Arquitectura barroca en Roma: Borromini

Francesco Borromini inauguró una
nueva era arquitectónica,
corroyendo los principios
canónicos, preordenados y
preceptivos de la tradición
Sin embargo, nunca dejó de
nutrirse a lo largo de su carrera de
la producción clásica (arquitectura
imperial romana de oriente)
medieval (gótica) y renacentista,
teniendo como modelos a
Brunelleschi y Michelangelo
Carmen Águila, https://hortushesperidum.com

Fue hombre de grande y bello aspecto…,
de fuerte ánimo y de altos valores y
nobles conceptos…, vivió
constantemente…, estimó mucho su
arte por cuyo amor no perdonó
fatiga; para que sus proyectos
tuvieran una completa limpieza, los
hacía de cera y a veces de arcilla, con
sus propias manos.

Mundano, brillante,
sereno y extrovertido,
Bernini se educó como
escultor y llegó a la
arquitectura a través de la
escultura
Excéntrico, solitario,
celoso de la perfección,
intransigente y severo,
Borromini fue sólo
arquitecto, siendo
previamente cantero y
tallista
Desde 1619 trabajó en Roma en los tajos de la basílica
de San Pedro, como tallista, marmolista y estucador.
Carlo Maderno, su pariente lejano, lo empleó como
colaborador en Sant´Andrea della Valle, y en el Palacio
Barberini
Sant’Andrea della Valle, la linterna de la cúpula es de Borromini

Muerto Carlo Maderno se hizo cargo de las obras
Bernini, que dio a Borromini libertad
diseñadora.
Suya es la escalera helicoidal y la fachada que da al
jardín

Los trinitarios descalzos encargan a Francesco
Borromini su primer proyecto autónomo en 1634

El pequeño
claustro, un patio
más bien, es un
ejemplo de
libertad
compositiva.
Utiliza la serliana achaflanada, y el
orden toscano haciendo que las
columnas compartan el ábaco del
capitel en el piso bajo.

Como los arquitectos
medievales proyectó
la iglesia partiendo,
de la elaboración de
un módulo
geométrico.
Se trata de una planta
cruciforme que está
inserta en una elipse
cuadrilobulada.

El entablamento funciona
como basamento de la
bóvedas y de la cúpula
oval, decorada con
casetones poligonales y
cruciformes (que parece
un cloroplasto ¿miró
Borromini por el
microscopio?)

A diferencia de Bernini, que trabajó para la corte papal y la
nobleza de Roma, los comitentes de Borromini fueron las
órdenes religiosas, que tenían una concepción simple y
austera de la misión pastoral.
Los filipenses, que ejercían funciones asistenciales, vieron
en Borromini a su artista ideal.

Como quien da una limosna, Bernini propuso en 1632 a
Borromini como arquitecto del Archiginnasio della Sapienza,
futura universidad de Roma. Al principio sólo trabaja en
acabar las obras de Giacomo della Porta.
En 1642 se le encarga construir la iglesia en el espacio entre
el muro curvo y la fachada.

Borromini concibe un
edificio de planta central
basado en la yuxtaposición
de dos triángulos equiláteros
para crear un planta
estrellada de perfil
mixtilíneo.
En la Antigüedad tardía
romana se habían realizado
edificios de planta mixtilínea.

La unidad espacial se
consigue con grandes
pilastras que marcan el
desarrollo ascensional de la
estrella de la planta que no
cambia su diseño.
Desde el entablamento se
enlaza con la cúpula

La cúpula tiene en el
exterior pilastras corintias
y se remata con una
linterna en espiral,
también de estructura
mixtilínea.
Borromini llega en
Sant’Ivo al summum de
su lenguaje
arquitectónico.

En 1632, el cardenal Bernardino Spada, uno de
los pocos amigos comitentes que tuvo Borromini,
compró y restauró el palacio manierista del siglo
XVI, llamando para ello a Borromini.

El Papa Inocencio X, de la familia Pamphili, quiso convertir
la Plaza Navona en centro de poder de su familia.
En 1652 las obras de la iglesia de Santa Inés fueron
confiadas a Girolamo y Carlo Rainaldi.
Despedidos por el pontífice la obra será encargada a
Borromini en 1653.

Borromini planteó
una fachada curva,
que se prolongaba
en dos alas laterales
para los
campanarios. Dejo
el interior con
planta de cruz
griega.
La obra no estaba
terminada a su
muerte, y Carlo
Rainaldi alteró el
proyecto.

De temperamento melancólico, que se agravó con los años y con
una enfermedad, Francesco Borromini murió el 3 de agosto de
1667. El día anterior se había lanzado sobre una espada, tras una
discusión con un sirviente. Fue enterrado en la iglesia romana de
San Giovanni dei Fiorentini junto a su pariente Carlo Maderno.
Su contemporáneo y rival Gian Lorenzo Bernini le sobreviviría
trece años.

Imágenes:
Propias
Wikimedia Commons
Bibliografía:
MARTÍNEZ RIPOLL, ANTONIO, El Barroco en Italia, Historia 16, 1989
Esta presentación es de uso exclusivo escolar y académico

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