12 resumen erge enfermedad por reflujo gastroesofagico
Tto erge
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REFLUJO GASTRO-ESOFÁGICO EN EL ADULTO MAYOR
William Otero R MD
Profesor Asociado de Medicina
Coordinador de Gastroenterología
Universidad Nacional de Colombia
Jorge López
Profesor Titular de Medicina
Coordinador de Geriatria
Universidad Nacional de Colombia
La enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE), es una enfermedad crónica que se
produce cuando el reflujo del contenido gástrico causa síntomas molestos con alteración
de la calidad de vida o daños en la mucosa con o sin complicaciones (1). A nivel mundial
su prevalencia es variable. En Europa occidental y Estados Unidos afecta del 10-20% (2)
de la población mientras que en Asia del 2.5 al 7.1% de la población (3). En los adultos
mayores (AM), la ERGE es la entidad que más frecuentemente afecta la mucosa
esofágica (4,5) y su prevalencia aumenta con la edad, así como también las formas más
severas y complicadas (6), además la edad avanzada es un factor de riesgo
independiente para formas más severas de ERGE (4,7), probablemente debido a que
ellos presentan menos frecuentemente síntomas y mayor prevalencia de comorbilidades
cardiopulmonares que hacen más difícil identificarla y tratarla de manera más temprana
(4-7).
Los mecanismos fisiopatológicos involucrados en la ERGE afectan fundamentalmente al
esfínter esofágico inferior (EEI), que es la principal barrera natural anti-reflujo (6). Entres
tales alteraciones se encuentran las relajaciones espontáneas transitorias (RET) del EEI y
la presión del EEI. Otros factores involucrados son la presencia de hernia hiatal (HH),
alteración de la motilidad esofágica, la producción de saliva y medicamentos que
disminuyen la presión del EEI y la ausencia de infección por H.pylori (6). Cuando se
presentan las alteraciones que favorecen el reflujo del contenido gástrico hacía el esófago
y órganos supraesofágicos, las lesiones de la mucosa se deben al ácido clorhídrico,
pepsina y sales biliares cuando coexiste reflujo duodenogástrico (6,8). Muchos de estos
factores son más frecuentes en los AM. La HH no solo es más frecuente en ellos, sino
que más frecuentemente son de mayor tamaño y este se ha demostrado que es un factor
de riesgo para esofagitis más severas (9,10). La prevalencia de HH en mayores de 65
años es de 60% (11). La mayor prevalencia de HH en los ancianos probablemente está
relacionada con degeneración del ligamento freno-esofágico (4). Los AM frecuentemente
reciben múltiples medicamentos que disminuyen la presión del EEI tales como calcio-
antagonistas, anti colinérgicos, benzodiacepinas y antidepresivos (5) y además
comúnmente también reciben medicamentos que directamente lesionan la mucosa
esofágica como los antiinflamatorios no esteroideos y los bifosfonatos (5,6). La mayor
frecuencia de los factores que predisponen a la ERGE junto con una producción normal
de ácido en los AM (12), probablemente explican el comportamiento de esta enfermedad
en ellos.
Los síntomas característicos y más comunes de la ERGE son la pirosis y la regurgitación
(agrieras) (4). Otras manifestaciones incluyen eructos, acedía acuosa, dolor torácico,
disfagia y odinofagia y síntomas extraesofágicos tales como tos crónica, laringitis,
neumonías recurrentes, erosiones dentales, neumonía recurrente y empeoramiento del
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asma entre otras (4,13). Los AM con menos frecuencia experimentan pirosis y agrieras,
probablemente por disminución de la quimiosensibilidad al ácido (14), así como por la
disminución de la sensibilidad al dolor visceral (15) y por la frecuente coexistencia de
enfermedades como demencia y depresión. Estas características del AM, pueden explicar
en parte la dificultad para hacer el diagnostico temprano de ERGE y por ello la entidad
progrese y se identifique cuando existen síntomas severos (“de alarma”) como disfagia,
anemia, vómito, sangrado o pérdida de peso (5,9). Teniendo en cuenta la dificultad para el
diagnóstico de la ERGE así como de otras enfermedades gastrointestinales en el AM,
recientemente se ha desarrollado un cuestionario (UGISQUE) para la evaluación de
síntomas gastrointestinales superiores en el adulto mayor (16). El diagnóstico de le
entidad es clínico, sin embargo consideramos que la endoscopia digestiva alta, debe
realizarse en todo AM en quien se sospeche ERGE ya que síntomas aparentemente
menores, pueden reflejar la existencia de enfermedad complicada. Este procedimiento
igualmente debe ser realizado cuando existan síntomas de alarma.
El tratamiento de la ERGE en el AM es similar al de cualquier adulto utilizando los
inhibidores de bomba de protones, que son la piedra angular del tratamiento, pero
teniendo en cuenta que en ellos es recomendable una mayor supresión de ácido, por la
alta incidencia de formas severas y de complicaciones de la enfermedad (5) como se ha
mencionado. En pacientes con ERGE la meta de Al igual que en los demás pacientes, los
objetivos del tratamiento son: aliviar los síntomas, cicatrizar el daño de la mucosa
esofágica, mantener la remisión, tratar y evitar las complicaciones (17). Los diferentes
IBPs actualmente disponibles (omeprazol, lansoprazol, rabeprazol, pantoprazol y ela
supresión de ácido es elevar el pH por someprazol), también son eficaces y seguros en
los AM (18). Como en todo paciente con ERGE, la meta de la supresión de ácido es
elevar el pH por encima de 4, el mayor tiempo posible en 24 horas (17). Teniendo en
cuenta que la ERGE es una enfermedad crónica, es necesario el tratamiento de
mantenimiento para evitar recaídas, las cuales se producen hasta en el 90% de los
pacientes al suspender los IBP (5).Las modificaciones en el estilo de vida son
insuficientes para tratar la ERGE. Si es posible se recomienda suspender los
medicamentos que más frecuentemente producen lesiones esofágicas o predisponen a la
ERGE tales como AINES, bifosfonatos, betabloqueadores, calcioantagonistas y teofilina
entre otros (5). Teniendo en cuenta que los IBPs actualmente disponibles tienen una
importante tasa de fracaso en el manejo de la ERGE, entre las terapias del futuro están
los medicamentos “inhibidores del reflujo” cuyo objetivo es inhibir las relajaciones
espontáneas transitorias del EEI (19).Entre estos medicamentos está el baclofen, un
agonista del receptor B del GABA.
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