Este documento describe la adaptación digestiva del recién nacido, incluyendo cambios en la succión, deglución, vaciamiento gástrico, motilidad intestinal y secreción de enzimas. Explica que el sistema digestivo del recién nacido es inmaduro y depende inicialmente de la leche materna para ayudar con la digestión. También cubre temas como el color y consistencia normal de las heces de los recién nacidos, síntomas de diarrea, y consejos para los enfermeros sobre la alimentación y detección de problemas
3. INTRODUCCIÓN
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Este cambio implica en el recién nacido una respuesta conjunta del tracto
gastrointestinal que comprende, succión y deglución adecuadas,
vaciamiento gástrico y motilidad intestinal eficaces; regulación de la
secreción salivar, gástrica, pancreática y hepatobiliar, y capacidad de
sintetizar y liberar enzimas para conseguir una efectiva secreción, absorción
y protección de la mucosa intestinal. Es preciso, además, el desarrollo de la
función inmunitaria del intestino.
Desde el punto de vista nutricional, el nacimiento representa el paso de una forma
continua y regulada de sustratos nutricionales (la nutrición transplacentaria), a la
alimentación enteral, fraccionada e intermitente. La madre deja de ser, a través de la
placenta, la fuente de energía y nutrientes.
4. CAMBIOS
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Se cree que la presencia de cierta cantidad de péptidos y enzimas
proteolíticas en la leche humana forma parte de una técnica adaptativa para
compensar la inmadurez del aparato digestivo del lactante, de modo que le
ayuda a digerir mejor las proteínas en los primeros meses de vida, en los
que su capacidad digestiva todavía no está plenamente desarrollada.
• Al nacer el lactante tiene bien desarrollado el reflejo de succión-deglución.
• Las primeras deposiciones en los 3 ó 4 primeros días están constituidas por el meconio
(contenido intestinal del feto de un color verde oscuro, de consistencia pastosa y originado por
la digestión de los productos ingeridos con la bilis, el líquido amniótico y las células
descamadas del tubo digestivo) y debe producirse en las primeras 24-48 horas de vida, sino
aparecen se deberá sospechar algún problema orgánico.
• Una vez eliminado el meconio, las heces del niño con lactancia materna tienen un color
amarillo, son de consistencia blanda-líquida y despiden un olor aromático no desagradable.
Pueden ser emitidas al mismo tiempo que toma el pecho o cada 4-5 días. Con lactancia
artificial, las heces son de color algo más pálido, de consistencia más dura y de olor más
fétido, con una frecuencia de una a dos cada día.
5. COMO ENFERMEROS DEBEMOS ORIENTAR A LA MADRE
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Todos los bebés tienen un grado de
inmadurez gastrointestinal distinto. El
bebé puede ser sensible, entonces
hay que esperar que poco a poco su
sistema madure. Hay que tener
paciencia, seguir siempre dándole
lactancia materna; si lamentablemente
estuviera en determinado momento
con fórmula infantil, entonces el
pediatra decidirá qué es lo que le va a
indicar.
Si no tiene distensión abdominal, no
hay ningún tipo de dolor, no rechaza
el alimento, normalmente puede estar
incluso hasta dos días sin evacuar, y
simplemente hay que estar pendiente
en la medida en que el bebé vaya
haciendo su patrón de evacuación. Si
no hace durante mucho tiempo, es
muy importante llamar
inmediatamente al pediatra para que
dé su opinión basado en el historial
del bebé.
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La primera evacuación de un bebé es de color negro verdoso y se forma durante el
desarrollo fetal, puede tener varias evacuaciones así. Después de unos días, las
evacuaciones deben tornarse de un color amarillo y deben suceder entre una y dos veces
al día si el bebé fue alimentando con fórmula, mientras que, si se alimentó con Leche
Materna, el color es amarillo verdoso y sucede varias veces al día unas horas después de
alimentarse.
Cuando un bebé tiene diarrea, las evacuaciones son acuosas o blandas y muy frecuentes.
La diarrea en un recién nacido puede causar rápidamente una deshidratación y debe
tratarse de inmediato.
El sistema digestivo del bebé al nacer es inmaduro por lo que es normal que en los
primeros meses tenga ciertos síntomas que pudieran parecer alarmantes, pero que
pueden ser naturales para su pequeña edad, un ejemplo son los cólicos.
7. Apoyo y supervisión en la alimentación del RN
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Alimentación forzada:
Este es un método adecuado para niños que
tienen reflejos de succión y deglución inmaduros
o condiciones clínicas precarias que evitan la
alimentación por succión, como una frecuencia
respiratoria mayor de 60/min, anomalías
orofaciales, daño al SNC, y otras complicaciones
médicas que impidan la alimentación por succión.
El alimento es administrado a través de una
sonda oral o nasal, o una sonda colocada de
manera quirúrgica en el estómago, yeyuno o
duodeno.
La posición en decúbito lateral derecho
incrementa el vaciamiento gástrico, el plan de
alimentación deberá ser reevaluado, si ocurre
importante distensión abdominal, residuo gástrico
significativo, cianosis, apnea, vómito, diarrea,
evacuaciones con sangre o aspirado biliar
ALIMENTACIÓN POR SUCCIÓN:
Para el recién nacido a término. Estos neonatos
sanos de manera habitual succionan a libre
demanda una vez cada tres a cuatro horas y de
forma más frecuente cuando son alimentados al
pecho. Estos lactantes en general duermen toda
la noche cuando alcanzan peso de 4.5 a 5.5 kg
(1.5 a 2.5 meses de edad). El bebé después
suspende la toma nocturna y demanda cerca de
cinco tomas al día.