Escrito 21. la oracion inteligente y la adoracion sincera.
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DE: JAIME DIAZ PAGE -MÉXICO-
DICIEMBRE 2003
ESCRITO 21
LA ORACION INTELIGENTE Y LA ADORACION
SINCERA.
Amados hermanos buscadores de la Verdad Divina, reciban un saludo respetuoso
de su hermano servidor. Los reveladores celestiales de El Libro de Urantia nos enseñan en
los documentos sobre la vida de Jesús, lo que para él significaba y representaba el acto de
la oración y adoración personal a Dios su Padre, nuestro Padre.
Antes de hacer constar en este escrito lo que la oración y adoración significaba
para Jesús, es necesario saber que Jesús siempre recomendaba a sus oyentes que buscaran
primero el reino de los cielos, porque el sabía que todos los valores espirituales y divinos
se encuentran en el reino de los cielos. Jesús les decía que el reino del cual él les hablaba
era Dios dentro de ellos mismos, con el propósito de que comprendieran que debían
buscar las verdades espirituales dentro de sí mismos y no afuera de ellos. El pedía a sus
creyentes que hiciesen oración privada e interna para establecer la alianza personal con su
propia divinidad interior, alcanzando así el contacto con el reino interior o presencia de
Dios. Jesús enseñaba que por medio de la fe perseverante y la devoción sincera, los
creyentes lograrían establecer en sus vidas la alianza con su propia divinidad personal y
recibirían mediante este acto las corrientes superiores y divinas de energía espiritual que
inspiran la mente y vivifican el alma. 2088:3; 1739:7.
La revelación enseña que la adoración que acompaña a la oración es el primer
deber que tenemos para con Dios Padre. 1621:4; 303:5.
Es mediante la oración inteligente y la adoración sincera que se reciben las
dádivas espirituales, el alimento divino para robustecer la fe viviente y la rectitud en la
vida diaria del hombre. Jesús enseñaba que muy poco haría el hombre en su progreso
espiritual al no exponerse a la recepción de las corrientes espirituales provenientes de la
Divinidad del Paraíso; corrientes que se reciben a través de la presencia espiritual de Dios,
el Ajustador del Pensamiento que mora en el hombre. Pues él decía que cada vez que el
hombre trata de esquivar “el deber de la vida diaria” en busca de tentaciones, cae bajo el
dominio de influencias que no están dirigidas por los poderes de la verdad ni por las fuerzas
de la rectitud. Jesús dijo que “huir del deber es sacrificar la verdad”. Asimismo dijo que
evadirse del “servicio de la luz y de la vida” sólo puede conducir a conflictos angustiosos.
La oración ideal es una forma de comunión que conduce a la adoración inteligente. La
oración eleva al hombre porque es una técnica para progresar espiritualmente utilizando las
corrientes espirituales ascendentes del universo; la adoración sintoniza el alma para captar
las emisiones universales del espíritu infinito del Padre Universal; asimismo, es la
salvación para los seres humanos que buscan los placeres. 1428:2; 1618:6; 1002:1;
1621:6,7.
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Los reveladores enseñan que la adoración sincera implica la movilización de todos
los poderes de la personalidad humana bajo el dominio del alma evolutiva y el
direccionamiento divino del Ajustador del Pensamiento asociado. 66:3.
Jesús quería que los que le escuchaban en ese momento y los que vivirían en los
siglos por venir, supieran que la verdadera religión es una religión de experiencia
personal espiritual con su propio Dios interior, una experiencia viviente y real y no un
mero conocimiento intelectual. Jesús quería que el hombre fuera mas allá del hecho de
saber de Dios, quería que desarrollara cada vez más la habilidad de sentir la presencia de
Dios, que conociera a ese Dios dentro de sí mismo por medio de la experiencia
espiritual personal que brinda la oración inteligente y la adoración sincera a Dios.
Porque la real experiencia de Dios dentro del hombre, aviva instantáneamente su fe
viviente, al hacer contacto con las realidades divinas que viven dentro de él, dentro de todo
hombre. El progreso real del hombre en la búsqueda espiritual depende en mucho de la
disposición sin condiciones que él haga de sí mismo para entregarse a su Dios interior,
reconociéndole, amándole y adorándole con devoción sublime, viviendo una vida de
servicio altruista a sus semejantes. 1732:5.
El hombre que llega a conocer a Dios en sí mismo, comienza a liberarse de la
esclavitud de la religión tradicional, al conocer dentro de sí mismo el camino nuevo y
viviente establecido por Jesús hace más de 2000 años. Cuando el hombre, mediante
decisiones inteligentes, ora y adora a su Dios y Señor, conoce las realidades espirituales y
los significados divinos. El discernimiento espiritual interior se agiganta y el hombre
conoce la Verdad, la verdad que se experimenta, que se siente, que no puede definirse con
palabras. 1829:5; 1435:2; 1459:2.
Ahora mencionaremos lo que la oración y la adoración significaban para Jesús,
con el deseo de que estos significados nos inspiren, y podamos en el tiempo incluir estas
disposiciones espirituales internas en nuestra propia oración y adoración personal, para un
logro espiritual viviente que se manifieste en nuestras vidas, para servir de inspiración a
otros hermanos, logrando a la par la manifestación de los frutos del espíritu para gloria de
nuestro Padre Creador. Para Jesús la oración era:
a) una expresión sincera de la actitud espiritual;
b) una declaración de la lealtad del alma;
c) una recitación de devoción personal;
d) una expresión de acción de gracias;
e) una manera de evitar la tensión emocional;
f) una prevención de los conflictos;
g) una exaltación del intelecto;
h) un ennoblecimiento de los deseos;
i) una confirmación de las decisiones morales;
j) un enriquecimiento del pensamiento;
k) una estimulación de las tendencias mas elevadas;
l) una consagración del impulso;
m) una clarificación de un punto de vista;
n) una declaración de fe personal;