2. Autor
También conocida como teoría científica de la administración o
escuela científica de la administración, encabezada por el
ingeniero estadounidense Frederick W. Taylor, fue el sustento
para la constitución de la práctica administrativa moderna a
través de la formulación de una serie de principios
fundamentales que, para Taylor, son aplicables a todas las
actividades humanas.
3. Los fundamentos sobre los
que descansa la
administración científica son:
Identidad de los intereses del patrón y el
obrero,
Limitación de la producción,
Estudio científico de las condiciones de
trabajo y
Organización científica.
4. Los cuatro principios de la administración
científica son:
Estudio científico de cada elemento del trabajo,
selección científica y entrenamiento obrero,
cooperación entre administración y obreros y
distribución equitativa de la responsabilidad y el trabajo entre administración y obreros.
Dichos fundamentos y principios se observarán con mayor detalle y amplitud a continuación.
5. Al decir ciencia, Taylor se refiere a la observación y la medición sistemáticas. El trabajo de un
capataz abarca funciones diferentes y para que esté bien hecho su trabajo su trabajo, este debe
estar dividido entre varios especialistas, lo que significa abandonar, el principio de la unidad de
mando. Taylor llama a ese sistema administración funcional. Formula el principio de la gestión por
excepciones:
Las relaciones de producción no deben abarcar más que aquello que no respeta los estándares.
6. Fundamentos de la
Administración
Científica
El principal propósito de la administración
debiera consistir en asegurar el máximo
de prosperidad al empleador, unido al
máximo de prosperidad para cada
empleado.
Las palabras «máximo de prosperidad»
son usadas, para significar grandes
dividendos para la cía y, el desarrollo de
cada rama del negocio a su más alto
grado de perfección, de manera que la
prosperidad pueda ser permanente.
7. Limitación de la
producción
Trabajar menos de lo que se debe, trabajar
despacio, es universal en los establecimientos
industriales.
La producción de cada hombre y de cada
máquina puede aumentar hasta el doble si se
combaten la lentitud del trabajo y la «simulación
de trabajo», y armonizando las relaciones entre
patrón y empleado de manera tal que cada obrero
trabaje lo mejor y más rápidamente posible bajo
las indicaciones y con la ayuda de la dirección.