Escrito 20 conceptos espirituales para la sobrevivencia de
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DE: JAIME DIAZ PAGE -MÉXICO-
OCTUBRE 2003
ESCRITO 20
CONCEPTOS ESPIRITUALES PARA LA SOBREVIVENCIA DEL ALMA EN LA
ETERNIDAD
En el camino evolutivo y milenario de la conciencia humana, Dios Padre dispone que, de
cuando en cuando, sus hijos creados conozcan una parte más de la Verdad divina, de manera
ampliada y aumentada. El avance espiritual de la conciencia humana procede siglo tras siglo,
milenio tras milenio, y esto permite que haya un descenso de la Verdad de Dios al hombre, a
través de las Personalidades celestiales del universo, para instruir, iluminar y conducir al hombre
hacia la salvación de su conciencia y alma en la eternidad.
Dios Padre desea que sus hijos conozcan más de su Verdad divina en cuanto al camino
espiritual a seguir, y la información que deben conocer para discernir la conducta personal
religiosa que les permita abrirse paso hacia Él. El hombre ha sido creado por Dios, y a Dios tiene
que volver de acuerdo al plan divino; esa es voluntad de Dios. Dios Padre no desea que sus hijos
se pierdan, Dios Padre ofrece la vida eterna a todos sus hijos que realicen el esfuerzo personal
mediante los lineamientos espirituales entregados por sus Hijos Divinos a lo largo de la historia y
evolución de la humanidad.
En el año de 1934, la humanidad recibió del Padre Universal, a través de las
Personalidades celestiales del Universo, la Quinta Revelación Ampliada de la Verdad Divina
contenida en los capítulos de El Libro de Urantia, revelación que no fue canalizada por
ningún ser humano; revelación descendida de las dimensiones espirituales superiores y
materializada en el planeta para su difusión, para el esclarecimiento y conocimiento de la
humanidad.
Esta nueva revelación amplía en gran manera las enseñanzas de Jesús de Nazaret, y agrega
los conocimientos relativos al PADRE UNIVERSAL Y LOS 7 SUPERUNIVERSOS que
conforman el Gran Universo, dentro del Universo Maestro, que contiene toda la creación
material de Dios Padre. Tarde o temprano, vendrá una nueva revelación de Dios al hombre.
El hombre debe evolucionar su conciencia de acuerdo a la Verdad y Ley Divina que Dios
es, significa y representa, de acuerdo a sus lineamientos espirituales, y no de acuerdo a los
conceptos y creencias dispuestos por los mortales en evolución. Dios Padre ha señalado a sus
hijos en la tierra el camino a seguir, a través de su Hijo Creador Micael de Nebadon -mejor
conocido en Urantia como Jesús de Nazaret- mediante el reconocimiento de la paternidad de
Dios, la filiación divina, la fe viviente, el amor a Dios y el servicio altruista al prójimo. En esta
nueva revelación las enseñanzas de Jesús son ampliadas mayormente, conteniendo enseñanzas
espirituales maravillosas, que son desconocidas por la humanidad.
La nueva revelación ampliada de la verdad nos pone al tanto de aquello que es fútil e
innecesario para el desarrollo del alma humana. El hombre no solo debe creer por la fe, sino
hacer algo y ser alguien en el universo. 1260:1. Es por eso que debe luchar contra la adversidad
y triunfar en su vida en la tierra, produciendo los frutos del espíritu en sí mismo y sirviendo con
amor altruista a los demás.
Nuestro Padre Creador, Jesús de Nazaret, desea que seamos libres de las enseñanzas
distorsionadas de la verdad, en las cuales ha caído el grueso de la humanidad al transcurso de los
siglos. Ahora la humanidad ha recibido la Revelación Ampliada de la Verdad; entonces el
hombre puede conocer esta nueva Revelación de la Verdad, hacerse de ella y vivirla en sí mismo.
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De acuerdo a las enseñanzas reveladas al hombre en el Libro de Urantia, se conoce lo que
Dios Padre ha dispuesto para el ascenso del alma humana a los mundos superiores del espíritu,
lo que el hombre necesita conocer, saber, y hacer para iluminar su alma y alcanzar la vida eterna.
Este es uno de los propósitos del presente escrito, orientar al buscador de la verdad en su intento
por acercarse a Dios, su Padre, con el deseo de que se libere progresivamente de las enseñanzas
y creencias esclavizantes del alma y la mente humana. Nuestro Padre Creador Jesús de Nazaret
nos enseña que “Un alma estancada es un alma moribunda.” (1478:5). Entonces se debe
discernir que el alma necesita alimento y ejercicio espiritual para no perecer, después de la
muerte física del cuerpo humano. Jesús enseña: “el que cree en mí, aunque muera, vivirá”
(1843:1). El hombre debe vivir su vida de acuerdo a lo que el evangelio del reino enseña,
haciendo las obras de Dios.
Jesús de Nazaret nos enseña: “A menos que nazcáis de nuevo, que nazcáis del espíritu,
no podréis entrar en el reino de Dios.” La invitación: “Yo soy la puerta, Yo soy el camino
nuevo y viviente, y cualquiera que lo desee puede entrar para embarcarse en la búsqueda
interminable de la verdad, que durará la vida eterna.” (1829: 4) Y: “A menos que tratéis de
entrar en el reino con la fe y la dependencia confiada de un niño pequeño, no seréis
admitidos de ninguna manera.” (1536: 4)
A continuación, transcribimos los lineamientos espirituales que nuestro Padre Creador
Jesús de Nazaret nos señala en la revelación para el logro de la supervivencia e inmortalidad
de nuestra alma en la eternidad, reconociendo los tres fundamentos esenciales del reino de
los cielos: 1.- El reconocimiento del hecho de la Soberanía de Dios. 2.- La creencia en la verdad
de la filiación con Dios. 3.- La fe en la eficacia del deseo supremo humano de hacer la voluntad
de Dios –de ser semejante a Dios. Y esta es la buena nueva del evangelio: que por medio de la fe,
cada mortal puede poseer estos fundamentos esenciales para la salvación. (Jesús.1585:7). Se
revela que ha emanado del Padre Universal el mandato supremo: “Sed vosotros perfectos, así
como Yo soy perfecto”. (21:3) En amor y misericordia, los mensajeros del Paraíso han llevado
esta exhortación divina a través de las edades y a través de los universos, incluso hasta las
criaturas tan bajas de origen animal como las razas de Urantia. (21:3).
A El reconocimiento de la presencia divina dentro de cada uno de nosotros mediante la fe
viviente y el renacimiento espiritual: “Cuando por la fe viviente, os volvéis divinamente
conscientes de Dios, entonces nacéis del espíritu como hijos de la luz y de la vida, de la
misma vida eterna con la que ascenderéis el universo de universos y lograreis la experiencia
de encontrar a Dios Padre en el Paraíso. (Jesús. 2052:3) “Aquellos que han recibido y
reconocido la presencia de Dios han nacido del Espíritu” (Mensajero Poderoso. 381:1)
“Aquellos que han nacido del espíritu de Dios discernirán en lo sucesivo la palabra de Dios,
independientemente del lugar de donde parezca originarse” “Muchos de vuestros
hermanos aceptan mentalmente la teoría de Dios, pero no consiguen darse cuenta
espiritualmente de la presencia de Dios.” (Jesús. 1732:6; 1733:1)
B El reconocimiento de la presencia de Dios dentro de nosotros y el renacimiento espiritual,
nos permiten ENTRAR AL REINO DE LOS CIELOS durante nuestra existencia física en el
planeta. Pues Jesús dijo a sus apóstoles: “Buscad primero el reino de Dios y su rectitud”…
“Porque este reino que predicareis es Dios dentro de vosotros.” (1569:2) Jesús indicaba que
el reino es interior, que está dentro de nosotros, porque Dios mora dentro de cada uno de sus
hijos mortales en la presencia del Ajustador del Pensamiento, el fragmento divino. (107: 1, 2, 3,
4, 5, 6).
C La oración y la adoración: Jesús enseñó que “la oración conducirá a los mortales de la
tierra a la comunión de la verdadera adoración” “La oración y la adoración que la
acompaña, es una técnica para apartarse de la rutina diaria de la vida, de los agobios
monótonos de la existencia material. Es una vía para acercarse a la autorrealización
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espiritualizada y para conseguir la individualidad intelectual y religiosa” “La oración es un
antídoto contra la introspección nociva” “La oración es la mirada sincera y anhelante que
el hijo dirige a su Padre espiritual” “La oración es una parte del plan divino para
transformar lo que es en lo que debería ser” (Jesús. 1621: 3, 4, 5,8)
“La adoración es el acto de la comunión personal del hijo con el Padre divino, la
aceptación de unas actitudes vivificantes, creativas, fraternales y románticas por parte del
alma-espíritu del hombre.” (Jesús. 1616: 10). “La adoración es una comunión personal con
lo que es divinamente real, con lo que es el origen mismo de la realidad” “La verdadera
adoración religiosa no es un monólogo inútil en el que uno se engaña a sí mismo.” (2095: 6)
D Las emisiones y corrientes espirituales del Padre Universal: se nos dice que “Al igual
que la oración se puede asemejar a la recarga de las baterías espirituales del alma, la
adoración se puede comparar al acto de sintonizar el alma para captar las emisiones
universales del espíritu infinito del Padre Universal.” (1621: 7) Jesús nos dice que “Al abrir
el terminal humano del canal de comunicación entre Dios y el hombre, los mortales ponen
inmediatamente a su disposición la corriente constante del ministerio divino para con las
criaturas de los mundos” “Cuando el hombre escucha hablar al espíritu de Dios dentro de
su corazón humano, en esa experiencia se encuentra inherente el hecho de que Dios escucha
simultáneamente la oración de ese hombre.” (1638:4).
E La Fe: La presencia de este don en el hombre es muy importante, porque es “la llave”
que abre la puerta al reino del espíritu (1861:9), el reino que existe dentro del hombre y que es
Dios. Jesús nos dice las siguientes palabras acerca de la fe: “Pero el hombre nunca puede
poseer la verdad sin el ejercicio de la fe. Esto es así porque los pensamientos, la sabiduría,
la ética y los ideales del hombre nunca se elevarán por encima de su fe, de su esperanza
sublime. Y toda verdadera fe de este tipo está basada en una reflexión profunda, en una
autocrítica sincera y en una conciencia moral intransigente. La fe es la inspiración de la
imaginación creativa impregnada de espíritu.” (1459:5). “La fe, la simple creencia
semejante a la de un niño, es la llave de la puerta del reino.” (1861:9).
Jesús continúa diciendo: “La fe actúa para liberar las actividades superhumanas de la
chispa divina, el germen inmortal que vive dentro de la mente del hombre, y que es el
potencial de la supervivencia eterna” “Las plantas y los animales sobreviven en el tiempo
mediante la técnica de transmitir partículas idénticas de sí mismos de una generación a la
siguiente. El alma humana del hombre (personalidad) sobrevive a la muerte física
asociando su identidad con esta chispa interior de divinidad, que es inmortal, y que actúa
para perpetuar la personalidad humana en un nivel continuo y más elevado de existencia
progresiva en el universo. La semilla oculta del alma humana es un espíritu inmortal. La
segunda generación del alma es la primera de una serie de manifestaciones de la
personalidad en existencias espirituales y progresivas, que solo terminan cuando esta
entidad divina alcanza el origen de su existencia, el origen personal de toda existencia, Dios,
el Padre Universal.” (1459:6)
Agrega diciendo: “El alma del hombre, activada por la fe, no puede detenerse hasta
haber alcanzado esta meta de su destino; y una vez que ha conseguido esta meta divina, ya
no puede tener fin, porque se ha vuelto como Dios—eterna. (1459:7; 1460:1)
F El hambre por la verdad y la sed de rectitud: Jesús dijo: “El pan y el agua de la vida
sólo se conceden a los que tienen hambre de la verdad y sed de rectitud –de Dios. Acerca de
la rectitud dijo: “La sed de rectitud, un cambio de mentalidad, la adquisición de la
motivación para ser como Dios y para encontrar a Dios.” Enseñó Jesús que la fe, la simple
creencia semejante a la de un niño, es la llave de la puerta del reino, pero también enseñó
que después de haber pasado la puerta, están los peldaños progresivos de rectitud que todo
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niño creyente debe ascender para crecer hasta la plena estatura de los vigorosos hijos de
Dios.” 2054:3; 1861: 4, 9.
G Los Frutos del Espíritu: Son la producción o resultado de la oración inteligente y de la
adoración sincera a Dios mediante la fe y la devoción espiritual. Son aquellos que expanden
el alma e iluminan la mente en unidad con la divinidad interior, produciendo un constante flujo
de fe creciente y rectitud progresiva. El creyente comparte estos frutos espirituales de manera
altruista y natural con sus semejantes humanos.
Jesús nos enseña: “La salvación es un don gratuito de Dios, pero aquellos que nacen del
espíritu empiezan a manifestar inmediatamente los frutos del espíritu en el servicio amoroso a
sus semejantes. Y los frutos del espíritu divino, producidos en la vida de los mortales nacidos del
espíritu y que conocen a Dios, son: servicio amoroso, consagración desinteresada, lealtad
valiente, equidad sincera, honradez iluminada, esperanza imperecedera, confianza fiel,
ministerio misericordioso, bondad inagotable, tolerancia indulgente y paz duradera.” “Si
unos creyentes declarados no producen estos frutos del espíritu divino en sus vidas, están
muertos; el Espíritu de la Verdad no está en ellos; son unas ramas inútiles de la vid viviente, y
pronto serán cortadas. Por consiguiente, si no sois fecundos, él cavará alrededor de vuestras
raíces y cortará vuestras ramas estériles. A medida que progreséis hacia el cielo en el reino de
Dios, deberéis producir cada vez más los frutos del espíritu. Podéis entrar en el reino como un
niño, pero el Padre exige que crezcáis, por la gracia, hasta la plena estatura de un adulto
espiritual.” (2054:4).
COMENTARIOS
Los frutos del espíritu son valores de sobrevivencia, que permiten la ascensión del
alma a los mundos de estancia y su permanencia continuada en el universo, tras la muerte física
del cuerpo temporal en la Tierra. El alma sobreviviente es trasladada por el guardián de destino
(serafín) hasta los 7 mundos de estancia (esferas) de Jerusem que es la capital del sistema local
al que pertenece el sistema solar, para que en esos mundos sean corregidas las deficiencias de
carácter que no se pudieron superar en la Tierra (Urantia).
El alma sobreviviente recibe un nuevo vehículo morontial de naturaleza superior, para
continuar su evolución; este nuevo vehículo de manifestación no es de carne y huesos. Al
terminar la instrucción en los mundos de estancia (pag. 530 del Libro de Urantia) nos habremos
fusionado con nuestro espíritu interior o estaremos por hacerlo, para comenzar un nuevo viaje
con destino a Salvington, la Capital de Nebadón (el universo local o galaxia) y residencia
espiritual de nuestro Padre Creador Micael de Nebadon o Jesús de Nazaret, quien es el Creador
de nuestro universo local. Ahí seremos instruidos nuevamente y preparados para viajar hasta
Uversa, la capital del Superuniverso de Orvontón (uno de los siete superuniversos de la
creación universal); una vez graduados espiritualmente ahí, seremos preparados para el viaje
final hasta el PARAÍSO CENTRAL Y DIVINO que es la residencia eterna del Padre Universal,
Creador de todas las cosas y seres.
En el Paraíso estaremos frente a frente, cara a cara, con nuestro amantísimo Padre
Universal, el Altísimo de Altísimos. Ahí terminará nuestra carrera de ascensión al Paraíso y
posteriormente seremos asignados a la administración futura de nuevos mundos y humanidades
emergentes en los nuevos universos locales (galaxias) de los niveles espaciales exteriores del
Universo Maestro. Eternamente recibiremos revelaciones parciales de la verdad divina,
creciendo en gracia, amor, y sabiduría, es decir, en esplendor espiritual para honra y gloria de
nuestro Padre Universal y su amado Hijo Cristo Micael (Jesús de Nazaret) nuestro Padre
Creador. Y así será por toda la eternidad; habiendo logrado la supervivencia de nuestra alma y
personalidad. Esta es la meta de la vida. Esto es lo que Dios ha dispuesto para bienaventuranza