1) El documento analiza la situación política en Oaxaca y propone posibles soluciones como un referéndum o plebiscito para decidir el futuro del gobernador Ulises Ruiz. 2) También discute las perspectivas legales pero argumenta que la vía legal no ha funcionado y que el estado de derecho solo ha servido para proteger a unos pocos. 3) Finalmente, propone ir más allá de solo sustituir al gobernador y refundar el estado de Oaxaca considerando las realidades sociales y cotidianas de la población.
1. Oaxaca en la hora de la decisión
La situación por la que transita nuestra entidad oaxaqueña requiere encontrar una salida,
para ello se analizan algunas perspectivas: en primer lugar, un acercamiento desde una
concepción sociológica en la que se apoyan quienes defienden a ultranza la vías de la
legalidad; 2º una salida por la vía legal y sus implicaciones; y, 3º, la construcción de una
alternativa, más allá de los marcos estrechos de una legislación excluyente.
Los últimos acontecimientos en la entidad de Oaxaca, específicamente la violencia desatada
por los grupos paramilitares de un desgobierno clandestino, pone en la mesa de discusión
toda una serie de elementos de tipo político, jurídico y la sustentación teórico social que es
necesario revisar.
A todas luces, es visto que la estabilidad política en la entidad sólo puede ser garantizada en
la medida que se tomen soluciones radicales para el tratamiento de la situación: política,
económica, cultural y educativa; es decir, atender prioritariamente la demanda fundamental
de la sociedad oaxaqueña organizada a través de las organizaciones civiles agrupadas en la
APPO, que es la salida del Sr. Ulises Ruiz de la responsabilidad como gobernador;
instrumentar una serie de medidas tendientes a generar empresas comunitarias para
fomentar la autogestión y la activación de la economía desde la mirada de la inclusión,
propiciar las condiciones para afirmar y consolidar la identidad de los diferentes grupos
étnicos y culturales que conforman la entidad, y como consecuencia, implementar un
proyecto educativo que parta de las condiciones particulares de los distintos espacios
geográficos y culturales de nuestro estado; si esto no se concreta en medidas tendientes a
mejorar la situación y simular su tratamiento con paliativos, sólo se estará posponiendo,
una salida real a la problemática.
Cómo entienden la sociedad quienes están en la lógica de la norma:
A decir de Max Weber, en todas las sociedades hay siempre un grupo dominante y un
dominado, sin embargo, los dominantes están claros de la dominación que ejercen y los
dominados del papel de subordinados que les corresponde asumir; en esa dominación,
históricamente han existido dos formas básicas, por un lado, la autoridad tradicional, y por
otro, la dominación carismática; por parte de la dominación tradicional, esta se sustenta en
tradiciones, costumbres y formas ancestrales de ejercer el poder, de tal forma que repite
vicios, esquemas y por lo tanto permanece anquilosada y no permite el desarrollo de la
sociedad (a decir de Weber); por otro lado, existe la dominación carismática, la que es
ejercida por los líderes, sujetos que son capaces de persuadir a los otros para que la
sociedad se encauce hacia el rumbo que su capacidad de dirigir le permita vislumbrar, lo
que conduce a cumplir caprichos, inducir a fanatismos u otras formas que no permiten la
evolución social; para Weber, estas formas de dominación, no conducen a la sociedad a una
autoridad racional, debido a que trascienden sus espacios de responsabilidad, las cuales no
están delimitadas, es decir, su ejercicio de autoridad no está regulada por leyes o por
normas racionales para ejercer el poder; y a decir de los estudiosos de la administración
pública o gobernanza, es necesario normar todas las acciones que se realicen en la sociedad,
de tal manera que todo grupo humano pueda conducirse por normas construidas
racionalmente.
La máxima de una sociedad evolucionada será mediante la racionalidad "gerencial" y de la
racionalidad "legal" que es de donde se apoya el Secretario de ¿Gobernación? y los
“representantes populares”, como son los diputados locales y legisladores de la cámara
baja y alta a nivel federal; sin embargo, si esto así fuera, desde el momento en el que se
iniciaron los problemas en la sociedad oaxaqueña hubieran intervenido, pero incumplieron
2. su tarea, no fueron capaces de canalizar las necesidades de la sociedad; tampoco el Sr.
Ulises Ruiz ha tenido la capacidad para asumir su responsabilidad, por lo tanto, desde el
esquema de la dominación burocrática se ha fracasado; o quizá la limitación burocrática de
su tarea, se constituyó en camisa de fuerza para ejercer su papel, o este ya no corresponde a
la complejidad de la sociedad oaxaqueña actual.
En el esquema de la dominación burocrática, se llega al extremo de concebir que las
decisiones estarán ajenas a satisfacer ciertos intereses de grupo y de clase. Según esta
concepción, lo racional es ajeno o a los intereses de particulares, nada más distante de la
realidad. Quienes defienden esta forma de entender la situación, manifiestan: 1º una
carencia de referentes que le permitan concebir la realidad social como dinámica y no
determinada; 2º, es la lógica del absurdo para querer meter en camisa de fuerza los procesos
sociales sin considerar la historicidad de éstos; 3º es una perversa forma para tratar de
confundir a la sociedad; particularmente considero que son la segunda y la tercera. Aun así,
para los fanáticos del orden y la posición burocrática, ya pasó su hora. A contrapelo, los
hechos tercos como es la realidad, jamás podrán ajustarse a las limitaciones de las
construcciones “racionales” humanas.
El estado de derecho y la problemática.
La salida de esta situación política a más de tres meses, la ha planteando la sociedad
oaxaqueña y es la salida del Sr. Ulises como gobernador, esto ha despertado una gran
polémica, sobre todo de las instancias oficiosas y oficiales que van desde las cámaras
legislativas: estatal y federal, pasando por la Secretaría de Gobernación. Ante esta petición
se arguye que es necesario respetar el “Estado de Derecho”. Sin embargo, la legislatura
local no respondió a su función legal; por su parte, el legislativo federal saliente, desoyó el
clamor de la sociedad oaxaqueña planteada desde el 17 de junio; la nueva legislatura por su
parte, preocupada más por la repartición del pastel del próximo sexenio y recoger las
migajas de éste que termina, pospondrán el problema; la nueva legislatura tiene otras
prioridades, se calcula que a mediados de septiembre atenderán el problema, y aceptan de
facto aquella frase de un sedicente periodista, de que se pudra Oaxaca. De hecho, el estado
de derecho solo ha servido para escudarse y no actuar, dejando que la situación se
complique, es más, quienes lo han violado reiteradamente han sido quienes tienen la
responsabilidad de defenderlo. El catolicismo en manos de Lutero.
La Secretaría de Gobernación, encargada de la gobernabilidad en el país, ha procedido en la
intención de que se alargue el problema y que quienes están inmersos en la protesta y
resistencia pacífica, con el tiempo se desgasten y la poca población que no está
participando y permanece a la expectativa, acabe por hacer un bloque con los proclives a
ese desgobierno clandestino para así actuar favoreciendo a la oligarquía estatal; así, no se
pondrá el mal ejemplo a las demás entidades mexicanas, para que puedan cambiar la
orientación de la forma de hacer política y gobierno; sólo se podrá remover un gobierno a
través de los laberintos de la burocracia, por la vía legal, cabe aclarar que esa vía,
históricamente no ha servido más que para ajuste de cuentas entre las camarillas en el poder
o para sancionar a quien no se acate a sus designios, orden que solo garantiza el beneficio
de unos pocos, y por otro lado, la depauperación de los grupos menos favorecidos; el
estado de derecho, sólo es el dique que contiene la efervescencia popular. Nos quieren
derrotar por cansancio e inanición, pero queremos decirles que si hemos resistido como
indios más de 500 años sabremos resistir en esta lucha.
3. Vía legal para la solución del problema
Para quienes argumentan que se deben seguir las vías que plantea la legalidad, dejan de
lado lo plasmado en el artículo 39 de la constitución que afirma que la soberanía reside en
el pueblo y que éste, tiene “en todo tiempo, el inalienable derecho de alterar o modificar la
forma de su gobierno”1
, si el pueblo tiene la facultad de cambiar la orientación del
gobierno cuando este no responda a sus intereses; ¿en dónde queda el espíritu del artículo
constitucional mencionado?, por otra parte, si existe toda una legislación que indica los
procesos a seguir, como es el caso del artículo 76 fracción quinta que dice que es facultad
del senado: Declarar, cuando hayan desaparecido todos los poderes constitucionales de un
estado, que es llegado el caso de nombrarle u gobernador provisional, quien convocará a
elecciones conforme a las leyes constitucionales del mismo estado.2
Por lo que es necesario
cuestionar: ¿dónde están los poderes constitucionales del estado?, ¿dónde despachan?, ¿no
es evidente que en Oaxaca hay ingobernabilidad?, ¿no es síntoma de ello el paro
empresarial que claramente apoya a URO?, ¿cuál es el interés por mantener a quien de lo
único que ha sido capaz es lograr unir al pueblo en su contra?, urgen salidas al problema; y
aun suponiendo que quienes están protestando no son la totalidad, ¿por qué no recurrir a
figuras que aunque no previstas en la constitución como lo es el referéndum o el plebiscito,
pueden ser elementos para darle una salida a la situación de nuestra entidad?, hoy se
requiere salir políticamente airosos en este punto en el que se encuentra nuestra entidad.
Un acercamiento a estas dos posibilidades: el referéndum y el plebiscito.
Referéndum: sustantivo masculino procedente del latín con el que se designa al juicio
público, por medio de una votación, sobre algún acto importante del gobierno.3
Para el
caso, los actos del gobierno que tienen que ser motivo de juicio público, habrán de ser por
ejemplo: malversación de fondos justificándose en obras como la remodelación al zócalo,
la plaza de la danza, el llano, la fuente de las siete regiones, la apertura de un carril más en
el cerro del fortín, la privatización de una vía pública para favorecer una empresa de
autotransporte; la agresión a organizaciones sociales, privación de la libertad a luchadores
sociales, aparición de grupos paramilitares y por consecuencia, la pérdida de vidas y de la
tranquilidad de la sociedad, entre otros; si se trata de conservar el estado de derecho, ¿qué
estado de derecho es éste?, ¿cómo estar de acuerdo ante tantos atropellos a la sociedad?,
¿esto no es suficiente esto para someter a juicio esta forma de “gobernar”?
Otra acepción: Votación directa de los ciudadanos de un país sobre cuestiones importantes
de interés general.4
Refiriéndonos a ésta, es necesario reflexionar sobre la trascendencia de
los actos de gobierno en la vida cotidiana de los ciudadanos que habitan un territorio
específico, sea este nacional o estatal, ¿es o no importante y de interés general valorar el
desempeño del gobierno estatal mediante un ejercicio democrático?, ante los reclamos de la
sociedad en general, ¿es o no necesario participar democráticamente para emitir un juicio
sobre el proceder de su gobernante?
Respecto al plebiscito: Resolución tomada por todos los habitantes de un país a pluralidad
de votos, votación de todos los ciudadanos para legitimar algo. Esta definición nos lleva
valorar su aplicación a actual dinámica social de la entidad oaxaqueña, ¿es necesario
realizar un plebiscito por todo el pueblo oaxaqueño, para tomar una resolución sobre qué
hacer en estas circunstancias ya sea para aprobar “los actos de gobierno”, o en su caso de
1
Constitución política de los estados unidos mexicanos. Selecciones editoriales de Puebla. P. 30
2
Ibid p. 47
3
LAROUSSE. Diccionario americano de dudas frecuentes de la lengua española.
4
LAROUSSE. Diccionario básico de la lengua española.
4. reprobar dichos actos?, si quienes están en las altas esferas del poder se supone que
representan los intereses del pueblo, y en este caso, el pueblo pide la destitución de quien
representa el poder ejecutivo local; ¿por qué no hacen valer su condición de representantes
del pueblo?, si estos deben ser garantes de los intereses de los ciudadanos, ¿qué intereses
obscuros limitan la aplicación de un precepto legal y constitucional?, ¿estado de derecho?,
¿de quién o quiénes?, ¿del derecho de intimidación, de agresión, de violentar las garantías
individuales por los convoyes de la muerte?
Por la vía legal, hay salidas: el referéndum o el plebiscito, a partir de concretar el artículo
39 de la constitución, si no es así, ¿quiénes estarían violando la constitución impunemente
como hasta ahora?
Mas allá de la sustitución de un gobernador, la refundación de Oaxaca.
Para finalizar este ejercicio, es necesario, conocer otras formas de concebir la realidad
social, y desde luego, partir de ahí para buscar un planteamiento de perspectiva de futuro.
Berger y Luckman, en La construcción social de la realidad, tienen un acercamiento
interesante acerca de la forma en que el sujeto social, gradualmente constituye su
conciencia acerca del entorno en el que se desenvuelve, tanto en lo social como en las
figuras de pensamiento acerca de su esquema representacional del mundo, el que se
construye en la convivencia cotidiana con sus coetáneos, con la habituación de ciertas
prácticas, la normativización de sus prácticas y que regulan su ser y hacer en el mundo.
Para ellos, “Entre las múltiples realidades existe una que se presenta como la realidad por
excelencia. Es la realidad de la vida cotidiana.”5
La que permite generar su representación del
mundo y sólo será posible comprenderla en la medida que se esté inmerso en el contexto de
vida del sujeto, respecto a: cómo concibe el mundo y cómo ha construido y construye la
relación que establece con los otros. El contenido de su conciencia no puede ser
extrapolado a otros contextos, o en su caso, las normas o formas de proceder en la
superación de las situaciones que enfrenta, habrán de ser con los esquemas y formas en las
que se ha constituido en su devenir como sujeto social, puesto que es su suprema realidad.
A diferencia de la dominación burocrática, de Weber, no son las normas las que deberán
aplicarse para ajustar al sujeto, por el contrario, a partir de su propia experiencia como se
construirán sus representaciones y normas de convivencia social, es decir, espacio, tiempo
y representación están indisolublemente ligados, la historicidad de la que forma parte el
sujeto será fundamental en la forma de conocerlo y comprenderlo.
Hacer valoraciones e incluso juzgar como lo han hecho distintos “analistas estrellas” de las
televisoras comerciales, si no es que es un atrevimiento temerario, es una irresponsabilidad
que deja en entredicho su calidad profesional. Habría que conocer a los actores, acceder a
sus códigos de representación, aproximarse a sus experiencias y expectativas de vida, sus
motivaciones para comprender su dinámica de vida individual y social, entender su
organización social, entenderla como construcción de los actores. El planteamiento de un
horizonte de perspectiva económica y social, será responsabilidad de los actores en la medida
que se les considere como sujetos de su historia.
No hacerlo así, se corre el riesgo de una imposición de las formas de hacer las cosas por
quienes se consideran mejores y con más herramientas y recursos que quienes son objeto de la
imposición, y como consecuencia, habrá una resistencia que hará más difícil el desarrollo de
5
BERGER, Peter y Thomas Luckmann. La construcción social de la realidad. ed. Amorrortu: Buenos Aires, p.
39
5. los pueblos; esa es una de las causas por la que nuestro estado de Oaxaca tiene las carencias
que ya conocemos. Nuestras culturas ancestrales han sido negadas e ignoradas, en sus formas
de organización, representación, visión y cosmovisión del mundo, no han sido valoradas y
reconocidas como formas distintas de concebir la realidad cuya secuela, hoy se manifiesta de
manera descarnada en una franca resistencia a la autoridad, a las normas, a la “legalidad” que
no los consideró como actores; luego entonces, es imprescindible un proceso de
reconstrucción de la estructura social que parta de quienes la sostienen y le dan coherencia y
dirección, lo que desde luego implica un proceso incluyente, plural, diverso, tolerante; con una
metodología participativa que implique el diálogo cara a cara. Hacer que fluya y emerja lo que
Foucault llama los saberes sujetos.
Recuperar las prácticas culturales como la asamblea comunitaria, la guelaguetza, el tequio, la
reciprocidad, sistema de cargos y otros; su práctica cotidiana y aporte social, la lleva de facto a
su institucionalización como forma de superar problemas cotidianos en la vida comunitaria.
Estas prácticas sociales son históricas y por consecuencia no pueden ser destruida o
simplemente negadas. Urge la construcción de un nuevo orden social en la entidad que genere
consensos en esta sociedad ávida de acuerdos y responsabilidades construidas en común.
Si el planteamiento de que el punto de partida para la refundación del estado de Oaxaca es
nuestra práctica histórica en lo social y cultural, la legitimación del proceso será una situación
que no tendrá obstáculos en su implementación. Visto de esta manera, el estado difícilmente
arribará al puerto del caos como aseguran los ilustrados analistas de los mass media.
No es añoranza del pasado, ni tampoco una reminiscencia nostálgica de la memoria de los
pueblos originarios lo que hace que se genere este planteamiento, más bien, es la necesidad
de repensarnos como sujetos históricos lo que nos obliga a plantear que el pasado es el
espacio de experiencia el que habremos de revisar para identificar los factores, hechos y
formas de pensar que le dieron rostro al presente, lo que a su vez, permitirá plantear un
horizonte de expectativa por el que se habrán de enfilar los esfuerzos.
Para los fanáticos del orden, es necesario recordar que no hace más de un año, la sociedad
francesa vivió un problema social de impacto internacional, mismo que fue superado
tomando medidas radicales, incluso derogando una ley decretada apenas unas semanas
antes; la diferencia de esta con nuestra lucha, es que en Oaxaca se está construyendo una
utopía, en el caso de los franceses era sólo derogar una ley. En esta construcción, no pueden
utilizarse categorías construidas hace más de tres o cuatro décadas, funcionales en otros
contextos, se requiere revisar la historia humana de manera general, incluso es necesario
repensarnos como sujetos. Hoy, no podemos pensar que el caballo ya está ensillado y que
solo requiere de cambio de jinete, eso es una aberración, las sociedades no son
determinadas y mucho menos los sujetos; si las clasificaciones de tipo natural y
astronómico han sido cambiadas para enterarnos ahora que plutón no reúne las
características de un planeta, por qué no revisar si las normas sociales ya no corresponden a
la sociedad que hoy formamos parte y por ende, vislumbrar y construir escenarios futuros,
con relaciones intersubjetivas distintas a las de hoy.
Si el gobierno federal, el gobierno estatal, la APPO y el magisterio no consideran las
posibilidades emergentes y la propuesta de construcción de un gobierno verdaderamente,
incluyente, etc., lo que pasa y lo que vendrá no es más que un juego en el marco del poder
burgués y/o la visión dogmática, intrascendente y arribista de ocasión.
6. los pueblos; esa es una de las causas por la que nuestro estado de Oaxaca tiene las carencias
que ya conocemos. Nuestras culturas ancestrales han sido negadas e ignoradas, en sus formas
de organización, representación, visión y cosmovisión del mundo, no han sido valoradas y
reconocidas como formas distintas de concebir la realidad cuya secuela, hoy se manifiesta de
manera descarnada en una franca resistencia a la autoridad, a las normas, a la “legalidad” que
no los consideró como actores; luego entonces, es imprescindible un proceso de
reconstrucción de la estructura social que parta de quienes la sostienen y le dan coherencia y
dirección, lo que desde luego implica un proceso incluyente, plural, diverso, tolerante; con una
metodología participativa que implique el diálogo cara a cara. Hacer que fluya y emerja lo que
Foucault llama los saberes sujetos.
Recuperar las prácticas culturales como la asamblea comunitaria, la guelaguetza, el tequio, la
reciprocidad, sistema de cargos y otros; su práctica cotidiana y aporte social, la lleva de facto a
su institucionalización como forma de superar problemas cotidianos en la vida comunitaria.
Estas prácticas sociales son históricas y por consecuencia no pueden ser destruida o
simplemente negadas. Urge la construcción de un nuevo orden social en la entidad que genere
consensos en esta sociedad ávida de acuerdos y responsabilidades construidas en común.
Si el planteamiento de que el punto de partida para la refundación del estado de Oaxaca es
nuestra práctica histórica en lo social y cultural, la legitimación del proceso será una situación
que no tendrá obstáculos en su implementación. Visto de esta manera, el estado difícilmente
arribará al puerto del caos como aseguran los ilustrados analistas de los mass media.
No es añoranza del pasado, ni tampoco una reminiscencia nostálgica de la memoria de los
pueblos originarios lo que hace que se genere este planteamiento, más bien, es la necesidad
de repensarnos como sujetos históricos lo que nos obliga a plantear que el pasado es el
espacio de experiencia el que habremos de revisar para identificar los factores, hechos y
formas de pensar que le dieron rostro al presente, lo que a su vez, permitirá plantear un
horizonte de expectativa por el que se habrán de enfilar los esfuerzos.
Para los fanáticos del orden, es necesario recordar que no hace más de un año, la sociedad
francesa vivió un problema social de impacto internacional, mismo que fue superado
tomando medidas radicales, incluso derogando una ley decretada apenas unas semanas
antes; la diferencia de esta con nuestra lucha, es que en Oaxaca se está construyendo una
utopía, en el caso de los franceses era sólo derogar una ley. En esta construcción, no pueden
utilizarse categorías construidas hace más de tres o cuatro décadas, funcionales en otros
contextos, se requiere revisar la historia humana de manera general, incluso es necesario
repensarnos como sujetos. Hoy, no podemos pensar que el caballo ya está ensillado y que
solo requiere de cambio de jinete, eso es una aberración, las sociedades no son
determinadas y mucho menos los sujetos; si las clasificaciones de tipo natural y
astronómico han sido cambiadas para enterarnos ahora que plutón no reúne las
características de un planeta, por qué no revisar si las normas sociales ya no corresponden a
la sociedad que hoy formamos parte y por ende, vislumbrar y construir escenarios futuros,
con relaciones intersubjetivas distintas a las de hoy.
Si el gobierno federal, el gobierno estatal, la APPO y el magisterio no consideran las
posibilidades emergentes y la propuesta de construcción de un gobierno verdaderamente,
incluyente, etc., lo que pasa y lo que vendrá no es más que un juego en el marco del poder
burgués y/o la visión dogmática, intrascendente y arribista de ocasión.