Este documento resume la historia de origen de la trainera vasca y su impacto en la pesca en la costa cantábrica. En tres oraciones:
La trainera fue inventada por un pescador de Hondarribia en 1750 para permitir una pesca más eficiente de la sardina luego que el bacalao desapareciera de la dieta vasca debido a un tratado. La trainera transformó la pesca al permitir mayores capturas que impulsaron una industria pesquera y de conservas. Los pescadores vascos también pescaban el bonito en Ast
COMUNICADO CNE-CAMPAÑA Y PROPAGANDA ELECTORAL 20240423.pdf
REVISTA NUMERO 15 CANDÁS MARINERO
1.
2. PORTADA ——————————— FRANCISCO JAVIER
EDITORIAL———————————- pag 3 TITO ARAMENDI
CORPUS EN CANDÁS————pag 4,,5 y 6
NOTHCHAS EN CARREÑO——pag 7,8 ,9 ,10 y 11
LA IERENCHA VASCA DE CANDÁS—pag 12,13,14,15 y 16—- —————-por
MANUEL RAMON RODRIGUEZ
NOTICIAS DE ASOCIACIONES—pag 17,18,19————————-por
LA BANDA DE GAHTAS DE CANDÁS
BIOLOGIA—————————————- pag 20 y 21———por EMILIO BARRIUSO
COLABORACHÓN———————pag 22——- —- por ALFREDO PÉREZ
LIBROS Y AUTORES —————- pag 23———ALFREDO PÉREZ
DEPORTES EN CARREÑO——pag 24,25,26,27,28,29, y 30
PASA LA VIDA—————————- pag 31
GASTRONOMHA EN CARREÑO——pag 32
SUMARIO—————————- pag 2
MURAL DE ALFREDO FOTOGRAFIA DE IBASETA
COORDINADOR DE REVISTA——-JOSÉ ANTONIO GONZÁLEZ
MUSICA DE FONDO-EL CORO DE LA BODEGA
3. La revolución de la Trainera
La invención de la trainera transformó la vida en la costa vasca, pero apenas se sabía nada sobre su origen.
Un viejo documento francés se encontró su partida de nacimiento: la primera trainera la construyó un pesca-
dor de Hondarribia hacia 1750.
Todo comenzó cuando el bacalao desapareció de las mesas vascas, por culpa del Tratado de Utrech, allá
por 1714. Hasta entonces, ese pescado constituía el aporte principal de proteínas en la dieta de los vascos y de mu-
chos otros europeos. Era un pez muy abundante en el Atlántico, el que mejor se conservaba en salazón, y un plato
recurrente de los días en los que la Iglesia imponía la abstinencia de carne. Por eso, los pescadores iban hasta don-
de hiciera falta para capturarlo, y muy poco tiempo después del descubrimiento de América ya faenaban por las
costas de Canadá. Más tarde empezaron a cazar ballenas.
Tras la Guerra de Sucesión española envueltas en varios pactos y luchas de familias monárquicas, desem-
bocó con la llegada al trono de los Borbones, se firmaron una serie de pactos y con una cláusula fatal: a partir de
entonces, solo los barcos ingleses y holandeses podrían faenar en los caladeros de Terranova.
Para suplir estas carencias, se dedicaron a la pesca de la sardina, que tenía mucha tradición en todo el Can-
tábrico, teniendo unas normas establecidas en los pueblos de Ondarroa, Bermeo y Motiku allá por el siglo XIII y
XIV, pero no se capturaban cantidades suficientes para satisfacer la demanda de la población.
Como hasta entonces se empleaba el sistema de pesca ya utilizado por los griegos, que es por las redes de
enmalle, que estaban provistas de unas bollas en la superficie y plomos en la parte inferior. Entonces esperaban a
que un banco de sardinas se topara con la red y que estos quedaran enganchados por las agallas. Pero a menudo se
les escapaban los bancos más grandes, los que venían compactados por los delfines y los atunes. Estas especies
suelen acosar a las sardinas hasta llevarlas cerca de la superficie, donde se aprietan unas contra otras para defen-
derse. Es una gran oportunidad para los pescadores: los delfines les presentan grandes bancos de sardinas, muy a
mano. Pero las chalupas de aquella época eran de maniobra muy lenta, de manera que antes de lanzar las redes ya
espantaban a los delfines o los atunes, y los bancos de sardinas se disolvían al instante. Necesitaban una embarca-
ción más ágil.
Por las descripciones detalladas de Duhamel du Monceau, se deduce que esas chalupas hondarribitarras
eran traineras: embarcaciones más ligeras, largas y estrechas, con una quilla curvada que les permitía girar sobre si
mismas como una peonza, de manera que los pecadores podían maniobrar con rapidez. Contaban con una tripula-
ción de diez a dieciséis remeros, lo que daba mucha potencia, pero esos remeros tenían el sitio justo para colocar-
se, ni un centímetro más: economía de espacios para conseguir la mayor eficacia y la mayor agilidad. Se acercaban
veloces a las sardinas, lanzaban una red de unos cuarenta metros por diez y envolvían rápidamente el banco.
Gracias a la trainera, los arrantzales pescaban más de lo que podían comer. Y esa abundancia impulsó a
una industria de la costa vasca, que más tarde se extendió por toda la costa del Cantábrico. Surgieron las fábricas
de escabeche, salazón y conservas. Las primeras nacieron por iniciativa local, pero no tardaron en aparecer indus-
triales italianos, especialmente de Sicilia y Palermo, expertos en técnicas de conservación de sardinas, anchoas,
bonito y otros pescados.
En la segunda mitad del siglo XIX y principios del siglo XX, las costas vizcaínas y guipuzcoanas se pobla-
ron de apellidos tales como: Oliveri, Calogero, Dentici, Zizzo, Billante, Scola, Castelo y el más conocido Orlando,
que instaló una fábrica en Hondarribia.
Crónica de Duhamel du Monceau
Asociación Cultural Candás Candás
Marinero
11. FIESTAS EN LOGRE)ANA
NOTICIAS DE CARREÑO
INAUGURACIÓN DE LA CAPILLA DE Sa A to io e su iesta
La e ita de Sa A to io es del siglo XVI ,fue osteada po el pue lo de
Ca dás pa a sali de la peste.Es u a o st u ió se illa e a poste-
ía o ave ú i a y a e e a.A la platea se a ede po u a o de t iu -
fo.Situada e el alto del p o o to io ue lleva su o e,ta ie o-
o ido po la Pu ta del Cue o, o situye u o de los po os tesi o ios
a uite tó i os de la ultu a e a eista de la épo a.
A igua e te el dia de Sa A to io e a ua do se es ogía las o pa-
ñas t ipula io es pa a los a os ue salía a pes a o ito,e t a do
o la p i e a pes a de o ito el dia 29 de ju io dia de Sa Ped o
12. La herencia vasca de Candás
A lo largo de los tiempos los pueblos asentados en la fachada litoral del denominado Mar Cantábrico, -
gallegos, asturianos, cántabros y vascos-, aparte de mantener una productiva relación comercial con sus
respectivas regiones del interior peninsular, han sustentado entre sí activas relaciones transversales, te-
niendo a la mar como principal punto de unión. La mar y algunas actividades vinculadas al mundo maríti-
mo, en especial la pesca, la navegación, la construcción naval y la transformación de conservas y salazo-
nes de pescado, han servido como soporte de comunicación de todos estos pueblos, hasta llegar a confor-
mar una cultura común “cantábrica”, que presenta una gran similitud en costumbres, creencias, formas de
vida, historias y tradiciones.
Es precisamente en este ámbito geo-sociológico donde se encuadra la relación de los pescadores vascos
con Asturias. Se trata de una relación muy longeva en el tiempo, y según se refleja en numerosos docu-
mentos manuscritos, desde la Baja Edad Media hasta mediados del siglo XVII arrantzales y armadores
vizcaínos, y sobre todo guipuzcoanos mantuvieron una amplia participación en la caza de ballenas, una
actividad desarrollada durante los meses de invierno en las aguas costeras a lo largo de todo el litoral can-
tábrico. El monopolio vasco en esta pesquería fue tan determinante que además de crear una verdadera
infraestructura comercial, incluso propició la denominación de “ballena vasca o de los vascos” a la espe-
cie del cetáceo objeto de sus capturas, la ballena franca septentrional (Eubalaena glacialis).
Un buen ejemplo de la estrecha y cordial relación entre ambos pueblos referida a los tiempos balleneros la
encontramos en la serie documental, pues se trata de tres protocolos notariales otorgados en la villa de
Orio en los meses de agosto y octubre del año 1571, que figura bajo el nombre de “Conçierno de las balle-
neras 1571”. En las escrituras se menciona que Andrés Suárez, vecino de Candás y Juan Fernández Sala-
do, vecino de Gijón, acudían al puerto guipuzcoano en representación de otros pescadores gijoneses para
reclutar “asta catorce o diez y seys onbres para andar a la pesca de las ballenas en esta villa de Gijón los
quatro años benideros”. Sin embargo, en el mes de agosto los asturianos solo pudieron contratar a dos per-
sonas (padre e hijo), pues la mayoría de los balleneros oriotarras se encontraban en las pesquerías tras-
atlánticas de “Terra Nova”, por lo que concedieron poder a los dos contratados para que a la vuelta de
América reclutasen “asta tres feridos e arponeros y doze onbres marineros, buenos palatores y espalderos
y entre ellos un talayero”, lo que finalmente lograron el 22 de octubre, contratando a los hombres necesa-
rios para acudir a la costa gijonesa a la caza de ballenas.
Vista de la villa y pue to de Ca dás, fe e o Fot. Luis Muliz Mi a da
13. Con el abandono de las pesquerías balleneras desde finales del siglo XVII, la presencia vasca en la Asturias
marinera prácticamente desaparece, y no será hasta dos siglos más tarde cuando de nuevo resurja y se haga
más palpable. A partir de la segunda mitad del siglo XIX, la aparición del bonito del norte en las aguas del
litoral asturiano, desde el mes de junio hasta septiembre, atrajo a nuestros puertos a numerosas embarcacio-
nes pesqueras procedentes del País Vasco. Los “Vizcaínos”, como popularmente se denominó en Asturias a
los arrantzales vascos, en lugar de esperar a que los túnidos llegasen al Golfo de Vizcaya, comenzaron a ir
en su búsqueda hacia el oeste, hasta la costa asturiana del Cabo de Peñas, y Candás se convirtió en una de
sus sedes principales, hasta el punto que en algunos puertos pesqueros vascos cualquier navegación lejana
por el Cantábrico quedó asociada al término “kandatzera”, en alusión al puerto candasín.
El hecho de que el puerto de Candás fuese elegido como base de operaciones por los vascongados durante
la costera estival del bonito era por la gran actividad de su industria transformadora. En 1880, la villa astu-
riana, que lideraba el sector a escala regional, contaba con ocho fábricas de escabeche. Desde entonces,
hasta comienzos de la década de 1920, se documenta la estancia veraniega en los muelles candasinos de
numerosas embarcaciones de pesca, con sus respectivas tripulaciones, pertenecientes a los puertos de Fuen-
terrabía, San Sebastián, Orio, Guetaria, Motrico, Ondárroa, Lequeitio y Bermeo, que faenaban al bonito
empleando la modalidad de la cacea o “curricán”.
En un principio los pescadores vascos llegaron en sus
tradicionales lanchas caleras, de vela y remo, conocidas
en Asturias como lanchonas o marracanas. Se trataba de
embarcaciones de madera de más de 10 toneladas de por-
te, que tenían entre 12 y 16 metros de eslora, hasta 3 me-
tros de manga y más de 1 metro de puntal. Sus cascos
siempre estaban pintados de color negro, para su propul-
sión llevaban dos mástiles desmontables en los que se
armaban hasta cinco velas diferentes, según el estado del
tiempo, y se gobernaban por un timón de codaste de
grandes dimensiones; con el viento favorable podían al-
canzar una velocidad próxima a los 15 nudos. Posterior-
mente, a partir de la entrada del nuevo siglo comenzaron a
llegar en embarcaciones propulsadas por máquina y cal-
dera de vapor. Las denominadas vaporas o lanchas vaporas eran unos barcos de casco de madera, de pe-
queñas dimensiones, entre 13 y 16 metros de eslora y menores de 20 TRB (Toneladas de Registro Bruto),
que iban provistas de un equipo propulsor formado por una caldera vertical alimentada por carbón y una
máquina de unos 15 C. V. de potencia que transmitía su fuerza a una hélice. Su capacidad para faenar en
todo tiempo y con cualquier arte de pesca acabaría jubilando a las tradicionales lanchas caleras.
En 1885 el escritor asturiano Armando Palacio Valdés (1853-1938), en su novela de costumbres marítimas
“José”, además de plasmar un fiel reflejo de la sociedad de la villa candasina a finales del XIX, relata con
especial minuciosidad el modus vivendi de los marineros vascos durante este tiempo, dándose la circunstan-
cia de que el principal protagonista de la trama era precisamente hijo de un pescador vasco:
“Cuando la pesca anda escasa por la costa de Vizcaya, suelen venir algunas lanchas de aquella tierra a
pescar en aguas de Santander y de Asturias. Sus tripulantes eligen el puerto que más les place y pasan en
él la costera del bonito, que dura aproximadamente desde junio a septiembre. Mientras permanecen a su
abrigo, observan la misma vida que los marineros del país, salen juntos a la mar y tornan a la misma ho-
ra: la única diferencia es que los vizcaínos comen y duermen en sus lanchas, donde se aderezan toscamen-
te una vivienda para la noche, protegiéndolas con toldos embreados y tapizándolas con alguna vela vieja
La has ale as vas as e la dá se a Fot. Edua do Bos-
uets, .
14. que les permita acostarse, mientras los naturales se van tranquilamente a reposar a sus casas. Ni hay riva-
lidades ni desabrimientos entre ellos. Los vizcaínos son de natural pacífico y bondadoso; los asturianos,
más vivos de genio y más astutos, pero generosos y hospitalarios. Cuando navegan se ayudan y se comuni-
can cordialmente el resultado que obtienen: después que saltan en tierra, acuden juntos a las tabernas y
departen amigablemente, apurando algunas copas de vino. Los vizcaínos son más sobrios que los asturia-
nos; rara vez se embriagan: éstos, dados como los pueblos meridionales a la burla y al epigrama, los em-
broman por su virtud.
Uno de tales vizcaínos fue el padre de José. Cuando vino con otros un verano a la pesca, la madre era una
hermosa joven, viuda, con dos hijas de corta edad, que se veía y deseaba para alimentarlas trabajando de
tostadora en una bodega de escabeche...”
La continua presencia
de numerosas embar- caciones de procedencia
vascongada contrata- das por los fabricantes
de escabeches y con- servas candasinos du-
rante la costera del bonito, no solo propi-
ciaría el desarrollo de la industria conservera
local, -a comienzos del nuevo siglo funcio-
naban en Candás 13 fábricas de conservas y
escabeches-, sino tam- bién una importante am-
pliación de los mue- lles. Unas obras de am-
pliación portuaria que iniciadas en 1884, con-
cluían en octubre de 1887 con la construc-
ción de un nuevo espigón como dique exterior “la almena”, y de una rampa-varadero “la rambla”. A pesar
de ello, la gran afluencia de embarcaciones vascas durante sus estancias veraniegas continuaron colapsando
por mucho tiempo la dársena y los muelles locales.
En 1900 pasaban la costera del bonito en Candás entre 30 y 40 lanchas caleras vascas, con una docena de
marineros cada una, procedentes de los puertos de Bermeo, Lequeitio, Motrico y San Sebastián. Y debido
al auge de esta pesquería, en 1903 el puerto candasín se erigía en referente regional con la inauguración de
la primera casa-venta de pescado o rula establecida en Asturias que aplicaba el novedoso sistema de tim-
bres y bolas. Este método de subastar el pescado, aunque estaba muy extendido en los principales puertos
pesqueros vascos y cántabros bajo la gestión de cofradías y sociedades de pescadores, no se aplicaba en
Asturias, donde los productos de la pesca que entraban en sus puertos se subastaban y vendían al aire libre
en los muelles o sobre las propias embarcaciones. Desde entonces y durante décadas, el volumen de la pes-
ca subastada y la importancia en la capacidad de elaboración de las conserveras locales determinaron que la
lonja candasina fijara a otros puertos el precio de las especies básicas –sardina, bocarte y bonito-, que eran
lo principal de las capturas de la flota pesquera de bajura cantábrica.
Pero no solo por la pesca del bonito vinieron los vascongados a la capital de Carreño. Otros pescadores lle-
garon contratados por industriales y armadores locales para realizar otras faenas pesqueras, como el patrón
Pedro Eizaguirre, contratado en 1881 junto a otros marineros vizcaínos por el fabricante de escabeches Pe-
dro Herrero Frutos para tripular una lancha trainera, e introducir un novedoso arte de red de cerco aplicado
a la pesca de sardina a gran escala denominado copo. Y, aunque inicialmente el uso de estas redes suscitó
fuertes enfrentamientos con los pescadores locales, en los que no faltaron agitaciones, huelgas y tumultos
que reclamaron la intervención de las autoridades, vistas las ventajas que tenían para el desarrollo de la in-
dustria pesquera, en poco tiempo se generalizó su empleo.
La has y vapo as o ite as vas as e el i te-
io del pue to de Ca dás, .
15. Fruto directo de la estrecha y cordial relación de los arrantzales vascos con la villa candasina son numero-
sos apellidos, de los que todavía hoy se mantienen vigentes, entre otros, los Alijostes, Aramendi, Badiola,
Echevarría, Eizaguirre, Iriberri, Karrera, Mendiguren, etc.
Además de la pesca las fábricas de conserva fueron excusa para una segunda oleada, y todo por la expe-
riencia de los vascos en diversos oficios auxiliares de esta industria, como lateros, cesteros, barrileros o me-
cánicos. Por ello, desde finales del siglo XIX varios establecimientos conserveros candasinos contaron con
operarios vascos en sus plantillas, y con encargados vizcaínos y guipuzcoanos. Y así llegaron entre otros,
los Génova, los Alcorta o los Iriondo, que luego echaron sus raíces a orillas de las faldas de los montes San
Antonio y San Sebastián.
De igual manera, algunos industriales vascos del
sector conservero, intuyendo posibilidades de be-
neficio decidirían ampliar sus negocios con la
apertura de nuevas sucursales en nuestra villa. Tal
fue el caso del fabricante, vecino de Bermeo, José
Garavilla Quintana, que establecería una fábrica
de escabeches en la calle Río, activa entre los años
1913 y 1915. En 1930 es la importante firma on-
darresa Conservas Ortiz la que inicia un largo y
provechoso periodo de actividad en Candás, ini-
cialmente en una pequeña bodega de alquiler em-
plazada en la calle Pedro Herrero, y desde 1948 hasta 1982 en que cesa el negocio, en una moderna y am-
plia fábrica de conservas, según proyecto del arquitecto Mariano Marín de la Viña. Una instalación que
destacó por sus elaboraciones de anchoa en salazón y en filetes en aceite, bonito en aceite y en escabeche, y
chicharro en escabeche. La factoría llegó a contar en épocas de costera con una plantilla de 60 operarios,
fundamentalmente mujeres. Finalmente, entre los años 1947 y 1950 la empresa EPESA (Elaboraciones
Pesqueras del Cantábrico, S. A.), formada por los socios Francisco Javier Ascondo Ozamis y su cuñado el
italiano Ottone Tremonti Boscariol, con sede social en Bilbao, mantendría abierto un establecimiento de
salazones en la calle Pedro Herrero, en el
mismo local utilizado por la compañía sa-
lazonera italiana Angelo Parodi fu Barto-
lomeo, que tenía como encargada general
a la lequeitiarra Juana Ibáñez Bengoechea,
conocida popularmente en el pueblo como
“Juanona”.
Otro claro indicador de la buena relación
existente entre Candás y el País Vasco
tendría lugar a partir de 1914, con el inicio de
la modernización de la flota pesquera canda-
sina y la adquisición a cargo de industriales y fabricantes establecidos en la villa, de lanchas de vapor
construidas en su mayor parte en astilleros vascos, principalmente en Zumaya y Ondárroa, y en menor me-
dida en Pasajes, Bermeo, Orio, Lequeitio y Motrico. Sin salir del marco de la construcción naval, conviene
mencionar que en el año 1882, aguas arriba del río Oria, el maestro carpintero de ribera Antonio Mutioza-
bal construía en el astillero de Aguinaga, jurisdicción de Usurbil, el vapor María Milagros, de 77 TRB.,
para armadores donostiarras. Un buque de casco de madera, de 25,88 metros de eslora, provisto de una má-
quina de dos cilindros con condensación superficial sistema Campound de 30 C. V. de fuerza nominal, que
T a ajado es de la fá i a de Co se vas
O iz, .
Ei ueta pa a lata de o ito e es a e he de Co se vas O iz, S. L.,
.
16. sería adquirido en 1888 por el fabricante de escabeches
segoviano avecindado en Candás, Pedro Herrero Frutos,
y con el que se iniciaría la pesca con barcos de vapor en
aguas del litoral asturiano.
Los vascos dejaron muchos apellidos en Candás, pero
no sólo eso. Relacionado con el aspecto festivo, hasta
comienzos de la década de 1920, es preciso citar la pre-
sencia en el programa de las fiestas patronales candasi-
nas celebradas en el mes de agosto en honor de San Fé-
lix, de un popular festejo náutico con gran tradición en el
País Vasco. Se trata de la denominada “corrida de patos”,
un espectáculo similar al que cada 5 de septiembre tiene
lugar en la villa de Lequeitio con el nombre de Antzar
eguna o “día de gansos”. Una celebración, de la que
se constata su existencia en la villa candasina, al
menos desde el año 1879.
A modo de conclusión, con este breve artículo que-
remos recordar un capítulo entrañable y destacado
en la historia marinera de nuestro pueblo, y rendir
un merecido homenaje a todos aquellos vizcaínos y
guipuzcoanos que teniendo a la mar como punto de
unión, vinieron a Candás hace muchas décadas a
trabajar, se integraron en la villa y acabaron for-
mando aquí sus familias.
Ma uel Ra ó Rod íguez
As o do. Detalle de o eto pa a ue po de lata de
la a a EPESA, . A hivo Museo del Pes a-
do , Be eo
Cu aña de patos e el pue to de Ca dás, .
Bibliografía
AGUIRRE, Rafael (1994): El Cantábrico, entre la Vela y el Vapor. Una cultura común. Editorial Txertoa, San
Sebastián.
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CUERVO RODRÍGUEZ, Toño (2006): “Emigrantes del mar”, en Asturias y La Mar (Dirección Javier Rodríguez
Muñoz), Editorial Prensa Asturiana, Oviedo.
ESCUDERO DOMÍNGUEZ, Luis Javier (2006): “Presencia vasca en el desarrollo de la pesca en el Cantábrico.
¿Una importancia cuestionable?”, en Itsas Memoria. Revista de Estudios Marítimos del País Vasco, nº 5, Mu-
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(2008): “Los otros industriales: Los salazoneros italianos y la elaboración de anchoas en Candás y Luanco”, en
Remanecer Carreño-Gozón, nº 3, ramóndejulián, s. l., Candás.
RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Manuel Ramón (2003):“Noticias históricas sobre la caza de ballenas en el litoral
asturiano (siglos XIII-XVIII)”, en Gijón, de Moby Dick a otras ballenas, Autoridad Portuaria de Gijón - Edi-
ciones Valnera.
(2007): “Candás, una villa cantábrica, marinera e industrial”, en Candás, un retrato social (1911-1937), (Coord.
Víctor Rodríguez Infiesta), Centro de Escultura de Candás, Museo Antón.
VV.AA. (1993): Conservas de pescado y litografía en el Litoral Cantábrico, (Dirección José Ignacio Homobono)
FEVE, Dirección de Comunicación, Bilbao.
17. XIX FESTIVAL DE BANDES DE GAITES "VILLA DE CANDÁS"
1
PRESENTACIÓN
FE“TIVAL DE BANDE“ DE GAITE“ VILLA DE CANDÁ“
Declarado Fiesta de Interés Turístico Regional, el Festi al de Ba des de Gaites Villa de Ca dás nació en el
año 1997 con el objetivo de recuperar, promocionar y difundir la cultura asturiana, así como de acercar a
nuestra región la música y tradiciones de los llamados países del Arco Atlántico, proponiendo año tras año
una amplia variedad de actividades que ponen en contacto a músicos, artistas y público de diferentes países
y culturas. Nuestro festival es ya todo un referente dentro de la agenda musical y cultural de Asturias,
acercando a nuestro concejo a miles de personas interesadas en disfrutar año tras año de los conciertos,
desfiles, actuaciones y demás actividades que ofrece.
Desde sus inicios, la Asociación Cultural Banda Gaites Candás ha trabajado duramente en mejorar cada
edición del mismo, asumiendo nuevos retos y aportando novedades con el fin de lograr un programa
original, variado y de calidad.
En esta XIX edición, que tendrá lugar los días 17, 18 y 19 de julio, nuestro objetivo no ha sido otro que el de
la mejora, incluyendo diversas e interesantes actividades dirigidas a todo tipo de público. En este sentido,
llevaremos a cabo la II edición de los Concursos de cuerpos de percusión y de parejas de gaita y tambor,
celebrados por primera vez en el año 2014 con un gran éxito de participación, tanto por la afluencia de
público como por el número de concursantes.
También nos hemos acordado del público infantil, incluyendo una actividad musical dirigida a los más
pe ueños, El arpicuento , en el que la reconocida arpista francesa Camille Levecque nos acercará su
música de una manera entretenida, lúdica y dinámica.
Durante los tres días de celebración del festival, se realizará un buen número de desfiles y conciertos que
transcurrirán por diferentes calles y plazas de Candás. Contaremos también con las actuaciones de
destacados grupos folk, como son Borja Baragaño Trío y N’ arba, que serán los encargados de animar las
noches del festival. El día grande será la noche del sábado en el Parque de Les Conserveres donde tendrá
lugar el propiamente dicho XIX Festival de Bandes de Gaites Villa de Candás , con la participación del
Bagad Sonerien Bro Dreger (Bretaña), la Banda de Gaitas Xarabal (Galicia), la Banda Gaites Villa de Xixón
(Asturias), la Banda de Gaites Lakadarma (Asturias), la Banda Gaites Candás (Asturias) y la Ba di a d’
escolinos de la Banda Gaites Candás.
I itá doos a asisti al XIX Festi al de Ba des de Gaites Villa de Ca dás, e i id u o dial saludo de la:
Asociación Cultural Banda Gaites Candás
18. XIX FESTIVAL DE BANDES DE GAITES "VILLA DE CANDÁS"
2
PROGRAMA DEL XIX FESTIVAL DE DE BANDES DE GAITES "VILLA DE CANDÁS"*
Viernes, 17 de julio de 2015
19:00h: Pasacalles y concierto del Bagad Sonerien Bro Dreger. El Paseín.
19.30h: Pasacalles y concierto de la Banda Gaites LaKadarma. Plaza La Baragaña.
20.00h: Arpicuento a cargo de Camille Levecque. Plaza de Bocata.
45 minutos de espectáculo, a cargo de la arpista francesa Camille Levecque, para descubrir el arpa y sus encantos de
manera divertida y sorprendente. Dirigido a público de 3 años en adelante.
Sinopsis:
Una gran arpista viaja desde Francia hasta Candás para ofrecernos un concierto. Llegado el día, se sitúa en el escenario
y empieza a tocar, emanando de su arpa un maravilloso sonido que embriaga nuestros sentidos y que invita a nuestra
mente a soñar. De repente, a la arpista le entra un hambre descomunal y, a consecuencia de esto, se va, dejándonos
aturdidos, sin concierto y con las ilusiones perdidas. Por suerte, una viajera aventurera, que ha llegado aquí por un error
de ruta, nos entretiene con gracia y sigue animando el espectáculo, mezclando carcajadas y suspense. ¿Cómo acabará
el concierto? ¿Volverá la arpista? ¿Llamaran a otra?
23:30h: Nueche de Gaites. Desfile por las calles de Candás de la Banda de Gaitas Xarabal, Banda Gaites
LaKadarma, Bagad Sonerien Bro Dreger y Banda Gaites Candás.
00:00h: Concierto del grupo folk N’Arba y después escenario libre. Plaza de Bocata.
Sábado 18, de julio de 2015
13.30h: Concierto de la Banda de Gaitas Xarabal. Plaza Helios Hermanos.
14:00h: Concierto del Bagad Sonerien Bro Dreger. Plaza de Bocata.
19:30h: Pasacalles y concierto de la Banda Gaites LaKadarma. El Paseín.
20:00h: Pasacalles y concierto de la Banda Gaites Villa de Xixón. Plaza La Baragaña.
23:00h: XIX Festival de Bandes de Gaites "Villa de Candás". Parque Les Conserveres.
- 23.00h: Banda Gaites Villa de Xixón
- 23.15h: Banda de Gaitas Xarabal
- 23.30h: Bandina d`escolinos de la Banda Gaites Candás
- 23.45h: Banda Gaites LaKadarma
- 00.00h: Bagad Sonerien Bro Dreger
- 00.15h: Banda Gaites Candás
19. XIX FESTIVAL DE BANDES DE GAITES "VILLA DE CANDÁS"
3
00:45h: Pasacalles de todas las bandas participantes en el XIX Festival desde Les Conserveres hasta la Plaza
de Bocata.
01:00h: Concierto del grupo folk Borja Baragaño Trío. Plaza de Bocata.
Domingo 19, de julio de 2015
14:00h: Concierto de la Banda de Gaitas Xarabal. Plaza de Bocata.
18.00h: II Concursu de Pareyes de Gaita y Tambor "Villa de Candás". Plaza de Bocata.
20.00h: II Concursu de Cuerpos de Percusión "Villa de Candás". Plaza de Bocata.
21.00h: Entrega de premios.
21.15h: Concierto de la arpista francesa Camille Levecque. Plaza de Bocata.
*La Organización del Festival se reserva el derecho a modificar este programa, en caso de que fuera
necesario.
20. EL LEXICO DE LA FAUNA MARINA EN LOS PUERTOS DE LA ASTU-
RIAS CENTRAL(Por Emilio Barriuso)
21.
22. Las esquinas del círculo
Escribo de él porque recuerdo perfectamente que tras aquellos ojos verdes y cansados, aja-
dos por los años y las olas, estaba la sombra del marinero que había sido. Estaban las tardes
en la proa de su amada “Lola”. El silencio del amanecer frío, las nubes del norte de África y
la vida que no respiraba a su alrededor. Tras aquellos ojos tercos y malhablados, había un
reducto del miedo al horizonte. A esa línea transgresora de materias. Había mil puertos en
los que atracaba el insomnio y los tatuajes y luego caía la noche al regazo de la intemperie
de la luna. Tras aquellos ojos desgastados por la lluvia y a la sombra de su gorra de capitán,
estaba el frío, los truenos, la duda del calendario y la angustia de los días a remojo. Detrás
de su mirada, estaban alistadas, una a una, las cien noches con sus miedos y un diario al que
la mina de un lapicero sangraba de sus venas. Detrás de aquellas ojeras angustiadas por el
tiempo y la familia, estaban las preguntas sin más respuesta que la mirada al frente y el rui-
do de un motor de fondo. Estaba la certeza de quien se sentía dueño de las mareas, de quien
decía conocer las esquinas de aquel círculo, que resultaba ser, la mar.
Escribo de él porque lo fascinante del protagonista es que solo lograba apaciguar la rutina,
al acariciar todas las noches, el minúsculo tesoro que desenvolvía, cuidadosamente, de un
pañuelo blanco y sudado por el calor del rigor del almanaque. De aquel envoltorio sacaban
sus agrietadas manos un Cristo de Candás de plata, al que las iniciales de su madre dotaban
de una magia suprema para que el cielo cuidara de “Lola” hasta que el amanecer dejara
avistar por fin, el puerto de Candás.
COLABORACIÓN DE Alfredo Pérez
30. Fi al e te, Ele a Cue vo e I e e Muñiz se ía te e as e uje se io K .
Las t e e edallas fue o las siguie tes: Rafal Me e dez, Ma io Cast o, y Rafael Passo i hi ie o ue el podio se iñese po
o pleto de ve de e la atego ía C . Lo is o su edió e la atego ía C , o Rafael Passo i esta vez e lo
ás alto del ajó , sie do el su a peo ato pa a David Ga ía y el te e puesto de Rafael Me é dez. E la odalidad de
a oa se log a ía ot as uat o edallas ás: Rafael Me é dez y Ma io ast o ve e ía e C , do de se ía te e-
os Da iel Se a o y Rafael Passo i, ie t as ue e C el segu do puesto se ía de Da iel Se a o y David Ga ía,
ie t as ue José Posada y O tavio Fe á dez se ía te e os
E Kayak ho e, Agusí O dóñez, Aleja d o Ga ía, Luis Cue vo y Ca los Ga ía se ía te e os e K . Aleja d o
Ga ía y Luis Cue vo epei ía posi ió e la jo ada del do i go, esta vez e K .
En total, trece embarcaciones del club lograron medallas en las distancias de 500m y 200m. La distancia de
1000m tuvo que ser suspendida debido a las malas condiciones meteorológicas del sábado tarde de viento,
lluvia y, sobre todo, tormenta.
DEPORTES EN CARREÑO
31. Es uela pú li a urso - Maria Luisa )a o -foto del orrio
JULIO AÑO
AÑO
Ger a , Ber ardo, Ca i o, David, A sel o, Ma uel Morá , Pepi i
padre , Jose María y Eduardo Paredes de Sepie re de .
Vera o de . e Sa A to io por Feli
PASA LA VIDAVIDA