1. En cualquier sector la comunicación es imprescindible, es la manera de transmitir todo
lo que queremos que el mundo sepa. Y si nos centramos en el ámbito de las
empresas, entendemos que tener una comunicación efectiva es vital y aún más
después de la pandemia ya que el distanciamiento social afecta en mayor o menor
medida a todas las relaciones.
¿Cuáles son los factores para una comunicación efectiva?
La comunicación efectiva existe cuando aplicamos correctamente estos cuatro
factores para una comunicación efectiva: escuchar, empatizar, hablar el mismo
‘idioma’ y comprobar la comprensión.
Escuchar
Este es uno de los factores para una comunicación efectiva porque nos aporta
información sobre él mismo.
La mejor forma de mejorar nuestra comunicación es empezar por escuchar más. Para
ello, debemos empezar por poder tener una buena conversación, uno de cuyos
principios es escuchar.
No importa si estamos hablando de qué regalar para estas Navidades o sobre una
estratégia de marketing, en cualquier caso, si escuchamos y sabemos interpretar lo
que nos dicen nuestros clientes (en forma de conversaciones o datos), entonces la
solución se presentará ante nuestros ojos.
Es un buen momento para recordar la vieja enseñanza: “tenemos dos orejas y una sola
boca, justamente para oír más y hablar menos”.
Empatizar
Este es otro de los factores para una comunicación efectiva porque nos brinda saber
ponernos en su lugar, entenderlo mejor y entonces, proporcionarle eso que necesita.
Si somos una empresa que utilizamos terminologías difíciles de comprender, lo mejor
es tratar de explicarle al cliente a qué nos referimos para que se sienta cómodo y que
no damos por hecho nada.
Hablar el mismo ‘idioma’
El hablar el mismo ‘idioma’ va muy relacionado con el anterior punto. En este caso,
para tener una buena comunicación efectiva hay que partir del mismo nivel.
Un ejemplo práctico es cuándo hablas con un amigo, familiar o pareja sobre un tema
determinado y no os entendéis, tu dices a y ellos responden b. Esto pasa muchas
veces en discusiones o en temas polémicos donde cada parte argumenta sus partes
pero no hay debate en realidad porque no se contraargumenta, sino que se va
cambiando de tema y cada uno va a lo suyo.
2. Comprobar comprensión
Muchas veces pensamos que hemos explicado las cosas bien y de manera entendible
y puede ser que sí o puede ser que no. Es importante saber explicarse bien y algo que
se tiene que trabajar para ser un buen comunicador y reducir los problemas, así se
está más cerca de tener una buena comunicación efectiva.
El problema está cuando un cliente, no ha comprendido bien lo que has explicado y no
te lo dice pero afirma con la cabeza que sí. Es por eso que hay que comprobar que ha
asimilado correctamente lo que le hemos explicado. No hace falta hacerle un examen
pero sí que mientras haces la explicación, es aconsejable ir haciendo preguntas como:
¿Qué opinas? ¿Qué te parece? ¿Tienes alguna pregunta o duda?
4 Factores para una comunicación efectiva
Análisis
En cualquier plan, si el primer paso no es el análisis, mal vamos. Es por eso que aquí
no podía ser de otra forma. Hay que pensar en el mercado interno y externo, una
herramienta que te puede ayudar es un DAFO y CAME. Hay que saber en qué posición
estamos en la mente de nuestros clientes, como son ellos, qué objetivos tenemos,
presupuesto…
Definir el mensaje
Dependiendo de qué objetivos tengamos, hay que establecer un mensaje u otro.
Ahora, como estamos entrando en diciembre y se avecina la Navidad, el mensaje que
se quiere transmitir va relacionado con estas fiestas. Es importante que emocione y
genere interés, respetando y ensalzando los valores de la marca.
Elegir los canales de comunicación
Si eres una empresa nueva, es importante saber en qué canales de comunicación tu
público objetivo se mueve para poder comunicarte con ellos. Imagina que lanzas una
campaña en Facebook y la mayoría de tus clientes se encuentran en YouTube, habrías
gastado muchos recursos de manera innecesaria.
Medir los resultados
Empezamos analizando y también terminamos analizando ya que para poder ser
conscientes de qué es lo que funciona para volver a utilizarlo y lo que no para poder
cambiaro, tenemos que ser capaces de reconocerlo y la única manera es medir los
resultados para poder obtener esta información.