El juicio de Dios - 6000 años

1. EL JUICIO.
La doctrina del juicio está claramente establecida en las Escrituras de la Verdad. En el plan divino, el hombre fue hecho
un agente moral libre. A él se le otorgó el derecho de elección. Podía escoger el mal o el bien, pero debía responder
alguna vez por su conducta ante el alto tribunal del cielo. Esto es claramente declarado por Salomón en su instrucción
a los Jóvenes:
"Alégrate, jovencito, en tu juventud, y que tu corazón te aliente en los días de tu juventud, y andes en los caminos de
tu corazón y en los ojos de tus ojos; pero tú sabes que por todas estas cosas Dios te pondrá en juicio”. Eccles. Xi. 9.
En vista de este relato que el hombre debe hacer, se le aconseja: "Por lo tanto, quita el dolor de tu corazón, y quita el
mal de tu carne: porque la infancia y la juventud son vanidad." Recuerda a tu Creador en los días de tu juventud, No
vendrán días malos, ni se acercarán los años, cuando digas: No tengo placer en ellos. “Verso 10 y xii. 1.
Hablando de este día, el Apóstol Pablo declara:
"Porque todos debemos comparecer ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba lo que ha hecho en su cuerpo,
conforme a lo que ha hecho, sea bueno o malo". 2 Cor. V. 10.
Salomón, al señalar la relación que el hombre debe sostener a su Creador, saca esta conclusión: "Oigamos la conclusión
de todo el asunto: Temed a Dios y guardad Sus mandamientos, porque este es todo el deber del hombre. Traerá toda
obra al juicio, a todo lo secreto, sea bueno o malo ". Eccles. Xii 1,3, 14.
DIOS NOMBRÓ UN DÍA.
El juicio del mundo está fijado para un tiempo específico. "Dios ... ha designado un día en el cual juzgará al
mundo". Hechos xviii. 30, 31. Aquel día es a veces llamado "el día del Señor", "el día del juicio y la perdición de los
hombres impíos", "ese día", etc. 7, 10; 1 Tes. V. 2, 4; Zeph. yo. 1-4.
El juicio tiene un triple carácter, o tal vez podríamos decir que está dividido en tres períodos de juicio; A saber: (1) el
juicio investigador, (2) el juicio de los impíos, y (3) el juicio ejecutivo.
Estos vamos a considerar en su orden.
"Temed a Dios y dadle gloria, porque ha llegado la hora de su juicio". Rev. xiv. 6

2. EL JUICIO INVESTIGADOR.
El juicio investigador tiene lugar en el cielo antes de la segunda, venida de Cristo. Su propósito es determinar quién tiene derecho
a una parte en la primera resurrección y quién de los habitantes vivos de la tierra es digno de ser traducido sin ver la muerte en la
venida del Señor. Que tal contabilidad tiene lugar es claramente enseñado por Cristo. Respondiendo a la pregunta planteada por
los saduceos con respecto al modo de vida después de la resurrección, declara: "Los que se consideren dignos de obtener ese
mundo, y la resurrección de entre los muertos, ni se casan, ni se dan en el matrimonio Y no pueden morir más, porque son iguales
a los ángeles, y son hijos de Dios, siendo los hijos de la resurrección”. Luke xx. 35, 36.
La consistencia de esta proposición debe apelar a cada mente. En el último gran día los habitantes de la tierra se dividen en dos
clases: los justos y los malvados. Esto está representado por la parábola en el capítulo veinticinco de Mateo, mostrando la división
entre las ovejas y las cabras. Esta división no es arbitraria. Se basa en atributos de carácter. Esta cualificación sólo puede
determinarse mediante una revisión de la vida de cada individuo.
El que es considerado digno encuentra Su lugar a la diestra del Maestro; Los indignos son contados en la parábola como las cabras,
y son consignados a la destrucción. Mate. Xxv. 31, 33.
EL JUICIO EN SESIÓN.
La escena del juicio investigador se presenta en el capítulo séptimo de Daniel. El profeta de Glares: "Miré hasta que los tronos
fueron derribados, y el Anciano de días se sentó, cuyo vestido era blanco como la nieve, y los cabellos de su cabeza como la lana
pura: Su thron: era como el fuego Llama y sus ruedas como fuego ardiente.
Un torrente de fuego brotó y salió de delante de él: mil millares le servían, y diez mil veces diez mil se pararon delante de él: el juicio
fue establecido, y los libros fueron abiertos. Miré entonces a causa de la voz de las grandes palabras que hablaba el cuerno: Yo vi
hasta que la bestia fue asesinada, y su cuerpo destruido, y dado a la llama ardiente. En cuanto al resto de las bestias, se les quitó su
dominio, y sin embargo sus vidas fueron prolongadas por una temporada y tiempo. Yo vi en las visiones nocturnas, y he aquí que
vino uno como el Hijo del hombre con las nubes del cielo, y vino al Anciano de días, y lo trajeron cerca de él. Y le fue dado dominio,
y gloria, y reino, para que todas las gentes, naciones y lenguas le sirvieran. Su dominio es un dominio eterno que no pasará y su
reino lo que no será destruido. "Dan. Vii. 9-14.
En ninguna otra parte del Registro Sagrado, ni en toda la literatura de los tiempos, se presenta un cuadro tan solemne en su aspecto,
tan glorioso en su esplendor; Y tan comprensiva en su trascendental consecuencia, como la tan dramáticamente dibujada por el
artista inspirado. La escena está puesta en el cielo; La morada de Dios. El Padre Eterno, en medio de las glorias y grandeza de las
realidades celestiales, se sienta sobre un trono semejante a una llama de fuego, y sus ruedas como fuego ardiente. La miríada de
ejércitos de seres angelicales se inclina ante Él en humilde reverencia. El juicio se establece, y los libros de registro se abren.
LOS LIBROS DE REGISTRO.
En estos libros se guarda el registro de vida de todos los que han vivido sobre esta tierra, y de este registro cada hombre es
juzgado. El Apóstol Juan lo da testimonio en el capítulo XX del Apocalipsis, declarando: "Y vi un gran trono blanco, y el que estaba
sentado sobre él, de cuya faz huía la tierra y el cielo, y no hubo lugar Y vi a los muertos, pequeños y grandes, que estaban delante
de Dios, y se abrieron los libros, y se abrió otro libro, que es el libro de la vida: y los muertos fueron juzgados de las cosas que
estaban escritas en el Libros, según sus obras: "Los muertos están en las tumbas de Thair. Están ante Dios en el registro de sus vidas
contenido en los libros. Uno de estos libros se llama el "libro del recuerdo".
Los pensamientos que los hombres piensan de Dios, sus motivos y sus propósitos, se revelan aquí, Declara el profeta Malaquías:
"Entonces los que temían al Señor hablaban frecuentemente unos a otros; y el Señor oyó y oyó, y un libro de El recuerdo estaba
escrito delante de El por los que temían al Señor, y ese pensamiento sobre Su nombre ". Mal. Iii. 16. No podemos concebir que es
necesario para el gran Juez, con quien el conocimiento o el pasado, el presente y el futuro está siempre presente, para exigir para
su propia iluminación un registro de la vida de los hombres. Pero debemos recordar que Él realiza todos sus actos no solo con
referencia a su propio conocimiento, sino con respecto a todas las inteligencias creadas. Los caminos de Dios y sus tratos con la
familia humana han estado en juicio durante seis mil años, y por la cuenta infalible que ha sido narrada en Sus libros, Él demostrará
que Sus juicios son justos y Sus decisiones tan sabias como para estar más allá de la revisión . Incluso los impenitentes en el último
gran día se inclinarán ante Él y reconocerán la justicia imparcial de Sus decisiones. Phil. Ii. 9-11; Rev. xv. 3, 4.
EL JUICIO DE LOS MALVADOS
SEGUIDA la conclusión de la obra del juicio investigador ocurre el derramamiento de la ira de Dios, tal como se ha visto en las siete
últimas plagas de Apocalipsis 16. Cristo entonces viene a llevar a sus hijos llevados a las mansiones que Él ha preparado para
ellos. Juan xiv. 1-3. Con una voz de autoridad y poder Él llama a los santos durmientes.
Ellos son resucitados incorruptibles, y con los santos que viven en la tierra, son arrebatados para encontrar al Señor en el aire.

3. LA PRIMERA RESURRECCIÓN.
"Porque el Señor mismo descenderá del cielo con un grito, con la voz del arcángel y con la trompeta de Dios; y los muertos en Cristo
resucitarán primero; entonces nosotros los que vivimos y quedaremos seremos arrebatados juntamente con ellos En las nubes,
para encontrarnos con el Señor en el aire, y así estaremos siempre con el Señor. 1 Thess. Iv. 16-18.
Esta resurrección del justo es conocida como la primera resurrección. Del carácter de los que tienen una parte en ella. Y de su
libertad de la penitencia del pecado, se dice: "Bienaventurado y santo es el que baño parte en la primera resurrección: en el segundo
baño de muerte ningún poder, sino que serán sacerdotes de Dios y de Cristo, Reinarán con él mil años ". Rev. xx. 6.
TERROR DE LOS MALOS.
La gloria que acompaña al advenimiento del Señor se convierte en una agencia de transformar el poder a los santos de Dios, pero
una agencia de destrucción para los impíos.
Ellos son incapaces de pararse ante el Hijo del hombre. Como la señal de Su corning se acerca a la tierra, están llenos de temor y
consternación. Ellos tratan de huir de Su presencia, y en terror abyecto llamar a las montañas y las rocas,
"Caed sobre nosotros, y escondednos de la faz de aquel que está sentado en el trono, y de la ira del Cordero, porque el gran día de
su ira ha venido, y ¿quién podrá resistir?" 16, 17. Rechazando el Evangelio de Cristo, el único refugio provisto, se quedan sin refugio
en el día de la ira de Dios. El Apóstol Pablo habla de su destrucción: "Cuando el Señor Jesús sea revelado desde el cielo con sus
poderosos ángeles en fuego ardiente, tomen venganza sobre los que no conocen a Dios y no obedecen al Evangelio de nuestro
Señor Jesucristo: Castigado con la destrucción perpetua de la presencia del Señor y de la gloria de su poder, cuando venga a ser
glorificado en sus santos, ya ser admirado en todos los que creen (porque nuestro testimonio entre vosotros fue creído) día." 2
Tes. yo. 7-10.
Aquellos que así son destruidos "por el resplandor de la venida de Cristo junto con los impíos de todas las edades, permanecen en
sus tumbas durante mil años. Dice el revelador, después de hablar de los que suben en la primera resurrección, "El resto de los
muertos no vivió otra vez hasta que los mil años fueron terminados." Rev. xx. 5.
LA DESOLACIÓN DE LA TIERRA.
La venida del Señor está acompañada por terremotos y convulsiones en el mundo físico. Las ciudades están derribadas: los
monumentos del orgullo humano y de la gloria terrenal son derribados.
Los lugares fructíferos se convierten en desechos áridos. Jeremías describe la condición de la tierra en este momento: "Miré los
montes, y he aquí que temblaban, y todas las colinas se movían ligeramente." Miré, y he aquí que no había hombre, Y he aquí que
el lugar fructífero era un desierto, y todas sus ciudades fueron derribadas ante la presencia del Señor y por su cólera de tierce.Porque
así ha dicho el Señor: Toda la tierra será desolada, pero no haré un fin completo. " Jer. Iv. 23-27.
LA CASA PRISIONERA DE SATANÁS.
Durante mil años la tierra permanece en esta condición desolada. Durante este tiempo constituye la prisión de Satanás y sus
ángeles. Y acontecerá en aquel día que Jehová castigará al ejército de los altos que están en lo alto, ya los reyes de la tierra sobre
la tierra. Y se reunirán, como prisioneros se juntarán en la fosa, y serán encerrados en la cárcel, y después de muchos días visitarán.
"Isaías 21,12.
El revelador compara la tierra durante su estado desolado con el pozo sin fondo. En esta fosa declara que Satanás será confinado:
"Vi un ángel que descendía del cielo, teniendo la llave del abismo y una gran cadena en su mano, y sujetó al dragón, aquella serpiente
antigua que es El Diablo y Satanás, y le ató mil años, y lo echó en el abismo, y lo cerró y le selló, para que no engañara más a las
naciones hasta que se cumplieran los mil años, Y después de eso debe ser soltado un poco de temporada ". Rev. xx. 1-3. , Ya no
puede Satanás molestar a los habitantes de otros mundos. Los malvados de la tierra están en sus tumbas.
El más justo está está en el cielo, entregado eternamente de su poder. Por lo tanto, surf arredondado por estas condiciones, se
limita como con una cadena literal. No se encuentra ejercicio alguno para ese intelectual maestro, que durante seis mil años ha
engañado a las naciones de los hombres. Para uno tú y años se deja vagar sobre la superficie rota y desigual de la tierra, y ver las
escenas de desolación que sus manos han forjado. Se le deja contemplar el destino que le espera, y la merecida recompensa que
su mal curso ha merecido.
EL ESCAPEGOAT ANTITYPICO.
En el servicio solemne que asistía a la purificación del santuario el día de la expiación se prefiguró este exilio del gran
engañador. Cuando el sacerdote hubiese terminado su ministerio en el departamento más santo, salió llevando en su propio cuerpo
los pecados de Israel. Puso las manos sobre la cabeza del chivo expiatorio y le confesó "todas las iniquidades de los hijos de Israel,

4. y todas sus transgresiones en todos sus pecados, poniéndolas sobre la cabeza del macho cabrío". La cabra fue entonces enviada a
la basura del desierto.
De la misma manera, cuando la obra del juicio investigativo haya sido completada, los pecados del pueblo de Dios serán finalmente
puestos a la puerta de Satanás, y al ser el chivo expiatorio fue enviado a la tierra no habitada, por lo que Satanás será cnfined a Esta
tierra en su condición desolada.
"LOS SANTOS JUGARÁN EL MUNDO".
¿Por qué el castigo de Satanás y sus ángeles y las naciones malvadas de los hombres se aplazó por mil años? Evidentemente que
sus casos pueden entrar en revisión y su justo castigo ser determinada. Cada uno será juzgado según la luz que ha recibido, y el
juicio será repartido a cada uno según sus obras y según el fruto de sus obras. Mate. Xvi. 27; Jer. Xvii. 10. En esta obra del juicio del
malvado Cristo y los santos redimidos tomarán parte. Juan v. 22-27. Esto fue predicho por el profeta Daniel. Mirando a través de
las edades, y testificando el triunfo temporal de los poderes dispuestos contra Dios y Su pueblo, el profeta escribe: "Miré, y el mismo
cuerno hizo guerra a los santos 'y prevaleció contra ellos, hasta que el Anciano de días Vino, y se dio juicio a los santos del Altísimo,
y llegó el tiempo en que los santos poseían el reino ". Dan. Vii. 21,22.
Testimonio similar es llevado por el apóstol Pablo. Escribiendo a la iglesia de Corintios, y amonestando a los creyentes para que
presenten ante sus hermanos la adjudicación de sus diferencias en vez de llevarlos a los tribunales del mundo, él pregunta: "¿A
alguno de vosotros, teniendo un asunto contra otro, ¿No sabéis que los santos juzgarán al mundo, y si el mundo fuere juzgado por
vosotros, no seréis dignos de juzgar los asuntos más pequeños ?, ¿no sabéis que juzgaremos a los ángeles? Más cosas que
pertenecen a esta vida? "1 Cor. Vi. 1-3. Véase también 2 Pedro II. 4: -Jude 6.
EN TRONOS DE JUICIO.
Esta escena del juicio se presenta a Juan en la visión del agujero. Los justos han sido resucitados en la primera resurrección, y con
los justos vivientes han sido llevados a casa a la Nueva Jerusalén. Allí por un período de mil años se sientan en tronos de juicio,
revisando con Cristo el registro de la vida de los ángeles malvados y de los muertos malvados, y determinando la medida del 'castigo
para cada uno: "Vi los tronos y Y se les dio el juicio; y vi las almas de los decapitados por el testimonio de Jesús, y por la Palabra de
Dios, y que no habían adorado a la bestia, ni su imagen, ni tampoco Recibieron su marca en sus frentes o en sus manos, y vivieron
y reinaron con Cristo mil años ". Rev. xx. 4.
Es particularmente apropiado que los santos reunidos de todas las edades de la historia de la tierra participen en este trabajo de
juicio. Con la visión clarificada por la asociación con el Maestro, con los ojos ungidos por la iluminación divina y con mentes
equilibradas y guiadas a una exactitud infalible por su ambiente celestial, parece apropiado que tomen parte en el juicio para ser
visitados sobre aquellos con quienes tienen Asociado. Ellos comprenderán la característica de la peculiar edad en la que vivieron:
conocerán sus oportunidades y ella; Privilegios; Han demostrado a través de la gracia de Dios que, por muy suplicantes que sean
las circunstancias que las rodean, por más sutiles que sean las influencias del pecado, han podido perfeccionar personajes que han
soportado la prueba del juicio. Y si eran capaces de hacerlo, entonces era posible para cada hombre y mujer que viven en su tiempo
para obtener la recompensa del vencedor.
Como Noé por su vida de justicia condenó el mundo en el que vivió, por lo que estos justos condenará a aquellos en su tiempo que
no se aprovecharon de la disposición graciosa del Evangelio de Cristo. Véase Heb. Xi. 7.
A medida que se mide la medida del castigo de Satanás y de todos sus seguidores, todo el universo de Dios mira y da su aprobación
de la justicia de las decisiones de este tribunal celestial. Psa. Lixix. 28, 34, 35.
EL JUICIO EJECUTIVO.
El tiempo vendrá en el propósito eterno de Dios para que Su universo sea para siempre limpiado de la terrible mancha
del pecado que lo ha estropeado durante seis mil años. El caso de cada uno ha sido decidido, y la medida de castigo que
cada uno debe recibir ha sido determinada. Cristo toma ahora sobre sí la ejecución de este juicio divino. El Hijo del
hombre nuevamente desciende a la tierra, no como cuando vino por primera vez, un bebé indefenso en el pesebre de
Belén para sufrir y morir en la cruz, sino como triunfante conquistador, como Rey de reyes y Señor de señores, para
entrar Sobre el dominio otorgado a Él por Su Padre. El lugar en que reposan Sus pies es purificado y santificado por Su
presencia sagrada. Dice el profeta Zacarías: "Sus pies se pararán en aquel día sobre el monte de los Olivos, que está
delante de Jerusalén en el oriente, y el monte de los Olivos se hendirá en medio de él hacia el oriente y hacia el oeste,
y allí Será un valle muy grande, y la mitad del monte será removida hacia el norte, y la mitad hacia el sur. En esta gran
llanura que ha sido creada para recibirla, descansa la ciudad de Dios, la Jerusalén celestial, que contiene a los santos:

5. Juan, en visión profética, presenció su descenso: "Y vi una nueva Cielo y tierra nueva: porque el primer cielo y la primera
tierra pasaron; Y no había más mar. Y yo, Juan, vi la santa ciudad, la nueva Jerusalén, que descendía de Dios del cielo,
preparada como una novia adornada para su esposo. "Y si pudieran hacerlo, Era posible para cada hombre y mujer que
vivían en sus tiempos de ganar la recompensa del vencedor.
Como Noé por su vida de justicia condenó el mundo en el que vivió, por lo que estos justos condenará a aquellos en su
tiempo que no se aprovecharon de la disposición graciosa del Evangelio de Cristo. Véase Heb.Xi. 7. Al medir la medida
del castigo de Satanás y de todos sus seguidores, todo el universo de Dios mira y da su aprobación de la justicia de las
decisiones de este tribunal celestial. Psa. Lixix. 28, 34, 35.
LA SEGUNDA RESURRECCIÓN.
Con una voz y terrible majestad el Señor ahora llama desde sus tumbas a los muertos perversos. Ellos responden a la
llamada divina; Pero ¡cuán diferente a los que fueron resucitados mil años antes en la primera resurrección! Los justos
subieron incorruptibles, gritando victoria sobre la muerte y la tumba. 1 Cor. Xv. 51-55. Los malvados se levantan cuando
han caído, porque la muerte no ha producido ningún cambio en sus caracteres.
Enfermos y enfermos, con las marcas del pecado sobre el cuerpo y sobre el alma, salen al encuentro del gran Juez. En
sus pechos surgen las mismas pasiones humanas, el mismo amor al pecado, el mismo odio a Dios y de su santo
gobierno. Ción. Incluso ahora, si pudieran, lo arrancarían de Su trono y usurparían Su dominio.
SATANÁS PERDIDO.
La segunda resurrección es la señal para que Satanás reanude su trabajo engañoso. Su largo período de
encarcelamiento, los mil años que ha pasado viendo la ruina y el caos que su apostasía de Dios provocó, ha servido sólo
para aumentar su amargura contra el cielo y su soberano divino. En el frenesí nacido de la desesperación, decide hacer
un último esfuerzo para destronar el gobierno de Dios. Él vuelve a lanzar su hechizo hipnótico sobre las naciones de los
hombres.
Él los conduce a creer que es por su poder que han sido sacados de sus tumbas, y los ilude en la creencia fatal de que
por su superioridad de números que pueden abrumar a la ciudad de Dios y sus habitantes. La pluma de la inspiración
escribe: -
"Cuando los mil años hayan expirado, Satanás será desatado de su prisión, y saldrá a engañar a las naciones que están
en los cuatro rincones de la tierra, Gog y Magog, para reunirlos a la batalla: el número de los cuales Es la arena del mar,
y subieron por la anchura de la tierra, rodearon el campamento de los santos, y la ciudad amada, y fuego descendió del
cielo de Dios, y los devoró. Rev. xx. 7-9.
EL FIN DEL PECADO.
¡Cuán vanos son todos los designios de Satanás y sus ejércitos contra la omnipotencia divina! Aquel que por la palabra
de su boca podría-crear los mundos y las miríadas de ejércitos del cielo, puede con esa misma palabra traer las
maquinaciones del mal en nada.
Por orden de Dios, el fuego desciende del cielo y devora a Satanás ya sus ejércitos:
"Y el diablo que los engañó fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde están la bestia y el falso profeta, y serán
atormentados día y noche para siempre". Versículo 10.
El acusador de los hermanos es derribado, para nunca más levantarse. El terror de las naciones ha llegado a ser como
si él no hubiera sido. De él el Señor declara:
"Todos los que te conocen entre el pueblo se asombrarán de ti, serás un terror y nunca más serás". Ezek. Xxviii. 19.
Véase también Isa xiv. 12-20; Xxx 33. Y las naciones malvadas de los hombres en aquel día serán "rastrojo, y el día que
viene los quemará, dice Jehová de los ejércitos, que no les dejará ni raíz ni rama". Mal. Iv. 1. Véase también Obadías 15,
16.
Aunque largo tiempo, el juicio de Dios ha sido ejecutado. Pacientemente ha nacido con la rebelión de los siglos. Desde
el principio, Él conoció el fruto funesto que llevaría, pero como una lección objetiva para
Su universo por toda la eternidad permitió que el pecado siguiera su curso para que todos pudieran ver y conocer su
verdadero carácter y reconocer la infinita sabiduría y justicia del gran Creador.

6. UN NUEVO CIELO Y UNA NUEVA TIERRA.
El fuego que destruye a Satanás ya sus seguidores purifica la tierra de la maldición que el pecado ha ocasionado. "Pero
los cielos y la tierra, que son ahora, por la misma palabra se guardan en reserva, reservados para el fuego en el día del
juicio y la perdición de los hombres impíos ... Pero el día de la
El Señor vendrá como ladrón en la noche; En el cual los cielos pasarán con gran ruido, y los elementos se fundirán con
un calor ardiente, la tierra también y las obras que están en ella serán quemadas. Al ver que todas estas cosas serán
disueltas, ¿qué clase de personas debemos ser en todas las cosas? Santa conversación y piedad ". 2 Pedro iii, 7, 10, 11.
De las cenizas de la vieja tierra, Dios trae una tierra purificada para constituir el hogar eterno de Su pueblo.
El apóstol agrega en el versículo 13: "Pero nosotros, según su promesa, buscamos nuevos cielos y - una tierra nueva en
la cual mora la justicia". Y es de ese tiempo que Daniel habla: "El reino y dominio, y la grandeza del reino bajo todo el
cielo, serán dados al pueblo de los santos del Altísimo, cuyo reino es un reino eterno, y Todos los dominios le servirán y
le obedecerán "Dan. Vii 27. Véase Isa. Lxv. 17,25; Xxxv. 1.10.
EL PRIMER DOMINIO RESTAURADO.
Adán, al rendirse al poder de Satanás, perdió su dominio glorioso. Su posteridad, junto con su hogar paradisíaco, pasó
bajo el poder del pecado. Este dominio Dios se propone restaurar. No solo el hombre será rojo, emanado de la maldición
del pecado, sino también la creación material. Véase Rom. Viii. 14-23.
A Cristo, el segundo Adán, la Torre del rebaño, se restaurará el dominio: "Y tú, la Torre del rebaño, la fortaleza de la hija
de Sion, a ti vendrá el primer dominio, Reino vendrá a la hija de Jerusalén”. Miqueas iv. 8. En aquel tiempo "la tierra se
llenará de la gloria del Señor". Num. Xiv. 21. Y "los mansos heredarán la tierra, y se deleitarán en la abundancia de
paz". Psa. Xxxvii. 11. Ninguna nota discordante será escuchada en todo el universo de Dios, sino que un himno universal
de alabanza surgirá de toda criatura: "Toda criatura que está en el cielo, en la tierra y debajo de la tierra, y que está en
la Mar, y todo lo que hay en ellos, oí decir: Bendición, honra, gloria y poder al que está sentado en el trono, y al Cordero
por los siglos de los siglos.
Y los veinticuatro ancianos se postraron y adoraron al que vive por los siglos de los siglos ". Rev. v. 13, 14.
Para una parte en este estado bendito Espíritu de Dios nos invita, en el capítulo final de la Palabra de Dios: "Y el Espíritu
y la Esposa dicen: Ven Y el que oye, diga: Ven y lo que tiene sed, venga.. Y el que quiera, tome libremente el agua de la
vida ". Rev. xxii. 17.