Escrito 90 capacitación de los instructores de la verdad divina (2)
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DE: JAIME DÍAZ PAGE –MÉXICO-
NOVIEMBRE 2012
ESCRITO 90
PROPUESTA PARA LA CAPACITACION ESPIRITUAL DE
INSTRUCTORES, DE ACUERDO A LAS ENSEÑANZAS DE LA
REVELACIÓN DE “EL LIBRO DE URANTIA.”
Con todo respeto a aquellos que contribuyen al estudio y diseminación de las
enseñanzas de la Revelación y a los lectores de El Libro de Urantia:
A mi modo de ver, las instrucciones para el éxito de la formación de los
instructores de El Libro de Urantia y el acrecentamiento de los buscadores de la
verdad se encuentran en la propia revelación de El Libro de Urantia. Este Libro es una
obra de origen divino que debe acercarse a los buscadores de la verdad mediante
reales referentes: seres humanos calificados que muestren en su vida los frutos
espirituales indicados en la revelación, para que los buscadores, al escucharlos, confíen
y crean en ellos, dedicándose en consecuencia al estudio y puesta en práctica de las
enseñanzas espirituales para la obtención de la sobrevivencia mediante el desarrollo de
su alma.
De acuerdo a las enseñanzas de Jesús y los reveladores, aquellas personas que
deseen ser instructores de las enseñanzas de la Revelación deben lograr la calificación y
habilitación espiritual e intelectual indispensables para formar el real cimiento
estructural para la diseminación de las enseñanzas y la formación gradual de grupos de
estudio de la Revelación. Aquellos que deseen promover estas importantes actividades
deben conocer lo más posible el contenido del Libro, y realizar la preparación espiritual
enseñada por nuestro Maestro Jesús y los reveladores, para el verdadero éxito de la
difusión y aceptación de la revelación en el mundo. El estudio del contenido revelatorio,
por sí solo, nunca será suficiente para alcanzar las metas que se persiguen, siempre será
necesario el cimiento espiritual como soporte ideal e indispensable del conocimiento
intelectual de la revelación. La preparación personal y espiritual con Dios, de
manera regular en la intimidad, realizada de todo corazón, brindará gradualmente el
discernimiento espiritual y algo más, lo necesario para todo servidor de Dios en la
Tierra, en Urantia. De esta manera, el servicio a la humanidad será enaltecido por el
discernimiento espiritual iluminado, fruto de la asociación inspiradora de la mente
humana y el espíritu residente, el Ajustador del Pensamiento. Esta es la religión del
espíritu, el hombre que comulga con Dios, recibiendo el agua y el pan de la vida
divina.
Jesús procuró dejar muy claro que deseaba que sus discípulos (instructores), una
vez que hubieran probado las buenas realidades espirituales del reino, vivieran de tal
manera que cuando los hombres vieran sus vidas, se volvieran conscientes del reino, y
se sintieran así inducidos a preguntar a los creyentes sobre los caminos del reino. Todos
estos buscadores sinceros de la Verdad siempre se alegran de escuchar la buena nueva
del don de la fe que asegura la admisión en el reino, con sus realidades espirituales
eternas y divinas. 1593:4. El Maestro Jesús expresó los principios que deberían guiar a
los que predican la verdad e impulsar a todos los que enseñan el evangelio del reino. Es
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una maravillosa e importante guía que debe ser asimilada con amor y dedicación. Se
encuentra en las Págs. 1765, 1766 y 1767 de El Libro de Urantia.
Jesús enseñó de manera divina, y de modo semejante debe enseñarse hoy la
Quinta Revelación Epocal de Dios al hombre, como Jesús y los apóstoles lo hicieron
hace 2000 años, “tomados de la mano el Señor”. Sabemos que mediante la
espiritualización y el ennoblecimiento del alma, el esclarecimiento de la mente, la
sabiduría divina y el discernimiento espiritual, se puede forjar un instructor de la
revelación. Nos enseña un Melquisedek de Nebadon que en el corazón del hombre
debe existir hambre de perfección para que éste sea capaz de comprender los
caminos de la fe hasta el logro supremo. 1118:4.
Jesús nos enseña que el hambre y la sed de la rectitud de las almas que
disciernen la verdad, las conducen a hacer la voluntad del Padre, a encontrar a Dios
y volverse como él. 1459:4. Entonces, es necesario que el hambre por la verdad y la sed
de la rectitud de Dios, estén realmente presentes en todos aquellos nobles hermanos que
deseen transmitir a los seres humanos la enseñanza sobre el sendero espiritual de la
verdad viviente.
Debe tomarse conciencia real de que la asociación con Dios Padre es
indispensable para la ministración del servicio espiritual a los hombres. El hombre,
mediante sus propias fuerzas e iniciativa personal, poco puede hacer. La comunión
regular y sincera con la divinidad producirá seres humanos debidamente
calificados, habilitados, inspirados y coordinados con Dios Padre. Aquellos y
aquellas que aspiren a tomar de la mano a sus hermanos buscadores y enseñarles las
verdades del espíritu, deben permitirse ser conducidos por su propio Espíritu
residente, buscando experienciar la divinidad en sí mismos, ser guiados e inspirados
por su Ajustador del Pensamiento, incorporando gradualmente las enseñanzas de Jesús y
los reveladores, para que este Espíritu se manifieste mediante su personalidad humana
y así lograr la producción de los frutos espirituales en el servidor de Dios.
“Una persona que sí conoce a Dios está iluminada interiormente por la
adoración y exteriormente se dedica al servicio totalmente sincero de la
hermandad universal de todas las personalidades, un ministerio de servicio que
está lleno de misericordia y motivado por el amor, mientras que estas cualidades
de vida están unificadas en la personalidad evolutiva sobre los niveles en constante
ascensión de sabiduría cósmica, autorrealización, encuentro con Dios y adoración
del Padre.” 1175:1
Dijo Jesús: “A todo el que tiene, se le dará más y poseerá en abundancia;
pero a aquel que no tiene, incluso lo que tiene se le quitará. No podéis permanecer
inmóviles en los asuntos del reino eterno. Mi Padre pide que todos sus hijos
crezcan en la gracia y en el conocimiento de la verdad. Vosotros, que conocéis estas
verdades, debéis producir cada vez más los frutos del espíritu y manifestar una
devoción creciente al servicio desinteresado de vuestros compañeros servidores. Y
recordad que, en la medida en que ayudáis al más humilde de mis hermanos, ese
servicio me lo habréis hecho a mí.” 1917:1
Hablando Jesús a sus seguidores, les dijo: “Que toda la humanidad se
beneficie del desbordamiento de vuestro afectuoso ministerio espiritual, de vuestra
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comunión intelectual iluminadora, y de vuestro servicio social edificante; pero no
se debe permitir que ninguna de estas labores humanitarias, ni todas a la vez,
reemplacen la proclamación del evangelio”. 1931:2. También dijo el Maestro Jesús
que se puede persuadir a la mente de los hombres, pero que nunca debemos atrevernos a
forzarla. El servicio a las personas que buscan a Dios debe ser fruto de la
transformación sublime y superior que ocurre en los corazones de los hombres
renacidos del Espíritu, con la ayuda del Espíritu de la Verdad y la fe, por medio de
la comunión con Dios. Para el éxito de este ministerio a la humanidad que busca la
Verdad, es necesario que el servicio esté anclado en Dios y que sea realizado en su
nombre, para su beneplácito, y para el bienestar y alegría de sus criaturas. Los
instructores potenciales que se ocuparán de la diseminación de la verdad divina deberán
estar imbuidos de verdadera bondad, tolerancia y paciencia, sin fingimientos, deben ser
sinceros, sin exaltar su personalidad en ninguna circunstancia; por sus frutos espirituales
y su ejemplo deben inspirar y motivar a los buscadores de la verdad a hacer la
voluntad de Dios.
Tomemos en cuenta esta enseñanza de los reveladores: la búsqueda del mero
conocimiento, sin la interpretación concomitante de la sabiduría y el
discernimiento espiritual de la experiencia religiosa, conduce finalmente al
pesimismo y a la desesperación humana. 2076:8. De acuerdo a las enseñanzas
reveladas y para el éxito de la diseminación de la revelación, el instructor potencial de la
verdad debe entonces vivir en sí mismo la religión de Jesús, porque ésta requiere
experiencia viviente y espiritual, no meras creencias tradicionales ni sentimientos
emotivos o conciencias filosóficas; la verdadera religión del espíritu requiere que los
hombres alcancen los niveles reales del progreso espiritual verdadero. 1782:3.
Es válido decir que la “religión de Jesús” y “hacer la voluntad de Dios” son la
misma cosa. La adoración a Dios y el servicio al hombre se convirtieron en la suma
y sustancia de la religión de Jesús. Se nos enseña que los niveles más altos de
autorrealización se alcanzan mediante la adoración y el servicio al hombre. El
Maestro Jesús enseñó que la verdadera religión es la acción del alma de un
individuo en sus relaciones autoconscientes con el Creador. Jesús exhortó a sus
seguidores a que ejercitaran una fe experiencial; les advirtió que no debían depender
meramente del asentimiento intelectual y la credulidad. 1769:9; 1572:6; 1616:4; 1572:9.
Nuestro mundo descubre en la vida del Maestro Jesús una religión nueva y
superior, una religión basada en las relaciones espirituales personales con el Padre
Universal, validada totalmente por la autoridad suprema de la experiencia
espiritual personal auténtica. 2087:4. Esta clase de religión excede en mucho a la
mera reflexión intelectual.
Jesús insistió mucho en “Hacer la voluntad de Dios” y dijo que la voluntad
de Dios es el camino de Dios, elegir asociarse con Dios frente a cualquier alternativa
potencial. Por lo tanto, dice Jesús, hacer la voluntad de Dios es la experiencia
progresiva de volverse más y más semejante a Dios. Y los reveladores nos dicen que
hacer la voluntad de Dios es la disposición del hombre a compartir su vida interior
con Dios, con el Ajustador residente. 1431:2; 1221:2. Aquí estamos ya en el terreno
de la meditación espiritual, que conlleva dos fases: oración y adoración a Dios, la
técnica perfeccionada que Jesús enseñó. 1328:5. Se nos enseña que la meditación
pone en contacto a la mente humana con el espíritu interior. 1777:2. El marco o
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patrón de los valores verdaderos ha de buscarse en el mundo espiritual y en los
niveles divinos de la realidad eterna. 1457:1.
“La adoración intensifica y amplía los poderes reflexivos de la mente. La
oración puede enriquecer la vida, pero la adoración ilumina el destino.”1123:5
“El que está lleno de fe adora verdaderamente cuando su yo interno está
absorto en Dios.” 1448:4
Jesús fundó la religión de la experiencia personal, haciendo la voluntad de
Dios y sirviendo a la fraternidad humana. Entonces, al hacer la voluntad de Dios, al
compartir la vida interior con Él, el hombre se asemeja cada vez más a Dios. Jesús
enseñó que la adoración hace al adorador cada vez más semejante al ser a quien
está adorando. La adoración es una experiencia transformadora por medio de la cual lo
finito, el hombre, se acerca gradualmente a la presencia del infinito, que es Dios, y
finalmente lo alcanza. 2092:4; 1641:1 Conclusión: si adoramos a Dios nos
asemejaremos a Él, mediante las cualidades divinas que surgen en el alma.
Aquel o aquella que desee ayudar a guiar a otras personas en el sendero
espiritual, si se asocia con Dios tendrá éxito. Jesús dice: “Viviendo diariamente la
voluntad del Padre que está en el cielo, podemos revelarlo a nuestros semejantes”.
1453:4. El instructor potencial debe buscar conocer a Dios mediante la experiencia
religiosa espiritual, en la que alcance los altos niveles del mundo espiritual, donde
residen las realidades eternas y divinas. Cuando el instructor potencial elige hacer la
voluntad de Dios, entonces realiza la consagración de su voluntad, un
perfeccionamiento de su voluntad que lo eleva desde el nivel temporal de la existencia a
un estado más elevado, donde su personalidad humana comulga con la personalidad
del Padre espíritu. 1221:6.
“Siempre fue y siempre es así. Aquello que una imaginación humana
iluminada y reflexiva, instruida y guiada por el espíritu, desea ser y hacer
desinteresadamente y de todo corazón, se vuelve sensiblemente creativa según el
grado en que el mortal esté consagrado a hacer divinamente la voluntad del Padre.
Cuando el hombre se asocia con Dios, grandes cosas pueden suceder, y de hecho
suceden.” 1467: 5.
Nuestro Maestro Jesús dijo: “Dejadme declarar enfáticamente esta verdad
eterna: Si gracias a vuestra coordinación con la verdad, aprendéis a manifestar en
vuestra vida esta hermosa integridad de la rectitud, entonces vuestros semejantes
os buscarán para conseguir lo que habéis adquirido de esa manera. La cantidad de
buscadores de la verdad que se sentirán atraídos hacia vosotros representa la
medida de vuestra dotación de la verdad, de vuestra rectitud. La cantidad de
mensaje que tenéis que llevar a la gente es, en cierto modo, la medida de vuestro
fracaso en vivir la vida plena o recta, la vida coordinada con la verdad. 1726:2. La
verdad divina se conoce mejor por su sabor espiritual.” 42:7.
Está al alcance del hombre amar a Dios, honrarlo y vivir su verdad,
disfrutando de su crecimiento en el alma. La verdad es el dominio del intelecto
espiritualmente dotado que es consciente de conocer a Dios. La visión del intelecto
espiritualizado discierne un mundo de valores verdaderos. 1435:2.
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Nos enseña también Jesús que el instructor de la verdad divina atrae
solamente a los que tienen hambre por la verdad de Dios y sed de rectitud divina.
1815:3. Entonces, no se debe tratar de instruir espiritualmente a aquellas personas que
no lo desean.
Dijo Jesús: “No se puede revelar a Dios a los que no lo buscan; no se puede
conducir a las alegrías de la salvación a un alma que no lo desea. Es preciso que el
hombre tenga hambre de la verdad como resultado de las experiencias de la vida, o
que desee conocer a Dios como consecuencia del contacto con la vida de aquellos
que conocen al Padre divino, antes de que otro ser humano pueda actuar como
intermediario para conducir a ese compañero mortal hacia el Padre que está en los
cielos. Si conocemos a Dios, nuestra verdadera tarea en la Tierra consiste en vivir
de tal manera que permitamos al Padre revelarse en nuestra vida, y así todas las
personas que buscan a Dios verán al Padre y solicitarán nuestra ayuda para
averiguar más cosas sobre el Dios que logra expresarse de ese modo en nuestra
vida”. 1466:2. También nos enseña Jesús que el que quiera ser el más grande entre
sus hermanos, debe convertirse en el servidor de todos. 1907:2.
Se nos enseña que la verdadera religión es la experiencia de la divinidad en
la conciencia del ser moral de origen evolucionario, representa la verdadera
experiencia con las realidades eternas (Dios) en el tiempo, la realización de las
satisfacciones espirituales mientras estamos en la carne. 1104:4.
La verdadera religión funciona como una guía sabia y consejera
experimentada en todas las situaciones nuevas y rápidamente cambiantes de la
humanidad. La sociedad se está volviendo más mecánica, compacta y compleja, así
como más críticamente interdependiente. La religión debe funcionar para evitar que
estas interasociaciones íntimas se vuelvan mutuamente retrogresivas o aún destructivas.
Sólo mediante el ministerio de la religión estas nuevas relaciones sociales pueden dar
como resultado una fraternidad duradera. 1087:1. Los frutos sociales de la religión
son el amor y el servicio a la humanidad. 1126:5.
Jesús nos alerta claramente diciéndonos: “La grandeza espiritual consiste
en un amor comprensivo semejante al amor de Dios, y no en el placer de ejercer el
poder material para la exaltación del yo.” 1758:4 “Tampoco podéis realizar una
obra espiritual en ausencia de poder espiritual. Y no podéis hacer ninguna de estas
cosas, aunque su potencial esté presente, sin la existencia de un tercer factor
humano esencial, la experiencia personal de poseer una fe viviente.” 1758:5.
Jesús citó y validó un viejo refrán hebreo que dice: el que no trabaje no
comerá; a mi modo de ver, Jesús se refería a la recepción espiritual de los valores
divinos que son el alimento divino para el alma y la iluminación de la mente. 1579:4.
Jesús nos enseña que si un ciego conduce a otro ciego, los dos caerán al
precipicio; que si se desea conducir a otras personas hacia el reino del Padre, el
propio guía debe caminar en la clara luz de la verdad viviente. 1571:5. Esto implica
conocer y vivir la verdad divina en sí mismo, produciendo los frutos del espíritu,
asociándose con amor divino al Espíritu Ajustador residente. Así, nos enseña Jesús
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que dejemos brillar nuestra luz de tal manera que nuestros semejantes se sientan
guiados hacia caminos nuevos y divinos de una vida realzada. Nuestra luz no debe
brillar para atraer la atención sobre nuestro yo.
Jesús nos dice que podemos usar nuestra profesión como un reflector efectivo
para la diseminación de esta luz de vida. 1572:5.
La religión necesita nuevos líderes, hombres y mujeres espirituales que se
atrevan a depender únicamente de Jesús y de sus enseñanzas incomparables. Que
estos nuevos instructores se consagrarán exclusivamente a la regeneración espiritual de
los hombres. Estos instructores nacidos del espíritu proporcionarán rápidamente la
dirección y la inspiración necesarias para la reorganización social, moral, económica y
política del mundo. 2082:9. Esto es posible realizarlo al aplicar de todo corazón las
enseñanzas de Jesús en nosotros mismos, encontrando a Dios, naciendo del espíritu
y dejándonos conducir por el espíritu interior, mediante el propio esfuerzo
personal en unión con Dios. Estos instructores se forjan recorriendo el camino
espiritual mostrado por Jesús de Nazaret.
Consideremos estas recomendaciones de Jesús:
“Habéis emprendido la gran tarea de enseñar al hombre mortal que es un
hijo de Dios. Os he mostrado el camino; salid a realizar vuestro deber y no os
canséis de hacer el bien. A vosotros y a todos los que sigan vuestros pasos a lo largo
de los siglos, dejad que os diga que siempre estoy cerca, y que mi convocatoria es, y
será siempre: Venid a mí, todos los que os esforzáis y lleváis una carga pesada, que
yo os daré el descanso. Haced vuestro mi yugo y aprended de mí, pues soy sincero
y leal, y encontraréis el descanso espiritual para vuestra alma.” 1808: 1.
“En verdad, debéis ser dulces en vuestras relaciones con los humanos
equivocados, pacientes en vuestro trato con los ignorantes, e indulgentes cuando os
provoquen; pero también debéis ser valientes en la defensa de la rectitud,
poderosos en la promulgación de la verdad y dinámicos en la predicación de este
evangelio del reino, incluso hasta los confines de la tierra.” 1931: 5.
“Este evangelio del reino es una verdad viviente… La revelación que os he
dado es una revelación viva, y deseo que produzca los frutos apropiados en cada
individuo y en cada generación, de acuerdo con las leyes del crecimiento espiritual,
de la mejora y del desarrollo adaptativo. De generación en generación, este
evangelio debe mostrar una vitalidad creciente y demostrar una mayor
profundidad de poder espiritual. No se puede permitir que se convierta en un
simple recuerdo sagrado, en una simple tradición acerca de mí y de la época en
que vivimos ahora.” 1931:6.
“La continua predicación de este evangelio del reino traerá algún día, a
todas las naciones, una liberación nueva e increíble, la independencia intelectual y
la libertad religiosa.” 1930: 6.
“El poderoso Espíritu de la Verdad reside en el evangelio del reino, y
pronto derramaré este mismo espíritu sobre todo el género humano. Los frutos del
espíritu, vuestro servicio sincero y amoroso, son la poderosa palanca social para