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Acerca de las Farc y de los tratados de paz
“Un suceso cualquiera de la vida humana es narrado con más fidelidad por sus autores. La tradición conserva
la verdad, pero desfigurada; los documentos de referencia posteriores al acto, pueden adolecer de
involuntarios errores o de juicios parciales; y los historiadores muchas veces no hacen sino novelas, cuando se
empeñan en exornar los hechos con la inventiva del ingenio. Pero cuando se ha levantado el proceso verbal
del acontecimiento; cuando tenemos; cuando tenemos escrita la relación sencilla, rápida, llena de las
impresiones del momento supremo, por los mismos autores de un drama heroico, de una empresa llevada a la
cima con éxito brillante y fechando, por ánimos, por ilustres varones que son fundadore s de la Patria, el
sentido común solicita con avidez la palabra consagrada…”1
Preámbulo.
Dos elementos quiero reiterar. Uno de ellos tiene que ver con el concepto básico relacionado con
los estudios históricos, su recorrido, su lógica y sus conclusiones. Por lo mismo transcribo
documento elaborado por mí y referido a la trilogía “Siguiendo el Corte”, “Aguas Arriba” y “Trochas
y Fusiles escritas por el maestro Alfredo Molano Bravo.
Otro, tiene que ver con un horizonte propuesto. A manera de referencia. Concretamente a la visión
de nación y de país, en el tiempo inmediato a 1819. Para ello, cito texto del hidrógrafo y coronel
Francis Hall y que estuvo al servicio de Colombia. Además reflexiones propias. Lo mismo que
algunos escritos elaborados por mí antes y que considero válidos como contexto.
He decidido comenzar este análisis, transcribiendo el escrito que hice, en torno al método utilizado
por el profesor Alfredo Molano Bravo en su trilogía “Siguiendo el Corte”, “Aguas Arriba”, “Trochas y
Fusiles”.
Siendo el objeto de este trabajo, abordar la reflexión en torno a la historia, en términos de la
metodología y la lógica argumental; considero conveniente expresar algunos aspectos, a manera
de preludio. Uno de ellos tiene que ver con la noción de concepto, en el contexto de la lógica. El
otro tiene que ver con una opción teórica más vasta, en razón a que involucra a la filosofía y su
desarrollo como proceso de interpretación de la vida y de la naturaleza.
En relación a la primera reflexión, fundamentado en el texto indicado para el análisis; está
soportada, en el texto Introducción a la Lógica, escrito por Irving M. Copi. Un soporte teórico
que me remite al análisis conceptual, en torno a la construcción e interpretación de postulados
necesarios para interactuar, en procesos concernientes a la teoría del conocimiento y sus
especificidades. Y, esto, nos conduce también a entender la dinámica de procesos en nexo con
la ciencia, la historia de la humanidad y la naturaleza.
La segunda reflexión, permite profundizar acerca de los contenidos filosóficos. Tanto en lo que
tiene que ver con los desarrollos expresados por las diferentes escuelas; como también en el
significado que adquieren al momento de cotejarlos con la realidad y/o con las narraciones
mitológicas o cuasi mitológicas. Lo que pretendo, entonces, (así como en el trabajo precedente
en torno a la tríada “Siguiendo el corte”; “Aguas arriba” y “Selva Adentro”) es dilucidar el
Terrero A., Santiago “El 19 de abril de1810 fue el día en que seinició la independencia sudamericana”,
página 101.
mensaje que el profesor Molano, transmite y su verdadera dimensión en lo que respecta al relato
histórico como aporte efectivo a la interpretación del proceso que ha vivido nuestra gente a
causa de las violencias oficiales y no oficiales; así como las sucesivas respuestas que se han
ensayado por parte de quienes (querámoslo o no) han ejercido como sujetos individuales y
colectivos, contestatarios.
De la lógica en la narración del profesor Molano.
No es posible asumir este aspecto, sin antes conocer el punto de comienzo en lo que respecta a
los postulados del autor. En relación con su definición de la historia soportada en una noción de
la lógica que conlleva a establecer una dinámica propia en sus escritos, particularmente en
“Trochas y fusiles”; como instrumento básico para entender y desarrollar los procesos. Por lo
mismo que su contenido conlleva a la necesidad de plantear precisiones inherentes a los
diferentes aspectos del conocimiento. Me parece pertinente, entonces, citar, en extenso, la
siguiente expresión:
“…La lógica ha sido definida a menudo como la ciencia de las leyes del pensamiento. Pero esta definición,
aunque ofrece un indicio acerca de la naturaleza de la lógica, no es exacta. En primer lugar, el pensamiento
es uno de los procesos estudiados por los psicólogos. La lógica no puede ser 'la' ciencia de las leyes del
pensamiento porque también la psicología es una ciencia que trata de las leyes del pensamiento (entre
otras cosas) Y la lógica no es una rama de la psicología; es un campo de estudio separado y distinto.
En segundo lugar, si 'pensamiento' es cualquier proceso mental que se produce en la psiquis de las
personas, no todo pensamiento es un objeto de estudio para el lógico. Todo razonamiento es pensamiento,
pero no todo pensamiento es razonamiento. Por ejemplo, es posible pensar en un número entre uno y diez,
como en los juegos de salón, sin elaborar ningún 'razonamiento' acerca del mismo. Hay muchos procesos
mentales o tipos de pensamiento que son distintos del razonamiento. Es posible recordar algo, o
imaginarlo, o lamentarlo, sin razonar sobre ello. O uno puede dejar 'vagar' los propios pensamientos en un
ensueño o fantasía, construir castillos en el aire, o seguir lo que los psicólogos llaman 'asociación libro, en la
que una; imagen remplaza a otra en un orden que no tiene nada de lógico. A menudo, esta sucesión de
pensamientos en la asociación libre tiene una gran significación y sobre ella se basan algunas técnicas
psiquiátricas. Por supuesto que no es necesario ser un psiquiatra para comprender el carácter de una
persona mediante la observación de este flujo de su conciencia. Hasta constituye la base de una técnica
literaria muy efectiva, iniciada por James Joyce en su novela Ulises. Inversamente, si se conoce bien de
antemano el carácter de una persona, es posible seguir y hasta anticipar el curso de su flujo consciente.
Todos recordamos cómo Sherlock Holmes acostumbraba romper los silencios de su amigo Watson para
responder la misma cuestión a la cual había sido conducido el doctor Watson en sus meditaciones. Parece
haber ciertas leyes que gobiernan el ensueño, pero no son del tipo de las que han estudiado
tradicionalmente los lógicos. Su estudio es más apropiado para los psicólogos, y las leyes que describen las
evoluciones de la mente en el ensueño son leyes psicológicas, no principios lógicos. Definir la lógica como la
ciencia de las leyes del pensamiento es incluir demasiado dentro de ella.
Otra definición común de la lógica es aquella que la señala como la ciencia del razonamiento, Esta
definición evita la; segunda objeción, pero no es aún adecuada. El razonamiento es un género especial de
pensamiento en el cual se realizan inferencias, o sea en el que se derivan conclusiones a partir de premisas.
Pero es aún pensamiento y, por tanto, forma parte también del tema de estudio del psicólogo. Cuando los
psicólogos examinan el proceso del razonamiento, lo encuentran sumamente complejo, emocional en alto
grado y moviéndose por medio de desmañados procedimientos de ensayo y error iluminados por repentinos
chispazos de comprensión, a veces inconexos en apariencia. Éstos son de la mayor importancia para la
psicología. Pero no son en absoluto de la incumbencia del lógico los oscuros caminos por los cuales la
mente llega a sus conclusiones durante los procesos reales de razonamiento. Solo le interesa la corrección
del proceso, una vez terminado. Su problema es siempre el siguiente: ¿la conclusión a que se ha llegado
deriva de las premisas usadas o afirmadas? Si la conclusión se desprende de las premisas, esto es, si las
premisas constituyen un fundamento o una buena evidencia de la conclusión, de manera que afirmar la
verdad de las premisas garantiza la afirmación de que también la conclusión es verdadera, entonces el
razonamiento es correcto. En caso contrario, es incorrecto. La distinción entre el razonamiento correcto y el
incorrecto es el problema central que debe tratar la lógica. Los métodos y las técnicas del lógico han sido
desarrollados esencialmente con el propósito de aclarar esta distinción. El lógico se interesa por todos los
razonamientos, sin tomar en cuenta su contenido, pero solamente desde este especial punto de vista. “2
Quiere decir lo anterior que nos encontramos ante una definición que plantea una estructura
compleja. Porque remite a interactuar con diferentes áreas del conocimiento, al momento de
postularla. Es, entonces, una figura que reivindica el proceso de interpretación y de inferencia,
como una hilvanación en la que existen momentos diferenciados. Inclusive, remite a las
expresiones en el manejo de la verdad y de sus instrumentos precedentes, a la manera de los
diagramas de Venn, en la teoría de conjuntos.
Cuando, Irving Copi, plantea su opción teórica referida al conocimiento y distinción de las cosas y/o
de las ideas en un determinado contexto (página 57 del texto, en la edición anotada); lo hace por
la vía de lo que él mismo entiende por género y diferencia. En su precisión, cuando hace referencia
(a manera de ejemplo) al género polígono y sus nexo con el concepto de triángulo; infiere que la
distinción se construye, a partir de referenciar especificidades de una figura concreta, en un
determinado contexto que involucra un concepto más amplio. Diríamos, de una totalidad.
Veamos lo anterior, remitido a algunas definiciones en términos del Conocimiento ordinario. Aquí el
contexto, asimilado al género, tiene que ver con la noción de la teoría del conocimiento. La
diferencia se expresa al momento de hablar del significado que adquiere la noción de conocimiento
ordinario. Entendido este como los elementos conceptuales y prácticos aplicados en la cotidianidad.
A diferencia, por ejemplo del conocimiento científico que involucra aspectos precisos extractados
del análisis científico en áreas específicas de la ciencia.
Entonces, la proximidad está dada por la referencia a una especificidad que se propone en el
contexto de una noción más general. Lo que convoca a entender los elementos relacionales entre
teoría del conocimiento y conocimiento ordinario. El mismo método de reflexión vale para la
especificidad “conocimiento científico”.
Mediante un procedimiento similar, podemos construir elementos de referencia. Existiendo un
contexto y unas aristas que tocan a los elementos referenciales; por la vía de establecer esas
aristas; bien sea en la totalidad del discurso conceptual o en una materialización.
Veámoslo en otro ejemplo. Cuando se habla, del recorrido o proceso histórico, se habla de un tipo
de conocimiento que debe ser planteado con arreglo a los elementos teóricos propios de ciencias
sociales; pero también en lo que respecta a la verificación y cotejación en lo que se ha dado en
llamar trabajo de campo. Se establece una determinada categorización. Siendo, las matemáticas
una ciencia, desde ahí se desprenden conexiones (aristas) que permiten entender la utilización de
esa ciencia en procesos específicos. Por ejemplo, en la estadística. Se configura, por lo tanto la
noción de género (ciencia matemática) y una especificidad (estadística). O sea que, el género
2 Copi M., Irving.“Introducción a la Lógica”. Séptima edición; páginas 9-10
próximo a la ciencia en general, es la ciencia matemática y la diferencia específica que se supone
tiene otros insumos que la diferencian de las matemáticas y, en general del concepto de ciencia.
Así, en consecuencia, en la historia de la humanidad, ha habido procesos generales (a la manera de
géneros) y en el contexto de esos procesos generales, procesos específicos; a manera de géneros
próximos y, a su vez, a la manera de diferencias concretas.
Si tomamos, por ejemplo, el concepto de mito; (al menos esa es mi interpretación) que aparece en
el texto analizado (ver: último capítulo del texto, página 201 y siguientes) podemos asumir que el
contexto general tiene que ver con la cosmología que tiene como premisa un proceso, a manera de
abstracción y, mediante el cual, se pueden asumir interpretaciones o prefiguraciones del rol de la
humanidad y de sus orígenes. Un elemento que ejerce como género próximo es el que se relaciona
con el contenido religioso o, mejor aún, la manera como, mediante una religión específica se
construye un mito también específico.
. El concepto de historia en los textos del profesor Molano, caso: “Trochas y
Fusiles”.
En principio, es un recorrido por la historia de la humanidad. En esto, podemos decir que tiene
similitud con otros textos y otros autores. Sin embargo, aparecen algunos elementos diferenciales.
Uno de ellos tiene que ver con los aspectos circunstanciales que aparecen el texto y la manera
como son presentados. Mediante una estructuración en la cual, se precisan conceptos como mito,
el testimonio histórico como prueba, las tradiciones, las generalizaciones.,. etc.
Ahora bien, en lo que respecta a la noción de credibilidad o no de determinadas formas del
conocimiento; lo pertinente es efectuar una cotejación entre las definiciones propuestas, a manera
de ejemplo, por José Gajate y su nexo con la lógica. Fundamentalmente, a partir del texto
“Introducción a la Lógica de Irving Copi. Porque, cualquier acercamiento a un entendido de
conocimiento, tiene como punto de comienzo el método con el cual se construyan aseveraciones.
Siendo así, entonces, cuando José Gajate habla de observaciones en el entorno o de testimonios
fiables, de tradiciones, etc.; está hablando de expresiones y definiciones que pueden convertirse en
categorías. Y, esas categorías, a su vez, están referenciadas por una determinada interpretación.
Entonces, aparece la interacción específica y general; entre los contenidos históricos y la lógica
como categoría y como método para inferir conclusiones también generales y específicas.
Veamos esto último: La alusión, por la vía del método, al ejemplo denominado La historia del pavo
inductividad; puede entenderse como ejemplo para precisar lo relacionado a la utilización de un
determinado método. Desde la interpretación lógica, es un proceso inherente a la teoría del
conocimiento. Desde el punto de vista general de la historia y la filosofía, puede entenderse como
una reflexión que incluye el rol del sujeto; en un proceso mucho más vasto.
Lo mismo en lo que respecta a la noción de mito y su especificidad en el Mito de Perséfone. Aquí,
vuelve y aparece la posibilidad de una diferenciación que puede ser entendida como circunstancial.
Que conlleva, de una parte, a la cotejación entre la generalidad mito y la especificidad de
Perséfone. Se tocan, otra vez, entonces, la noción filosófica y la noción de lógica. Todo en el
contexto de la teoría general de las construcciones mitológicas y sus referentes.
Para el caso que me convoca, el concepto de historia y la metodología en el profesor Molano, me
parece sensato, citar un trozo del prólogo a la obra (“Trochas y fusiles”), escrito por el
investigador William Ramírez Tobón: “…Ya la portada del libro le hace un guiño bastante expresivo al
lector al enmarcar a la organización guerrillera dentro del título Trochas y fusiles. Y es que las FARC no son
sólo las armas defensivas de la contención militar propia de la etapa inicial de colonización armada, o las
ofensivas de la siguiente fase de movilidad guerrillera, o las desestabilizadoras y terroristas del momento
actual. Las FARC son también las trochas abiertas en una descomunal y heroica empresa de movilización
social, a través de las cuales transitaron poblaciones enteras en un forzado proyecto de civilización alternativa
de grandes sectores de nuestra geografía nacional. Son, en fin, una cultura marginal y, no obstante, muy
importante, acumulada a lo largo de más de medio siglo de enfrentamientos campesinos con los poderes
locales de la riqueza y con el Estado…”3
Sinceramente, no sé con qué soporte habla el profesor Ramírez, cuando describe de esa manera el
rol y los principios asumidos por el profesor Molano. Porque, si algo queda claro para mí, es el
distanciamiento realizado por el maestro Molano, con respecto a las opciones válidas de
interpretación. Más bien aparece, en el texto, una opción utilitaria. Como, cuando yo hablaba en
documento producido en 2002, titulado “Los beneficiarios de la guerra” (el cual perdí, como
consecuencia de mi analfabetismo en sistemas). Decía, algo así, como que este conflicto que nos
cruza, ha dado para todo. Desde las opciones militaristas y paramilitaristas del matarife Álvaro
Uribe Vélez; hasta el crecimiento de programas de pre y posgrado para preparar el oficio que se ha
dado en llamar “politología”, de la cual derivan activos analistas (politólogos) periodistas.etc. Sin
que esto implique una profundización en el conocimiento del conflicto; sino más bien, la aparición
de lenguajes ambiguos y tendenciosos, en muchos casos; como el del profesor Molano. Como
ejemplo, presentó dos trozos de “Trochas y fusiles”; en los cuales es evidente la “ambigüedad
tendenciosa del maestro.
“…La insatisfacción cundía, y aunque todo el mundo estaba conciente de que el problema era el
bajo precio de la base de coca, nadie hablaba del asunto. Más bien se acusaba al gobierno de no
hacerse presente en la región con créditos, vías, educación, salud. Se alegaba también que era
necesario levantar la Reserva Especial y Forestal del área de La Macarena, para poder acceder a los
títulos de propiedad sobre la tierra. Estos argumentos hicieron marchar en tres ocasiones a los
colonos de la región de San José del Guaviare…4
(subrayado mío).
Me queda claro que el profesor Molano desdice, con esta expresión, su tipificación anterior, cuando
hablaba con certeza del rezago de estas regiones, como efecto colateral de la ausencia estatal. Es
un giro conceptual en el cual aparecen los colonos como auspiciadores del atraso y, por el contario
el Estado y el gobierno son víctimas de esa tergiversación de la realidad.
“…La Universidad Nacional me contrató a mí, Alfredo Molano, como parte del equipo de investigación. En tal
condición llegué al pueblo de La Macarena, con quince estudiantes, casi todos de sociología. Por más inquietos
que fueran, los sorprendió la dura realidad que se vive en una zona de colonización. Caminar por una
rastrojera, montar en canoa y, sobre todo, aceptar que poco sabían, fue duro.
…Teniendo en cuenta (sic) la situación de orden público, el estudio se suspendió, pues como se basaba en una
encuesta, la gente no estaba en ánimo de dar muchos datos, sobre todo porque los encuestadores y los
3 Ramírez T., William,prólogo a la obra “Trochas y Fusiles”primera edición Instituto de Estudios Políticos y
Relaciones internacionales.El Áncora Editores 1994, páginas 18-19.
4 Molano B., Alfredo. “Trochas y fusiles”.Primera edición,1994.El Áncora Editores, páginas 201-202.
soldados habían llegado al tiempo. Después de haber recorrido el Guayabero para arriba y para abajo con
Juana Escobar, Marta Arenas y Fernando Rozo, decidimos remontar el Duda has La Uribe en vista de la
suspensión inesperada del trabajo con la Universidad Nacional. Nos despedimos de los estudiantes y nos
embarcamos aguas arriba…Les propuse (sic) seguir Duda arriba una vez hubiéramos llegado a La Uribe. Era
un viaje con el que habíamos soñado muchas veces, porque por ese camino huyeron de Villarrica hacia el
Llano los desplazados por la guerra de Villarrica…”5
(Subrayado mío)
No sé qué me sorprende más. Si la acción de abandonar a su suerte a los y las estudiantes; o la
actitud que habla del “sueño en el paraíso perdido”; como quiera que la noticia estaba en territorio
de del Secretariado.
Lo que sí es, absolutamente claro, es que el profesor Molano encaja, perfectamente, en la
descripción que hice de “los beneficiarios de la guerra”
. La cotejación de la ética de lo posible del profesor Molano, con algunos
escritos de Husserl y de Kant.
Uno de los aspectos que me convoca a profundizar en torno a la teoría de Edmund Husserl, tiene
que ver con su punto de encuentro con el soporte metodológico y de discernimiento utilizado por
Immanuel Kant. En estos dos pensadores, aparece un soporte básico en lo que hace referencia al
significado que adquiere la intervención del sujeto, a partir del conocimiento y/o experimentación
directa con la naturaleza. Es tanto como entender, en Husserl y en Kant, una expresión en la cual
se cuestiona el rol de la razón en el proceso que conlleva a la delimitación de las cosas en sí
mismas y su conexión con la generalización que efectúa el sujeto a partir de esa misma
delimitación. Se trata, en consecuencia, de abordar los hechos y los elementos inherentes a la
naturaleza como objetividad, con el propósito de proponer una interpretación según la cual, es la
autonomía del sujeto y sus posibilidades de abstracción, la única que permitirá descifrar la esencia
de las cosas.
Veamos lo anterior, en apretado resumen con el riesgo que esto supone, en la siguiente afirmación
de Immanuel Kant en su obra Crítica de la razón pura: “.Todas las cosas que intuimos en el
espacio o en el tiempo...no son más que fenómenos, es decir, puras
representaciones...”. Comparemos esta afirmación con lo expresado por Edmund Husserl:”...La
patente posibilidad de llevar a cabo generalizaciones o modificaciones de la aritmética formal, mediante las
cuales pueda ésta elevarse sobre la esfera cuantitativa, sin alterar esencialmente su carácter teorético ni su
método calculatorio, hubo de despertar la intelección de que lo cuantitativo no pertenece a la esencia más
general de lo matemático o formal y de los métodos calculatorios fundados en ella. Cuando descubrí en la
lógica matemática una matemática que efectivamente no tiene nada que ver con la cantidad y, sin embargo,
constituye una incontestable disciplina de forma y método matemáticos, que trata en parte los antiguos
silogismos y en parte también nuevas formas de raciocinio, extrañas a la tradición, se me plantearon los
importantes problemas sobre la esencia de lo matemático en general, sobre las conexiones naturales o los
posibles límites entre los sistemas de la matemática cuantitativa y no cuantitativa, y especialmente, por
ejemplo, sobre la relación entre lo formal de la aritmética y lo formal de la lógica…”6
Esta comparación, desde mi interpretación, permite entrever un nexo fundamental, como quiera
que se proponga (en Kant y en Husserl) un ejercicio de abstracción a cargo del sujeto; de tal
manera que le permita trascender los datos que otorga el conocimiento directo de los fenómenos
5 Molano B., Alfredo. Obra citada,página 205.
6 Husserl,Edmund “investigaciones lógicas”,tomo I. Ed.Altaya S.A., 1995, páginas 21-22.
que se evidencia y/o intuyen en la naturaleza. A partir de ahí, entonces, cada sujeto puede y debe
realizar un proceso en donde la razón actúa como simple intermediaria, pero no constituye el
elemento básico para acceder a la profundización acerca del significado último de ese fenómeno
concreto. En este sentido, como lo advierte también Kant en su obra Crítica de la razón pura”,
supone una ruptura con el escepticismo de David Hume7
, quien negó la relación de causalidad, al
afirmar: “...La razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la
experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado. Cuando la mente, por tanto, pasa
de la idea o la impresión de un objeto, a la idea o creencia en otro, no se guía por la razón, sino por ciertos
principios que asocian juntas las ideas de esos objetos y los relaciona en la imaginación”. 8
Se configura así, entonces, un nexo entre Immanuel Kant y Edmund Husserl, en cuyo núcleo
aparece una noción acerca del conocimiento a partir de la reflexión lógica. Los elementos
constitutivos de sus teorías, desembocan en posiciones de identidad indiscutida. Los dos asumen la
figura de las proposiciones y de los instrumentos a priori y a posteriori para resolver acerca del rol
que desempeña la razón y cada sujeto, en el proceso de aprehensión y dilucidación en cuanto al
significado último de los fenómenos externos, con respecto a la esencia de que subyace a los
mismos. Ya lo advertía José Ortega y Gasset9
, en la presentación del texto “Investigaciones lógicas”
(Edmund Husserl):
“..Pero ¿qué cosas hay permanentes? El racionalismo tuvo que echarse a buscar objetos capaces
de permanencia e inalterables. Y fuera de Dios, objeto ultra racional, sólo encontró los universales,
los conceptos. He aquí que Husserl muestra cómo un contenido individual – esta mesa es negra- es
en cuanto puro fenómeno idéntico a sí mismo, permanente, inalterable. En este punto llena la
aspiración perdurable del racionalismo. Pero, al punto, se descubre cómo no es la identidad sin más
lo que proporciona racionalidad a un objeto. La mesa negra aquí es irracional porque aunque es
eso y sólo eso en inquebrantable identidad podría ser de otro modo. No le basta ese atributo de
inmarcesible para ser una esencia: su identidad es a la par permanente y contingente – no
necesaria, no esencial- .De aquí que el descubrimiento fenomenológico no pueda, a pesar de todo,
aprovecharse como avance decisivo del racionalismo sino que obligue a recaer en el elemento y
límite tradicional de éste: en lo general o universal, en la esencia. Algo importante se ha ganado,
sin embargo: por vez primera la fenomenología da un fundamento al racionalismo que hasta ella se
apoyaba en pura magia...”10
Con las anteriores consideraciones, me permito expresar la siguiente reflexión en torno a la lógica
de Edmund Husserl, definida como La fenomenología.
. Edmund Husserl, la fenomenología, su lógica, como instrumento para el análisis, de la historia del
profesor Molano.
7 Hume, David,(1711-1776) filósofo y economista escocés.Algunas de su obras fueron: “Tratado sobre la
naturaleza humana”; “Investigación sobreel entendimiento humano”
8 Tomado de versión publicada por EnciclopediaEncarta,del texto “Investigación del entendimiento
humano (David Hume)
9 Ortega y Gasset, José (1883-1955),nació en Madrid,España.Filósofo y ensayista.Alguna desus obras:“Los
terrores del año mil.Crítica de una leyenda”.; “La rebelión de las masas”.
10 Ortega y Gasset, José. Presentación a la obra:“Investigaciones lógicas”,de Edmund Husserl.Ediciones
Altaza S.A, 1995,página 19.
En el apartado anterior, hice referencia al punto de encuentro entre las teorías de Immanuel Kant
y Edmund Husserl. En resumen, presenté mi interpretación acerca de ese punto de encuentro,
como una identificación con respecto a la relación entre los fenómenos concretos de la naturaleza ,
el rol de la razón y el proceso que conlleva a la búsqueda de la esencia de esos fenómenos; a partir
de la intervención del sujeto autónomo que efectúa una abstracción necesaria de la significación de
esos fenómenos concretos; para arribar a una generalización en la que esos mismos fenómenos, si
bien constituyen un punto de partida, no por ello definen su esencia, en el contexto del
conocimiento puro. En otras palabras, la cosa o el fenómeno concreto, debe ser trascendido,
discernido (...o mejor, descartado), si queremos acceder a la esencia. Es pues, un recorrido en que
interviene el sujeto como ser autónomo, cuya razón identifica en principio el fenómeno como dato
apriorístico; pero ignora su nexo con la universalidad del conocimiento; el cual se erige como
condición necesaria para entender la verdadera dimensión de la naturaleza como postulado
primario que puede llegar a condicionar la esencia, pero que no es la esencia en sí.
Esto es mucho más claro, colocado en términos de Edmund Husserl y su definición de la reducción
fenomenológica o epoje, en su obra Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía
fenomenológica (1913). Veamos:
“Reducción fenomenológica o enoje: Una descripción de las estructuras de la conciencia
trascendental, fundada en la intención de la esencia de esas estructuras.
La fenomenología es un idealismo que no consiste más que en la auto explicitación de mi ego como
sujeto de todo posible conocimiento, llevada a cabo de modo consecuente en la forma de una
ciencia ególica , sistemática y esto con respecto al sentido de todo lo que es, que debe poder tener
justamente un sentido para mí, el ego…” 11
Ya Hegel12
, había adelantado una confrontación respecto a la teoría de Immanuel Kant, a partir de
su postulado básico lo que es real es racional y lo que es racional es real. Esta confrontación
adquirió un significado trascendental, en razón as que le permitió la construcción de un sistema
diferente al de Kant. Para Hegel, el proceso del conocimiento está centrado en una relación
dinámica y coherente entre tesis, antítesis y síntesis. Este método, está desarrollado en su lógica
dialéctica; a partir de la cual la naturaleza como un todo, puede ser conocida e interpretada, por la
vía de la asunción de un rol activo del sujeto que reconoce la existencia del mundo exterior, lo
trasciende y desarrolla; sin que ello implique el desconocimiento de los fenómenos concretos, de su
existencia plena y efectiva; no como ilusiones y/o representaciones.
Entonces, lo que hace Edmund Husserl, hasta cierto punto significa un desconocimiento de las
aportaciones hegelianas al proceso de desarrollo del conocimiento. La interacción entre razón,
naturaleza y abstracción, adquiere para Husserl un significado en el cual la abstracción autónoma
del sujeto, pasa por entender la naturaleza y sus expresiones concretas, como representación que
condiciona la libertad del sujeto y lo conmina a una identificación que lo subsume en una especie
de empirismo que lo degrada; en razón a que no le permite recorrer un camino sin ataduras hacia
el descubrimiento de la esencia de las cosas, a su generalización pura, como insumo absolutamente
necesario para alcanzar la esencia.
11 Husserl,Edmund, en su obra: “Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica”.
12 Hegel, Georg WilhelmFriedrich (1770-1831),filósofo alemán.Algunas de sus obras.“Fenomenología del
espíritu”; “Filosofía del derecho”.
Veamos lo anterior, en palabras de Jean Paul Sartre13
: “...En efecto: cuando Husserl, en las
Meditaciones artesianas y en Formale und Transzentantale Logiik, se preocupa de refutar el
solipsismo14
, cree lograrlo mostrando que el recurso al prójimo es condición indispensable de la
constitución de un mundo. Sin entrar en los pormenores de la doctrina, nos limitaremos a indicar su
eje fundamental: para Husserl, el mundo tal como se revela a la conciencia es intermonádico. El
prójimo no está presente en él sólo como una aparición concreta y empírica, sino como una
condición permanente de la unidad y la riqueza del mundo. Cuando considero, tanto en soledad
como en compañía, esta mesa o ese árbol o aquel lienzo de pared, el prójimo está siempre ahí
como un estrato de significaciones constitutivas que pertenecen al objeto mismo que hoy estoy
considerando, en suma, como el verdadero garante de su objetividad...”15
A manera de conclusión: la lógica de Edmund Husserl está centrada en su definición del significado
que adquiere la exterioridad, con respecto al sujeto. Su fenomenología, asume la necesidad que
tiene el sujeto de desatar el condicionante (la realidad) que lo inhibe para trascender hacia el
conocimiento de la esencia. Por esta vía desemboca en una identificación plena con el postulado,
ya citado por mí, de Immanuel Kant: “Todas las cosas que intuimos en el espacio o en el
tiempo...no son más que fenómenos, es decir, puras representaciones...”
Por lo tanto, entonces, su método está asociado a un proceso de abstracción de la realidad que
pretende la búsqueda de la esencia de las cosas, eludiendo su objetividad y existencia en sí.
. Conclusión.
Me decepciona el profesor Molano, al menos en lo referido a dos textos de la tríada: “Siguiendo el
corte” y “Aguas arriba”; y en este texto “Trochas y fusiles”.
Me queda la sensación y la preocupación de estar ante un historiador más. Es decir, sin el talante
de agudo observador de la realidad social en nuestro País. Resumo: Me parece un “politólogo”,
encaminado a pasar por encima de esa realidad, analizarla con una metodología que, al menos en
sus estudios, no es otra cosa que la descripción, a través de sus personajes, de un universo de
realizaciones y acciones, que no conducen a un legado digno de ser reivindicado a la hora de
efectuar un inventario.
Del texto “Santander y la Opinión Angloamericana. Visión de viajeros periódicos. 1821-1840
“(Francis Hall y William Dane).
Es, como en el caso anterior referido a la obra del profesor Alfredo Molano Bravo, lo que sigue es la
postulación de un hilo conductor. En referencia la visión, particularmente de Francis Hall. Es tanto
como mostrar las condiciones, la lógica conceptual y los intereses de personas adscritas en
condición de analistas y codificadores. En lo social, político y económico. Este texto adquiere
trascendencia, por lo mismo que grafica lo que éramos con posterioridad a 1819. Particularmente,
13 Sartre, Jean Paul (1905-1980),escritor,dramaturgo,filósofo y periodista francés.Algunas desus obras:
“Crítica de la razón dialéctica”;“ El ser y la nada”.
14 Punto de vista que define que la realidad es obra dela actividad dela mente, que nada existe por fuera de
uno mismo. Nota mía.
15 Sartre, Jean Paul,“El ser y la nada”,editorial Altaza S.A., edición 1995,página 262
entre 1821 y 1840. Como quiera que fue escrito en términos de la refrendación de nuestra
situación. Del desarrollo previsto. Y, lo más importante, el nexo con el Imperio Inglés. Una serie de
expresiones y recomendaciones. Como si se tratara de revivir la sumisión anterior al Colonialismo
Español. Como guindando objetos de colores y de diferentes poses, al árbol representativo de una
nación en ciernes. Una especie de diatriba impúdica adornada con señuelos éticos. Con sutiles
expresiones, en la intención de proclamarse como defensores de lo nuestro. Como si estuviésemos
en condición de parias sin agregados útiles para el universo. Como si Bolívar y Santander, con el
mando libertario, hubiesen claudicado. Endosando la construcción de las normas básicas para
ejercer como nación. Como país. Como nación. Con sustento propio. Precisamente es, desde ahí,
que cobra sentido el entendido de autonomía y de futuro.
“…3 Gobierno.
La forma de gobierno establecida por una nación que, como Colombia, emerge de una estado de degradación
política para entrar al campo no probado de la existencia nacional, no puede considerarse sino como un
experimento que el tiempo debe justificar o corregir. La vanidad de los legisladores busca atribuir a sus
primeros esfuerzos para la elaboración de la constitución, una durabilidad y perfección que no es probable que
disfruten. No es fácil calcular el espíritu político de un pueblo todavía ignorante de lo que es autonomía: si sus
tendencias son por fortuna liberales y claras, sus instituciones rápidamente sobrepasarán las ideas de sus
primeros legisladores .Si, infortunadamente, ocurre el caso contrario, la forma de su gobierno se acomodará
con prontitud a sus defectos, aunque los nombres y las apariencias republicanos deban dejarse todavía para
burlar su esclavitud.
La actual constitución de Colombia fue establecida por el congreso de Cúcuta en 1821. Declara la
independencia perpetua dela nación, la soberanía del pueblo, la responsabilidad de los magistrados y la
igualdad de derechos; el poder legislativo es dado a un senado y a una cámara de representantes; el senado
está compuesto por cada uno de ls departamentos de la República (que son ocho), elegidos de la misma
forma que los representantes a la cámara: el período es de ocho años, las funciones específicas del senado
son las de una corte suprema de justicia en caso de la acusación por parte de la cámara de representantes,
sus funciones ordinarias son las misma de esta última…”16
Creo inferir un asunto de trascendencia, en términos del direccionamiento jurídico y político. Algo
así como un enjambre de vicisitudes relacionadas con la perspectiva de nuestra nación, de la
república y del país. Porque, de un lado, estaba el acumulado de respaldo por la guerra de
liberación. Pero, de otro lado, se evidenciaba un vacío profundo. Como aquello de no reconocer el
universo político, social y económico en el cual se desenvolvía el mandato popular. Con respecto a
los interesen en juego. Un Imperio en su desvarío y pérdida de su poder. Otro naciente. Estados
Unidos de América. Con la marca de expoliación similar.
“…Los trozos fueron más bien seleccionados según su pertinencia según a la carrera política de Santander. Si
yo hubiera recogido todas las sobre Colombia, el foco principal habría sido Simón Bolívar y no, el “hombre de
las leyes”, al menos en la década de 1820. Lo cierto es que Santander surgió apenas lentamente de la sombra
del Libertador. Los crecientes. Conflictos entre estos dos hombres, hicieron que a Santander se le enfocara en
los Estados Unidos.
16 Hall,Francisy otro. “Santander y la opinión angloamericana.Visión deviajeros y periódicos”.Biblioteca de
la Presidencia dela República,1991.Páginas14-15
1. Introducción
Sea lo primero un énfasis: nunca he creído en la revolución como opción incierta. Algo parecido a
entender que, una vez iniciada la lucha por la liberación y, como correlato, la instauración de un
régimen socialista, por la vía de un partido que conduce a nombre de la Clase Obrera. Por lo
mismo, entonces, asumo la obligación de darle continuidad. A nombre de los valores inherentes.
Es decir, a confrontación a muerte con la burguesía. No cabe punto de mediación. No se trata,
ahora, de ignorar la necesidad de configurar tránsitos de recomposición. Por lo menos así lo
pueden evidenciar momentos precisos. Como sucede en toda guerra. Posibilitar tácticas, según el
comportamiento del frente burgués.
Pero no es lo mismo, tratándose de recomposiciones ideológicas y políticas de largo aliento.
Porque, de ser así, se desemboca en ese tipo de opciones en los cuales lo que cuenta es el juego a
la reversa absoluta. Como si no importara el acumulado de acciones y de convocatorias. Ante todo,
tratándose de un proceso como el nuestro. Un país inmerso, históricamente, sucesión de guerras. A
veces presentadas, por parte de la burguesía y los terratenientes, como expresiones centradas en
desviaciones atípicas respecto a la yunta propuesta y ejecutada por el poder imperante. Un
consecutivo que ha involucrado, siempre, a los nativos, a los campesinos y campesinas, a los
obreros y obreras y al lumpen proletariado; como invitados (as) para que sirvan de sparring. Todo
por la vía de a fuerza. Militares y policías al servicio de la propuesta de sometimiento constante.
Casi como perenne. Una herencia habida, desde los ejecutores de gobiernos como extensión de la
lucha por a liberta. Porque, entre otras razones, ni Santander, ni Bolívar fueron centinelas de la
liberación constante, verdadera. Más bien, las sucesivas divisiones y el surgimiento de los partidos
liberal y conservador, significaron la preclusión de la revolución en contra del poder español.
Visito así, entonces, estuvo y ha estado latente una propuesta libertaria, en contra de ese proceso
por medio del cual se instauró un modelo de Estado y de gobierno, próximos al autoritarismo. Que,
aún hoy, azuzan la violencia, por la vía de decantar sus idearios perversos. Uno a uno, fueron
imponiendo roles cada vez más entrelazados con el dominio punzante; con fisuras propias de sus
contradicciones internas. Proclamando constituciones al vuelo e sus intereses. Nunca ancladas en
los derechos de la población, siempre marginada. Siempre vulnerada. Un horizonte patrio,
vergonzosamente modelado, on linderos y mojones construidos a partir de sus visiones recortadas.
Dejando casi a medio camino, la ruta propuesta en principio. Inclusive, desde mi interpretación,
podría decirse que nunca hubo perspectiva diferente a la de entronizar el culto a la personalidad.
Ya, desde ese entonces, empezaba a prefigurarse el tipo de gobierno y de Estado, en perspectiva
anclado en los conceptos oligárquicos de poder. Tanto como entender que iríamos avanzando con
una ruta, deliberadamente promovida por odios. Por ese tipo de propuestas que desdibujan la
razón de ser de la democracia. Ruta de bárbaros que habían peleado, peleaban y pelearían a partir
de construir íconos perversos. Veámoslo en palabas de Germán Carrera Damas, en su texto “El
culto a Bolívar.
“…Finalizada la guerra de independencia se inicia para Venezuela la experiencia republicana. Hasta ese
momento la República no había sido más que una especie de ensayo general, en cuanto corresponde a la que
existió entre el 5 de julio de 1811 y la firma del armisticio con Domingo de Monteverde (25 de julio de 1812),
o un desiderátum siempre propuesto en función dela guerra. Bien puede decirse que la precariedad de los
ensayos republicanos, tanto por la corta duración de los que lograron cuajar, como por las numerosas
limitaciones e incluso suspensiones que se le impuso en razón de la emergencia bélica, reservaron para
17después de la contienda la verdadera confrontación de la experiencia republicana, ya despojado el panorama
del enemigo que la había hecho imposible hasta ahora…”18
Ha sido una constante para los países bolivarianos. Un ir decantando las ilusiones y los programas.
Una asociación contradictoria, con respecto a la herencia colonial, que siempre se ha presentado
como la acción de posponer, corrido el tiempo, la realización de opciones libertarias. Es algo así
como asistir a periodos históricos, una veces ambiguos. La mayoría de las veces como expresiones
autoritarias. Centradas en posiciones caudillistas. De la mano con intereses que no tenían nada que
ver con la liberación. En cambio, si mucho, de imposiciones de la burguesía agraria.
El texto citado antes, a pesar de una narrativa del caso venezolano, ejerce como insumo común
para la República de Colombia.
“…Las dos fuerzas que hemos delineado (sic), entendidas como las dos corrientes de problemas básicos
presentes en el orden histórico, con imbricaciones de todo género, entran en una nueva etapa de su acción
con el advenimiento dela República. Es la hora de confrontar los resultados con las promesas. Los sacrificios
han sido extremos y prolongados, la impaciencia es mucho. Venezuela aparece en este momento bajo un
curioso aspecto en lo político: el centro o la personificación del poder no solo se halla distante, sino que se
aleja más con las campañas sureñas de Bolívar. Queda libre el terreno para la definición de nuevas apetencias
de mando, y la guerra ha sido un buen semillero de ellas. Para tantas y tan voraces hay solo una patria que
usufructuar….”19
Entre otras cosas, porque el oferente de poder no puede sustraerse a lío perverso. Entre estar con
lo conseguido en el campo de batalla, a nombre de la liberación del yugo español. Y estar en
interdicción, con respecto a la perspectiva que se abría. Perspectiva de compromiso con la
construcción de una Nación libre. Por la vía absoluta. Es decir, de plena confluencia con el
entendido d libertad. Incluida la liquidación del racismo. Del esclavismo. De reconocimiento a la
libre autonomía de las etnias.
Precisamente, al no resolverlo. Viendo que no había una posición ni latente, ni efectiva en términos
d la libertad. Por esto mismo, nuestra República empezó con soporte endeble. Por la vía de otorgar
poderes a los generales. A un concepto de patria vinculada con demostraciones de fuerza por la
vía de imposiciones autoritarias y, en cuanto juego democrático, manipulaciones en torno al
significado de la participación de campesinos mestizos y las etnias. Y ni que hablar de los negros y
las negras en razón que eran sometidos en peores condiciones que los anteriores.
“…La Campaña de la Nueva Granada, vasta y arriesgada operación que marca una transformación profunda
en la concepción estratégica de la guerra emancipadora, da como resultado no solamente un cambio en la
relación de fuerzas, hasta entonces favorable al eficaz dispositivo montado por Pablo Morillo al frente del único
ejército organizado que había actuado en Venezuela. Produce, lo que no es menos importante, al Padre de
Colombia, al Libertador admirado, temido y acatado. El triunfo magnífico echaba al olvido una trayectoria
militar en la cual no escaseaban, al lado de victorias espléndidas victorias a medias por mal consolidadas y
hasta puras y simples derrotas aparatosas. Poco podía el hiperbolizado brillo de la Campaña Admirable de
1813 en contraste con el abrumador derrumbe de la Segunda República bajo los golpes de Tomás Boves. Y
.1. Carrera Damas G. “El culto a Bolívar”, Editorial Universidad Nacional deColombia,pp. 43-44
19 Ibíd. , página 45
este era, hasta el momento, el más notable hecho militar de Bolívar en tierras venezolanas. Piar y Mariño,
entre ellos, no hallaban nada descabellado el equipara sus propios méritos con los de Bolívar…20
Es una incursión, a propósito, con referentes de la campaña y la posguerra en Venezuela. Un
miramiento en términos de la localización de insumos en perspectiva. Para alcanzar una posición en
contravía de los dimes y diretes, con respecto a la democracia, supuestamente inmersa en los
hechos y las acciones santanderistas y bolivarianas. Por una vía un tanto extraviada; en
consideración a la idealización por parte de quienes ejercía como oligarcas y gamonales. Pidiendo
pista para un ensamblaje posterior. De un Estado y una Nación que dieran cuentas de sus
ambiciones.
2. El universo político y económico
Habida cuenta del transcurso político y económico. Nos encontramos con las opciones repetidas. No
solo en razón a problemas no resueltos. Terratenientes con un control absoluta de la tierra de las
vidas de quienes siguieron como si no hubiese pasado nada. Una libertad de expresión endeble.
Tanto como cuando se accede a un ícono de barro. Es decir en una endeblez que no resistió los
embates anclados en la visón constitucionalista sin nada por dentro. Una democracia apenas
argumental. Como cuando se hacen trizas, entre ellos, esos sectores amparados en una gesta. La
hicieron suya. Liberando al margen de los hechos concretos. De una casuística impositiva. Como
modelo que empezó a recorrer nuestra América a partir del segundo cuarto de siglo sin los
españoles. Al menos eso creíamos. Pero que, a decir verdad, solo se hizo copa de sus estructuras
de poder y del desarrollo económico.
“...Si Bolívar trazó el camino que habría de conducir rectamente la sociedad venezolana a su propia superación
en todos los órdenes y si los hombres que constituían el Gobierno tenían conciencia de ese legado, se
proclamaban a sí mismos como ejecutores y no reconocían otro Norte que el señalado por él, ¿que impedía a
realización de tantos sueños soñados en el vivac, en las bóvedas, en los montes y en los llanos, por años y
años? Algo había fallado, algo impedía que se operase el portentoso tránsito. No era necesario devanarse los
sesos para hallar el obstáculo: era el mismo pueblo por cuya felicidad se trabajaba empeñosamente. Hecho el
hallazgo, sirvió de fórmula mágica para expresarlo todo: el fracaso de los libertadores a la hora de
construir la nueva sociedad prometida., la libertad con sordina cuando no pura y simplemente trocada en
mal disimulada dictadura; los vicios, la torpeza, la ineficacia, la ceguedad y demás atributos de una y otra
administración. Todo se explicaba por y una sola causa…”21 Subrayado mío).
Entonces, estamos ante la necesidad de ofertar un concepto preciso en lo que respecta al
significado que tiene eso de conocer el pasado. Pero, más allá de esto, el relacionado con su
dilucidación; estableciendo tipos de referentes soportados en el conocimiento y la interpretación.
Estos son elementos imprescindibles; como quiera que si son construidos de manera deficiente, no
serán otra cosa que extravíos. Y, como todo extravío, no será otra cosa que ejercicio diletante. Con
un agravante centrado en la consolidación de la sumatoria de hechos y de narraciones, como
simple amalgama a partir de la cual se construyen (a manera de deducciones y conclusiones),
instrumentos que distorsionan y derivan en mera perspectiva, cuando no etérea, alusiva a
interpretaciones de la realidad sesgada y, por esto mismo, de utilización impropia e impertinente.
Lo cierto es, en consecuencia, que estamos en la obligación de cuestionar esos insumos
metodológicos, por cuanto la búsqueda de hilos conductores de los procesos sociales e individuales,
20 Ibid,páginas 83 y 88
21 Ibid página 58
constituye un imperativo. No solo por las implicaciones que tienen los hechos y su registro, en el
diseño y concreción de propuestas para asumir los retos del futuro, en lo que este tiene escenario
próximo en el cual, la realidad, ejercerá bien como hechos y acciones en las cuales los conceptos
pueden ser prefigurados y utilizados como referentes válidos; o bien como expresiones de
distorsión.
Por lo mismo, la decisión de realizar este escrito, se origina en la lectura de algunos documentos
relacionados con la interpretación del quehacer político y social, soportados en la narración oral.
Pero no tanto porque el método sea inválido, de por sí; sino porque esas narraciones son utilizadas
y articuladas, sin el filtro conceptual necesario al momento de escucharlas y transcribirlas. Filtro
conceptual, absolutamente indispensable, en razón a que la psicología del actuante y narrador, su
visión e interpretación de los hechos, son vertidas a partir del ejercicio memorístico; pero también a
partir de su noción de la vivencia como realidad derivada del tipo de aprehensión lograda. Y ya,
ahí, se supone la existencia de una posición proclive a la distorsión. Siendo así, el sesgo está
presente y la interpretación del historiador, simplemente estará afectada, casi como acto reflejo,
por ese sesgo. Inclusive, como lo demostraré más adelante, muchos de los pasajes narrados, no
son otra cosa que alucinaciones o giros sustanciadores, utilizados por el o la sujeto para
reafirmarse como leyenda; o como héroe…o heroína. O, como también lo demostraré, porque el
(la) entrevistador (a) e historiador (a); desemboca en postulaciones, a manera de verdad,
construidas de tal manera que expresen sus propósitos, tanto en lo circunstancial, como en lo
trascendental. Todo a la manera de sujeto (a) que se explaya, magnificándolos, en los hechos
narrados.
Veámoslo en estos términos:
“…El automatismo de la escritura me ha compelido hasta aquí. Sigo aferrado al impulso de continuar, sabiendo
sólo que he arribado hasta un punto imprevisto en el inicio. Algo me dice que voy bien. La fractura persiste,
pues estoy seguro de no ser yo quien sólo escribe. El saber que voy bien se me antoja como una simple
forma, como un cierto sabor o como una entonación peculiar de lo hasta aquí escrito. Ello me induce a esa
secreta corroboración del voy bien. La escritura pareciera ser una especie de emanación corporal: hay ciertas
manifestaciones del automatismo que escapan a la sola conciencia, enmarcándose en un más allá de pura
racionalidad. Los escritores pueden ser una forma de catadores sui generis, adheridos a un paladar peculiar
que discrimina o destila signos, frases y contextos, en una palabra, todo aquello que convenimos en llamar
ideas…”22
Es, ante todo, la búsqueda de elementos que me permitan proponer alternativas. No solo en lo que
hace referencia a la interpretación; sino también en lo que compromete a lo metodológico. Porque,
eso lo tengo bien claro, no pretendo una argumentación a la manera contestataria, insípida y/o
tendenciosa.
Ahora bien, como es en realidad, una posición a partir de la lectura de algunos de los escritos de la
época, tiene un asidero en el hecho mismo de la importancia que ha adquirido toda su labor
investigativa, apuntándole a la presentación de opciones de interpretación; con un horizonte que
compromete a la gestión por alcanzar una tipificación de lo vivido por los y las personajes, en el
contexto del conflicto armado y no armado que ha estado en la base de la construcción de Nación,
de País y de Estado.
22 Téllez, Freddy. “Palimpsestos.Los rostros de la escritura”.Publicada por Centro Editorial dela Universidad
Nacional deColombia.Primera edición,1990/1991,página 80.
“…Pertenecientes ellos mismos (sic) a las buenas familias de la región, cercanamente emparentados con los
Arango, los Villegas y muchas otras buenas familias. Los Gutiérrez desempeñaron los puestos locales más
importantes: Alejandro Gutiérrez fue alcalde 4 veces, 11 veces presidente el concejo y prefecto 6 veces;
Pompilio fue 4 veces presidente del concejo, lo mismo que Daniel. Todo ellos serían futuros gobernadores de
Caldas, a partir de 1905 y estaban relacionados con otros muchos alcaldes, prefectos y pre sidentes del
concejo…23
3. Algunas otras condiciones pretéritas.(de historias baldías)
De conformidad con lo que he venido refiriendo, trato de recomponer algunos conceptos asumidos
como posibilidad de reconciliar expresiones, tratándose de acceder a un referente de largo aliento.
Cuando fui conciente de lo que significa conocer a alguien, digamos que conocí a Adelina, mi
madre. Ya lo había dicho, tuvo una relación de pareja con el negro Eugenio Cano. También ya lo
había dicho, asumió la sumisión como herencia. No podía esperarse nada diferente. Era algo así
como la secuela fundamental y necesaria. Porque ella, mi madre, tenía extirpe de mujer sumisa.
Como casi todas nuestras mujeres. Hasta cierto punto fui yo misma. Y no es un decir al garete. Es
una precisión en términos históricos y culturales.
Adelina había vivido, allí mismo en ese espacio geográfico que fue mi cuna. No tengo claro cómo
conoció al negro Eugenio Cano. Lo que si tengo claro, ahora, es que vivió al lado de él. Como todas
las mujeres, sin ton ni son. Como si la vida pasara en condiciones opuestas a la felicidad, a la
pasión, al goce. Estas dos palabras, de por sí, son y siguen siendo heréticas. Porque pasión y goce
son sinónimos de libertad y de conocimiento. Ella, Adelina, abrió las piernas…y listo. Algunas,
inclusive, ni siquiera eso. Se las abrían a la fuerza. Lo demás ya es conocido, la preñez. Y el parto.
Y nació María Helena. Y nací yo. Y el negro Eugenio, como si nada. Porque lo suyo no fue nada
diferente a entender que era ella, Adelina, la del problema. Yo, tal vez decía Eugenio, no tengo
nada que hacer. Solo trabajar, de vez en cuando, y jugar lo ganado, en ese juego de la vida en
donde yo siempre perdía. Pero que importa si pierdo lo que gané trabajando. Al fin y al cabo,
Adelina sabrá qué hacer con las nenas.
Tiempo absolutamente difícil para mi madre. Ella, ni siquiera tuvo el acceso escolar que tuve. Su
infancia fue mucho más precaria que la mía. Casi sin saber leer ni escribir. Absorta en los
vericuetos propios de la vida en Titiribí, veinticinco años antes que yo. Es decir, estamos hablando
de 1908. Comienzo de siglo. Azaroso. Aquí, en este terruño, se vivieron momentos tenebrosos.
Todavía, el municipio, era referente aurífero. Tal vez el abuelo materno, nacido en 1880, había
vivido la otra parte. Es decir, aquellos momentos en los cuales las transferencias visuales y
conceptuales eran mucho más proclives al engaño y a la concreción vinculada con la doble moral
absoluta de aquel medio siglo imbécil, en el cual se aplicó el concepto bastardo del ir y venir
anclado en la ignominia de saber que éramos descendientes de héroes, pero que, en sí, no éramos
otra cosa que la congoja inherente a la dicotomía. Entre radicalidad y perversión política y social.
Una especie de sujetos históricos sin horizontes. A no ser aquellos en los cuales ejercíamos como
vituperarios. Como simples expresiones de lo gris infinito. Un gris construido a partir de no
23 Keith, Christie“Oligarcas,campesinosy política en Colombia”.Ed. Universidad Nacional 1986,páginas35-
36.
cuestionar. De no incidir como propuesta anclada en la subversión. Como simples herederos y
herederas de la confrontación constante. Que aquí. Que allá. Que tal vez. Que, de pronto. Que…En
fin una indecisión real, potencial y latente. Como sumisos guerreros que perdieron su perspectiva.
Ya habíamos olvidado lo de Bolívar. Lo de Santander estaba ahí. Como construcción jurídica estatal.
Como insumo latente. Que convocaba a precisar la noción de la ley y del derecho en lo concreto.
Un Santanderismo acucioso. Vinculado a la noción de ley y de derechos y de obligaciones; sin
posibilidades de concretarse en términos precisos. Un Santanderismo mezquino; por lo mismo que
no lo entendíamos. Es decir, una percepción de la confrontación Bolívar-Santander, apenas si
efímera, tangencial; casi pervertida.
Ya, entonces, el abuelo materno, podía haber sido o no conciente de lo que implicaba y soportaba
a su entorno inmediato. Lo cierto es que, aun así, su familia, era lo que yo fui después: una
sumatoria de cifras perdidas, olvidadas. Una expresión tanto o más ausente de verdad, como lo
fueron los sueños de la madre de mí abuelo. Sueños un tanto proclamados como simples
expresiones de presencias. Vidas alrededor de la tierra, como suelo que produce. Inmediatez que
habla de la caña de los platanales. Alrededor de las minas. Oro que estuvo ahí, desde antes de
todos nacer. Ahí. Como expresión de lo que existe. Al margen de lo que somos o queremos ser.
Una herencia cultural que fue saqueada. Por los que vinieron y se fueron…y volvieron a saquear y a
saquear…Hasta que se acabó. Pero, ahí, las plataneras y los cañaduzales de la panela el padre de
Adelina, ahí. Trabajando por lo bajo. Es decir, en el día a día. Sin entender la dinámica propia del
Capital. Sin entender el naufragio económico de España. Sin entender el centro-poder Inglés, ni del
Imperio en ciernes.
Ya, ahí cerca, en Fredonia, se vivían momentos así:”…Las precondiciones para el auge del cultivo del café se
dieron en Antioquia, y específicamente en la zona de Fredonia, el siglo XIX con el proceso de colonización d e
la frontera, por parte del campesinado libre, migrante, de origen español, mestizo o negro, que buscaba
tierras cultivables para establecerse. Esta colonización, promovida en parte por el Estado, así como vinculada a
intereses mercantiles, hizo posible la formación de un campesinado medio en la zona, al tiempo que fortaleció
la expansión de las haciendas. Muchas veces, las familias de campesinos que iban abriendo la selva fueron
financiadas por el capital mercantil que proveía a los colonos con bienes de consumo hasta que se establecían
como agricultores. Pero el endeudamiento de los colonos permitió al capital mercantil acaparar las tierras. A
medida que llegaban más colonos en busca de tierras, sin medios de subsistencia, las haciendas fueron
captando la mano de obra disponible para su propia expansión. Así se dio el proceso por el cual las tierras
eran dadas a familias campesinas para desmontar y sembrar sus cultivos por varios años hasta que el
hacendado se apropiaba de ellas para la producción ganadera, moviendo la familia campesina más adentro de
la selva. Como en otras zonas del país, recayó sobre la familia conquistar la naturaleza, dando paso a la futura
expansión agrícola y ganadera, y por tanto a la acumulación de la clase dominante.
En la época de 1870 se empezó a producir café, principalmente en las haciendas grandes. Parece que la
iniciativa en el cultivo partió de la clase terrateniente, pero rápidamente se incorporó a la producción de
unidades campesinas, tal vez por la baja técnica y la escasa inversión requerida, dadas las tierras aptas para el
cultivo…”24
De mi parte, es apenas obvio, no existía ninguna fundamentación teórica. Simplemente una visión
un tanto intuitiva. La transcripción del texto de la investigación liderada por la profesora Magdalena
León, es producto de mi itinerario posterior. Como cuando una accede, pasado el tiempo, a
conocimientos que le permiten rastrear el pasado. Y no “el pasado efímero” al que le canta Serrat.
24 León de L., Magdalena.“Mujer y Capitalismo Agrario”.Asociación colombianapara el estudio dela
población;primera edición 1980,página 34
Más bien es la referencia a ese tiempo pasado que viví en compañía de mi madre Adelina, del tío
Manuel y del tío Luciano.
Ya dije que el abuelo materno vivió en la segunda mitad del siglo XIX y el primer cuarto del siglo
XX. Las alusiones, que se perciben en esta parte de mi escrito, a las pugnas relacionadas con el
poder político, constituyen una asociación de ideas construida a partir de lo que denomino esa
percepción de la vida y que, después, adquiere una connotación de mucho más talante, habida
cuenta de mi ejercicio político y sindical posterior. En este contexto, cito el texto de la profesora
Magdalena, así:
“…Aunque los comerciantes antioqueños habían incursionado durante el siglo XIX en el comercio mundial
exportando quina y tabaco, Colombia no había logrado desarrollar una producción con arraigo relativamente
estable en el mercado internacional. Exiliado en Guatemala, uno de los representantes de la burguesía
comercial antioqueña, Mariano Ospina Rodríguez, escribía a su amigo Julián Vásquez, minero, comerciante y,
posteriormente terrateniente, sobre las grandes utilidades que allí producía la siembra de cafetales. Fueron
estos señores quienes iniciaron el cultivo de café en Fredonia, donde los terrenos según se sabía, eran muy
propicios para tal industria. La mentalidad empresarial con que se iniciaron los primeros cultivos de café en la
región, no solo se denota en los propósitos claramente expresados de que ello constituiría una rentable
inversión con un mercado asegurado para la producción, sino en el empleo de una tecnología moderna para el
cultivo y una maquinaria que agilizaba el proceso de beneficio. En las primeras décadas del siglo XX Fredonia
se destacó en Antioquia como una importante zona cafetera.
Sectores de la burguesía comercial antioqueña hicieron una amplia difusión del cultivo y muchos de ellos, que
ya poseían haciendas ganaderas en el suroeste, dedicaron parte de sus terrenos al cultivo del grano. La
introducción del cultivo no desplazó la actividad ganadera, más bien contribuyó a conformar el peculiar
complejo agrícola ganadero en cuya alta productividad insiste Ospina Vásquez. Así, las tierras cafeteras
abandonadas durante los periodos en que se deprimen los precios del café, pueden ser rápidamente
adaptadas para la ganadería, aminorando el impacto de las pérdidas de la producción cafetera para el
hacendado…”25
Lo cierto es que yo estuve ahí. En una casa heredada por vía materna. Lo mío era vivir esa infancia
de mujer ya cifrada, ya vinculada culturalmente a las condiciones de dominación vigente en un país
profundamente machista. Una infancia en la cual Adelina estuvo vigilante. No tanto porque ella
tuviese una posición de autoridad conciente, en términos de conocimiento de causa y/o de
aplicación de conceptos elaborados. Más bien era ese tipo de vigilancia inherente a las condiciones
generales de participación en los procesos de un tipo de familia patriarcal en el cual las mujeres no
hacían otra cosa que estar ahí expectantes. Pero, también, adscritas a un desenvolvimiento como
de partitura preestablecida. En una familia establecida y en la cual el negro Eugenio no era otra
cosa que un macho vinculado a procesos de producción agrícola limitados y de los cuales derivaba
su salario; pero que él asumía como extensión de sus condiciones y posibilidades de dominación
sobre Adelina y sobre “la otra” de la cual hablaba Adelina, haciendo alusión del hecho de que mi
padre tenía una (…o varias) relaciones furtivas. Ya dije que él, Eugenio Cano, a más de ser
bebedor, dedicaba mucha parte de su tiempo libre al juego de cartas y al oficio de apostador en
riñas de gallos. Una especie de trabajador asimilado a lo que se denomina (expresión acuñada por
el marxismo) lumpen proletario.
25 León de L., Magdalena,Ibíd.
En ese contexto, los rituales de Adelina, no eran otra cosa que estar ahí y cocinar y enhebrar y
vigilar a sus hijas y26 responder ante el tío Manuel (su hermano) por el manejo laborioso de la casa.
Una Adelina Restrepo que siempre asumió como profesión marginal de subsistencia el oficio de
lavandera; bien fuera a domicilio o utilizando la casa de la familia como sitio de trabajo. Esto le
permitió una relativa emancipación con respecto a Eugenio Cano.
Y yo seguía ahí. Como sujeta de mil y un hechizos. Como partícipe de ese proceso cultural que
desde mucho antes de yo nacer estaba vigente. La religión era y ha sido uno de los referentes
mayores. Con su peculiar manera de condicionarnos, particularmente a nosotras las mujeres. Con
un extravío de la vida plena. Convocada a ser simple réplica de las de antes y de las que vendrían
después. Ese tósigo que me conminaba a ser prudente, a ser virgen de eternos sueños. Todo a
pesar de que la sexualidad como posibilidad latente de convocar al deseo y a la pasión, también
estaba ahí. Unos sueños casi enfermizos. Una combinación de “lo bueno” y “lo malo”; esa lucha
que ha estado ahí. Como opuestos. Como en casi todo. El día y la noche; el frío y el calor; la
verdad y la mentira; etc.
“…El intento por canalizar los poderes mágicos desembocó en la necesidad de socializar a los africanos dentro
de los márgenes culturales occidentales, proceso que corría paralelo a la cristianización. Pero la enseñanza y la
aprehensión de las costumbres, tradiciones e instituciones españolas chocaba de frente con el diametralmente
opuesto modelo de socialización africano: Los territorios de donde procedía la mano de obra esclava estaban
organizados en una unidad básica de carácter familiar, ‘ampliada o extendida, especie de fracción de clan de
tipo patriarcal: grupo de parientes y por línea paterna o materna fijado o ligado al suelo’. En este sentido, la
socialización era diferente al modelo de educación europeo en tanto que todo el grupo participaba de la
educación de los hijos de la comunidad, sin importar quiénes fueron los padres biológicos. El sistema
educativo reposaba en una organización de carácter gerontocrático, es decir, a los ancianos les correspondía la
iniciación social y la educación sexual de los adolescentes.
En estas circunstancias, la comprensión del bien y del mal, de la muerte y la sexualidad, reposaba en una
estructura muy distinta que seguía las tradiciones culturales propias sin que tuviera incorporado el férreo
dualismo cristiano. Ni la diversidad de mecanismos que utilizó la cultura dominante ni la aprehensión de los
comportamientos blancos, lograron desterrar del todo esta conciencia no dualista. Por el contrario, se convirtió
en uno de los bastiones de resistencia contra la sociedad esclavista. En el pensamiento africano occidental
nada era enteramente bueno ni enteramente malo, idea que se reforzaba en sus sistemas religiosos
tradicionales por la carencia de una teoría del pecado original y por la extensión del concepto del demonio. A
esta carencia de dualismo se le sumó la apropiación de poderes mágicos de santos y demonios, lo que
permitía la creación de un sistema coherente de creencias nacidas para la resistencia y la búsqueda de
factores que los identificaba como pertenecientes a una comunidad…”27
Durante mucho tiempo permaneció en mi (…y aún aparecen secuelas) esa sensación de estar
inmersa en un contexto pleno de situaciones ancladas en esa herencia cultural. Por lo pronto era
mujer-niña. Con obligaciones reales y potenciales. Alrededor de la casa; pero también en el
escenario escolar; asimismo en la herencia religiosa. Era profundamente inmersa en los ires y
venires de los ejercicios parroquiales. Estaba en los ejercicios inherentes a la eucaristía y en las
celebraciones relacionadas con las realizaciones de fiestas y expresiones afines. La Semana Santa
era una de ellas. Yo estaba ahí, al lado del vía crucis. Mi capacidad para la lectura clara y
comprensiva me hacía partícipe en términos puntuales en la procesión del viernes santo. Tal vez,
26
27 Borja G., Jaime H. “Rostros y rastros del demonio en la Nueva Granada”.Impreandes presenci a S.A.
Primera edición,1998;páginas 132-133.
desde ese entonces, se produjo una inquietud relacionada con el significado del sacrificio de Jesús
y los verdaderos alcances del mismo.
“…La manera como se planteó la evangelización a comienzos de la conquista marcó el camino que tendría
durante los siguientes siglos. El proceso de cristianización de las Indias se dio en el contexto de un
convencimiento colectivo que provenía desde finales del siglo XV: se acercaba el final del mundo. Los
convulsionados acontecimientos del Renacimiento daban razón a las angustiosas profecías del Apocalipsis,
quizás el libro que más había marcado el pensamiento cristiano. La escatología afirmaba que el final estaría
preanunciado por acontecimientos calamitosos, contexto en el cual vendría el Anticristo. La expansión
geográfica que incluía loa conquista de las Indias reafirmaba la creencia, pues un texto de los evangelios lo
profetizaba: ´se proclamará este Evangelio del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las
naciones, y entonces vendrá el fin’.
Entonces, después de la conversión del mundo al cristianismo como verdadera fe, acaecería el escalón final.
Siguiendo la misma tradición cristiana, la ´bestia´del Apocalipsis-entendida como el demonio-tendría que
soltarse por un tiempo antes de la segunda venida del Mesías. Esta postura hacía más entendible la obsesión
cristiana de contemplar el reino de Satanás en el Nuevo Continente: Los misioneros españoles se planteaban,
no sin cierta angustia, si evangelizar no equivalía a aclarar el proceso de autodestrucción. La idea de la
decrepitud del mundo y su pronta transformación era frecuente durante el siglo XVI. Fray Rafael de los
Ángeles lo escribía así:
Verdad es que el mundo está en lo último y allegado a la decrépita, porque aun en materia de virtud se hallan
en él cien mil novedades y disparates nunca antes vistos, y en materia de pecados no tienen número de
invenciones que cada día salen, como diremos más adelante, ni hay teólogos que agoten sus dificultades (…).
Al fin la virtud en estos desdichados tiempos no tiene la armadura o el esqueleto, que lo demás casi todo es
prudencia de carne enemiga de Dios.´28
4. Volviendo a indagar (como si nada hubiese sucedido y de lo que sucederá a futuro).
Este itinerario me convoca a perseguir fantasmas. Como quiera que algo de alucinación hay en
toda historia. Como estrambótica alegoría. Como algunas historias de mujeres que dan cuenta de
un acumulado perverso masculino. Por una vía que va desde el ensayo con letanías absolutas;
hasta sensaciones de haber vivido antes este momento. Inclusive con intentos fallidos al momento
de mirar, en perspectiva, lacónicos enunciados, pretendiendo una difusión desparramada. Como
voraz torrente que aniquila lo más sentido. Una seguidera de pautas a contrapelo. Como en esos
sueños victimarios. Como desasosiego cierto, a punto. Como cuando, en ese oficio de rastrear
evidencias y lugares, aparecemos de pronto en otro ámbito. Viviendo otros momentos. Como
agregados circunstanciales. Vivencias de remache. Como ejerciendo de oferente. De las ciudades y
de los estados. De todo aquello que nos sitúa en decisiones, a veces inoperantes, pero que funge
como bitácora de vuelo.
Y, de pronto, me encuentro con cosas. Si, como si estuviese cosificando la historia. Deambulando
aquí y allá. Que en nuestra América Latina. Que, cuando no, petrificando lecciones del arco iris. En
una iridiscencia mezquina. Porque satura y postra. En ese 1810 tan lejano que he olvidado lo que
pasó. Un 1819 esquivo e señales de libertad verdadera. Con 1830, buscando divisas. Para no dejar
entender lo fundamental de la Revolución Francesa. Con un Antonio Nariño ya despojado de sus
atributos. O con Policarpa que murió por nosotros y nosotras. Y que, a vuelo, ni Santander ni
Bolívar rescataron nunca su verdadero aporte. Porque la locomoción libertaria se olvidó de lo más
28 Borja G., Jaime H., Ibíd.; pp. 305-306.
importante: el diseño de políticas de libertad, mediante acciones de consecuencia lógica. Buscando
compatibilidad entre zafarse del yugo español y proyectar el universo asociado al ideario moderno.
Nos quedamos ahí, e las secuelas originadas en la visión del mundo de los criollos soldadescos.
Construyendo íconos de cetrería. Como cazando incautos, a punta de hacer dar vueltas a nuestro
mundo. Tal vez remplazando a Verne y sus historietas de futuro y de presente. Pero, al fin y al
cabo, imaginarios no resueltos.
En ese contexto, los rituales de Adelina, no eran otra cosa que estar ahí y cocinar y enhebrar y
vigilar a sus hijas y29 responder ante el tío Manuel (su hermano) por el manejo laborioso de la casa.
Una Adelina Restrepo que siempre asumió como profesión marginal de subsistencia el oficio de
lavandera; bien fuera a domicilio o utilizando la casa de la familia como sitio de trabajo. Esto le
permitió una relativa emancipación con respecto a Eugenio Cano.
“…El intento por canalizar los poderes mágicos desembocó en la necesidad de socializar a los africanos dentro
de los márgenes culturales occidentales, proceso que corría paralelo a la cristianización. Pero la enseñanza y la
aprehensión de las costumbres, tradiciones e instituciones españolas chocaba de frente con el diametralmente
opuesto modelo de socialización africano: Los territorios de donde procedía la mano de obra esclava estaban
organizados en una unidad básica de carácter familiar, ‘ampliada o extendida, especie de fracción de clan de
tipo patriarcal: grupo de parientes y por línea paterna o materna fijado o ligado al suelo’. En este sentido, la
socialización era diferente al modelo de educación europeo en tanto que todo el grupo participaba de la
educación de los hijos de la comunidad, sin importar quiénes fueron los padres biológicos. El sistema
educativo reposaba en una organización de carácter gerontocrático, es decir, a los ancianos les correspondía la
iniciación social y la educación sexual de los adolescentes.
En estas circunstancias, la comprensión del bien y del mal, de la muerte y la sexualidad, reposaba en una
estructura muy distinta que seguía las tradiciones culturales propias sin que tuviera incorporado el férreo
dualismo cristiano. Ni la diversidad de mecanismos que utilizó la cultura dominante ni la aprehensión de los
comportamientos blancos, lograron desterrar del todo esta conciencia no dualista. Por el contrario, se convirtió
en uno de los bastiones de resistencia contra la sociedad esclavista. En el pensamiento africano occidental
nada era enteramente bueno ni enteramente malo, idea que se reforzaba en sus sistemas religiosos
tradicionales por la carencia de una teoría del pecado original y por la extensión del concepto del demonio. A
esta carencia de dualismo se le sumó la apropiación de poderes mágicos de santos y demonios, lo que
permitía la creación de un sistema coherente de creencias nacidas para la resistencia y la búsqueda de
factores que los identificaba como pertenecientes a una comunidad…”30
“…La manera como se planteó la evangelización a comienzos de la conquista marcó el camino que tendría
durante los siguientes siglos. El proceso de cristianización de las Indias se dio en el contexto de un
convencimiento colectivo que provenía desde finales del siglo XV: se acercaba el final del mundo. Los
convulsionados acontecimientos del Renacimiento daban razón a las angustiosas profecías del Apocalipsis,
quizás el libro que más había marcado el pensamiento cristiano. La escatología afirmaba que el final estaría
preanunciado por acontecimientos calamitosos, contexto en el cual vendría el Anticristo. La expansión
geográfica que incluía loa conquista de las Indias reafirmaba la creencia, pues un texto de los evangelios lo
profetizaba: ´se proclamará este Evangelio del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las
naciones, y entonces vendrá el fin’.
Entonces, después de la conversión del mundo al cristianismo como verdadera fe, acaecería el escalón final.
Siguiendo la misma tradición cristiana, la ´bestia´del Apocalipsis-entendida como el demonio-tendría que
29
30 Borja G., Jaime H. “Rostros y rastros del demonio en la Nueva Granada”.Impreandes presencia S.A.
Primera edición,1998;páginas 132-133.
soltarse por un tiempo antes de la segunda venida del Mesías. Esta postura hacía más entendible la obsesión
cristiana de contemplar el reino de Satanás en el Nuevo Continente: Los misioneros españoles se planteaban,
no sin cierta angustia, si evangelizar no equivalía a aclarar el proceso de autodestrucción. La idea de la
decrepitud del mundo y su pronta transformación era frecuente durante el siglo XVI. Fray Rafael de los
Ángeles lo escribía así:
Verdad es que el mundo está en lo último y allegado a la decrépita, porque aun en materia de virtud se hallan
en él cien mil novedades y disparates nunca antes vistos, y en materia de pecados no tienen número de
invenciones que cada día salen, como diremos más adelante, ni hay teólogos que agoten sus dificultades (…).
Al fin la virtud en estos desdichados tiempos no tiene la armadura o el esqueleto, que lo demás casi todo es
prudencia de carne enemiga de Dios.´31
El tío Manuel Restrepo trabajaba como jornalero, en la modalidad de prestación de servicios día a
día en haciendas de terratenientes. El pago que recibía era el soporte económico fundamental de la
familia. Todo, a pesar de que en la casa teníamos sembrados de pan coger, necesarios para hacer
más llevadera la subsistencia. Su talante fue siempre vinculado con una opción solidaria. No solo
para su hermana Adelina y su hermano Luciano; sino también para sus sobrinas María Helena y yo.
Un tipo de interacción (…la del tío Manuel), en la cual ejercía como insumo básico la compartición
de sus ingresos y de su presencia constante. Algo así como lo opuesto a la posición asumida por el
negro Eugenio.
“…En las primeras iniciativas del cultivo hubo contratación de mano de obra libre, especialmente en las
haciendas ligadas al capital mercantil, donde la producción de café se dio bajo la administración directa de la
hacienda. El sistema utilizado, llamado de agregados, tiene como característica ser mano de obra asalariada a
la que, además del efectivo, se le da como parte de su remuneración, el acceso a un terreno dentro de la
hacienda para construir su casa y sembrar algunos productos de pancoger.
La fuerza de trabajo para el cultivo del café en este tipo de hacienda, incluía tanto hombres como mujeres,
pero dividida en sus respectivas cuadrillas. Parece que, aunque las mujeres trabajaban en casi todas las
operaciones del cultivo, el uso de mano de obra masculina era más estable y los hombres trabajaban todo el
año, ya fuera en arreglos de la finca o en los trabajos más pesados del cultivo. Por lo tanto, podría pensarse
que, siendo la participación masculina más permanente que la de la mujer en las tareas del cultivo del café
para la hacienda, buena parte de la producción de pancoger estuviera en manos de la mujer campesina…”32
No tengo plena certeza acerca de los orígenes del tío Manuel. Por lo menos en términos de su
acervo cultural y de su inserción en la familia. Yo diría que, así como en el caso del abuelo
materno, su infancia y adolescencia estuvieron influidas por lo que describí antes en el sentido de
finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Lo que sí es, plenamente cierto, es el origen primero de la
influencia política y social.
“…Es imposible hablar favorablemente de la administración de justicia en Colombia; los códigos civil y penal
son poco más que una colección de supersticiones y abusos, bajo los nombres de Castilla, ordenanzas reales,
leyes de las indias y varias recopilaciones de decretos españoles y regulaciones coloniales, de los cuales, para
el disgusto del demandante y beneficio del abogado, se pueden sacar deducciones contradictorias sobre todo
aspecto posible de litigio. Este defecto es percibido y reconocido por el gobierno; se ha propuesto introducir el
nuevo código penal español. El juicio por jurado felizmente se ha restablecido en casos de libelo y la
legislación se ha declarado a favor de introducirlo en forma general en todos los casos en que sea aplicable;
sin embargo, el gran mal que probablemente persista en el gobierno del país en todas sus ramas, tiene su
origen en los hábitos de disimulo, indolencia y corrupción que marcan el carácter de todas las naciones
31 Borja G., Jaime H., Ibíd.; pp. 305-306.
32 León de L., Magdalena;Ibíd., página 35
esclavizadas. Los brotes momentáneos de sensibilidad o aun de ideas correctas y las buenas intenciones en
general, no son suficientes para romper la oscura cadena de vicios, con las cuales generaciones de ignorancia,
supersticiones y opresión han entrelazado todas las situaciones sociales y contraído o distorsionado todos los
sentimientos morales…”33
El tío Luciano era un ser de esos que podríamos llamar “ausente”; como quiera que estaba ahí con
nosotras y nosotros; pero, al mismo tiempo, sin estar. Su infancia pudo haber estado cruzada por
las mismas condiciones en las cuales se desenvolvió el tío Manuel. Lo cierto es que siempre fue una
especie de gregario absoluto. Su disponibilidad estaba anclada no solo en los nexos familiares. Era
como algo innato en él. Asocio su figura y su laboriosidad a la fabricación manual de jabón. Una
gestión casera, para lo cual se requerían inmensas cantidades de ceniza. Y nadie mejor que Luciano
para proveerla. Desde muy temprano salía de casa hacia diferentes lugares. Lejanos y cercanos,
solicitando a las familias el rescoldo de los fogones. Y los cargaba. Y las lluvias lo arropaban. Desde
ahí, contrajo una dolencia asociada al cuadro respiratorio. Desde ahí provino la transformación del
sonido de su voz. Se tornó aflautada, casi imperceptible. Y fue ese hecho el que originó que lo
tildaran de bobo. Y él nunca fue conciente del significado de esa chapa que permaneció por
siempre, hasta su muerte. No sé por qué, el recuerdo de tío Luciano, me retrotrae a la lectura que
hice de “El Ingenioso Hidalgo, don Quijo de la Mancha”.
“…En la tercera salida de don Quijote, el Cura y el Barbero se estuvieron un mes sin verle, por no traerle a la
memoria cosas pasadas; pero no por eso dejaron de visitar a su sobrina y a su ama, encargándoles tuviesen
cuenta con regalarle, dándole a comer cosas confortativas y apropiadas para el corazón y el cerebro. Las
cuales dijeron que así lo hacían y harían porque echaban de ver que su señor por momentos daba muestras
de estar en su entero juicio, y así determinaron de visitarle y hacerle experiencia de su mejoría y acordaron de
no tocarle en ningún punto de la andante caballería.
Visitárosle en fin y hallárosle sentado en la cama. Fueron de él muy bien recibidos, preguntárosle por su salud
y el dio cuenta de sí y de ella con mucho juicio y con muy elegant es palabras; y en el discurso de su plática
habló don Quijote con tanta discreción en todas las materias que se tocaron, que los dos examinadores
creyeron indudablemente que estaba del todo bueno y en su entero juicio…”34
Yo seguí en la idolatría de los íconos del catolicismo. Sin ir más allá de las dudas acerca del
martirologio de Jesús. Pero, a decir verdad, me causaba cierto escozor en el alma, el hecho de
pensar en lo que serían las otras religiones y los significados de muchas celebraciones.
“…De nuestro examen precedente podemos inferir que entre los antepasados paganos de los pueblos
Europeos, el festival ígneo anual más popular y extendido fue la gran celebración de la víspera del solsticio o la
del día del solsticio estival. La coincidencia del festival con el solsticio de verano es muy difícil que sea
accidental. Mejor aún, debemos suponer que nuestros antepasados paganos se pusieron a fechar la ceremonia
del fuego en la tierra coincidiendo con la llegada del sol al punto más alto de su carrera en los cielos. Si esto
fuese así, se deduce que los fundadores antiguos de los ritos solsticiales habían observado los solsticios o
33 Coronel Hall Francis.“Colombia y su estado actual”,pp. 17-18. Obra aparecida en la recopilación
“Santander y la Opinión Angloamericana”(David Sowell,compilador).Biblioteca dela Presidencia dela
República,1991.
34 Cervantes S., Miguel de : “El ingenioso hidalgo don Quijo dela Mancha”,resumen de la obra..Ed. Gráficas
Modernas. Primera edición,junio de1988; página 141.
puntos críticos del camino aparente del sol en el cielo y de acuerdo con ellos regularon su calendario vestal, en
cierto modo por consideraciones astronómicas…”35
Y me seguían envolviendo las dudas. Un día pensaba en mi condición de mujer y el sometimiento
como herencia cultural. Otro día pensaba en mi sexo, en mi virginidad y en su significado desde el
punto de vista religioso y moral. Y, al día siguiente, pensaba en lo que sería de mí y de mi sexo,
cuando conociera el del hombre, en real y no en el imaginario pecaminoso a que nos tenían
acostumbradas como mujeres. No solo en la familia y su tradición; sino en la escuela y por parte de
los párrocos en la iglesia. Y, cualquier otro día, volvía a reflexionar sobre las otras religiones. En
silencio; porque temía que me leyeran el pensamiento. Porque yo sabía que era pecado el solo
hecho de pensar en el dios de los otros y las otras no católicos y católicas.
“…Sobre la fornicación:
19. Contra aquellas de vuestras mujeres que cometen fornicación buscad cuatro testigos de entre vosotros. Si
dan fe contra ellas, mantenedlas cautivas en las habitaciones hasta que las llame la muert e o Dios las dé un
procedimiento.
20. A aquellos, de entre vosotros, que cometen este pecado, castigadlos. Si se arrepienten y se reforman,
apartaos de ellos. Dios es remisorio misericordioso.
21. Dios es quien vuelve hacia quienes hacen el mal por ignorancia, pues enseguida se arrepienten. Dios les
perdonará pues es omnisciente, sabio.
22. No hay perdón para quienes cometen malas acciones hasta el momento en que se presenta a uno de ellos
la muerte y exclama: ‘!yo me arrepiento ahora’¡ Tampoco tienen perdón quienes mueren mientras son infieles:
a ésos les hemos preparado un tormento doloroso…”36
En medio de mi ignorancia y desespero, pude asumir algunas posiciones más o menos coherentes.
Era algo así como entender que yo debía vivir la vida, en las condiciones en las cuales era posible
hacerlo. Es decir, en medio de una familia que me conminaba por la vía doctrinaria a asumir el rol
que me estaba predestinado. Pero, al mismo tiempo, en mí se hacía sólida la intención de revertir
ese hecho. Al menos en términos de disección que convoca a entender la necesidad de redefinir
mis expectativas. Inicialmente, esto aparecía como simple efecto colateral de esos sueños míos que
me convocaban a una tenencia de lo inmediato y lo potencial, como necesidad latente que estaba
ahí; pero que yo no podía asir. Precisamente porque se bifurcaban en el escenario primero y
último. Es decir, en una trama que no lograba discernir. Venía a mi mente, después de esos
sueños constantes y punzantes, lo leído en “Doña Bárbara”.
35 Frazer, James G. “La rama dorada”., Ed. Fondo de Cultura Económica,segunda reimpresión 1995;pp.710-
711
36 El Corán Editorial Óptima,S.L, 2002. pp.88-89
“…En Altamira siempre era ´Pajarote´ quien contaba los casos más espeluznantes. La vida andariega del
encaminador de ganados y la imaginación vivaz, suministrable mil aventuras que narrar, a cual más
extraordinarias.
¿…Muertos? A todos los que salen desde Uribante hasta el Orinoco y desde el Apure hasta el Meta, les conozco
sus pelos y señales – solía decir - . Y si son los otros espantos ya no tienen sustos que no me hayan dado.
-Las almas en pena que recogen sus malos pasos por los sitios donde los dieron; la llorona, fantasma de las
orillas de los ríos, caños o remansos y cuyos lamentos se oyen a leguas de distancia; las ánimas que rezan
en coro, con rumor de enjambres, en la callada soledad de las matas, en los claros de luna de los calveros y el
Ánima Sola que silba al caminante para arrancarle un Padre Nuestro, porque es el alma más necesitada de
purgatorio; la Sayona, hermosa enlutada, escarmiento de los mujeriegos trasnochadores, que les sale al paso,
les dice ´sígueme, y de pronto se vuelve y les muestra la horrible dentadura fosforescente y las piaras de los
cerdos negros que Mandinga arrea por delante del viajero y las otras formas bajo las cuales se presenta; todo
se le había aparecido a Pajarote…”37
De todas maneras, lo mío, seguía siendo una desolación parecida al extravío. Como cuando no
podía encontrar el horizonte de mis enajenaciones; de mis delirios que se hacían cada vez más
constantes y atosigadores. Un itinerario parecido a la vida nómada que nunca se ancla en ningún
sitio. Y veía, en mis sueños de siempre, mi figura y mis acciones distanciadas en el tiempo. Con
expresiones en las cuales ya había logrado descifrar los códigos inherentes a mi condición de mujer
libertaria que se expresaría a futuro. Sueños como este:
Para este trabajo se asumen como válidas algunas opciones en lo que hace relación al significado que
adquiere la participación colectiva, por parte de sectores de la población en los cuales actúan sujetos
(hombres y mujeres) no vinculados con el poder y los beneficios que otorga el control de instancias estatales y
gubernamentales. Asimismo, se asume una cotejación conceptual en lo que respecta a tipos de Estado, como
aquellas categorías que pueden definir una u otra posición con respecto a la intervención en el espectro social,
0por la vía de políticas inherentes a la noción del Estado Benefactor o de Estado centrado en la noción de la
autonomía dinámica económica para definir e imponer los términos en la intervención.
Presento, en consecuencia, algunos elementos teóricos que ya habían sido insinuados en la Justificación del
trabajo.
La noción de Política. Se entiende como la precisión, a la manera de directriz general, de una sumatoria
conceptual relacionada con una determina área en la cual el Estado o un Gobierno deben intervenir. En este
nivel de expresión se proponen programas que delinean la intervención, con unos objetivos concretos; de tal
manera que delimiten escenarios y el espectro mismo que la origina. Esto presupone la preexistencia de
opciones teóricas y prácticas en nexo con esa área específica.
En términos de Estado, una política, debe proponerse de tal manera que se entienda como derivación lógica y
coherente, con respecto al soporte conceptual que lo acompaña; en cuanto a cohesionador de las fuerzas que
actúan como integrantes del País y de la Nación.
Tratándose de un Gobierno, entendido como expresión circunstancial y transitoria, las políticas ejercen como
concreción a través de Planes específicos que orientan la actividad económica, política, social, etc.; de ese
Gobierno, por un periodo definido.
37 Gallegos,Rómulo. “Doña Bárbara”.Momo ediciones,pp.63-64
Tanto en lo que respecta al Estado, como a los Gobiernos; se entiende que debe existir una concatenación,
también lógica y coherente, a partir de la Norma General (Constitución Política) que orienta el quehacer del
Estado y otorga a los asociados unidos determinados beneficios e impone unas dete rminadas obligaciones.
Visto así, entonces, se introduce una diferenciación necesaria, derivada del tipo de Estado instaurado para una
sociedad específica. Esto traduce que no es lo mismo diseñar una política de asistencia social, a manera de
ejemplo, por parte de un Estado soportado en un una opción hacia el bienestar general; que esa misma
política por parte de un Estado anclado en la ortodoxia con respecto al desarrollo de los mecanismos del
mercado; los cuales pueden establecer (por sí mismos) un equilibrio.
Para el caso que nos ocupa en este trabajo, asumimos la existencia de una definición Constitucional, que
reivindica la vigencia de un Estado Social de Derecho, obligado a proponer y desarrollar una políticas públicas
de beneficio general, con énfasis en la protección de los sectores más vulnerables de la población.
Tanto es así que, en la Constitución Política, se expresa el hilo conductor para la intervención del Estado.
Veamos:
Artículo 1. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria,
descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democráticas, participativa y pluralista, fundada
en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la
prevalencia del interés general. 38
Artículo 2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y
garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la
participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y
cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la
convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo.
Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia,
en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los
deberes sociales del Estado y de los particulares.39
En consecuencia, el diseño e implementación de las políticas públicas para el bienestar de los habitantes,
deben estar orientados por ese mandato Constitucional. La reglamentación de esas políticas (.O de una de
ellas en particular), debe tener en consideración el escenario y los grupos sociales a los cuales están dirigidas.
Lo anterior está definido, de manera taxativa, en la Norma Constitucional, así:
Artículo 339: Habrá Plan Nacional de Desarrollo conformado por una parte general y un plan de inversiones de
las entidades públicas del orden nacional. En la parte general se señalarán los propósitos y objetivos
nacionales de largo plazo, las metas y prioridades de la acción estatal a mediano plazo y las estrategias y
orientaciones generales de la política económica, social y ambiental que serán adoptadas por el gobierno. El
plan de inversiones públicas contendrá los presupuestos plurianuales de los principales programas y proyectos
de inversión pública nacional y la especificación de los recursos financieros requeridos para su ejecución.
Las entidades territoriales elaborarán y adoptarán de manera concertada entre ellas y el gobierno nacional,
planeas de desarrollo, con el objeto de asegurar el uso eficiente de sus recursos y el desempeño adecuado de
las funciones que les hayan sido asignadas por la Constitución y la ley. Los planes de las entidades territoriales
estarán conformados por una parte estratégica y un plan de inversiones de mediano y corto plazo.40
38 Constitución Política deColombia 1991,segunda edición ESAP, febrero 1992
39 Ibíd.
40 Ibíd.
Artículo 366: El bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades
sociales de Estado. Será objetivo fundamental de su actividad la solución de las necesidades insatisfec has de
salud, de educación, de saneamiento ambiental y de agua potable.41
En aplicación de esta noción de política, particularmente de política pública, el presente trabajo, desenvuelve
el seguimiento con respecto al rol de las mujeres, en lo que concierne a al desarrollo de los programas para la
protección y atención a los grupos poblacionales vulnerables.
La noción de participación.
El trabajo se sitúa en un entendido de participación, definido a partir de del significado que adquiere el
quehacer de grupos sociales no vinculados con el poder político y económico. Es tanto como recorrer el
acumulado de experiencias presentadas en diferentes momentos y en relación con acciones que reivindican
derechos, tanto en lo que concierne a la calidad de vida, como también a aquellos que hacen referencia a su
relación con el Estado, en lo que esta tiene de manifestaciones por alcanzar beneficios puntuales que ejercen
como colaterales indispensables para alcanzarla.
Visto lo anterior, entonces, aparece una posición en términos de fundamentar la intervención, soportada en
definiciones, tanto teóricas como prácticas, que han orientado los procesos hacia la admisión de lo conciente ,
como condición indispensable para trascender la espontaneidad y la visión reduccionist a que no permite
diseñar estrategias para el mediano y largo plazo.
En una publicación del Centro de Estudios del Hábitat Popular – Cehap, adscrito a la Facultad de Arquitectura
de la Universidad Nacional de Colombia, se recopilaron documentos presentados en el 4º Seminario
Internacional CEHA – PEVAL, realizado en la ciudad de Medellín entre el 7 y el 11 de abril de 1986, en el cual
se analizaron las experiencias en América Latina, bajo el título: Los pobladores, protagonistas urbanos en
América Latina.
En una de las ponencias titulada Aproximación a los Movimientos Sociales Urbanos en América Latina, el
investigador Etienne Henry, adscrito al Institut National de Recherche sur les Transports et leur Segurite -
INRETS, Francia; dice, en uno de los apartes referido a los Movimientos Regionales y Nacionales:
“..Finalmente los movimientos sociales se despliegan alrededor de los principales polos urbano-industriales.
Tienen una connotación más obrera y, las organizaciones sindicales son aquí las que incentivan la formación
de frentes regionales. Pero su evolución depende de su capacidad en aglomerar a las masas urbanas y a sus
organizaciones representativas. Los bloques de clases son aquí menos policlasistas y esos movimientos pueden
derivar hacia meras huelgas obreras o revueltas de protesta popular.
Tales movimientos regionales no se reducen a una oposición al poder central y una afirmación del poder
regional. Hay que buscar en la configuración de los segmentos locales de clases, su dominación y su depresión
socioeconómica, las razones de la vitalidad de su movilización y las perspectivas de los bloques regionales. No
constituyen duraderas alianzas de clases ni son portadoras de proyectos históricos específicos; pero si
corresponden a una fuerza social capaz de imponer modificaciones parciales en los esquemas administrativos y
redistributivos. En la medida en que las masas pauperizadas concentradas en los núcleos urbanos participan
de esos movimientos en forma importante – y a veces mayoritaria – es legítimo ver aquí una expresión de los
movimientos urbanos...” (Sic)42
41 Ibíd.
42 Texto citado,página 37
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Acerca de la negociación con las farc (1)

  • 1. Acerca de las Farc y de los tratados de paz “Un suceso cualquiera de la vida humana es narrado con más fidelidad por sus autores. La tradición conserva la verdad, pero desfigurada; los documentos de referencia posteriores al acto, pueden adolecer de involuntarios errores o de juicios parciales; y los historiadores muchas veces no hacen sino novelas, cuando se empeñan en exornar los hechos con la inventiva del ingenio. Pero cuando se ha levantado el proceso verbal del acontecimiento; cuando tenemos; cuando tenemos escrita la relación sencilla, rápida, llena de las impresiones del momento supremo, por los mismos autores de un drama heroico, de una empresa llevada a la cima con éxito brillante y fechando, por ánimos, por ilustres varones que son fundadore s de la Patria, el sentido común solicita con avidez la palabra consagrada…”1 Preámbulo. Dos elementos quiero reiterar. Uno de ellos tiene que ver con el concepto básico relacionado con los estudios históricos, su recorrido, su lógica y sus conclusiones. Por lo mismo transcribo documento elaborado por mí y referido a la trilogía “Siguiendo el Corte”, “Aguas Arriba” y “Trochas y Fusiles escritas por el maestro Alfredo Molano Bravo. Otro, tiene que ver con un horizonte propuesto. A manera de referencia. Concretamente a la visión de nación y de país, en el tiempo inmediato a 1819. Para ello, cito texto del hidrógrafo y coronel Francis Hall y que estuvo al servicio de Colombia. Además reflexiones propias. Lo mismo que algunos escritos elaborados por mí antes y que considero válidos como contexto. He decidido comenzar este análisis, transcribiendo el escrito que hice, en torno al método utilizado por el profesor Alfredo Molano Bravo en su trilogía “Siguiendo el Corte”, “Aguas Arriba”, “Trochas y Fusiles”. Siendo el objeto de este trabajo, abordar la reflexión en torno a la historia, en términos de la metodología y la lógica argumental; considero conveniente expresar algunos aspectos, a manera de preludio. Uno de ellos tiene que ver con la noción de concepto, en el contexto de la lógica. El otro tiene que ver con una opción teórica más vasta, en razón a que involucra a la filosofía y su desarrollo como proceso de interpretación de la vida y de la naturaleza. En relación a la primera reflexión, fundamentado en el texto indicado para el análisis; está soportada, en el texto Introducción a la Lógica, escrito por Irving M. Copi. Un soporte teórico que me remite al análisis conceptual, en torno a la construcción e interpretación de postulados necesarios para interactuar, en procesos concernientes a la teoría del conocimiento y sus especificidades. Y, esto, nos conduce también a entender la dinámica de procesos en nexo con la ciencia, la historia de la humanidad y la naturaleza. La segunda reflexión, permite profundizar acerca de los contenidos filosóficos. Tanto en lo que tiene que ver con los desarrollos expresados por las diferentes escuelas; como también en el significado que adquieren al momento de cotejarlos con la realidad y/o con las narraciones mitológicas o cuasi mitológicas. Lo que pretendo, entonces, (así como en el trabajo precedente en torno a la tríada “Siguiendo el corte”; “Aguas arriba” y “Selva Adentro”) es dilucidar el Terrero A., Santiago “El 19 de abril de1810 fue el día en que seinició la independencia sudamericana”, página 101.
  • 2. mensaje que el profesor Molano, transmite y su verdadera dimensión en lo que respecta al relato histórico como aporte efectivo a la interpretación del proceso que ha vivido nuestra gente a causa de las violencias oficiales y no oficiales; así como las sucesivas respuestas que se han ensayado por parte de quienes (querámoslo o no) han ejercido como sujetos individuales y colectivos, contestatarios. De la lógica en la narración del profesor Molano. No es posible asumir este aspecto, sin antes conocer el punto de comienzo en lo que respecta a los postulados del autor. En relación con su definición de la historia soportada en una noción de la lógica que conlleva a establecer una dinámica propia en sus escritos, particularmente en “Trochas y fusiles”; como instrumento básico para entender y desarrollar los procesos. Por lo mismo que su contenido conlleva a la necesidad de plantear precisiones inherentes a los diferentes aspectos del conocimiento. Me parece pertinente, entonces, citar, en extenso, la siguiente expresión: “…La lógica ha sido definida a menudo como la ciencia de las leyes del pensamiento. Pero esta definición, aunque ofrece un indicio acerca de la naturaleza de la lógica, no es exacta. En primer lugar, el pensamiento es uno de los procesos estudiados por los psicólogos. La lógica no puede ser 'la' ciencia de las leyes del pensamiento porque también la psicología es una ciencia que trata de las leyes del pensamiento (entre otras cosas) Y la lógica no es una rama de la psicología; es un campo de estudio separado y distinto. En segundo lugar, si 'pensamiento' es cualquier proceso mental que se produce en la psiquis de las personas, no todo pensamiento es un objeto de estudio para el lógico. Todo razonamiento es pensamiento, pero no todo pensamiento es razonamiento. Por ejemplo, es posible pensar en un número entre uno y diez, como en los juegos de salón, sin elaborar ningún 'razonamiento' acerca del mismo. Hay muchos procesos mentales o tipos de pensamiento que son distintos del razonamiento. Es posible recordar algo, o imaginarlo, o lamentarlo, sin razonar sobre ello. O uno puede dejar 'vagar' los propios pensamientos en un ensueño o fantasía, construir castillos en el aire, o seguir lo que los psicólogos llaman 'asociación libro, en la que una; imagen remplaza a otra en un orden que no tiene nada de lógico. A menudo, esta sucesión de pensamientos en la asociación libre tiene una gran significación y sobre ella se basan algunas técnicas psiquiátricas. Por supuesto que no es necesario ser un psiquiatra para comprender el carácter de una persona mediante la observación de este flujo de su conciencia. Hasta constituye la base de una técnica literaria muy efectiva, iniciada por James Joyce en su novela Ulises. Inversamente, si se conoce bien de antemano el carácter de una persona, es posible seguir y hasta anticipar el curso de su flujo consciente. Todos recordamos cómo Sherlock Holmes acostumbraba romper los silencios de su amigo Watson para responder la misma cuestión a la cual había sido conducido el doctor Watson en sus meditaciones. Parece haber ciertas leyes que gobiernan el ensueño, pero no son del tipo de las que han estudiado tradicionalmente los lógicos. Su estudio es más apropiado para los psicólogos, y las leyes que describen las evoluciones de la mente en el ensueño son leyes psicológicas, no principios lógicos. Definir la lógica como la ciencia de las leyes del pensamiento es incluir demasiado dentro de ella. Otra definición común de la lógica es aquella que la señala como la ciencia del razonamiento, Esta definición evita la; segunda objeción, pero no es aún adecuada. El razonamiento es un género especial de pensamiento en el cual se realizan inferencias, o sea en el que se derivan conclusiones a partir de premisas. Pero es aún pensamiento y, por tanto, forma parte también del tema de estudio del psicólogo. Cuando los psicólogos examinan el proceso del razonamiento, lo encuentran sumamente complejo, emocional en alto grado y moviéndose por medio de desmañados procedimientos de ensayo y error iluminados por repentinos chispazos de comprensión, a veces inconexos en apariencia. Éstos son de la mayor importancia para la psicología. Pero no son en absoluto de la incumbencia del lógico los oscuros caminos por los cuales la mente llega a sus conclusiones durante los procesos reales de razonamiento. Solo le interesa la corrección
  • 3. del proceso, una vez terminado. Su problema es siempre el siguiente: ¿la conclusión a que se ha llegado deriva de las premisas usadas o afirmadas? Si la conclusión se desprende de las premisas, esto es, si las premisas constituyen un fundamento o una buena evidencia de la conclusión, de manera que afirmar la verdad de las premisas garantiza la afirmación de que también la conclusión es verdadera, entonces el razonamiento es correcto. En caso contrario, es incorrecto. La distinción entre el razonamiento correcto y el incorrecto es el problema central que debe tratar la lógica. Los métodos y las técnicas del lógico han sido desarrollados esencialmente con el propósito de aclarar esta distinción. El lógico se interesa por todos los razonamientos, sin tomar en cuenta su contenido, pero solamente desde este especial punto de vista. “2 Quiere decir lo anterior que nos encontramos ante una definición que plantea una estructura compleja. Porque remite a interactuar con diferentes áreas del conocimiento, al momento de postularla. Es, entonces, una figura que reivindica el proceso de interpretación y de inferencia, como una hilvanación en la que existen momentos diferenciados. Inclusive, remite a las expresiones en el manejo de la verdad y de sus instrumentos precedentes, a la manera de los diagramas de Venn, en la teoría de conjuntos. Cuando, Irving Copi, plantea su opción teórica referida al conocimiento y distinción de las cosas y/o de las ideas en un determinado contexto (página 57 del texto, en la edición anotada); lo hace por la vía de lo que él mismo entiende por género y diferencia. En su precisión, cuando hace referencia (a manera de ejemplo) al género polígono y sus nexo con el concepto de triángulo; infiere que la distinción se construye, a partir de referenciar especificidades de una figura concreta, en un determinado contexto que involucra un concepto más amplio. Diríamos, de una totalidad. Veamos lo anterior, remitido a algunas definiciones en términos del Conocimiento ordinario. Aquí el contexto, asimilado al género, tiene que ver con la noción de la teoría del conocimiento. La diferencia se expresa al momento de hablar del significado que adquiere la noción de conocimiento ordinario. Entendido este como los elementos conceptuales y prácticos aplicados en la cotidianidad. A diferencia, por ejemplo del conocimiento científico que involucra aspectos precisos extractados del análisis científico en áreas específicas de la ciencia. Entonces, la proximidad está dada por la referencia a una especificidad que se propone en el contexto de una noción más general. Lo que convoca a entender los elementos relacionales entre teoría del conocimiento y conocimiento ordinario. El mismo método de reflexión vale para la especificidad “conocimiento científico”. Mediante un procedimiento similar, podemos construir elementos de referencia. Existiendo un contexto y unas aristas que tocan a los elementos referenciales; por la vía de establecer esas aristas; bien sea en la totalidad del discurso conceptual o en una materialización. Veámoslo en otro ejemplo. Cuando se habla, del recorrido o proceso histórico, se habla de un tipo de conocimiento que debe ser planteado con arreglo a los elementos teóricos propios de ciencias sociales; pero también en lo que respecta a la verificación y cotejación en lo que se ha dado en llamar trabajo de campo. Se establece una determinada categorización. Siendo, las matemáticas una ciencia, desde ahí se desprenden conexiones (aristas) que permiten entender la utilización de esa ciencia en procesos específicos. Por ejemplo, en la estadística. Se configura, por lo tanto la noción de género (ciencia matemática) y una especificidad (estadística). O sea que, el género 2 Copi M., Irving.“Introducción a la Lógica”. Séptima edición; páginas 9-10
  • 4. próximo a la ciencia en general, es la ciencia matemática y la diferencia específica que se supone tiene otros insumos que la diferencian de las matemáticas y, en general del concepto de ciencia. Así, en consecuencia, en la historia de la humanidad, ha habido procesos generales (a la manera de géneros) y en el contexto de esos procesos generales, procesos específicos; a manera de géneros próximos y, a su vez, a la manera de diferencias concretas. Si tomamos, por ejemplo, el concepto de mito; (al menos esa es mi interpretación) que aparece en el texto analizado (ver: último capítulo del texto, página 201 y siguientes) podemos asumir que el contexto general tiene que ver con la cosmología que tiene como premisa un proceso, a manera de abstracción y, mediante el cual, se pueden asumir interpretaciones o prefiguraciones del rol de la humanidad y de sus orígenes. Un elemento que ejerce como género próximo es el que se relaciona con el contenido religioso o, mejor aún, la manera como, mediante una religión específica se construye un mito también específico. . El concepto de historia en los textos del profesor Molano, caso: “Trochas y Fusiles”. En principio, es un recorrido por la historia de la humanidad. En esto, podemos decir que tiene similitud con otros textos y otros autores. Sin embargo, aparecen algunos elementos diferenciales. Uno de ellos tiene que ver con los aspectos circunstanciales que aparecen el texto y la manera como son presentados. Mediante una estructuración en la cual, se precisan conceptos como mito, el testimonio histórico como prueba, las tradiciones, las generalizaciones.,. etc. Ahora bien, en lo que respecta a la noción de credibilidad o no de determinadas formas del conocimiento; lo pertinente es efectuar una cotejación entre las definiciones propuestas, a manera de ejemplo, por José Gajate y su nexo con la lógica. Fundamentalmente, a partir del texto “Introducción a la Lógica de Irving Copi. Porque, cualquier acercamiento a un entendido de conocimiento, tiene como punto de comienzo el método con el cual se construyan aseveraciones. Siendo así, entonces, cuando José Gajate habla de observaciones en el entorno o de testimonios fiables, de tradiciones, etc.; está hablando de expresiones y definiciones que pueden convertirse en categorías. Y, esas categorías, a su vez, están referenciadas por una determinada interpretación. Entonces, aparece la interacción específica y general; entre los contenidos históricos y la lógica como categoría y como método para inferir conclusiones también generales y específicas. Veamos esto último: La alusión, por la vía del método, al ejemplo denominado La historia del pavo inductividad; puede entenderse como ejemplo para precisar lo relacionado a la utilización de un determinado método. Desde la interpretación lógica, es un proceso inherente a la teoría del conocimiento. Desde el punto de vista general de la historia y la filosofía, puede entenderse como una reflexión que incluye el rol del sujeto; en un proceso mucho más vasto. Lo mismo en lo que respecta a la noción de mito y su especificidad en el Mito de Perséfone. Aquí, vuelve y aparece la posibilidad de una diferenciación que puede ser entendida como circunstancial. Que conlleva, de una parte, a la cotejación entre la generalidad mito y la especificidad de Perséfone. Se tocan, otra vez, entonces, la noción filosófica y la noción de lógica. Todo en el contexto de la teoría general de las construcciones mitológicas y sus referentes.
  • 5. Para el caso que me convoca, el concepto de historia y la metodología en el profesor Molano, me parece sensato, citar un trozo del prólogo a la obra (“Trochas y fusiles”), escrito por el investigador William Ramírez Tobón: “…Ya la portada del libro le hace un guiño bastante expresivo al lector al enmarcar a la organización guerrillera dentro del título Trochas y fusiles. Y es que las FARC no son sólo las armas defensivas de la contención militar propia de la etapa inicial de colonización armada, o las ofensivas de la siguiente fase de movilidad guerrillera, o las desestabilizadoras y terroristas del momento actual. Las FARC son también las trochas abiertas en una descomunal y heroica empresa de movilización social, a través de las cuales transitaron poblaciones enteras en un forzado proyecto de civilización alternativa de grandes sectores de nuestra geografía nacional. Son, en fin, una cultura marginal y, no obstante, muy importante, acumulada a lo largo de más de medio siglo de enfrentamientos campesinos con los poderes locales de la riqueza y con el Estado…”3 Sinceramente, no sé con qué soporte habla el profesor Ramírez, cuando describe de esa manera el rol y los principios asumidos por el profesor Molano. Porque, si algo queda claro para mí, es el distanciamiento realizado por el maestro Molano, con respecto a las opciones válidas de interpretación. Más bien aparece, en el texto, una opción utilitaria. Como, cuando yo hablaba en documento producido en 2002, titulado “Los beneficiarios de la guerra” (el cual perdí, como consecuencia de mi analfabetismo en sistemas). Decía, algo así, como que este conflicto que nos cruza, ha dado para todo. Desde las opciones militaristas y paramilitaristas del matarife Álvaro Uribe Vélez; hasta el crecimiento de programas de pre y posgrado para preparar el oficio que se ha dado en llamar “politología”, de la cual derivan activos analistas (politólogos) periodistas.etc. Sin que esto implique una profundización en el conocimiento del conflicto; sino más bien, la aparición de lenguajes ambiguos y tendenciosos, en muchos casos; como el del profesor Molano. Como ejemplo, presentó dos trozos de “Trochas y fusiles”; en los cuales es evidente la “ambigüedad tendenciosa del maestro. “…La insatisfacción cundía, y aunque todo el mundo estaba conciente de que el problema era el bajo precio de la base de coca, nadie hablaba del asunto. Más bien se acusaba al gobierno de no hacerse presente en la región con créditos, vías, educación, salud. Se alegaba también que era necesario levantar la Reserva Especial y Forestal del área de La Macarena, para poder acceder a los títulos de propiedad sobre la tierra. Estos argumentos hicieron marchar en tres ocasiones a los colonos de la región de San José del Guaviare…4 (subrayado mío). Me queda claro que el profesor Molano desdice, con esta expresión, su tipificación anterior, cuando hablaba con certeza del rezago de estas regiones, como efecto colateral de la ausencia estatal. Es un giro conceptual en el cual aparecen los colonos como auspiciadores del atraso y, por el contario el Estado y el gobierno son víctimas de esa tergiversación de la realidad. “…La Universidad Nacional me contrató a mí, Alfredo Molano, como parte del equipo de investigación. En tal condición llegué al pueblo de La Macarena, con quince estudiantes, casi todos de sociología. Por más inquietos que fueran, los sorprendió la dura realidad que se vive en una zona de colonización. Caminar por una rastrojera, montar en canoa y, sobre todo, aceptar que poco sabían, fue duro. …Teniendo en cuenta (sic) la situación de orden público, el estudio se suspendió, pues como se basaba en una encuesta, la gente no estaba en ánimo de dar muchos datos, sobre todo porque los encuestadores y los 3 Ramírez T., William,prólogo a la obra “Trochas y Fusiles”primera edición Instituto de Estudios Políticos y Relaciones internacionales.El Áncora Editores 1994, páginas 18-19. 4 Molano B., Alfredo. “Trochas y fusiles”.Primera edición,1994.El Áncora Editores, páginas 201-202.
  • 6. soldados habían llegado al tiempo. Después de haber recorrido el Guayabero para arriba y para abajo con Juana Escobar, Marta Arenas y Fernando Rozo, decidimos remontar el Duda has La Uribe en vista de la suspensión inesperada del trabajo con la Universidad Nacional. Nos despedimos de los estudiantes y nos embarcamos aguas arriba…Les propuse (sic) seguir Duda arriba una vez hubiéramos llegado a La Uribe. Era un viaje con el que habíamos soñado muchas veces, porque por ese camino huyeron de Villarrica hacia el Llano los desplazados por la guerra de Villarrica…”5 (Subrayado mío) No sé qué me sorprende más. Si la acción de abandonar a su suerte a los y las estudiantes; o la actitud que habla del “sueño en el paraíso perdido”; como quiera que la noticia estaba en territorio de del Secretariado. Lo que sí es, absolutamente claro, es que el profesor Molano encaja, perfectamente, en la descripción que hice de “los beneficiarios de la guerra” . La cotejación de la ética de lo posible del profesor Molano, con algunos escritos de Husserl y de Kant. Uno de los aspectos que me convoca a profundizar en torno a la teoría de Edmund Husserl, tiene que ver con su punto de encuentro con el soporte metodológico y de discernimiento utilizado por Immanuel Kant. En estos dos pensadores, aparece un soporte básico en lo que hace referencia al significado que adquiere la intervención del sujeto, a partir del conocimiento y/o experimentación directa con la naturaleza. Es tanto como entender, en Husserl y en Kant, una expresión en la cual se cuestiona el rol de la razón en el proceso que conlleva a la delimitación de las cosas en sí mismas y su conexión con la generalización que efectúa el sujeto a partir de esa misma delimitación. Se trata, en consecuencia, de abordar los hechos y los elementos inherentes a la naturaleza como objetividad, con el propósito de proponer una interpretación según la cual, es la autonomía del sujeto y sus posibilidades de abstracción, la única que permitirá descifrar la esencia de las cosas. Veamos lo anterior, en apretado resumen con el riesgo que esto supone, en la siguiente afirmación de Immanuel Kant en su obra Crítica de la razón pura: “.Todas las cosas que intuimos en el espacio o en el tiempo...no son más que fenómenos, es decir, puras representaciones...”. Comparemos esta afirmación con lo expresado por Edmund Husserl:”...La patente posibilidad de llevar a cabo generalizaciones o modificaciones de la aritmética formal, mediante las cuales pueda ésta elevarse sobre la esfera cuantitativa, sin alterar esencialmente su carácter teorético ni su método calculatorio, hubo de despertar la intelección de que lo cuantitativo no pertenece a la esencia más general de lo matemático o formal y de los métodos calculatorios fundados en ella. Cuando descubrí en la lógica matemática una matemática que efectivamente no tiene nada que ver con la cantidad y, sin embargo, constituye una incontestable disciplina de forma y método matemáticos, que trata en parte los antiguos silogismos y en parte también nuevas formas de raciocinio, extrañas a la tradición, se me plantearon los importantes problemas sobre la esencia de lo matemático en general, sobre las conexiones naturales o los posibles límites entre los sistemas de la matemática cuantitativa y no cuantitativa, y especialmente, por ejemplo, sobre la relación entre lo formal de la aritmética y lo formal de la lógica…”6 Esta comparación, desde mi interpretación, permite entrever un nexo fundamental, como quiera que se proponga (en Kant y en Husserl) un ejercicio de abstracción a cargo del sujeto; de tal manera que le permita trascender los datos que otorga el conocimiento directo de los fenómenos 5 Molano B., Alfredo. Obra citada,página 205. 6 Husserl,Edmund “investigaciones lógicas”,tomo I. Ed.Altaya S.A., 1995, páginas 21-22.
  • 7. que se evidencia y/o intuyen en la naturaleza. A partir de ahí, entonces, cada sujeto puede y debe realizar un proceso en donde la razón actúa como simple intermediaria, pero no constituye el elemento básico para acceder a la profundización acerca del significado último de ese fenómeno concreto. En este sentido, como lo advierte también Kant en su obra Crítica de la razón pura”, supone una ruptura con el escepticismo de David Hume7 , quien negó la relación de causalidad, al afirmar: “...La razón nunca podrá mostrarnos la conexión entre un objeto y otro si no es ayudada por la experiencia y por la observación de su relación con situaciones del pasado. Cuando la mente, por tanto, pasa de la idea o la impresión de un objeto, a la idea o creencia en otro, no se guía por la razón, sino por ciertos principios que asocian juntas las ideas de esos objetos y los relaciona en la imaginación”. 8 Se configura así, entonces, un nexo entre Immanuel Kant y Edmund Husserl, en cuyo núcleo aparece una noción acerca del conocimiento a partir de la reflexión lógica. Los elementos constitutivos de sus teorías, desembocan en posiciones de identidad indiscutida. Los dos asumen la figura de las proposiciones y de los instrumentos a priori y a posteriori para resolver acerca del rol que desempeña la razón y cada sujeto, en el proceso de aprehensión y dilucidación en cuanto al significado último de los fenómenos externos, con respecto a la esencia de que subyace a los mismos. Ya lo advertía José Ortega y Gasset9 , en la presentación del texto “Investigaciones lógicas” (Edmund Husserl): “..Pero ¿qué cosas hay permanentes? El racionalismo tuvo que echarse a buscar objetos capaces de permanencia e inalterables. Y fuera de Dios, objeto ultra racional, sólo encontró los universales, los conceptos. He aquí que Husserl muestra cómo un contenido individual – esta mesa es negra- es en cuanto puro fenómeno idéntico a sí mismo, permanente, inalterable. En este punto llena la aspiración perdurable del racionalismo. Pero, al punto, se descubre cómo no es la identidad sin más lo que proporciona racionalidad a un objeto. La mesa negra aquí es irracional porque aunque es eso y sólo eso en inquebrantable identidad podría ser de otro modo. No le basta ese atributo de inmarcesible para ser una esencia: su identidad es a la par permanente y contingente – no necesaria, no esencial- .De aquí que el descubrimiento fenomenológico no pueda, a pesar de todo, aprovecharse como avance decisivo del racionalismo sino que obligue a recaer en el elemento y límite tradicional de éste: en lo general o universal, en la esencia. Algo importante se ha ganado, sin embargo: por vez primera la fenomenología da un fundamento al racionalismo que hasta ella se apoyaba en pura magia...”10 Con las anteriores consideraciones, me permito expresar la siguiente reflexión en torno a la lógica de Edmund Husserl, definida como La fenomenología. . Edmund Husserl, la fenomenología, su lógica, como instrumento para el análisis, de la historia del profesor Molano. 7 Hume, David,(1711-1776) filósofo y economista escocés.Algunas de su obras fueron: “Tratado sobre la naturaleza humana”; “Investigación sobreel entendimiento humano” 8 Tomado de versión publicada por EnciclopediaEncarta,del texto “Investigación del entendimiento humano (David Hume) 9 Ortega y Gasset, José (1883-1955),nació en Madrid,España.Filósofo y ensayista.Alguna desus obras:“Los terrores del año mil.Crítica de una leyenda”.; “La rebelión de las masas”. 10 Ortega y Gasset, José. Presentación a la obra:“Investigaciones lógicas”,de Edmund Husserl.Ediciones Altaza S.A, 1995,página 19.
  • 8. En el apartado anterior, hice referencia al punto de encuentro entre las teorías de Immanuel Kant y Edmund Husserl. En resumen, presenté mi interpretación acerca de ese punto de encuentro, como una identificación con respecto a la relación entre los fenómenos concretos de la naturaleza , el rol de la razón y el proceso que conlleva a la búsqueda de la esencia de esos fenómenos; a partir de la intervención del sujeto autónomo que efectúa una abstracción necesaria de la significación de esos fenómenos concretos; para arribar a una generalización en la que esos mismos fenómenos, si bien constituyen un punto de partida, no por ello definen su esencia, en el contexto del conocimiento puro. En otras palabras, la cosa o el fenómeno concreto, debe ser trascendido, discernido (...o mejor, descartado), si queremos acceder a la esencia. Es pues, un recorrido en que interviene el sujeto como ser autónomo, cuya razón identifica en principio el fenómeno como dato apriorístico; pero ignora su nexo con la universalidad del conocimiento; el cual se erige como condición necesaria para entender la verdadera dimensión de la naturaleza como postulado primario que puede llegar a condicionar la esencia, pero que no es la esencia en sí. Esto es mucho más claro, colocado en términos de Edmund Husserl y su definición de la reducción fenomenológica o epoje, en su obra Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica (1913). Veamos: “Reducción fenomenológica o enoje: Una descripción de las estructuras de la conciencia trascendental, fundada en la intención de la esencia de esas estructuras. La fenomenología es un idealismo que no consiste más que en la auto explicitación de mi ego como sujeto de todo posible conocimiento, llevada a cabo de modo consecuente en la forma de una ciencia ególica , sistemática y esto con respecto al sentido de todo lo que es, que debe poder tener justamente un sentido para mí, el ego…” 11 Ya Hegel12 , había adelantado una confrontación respecto a la teoría de Immanuel Kant, a partir de su postulado básico lo que es real es racional y lo que es racional es real. Esta confrontación adquirió un significado trascendental, en razón as que le permitió la construcción de un sistema diferente al de Kant. Para Hegel, el proceso del conocimiento está centrado en una relación dinámica y coherente entre tesis, antítesis y síntesis. Este método, está desarrollado en su lógica dialéctica; a partir de la cual la naturaleza como un todo, puede ser conocida e interpretada, por la vía de la asunción de un rol activo del sujeto que reconoce la existencia del mundo exterior, lo trasciende y desarrolla; sin que ello implique el desconocimiento de los fenómenos concretos, de su existencia plena y efectiva; no como ilusiones y/o representaciones. Entonces, lo que hace Edmund Husserl, hasta cierto punto significa un desconocimiento de las aportaciones hegelianas al proceso de desarrollo del conocimiento. La interacción entre razón, naturaleza y abstracción, adquiere para Husserl un significado en el cual la abstracción autónoma del sujeto, pasa por entender la naturaleza y sus expresiones concretas, como representación que condiciona la libertad del sujeto y lo conmina a una identificación que lo subsume en una especie de empirismo que lo degrada; en razón a que no le permite recorrer un camino sin ataduras hacia el descubrimiento de la esencia de las cosas, a su generalización pura, como insumo absolutamente necesario para alcanzar la esencia. 11 Husserl,Edmund, en su obra: “Ideas relativas a una fenomenología pura y una filosofía fenomenológica”. 12 Hegel, Georg WilhelmFriedrich (1770-1831),filósofo alemán.Algunas de sus obras.“Fenomenología del espíritu”; “Filosofía del derecho”.
  • 9. Veamos lo anterior, en palabras de Jean Paul Sartre13 : “...En efecto: cuando Husserl, en las Meditaciones artesianas y en Formale und Transzentantale Logiik, se preocupa de refutar el solipsismo14 , cree lograrlo mostrando que el recurso al prójimo es condición indispensable de la constitución de un mundo. Sin entrar en los pormenores de la doctrina, nos limitaremos a indicar su eje fundamental: para Husserl, el mundo tal como se revela a la conciencia es intermonádico. El prójimo no está presente en él sólo como una aparición concreta y empírica, sino como una condición permanente de la unidad y la riqueza del mundo. Cuando considero, tanto en soledad como en compañía, esta mesa o ese árbol o aquel lienzo de pared, el prójimo está siempre ahí como un estrato de significaciones constitutivas que pertenecen al objeto mismo que hoy estoy considerando, en suma, como el verdadero garante de su objetividad...”15 A manera de conclusión: la lógica de Edmund Husserl está centrada en su definición del significado que adquiere la exterioridad, con respecto al sujeto. Su fenomenología, asume la necesidad que tiene el sujeto de desatar el condicionante (la realidad) que lo inhibe para trascender hacia el conocimiento de la esencia. Por esta vía desemboca en una identificación plena con el postulado, ya citado por mí, de Immanuel Kant: “Todas las cosas que intuimos en el espacio o en el tiempo...no son más que fenómenos, es decir, puras representaciones...” Por lo tanto, entonces, su método está asociado a un proceso de abstracción de la realidad que pretende la búsqueda de la esencia de las cosas, eludiendo su objetividad y existencia en sí. . Conclusión. Me decepciona el profesor Molano, al menos en lo referido a dos textos de la tríada: “Siguiendo el corte” y “Aguas arriba”; y en este texto “Trochas y fusiles”. Me queda la sensación y la preocupación de estar ante un historiador más. Es decir, sin el talante de agudo observador de la realidad social en nuestro País. Resumo: Me parece un “politólogo”, encaminado a pasar por encima de esa realidad, analizarla con una metodología que, al menos en sus estudios, no es otra cosa que la descripción, a través de sus personajes, de un universo de realizaciones y acciones, que no conducen a un legado digno de ser reivindicado a la hora de efectuar un inventario. Del texto “Santander y la Opinión Angloamericana. Visión de viajeros periódicos. 1821-1840 “(Francis Hall y William Dane). Es, como en el caso anterior referido a la obra del profesor Alfredo Molano Bravo, lo que sigue es la postulación de un hilo conductor. En referencia la visión, particularmente de Francis Hall. Es tanto como mostrar las condiciones, la lógica conceptual y los intereses de personas adscritas en condición de analistas y codificadores. En lo social, político y económico. Este texto adquiere trascendencia, por lo mismo que grafica lo que éramos con posterioridad a 1819. Particularmente, 13 Sartre, Jean Paul (1905-1980),escritor,dramaturgo,filósofo y periodista francés.Algunas desus obras: “Crítica de la razón dialéctica”;“ El ser y la nada”. 14 Punto de vista que define que la realidad es obra dela actividad dela mente, que nada existe por fuera de uno mismo. Nota mía. 15 Sartre, Jean Paul,“El ser y la nada”,editorial Altaza S.A., edición 1995,página 262
  • 10. entre 1821 y 1840. Como quiera que fue escrito en términos de la refrendación de nuestra situación. Del desarrollo previsto. Y, lo más importante, el nexo con el Imperio Inglés. Una serie de expresiones y recomendaciones. Como si se tratara de revivir la sumisión anterior al Colonialismo Español. Como guindando objetos de colores y de diferentes poses, al árbol representativo de una nación en ciernes. Una especie de diatriba impúdica adornada con señuelos éticos. Con sutiles expresiones, en la intención de proclamarse como defensores de lo nuestro. Como si estuviésemos en condición de parias sin agregados útiles para el universo. Como si Bolívar y Santander, con el mando libertario, hubiesen claudicado. Endosando la construcción de las normas básicas para ejercer como nación. Como país. Como nación. Con sustento propio. Precisamente es, desde ahí, que cobra sentido el entendido de autonomía y de futuro. “…3 Gobierno. La forma de gobierno establecida por una nación que, como Colombia, emerge de una estado de degradación política para entrar al campo no probado de la existencia nacional, no puede considerarse sino como un experimento que el tiempo debe justificar o corregir. La vanidad de los legisladores busca atribuir a sus primeros esfuerzos para la elaboración de la constitución, una durabilidad y perfección que no es probable que disfruten. No es fácil calcular el espíritu político de un pueblo todavía ignorante de lo que es autonomía: si sus tendencias son por fortuna liberales y claras, sus instituciones rápidamente sobrepasarán las ideas de sus primeros legisladores .Si, infortunadamente, ocurre el caso contrario, la forma de su gobierno se acomodará con prontitud a sus defectos, aunque los nombres y las apariencias republicanos deban dejarse todavía para burlar su esclavitud. La actual constitución de Colombia fue establecida por el congreso de Cúcuta en 1821. Declara la independencia perpetua dela nación, la soberanía del pueblo, la responsabilidad de los magistrados y la igualdad de derechos; el poder legislativo es dado a un senado y a una cámara de representantes; el senado está compuesto por cada uno de ls departamentos de la República (que son ocho), elegidos de la misma forma que los representantes a la cámara: el período es de ocho años, las funciones específicas del senado son las de una corte suprema de justicia en caso de la acusación por parte de la cámara de representantes, sus funciones ordinarias son las misma de esta última…”16 Creo inferir un asunto de trascendencia, en términos del direccionamiento jurídico y político. Algo así como un enjambre de vicisitudes relacionadas con la perspectiva de nuestra nación, de la república y del país. Porque, de un lado, estaba el acumulado de respaldo por la guerra de liberación. Pero, de otro lado, se evidenciaba un vacío profundo. Como aquello de no reconocer el universo político, social y económico en el cual se desenvolvía el mandato popular. Con respecto a los interesen en juego. Un Imperio en su desvarío y pérdida de su poder. Otro naciente. Estados Unidos de América. Con la marca de expoliación similar. “…Los trozos fueron más bien seleccionados según su pertinencia según a la carrera política de Santander. Si yo hubiera recogido todas las sobre Colombia, el foco principal habría sido Simón Bolívar y no, el “hombre de las leyes”, al menos en la década de 1820. Lo cierto es que Santander surgió apenas lentamente de la sombra del Libertador. Los crecientes. Conflictos entre estos dos hombres, hicieron que a Santander se le enfocara en los Estados Unidos. 16 Hall,Francisy otro. “Santander y la opinión angloamericana.Visión deviajeros y periódicos”.Biblioteca de la Presidencia dela República,1991.Páginas14-15
  • 11. 1. Introducción Sea lo primero un énfasis: nunca he creído en la revolución como opción incierta. Algo parecido a entender que, una vez iniciada la lucha por la liberación y, como correlato, la instauración de un régimen socialista, por la vía de un partido que conduce a nombre de la Clase Obrera. Por lo mismo, entonces, asumo la obligación de darle continuidad. A nombre de los valores inherentes. Es decir, a confrontación a muerte con la burguesía. No cabe punto de mediación. No se trata, ahora, de ignorar la necesidad de configurar tránsitos de recomposición. Por lo menos así lo pueden evidenciar momentos precisos. Como sucede en toda guerra. Posibilitar tácticas, según el comportamiento del frente burgués. Pero no es lo mismo, tratándose de recomposiciones ideológicas y políticas de largo aliento. Porque, de ser así, se desemboca en ese tipo de opciones en los cuales lo que cuenta es el juego a la reversa absoluta. Como si no importara el acumulado de acciones y de convocatorias. Ante todo, tratándose de un proceso como el nuestro. Un país inmerso, históricamente, sucesión de guerras. A veces presentadas, por parte de la burguesía y los terratenientes, como expresiones centradas en desviaciones atípicas respecto a la yunta propuesta y ejecutada por el poder imperante. Un consecutivo que ha involucrado, siempre, a los nativos, a los campesinos y campesinas, a los obreros y obreras y al lumpen proletariado; como invitados (as) para que sirvan de sparring. Todo por la vía de a fuerza. Militares y policías al servicio de la propuesta de sometimiento constante. Casi como perenne. Una herencia habida, desde los ejecutores de gobiernos como extensión de la lucha por a liberta. Porque, entre otras razones, ni Santander, ni Bolívar fueron centinelas de la liberación constante, verdadera. Más bien, las sucesivas divisiones y el surgimiento de los partidos liberal y conservador, significaron la preclusión de la revolución en contra del poder español. Visito así, entonces, estuvo y ha estado latente una propuesta libertaria, en contra de ese proceso por medio del cual se instauró un modelo de Estado y de gobierno, próximos al autoritarismo. Que, aún hoy, azuzan la violencia, por la vía de decantar sus idearios perversos. Uno a uno, fueron imponiendo roles cada vez más entrelazados con el dominio punzante; con fisuras propias de sus contradicciones internas. Proclamando constituciones al vuelo e sus intereses. Nunca ancladas en los derechos de la población, siempre marginada. Siempre vulnerada. Un horizonte patrio, vergonzosamente modelado, on linderos y mojones construidos a partir de sus visiones recortadas. Dejando casi a medio camino, la ruta propuesta en principio. Inclusive, desde mi interpretación, podría decirse que nunca hubo perspectiva diferente a la de entronizar el culto a la personalidad. Ya, desde ese entonces, empezaba a prefigurarse el tipo de gobierno y de Estado, en perspectiva anclado en los conceptos oligárquicos de poder. Tanto como entender que iríamos avanzando con una ruta, deliberadamente promovida por odios. Por ese tipo de propuestas que desdibujan la razón de ser de la democracia. Ruta de bárbaros que habían peleado, peleaban y pelearían a partir de construir íconos perversos. Veámoslo en palabas de Germán Carrera Damas, en su texto “El culto a Bolívar. “…Finalizada la guerra de independencia se inicia para Venezuela la experiencia republicana. Hasta ese momento la República no había sido más que una especie de ensayo general, en cuanto corresponde a la que existió entre el 5 de julio de 1811 y la firma del armisticio con Domingo de Monteverde (25 de julio de 1812), o un desiderátum siempre propuesto en función dela guerra. Bien puede decirse que la precariedad de los ensayos republicanos, tanto por la corta duración de los que lograron cuajar, como por las numerosas limitaciones e incluso suspensiones que se le impuso en razón de la emergencia bélica, reservaron para
  • 12. 17después de la contienda la verdadera confrontación de la experiencia republicana, ya despojado el panorama del enemigo que la había hecho imposible hasta ahora…”18 Ha sido una constante para los países bolivarianos. Un ir decantando las ilusiones y los programas. Una asociación contradictoria, con respecto a la herencia colonial, que siempre se ha presentado como la acción de posponer, corrido el tiempo, la realización de opciones libertarias. Es algo así como asistir a periodos históricos, una veces ambiguos. La mayoría de las veces como expresiones autoritarias. Centradas en posiciones caudillistas. De la mano con intereses que no tenían nada que ver con la liberación. En cambio, si mucho, de imposiciones de la burguesía agraria. El texto citado antes, a pesar de una narrativa del caso venezolano, ejerce como insumo común para la República de Colombia. “…Las dos fuerzas que hemos delineado (sic), entendidas como las dos corrientes de problemas básicos presentes en el orden histórico, con imbricaciones de todo género, entran en una nueva etapa de su acción con el advenimiento dela República. Es la hora de confrontar los resultados con las promesas. Los sacrificios han sido extremos y prolongados, la impaciencia es mucho. Venezuela aparece en este momento bajo un curioso aspecto en lo político: el centro o la personificación del poder no solo se halla distante, sino que se aleja más con las campañas sureñas de Bolívar. Queda libre el terreno para la definición de nuevas apetencias de mando, y la guerra ha sido un buen semillero de ellas. Para tantas y tan voraces hay solo una patria que usufructuar….”19 Entre otras cosas, porque el oferente de poder no puede sustraerse a lío perverso. Entre estar con lo conseguido en el campo de batalla, a nombre de la liberación del yugo español. Y estar en interdicción, con respecto a la perspectiva que se abría. Perspectiva de compromiso con la construcción de una Nación libre. Por la vía absoluta. Es decir, de plena confluencia con el entendido d libertad. Incluida la liquidación del racismo. Del esclavismo. De reconocimiento a la libre autonomía de las etnias. Precisamente, al no resolverlo. Viendo que no había una posición ni latente, ni efectiva en términos d la libertad. Por esto mismo, nuestra República empezó con soporte endeble. Por la vía de otorgar poderes a los generales. A un concepto de patria vinculada con demostraciones de fuerza por la vía de imposiciones autoritarias y, en cuanto juego democrático, manipulaciones en torno al significado de la participación de campesinos mestizos y las etnias. Y ni que hablar de los negros y las negras en razón que eran sometidos en peores condiciones que los anteriores. “…La Campaña de la Nueva Granada, vasta y arriesgada operación que marca una transformación profunda en la concepción estratégica de la guerra emancipadora, da como resultado no solamente un cambio en la relación de fuerzas, hasta entonces favorable al eficaz dispositivo montado por Pablo Morillo al frente del único ejército organizado que había actuado en Venezuela. Produce, lo que no es menos importante, al Padre de Colombia, al Libertador admirado, temido y acatado. El triunfo magnífico echaba al olvido una trayectoria militar en la cual no escaseaban, al lado de victorias espléndidas victorias a medias por mal consolidadas y hasta puras y simples derrotas aparatosas. Poco podía el hiperbolizado brillo de la Campaña Admirable de 1813 en contraste con el abrumador derrumbe de la Segunda República bajo los golpes de Tomás Boves. Y .1. Carrera Damas G. “El culto a Bolívar”, Editorial Universidad Nacional deColombia,pp. 43-44 19 Ibíd. , página 45
  • 13. este era, hasta el momento, el más notable hecho militar de Bolívar en tierras venezolanas. Piar y Mariño, entre ellos, no hallaban nada descabellado el equipara sus propios méritos con los de Bolívar…20 Es una incursión, a propósito, con referentes de la campaña y la posguerra en Venezuela. Un miramiento en términos de la localización de insumos en perspectiva. Para alcanzar una posición en contravía de los dimes y diretes, con respecto a la democracia, supuestamente inmersa en los hechos y las acciones santanderistas y bolivarianas. Por una vía un tanto extraviada; en consideración a la idealización por parte de quienes ejercía como oligarcas y gamonales. Pidiendo pista para un ensamblaje posterior. De un Estado y una Nación que dieran cuentas de sus ambiciones. 2. El universo político y económico Habida cuenta del transcurso político y económico. Nos encontramos con las opciones repetidas. No solo en razón a problemas no resueltos. Terratenientes con un control absoluta de la tierra de las vidas de quienes siguieron como si no hubiese pasado nada. Una libertad de expresión endeble. Tanto como cuando se accede a un ícono de barro. Es decir en una endeblez que no resistió los embates anclados en la visón constitucionalista sin nada por dentro. Una democracia apenas argumental. Como cuando se hacen trizas, entre ellos, esos sectores amparados en una gesta. La hicieron suya. Liberando al margen de los hechos concretos. De una casuística impositiva. Como modelo que empezó a recorrer nuestra América a partir del segundo cuarto de siglo sin los españoles. Al menos eso creíamos. Pero que, a decir verdad, solo se hizo copa de sus estructuras de poder y del desarrollo económico. “...Si Bolívar trazó el camino que habría de conducir rectamente la sociedad venezolana a su propia superación en todos los órdenes y si los hombres que constituían el Gobierno tenían conciencia de ese legado, se proclamaban a sí mismos como ejecutores y no reconocían otro Norte que el señalado por él, ¿que impedía a realización de tantos sueños soñados en el vivac, en las bóvedas, en los montes y en los llanos, por años y años? Algo había fallado, algo impedía que se operase el portentoso tránsito. No era necesario devanarse los sesos para hallar el obstáculo: era el mismo pueblo por cuya felicidad se trabajaba empeñosamente. Hecho el hallazgo, sirvió de fórmula mágica para expresarlo todo: el fracaso de los libertadores a la hora de construir la nueva sociedad prometida., la libertad con sordina cuando no pura y simplemente trocada en mal disimulada dictadura; los vicios, la torpeza, la ineficacia, la ceguedad y demás atributos de una y otra administración. Todo se explicaba por y una sola causa…”21 Subrayado mío). Entonces, estamos ante la necesidad de ofertar un concepto preciso en lo que respecta al significado que tiene eso de conocer el pasado. Pero, más allá de esto, el relacionado con su dilucidación; estableciendo tipos de referentes soportados en el conocimiento y la interpretación. Estos son elementos imprescindibles; como quiera que si son construidos de manera deficiente, no serán otra cosa que extravíos. Y, como todo extravío, no será otra cosa que ejercicio diletante. Con un agravante centrado en la consolidación de la sumatoria de hechos y de narraciones, como simple amalgama a partir de la cual se construyen (a manera de deducciones y conclusiones), instrumentos que distorsionan y derivan en mera perspectiva, cuando no etérea, alusiva a interpretaciones de la realidad sesgada y, por esto mismo, de utilización impropia e impertinente. Lo cierto es, en consecuencia, que estamos en la obligación de cuestionar esos insumos metodológicos, por cuanto la búsqueda de hilos conductores de los procesos sociales e individuales, 20 Ibid,páginas 83 y 88 21 Ibid página 58
  • 14. constituye un imperativo. No solo por las implicaciones que tienen los hechos y su registro, en el diseño y concreción de propuestas para asumir los retos del futuro, en lo que este tiene escenario próximo en el cual, la realidad, ejercerá bien como hechos y acciones en las cuales los conceptos pueden ser prefigurados y utilizados como referentes válidos; o bien como expresiones de distorsión. Por lo mismo, la decisión de realizar este escrito, se origina en la lectura de algunos documentos relacionados con la interpretación del quehacer político y social, soportados en la narración oral. Pero no tanto porque el método sea inválido, de por sí; sino porque esas narraciones son utilizadas y articuladas, sin el filtro conceptual necesario al momento de escucharlas y transcribirlas. Filtro conceptual, absolutamente indispensable, en razón a que la psicología del actuante y narrador, su visión e interpretación de los hechos, son vertidas a partir del ejercicio memorístico; pero también a partir de su noción de la vivencia como realidad derivada del tipo de aprehensión lograda. Y ya, ahí, se supone la existencia de una posición proclive a la distorsión. Siendo así, el sesgo está presente y la interpretación del historiador, simplemente estará afectada, casi como acto reflejo, por ese sesgo. Inclusive, como lo demostraré más adelante, muchos de los pasajes narrados, no son otra cosa que alucinaciones o giros sustanciadores, utilizados por el o la sujeto para reafirmarse como leyenda; o como héroe…o heroína. O, como también lo demostraré, porque el (la) entrevistador (a) e historiador (a); desemboca en postulaciones, a manera de verdad, construidas de tal manera que expresen sus propósitos, tanto en lo circunstancial, como en lo trascendental. Todo a la manera de sujeto (a) que se explaya, magnificándolos, en los hechos narrados. Veámoslo en estos términos: “…El automatismo de la escritura me ha compelido hasta aquí. Sigo aferrado al impulso de continuar, sabiendo sólo que he arribado hasta un punto imprevisto en el inicio. Algo me dice que voy bien. La fractura persiste, pues estoy seguro de no ser yo quien sólo escribe. El saber que voy bien se me antoja como una simple forma, como un cierto sabor o como una entonación peculiar de lo hasta aquí escrito. Ello me induce a esa secreta corroboración del voy bien. La escritura pareciera ser una especie de emanación corporal: hay ciertas manifestaciones del automatismo que escapan a la sola conciencia, enmarcándose en un más allá de pura racionalidad. Los escritores pueden ser una forma de catadores sui generis, adheridos a un paladar peculiar que discrimina o destila signos, frases y contextos, en una palabra, todo aquello que convenimos en llamar ideas…”22 Es, ante todo, la búsqueda de elementos que me permitan proponer alternativas. No solo en lo que hace referencia a la interpretación; sino también en lo que compromete a lo metodológico. Porque, eso lo tengo bien claro, no pretendo una argumentación a la manera contestataria, insípida y/o tendenciosa. Ahora bien, como es en realidad, una posición a partir de la lectura de algunos de los escritos de la época, tiene un asidero en el hecho mismo de la importancia que ha adquirido toda su labor investigativa, apuntándole a la presentación de opciones de interpretación; con un horizonte que compromete a la gestión por alcanzar una tipificación de lo vivido por los y las personajes, en el contexto del conflicto armado y no armado que ha estado en la base de la construcción de Nación, de País y de Estado. 22 Téllez, Freddy. “Palimpsestos.Los rostros de la escritura”.Publicada por Centro Editorial dela Universidad Nacional deColombia.Primera edición,1990/1991,página 80.
  • 15. “…Pertenecientes ellos mismos (sic) a las buenas familias de la región, cercanamente emparentados con los Arango, los Villegas y muchas otras buenas familias. Los Gutiérrez desempeñaron los puestos locales más importantes: Alejandro Gutiérrez fue alcalde 4 veces, 11 veces presidente el concejo y prefecto 6 veces; Pompilio fue 4 veces presidente del concejo, lo mismo que Daniel. Todo ellos serían futuros gobernadores de Caldas, a partir de 1905 y estaban relacionados con otros muchos alcaldes, prefectos y pre sidentes del concejo…23 3. Algunas otras condiciones pretéritas.(de historias baldías) De conformidad con lo que he venido refiriendo, trato de recomponer algunos conceptos asumidos como posibilidad de reconciliar expresiones, tratándose de acceder a un referente de largo aliento. Cuando fui conciente de lo que significa conocer a alguien, digamos que conocí a Adelina, mi madre. Ya lo había dicho, tuvo una relación de pareja con el negro Eugenio Cano. También ya lo había dicho, asumió la sumisión como herencia. No podía esperarse nada diferente. Era algo así como la secuela fundamental y necesaria. Porque ella, mi madre, tenía extirpe de mujer sumisa. Como casi todas nuestras mujeres. Hasta cierto punto fui yo misma. Y no es un decir al garete. Es una precisión en términos históricos y culturales. Adelina había vivido, allí mismo en ese espacio geográfico que fue mi cuna. No tengo claro cómo conoció al negro Eugenio Cano. Lo que si tengo claro, ahora, es que vivió al lado de él. Como todas las mujeres, sin ton ni son. Como si la vida pasara en condiciones opuestas a la felicidad, a la pasión, al goce. Estas dos palabras, de por sí, son y siguen siendo heréticas. Porque pasión y goce son sinónimos de libertad y de conocimiento. Ella, Adelina, abrió las piernas…y listo. Algunas, inclusive, ni siquiera eso. Se las abrían a la fuerza. Lo demás ya es conocido, la preñez. Y el parto. Y nació María Helena. Y nací yo. Y el negro Eugenio, como si nada. Porque lo suyo no fue nada diferente a entender que era ella, Adelina, la del problema. Yo, tal vez decía Eugenio, no tengo nada que hacer. Solo trabajar, de vez en cuando, y jugar lo ganado, en ese juego de la vida en donde yo siempre perdía. Pero que importa si pierdo lo que gané trabajando. Al fin y al cabo, Adelina sabrá qué hacer con las nenas. Tiempo absolutamente difícil para mi madre. Ella, ni siquiera tuvo el acceso escolar que tuve. Su infancia fue mucho más precaria que la mía. Casi sin saber leer ni escribir. Absorta en los vericuetos propios de la vida en Titiribí, veinticinco años antes que yo. Es decir, estamos hablando de 1908. Comienzo de siglo. Azaroso. Aquí, en este terruño, se vivieron momentos tenebrosos. Todavía, el municipio, era referente aurífero. Tal vez el abuelo materno, nacido en 1880, había vivido la otra parte. Es decir, aquellos momentos en los cuales las transferencias visuales y conceptuales eran mucho más proclives al engaño y a la concreción vinculada con la doble moral absoluta de aquel medio siglo imbécil, en el cual se aplicó el concepto bastardo del ir y venir anclado en la ignominia de saber que éramos descendientes de héroes, pero que, en sí, no éramos otra cosa que la congoja inherente a la dicotomía. Entre radicalidad y perversión política y social. Una especie de sujetos históricos sin horizontes. A no ser aquellos en los cuales ejercíamos como vituperarios. Como simples expresiones de lo gris infinito. Un gris construido a partir de no 23 Keith, Christie“Oligarcas,campesinosy política en Colombia”.Ed. Universidad Nacional 1986,páginas35- 36.
  • 16. cuestionar. De no incidir como propuesta anclada en la subversión. Como simples herederos y herederas de la confrontación constante. Que aquí. Que allá. Que tal vez. Que, de pronto. Que…En fin una indecisión real, potencial y latente. Como sumisos guerreros que perdieron su perspectiva. Ya habíamos olvidado lo de Bolívar. Lo de Santander estaba ahí. Como construcción jurídica estatal. Como insumo latente. Que convocaba a precisar la noción de la ley y del derecho en lo concreto. Un Santanderismo acucioso. Vinculado a la noción de ley y de derechos y de obligaciones; sin posibilidades de concretarse en términos precisos. Un Santanderismo mezquino; por lo mismo que no lo entendíamos. Es decir, una percepción de la confrontación Bolívar-Santander, apenas si efímera, tangencial; casi pervertida. Ya, entonces, el abuelo materno, podía haber sido o no conciente de lo que implicaba y soportaba a su entorno inmediato. Lo cierto es que, aun así, su familia, era lo que yo fui después: una sumatoria de cifras perdidas, olvidadas. Una expresión tanto o más ausente de verdad, como lo fueron los sueños de la madre de mí abuelo. Sueños un tanto proclamados como simples expresiones de presencias. Vidas alrededor de la tierra, como suelo que produce. Inmediatez que habla de la caña de los platanales. Alrededor de las minas. Oro que estuvo ahí, desde antes de todos nacer. Ahí. Como expresión de lo que existe. Al margen de lo que somos o queremos ser. Una herencia cultural que fue saqueada. Por los que vinieron y se fueron…y volvieron a saquear y a saquear…Hasta que se acabó. Pero, ahí, las plataneras y los cañaduzales de la panela el padre de Adelina, ahí. Trabajando por lo bajo. Es decir, en el día a día. Sin entender la dinámica propia del Capital. Sin entender el naufragio económico de España. Sin entender el centro-poder Inglés, ni del Imperio en ciernes. Ya, ahí cerca, en Fredonia, se vivían momentos así:”…Las precondiciones para el auge del cultivo del café se dieron en Antioquia, y específicamente en la zona de Fredonia, el siglo XIX con el proceso de colonización d e la frontera, por parte del campesinado libre, migrante, de origen español, mestizo o negro, que buscaba tierras cultivables para establecerse. Esta colonización, promovida en parte por el Estado, así como vinculada a intereses mercantiles, hizo posible la formación de un campesinado medio en la zona, al tiempo que fortaleció la expansión de las haciendas. Muchas veces, las familias de campesinos que iban abriendo la selva fueron financiadas por el capital mercantil que proveía a los colonos con bienes de consumo hasta que se establecían como agricultores. Pero el endeudamiento de los colonos permitió al capital mercantil acaparar las tierras. A medida que llegaban más colonos en busca de tierras, sin medios de subsistencia, las haciendas fueron captando la mano de obra disponible para su propia expansión. Así se dio el proceso por el cual las tierras eran dadas a familias campesinas para desmontar y sembrar sus cultivos por varios años hasta que el hacendado se apropiaba de ellas para la producción ganadera, moviendo la familia campesina más adentro de la selva. Como en otras zonas del país, recayó sobre la familia conquistar la naturaleza, dando paso a la futura expansión agrícola y ganadera, y por tanto a la acumulación de la clase dominante. En la época de 1870 se empezó a producir café, principalmente en las haciendas grandes. Parece que la iniciativa en el cultivo partió de la clase terrateniente, pero rápidamente se incorporó a la producción de unidades campesinas, tal vez por la baja técnica y la escasa inversión requerida, dadas las tierras aptas para el cultivo…”24 De mi parte, es apenas obvio, no existía ninguna fundamentación teórica. Simplemente una visión un tanto intuitiva. La transcripción del texto de la investigación liderada por la profesora Magdalena León, es producto de mi itinerario posterior. Como cuando una accede, pasado el tiempo, a conocimientos que le permiten rastrear el pasado. Y no “el pasado efímero” al que le canta Serrat. 24 León de L., Magdalena.“Mujer y Capitalismo Agrario”.Asociación colombianapara el estudio dela población;primera edición 1980,página 34
  • 17. Más bien es la referencia a ese tiempo pasado que viví en compañía de mi madre Adelina, del tío Manuel y del tío Luciano. Ya dije que el abuelo materno vivió en la segunda mitad del siglo XIX y el primer cuarto del siglo XX. Las alusiones, que se perciben en esta parte de mi escrito, a las pugnas relacionadas con el poder político, constituyen una asociación de ideas construida a partir de lo que denomino esa percepción de la vida y que, después, adquiere una connotación de mucho más talante, habida cuenta de mi ejercicio político y sindical posterior. En este contexto, cito el texto de la profesora Magdalena, así: “…Aunque los comerciantes antioqueños habían incursionado durante el siglo XIX en el comercio mundial exportando quina y tabaco, Colombia no había logrado desarrollar una producción con arraigo relativamente estable en el mercado internacional. Exiliado en Guatemala, uno de los representantes de la burguesía comercial antioqueña, Mariano Ospina Rodríguez, escribía a su amigo Julián Vásquez, minero, comerciante y, posteriormente terrateniente, sobre las grandes utilidades que allí producía la siembra de cafetales. Fueron estos señores quienes iniciaron el cultivo de café en Fredonia, donde los terrenos según se sabía, eran muy propicios para tal industria. La mentalidad empresarial con que se iniciaron los primeros cultivos de café en la región, no solo se denota en los propósitos claramente expresados de que ello constituiría una rentable inversión con un mercado asegurado para la producción, sino en el empleo de una tecnología moderna para el cultivo y una maquinaria que agilizaba el proceso de beneficio. En las primeras décadas del siglo XX Fredonia se destacó en Antioquia como una importante zona cafetera. Sectores de la burguesía comercial antioqueña hicieron una amplia difusión del cultivo y muchos de ellos, que ya poseían haciendas ganaderas en el suroeste, dedicaron parte de sus terrenos al cultivo del grano. La introducción del cultivo no desplazó la actividad ganadera, más bien contribuyó a conformar el peculiar complejo agrícola ganadero en cuya alta productividad insiste Ospina Vásquez. Así, las tierras cafeteras abandonadas durante los periodos en que se deprimen los precios del café, pueden ser rápidamente adaptadas para la ganadería, aminorando el impacto de las pérdidas de la producción cafetera para el hacendado…”25 Lo cierto es que yo estuve ahí. En una casa heredada por vía materna. Lo mío era vivir esa infancia de mujer ya cifrada, ya vinculada culturalmente a las condiciones de dominación vigente en un país profundamente machista. Una infancia en la cual Adelina estuvo vigilante. No tanto porque ella tuviese una posición de autoridad conciente, en términos de conocimiento de causa y/o de aplicación de conceptos elaborados. Más bien era ese tipo de vigilancia inherente a las condiciones generales de participación en los procesos de un tipo de familia patriarcal en el cual las mujeres no hacían otra cosa que estar ahí expectantes. Pero, también, adscritas a un desenvolvimiento como de partitura preestablecida. En una familia establecida y en la cual el negro Eugenio no era otra cosa que un macho vinculado a procesos de producción agrícola limitados y de los cuales derivaba su salario; pero que él asumía como extensión de sus condiciones y posibilidades de dominación sobre Adelina y sobre “la otra” de la cual hablaba Adelina, haciendo alusión del hecho de que mi padre tenía una (…o varias) relaciones furtivas. Ya dije que él, Eugenio Cano, a más de ser bebedor, dedicaba mucha parte de su tiempo libre al juego de cartas y al oficio de apostador en riñas de gallos. Una especie de trabajador asimilado a lo que se denomina (expresión acuñada por el marxismo) lumpen proletario. 25 León de L., Magdalena,Ibíd.
  • 18. En ese contexto, los rituales de Adelina, no eran otra cosa que estar ahí y cocinar y enhebrar y vigilar a sus hijas y26 responder ante el tío Manuel (su hermano) por el manejo laborioso de la casa. Una Adelina Restrepo que siempre asumió como profesión marginal de subsistencia el oficio de lavandera; bien fuera a domicilio o utilizando la casa de la familia como sitio de trabajo. Esto le permitió una relativa emancipación con respecto a Eugenio Cano. Y yo seguía ahí. Como sujeta de mil y un hechizos. Como partícipe de ese proceso cultural que desde mucho antes de yo nacer estaba vigente. La religión era y ha sido uno de los referentes mayores. Con su peculiar manera de condicionarnos, particularmente a nosotras las mujeres. Con un extravío de la vida plena. Convocada a ser simple réplica de las de antes y de las que vendrían después. Ese tósigo que me conminaba a ser prudente, a ser virgen de eternos sueños. Todo a pesar de que la sexualidad como posibilidad latente de convocar al deseo y a la pasión, también estaba ahí. Unos sueños casi enfermizos. Una combinación de “lo bueno” y “lo malo”; esa lucha que ha estado ahí. Como opuestos. Como en casi todo. El día y la noche; el frío y el calor; la verdad y la mentira; etc. “…El intento por canalizar los poderes mágicos desembocó en la necesidad de socializar a los africanos dentro de los márgenes culturales occidentales, proceso que corría paralelo a la cristianización. Pero la enseñanza y la aprehensión de las costumbres, tradiciones e instituciones españolas chocaba de frente con el diametralmente opuesto modelo de socialización africano: Los territorios de donde procedía la mano de obra esclava estaban organizados en una unidad básica de carácter familiar, ‘ampliada o extendida, especie de fracción de clan de tipo patriarcal: grupo de parientes y por línea paterna o materna fijado o ligado al suelo’. En este sentido, la socialización era diferente al modelo de educación europeo en tanto que todo el grupo participaba de la educación de los hijos de la comunidad, sin importar quiénes fueron los padres biológicos. El sistema educativo reposaba en una organización de carácter gerontocrático, es decir, a los ancianos les correspondía la iniciación social y la educación sexual de los adolescentes. En estas circunstancias, la comprensión del bien y del mal, de la muerte y la sexualidad, reposaba en una estructura muy distinta que seguía las tradiciones culturales propias sin que tuviera incorporado el férreo dualismo cristiano. Ni la diversidad de mecanismos que utilizó la cultura dominante ni la aprehensión de los comportamientos blancos, lograron desterrar del todo esta conciencia no dualista. Por el contrario, se convirtió en uno de los bastiones de resistencia contra la sociedad esclavista. En el pensamiento africano occidental nada era enteramente bueno ni enteramente malo, idea que se reforzaba en sus sistemas religiosos tradicionales por la carencia de una teoría del pecado original y por la extensión del concepto del demonio. A esta carencia de dualismo se le sumó la apropiación de poderes mágicos de santos y demonios, lo que permitía la creación de un sistema coherente de creencias nacidas para la resistencia y la búsqueda de factores que los identificaba como pertenecientes a una comunidad…”27 Durante mucho tiempo permaneció en mi (…y aún aparecen secuelas) esa sensación de estar inmersa en un contexto pleno de situaciones ancladas en esa herencia cultural. Por lo pronto era mujer-niña. Con obligaciones reales y potenciales. Alrededor de la casa; pero también en el escenario escolar; asimismo en la herencia religiosa. Era profundamente inmersa en los ires y venires de los ejercicios parroquiales. Estaba en los ejercicios inherentes a la eucaristía y en las celebraciones relacionadas con las realizaciones de fiestas y expresiones afines. La Semana Santa era una de ellas. Yo estaba ahí, al lado del vía crucis. Mi capacidad para la lectura clara y comprensiva me hacía partícipe en términos puntuales en la procesión del viernes santo. Tal vez, 26 27 Borja G., Jaime H. “Rostros y rastros del demonio en la Nueva Granada”.Impreandes presenci a S.A. Primera edición,1998;páginas 132-133.
  • 19. desde ese entonces, se produjo una inquietud relacionada con el significado del sacrificio de Jesús y los verdaderos alcances del mismo. “…La manera como se planteó la evangelización a comienzos de la conquista marcó el camino que tendría durante los siguientes siglos. El proceso de cristianización de las Indias se dio en el contexto de un convencimiento colectivo que provenía desde finales del siglo XV: se acercaba el final del mundo. Los convulsionados acontecimientos del Renacimiento daban razón a las angustiosas profecías del Apocalipsis, quizás el libro que más había marcado el pensamiento cristiano. La escatología afirmaba que el final estaría preanunciado por acontecimientos calamitosos, contexto en el cual vendría el Anticristo. La expansión geográfica que incluía loa conquista de las Indias reafirmaba la creencia, pues un texto de los evangelios lo profetizaba: ´se proclamará este Evangelio del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin’. Entonces, después de la conversión del mundo al cristianismo como verdadera fe, acaecería el escalón final. Siguiendo la misma tradición cristiana, la ´bestia´del Apocalipsis-entendida como el demonio-tendría que soltarse por un tiempo antes de la segunda venida del Mesías. Esta postura hacía más entendible la obsesión cristiana de contemplar el reino de Satanás en el Nuevo Continente: Los misioneros españoles se planteaban, no sin cierta angustia, si evangelizar no equivalía a aclarar el proceso de autodestrucción. La idea de la decrepitud del mundo y su pronta transformación era frecuente durante el siglo XVI. Fray Rafael de los Ángeles lo escribía así: Verdad es que el mundo está en lo último y allegado a la decrépita, porque aun en materia de virtud se hallan en él cien mil novedades y disparates nunca antes vistos, y en materia de pecados no tienen número de invenciones que cada día salen, como diremos más adelante, ni hay teólogos que agoten sus dificultades (…). Al fin la virtud en estos desdichados tiempos no tiene la armadura o el esqueleto, que lo demás casi todo es prudencia de carne enemiga de Dios.´28 4. Volviendo a indagar (como si nada hubiese sucedido y de lo que sucederá a futuro). Este itinerario me convoca a perseguir fantasmas. Como quiera que algo de alucinación hay en toda historia. Como estrambótica alegoría. Como algunas historias de mujeres que dan cuenta de un acumulado perverso masculino. Por una vía que va desde el ensayo con letanías absolutas; hasta sensaciones de haber vivido antes este momento. Inclusive con intentos fallidos al momento de mirar, en perspectiva, lacónicos enunciados, pretendiendo una difusión desparramada. Como voraz torrente que aniquila lo más sentido. Una seguidera de pautas a contrapelo. Como en esos sueños victimarios. Como desasosiego cierto, a punto. Como cuando, en ese oficio de rastrear evidencias y lugares, aparecemos de pronto en otro ámbito. Viviendo otros momentos. Como agregados circunstanciales. Vivencias de remache. Como ejerciendo de oferente. De las ciudades y de los estados. De todo aquello que nos sitúa en decisiones, a veces inoperantes, pero que funge como bitácora de vuelo. Y, de pronto, me encuentro con cosas. Si, como si estuviese cosificando la historia. Deambulando aquí y allá. Que en nuestra América Latina. Que, cuando no, petrificando lecciones del arco iris. En una iridiscencia mezquina. Porque satura y postra. En ese 1810 tan lejano que he olvidado lo que pasó. Un 1819 esquivo e señales de libertad verdadera. Con 1830, buscando divisas. Para no dejar entender lo fundamental de la Revolución Francesa. Con un Antonio Nariño ya despojado de sus atributos. O con Policarpa que murió por nosotros y nosotras. Y que, a vuelo, ni Santander ni Bolívar rescataron nunca su verdadero aporte. Porque la locomoción libertaria se olvidó de lo más 28 Borja G., Jaime H., Ibíd.; pp. 305-306.
  • 20. importante: el diseño de políticas de libertad, mediante acciones de consecuencia lógica. Buscando compatibilidad entre zafarse del yugo español y proyectar el universo asociado al ideario moderno. Nos quedamos ahí, e las secuelas originadas en la visión del mundo de los criollos soldadescos. Construyendo íconos de cetrería. Como cazando incautos, a punta de hacer dar vueltas a nuestro mundo. Tal vez remplazando a Verne y sus historietas de futuro y de presente. Pero, al fin y al cabo, imaginarios no resueltos. En ese contexto, los rituales de Adelina, no eran otra cosa que estar ahí y cocinar y enhebrar y vigilar a sus hijas y29 responder ante el tío Manuel (su hermano) por el manejo laborioso de la casa. Una Adelina Restrepo que siempre asumió como profesión marginal de subsistencia el oficio de lavandera; bien fuera a domicilio o utilizando la casa de la familia como sitio de trabajo. Esto le permitió una relativa emancipación con respecto a Eugenio Cano. “…El intento por canalizar los poderes mágicos desembocó en la necesidad de socializar a los africanos dentro de los márgenes culturales occidentales, proceso que corría paralelo a la cristianización. Pero la enseñanza y la aprehensión de las costumbres, tradiciones e instituciones españolas chocaba de frente con el diametralmente opuesto modelo de socialización africano: Los territorios de donde procedía la mano de obra esclava estaban organizados en una unidad básica de carácter familiar, ‘ampliada o extendida, especie de fracción de clan de tipo patriarcal: grupo de parientes y por línea paterna o materna fijado o ligado al suelo’. En este sentido, la socialización era diferente al modelo de educación europeo en tanto que todo el grupo participaba de la educación de los hijos de la comunidad, sin importar quiénes fueron los padres biológicos. El sistema educativo reposaba en una organización de carácter gerontocrático, es decir, a los ancianos les correspondía la iniciación social y la educación sexual de los adolescentes. En estas circunstancias, la comprensión del bien y del mal, de la muerte y la sexualidad, reposaba en una estructura muy distinta que seguía las tradiciones culturales propias sin que tuviera incorporado el férreo dualismo cristiano. Ni la diversidad de mecanismos que utilizó la cultura dominante ni la aprehensión de los comportamientos blancos, lograron desterrar del todo esta conciencia no dualista. Por el contrario, se convirtió en uno de los bastiones de resistencia contra la sociedad esclavista. En el pensamiento africano occidental nada era enteramente bueno ni enteramente malo, idea que se reforzaba en sus sistemas religiosos tradicionales por la carencia de una teoría del pecado original y por la extensión del concepto del demonio. A esta carencia de dualismo se le sumó la apropiación de poderes mágicos de santos y demonios, lo que permitía la creación de un sistema coherente de creencias nacidas para la resistencia y la búsqueda de factores que los identificaba como pertenecientes a una comunidad…”30 “…La manera como se planteó la evangelización a comienzos de la conquista marcó el camino que tendría durante los siguientes siglos. El proceso de cristianización de las Indias se dio en el contexto de un convencimiento colectivo que provenía desde finales del siglo XV: se acercaba el final del mundo. Los convulsionados acontecimientos del Renacimiento daban razón a las angustiosas profecías del Apocalipsis, quizás el libro que más había marcado el pensamiento cristiano. La escatología afirmaba que el final estaría preanunciado por acontecimientos calamitosos, contexto en el cual vendría el Anticristo. La expansión geográfica que incluía loa conquista de las Indias reafirmaba la creencia, pues un texto de los evangelios lo profetizaba: ´se proclamará este Evangelio del Reino en el mundo entero, para dar testimonio a todas las naciones, y entonces vendrá el fin’. Entonces, después de la conversión del mundo al cristianismo como verdadera fe, acaecería el escalón final. Siguiendo la misma tradición cristiana, la ´bestia´del Apocalipsis-entendida como el demonio-tendría que 29 30 Borja G., Jaime H. “Rostros y rastros del demonio en la Nueva Granada”.Impreandes presencia S.A. Primera edición,1998;páginas 132-133.
  • 21. soltarse por un tiempo antes de la segunda venida del Mesías. Esta postura hacía más entendible la obsesión cristiana de contemplar el reino de Satanás en el Nuevo Continente: Los misioneros españoles se planteaban, no sin cierta angustia, si evangelizar no equivalía a aclarar el proceso de autodestrucción. La idea de la decrepitud del mundo y su pronta transformación era frecuente durante el siglo XVI. Fray Rafael de los Ángeles lo escribía así: Verdad es que el mundo está en lo último y allegado a la decrépita, porque aun en materia de virtud se hallan en él cien mil novedades y disparates nunca antes vistos, y en materia de pecados no tienen número de invenciones que cada día salen, como diremos más adelante, ni hay teólogos que agoten sus dificultades (…). Al fin la virtud en estos desdichados tiempos no tiene la armadura o el esqueleto, que lo demás casi todo es prudencia de carne enemiga de Dios.´31 El tío Manuel Restrepo trabajaba como jornalero, en la modalidad de prestación de servicios día a día en haciendas de terratenientes. El pago que recibía era el soporte económico fundamental de la familia. Todo, a pesar de que en la casa teníamos sembrados de pan coger, necesarios para hacer más llevadera la subsistencia. Su talante fue siempre vinculado con una opción solidaria. No solo para su hermana Adelina y su hermano Luciano; sino también para sus sobrinas María Helena y yo. Un tipo de interacción (…la del tío Manuel), en la cual ejercía como insumo básico la compartición de sus ingresos y de su presencia constante. Algo así como lo opuesto a la posición asumida por el negro Eugenio. “…En las primeras iniciativas del cultivo hubo contratación de mano de obra libre, especialmente en las haciendas ligadas al capital mercantil, donde la producción de café se dio bajo la administración directa de la hacienda. El sistema utilizado, llamado de agregados, tiene como característica ser mano de obra asalariada a la que, además del efectivo, se le da como parte de su remuneración, el acceso a un terreno dentro de la hacienda para construir su casa y sembrar algunos productos de pancoger. La fuerza de trabajo para el cultivo del café en este tipo de hacienda, incluía tanto hombres como mujeres, pero dividida en sus respectivas cuadrillas. Parece que, aunque las mujeres trabajaban en casi todas las operaciones del cultivo, el uso de mano de obra masculina era más estable y los hombres trabajaban todo el año, ya fuera en arreglos de la finca o en los trabajos más pesados del cultivo. Por lo tanto, podría pensarse que, siendo la participación masculina más permanente que la de la mujer en las tareas del cultivo del café para la hacienda, buena parte de la producción de pancoger estuviera en manos de la mujer campesina…”32 No tengo plena certeza acerca de los orígenes del tío Manuel. Por lo menos en términos de su acervo cultural y de su inserción en la familia. Yo diría que, así como en el caso del abuelo materno, su infancia y adolescencia estuvieron influidas por lo que describí antes en el sentido de finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX. Lo que sí es, plenamente cierto, es el origen primero de la influencia política y social. “…Es imposible hablar favorablemente de la administración de justicia en Colombia; los códigos civil y penal son poco más que una colección de supersticiones y abusos, bajo los nombres de Castilla, ordenanzas reales, leyes de las indias y varias recopilaciones de decretos españoles y regulaciones coloniales, de los cuales, para el disgusto del demandante y beneficio del abogado, se pueden sacar deducciones contradictorias sobre todo aspecto posible de litigio. Este defecto es percibido y reconocido por el gobierno; se ha propuesto introducir el nuevo código penal español. El juicio por jurado felizmente se ha restablecido en casos de libelo y la legislación se ha declarado a favor de introducirlo en forma general en todos los casos en que sea aplicable; sin embargo, el gran mal que probablemente persista en el gobierno del país en todas sus ramas, tiene su origen en los hábitos de disimulo, indolencia y corrupción que marcan el carácter de todas las naciones 31 Borja G., Jaime H., Ibíd.; pp. 305-306. 32 León de L., Magdalena;Ibíd., página 35
  • 22. esclavizadas. Los brotes momentáneos de sensibilidad o aun de ideas correctas y las buenas intenciones en general, no son suficientes para romper la oscura cadena de vicios, con las cuales generaciones de ignorancia, supersticiones y opresión han entrelazado todas las situaciones sociales y contraído o distorsionado todos los sentimientos morales…”33 El tío Luciano era un ser de esos que podríamos llamar “ausente”; como quiera que estaba ahí con nosotras y nosotros; pero, al mismo tiempo, sin estar. Su infancia pudo haber estado cruzada por las mismas condiciones en las cuales se desenvolvió el tío Manuel. Lo cierto es que siempre fue una especie de gregario absoluto. Su disponibilidad estaba anclada no solo en los nexos familiares. Era como algo innato en él. Asocio su figura y su laboriosidad a la fabricación manual de jabón. Una gestión casera, para lo cual se requerían inmensas cantidades de ceniza. Y nadie mejor que Luciano para proveerla. Desde muy temprano salía de casa hacia diferentes lugares. Lejanos y cercanos, solicitando a las familias el rescoldo de los fogones. Y los cargaba. Y las lluvias lo arropaban. Desde ahí, contrajo una dolencia asociada al cuadro respiratorio. Desde ahí provino la transformación del sonido de su voz. Se tornó aflautada, casi imperceptible. Y fue ese hecho el que originó que lo tildaran de bobo. Y él nunca fue conciente del significado de esa chapa que permaneció por siempre, hasta su muerte. No sé por qué, el recuerdo de tío Luciano, me retrotrae a la lectura que hice de “El Ingenioso Hidalgo, don Quijo de la Mancha”. “…En la tercera salida de don Quijote, el Cura y el Barbero se estuvieron un mes sin verle, por no traerle a la memoria cosas pasadas; pero no por eso dejaron de visitar a su sobrina y a su ama, encargándoles tuviesen cuenta con regalarle, dándole a comer cosas confortativas y apropiadas para el corazón y el cerebro. Las cuales dijeron que así lo hacían y harían porque echaban de ver que su señor por momentos daba muestras de estar en su entero juicio, y así determinaron de visitarle y hacerle experiencia de su mejoría y acordaron de no tocarle en ningún punto de la andante caballería. Visitárosle en fin y hallárosle sentado en la cama. Fueron de él muy bien recibidos, preguntárosle por su salud y el dio cuenta de sí y de ella con mucho juicio y con muy elegant es palabras; y en el discurso de su plática habló don Quijote con tanta discreción en todas las materias que se tocaron, que los dos examinadores creyeron indudablemente que estaba del todo bueno y en su entero juicio…”34 Yo seguí en la idolatría de los íconos del catolicismo. Sin ir más allá de las dudas acerca del martirologio de Jesús. Pero, a decir verdad, me causaba cierto escozor en el alma, el hecho de pensar en lo que serían las otras religiones y los significados de muchas celebraciones. “…De nuestro examen precedente podemos inferir que entre los antepasados paganos de los pueblos Europeos, el festival ígneo anual más popular y extendido fue la gran celebración de la víspera del solsticio o la del día del solsticio estival. La coincidencia del festival con el solsticio de verano es muy difícil que sea accidental. Mejor aún, debemos suponer que nuestros antepasados paganos se pusieron a fechar la ceremonia del fuego en la tierra coincidiendo con la llegada del sol al punto más alto de su carrera en los cielos. Si esto fuese así, se deduce que los fundadores antiguos de los ritos solsticiales habían observado los solsticios o 33 Coronel Hall Francis.“Colombia y su estado actual”,pp. 17-18. Obra aparecida en la recopilación “Santander y la Opinión Angloamericana”(David Sowell,compilador).Biblioteca dela Presidencia dela República,1991. 34 Cervantes S., Miguel de : “El ingenioso hidalgo don Quijo dela Mancha”,resumen de la obra..Ed. Gráficas Modernas. Primera edición,junio de1988; página 141.
  • 23. puntos críticos del camino aparente del sol en el cielo y de acuerdo con ellos regularon su calendario vestal, en cierto modo por consideraciones astronómicas…”35 Y me seguían envolviendo las dudas. Un día pensaba en mi condición de mujer y el sometimiento como herencia cultural. Otro día pensaba en mi sexo, en mi virginidad y en su significado desde el punto de vista religioso y moral. Y, al día siguiente, pensaba en lo que sería de mí y de mi sexo, cuando conociera el del hombre, en real y no en el imaginario pecaminoso a que nos tenían acostumbradas como mujeres. No solo en la familia y su tradición; sino en la escuela y por parte de los párrocos en la iglesia. Y, cualquier otro día, volvía a reflexionar sobre las otras religiones. En silencio; porque temía que me leyeran el pensamiento. Porque yo sabía que era pecado el solo hecho de pensar en el dios de los otros y las otras no católicos y católicas. “…Sobre la fornicación: 19. Contra aquellas de vuestras mujeres que cometen fornicación buscad cuatro testigos de entre vosotros. Si dan fe contra ellas, mantenedlas cautivas en las habitaciones hasta que las llame la muert e o Dios las dé un procedimiento. 20. A aquellos, de entre vosotros, que cometen este pecado, castigadlos. Si se arrepienten y se reforman, apartaos de ellos. Dios es remisorio misericordioso. 21. Dios es quien vuelve hacia quienes hacen el mal por ignorancia, pues enseguida se arrepienten. Dios les perdonará pues es omnisciente, sabio. 22. No hay perdón para quienes cometen malas acciones hasta el momento en que se presenta a uno de ellos la muerte y exclama: ‘!yo me arrepiento ahora’¡ Tampoco tienen perdón quienes mueren mientras son infieles: a ésos les hemos preparado un tormento doloroso…”36 En medio de mi ignorancia y desespero, pude asumir algunas posiciones más o menos coherentes. Era algo así como entender que yo debía vivir la vida, en las condiciones en las cuales era posible hacerlo. Es decir, en medio de una familia que me conminaba por la vía doctrinaria a asumir el rol que me estaba predestinado. Pero, al mismo tiempo, en mí se hacía sólida la intención de revertir ese hecho. Al menos en términos de disección que convoca a entender la necesidad de redefinir mis expectativas. Inicialmente, esto aparecía como simple efecto colateral de esos sueños míos que me convocaban a una tenencia de lo inmediato y lo potencial, como necesidad latente que estaba ahí; pero que yo no podía asir. Precisamente porque se bifurcaban en el escenario primero y último. Es decir, en una trama que no lograba discernir. Venía a mi mente, después de esos sueños constantes y punzantes, lo leído en “Doña Bárbara”. 35 Frazer, James G. “La rama dorada”., Ed. Fondo de Cultura Económica,segunda reimpresión 1995;pp.710- 711 36 El Corán Editorial Óptima,S.L, 2002. pp.88-89
  • 24. “…En Altamira siempre era ´Pajarote´ quien contaba los casos más espeluznantes. La vida andariega del encaminador de ganados y la imaginación vivaz, suministrable mil aventuras que narrar, a cual más extraordinarias. ¿…Muertos? A todos los que salen desde Uribante hasta el Orinoco y desde el Apure hasta el Meta, les conozco sus pelos y señales – solía decir - . Y si son los otros espantos ya no tienen sustos que no me hayan dado. -Las almas en pena que recogen sus malos pasos por los sitios donde los dieron; la llorona, fantasma de las orillas de los ríos, caños o remansos y cuyos lamentos se oyen a leguas de distancia; las ánimas que rezan en coro, con rumor de enjambres, en la callada soledad de las matas, en los claros de luna de los calveros y el Ánima Sola que silba al caminante para arrancarle un Padre Nuestro, porque es el alma más necesitada de purgatorio; la Sayona, hermosa enlutada, escarmiento de los mujeriegos trasnochadores, que les sale al paso, les dice ´sígueme, y de pronto se vuelve y les muestra la horrible dentadura fosforescente y las piaras de los cerdos negros que Mandinga arrea por delante del viajero y las otras formas bajo las cuales se presenta; todo se le había aparecido a Pajarote…”37 De todas maneras, lo mío, seguía siendo una desolación parecida al extravío. Como cuando no podía encontrar el horizonte de mis enajenaciones; de mis delirios que se hacían cada vez más constantes y atosigadores. Un itinerario parecido a la vida nómada que nunca se ancla en ningún sitio. Y veía, en mis sueños de siempre, mi figura y mis acciones distanciadas en el tiempo. Con expresiones en las cuales ya había logrado descifrar los códigos inherentes a mi condición de mujer libertaria que se expresaría a futuro. Sueños como este: Para este trabajo se asumen como válidas algunas opciones en lo que hace relación al significado que adquiere la participación colectiva, por parte de sectores de la población en los cuales actúan sujetos (hombres y mujeres) no vinculados con el poder y los beneficios que otorga el control de instancias estatales y gubernamentales. Asimismo, se asume una cotejación conceptual en lo que respecta a tipos de Estado, como aquellas categorías que pueden definir una u otra posición con respecto a la intervención en el espectro social, 0por la vía de políticas inherentes a la noción del Estado Benefactor o de Estado centrado en la noción de la autonomía dinámica económica para definir e imponer los términos en la intervención. Presento, en consecuencia, algunos elementos teóricos que ya habían sido insinuados en la Justificación del trabajo. La noción de Política. Se entiende como la precisión, a la manera de directriz general, de una sumatoria conceptual relacionada con una determina área en la cual el Estado o un Gobierno deben intervenir. En este nivel de expresión se proponen programas que delinean la intervención, con unos objetivos concretos; de tal manera que delimiten escenarios y el espectro mismo que la origina. Esto presupone la preexistencia de opciones teóricas y prácticas en nexo con esa área específica. En términos de Estado, una política, debe proponerse de tal manera que se entienda como derivación lógica y coherente, con respecto al soporte conceptual que lo acompaña; en cuanto a cohesionador de las fuerzas que actúan como integrantes del País y de la Nación. Tratándose de un Gobierno, entendido como expresión circunstancial y transitoria, las políticas ejercen como concreción a través de Planes específicos que orientan la actividad económica, política, social, etc.; de ese Gobierno, por un periodo definido. 37 Gallegos,Rómulo. “Doña Bárbara”.Momo ediciones,pp.63-64
  • 25. Tanto en lo que respecta al Estado, como a los Gobiernos; se entiende que debe existir una concatenación, también lógica y coherente, a partir de la Norma General (Constitución Política) que orienta el quehacer del Estado y otorga a los asociados unidos determinados beneficios e impone unas dete rminadas obligaciones. Visto así, entonces, se introduce una diferenciación necesaria, derivada del tipo de Estado instaurado para una sociedad específica. Esto traduce que no es lo mismo diseñar una política de asistencia social, a manera de ejemplo, por parte de un Estado soportado en un una opción hacia el bienestar general; que esa misma política por parte de un Estado anclado en la ortodoxia con respecto al desarrollo de los mecanismos del mercado; los cuales pueden establecer (por sí mismos) un equilibrio. Para el caso que nos ocupa en este trabajo, asumimos la existencia de una definición Constitucional, que reivindica la vigencia de un Estado Social de Derecho, obligado a proponer y desarrollar una políticas públicas de beneficio general, con énfasis en la protección de los sectores más vulnerables de la población. Tanto es así que, en la Constitución Política, se expresa el hilo conductor para la intervención del Estado. Veamos: Artículo 1. Colombia es un Estado social de derecho, organizado en forma de República unitaria, descentralizada, con autonomía de sus entidades territoriales, democráticas, participativa y pluralista, fundada en el respeto de la dignidad humana, en el trabajo y la solidaridad de las personas que la integran y en la prevalencia del interés general. 38 Artículo 2. Son fines esenciales del Estado: servir a la comunidad, promover la prosperidad general y garantizar la efectividad de los principios, derechos y deberes consagrados en la Constitución; facilitar la participación de todos en las decisiones que los afectan y en la vida económica, política, administrativa y cultural de la Nación; defender la independencia nacional, mantener la integridad territorial y asegurar la convivencia pacífica y la vigencia de un orden justo. Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas residentes en Colombia, en su vida, honra, bienes, creencias, y demás derechos y libertades, y para asegurar el cumplimiento de los deberes sociales del Estado y de los particulares.39 En consecuencia, el diseño e implementación de las políticas públicas para el bienestar de los habitantes, deben estar orientados por ese mandato Constitucional. La reglamentación de esas políticas (.O de una de ellas en particular), debe tener en consideración el escenario y los grupos sociales a los cuales están dirigidas. Lo anterior está definido, de manera taxativa, en la Norma Constitucional, así: Artículo 339: Habrá Plan Nacional de Desarrollo conformado por una parte general y un plan de inversiones de las entidades públicas del orden nacional. En la parte general se señalarán los propósitos y objetivos nacionales de largo plazo, las metas y prioridades de la acción estatal a mediano plazo y las estrategias y orientaciones generales de la política económica, social y ambiental que serán adoptadas por el gobierno. El plan de inversiones públicas contendrá los presupuestos plurianuales de los principales programas y proyectos de inversión pública nacional y la especificación de los recursos financieros requeridos para su ejecución. Las entidades territoriales elaborarán y adoptarán de manera concertada entre ellas y el gobierno nacional, planeas de desarrollo, con el objeto de asegurar el uso eficiente de sus recursos y el desempeño adecuado de las funciones que les hayan sido asignadas por la Constitución y la ley. Los planes de las entidades territoriales estarán conformados por una parte estratégica y un plan de inversiones de mediano y corto plazo.40 38 Constitución Política deColombia 1991,segunda edición ESAP, febrero 1992 39 Ibíd. 40 Ibíd.
  • 26. Artículo 366: El bienestar general y el mejoramiento de la calidad de vida de la población son finalidades sociales de Estado. Será objetivo fundamental de su actividad la solución de las necesidades insatisfec has de salud, de educación, de saneamiento ambiental y de agua potable.41 En aplicación de esta noción de política, particularmente de política pública, el presente trabajo, desenvuelve el seguimiento con respecto al rol de las mujeres, en lo que concierne a al desarrollo de los programas para la protección y atención a los grupos poblacionales vulnerables. La noción de participación. El trabajo se sitúa en un entendido de participación, definido a partir de del significado que adquiere el quehacer de grupos sociales no vinculados con el poder político y económico. Es tanto como recorrer el acumulado de experiencias presentadas en diferentes momentos y en relación con acciones que reivindican derechos, tanto en lo que concierne a la calidad de vida, como también a aquellos que hacen referencia a su relación con el Estado, en lo que esta tiene de manifestaciones por alcanzar beneficios puntuales que ejercen como colaterales indispensables para alcanzarla. Visto lo anterior, entonces, aparece una posición en términos de fundamentar la intervención, soportada en definiciones, tanto teóricas como prácticas, que han orientado los procesos hacia la admisión de lo conciente , como condición indispensable para trascender la espontaneidad y la visión reduccionist a que no permite diseñar estrategias para el mediano y largo plazo. En una publicación del Centro de Estudios del Hábitat Popular – Cehap, adscrito a la Facultad de Arquitectura de la Universidad Nacional de Colombia, se recopilaron documentos presentados en el 4º Seminario Internacional CEHA – PEVAL, realizado en la ciudad de Medellín entre el 7 y el 11 de abril de 1986, en el cual se analizaron las experiencias en América Latina, bajo el título: Los pobladores, protagonistas urbanos en América Latina. En una de las ponencias titulada Aproximación a los Movimientos Sociales Urbanos en América Latina, el investigador Etienne Henry, adscrito al Institut National de Recherche sur les Transports et leur Segurite - INRETS, Francia; dice, en uno de los apartes referido a los Movimientos Regionales y Nacionales: “..Finalmente los movimientos sociales se despliegan alrededor de los principales polos urbano-industriales. Tienen una connotación más obrera y, las organizaciones sindicales son aquí las que incentivan la formación de frentes regionales. Pero su evolución depende de su capacidad en aglomerar a las masas urbanas y a sus organizaciones representativas. Los bloques de clases son aquí menos policlasistas y esos movimientos pueden derivar hacia meras huelgas obreras o revueltas de protesta popular. Tales movimientos regionales no se reducen a una oposición al poder central y una afirmación del poder regional. Hay que buscar en la configuración de los segmentos locales de clases, su dominación y su depresión socioeconómica, las razones de la vitalidad de su movilización y las perspectivas de los bloques regionales. No constituyen duraderas alianzas de clases ni son portadoras de proyectos históricos específicos; pero si corresponden a una fuerza social capaz de imponer modificaciones parciales en los esquemas administrativos y redistributivos. En la medida en que las masas pauperizadas concentradas en los núcleos urbanos participan de esos movimientos en forma importante – y a veces mayoritaria – es legítimo ver aquí una expresión de los movimientos urbanos...” (Sic)42 41 Ibíd. 42 Texto citado,página 37