El gran segundo movimiento de adviento

1. 1

2. 2
EL GRAN SEGUNDO MOVIMIENTO DE ADVIENTO:
SU ASCENSO Y PROGRESO
Por JN Loughborough
edición 1905
“Aunque se demore, espera;
porque seguramente vendrá, no tardará ".
Habacuc 2: 3
[Nota del editor del CD-ROM: Si bien la página de título indica que esta es la edición
de 1905, cuando se volvió a publicar en 1992 se agregó un Prefacio adicional, así
como tres apéndices. Cabe señalar que el Apéndice A es un documento de
Loughborough que nunca se publicó en su vida, pero que defendió la precisión de
la historia aquí contenida. Como se señala a continuación, las referencias de las
notas al pie se han actualizado a reimpresiones más recientes de esos libros
referenciados. De lo contrario, el contenido original de Loughborough está intacto.]
Se supone que las referencias a pie de página corresponden a las publicaciones
utilizadas en la edición de 1905 de The Great Second Advent Movement . Algunas
referencias han sido actualizadas para corresponder con versiones reimpresas de
ciertos libros. Son los siguientes:
Primeros escritos , reimpresos en 1945.
Life Sketches , reimpreso en 1943.
Dones espirituales , reimpreso en 1945.
Testmonies for the Church , reimpreso en 1948.
El deseo de las edades , reimpreso en 1940.
The Great Controversy , reimpreso en 1950.
Tres mensajes de Apocalipsis 14 , reimpreso en 1970.

3. 3
J.N. LOUGHBOROUGH
John Norton Loughborough (Victor, Nueva York, Estados Unidos, enero 26, 1832– abril 7,
1924) era un ministro adventista del séptimo día en la época temprana de la organización
religiosa.
Loughborough empezó predicar sobre la Segunda Venida de Cristo a los diecisiete años de
edad, alquilando una iglesia para realizar sus conferencias.1 Estuvo implicado en el
movimiento adventista en sus días tempranos, habiendo sido llamado a predicar por Ellen
G. White en 1852.
Trabajó para los adventistas en Nueva Inglaterra, Míchigan, Ohio, Gran Bretaña, y
California. Publicó un relato del mensaje y la historia del Adventismo del Séptimo Día en
1902 titulado The Rise and Progress of the Third Angel's Message, pero el libro se perdió
cuando el Review and Herald se quemó en Battle Creek, Michigan, en 1903. Entonces
publicó otro libro, The Great Second Advent Movement en 1905. En él Loughborough
describe su primer experiencia en la historia de la iglesia, las visiones y profecías de Ellen
G. White, las divisiones tempranas en la iglesia, y varios asuntos filosóficos y religiosos, así
como material autobiográfico.2
F. C. Gilbert (1867-1946) discute las experiencias de Loughborough con las visiones de
Elena G. White en su libro Predicciones divinas de la señora Ellen G. White cumplidas (en
inglés original: Divine Predictions of Mrs. Ellen G. White Fulfilled), especialmente sus
predicciones relacionadas con la esclavitud y el inicio de la Guerra Civil estadounidense.3
The John Loughborough School (1980-2013) en Tottenham, al norte de Londres, fue
nombrada en su honor.
Una cita bien conocida de Loughborough apareció en un artículo del Review and Herald del
8 de octubre de 1861 (ahora Adventist Review ), en el que fue citado hablando en contra de
la formación de credos:
"El primer paso de la apostasía es levantar un credo, diciéndonos lo que vamos a creer. El
segundo es, hacer de ese credo una prueba de compañerismo. El tercero es probar a los
miembros con ese credo. El cuarto es denunciar como herejes a aquellos que no creen en
ese credo. Y quinto, comenzar la persecución contra los tales."4

4. 4
PREFACIO
Ya hay muchos libros útiles en manos de la gente, y mi disculpa por agregar otro a
la lista, es que en estas páginas declaro muchas cosas relacionadas con los
adventistas, y especialmente los adventistas del séptimo día, que hasta ahora no se
han incluido en esta lista. formar ante la gente. Además de esto, muchos de los que
abogaron por la causa en años posteriores, y que no han presenciado las cosas
mencionadas, han solicitado fervientemente una narración de estos hechos y
experiencias de los que se encontraban anteriormente en el trabajo. Habiendo
estado familiarizado con el movimiento adventista en 1843 y 1844, y después de
haber proclamado la doctrina, desde el 2 de enero de 1849, primero como
adventista, y desde 1852 como adventista del séptimo día, considero un placer
"hablar las cosas que he visto y oído ".
He presentado una declaración sobre el movimiento adventista, que desde 1831
hasta 1844 se extendió a todas las naciones civilizadas del mundo.
Desde 1845 ha habido otros cuerpos de adventistas que han proclamado, y todavía
están proclamando, el cercano advenimiento de Cristo. En lugar de rastrear todos
esos cuerpos, ha sido mi propósito dar, con cierta extensión, el ascenso y el progreso
de los adventistas del séptimo día, llamando especial atención a aquellas agencias
que, en la providencia de Dios, han ayudado a desarrollar, de pobreza y pequeños
comienzos, una población de la cual, aunque su número es de unos cien mil,
algunos de sus oponentes han dicho: "Por la energía y el celo con el que trabajan,
uno juzgaría que había dos millones de ellos".
Incluso aquellos que solo están un poco familiarizados con la historia adventista del
séptimo día saben que desde 1845 la Sra. EG White ha estado prominentemente
conectada con el movimiento, tanto como oradora y escritora. También saben que
conectado con su trabajo ha habido ejercicios peculiares o regalos. Ha sido un
privilegio estar presente y presenciar la operación de este regalo unas cincuenta
veces. En estas páginas he llamado la atención sobre unas veintiséis predicciones
definitivas hechas por la Sra. White que se han cumplido con la mayor precisión.
Además de mis propias observaciones, también he presentado el testimonio de otros
testigos oculares que respetan sus experiencias. Tales hechos deberían tener más
peso con el lector sincero que las declaraciones aleatorias hechas por aquellos que
nunca han estado presentes en tales ocasiones.
Encomiendo el trabajo a los lectores, esperando que, con la bendición de Dios, la
lectura de estas páginas pueda ser un medio para promover la causa de Cristo en
muchos corazones, y confiando en que todos, a medida que lean, tengan en cuenta
Las palabras de Pablo a los Tesalonicenses, “prueban todas las cosas; que es
bueno”.
JN Loughborough.
Mountain View, California, 1 de mayo de 1905.

5. 5
Prefacio a la edición de 1992
[Nota del editor del CD-ROM: dado que la edición de 1992 incluía material de
Loughborough no publicado previamente (como Apéndice A), se considera apropiado
incluir este material de antecedentes más reciente y la historia y observaciones
relacionadas.]
Bosquejo biográfico
John Norton Loughborough fue testigo ocular de la fundación de la iglesia
adventista del séptimo día. Una breve descripción en sus propias palabras de su
vida y ministerio (extraída del Apéndice A) dará un trasfondo a esta nueva edición
de su libro.
Nací en Victor, Condado de Ontario, Nueva York, el 26 de enero de 1832. Este pueblo
de 200 o más habitantes estaba rodeado por una comunidad agrícola bien
establecida por millas. Estaba en la antigua línea de correo de Albany a Buffalo.
Este pueblo fue donde asistí a la escuela dominical y al servicio público hasta la
primavera de 1848, cuando la ciudad de Rochester, Nueva York, se convirtió en mi
sede. Tanto mi padre como mi abuelo eran ministros locales en la iglesia metodista,
pero se mantenían a sí mismos ...
... En la última semana de diciembre de 1843, escuché mi primer discurso sobre la
predicación del Adviento. Era del hermano James Barry, sobre el tema: "Ha llegado
la hora de su juicio". El poderoso poder de Dios puso de manifiesto la verdad que
proclamó. Parecía como si estuviéramos ante la barra de juicio de Dios. Bajo la
exhortación que siguió del pastor, yo, junto con muchos otros, presioné mi camino
hacia el frente para orar. Y allí comenzó mi primer esfuerzo para orar y buscar a
Dios ...
En el invierno de 1852, antes de comenzar a predicar el mensaje del tercer ángel,
cuando estaba estudiando si debía predicar el mensaje o mantenerme a mí y a mi
esposa con el trabajo manual, se le dio una visión a la hermana White en nuestra
reunión en Rochester. El sábado y se me dio un testimonio directo para que no
dudara más, sino que saliera y predicara el mensaje, y el Señor me abriría el camino
para que me sostengan ...
Cuando me metí bastante en el trabajo, en aquellos primeros tiempos, se manifestó
lo que entonces era un misterio para mí. Fue esto: en cada reunión importante en
diferentes estados a la que asistieron el hermano y la hermana White, me invitaron
a ir con ellos. Me decía a mí mismo: "¿Por qué no preguntan a estos ministros en
lugar de a mí todo el tiempo?"
Por otra parte, cuando esas tres rebeliones se produjeron entre 1853 y 1865, cuando
comenzaron tres documentos diferentes, uno para cada una de esas diatribas, ¿por
qué estaba presente y vi cómo comenzaban cada una de las rebeliones? Por otra
parte, ¿por qué estaba presente para ver a la Hermana White en sus visiones
abiertas más de cuarenta veces diferentes, verla examinada por los médicos,
escucharla hacer predicciones de lo que iba a suceder, cosas que parecían increíbles
para aquellos que escuchaban las predicciones? ¿y, sin embargo, literalmente

6. 6
cumplido? Digo con toda franqueza, estas oportunidades no fueron ocasiones de
exaltación para mí, sino un misterio. Me decía a mí mismo: "¿Por qué es todo esto
así?"
... En 1890, la Conferencia General me pidió que trabajara al este de las Montañas
Rocosas. Luego vino este testimonio, escrito al élder OA Olsen, del cual también se
me envió una copia: “Digo que el élder Loughborough haga un trabajo que está
sufriendo en las iglesias. El Señor haría oír su voz como la de Juan, contando las
cosas que él mismo ha experimentado en el surgimiento y progreso del mensaje del
tercer ángel. Dejemos que el élder Loughborough se pare en su lugar correcto, como
un Caleb que viene al frente, y con un testimonio decidido, frente a la incredulidad,
la duda y el escepticismo, "podremos subir y poseer la buena tierra". No sujetes al
élder Loughborough en una esquina en ningún lado. No lo ates a ninguna
conferencia. Déjalo ir aquí y allá, y en todas partes, contando lo que ha visto,
(Ver Apéndice B para fechas clave en la vida de Loughborough.)
Un llamado específico para circular el libro de Loughborough
A comienzos de siglo, después de que el hermano Loughborough escribiera Rise and
Progress of the Third Angel's Message, que fue el precursor del Gran Movimiento del
Segundo Advenimiento, Elena de White escribió estas palabras:
Siento profundamente nuestra situación actual. Ahora debemos hacer un trabajo
que debería haberse hecho hace mucho tiempo. Debemos hacer lo que el Señor le
ordenó a Moisés que hiciera, cuando los hijos de Israel, después de haber cruzado
el desierto, estuvieran acampados en las fronteras del Jordán. Se le ordenó a Moisés
que ensayara con ellos todo el trato del Señor con ellos durante sus viajes por el
desierto. El registro de este ensayo se encuentra en el libro de Deuteronomio.
El registro de la experiencia por la que pasó el pueblo de Dios en la historia
temprana de nuestro trabajo debe ser republicado. Muchos de los que han entrado
en la verdad ignoran la forma en que el Señor obró. La experiencia de William Miller
y sus asociados, del Capitán Joseph Bates y de otros pioneros en el mensaje de
adviento, debe mantenerse ante nuestra gente. El libro del élder Loughborough
debería recibir atención. Nuestros hombres principales deberían ver qué se puede
hacer para la circulación de este libro.
Debemos estudiar para descubrir la mejor manera de retomar la revisión de
nuestras experiencias desde el comienzo de nuestro trabajo, cuando nos separamos
de las iglesias, y avanzamos paso a paso a la luz que Dios nos dio. Luego tomamos
la posición de que la Biblia, y solo la Biblia, debía ser nuestra guía; y nunca debemos
partir de esta posición. Nos dieron maravillosas manifestaciones del poder de Dios.
Los milagros fueron forjados. Una y otra vez, cuando fuimos llevados a lugares
estrechos, el poder de Dios se mostró en nuestro nombre. Carta 105 , 1903
(CWE145) (énfasis agregado).
¿Por qué republicar?
A la luz de los testimonios anteriores, reflexionemos sobre las razones por las cuales
el Hermano Loughborough recibió instrucciones de contar nuestra historia, y por
qué nos sentimos guiados a volver a poner en circulación su cuenta.

7. 7
—Llama para recordar
Sobre todo, una revisión de los acontecimientos históricos nos da la oportunidad de
rastrear la mano de Dios en el trabajo, para ver evidencias de su cuidado amoroso.
Esto construye fe y nos enseña las lecciones del pasado, tanto positivas como
negativas. Repasa los fundamentos bíblicos de nuestra iglesia y revela el espíritu de
sacrificio de nuestros pioneros. Recuerda nuestras raíces espirituales. Como dijo el
hermano Loughborough en la p. 33, “Si fue bueno para Israel llamar a recordar las
direcciones del Señor con ellos, ¿no es bueno también para nosotros? En éxtasis, el
salmista nuevamente dice: 'Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de
sus beneficios.
—Un momento especial en la historia
Los años de la fundación de la obra adventista del séptimo día fueron uno de los
momentos especiales de la historia. Al menos tres criterios de este tipo vienen a la
mente.
(1) Cuando se cumple una profecía importante. Por lo general, tal evento no es
ampliamente ni completamente discernido en el momento. Por lo tanto, es
particularmente importante y útil mirar hacia atrás con la perspectiva de la
retrospectiva para comprender las dimensiones de la profecía, los mensajes que el
Señor planeó como la verdad presente para ese período en la historia de la tierra.
(2) Cuando se sientan las bases para una obra especial que el Señor planea hacer.
Al comprender estos tiempos, es muy importante ver la forma en que se colocaron
los pilares, las evidencias de las Escrituras y los eventos providenciales que, paso a
paso, llevaron a los "pioneros", esos constructores pidieron que un momento como
ese llegara a un punto significativo. y convicción lógica en cuanto al mensaje y la
misión que Dios les ha encomendado.
(3) Cuando ocurren transiciones importantes en el servicio antitípico real del
santuario. Ya que el camino de Dios "está en el santuario" ( Salmo 77:13), es crítico
entender y seguir por fe lo que Dios está haciendo para manejar el problema del
pecado. Particularmente útil en esto es el paralelo entre la transición principal
precedente y la del despertar del Adviento. El Señor quiere que reflexionemos sobre
lo que sucedió en el traslado del patio al lugar sagrado (del Calvario a la Ascensión),
y cómo la gente piadosa de esa época inicialmente entendió mal lo que sucedió y,
por lo tanto, experimentó una desilusión muy difícil, pero finalmente llegó a ver su
lugar en el desarrollo del plan de Dios. Su experiencia arroja una luz sobre la de los
creyentes en 1844 y siguientes, en la transición del lugar santo al lugar santísimo
(de la intercesión al juicio intercesor).
Los tres criterios anteriores que vemos en el período de fundación se describen en
la cuenta del hermano Loughborough. Deseamos captar y participar del mismo
espíritu de aquellos que buscaron la verdad "en cuanto al tesoro escondido", la
encontraron y comprometieron a su proclamación.
—Afirmando el espíritu de profecía
Otra razón para volver a publicar el testimonio de Loughborough es afirmar
nuevamente en nuestros días el papel histórico y bíblico del ministerio de Elena G.

8. 8
de White como escritor, orador y receptor del don especial del Espíritu, al que se
refirió en su prefacio.
- Cuenta de testigo de las verdades fundacionales
La evidencia apunta al menos a tres razones por las cuales Ellen White dio
instrucciones hace unos 90 años para hacer que este libro esté ampliamente
disponible, y para revisar y volver a publicar las palabras y los relatos de aquellos
que habían sentado las bases del trabajo. (1) Estos testigos oculares estaban
muriendo, y sus testimonios personales y verbales estaban siendo silenciados. (2)
Los miles crecientes que se unían a la iglesia sin conocimiento personal de los
eventos fundadores o de las personas fundadoras conducirían a una iglesia
ignorante de sus raíces ordenadas por Dios. (3) Los ministerios de prueba de
herejías probarían la iglesia, particularmente en su condición cegada como se
evidencia en la experiencia de Minneapolis, y como resultado de ella. Por lo tanto,
la confianza de muchos en el hecho de que el Señor había liderado alguna vez en
este movimiento sería muy probada de muchas, variadas y sutiles maneras. GSAM
9.3
Notas sobre el Apéndice A
El cuestionamiento, la duda de la ignorancia de aquellos que no fueron testigos
oculares se vio en la vida del hermano Loughborough. Un ejemplo de este tipo le dio
el impulso para escribir lo que aquí se da como Apéndice. Sentimos que es un
privilegio y un deber poder incluir su respuesta en esta edición, siendo esta la
primera vez que se publica. Fuimos conscientes de su existencia por una referencia
a ella en el folleto de LE Froom Finding the Lost Profhetic Witnesses. Citamos la
descripción de Froom de la historia del manuscrito que forma el Apéndice A:
Otra valiosa adhesión fue un gran manuscrito mecanografiado escrito por JN
Loughborough en una vieja máquina de escribir de telégrafo Blick, todo en
mayúsculas. Fue su respuesta, preparada en 1918 poco antes de su muerte, a los
cargos de mentiras, distorsión e inexactitud lanzados por ciertos críticos poco
tiempo antes contra sus libros anteriores sobre los inicios del Movimiento
Adventista. Cuando se ofreció para publicación en una de nuestras editoriales,
obviamente no era de suficiente interés general para garantizar la emisión. En
consecuencia, fue devuelto al autor.
En sus años avanzados, el élder Loughborough se lo dio a HA Washburn, entonces
profesor de historia en el Pacific Union College, quien lo valoró y lo conservó. Un
día, la cabaña del profesor se quemó, y con ella se fue su excelente biblioteca. Los
pocos libros que le quedaban estaban en su escritorio en la universidad. Entre ellos
estaba este manuscrito, titulado "Algunas experiencias". Al final de mi primera serie
de conferencias sobre el Movimiento Millerita, que me habían pedido que diera en
la inauguración de la Escuela Bíblica Avanzada que se realizó ese año en Pacific
Union College, profesor Washburn trajo el manuscrito y lo colocó en mis manos con
la observación: “Ahora entiendo por qué este manuscrito debería ser una de las
pocas cosas preservadas de toda mi biblioteca al estar en mi escritorio en la
universidad. Dios quería que se guardara para este uso. Póngalo en la Colección
Advent Source. ”- pp. 48,

9. 9
La cooperación del Señor con la humanidad
Al comprender algo de la naturaleza de la humanidad como se evidencia en nuestros
propios corazones, somos muy conscientes de los vasos de tierra que el Señor ha
tenido con los cuales trabajar. Presentamos este libro para reforzar la fe en cómo ha
trabajado el Señor, no para construir una falsa confianza en la fragilidad de los
humanos a través de los cuales trató de cumplir su voluntad. No tenemos excusas
para ninguna de las formas en que la humanidad de estos hombres y mujeres
piadosos puede revelarse al buscador sincero de la verdad en nuestros días,
mientras lee este libro o cualquier otro relato de esos momentos trascendentales.
Dios ha trabajado alguna vez en cooperación con la humanidad, en una unión de la
humanidad con la divinidad (Efesios 2:20) Escuchemos siempre su voz, incluso a
través de las vacilantes palabras de los demás. “No desprecies las profecías; probar
todas las cosas; Aférrate a lo que es bueno.” (1 Tesalonicenses 5:20, 21). (Ver
mensajes seleccionados 3: 342-347)
Periodo de fundación el foco
Vemos que la mayor contribución de este libro es responder muchas preguntas (a
menudo incluso no formuladas) sobre nuestro período de fundación y nuestros
primeros años. Otras preguntas que son pertinentes a la experiencia posterior de la
iglesia a fines del siglo XIX y que se abordan mejor en otros lugares. El mensajero
del Señor ha descrito en los testimonios la condición de la iglesia, la luz que el Señor
intentó traer en 1888 y las consecuencias, para ese tiempo y durante los años que
se extienden hasta nuestros días, de que la iglesia haya rechazado ese mensaje. .
Es importante ver el contraste entre el retraso de la expectativa de las personas, que
ha sido la suerte del pueblo de Dios a través de los tiempos, quienes esperaban que
estuvieran cerca de la venida del Señor, pero recibieron evidencia de que no era para
su tiempo, y la demora de las intenciones del Señor, cuando, como con Israel de la
antigüedad, nos trajo como pueblo a las fronteras de Canaán y dijo: "Entra", y no
entramos por incredulidad. Veamos dónde estamos y por qué estamos aquí.
Aprendamos las lecciones de nuestros antepasados, relatemos la bendición y la
paciencia del Señor, y permitamos que Él haga en y por medio de nosotros lo que
no pudo hacer hace 100 años.
(Ver Apéndice C)
Desafío a la iglesia actual
En el prefacio del hermano Loughborough, declaró que los 100,000 adventistas del
séptimo día que luego formaban parte de la iglesia mostraron una energía y celo que
los hizo parecer 2 millones. Usando la misma proporción, ¿podríamos decir ahora
que nuestros 6 millones parecen 120 millones? ¿Qué desafíos trae su recuento de
los primeros años a la iglesia hoy?
Les dejamos algunas preguntas sin respuesta, rezamos para que esta nueva edición
plantee:

10. 10
(1) ¿A dónde se ha ido el "movimiento"?
(2) ¿Ha sido fiel a sus fundamentos?
(3) ¿Hasta qué punto pueden explicarse los cambios que vemos en la iglesia desde
los días de Loughborough por los cambios en la sociedad o por el Señor en el trabajo
en nuestro medio?
(4) ¿Por qué seguimos aquí unos 150 años después de que el movimiento comenzó
a proclamar el próximo regreso de Cristo?
Al revisar nuestra historia pasada, después de haber recorrido cada paso de avance
a nuestra posición actual, puedo decir: ¡Alabado sea Dios! Cuando veo lo que el
Señor ha forjado, estoy lleno de asombro y de confianza en Cristo como líder. No
tenemos nada que temer por el futuro, excepto que olvidaremos la forma en que el
Señor nos ha guiado, y su enseñanza en nuestra historia pasada.— Life Sketches of
Ellen G. White, 196
No quite el hito antiguo que sus padres han establecido. Proverbios 22:28 El Comité
Adventista de la Biblioteca Pionera Loma Linda, California, 1 de marzo de 1992
Ilustraciones
JN LOUGHBOROUGH Frontispicio
JN ANDREWS 196
SEÑORA. EG WHITE —204
JAMES WHITE 244
JOSÉ BATES —252
LA PRIMERA PRENSA 285
PRENSA Y TRABAJADORES 286
URIAH SMITH 320
JH WAGONER —333

11. 11
CAPÍTULO 1 – INTRODUCCIÓN
Cuando hablamos de la segunda venida de Cristo, estamos tocando un tema que en
realidad ha sido la esperanza del pueblo de Dios desde la expulsión de nuestros
primeros padres del jardín del Edén. En las palabras a la serpiente, que la simiente
de la mujer debía lastimar su cabeza, era una garantía de que finalmente vendría
un restaurador, que derrotaría las usurpaciones de Satanás y cumpliría el propósito
de Dios en la tierra. La suposición es que Adán y Eva pensaron que este trabajo se
realizaría muy pronto, y que un descendiente inmediato de ellos sería el vencedor.
Sin embargo, en el plan de Dios, la promesa del Salvador desde la ruina aparente
abarcó todo lo que se ha desarrollado desde entonces en la realización de su "propio
propósito y gracia que nos fue dada en Cristo Jesús antes de que el mundo
comenzara".
Si Adán y Eva hubieran recibido de inmediato una visión de la miseria y la aflicción
que llenarían el mundo durante las largas eras que intervinieron entre su ruina y
su restauración, su dolor habría sido insoportable. El Dios del cielo, en su tierna
misericordia y compasión, les ocultó este punto de vista, dejándoles que atesoren la
cariñosa esperanza de pronto ser entregados a la gloriosa libertad de los hijos de
Dios. Entretener la idea de que la redención estaba cerca los incitaría naturalmente
a una mayor seriedad en preparación para enfrentar el evento.
De la misma manera ha sido con el pueblo de Dios en todas las generaciones desde
los días de Adán. Estaban seguros de que ocurriría un evento grande e importante
en algún momento en el futuro: que Cristo finalmente vendría y establecería su
reino. Ellos también, como Adán y Eva, creían que el evento estaba cerca y, como
ellos, eran inconscientes de lo que sucedería entre su propio tiempo y el evento; de
lo contrario, podrían haberse desanimado al presionar hacia la marca del premio.
Este pensamiento puede ilustrarse mediante el uso de eventos que han ocurrido en
el camino de grandes descubrimientos. Los hombres que los originaron, aunque no
lo sabían, en realidad estaban cumpliendo el propósito de Dios; sin embargo,
estaban animados con ideas que no demostraron estar en todos los aspectos en
armonía con sus propias teorías que los llevaron a la acción.

12. 12
Efectos de largo alcance de los descubrimientos de Colón
Montgomery, en su "Historia americana", edición de 1902, páginas 8, 9, hablando
de la teoría que impulsó a Colón a comenzar su viaje, y la realización de su plan de
llegar a las Indias Orientales navegando hacia el oeste, dice: -
“Colón pensó que podría mejorar el proyecto del Rey de Portugal. Estaba seguro de
que había una forma más corta y mejor de llegar a las Indias que la pista que Díaz
había marcado. El plan del marinero genovés [Colón] era tan atrevido como original.
En lugar de navegar hacia el este, o hacia el sur y el este, propuso navegar
directamente hacia el oeste. Tenía, como creía, tres razones buenas y sólidas para
tal empresa: Primero, en común con las mejores geografías de su época, Colón
estaba convencido de que la tierra no era plana, como suponía la mayoría de los
hombres, sino un globo terráqueo. En segundo lugar, supuso que este globo sería
mucho más pequeño de lo que es, y que la mayor parte sería tierra en lugar de agua.
En tercer lugar, como no sabía nada, y no supuso nada, de la existencia del
continente de América o del Océano Pacífico, Se imaginó que la costa de Asia o las
Indias estaba directamente enfrente de España y la costa occidental de Europa.
Estimó que toda la distancia hasta Cipango, o Japón, probablemente no excedería
aproximadamente cuatro mil millas.
“Su plan era este: comenzaría desde Europa; dirija su barco hacia el oeste hacia
Japón, y siga la curva del globo hasta que lo lleve a lo que buscaba. En su opinión,
parecía tan seguro y simple como una mosca caminar alrededor de una manzana.
“Si tiene éxito en la expedición, tendría esta inmensa ventaja: entraría a las Indias
directamente por la puerta principal, en lugar de alcanzarlas en una rotonda, y por
una especie de entrada lateral, como deben hacer los portugueses.
“Vemos que este hombre, que entendió las matemáticas prácticas, la geografía y la
navegación, así como cualquiera de sus días, tenía razón en el primer punto, la
forma de la tierra, pero completamente equivocado en los otros dos.

13. 13
Un error afortunado
“Sin embargo, de manera singular, sus errores fueron de alguna manera una ayuda
para él. El error que cometió con respecto a la distancia fue muy afortunado. Si
Colón hubiera calculado correctamente el tamaño del globo y la longitud real de tal
viaje, probablemente no habría navegado, ya que habría visto de inmediato que la
ruta portuguesa propuesta era mucho más corta y más barata. Una vez más,
¿podría haber imaginado o previsto de alguna manera que el continente americano
se cruzara en su camino, que, en sí mismo, podría no haberlo inducido a comenzar
un viaje de descubrimiento, ya que su objetivo no era encontrar un nuevo país, pero
un nuevo camino hacia uno viejo ".
La gran esperanza de las edades
De modo que el pueblo de Dios, descendiendo a través de los siglos, ha tenido la
esperanza de que Cristo venga ante ellos "como un ancla del alma, segura y firme”
Aunque a menudo están en medio de las penas y aflicciones, gritan: "¡Cómo!
¿Cuánto tiempo, Señor, antes de que venga la liberación?”. Sin embargo, ¿han
seguido adelante, y como Pablo ha dicho y todavía dicen: “¿Cuál es nuestra
esperanza, alegría o corona de regocijo? ¿Ni siquiera estáis en presencia de nuestro
Señor Jesucristo en su venida?”
Pablo sostenido por la esperanza
Algunas ilustraciones del poder sustentador de esta esperanza, en este sentido,
deben ser suficientes. Cuando Pablo fue procesado ante Félix, y se le permitió hablar
por sí mismo, dijo: “Después del camino que ellos llaman herejía, adora al Dios de
mis padres, creyendo todas las cosas que están escritas en la ley y en los profetas;
y ten esperanza en Dios, que ellos también permiten, que habrá una resurrección
de los muertos, tanto de los justos como de los injustos.”
En su hábil súplica cuando fue llevado ante Agripa, Pablo dijo: “Ahora estoy de pie
y soy juzgado por la esperanza de la promesa hecha por Dios a nuestros padres; a
lo cual prometemos que nuestras doce tribus, que sirven instantáneamente a Dios
día y noche, esperan venir. Por el bien de la esperanza, rey Agripa, estoy acusado
de los judíos. ¿Por qué debería pensarse algo increíble con usted, que Dios resucite
a los muertos?” Cuando finalmente estuvo en Roma para comparecer ante César,
dijo a los judíos: “Por la esperanza de Israel, estoy atado a esta cadena.”

14. 14
Pablo habló libremente de esa esperanza en su carta a Tito: “Porque la gracia de
Dios que trae la salvación se ha aparecido a todos los hombres, enseñándonos que,
negando la impiedad y las lujurias mundanas, debemos vivir con sobriedad, rectitud
y santidad en este presente. mundo, buscando esa bendita esperanza y la gloriosa
aparición del gran Dios y nuestro Salvador Jesucristo ".
Pedro regocijándose en la esperanza
Pedro habla de la misma esperanza de la siguiente manera: “Bendito sea el Dios y
Padre de nuestro Señor Jesucristo, que según su abundante misericordia nos ha
engendrado nuevamente a una esperanza viva por la resurrección de Jesucristo de
la muerte, a una herencia incorruptible., y sin mancha, y eso no se desvanece,
reservado en el cielo para ustedes, quienes son guardados por el poder de Dios a
través de la fe para salvación listos para ser revelados en la última vez. En donde se
regocijan mucho, aunque ahora por una temporada, si es necesario, están pesados
a través de múltiples tentaciones: que la prueba de su fe, siendo mucho más
preciosa que el oro que perece, aunque sea probada con fuego, puede ser encontrada
para alabanza, honor y gloria en la aparición de Jesucristo.”
El propósito de Dios en la creación
Las Escrituras revelan el propósito de Dios al crear el mundo; y de la palabra de
profecía también aprendemos su plan con respecto al futuro: “Así dice el Señor que
creó los cielos, Dios mismo que formó la tierra y la hizo; lo ha establecido, no lo creó
en vano, lo formó para ser habitado”. Cuando lo formó, se lo dio al hombre. El
salmista dice: “El cielo, los cielos, son del Señor; pero la tierra la ha dado a los hijos
de los hombres ". Pero cuando se la dio al hombre, el hombre era recto, como lo
expresó el sabio:" Esto solo he descubierto que Dios ha hecho al hombre recto; pero
han buscado muchos inventos ".
Leemos sobre el trato del Señor con la raza, que "cuando separó a los hijos de Adán,
estableció los límites del pueblo según el número de los hijos de Israel" , es decir,
según el número del verdadero Israel que finalmente se reunirá en la tierra como
súbditos de su futuro reino. Pablo lo expresa en estas palabras: "Dios ... hizo de una
sangre todas las naciones de hombres para habitar en toda la faz de la tierra, y
determinó los tiempos antes señalados, y los límites de su habitación; para que

15. 15
busquen al Señor, si pueden sentirlo después de él, y lo encuentren, aunque él no
esté lejos de cada uno de nosotros; porque en él vivimos, nos movemos y tenemos
nuestro ser ” Cuando se lleva a cabo este propósito original con respecto a la tierra,
"tu pueblo también será todo justo". De nuevo se dice de ellos en ese estado: "El
habitante no dirá: Estoy enfermo: la gente que habita en ella será perdonaron su
iniquidad ". Ese será el tiempo cuando" los mansos heredarán la tierra; y se
deleitarán en la abundancia de paz ".
La segunda venida de Cristo no es una fábula
En la segunda epístola de Pedro se afirma que “no hemos seguido fábulas
ingeniosamente inventadas, cuando les dimos a conocer el poder y la venida de
nuestro Señor Jesucristo, sino que fuimos testigos oculares de su majestad. Porque
recibió de Dios Padre honor y gloria, cuando le llegó tal voz de la excelente gloria:
Este es mi Hijo amado, en quien tengo complacencia. Y esta voz que vino del cielo
la escuchamos cuando estábamos con él en el monte santo. También tenemos una
palabra de profecía más segura, por lo que harás bien en prestar atención, como a
una luz que brilla en un lugar oscuro, hasta el amanecer, y la estrella del día surgirá
en tus corazones.”
En esta escritura, el apóstol se refiere a la transfiguración en el monte como una
prueba de la segunda venida de Cristo. Antes de esta escena, nuestro Salvador les
había dicho a sus apóstoles: "Hay algunos parados aquí, que no saborearán la
muerte, hasta que vean al Hijo del Hombre que viene a su reino”, según lo registrado
por Lucas, "Hay algunos parados aquí, que no saboreará la muerte, hasta que vean
el reino de Dios.”
Esta promesa se cumplió literalmente en la transfiguración misma. En esta "visión"
en el monte vieron a Jesús glorificado, como aparecerá cuando venga en su reino.
Vieron a Elías (Elijah), quien fue llevado al cielo sin probar la muerte, representando
a aquellos que serán traducidos, cambiados de mortales a inmortales, "en un
momento, en un abrir y cerrar de ojos", cuando el Señor venga. También estaba
Moisés, uno que había muerto, que representa a los que serán resucitados de los
muertos para encontrarse con el Señor. Así que en esta "visión" tenían una visión
de Cristo viniendo en su reino, como él les había prometido.

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Profecía, una palabra más segura
Aunque los apóstoles habían visto esta gloriosa vista en el monte de la
transfiguración y habían escuchado la voz de la aprobación de Dios, el apóstol Pedro
afirma: "Tenemos una palabra de profecía más segura". Con esta declaración no
está descontando lo que vieron y escuchado en esa memorable ocasión. Luego
escucharon la voz de Dios una vez, pero en las grandes líneas de profecía, que se
extienden hasta la segunda venida de Cristo, tenemos la voz de Dios repetida a
menudo. De hecho, cada predicción profética definida cumplida o registrada en la
historia es la voz de Dios para nosotros. Debe ser en este sentido que la palabra de
profecía es "más segura". La versión revisada la traduce como "asegurada". La
profecía se asegura por cada especificación cumplida. Todos y cada uno de los
eventos predichos, cuando se cumplen, es una garantía de que los eventos restantes
previstos seguramente se cumplirán.
La naturaleza de la profecía
Los siguientes testimonios de eminentes estudiantes de la Biblia sobre la naturaleza
de la profecía son: -
Thomas Newton afirma que “la profecía es historia anticipada y contraída; La
historia es profecía cumplida y dilatada. Los oráculos mentirosos han estado en el
mundo; pero todo el ingenio y la malicia de los hombres y los demonios no pueden
producir ninguna de las profecías que se registran en las Escrituras ”.
Sir Isaac Newton testifica que "prestar oído a los profetas es un carácter
fundamental de la verdadera iglesia".
El Dr. A. Keith dice que "la profecía es equivalente a cualquier milagro, y es en sí
misma milagrosa ... Solo la voz de la Omnipotencia podría llamar a los muertos
desde la tumba," la voz de la Omnisciencia sola podría decir todo lo que yacía
escondido Futuro oscuro, que para el hombre es tan impenetrable como las
mansiones de los muertos, y ambos son la voz de Dios.
Matthew Henry dijo que “en el tiempo de Dios, que es el mejor momento, y en el
camino de Dios, que es la mejor manera, la profecía ciertamente se cumplirá. Cada
palabra de Cristo es muy pura y, por lo tanto, muy segura. ”

17. 17
El objeto de profecía
Podemos aprender de las palabras de Cristo a sus apóstoles un objeto del Señor al
dar profecía. Hablando proféticamente de las cosas que sucederían en la carrera de
Judas, dijo: "Te digo antes de que suceda, que cuando , puedes creer que soy él".
El Señor también dice por el profeta Isaías: "Yo soy Dios, y no hay nadie como yo,
declarando el fin desde el principio, y desde la antigüedad lo que aún no se ha
hecho, diciendo: Mi consejo permanecerá, y lo haré. haz todo mi placer. ”
De nuevo: “He declarado las cosas anteriores desde el principio, y salieron de mi
boca, y se las mostré; Los hice de repente, y sucedieron ... Incluso desde el principio
te lo he declarado; antes de que sucediera te lo mostré; para que no digas: Mi ídolo
los ha hecho, y mi imagen tallada y mi imagen fundida, les ha mandado. Has oído,
ver todo esto; ¿Y no lo declararéis? Te he mostrado cosas nuevas de esta época,
incluso cosas ocultas, y no las sabías. Se crean ahora, y no desde el principio;
incluso antes del día en que no los escuches, para que no digas: He aquí, los conocí.”
Desde este lenguaje se ve la fuerza de los cumplimientos proféticos como prueba del
origen divino de la profecía, así como también es una demostración del poder del
Señor sobre todos los dioses de los paganos. De estas palabras también se observa
que la profecía ocupa un lugar muy importante en las Escrituras de la verdad.
Siendo estos hechos ciertos, es sorprendentemente extraño que tanta gente preste
poca o ninguna atención al estudio de las porciones proféticas de las Sagradas
Escrituras.
Profecía no sellada
Los desinformados dicen que no tienen conocimiento, y por lo tanto no pueden
entender las profecías. Por otro lado, muchos de los educados, y algunos de ellos
entre el ministerio, dicen: “Las profecías están selladas y no se pueden entender.
Todos sabemos que el libro de Apocalipsis es un libro sellado ”.
En el Apocalipsis, el amado John recibió una orden especial de no sellar el libro.
También en este libro se pronuncia una bendición sobre aquellos que "escuchan las
palabras de esta profecía y guardan las cosas que están escritas en ella" ¿Cómo
podrían guardarse las cosas contenidas en un libro sellado si no lo fueran, y no
podrían ¿ser entendido? El Señor dijo por Moisés: “Las cosas secretas pertenecen al
Señor nuestro Dios; pero las cosas que se revelan nos pertenecen a nosotros y a

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nuestros hijos para siempre, para que podamos hacer todas las palabras de esta
ley.”
Que el Señor diseñó las profecías de Daniel para que se entiendan es evidente por
sus palabras a sus discípulos respetándolas. Leemos: "Cuando veáis, por tanto, la
abominación desoladora, de la cual habló el profeta Daniel, pararse en el lugar santo
(el que lee, que entienda)”, que prácticamente dice: Comprende al profeta Daniel.
El Señor expone la falacia de la afirmación de que la profecía no puede ser
entendida, en estas palabras: "La visión de todo se ha convertido en ti como las
palabras de un libro que está sellado, que los hombres entregan a uno que está
aprendido, diciendo: Lea esto, Te ruego: y él dice: No puedo, porque está sellado: y
el libro se le entrega al que no ha aprendido, diciendo: Lee esto, te ruego: y él dice
que no he aprendido. Por lo cual el Señor dijo: Por cuanto este pueblo se acerca a
mí con su boca, y con sus labios me honra, pero ha alejado su corazón de mí, y su
temor hacia mí es enseñado por el precepto de los hombres: por lo tanto, he aquí,
Procederé a hacer un trabajo maravilloso entre este pueblo, incluso un trabajo
maravilloso y una maravilla: porque la sabiduría de sus sabios perecerá, y la
comprensión de sus hombres prudentes se ocultará ". Si las personas a las que se
refiere el profeta aquí siguieran la segura palabra de la profecía, no tendrían que
haberse alejado de la ley de Dios y haber sustituido sus preceptos por los
mandamientos de los hombres.
Profecía no de interpretación privada
No es que la profecía tenga un significado profundo, oculto y misterioso que tantos
no logran entender. El apóstol Pedro ha dicho sobre esto: “Sabiendo esto primero,
que ninguna profecía de la Escritura es de interpretación privada. Porque la profecía
no vino en los viejos tiempos por la voluntad del hombre; pero los santos hombres
de Dios hablaron cuando fueron movidos por el Espíritu Santo.” Está claramente
implícito en este lenguaje que lo que es esencial para entender la profecía es la
recepción de ese espíritu que habló a través de los profetas. De ese espíritu,
prometido a todos los que lo buscan, está escrito: "Él los guiará a toda la verdad".
Profecía cumplida
En el estudio de la profecía hay ciertos hechos que deben tenerse en cuenta: Dios,
quien es infalible, es el autor de la profecía, y cuando llegue el momento de cumplir

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una predicción, ocurrirá el evento predicho. Nuevamente, como el Señor, que tiene
el poder de prever exactamente lo que los hombres harán, especifica un momento
en que sucederá algo, cuando llegue ese momento, se cumple un verdadero
cumplimiento de la profecía. En otras palabras, un falso cumplimiento de la profecía
en el tiempo especificado para la verdad, es imposible. En armonía con este axioma,
podemos decir, cuando llega el momento del Señor para que su mensaje de verdad
sea transmitido al mundo, el mensaje hace su aparición cada vez.
En un momento, cuando el escritor pronunció un discurso sobre el cumplimiento
de la profecía, un infiel que estaba presente se adelantó y dijo: “Debo felicitarlos,
intérpretes de la profecía, por ser muy afortunados. En su estudio de la historia,
parece tan fácil encontrar lo que se ajusta exactamente a la profecía "." Sí ", fue
nuestra respuesta," encaja porque fue hecho para encajar. Si usted fuera a una
tienda de guantes para comprar un par de guantes, ¿no esperaría encontrar los que
le quedarían bien a su mano? ". Él respondió:" Por supuesto que sí, porque fueron
hechos para que quepan ". dijo el escritor, "que Dios, que sabía exactamente lo que
los hombres harían, hizo las predicciones acerca de ellos, y cuando esos hombres
llegan a la etapa de acción, y hacen las mismas cosas que él predijo, el verdadero
historiador hace un registro de sus acciones, que, en comparación con la predicción,
encajan exactamente ".
Profecía una luz en la oscuridad
El apóstol Pedro dice que debemos prestar atención a la profecía como a una luz
que brilla en un lugar oscuro. Sin la lámpara de la profecía, el futuro sería una
oscuridad total. El propósito de la luz es disipar la oscuridad: cuando se viaja en un
lugar oscuro, para mostrar el camino y para mostrar el camino con claridad, para
que el viajero pueda, paso a paso, ver y elegir el camino. "Tu palabra", dice el
salmista, "es una lámpara para mis pies y una luz para mi camino" El sabio dice:
"El camino del justo es como la luz brillante, que brilla más y más hacia el día
perfecto ". Por lo tanto, se ve, a medida que pasamos la corriente del tiempo, que la
palabra de Dios, especialmente en sus cumplimientos proféticos, se abrirá más y
más, haciendo más claro y aún más claro para el estudiante de la Biblia que
seguramente está en el camino llevando a la luz eterna y al día eterno.
Tres eventos destacados desde el Edén hasta el final

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Al considerar el camino del pueblo del Señor desde el Edén hasta el final, a la luz
de las Escrituras, hay tres eventos que se destacan especialmente. El primero es el
primer advenimiento de Cristo, la encarnación, la venida de Emmanuel, Dios
manifestado en la carne; la segunda, la gran Reforma después de la Edad Media,
los 1260 años de opresión, en los que la palabra del Señor se mantuvo casi por
completo de la gente común, la llegada de la iglesia de su estado salvaje, y la
colocación de las Escrituras donde todos puedan leer y conocer su voluntad; la
tercera, la segunda venida de nuestro Señor para traer los tiempos de restitución
de todas las cosas de las que hablaron todos sus santos profetas desde que comenzó
el mundo; esto, para cerrar "el conflicto de las edades", el conflicto entre el pecado
y la justicia, para traer la era de la gloria,
La profecía da marcas al final
Al prestar atención a la segura palabra de profecía en cuanto a una luz que debe
guiar nuestros pasos, descubriéndonos el camino correcto a través de la oscuridad,
no puede ser de otra manera que encontraremos el camino claramente marcado en
la palabra profética. camino abajo de la corriente del tiempo a la segunda venida de
Cristo. Siendo este el caso, aquellos que siguen de cerca la luz de la profecía no solo
reconocerán las señales y señales de que el gran día está cerca, sino que también
reconocerán la obra del Señor a medida que avanza constantemente en mensajes
de verdad que deben preparar un pueblo para encontrarse con él en paz a su llegada.
Mientras que las Escrituras declaran que el día del Señor vendrá sobre las masas
como "un ladrón en la noche" , también dice de aquellos que están en el consejo del
Señor: "Vosotros, hermanos, no están en tinieblas, que eso el día debería alcanzarte
como ladrón. Todos ustedes son hijos de la luz y niños del día. ”
Recuerda las indicaciones del Señor
Al llamar a recordar las direcciones del Señor en el movimiento de adviento, es
bueno notar que alguna vez ha sido el diseño de Dios que su pueblo recuerde las
manifestaciones de su providencia y poder en su nombre. Al dar las razones de la
retirada de Israel de Dios, el salmista dice: "Se olvidaron de Dios su Salvador, que
había hecho grandes cosas en Egipto; obras maravillosas en la tierra de Ham, y
cosas terribles en el Mar Rojo. ” Si fue bueno para Israel llamar a recordar las
direcciones del Señor con ellos, ¿no es bueno también para nosotros? En éxtasis, el

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salmista nuevamente dice: "Bendice, alma mía, al Señor, y no olvides ninguno de
sus beneficios".
En todas las épocas, el Señor ha tenido verdades importantes, calculadas, por su
gracia, para sacar a un pueblo de la esclavitud del pecado y prepararlo para una
entrada al Canaán celestial; y es provechoso considerar los tratos del Señor con
aquellos que han proclamado estas verdades.
Grandes resultados de los medios más pequeños: el testimonio de D'Aubigné
D'Aubigné, en su "Historia de la Reforma", dice: "Dios, que prepara su trabajo a
través de los siglos, lo lleva a cabo con los instrumentos más débiles, cuando ha
llegado su momento. Para lograr grandes resultados por los medios más pequeños,
tal es la ley de Dios. Esta ley, que prevalece en todas partes en la naturaleza,
también se encuentra en la historia. ”
Cuando Dios, en la antigüedad, comenzó a elegir un pueblo especial para
establecerlo como una nación peculiar para él, fue llamando a un hombre, Abraham,
que habitaba entre los paganos, en Ur de los caldeos. De él surgió una numerosa
progenie; pero de ellos, cuando se exaltó a la dignidad de una nación, el Dios del
cielo dijo: “El Señor no puso su amor sobre ti, ni te eligió, porque eras más numeroso
que cualquier otra persona; porque eras la menor de todas las personas. ”
Por otra parte, cuando libraría a su pueblo de su esclavitud en Egipto, eligió como
su líder a quien, en su infancia, estuvo escondido durante tres meses en la casa de
su madre, y luego fue colocado en un arca simple y grosera compuesta de juncos y
embadurnado de brea y comprometido con el mantenimiento del río Nilo. Este
mismo Moisés, sin embargo, fue quien, cuando llegó a años de comprensión, eligió
el humilde camino del sufrimiento con el pueblo de Dios en lugar del disfrute que
se encuentra en los "placeres del pecado por una temporada".
Victoria de Gedeón
Después, cuando el Señor libraría a Israel de los madianitas y los amalecitas, que
llegaron a su tierra "como saltamontes por multitud", y destruyeron el crecimiento
de la tierra, sin dejar "ningún sustento para Israel, ni ovejas, ni bueyes, ni asnos. ",
El Señor envió un ángel a Gedeón. Este hijo de Joás fue reducido al extremo de
trillar un poco de trigo y esconderlo de sus enemigos. Cuando el ángel le notificó
que debía liberar a Israel, Gedeón con asombro preguntó: “¿Con qué salvaré a

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Israel? he aquí, mi familia es pobre en Manasés, y yo soy el menor en la casa de mi
padre ” Este mismo humilde y pobre hombre salió con sus trescientos hombres, con
sus simples lámparas y cántaros (una acción que parecería una tontería para un
juicio finito), y haciendo de Dios su fortaleza, obtuvieron una gran victoria. Antes de
la liberación, Gedeón podría haber pronunciado un lamento como el del profeta
Amós cuando preguntó: “¿Por quién se levantará Jacob? porque él es pequeño. ”
El bebé en el gerente
En el tiempo señalado por el Señor, nació el Salvador de la humanidad, y los
pastores lo encontraron acostado en un pesebre. Sus parientes terrenales siguieron
las humildes aunque honorables actividades de la vida. Con respecto a su pobreza
terrenal, el Salvador dijo: “Los zorros tienen agujeros, y las aves del aire tienen
nidos; pero el Hijo del hombre no tiene dónde recostar la cabeza ” Escogió a sus
apóstoles“ de entre ese rango inferior que, aunque no es el más malo, no alcanza el
nivel de las clases medias. Todo estaba destinado a manifestar al mundo que la obra
no era del hombre, sino de Dios ".
No muchos sabios llamados
Pablo dijo de la obra en los días de la iglesia primitiva: “La insensatez de Dios es
más sabia que los hombres; y la debilidad de Dios es más fuerte que la de los
hombres. Porque ustedes ven su llamado, hermanos, de cómo no se llaman muchos
sabios según la carne, no muchos valientes, no muchos nobles; pero Dios ha elegido
las cosas necias del mundo para confundir a los sabios; y Dios escogió las cosas
débiles del mundo para confundir las cosas poderosas; y basó las cosas del mundo,
y las cosas que son despreciadas, Dios ha escogido, sí, y las cosas que no son, para
anular las cosas que son; que ninguna carne se gloríe en su presencia.”
Hombres humildes en la reforma
Encontramos el mismo principio ejemplificado en la vida de los grandes
reformadores del siglo XVI. El historiador dice: “El reformador Zwingle emergió de
la cabaña de un pastor alpino; Melanchthon, el teólogo de la Reforma, de la tienda
de un armero; y Luther de la cabaña de un pobre minero ". De sí mismo, Luther
dijo:" Mis padres eran muy pobres. Mi padre era un pobre leñador (después se
convirtió en minero), y mi madre a menudo llevaba leña sobre su espalda, para que

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ella pudiera obtener los medios para criar a sus hijos. Soportaron el trabajo más
severo por nuestro bien. ”
El apóstol Santiago, hablando de la llamada del pueblo al servicio del Señor, dice:
"Oigan, mis amados hermanos, Dios no ha elegido a los pobres de este mundo, ricos
en fe y herederos del reino que les ha prometido. que lo aman? ”
Primeros metodistas
Al mirar hacia abajo a la línea de reformadores que avanza hacia los primeros días
del Metodismo, cuando se proclamó asiduamente la doctrina de la gracia libre, la
encontramos acompañada por el poder de Dios. Como se estableció fielmente ante
la gente, con el tierno amor de Cristo, y fue captado por la fe viva, los creyentes no
solo encontraron la remisión de los pecados pasados, sino un poder santificador que
les permitió llevar una vida de santidad. El metodismo tuvo un comienzo humilde y
fue bendecido de acuerdo con la fe y la simple confianza del ministerio y los laicos.
Al rastrear los incidentes y las experiencias relacionadas con el movimiento
adventista, encontramos que, como en toda obra del Señor en la realización de la
cual el hombre es un agente, su origen fue entre los pobres y oscuros; pero que
nadie decida en contra de esto antes de examinar cuidadosamente la evidencia en
la que se basa esta gran obra, para que no se encuentren en la posición de aquellos
a quienes el Señor preguntó: "¿Quién ha despreciado el día de las cosas pequeñas?"
La réplica de Eck a Lutero
Para el beneficio de aquellos que pueden estar inclinados a decidir si un punto
doctrinal es correcto o incorrecto por los pocos o muchos que lo aceptan, citamos,
en parte, la controversia entre Luther y Eck. Cuando Lutero tomó su posición sobre
las Escrituras, y presumió disputar el derecho de los hombres a poner sus opiniones
por encima de la palabra de Dios, Eck replicó con estas palabras irónicas: "Estoy
sorprendido por la humildad y la modestia con la que el reverendo Doctor se
compromete a ¡Se opone, solo, a tantos padres ilustres, y pretende saber más que
los soberanos pontífices, los consejos, los médicos y las universidades! ... Sería
sorprendente, sin duda, si Dios hubiera ocultado la verdad a tantos santos y
mártires hasta la llegada del reverendo Padre ".

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Esta réplica bien podría encontrarse con la de Zwingle a John Faber, en Zurich,
cuando este expresó su "asombro por el paso al que habían llegado las cosas,
cuando los antiguos usos que habían durado doce siglos fueron abandonados, y fue
claramente llegó a la conclusión de que la cristiandad había estado en error mil
cuatrocientos años ". Zwingle respondió rápidamente que" el error no era menos
error porque la creencia de que había durado mil cuatrocientos años, y que en la
adoración a Dios la antigüedad del uso no era nada a menos que fuera motivo o
justificante para se puede encontrar en las Sagradas Escrituras. ”
La palabra del Señor contra la sabiduría humana
El peligro de inclinarse a las opiniones de los hombres, en lugar de resolver la
pregunta, "¿Qué es la verdad?" Por la palabra del Señor, es claramente definido por
el profeta Oseas cuando dice: "Ustedes han arado la maldad, han cosechado la
iniquidad ; habéis comido el fruto de las mentiras; porque confiaste en tu camino,
en la multitud de tus valientes hombres. ” La tendencia del corazón humano
siempre ha sido confiar en el hombre; pero a medida que nos acercamos al tiempo
en que el Señor debe "levantarse y sacudir terriblemente la tierra", exhorta el profeta
Isaías, "cesad del hombre, cuyo aliento está en sus narices; ¿de debe ser contado?”
Al ser así advertidos en las Escrituras con respecto a nuestro peligro en esta
dirección, que nadie apruebe apresuradamente el movimiento adventista, como si
no fuera digno de consideración debido a su humilde comienzo, o porque aquellos
llamados grandes a los ojos del mundo no han abrazado la causa . Más bien deje
que todos pesen cuidadosamente sus afirmaciones. La verdad es de un valor
inestimable, comparado con el cual las meras opiniones de los hombres no son más
que una paja inútil.

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CAPÍTULO 2 - EL PLAN DE SALVACIÓN DESPLEGADO
"La ESPERANZA diferida enferma el corazón: pero cuando llega el deseo, es un árbol
de la vida” “Porque así dice el Señor de los ejércitos: Sin embargo, una vez, es un
momento, y sacudiré los cielos, y la tierra y el mar y la tierra seca; y sacudiré a
todas las naciones, y vendrá el Deseo de todas las naciones: y llenaré esta casa de
gloria, dice el Señor de los ejércitos.”
Desde el momento en que Adán fue expulsado del jardín del Edén y del árbol de la
vida, las palabras dirigidas a Satanás respetando la simiente de la mujer: "Te herirá
la cabeza", han dado la esperanza de la derrota final del diablo, el derrocamiento de
sus astutos planes y una restauración del árbol de la vida. El esperado, la Semilla
prometida, se convirtió así en el "Deseo de todas las naciones".
En la cita anterior de Hageo, parece que la venida de este Deseado está relacionada
con el tiempo en que el Señor sacudirá los cielos y la tierra. Pablo, al escribir a los
hebreos, colocó ese temblor en el futuro, diciendo: “Sin embargo, una vez más, no
solo sacudo la tierra, sino también el cielo. Y esta palabra, una vez más, significa la
eliminación de aquellas cosas que se agitan, a partir de las cosas que se hacen, que
las cosas que no se pueden sacudir pueden permanecer. Por lo tanto, cuando
recibamos un reino que no puede ser movido, tengamos gracia para poder servir a
Dios aceptablemente con reverencia y temor piadoso ”. Este lenguaje sobre el que
está temblando, que aún está por venir, parece colocarlo en estrecha conexión con
el final. establecimiento del reino de Dios, bajo Cristo, la Semilla prometida, "el
Deseo de todas las naciones".
La restauración que se llevará a cabo a través de Cristo puede ser vista claramente
en estos últimos días por todos los que tienen toda la Biblia abierta ante ellos. No
fue así con los antiguos. La palabra del Señor vino a ellos: “precepto sobre precepto,
precepto sobre precepto: línea sobre línea, línea sobre línea; aquí un poco y allí un
poco ". Entonces, en la revelación del plan de salvación para ellos, fue como el
camino de los justos," como la luz brillante, que brilla más y más hasta el día
perfecto ". Por lo tanto, se convierte en una cuestión de mucho interés rastrear
brevemente el desarrollo gradual de ese plan para su pueblo antiguo
Retraso no revelado al principio
El Señor no aplazó de inmediato su esperanza, enfermando su corazón al revelarles
el hecho de que pasarían cientos de años antes de que alcanzaran la consumación
de sus esperanzas en la Semilla prometida. A partir de los hechos registrados,
inferimos que se les permitió pensar que el primer hijo nacido sería esa Semilla: y
que muy pronto, de alguna manera, el Edén sería restaurado y nuevamente tendrían
acceso al árbol de la vida. Cuando nació Caín, Eva exclamó: "He obtenido un hombre
del Señor". Algunos eruditos hebreos testifican que, literalmente y en su totalidad,
el texto dice: "He conseguido un hombre, el Señor". Es decir, aquí está la semilla
que debe hacer esta obra señorial de derrotar a Satanás. No hay registro de tal
expresión por parte de Eva cuando nació Abel. Ella podría, y naturalmente lo haría,
suponer que el primogénito cumplió la promesa. Cómo sus esperanzas debieron

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haber caído, e incluso murieron, a medida que se desarrollaba el personaje de Caín,
y ella fue testigo de su curso malvado que finalmente llevó al asesinato de su
hermano. Antes de que mataran a Abel, deben haber recibido algo de luz y
conocimiento sobre el futuro sacrificio que se haría en su nombre; porque Abel,
según las instrucciones divinas, trajo su cordero para una ofrenda, mientras que
Caín, a quien le habían enseñado lo mismo que a su hermano, trajo una ofrenda de
los frutos de la tierra, y esto incluso se mezcló con el espíritu de ira y celos. La
ofrenda de Abel era más aceptable que la de Caín, porque fue hecha "por fe", y de
eso Pablo escribe: "Él está muerto pero habla".
¿Es Set la semilla?
Después de la muerte de Abel, Set nació, cuando la esperanza revivió; "Para Dios",
dijo Eva, "me ha designado otra simiente en lugar de Abel, a quien Caín mató".
Después, Set fue contado en la línea de descendencia de Adán. (Véase Génesis 5:
3.) Caín, el primogénito real, no se cuenta en el pedigrí. Probablemente Eva supuso
que Set era ahora la Semilla prometida. Del registro se desprende que después del
nacimiento de Set, los hombres comenzaron a llamarse a sí mismos por el nombre
del Señor. (Ver margen de Génesis 4:26.) Quizás hicieron esto con la suposición de
que Set sería el gobernante final, el Señor, y derrocaría el dominio usurpado de
Satanás.
La esperanza centrada en Noé
En el breve registro de los acontecimientos desde la época de Adán hasta el
nacimiento de Noé, pero poco más que la genealogía de la raza se da. En el
nacimiento de Noé ("el recto", el margen) la esperanza surgió nuevamente, y la gente
dijo: "Esto nos consolará con respecto a nuestro trabajo y al trabajo de nuestras
manos, debido a la tierra que el Señor ha maldecido". La palabra divina guarda
silencio sobre cómo, o la forma, esperaban consuelo; pero se mantenía la esperanza
de que la maldición sobre la tierra fuera mitigada de alguna manera. Un
conocimiento de la maldad que existía en los días de Noé, cuando los hombres
debían llenar el mundo de pecado y violencia de tal manera que la raza sería barrida
de la tierra por un diluvio, y solo Noé y su familia escaparon de la destrucción; y el
hecho de que estuvo durante ciento veinte años para advertir al mundo de la
inminente destrucción, se les negó todo.
Babel construido
Después del diluvio, la gente recibió instrucciones, a través de Noé, de reponer la
tierra; pero cuando comenzaron a multiplicarse, rechazaron el plan del Señor de
gobernarlos. Nimrod estableció el reino de Babel (luego llamado Babilonia, el
primero de los gobiernos terrenales). Un poco más tarde, la gente comenzó a
construir la torre de Babel, para hacerse un nombre y evitar que se dispersaran en
el extranjero, al contrario de lo que el Señor, a través de Noé, les había enseñado.
En lugar de esperar pacientemente a que el Señor cumpliera sus propósitos,
tomaron el asunto en sus propias manos, cuando Dios confundió su lenguaje, y por
lo tanto se dispersaron.

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Abraham será el heredero del mundo
Rastreando el breve registro hasta el décimo en descendencia de Noé, tenemos el
llamado de Abraham, a quien el Señor dijo: “Toda la tierra que ves, a ti te la daré, y
a tu descendencia para siempre. Y haré tu simiente como el polvo de la tierra: de
modo que, si un hombre puede contar el polvo de la tierra, entonces tu simiente
también será contada. Levántate, camina por la tierra a lo largo y a lo ancho; porque
te lo daré” A pesar de esta promesa a Abraham de que debería poseer la tierra, el
Señor le aseguró que moriría. Pablo dice que salió a "un lugar que luego debería
recibir por herencia". Esta cuestión del cumplimiento de la promesa fue
indudablemente aclarada a Abraham en una visión de Dios, porque "buscó una
ciudad que tiene fundamentos, cuyo constructor y hacedor es Dios". En Romanos
4:13 se afirma que la promesa era "que él debería ser el heredero del mundo"; no en
su estado actual, sino que tarde o temprano, después de que él debería vivir de
nuevo.
Desde el punto de vista humano, Abraham no pudo ver cómo la semilla prometida
podría ser su propia descendencia. Por lo tanto, sugirió el llamado de Eliezer, su
mayordomo, la semilla. El Señor dijo: No es así. pero será uno "saldrá de tus propias
entrañas". Ahora el Señor comienza a revelarle que la obra final de su simiente no
es tener un logro inmediato. Él le dijo a Abraham: “Tu simiente será un extraño en
una tierra que no es de ellos, y los servirá; y los afligirán cuatrocientos años ... Y tú
irás a tus padres en paz; serás enterrado en una buena vejez ".
La esposa de Abraham propuso un plan imprudente para acelerar el cumplimiento
de la promesa; pero después de que Isaac nació, un verdadero hijo de Abraham y
Sara, su esposa legítima, el Señor dijo de Ismael y su madre Agar: " y su hijo".
En la prueba de la fe de Abraham en la ofrenda de Isaac sobre el altar, aprendió una
lección sobre el tema de la resurrección de los muertos. Se dice de él: “Contando
que Dios pudo levantarlo [Isaac], incluso de entre los muertos; de donde también lo
recibió en una figura.”
La semilla real
En un momento, Abraham recibió instrucciones de que la Semilla real, a través de
la cual todas las naciones serían bendecidas, a pesar de su posteridad según la
carne, sería en realidad el Cristo de Dios; porque el Señor no le dijo: “Semillas, como
muchas; pero como uno, y a tu simiente, que es Cristo ". El apóstol Pablo dijo de
esto:" La Escritura, que preveía que Dios justificaría a los paganos por la fe, predicó
ante el evangelio a Abraham, diciendo: En ti todos las naciones sean bendecidas.”
La promesa a Abraham fue renovada para Isaac y su descendencia, y también para
Jacob.
Como Jacob tenía doce hijos, la pregunta ahora surgiría naturalmente: ¿A través de
cuál se debe rastrear el linaje de la verdadera Semilla? En el testimonio inspirado
que dio Jacob respecto a sus hijos, se resolvió el caso: “El cetro no se apartará de
Judá, ni el legislador de entre sus pies, hasta que venga Shiloh; y a él se congregará
el pueblo.” En cumplimiento de esto, es bueno notar aquí que, a los israelitas,
aunque sujetos a las diversas naciones, se les permitió tener su Sanedrín. Así, Judá,

28. 28
la tribu de los judíos que se llama así por Judá, tuvo algo de voz en su gobierno
hasta que Shiloh (Cristo) realmente vino.
El tiempo escondido
Los patriarcas estaban en posesión de algún conocimiento sobre la restauración y
la Semilla prometida; pero cuándo o cuánto tiempo antes de que él viniera todavía
estaba oculto para ellos. A medida que la posteridad de Jacob se multiplicó en
Egipto, y el faraón asirio (Isaías 52: 4), que "no conocía a José”, oprimió, sus mentes
volvieron naturalmente a los 400 (en realidad 430) años mencionados a Abraham
como el período cubriendo sus aflicciones y su estadía como extraños, con la
esperanza de que la liberación de estos marcaría el comienzo de la herencia
prometida.
Cuando Moisés nació, sus padres vieron que "él era un niño apropiado". debe haber
dado la luz de que iba a ser, bajo Dios, el libertador de Israel de su cruel esclavitud.
Indudablemente este conocimiento fue impartido a Moisés; porque cuando, a la
edad de cuarenta años, decidió ir por completo con los israelitas oprimidos y sufrir
aflicción con ellos en lugar de ser llamado hijo de la hija y heredero del faraón al
trono egipcio, y cuando comenzó a suplicar al Debido a su pueblo, y en su defensa
mató a un egipcio, se maravilló enormemente de que no reconocieran su trabajo;
“supuso que sus hermanos habrían entendido cómo ese Dios por su mano los
liberaría”.
Cuando llegó el tiempo del Señor para que los israelitas salieran de Egipto,
partieron, y en el tiempo previsto para un día. Éxodo 12:40, 41 . ¿No podrían haber
considerado a Moisés como su gobernante final y la simiente a quien se hizo la
promesa, ya que él era de la tribu de Leví, y no había Jacob en su predicción
inspirada declarado que Judá debería ser su gobernante hasta que venga Shiloh?
"Lo veré, pero no ahora".
Cuando los israelitas se dirigían a Canaán, Balac, el rey de Moab (un descendiente
de Lot), llamó a Balaam para maldecir a Israel. El Señor convirtió su maldición en
una bendición, a través de la cual recibieron luz adicional, calculada para disipar el
pensamiento de que la liberación final de la usurpación de Satanás sería inmediata
a su entrada en Canaán. El relato de las Escrituras dice: Balaam, en una visión de
Dios, dijo: “Lo veré, pero no ahora; Lo contemplaré, pero no cerca: saldrá una
estrella de Jacob, y un cetro se levantará de Israel, y herirá los rincones de Moab, y
destruirá a todos los hijos de Sheth ".
Pablo habla de esta semilla multitudinaria que surgió de Abraham de esta manera:
“Por lo tanto, surgió allí incluso de uno, y de él tan muerto como, tantos como las
estrellas del cielo en multitud, y como la arena que está junto al mar. orilla del mar
innumerable. Todos murieron por fe, no habiendo recibido las promesas, sino
viéndolas de lejos, y fueron persuadidas de ellas, las abrazaron y confesaron que
eran extraños y peregrinos en la tierra”.
El corazón de Israel no debe haberse desmayado ni desanimado por la predicción
de Balaam de que la consumación de su esperanza "no está ahora" ni está "cerca";
porque el Señor, no mucho antes de esta profecía, había prometido su propia vida

29. 29
que glorioso estado finalmente debería venir. A través de Moisés dijo: "Pero tan
verdaderamente como yo viva, toda la tierra estará llena de la gloria del Señor" En
los días del profeta Habacuc, 863 años después, se reiteró la misma verdad, pero se
mencionó como un evento aún futuro: "porque la tierra se llenará del conocimiento
de la gloria del Señor, como las aguas cubren el mar".
El servicio del santuario, un tipo de verdad
Cuando el Señor sacó a Israel de Egipto, proclamó en la audiencia de todo el campo
su ley de preceptos morales, y les dio una copia de la misma en piedra, grabada con
su propio dedo, para que continuamente se les señalara eso. Salvador que
finalmente haría un sacrificio de sí mismo por ellos; y que en virtud de su preciosa
sangre sus pecados pudieran ser limpiados, él erigió un santuario en el desierto.
Este tabernáculo, o santuario, en toda su construcción, Moisés fue amonestado
para hacer exactamente como el patrón que el Señor le mostró en el monte. El
servicio en este santuario era una sombra del verdadero servicio de Cristo en el
santuario celestial. Mientras que el propósito de Dios en las ofrendas y sacrificios
del santuario era mantener ante los hombres una sombra de "cosas buenas por
venir”, el esfuerzo de Satanás fue llevar a la gente a considerar la ofrenda misma,
en lugar de Cristo y su servicio real, de los cuales esto fue solo un ejemplo. Por eso
trató de llevarlos a confiar en sus propias obras para la salvación.
El propósito del Señor era ser el gobernante de su pueblo, los israelitas, para luchar
en sus batallas y dominar a las naciones. Tenía su método de gobierno, como se
muestra en el siguiente texto: “Cuando destruyó siete naciones en la tierra de
Canaán, les dividió la tierra por sorteo. Y después de eso les dio jueces sobre el
espacio de cuatrocientos cincuenta años, hasta el profeta Samuel. ”
Israel llama a un rey
Evidentemente, a los israelitas no les gustaba la manera en que el Señor los
gobernaba. Era, sin embargo, su propósito y su voluntad que debían ser un pueblo
peculiar, distinto de todos los demás a su alrededor. Si hubieran seguido
estrictamente sus instrucciones, las naciones incluso dirían de ellos: “Seguramente
esta gran nación es un pueblo sabio y comprensivo. Porque, ¿para qué nación es
tan grande, ¿quién tiene a Dios tan cerca de ellos, como el Señor nuestro Dios está
en todas las cosas por las que le llamamos?”
En su insatisfacción, le pidieron a Samuel que nombrara un rey sobre ellos, y el
Señor le dijo a Samuel: "Me han rechazado, para que no reine sobre ellos". De nuevo
le dijeron a Samuel, y un poco más imperativo: "Ahora háganos un rey para
juzgarnos como todas las naciones". Cuidadosamente, Samuel puso delante de ellos
la opresión que les sobrevendría en caso de que tuvieran un rey, pero "sin embargo,
el pueblo se negó a obedecer la voz de Samuel; y ellos dijeron: No; pero tendremos
un rey sobre nosotros; para que también seamos como todas las naciones; y que
nuestro rey nos juzgue, salga delante de nosotros y pelee nuestras batallas. ”
Entonces tuvieron reyes para gobernarlos durante unos quinientos años, primero,
como un reino bajo Saúl, David y Salomón; entonces dividido en dos reinos, Israel
y Judá. Muy pocos de sus reyes eran buenos y justos, pero la mayoría de ellos eran
malvados, lo que llevó a la gente a la idolatría y las iniquidades groseras. De modo

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que la gente no solo era como las naciones a su alrededor en cuanto a tener un rey,
sino también en maldad, en abandonar al Dios de sus padres y en adorar a los
ídolos y las huestes del cielo.
El Señor dijo de este gobierno real, por boca del profeta Oseas, “Israel, te has
destruido a ti mismo; Pero en mí está tu ayuda. Yo seré tu rey ¿Dónde hay otro que
pueda salvarte en todas tus ciudades? ¿Y tus jueces de los cuales dijiste: ¿Dame rey
y príncipes? Te di un rey en mi ira, y lo en mi ira.”
El reino volcado
Este gobierno real continuó hasta que los caldeos quemaron Jerusalén, tomaron los
vasos del templo y llevaron a Judá cautivo a Babilonia, donde permanecieron
durante setenta años, como se predijo en contra de ellos. Al cesar esta regla
monárquica, el Señor le dijo por el profeta Ezequiel a Sedequías, su último rey,
"Profano y malvado príncipe de Israel, cuyo día ha llegado, cuando la iniquidad
tendrá un final, así el Señor Dios: Quita el diadema, y quítate la corona: esto no
será lo mismo: exalta al que es bajo [el gobernante de Babilonia], y humilla al que
es alto [este gobernante de la tribu de Judá altamente exaltado]. Lo volcaré, volcaré,
volcaré: y no será más, hasta que venga de quién es el derecho; y se lo daré ".
Este legítimo gobernante, la verdadera Semilla, es Cristo. De él, el profeta Miqueas
escribió: "Tú, oh torre del rebaño, la fortaleza de la hija de Sión, a ti vendrá, aun el
primer dominio [dominio sobre la tierra, restaurado en Cristo]: el reino vendrá a la
hija de Jerusalén ".
Cuando Israel perdió el cetro, pasó a manos del rey de Babilonia. Como estaban
sucesivamente bajo el dominio de Medo-Persia, Grecia y Roma, el reino fue tres
veces derrocado. En el reinado de César Augusto, el emperador de Roma, Cristo, el
legítimo heredero al trono de David, la verdadera Semilla de la mujer, de Abraham
y de David, nació y de la manera prevista.
Para que la gente supiera que el Gobernante legítimo, la Semilla verdadera, era más
que un hombre mortal común con un reino de corta duración, el Señor movió al
salmista para que escribiera: “Lo haré mi primogénito, más alto que los reyes de la
tierra Mi misericordia lo guardaré para siempre, y mi pacto se mantendrá firme con
él. También haré que su simiente perdure para siempre, y su trono como los días
del cielo. "" Su simiente perdurará para siempre, y su trono como el sol delante de
mí. establecido para siempre como la luna, y como testigo fiel en el cielo.”
En la profecía de Isaías leemos más sobre este Gobernante de la siguiente manera:
“En nosotros nace un niño, a nosotros se nos da un hijo: y el gobierno estará sobre
su hombro; y su nombre se llamará Maravilloso, Consejero, Dios poderoso, Padre
eterno, Príncipe de paz. Del aumento de su gobierno y paz no habrá fin, sobre el
trono de David y sobre su reino, para ordenarlo y establecerlo con juicio y con forma
de justicia de ahora en adelante para siempre. El celo del Señor de los ejércitos hará
esto.”

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Traducción de Enoc y Elijah
Se registran instancias de personas en la antigüedad que fueron trasladadas al cielo
sin probar la muerte. De Enoc, el séptimo de Adán, se dice, él "caminó con Dios: y
él no estaba; porque Dios lo tomó ". " Por fe, Enoc fue traducido para que no viera
la muerte; y no fue encontrado, porque Dios lo había traducido: porque antes de su
traducción tenía este testimonio, que agradó a Dios ".
Una vez más, mientras Elijah y Eliseo caminaban juntos, “sucedió que, mientras
continuaban y hablaban, que, he aquí, apareció un carro de fuego y caballos de
fuego, y los separó a los dos; y Elijah subió por un torbellino al cielo. Y Eliseo lo vio,
y gritó: Mi padre, mi padre, el carro de Israel y sus jinetes. Y ya no lo vio más. ”
Enoc profetizó la venida de Cristo como el juez de toda la tierra, en estas palabras:
“He aquí, el Señor viene con diez mil de sus santos, para juzgar a todos y convencer
a todos los que son impíos entre ellos de todas sus obras impías. que han cometido
impíamente, y de todos sus discursos duros que pecadores impíos han hablado en
contra de él”.
Job enseñó la venida del Señor
Job, que se supone que vivió en la época de Moisés, tenía algún conocimiento sobre
la venida de Cristo y la resurrección; porque él dijo: “¡Oh, si mis palabras estuvieran
escritas ahora! ¡Oh, si estuvieran impresos en un libro! ¡que fueron grabados con
una pluma de hierro y plomo en la roca para siempre! Porque sé que mi Redentor
vive, y que estará en el último día sobre la tierra; y aunque después de que mi piel
los gusanos destruyan este cuerpo, en mi carne veré a Dios, a quien veré por mí
mismo, y mis ojos verán, y no otro.”
El trono de David, el trono del Señor
El trono de David fue llamado el trono del Señor. "Salomón se sentó en el trono del
Señor como rey en lugar de su padre David". El Señor había "jurado con él [David],
que, del fruto de sus lomos, según la carne, él levantaría Cristo se sentará en su
trono: al ver esto antes de hablar de la resurrección de Cristo, que su alma no fue
dejada en el infierno, ni su carne vio corrupción.” Y se dice más sobre el futuro
reinado de Cristo, Él se sentará sobre El trono de David. (Ver Isaías 9: 7.)
Nuevamente, “Los reyes de la tierra se establecieron, y los gobernantes se unieron,
contra el Señor y contra su Ungido ... Sin embargo, he puesto a mi rey sobre mi
santo monte de Sión. Declararé el decreto: el Señor me ha dicho: Tú eres mi Hijo;
hoy te he engendrado.” Otra vez, “El Señor le dijo a mi Señor: Siéntate a mi diestra,
hasta que ponga a tus enemigos como estrado de tus pies”.
Los judíos perplejos
Estos textos dejaron perplejos a los judíos. Aquí había un problema que no podían
resolver: si David lo llamaba Señor, ¿cómo era entonces su hijo? ¿Cómo podría ser
un niño nacido de la simiente de David y, sin embargo, ser Emanuel, Dios con
nosotros? Sin embargo, Isaías, su propio profeta, declaró: "Una virgen concebirá, y
dará a luz un hijo, y llamará su nombre Emanuel".

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Cristo conocía bien la pregunta que silenciaría a los fariseos y, por lo tanto, les
preguntó: “¿Qué os parece de Cristo? ¿De quién es hijo? Ellos le dicen: Hijo de David.
Él les dijo: ¿Cómo, pues, David en espíritu lo llama Señor, diciendo: El Señor dijo a
mi Señor: Siéntate a mi derecha, ¿hasta que ponga a tus enemigos como estrado de
tus pies? Si David lo llama Señor, ¿cómo es él su hijo?”
Este tema es nuevamente aludido en el Salmo 45: 6, 7: “Tu trono, oh Dios, es para
siempre jamás: el cetro de tu reino es un cetro correcto. Amas la justicia y aborreces
la maldad: por lo tanto, Dios, tu Dios, te ha ungido con el aceite de la alegría sobre
tus semejantes”. Con estas Escrituras ante la mente, el pueblo judío debe haber
exaltado las concepciones del carácter del futuro Gobernante. y restaurador. No
podría haber sido de otra manera.
La semilla del origen divino
Se dieron instrucciones minuciosas sobre Cristo y su nacimiento, porque el Señor
por el profeta Miqueas designó su origen divino, e incluso la pequeña aldea donde
iba a nacer: "Pero tú, Belén Efrata, aunque seas pequeño entre los miles de Judá
Sin embargo, de ti saldrá a mí, que ha de ser gobernante en Israel. cuyas salidas
han sido desde la antigüedad, desde la eternidad "(margen, heb., desde" los días de
la eternidad ").
Manifiesto de la presencia de Dios en la Shekinah y la nube
Más adelante en la historia de los israelitas, cuando Salomón terminó la
construcción del templo, que según él debe ser extremadamente "magnífica", la
shekinah de la gloria de Dios tomó su posición entre los querubines sobre el
propiciatorio. El registro dice que en la dedicación del templo, cuando los sacerdotes
salieron del lugar santo, "la nube llenó la casa del Señor, de modo que los sacerdotes
no pudieron soportar ministrar a causa de la nube: para la gloria de los El Señor
había llenado la casa del Señor. ” La presencia del Señor en este templo se manifestó
a los ojos de la gente en la nube de gloria. El Señor respondió a la oración de
Salomón en esta ocasión y le dijo: "He escuchado tu oración y he elegido este lugar
para mí como casa de sacrificio".
La gente pecó, entró en idolatría, y en consecuencia su ciudad y santuario
estuvieron en ruinas durante setenta años. Después del cautiverio, el templo fue
reconstruido bajo la mano de Zorobabel. Aunque es inferior en esplendor al
construido por Salomón, el Señor lo dijo por su profeta: "La gloria de esta última
casa será mayor que la de la primera". Esta casa fue embellecida por Herodes, y en
sus atrios el Salvador enseñado. La antigua casa tenía una nube de gloria que
representaba al Señor, pero en la segunda entró el Salvador mismo, el Hacedor de
todas las cosas.
Glorioso reinado del tallo de Jesé
Para los expectantes, que esperaban en los días de Isaías, las representaciones a
través de su profecía de las cosas gloriosas relacionadas con la redención final deben
haber sido una fuente de fortaleza y aliento. Estas profecías vuelven a delinear más
claramente la línea de donde vendría este esperado Libertador, de la siguiente

33. 33
manera: “Y saldrá una vara del tallo de Isaí, y una Rama crecerá de sus raíces: y el
espíritu del Señor descanse sobre él, el espíritu de sabiduría y entendimiento, el
espíritu de consejo y poder, el espíritu de conocimiento y del temor del Señor; y lo
hará de entendimiento rápido en el temor del Señor; y no juzgará a la vista de sus
ojos, ni reprenderá después de oír sus oídos; pero con justicia juzgará al pobre y
reprenderá con equidad por los mansos de la tierra:
La resurrección enseñada por los profetas
El profeta Isaías también enseñó la doctrina de la resurrección de los muertos, en
estas palabras reconfortantes: "En esta montaña el Señor de los ejércitos hará a
toda la gente una fiesta de cosas gordas, una fiesta de vinos sobre lías, de cosas
gordas llenas de tuétano, de vinos sobre lías bien refinados. Y él destruirá en esta
montaña la cara de la cubierta que cubre a toda la gente, y el velo que se extiende
sobre todas las naciones. Se tragará la muerte en victoria; y el Señor Dios limpiará
las lágrimas de todos los rostros; y la reprensión de su pueblo la quitará de toda la
tierra; porque el Señor lo ha dicho. Y se dirá en ese día: He aquí, este es nuestro
Dios; lo hemos esperado y él nos salvará: este es el Señor; lo hemos esperado, y nos
da su salvación. ”
El reino de la tierra renovada
El mismo profeta dice que será una tierra renovada en la cual se establecerá el
reinado final: “Porque, he aquí, yo creo nuevos cielos [cielos atmosféricos] y una
nueva tierra; y lo primero no será recordado, ni se le vendrá a la mente [margen,
heb., "venga al corazón", es decir, a desear de nuevo]. Pero alégrate y regocíjate para
siempre en lo que yo creo: porque he aquí, creo que Jerusalén es un regocijo y su
pueblo un gozo. Y me regocijaré en Jerusalén, y gozo en mi pueblo; y en ella no se
oirá más la voz del llanto, ni la voz del llanto. No habrá más de allí [desde el momento
en que se crea la nueva tierra] un bebé de días [un niño de corta vida], ni un anciano
que no haya cumplido sus días [vejez prematura]: porque el niño morirá a los cien
años [en los días en que los hombres alcancen la vida de novecientos años, los niños
podrían tener cien años]; pero el pecador que tenga cien años [en años posteriores
de cien años de vida] será maldito. [Los que mueren en el momento en que llega la
nueva tierra son los que perecen en la "perdición de los hombres impíos".2 Pedro 3:
7. ] Y edificarán casas y las habitarán; y plantarán viñas, y comerán el fruto de ellas.
No construirán, y otro habitará; no plantarán, y otro comerá: porque como los días
de un árbol [el árbol de la vida, Septuaginta] son los días de mi pueblo, y mis elegidos
disfrutarán por mucho tiempo del trabajo de sus manos. ”
Ezequiel mira a través de la larga visión del tiempo hacia la resurrección de los
muertos. A través de él, el Señor dice: "He aquí, pueblo mío, abriré tus tumbas, y
haré que salgas de tus tumbas y te traiga a la tierra de Israel".
"Él ha llevado nuestras penas"
A Isaías, el profeta del evangelio, se le reveló más plenamente la prueba, los
sufrimientos y la muerte del Salvador en nombre de los hombres. "¿Quién", dice el
profeta, "ha creído nuestro informe? ¿Y a quién se revela el brazo del Señor? Porque
crecerá delante de él como una planta tierna y como una raíz de tierra seca: no tiene
forma ni hermosura; y cuando lo veamos, no hay belleza que debamos desearle. Es

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despreciado y rechazado de los hombres; un hombre triste y familiarizado con el
dolor; y nos escondimos como si fueran nuestros rostros de él; fue despreciado y no
lo estimamos. Seguramente él ha soportado nuestras penas, y ha llevado nuestras
penas; sin embargo, lo estimamos herido, herido de Dios y afligido. Pero fue herido
por nuestras transgresiones, fue herido por nuestras iniquidades: el castigo de
nuestra paz fue sobre él; y con su llaga fuimos nosotros curados ".
¿Son tan maravillosos estos eventos que ocurren en mi día? la gente, así como el
profeta, podrían haber preguntado. La respuesta hubiera sido: ahora no sucederán;
aún no ha llegado el momento de la llegada de este gran Libertador; pero dice el
profeta: "Tus ojos verán al Rey en su hermosura; contemplarán la tierra que está
muy lejos”.
Las profecías de Daniel revelan el futuro
Sin embargo, fue a través del profeta Daniel que el Señor comenzó a instruir a su
pueblo acerca de los reinos consecutivos que debían surgir y regir la creación de su
reino eterno; y para revelar un período de tiempo especial, desde un evento que aún
no se ha producido hasta la aparición real y el corte del Mesías. La interpretación
del sueño de Nabucodonosor reveló que los cuatro reinos que gobernarían el mundo
disminuirían en poder y grandeza en la proporción del valor decreciente del oro, la
plata, el latón y el hierro; y que finalmente el estado roto y desunido de los reinos
sería comparable a la fragilidad del hierro mezclado con la arcilla miry. Entonces
vendría el reino de los cielos que debería seguir a la reducción de esos reinos que se
convertirían en la paja del piso de la trilla del verano,
Luego, en la visión del capítulo séptimo, bajo los símbolos de las cuatro grandes
bestias, se cubre nuevamente el mismo terreno y se presentan otras características
de estos reinos. En este capítulo se describe la carrera y el trabajo del poder del
"cuerno pequeño" que debería surgir, después de la división del cuarto reino en diez
partes, derrocando o sometiendo a tres de ellos para establecerse como un
gobernante espiritual sobre todos ellos. Este poder papal debe continuar en el
estado dividido y frágil del cuarto reino, incluso por 1260 años. Así se revelaron
eventos que llegaron al tiempo en que Cristo recibe el reino de su Padre y se lo da a
los santos del Altísimo; un reino que finalmente tendrá dominio sobre toda la tierra,
y permanecerá para siempre.
Los mil trescientos días
En el octavo capítulo de Daniel, bajo la visión del carnero, la cabra y el "cuerno
pequeño que creció mucho", el profeta es llevado nuevamente al final de los tiempos.
En los versículos 13, 14 su atención se llama a un período de tiempo, 2300 días,
que se extiende al juicio. Fue un largo período de tiempo, y así el profeta lo entendió;
porque el ángel le informó que la visión era aún por muchos días. Todavía no se
había dado una fecha para el comienzo de los días, por lo que cierra el capítulo
diciendo: “Me sorprendió la visión; pero ninguno lo entendió ".
Las setenta semanas para el Mesías
El noveno capítulo habla del ángel que viene a Daniel, en respuesta a su petición,
para darle habilidad y comprensión. Le informó de un período de setenta semanas.

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Sesenta y nueve de estas semanas de años [que, según se nos dice, es el significado
de la palabra shevooim, traducida como "semanas"] se extenderían al Mesías. El
punto a partir del cual debía comenzar el período, "el mandamiento de restaurar y
construir Jerusalén", aún no se había dado. Surge la pregunta: ¿Cómo podría Daniel
saber dónde terminarían las sesenta y nueve semanas? En el capítulo doce, se
vuelve a considerar la cuestión del tiempo y, a su pregunta, "¿Cuál será el final de
estas cosas?", Se le dice que siga su camino, ya que las palabras están "cerradas y
selladas hasta el momento del fin". , "Cuando el" sabio entienda ".
Indudablemente, esta pregunta de tiempo es uno de los casos a los que alude el
apóstol Pablo cuando dice: "De qué salvación han preguntado y buscado
diligentemente los profetas, quién profetizó sobre la gracia que debería venir a
ustedes: buscando qué o qué tipo de tiempo El espíritu de Cristo que estaba en ellos
significó, cuando testificó de antemano los sufrimientos de Cristo, y la gloria que
debería seguir. ”
Destino de los impíos
Malaquías, el último de los profetas del Antiguo Testamento, deja una descripción
emocionante de la destrucción final de los impíos: “He aquí, llega el día, que arderá
como un horno; y todos los soberbios, sí, y todos los que hacen lo malo, serán
rastrojos; y el día que venga los quemará, dice el Señor de los ejércitos, que no les
dejará ni raíz ni rama. Pero a ustedes que temen mi nombre, el Sol de justicia se
levantará con sanidad en sus alas; y ustedes saldrán y crecerán como becerros del
establo. Y pisarás al impío; porque serán cenizas debajo de las plantas de tus pies
el día que yo haga esto, dice el Señor de los ejércitos. ”
Con todos estos hechos registrados en el Antiguo Testamento en posesión de los
israelitas, desplegándoles tantas características del plan de salvación, cuán grande
debe haber sido el interés de los diligentes estudiantes de la palabra tal como lo
vieron y se dieron cuenta de que eran Se acerca el momento en que esta semilla
prometida vendría. Mientras que las masas, e incluso aquellos que leen las
Escrituras en las sinagogas cada sábado, no entendieron la palabra ( Hechos 13:27
), los devotos y estudiosos, que fielmente buscaron las Escrituras bajo la guía del
Espíritu, sin duda oraron con sinceridad. , como lo hizo el apóstol Juan en esta
dispensación: "Ven, Señor Jesús, y ven pronto".

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CAPÍTULO 3 - LA LLEGADA DE LA SEMILLA PROMETIDA
"CUANDO llegó la plenitud del tiempo, Dios envió a su Hijo ... hecho bajo la ley, para
redimir a los que estaban bajo la ley, para que pudiéramos recibir la adopción de
hijos".
"Ahora al que tiene el poder de establecerte de acuerdo con mi evangelio, y la
predicación de Jesucristo, de acuerdo con la revelación del misterio, que se mantuvo
en secreto desde el comienzo del mundo, pero ahora se manifiesta, y por las
Escrituras de los profetas, según el mandamiento del Dios eterno, dieron a conocer
a todas las naciones por la obediencia de la fe: solo a Dios sabio, sea gloria por
medio de Jesucristo para siempre ”.
“Por revelación me dio a conocer el misterio; como escribí anteriormente en pocas
palabras, ... que en otras épocas no se dio a conocer a los hijos de los hombres,
como ahora se revela a sus santos apóstoles y profetas por el Espíritu ... Para mí,
que soy menos del menor de todos los santos, se da esta gracia, que yo debería
predicar entre los gentiles las riquezas inescrutables de Cristo; y para hacer que
todos los hombres vean cuál es la comunión del misterio, que desde el principio del
mundo se ha escondido en Dios, quien creó todas las cosas por Jesucristo ".
Se ha dicho que en el Antiguo Testamento el evangelio yace oculto; en el Nuevo
Testamento se revela. Según lo expresado por otro: “Al apartarse de Dios, los judíos
en gran medida perdieron de vista las enseñanzas del servicio ritual. Ese servicio
había sido instituido por el mismo Cristo. En cada parte era un símbolo de él; y
había estado lleno de vitalidad y belleza espiritual. Pero los judíos perdieron la vida
espiritual de sus ceremonias y se aferraron a las formas muertas. Confiaron en los
sacrificios y ordenanzas en sí mismos, en lugar de descansar sobre él a quien
señalaban.
Buscando la regla temporal
“Si bien los judíos deseaban el advenimiento del Mesías, no tenían idea de su misión.
No buscaron la redención del pecado, sino la liberación de los romanos. Buscaban
que el Mesías viniera como un vencedor, para romper el poder del opresor y exaltar
a Israel al dominio universal. Así se preparó el camino para que rechazaran al
Salvador.
“El pueblo, en su oscuridad y opresión, y los gobernantes, sedientos de poder,
anhelaban la llegada de alguien que venciera a sus enemigos y restaurara el reino
a Israel. Habían estudiado las profecías, pero sin visión espiritual. Por lo tanto,
pasaron por alto las escrituras que apuntan a la humillación del primer
advenimiento de Cristo, y aplicaron mal a los que hablan de la gloria de su segunda
venida. El orgullo oscureció su visión; ellos interpretaron la profecía de acuerdo con
sus deseos egoístas.
“Durante más de mil años, el pueblo judío había esperado la venida del Salvador.
Sobre este evento habían descansado sus más brillantes esperanzas. En el canto y
la profecía, en el rito del templo y en la oración familiar, habían consagrado su

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nombre. Y, sin embargo, a su llegada no lo conocían. El Amado del cielo era para
ellos "como una raíz de tierra seca"; no tenía "forma ni belleza"; y no vieron en él
ninguna belleza para desearlo. 'Él vino a los suyos, y los suyos no lo recibieron'. "
Del linaje de David
A medida que se acercaba el tiempo predicho por Daniel, cuando iba a aparecer el
"Mesías Príncipe", el Ungido, el pueblo judío podría haber razonado, y sin duda lo
hizo, de esta manera: el Mesías después de la carne debe ser del casa y linaje de
David, por lo tanto su nacimiento debe estar en esa línea; y de acuerdo con las
regulaciones de la ley y las costumbres judías, debe ser ungido para el servicio
público a la edad de treinta años; y si él debe aparecer como el ungido a esa edad,
entonces su nacimiento debe ser treinta años antes de la terminación de las sesenta
y nueve semanas de años, que se extenderán hasta la venida del Mesías.
Predicciones de Simeón y Anna
Por este tiempo todo Israel estaba en expectativa. Los sinceros y devotos estudiantes
de las Escrituras buscaban el nacimiento de aquel que sería su Gobernador y
Gobernador. Al anciano y piadoso Simeón se le reveló "por el Espíritu Santo que no
debería ver la muerte antes de haber visto al Cristo del Señor".
Cuando llevaron al pequeño Salvador al templo, Simeón supo que se refería a este
niño: el Cristo. “Entonces lo tomó en sus brazos y bendijo a Dios, y dijo: Señor,
ahora deja que tu siervo se vaya en paz, según tu palabra; porque mis ojos han visto
tu salvación, que has preparado delante de todos los pueblos: una luz para aligerar
a los gentiles, y la gloria de tu pueblo Israel ...
“Y Simeón los bendijo [José y María], y dijo a María su madre: He aquí, este niño
está listo para la caída y la resurrección de muchos en Israel; y por una señal contra
la cual se hablará (sí, una espada atravesará tu propia alma también), para que los
pensamientos de muchos corazones puedan ser revelados.
“Y había una Anna, una profetisa, la hija de Fhanuel, de la tribu de Aser ... Y ella
que vino en ese instante dio gracias igualmente al Señor, y habló de él a todos los
que buscaban la redención en Jerusalén.”
Ángeles visitan a los pastores
Antes de esto, las alegres noticias del nacimiento del Salvador habían sido
anunciadas por los ángeles a los pastores en las llanuras de Belén. En el oído atento
de los pastores, los ángeles cantaron estas melodiosas cepas: -
"Gloria a Dios en las alturas: paz en la tierra, buena voluntad para los hombres".
Los sabios visitan Belén
Luego vinieron los sabios de Oriente que habían visto "surgir la estrella", como
predijo Balaam. Siguiendo su guía llegaron a Jerusalén, donde se hizo necesario
preguntar por el Rey recién nacido. Al recibir instrucciones de que Belén sería el
lugar de nacimiento del Deseado, siguieron su camino; y guiados por la estrella que
apareció nuevamente, fueron conducidos al lugar humilde donde yacía el Salvador.

38. 38
Aquí adoraron al santo Niño, ofreciéndole regalos de oro, incienso y mirra, y luego
emprendieron su largo viaje de regreso a casa.
El Salvador a los doce años de edad
Desde la infancia hasta los doce años de edad, se registra poco de Cristo Salvador,
excepto su aumento de sabiduría y estatura, y su sumisión obediente a sus padres.
Pero a la edad de doce años, después de haber acompañado a José y María a
Jerusalén para asistir a la fiesta anual, sorprendió a los sacerdotes con el
conocimiento que se muestra en sus preguntas y en las respuestas dadas a sus
problemáticos problemas. Desde este momento hasta que ingresó a sus labores
públicas, la humilde ocupación de un carpintero fue honrada por él mientras
trabajaba con José, el esposo de María.
La misión de Juan el Bautista
Durante los seis meses anteriores a su ministerio público, la misión de Cristo fue
anunciada por Juan el Bautista. La gente acudió en grandes multitudes para
escuchar a Juan y bautizarse por él. Como "esperaban [esperando que viniera el
Mesías] y todos los hombres reflexionaron [" razonaron o debatieron ", margen] en
sus corazones de Juan, si él era el Cristo o no; Respondió Juan, diciéndoles a todos:
En verdad os bautizo con agua; pero uno más poderoso que yo vengo, el pestillo de
cuyos zapatos no soy digno de desatar: te bautizará con el Espíritu Santo y con
fuego: cuyo abanico está en su mano, y purgará completamente su piso, y reunirá
a los trigo en su garner; pero la paja la quemará con fuego insaciable. ”
Jesús bautizó
Mientras Juan administraba el rito del bautismo, vio a Jesús venir a él para ser
bautizado, y dijo: "He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado del mundo ... Y
Juan dio testimonio, diciendo: Vi El Espíritu descendió del cielo como una paloma,
y se posó sobre él. Y no lo conocía; pero el que me envió a bautizar con agua, me
dijo lo mismo: sobre quién verás descender al Espíritu y permanecer sobre él, lo
mismo es el que bautiza con el Espíritu Santo. Y vi y comprobé que este es el Hijo
de Dios. ”
La voz del cielo
El Mesías de Cristo no solo fue atestiguado por el descenso visible del Espíritu Santo
en una forma corporal como una paloma, sino también por una voz del cielo. En el
Evangelio de Mateo leemos: "Jesús, cuando fue bautizado, subió directamente del
agua: y, he aquí, los cielos se le abrieron, y vio que el Espíritu de Dios descendía
como una paloma, y lo iluminaba: y he aquí una voz del cielo que dice: Este es mi
Hijo amado, en quien tengo complacencia. ”
Aunque “Juan hizo ningún milagro,” la gente, al ver el gran poder que asistió el
ministerio de Cristo, se veían obligados a decir: “todo lo que Juan dijo de éste, era
verdad.”