fue la aparición de unas propiedades agrarias, los latifundios cultivadas por
esclavos, de un tamaño hasta entonces desconocido. Los mayores podían alanzar más de
80 000 hectáreas. Incluso siendo dispersos, sus fincas individualizadas solían superar los
500 iugera (120 hectáreas) y no eran raros tamaños diez veces superiores. Aumentó la
combinación del cultivo de vid y olivo con el de los cereales, y la superficie dedicada a
la ganadería. La comercialización estaba asegurada por las vías terrestres (calzada romana) y
las rutas marítimas de un Mediterráneo pacificado que llevaban la producción a las ciudades,
la mayor la propia Roma. A larga distancia las grandes metrópolis de Oriente proporcionaban
un comercio de lujo.
A finales de la República quizá el 90 % de los artesanos de Roma eran de origen esclavo. Se
calcula que en el 225 a. C. habría en Italia 4 400 000 personas libres frente a 600 000
esclavos. En el año 43 a. C. la población libre no habría crecido, mientras que los esclavos
serían 3 000 000 (cinco veces más que en la fecha anterior).
La crisis del modo de producción esclavista[editar]
La pax romana de Augusto y el Imperio no podía significar el fin del expansionismo militar,
pues si se acababa el mecanismo antes descrito (conquistas que proporcionen esclavos, que
sustituyan a campesinos libres para que puedan convertirse en ciudadanos con obligaciones
militares que vayan a conquistar más esclavos) el sistema entero caería. El siglo II, en que los
emperadores de la dinastía Antonina combaten eficazmente en una frontera cada vez mejor
definida, ve la última conquista de una provincia: la Dacia en tiempo de Trajano. La crisis del
siglo III, con su correlato de invasiones, anarquía militar y crisis ideológicaque conlleva la
expansión y posterior triunfo del cristianismo es en lo económico la crisis del modo de
producción esclavista. Los latifundios empiezan a ser cultivados por colonos semilibres, y los
esclavos escasean. No se reproducen fácilmente, no se adquieren por conquista
(los bárbaros están pasando a ser la fuerza principal del ejército romano), e incluso son
liberados, a veces por motivos piadosos, lo que no oculta el interés que los propietarios tienen
de convertirse en algo parecido a lo que serán los señores feudales. Las reformas
de Diocleciano salvan el Imperio un siglo más, pero empujan el sistema en un sentido
definitivamente feudal (los cargos públicos y oficios deben heredarse, la presión fiscal hace
opresiva la vida urbana). La ciudad decae, al igual que la ciudadanía romana se extiende y
deja de ser atractiva (Caracalla la había concedido a todos los hombres libres). Ciudadanía y
libertad son conceptos que se han devaluado definitivamente. Cuando ser libre ya no
signifique nada, nada significará ser esclavo. Son otras relaciones de producción.
Existe un intenso debate entre historiadores respecto a la cronología, las causas y las formas
en que se produjo la transición entre el modo de producción esclavista y el modo de
producción feudal, o transición entre esclavismo y feudalismo. La posición más clásica del
materialismo histórico, empezando por la del propio Karl Marx, es situarlo en fechas
tempranas, en la época de las invasiones bárbaras del siglo V; la historiografía materialista de
mediados del siglo XX, como Perry Anderson, realiza una inclusión más sofisticada en un
proceso de transición secular identificable con toda la Antigüedad tardía en Europa Occidental
(desde la crisis del siglo III hasta el periodo postcarolingio –siglo IX–)2 y por otro lado autores
vinculados a la francesa Escuela de Annales como Georges Duby o Pierre Bonnassie,
apoyados en una ingente documentación, demuestran pervivencias fundamentales del
esclavismo en la Alta Edad Media, hasta el siglo XI, en medio de la llamada revolución feudal.
Según este último autor el auge del esclavismo se daría en el siglo VII.3