Importancia de la comunicacion en la ciencia contable
1. Importancia de la comunicacion en la ciencia contable
1 Introducción
He decidido ir más allá de lo simple, en términos de la comunicación y su inserción en lo que
respecta la condicionalidad; al momento de entender el proceso contable como sucesión de actos
de cuantificación y análisis de datos relacionados con las empresas privadas. Así como también en
las instituciones públicas.
Diría, en consecuencia, que el entendido de la semiótica, involucra al lenguaje de las palabras; de
los signos. Del significante y significado. Por lo mismo, entonces, la globalización,
En el anterior contexto, el concepto de globalización económica y su aplicación, adquiere
connotaciones dramáticas; en términos de sus implicaciones sobre el conjunto de la economía
mundial, particularmente sobre las economías de los países que no han alcanzado niveles de
desarrollo semejantes a los de Estados Unidos y Europa.
Si se quiere, la dinámica de la globalización económica, puede y debe interpretarse como una
extensión y/o adaptación de la lógica que subyace al concepto del libre cambio; en donde es el
mercado el encargado de regular todo el quehacer económico y social. Es algo así como imprimirle
a esta época una opción centrada en el predominio de esa lógica propia de los principios
fundamentales del capitalismo. Con el agravante de la presencia de condicionantes relacionados
con el control ejercido por aquellos países que tienen el monopolio de los avances científicos,
además de instrumentos que les permiten profundizar y consolidar su visión acerca el desarrollo
económico y sus paradigmas vinculados con su entendido de democracia y participación.
Aquí, en consecuencia, prevalece una noción de planificación en la cual el Estado no tiene ese rol
propuesto por parte de quienes, desde una perspectiva asimilada a la utopía, asumían la posibilidad
de establecer una especie de equilibrio entre el crecimiento y el desarrollo económico y las
necesidades sociales de quienes no ejercen como beneficiarios fundamentales, en cuanto no hacen
parte de la clase o grupo que controla la riqueza, entendida como capital.
Tal es el caso de lo expresado por J.C. Rousseau en su texto El Contrato Social. Considero
pertinente transcribir un aparte de su concepto central:
“..La primera y más importante consecuencia de los principios hasta aquí establecidos es que sólo la voluntad
general puede dirigir las fuerzas del Estado según el fin de su institución, que es el del bien común; pues si la
oposición de los intereses particulares ha hecho necesario el establecimiento de las sociedades, la conformidad
de estos mismos intereses la ha hecho posible. Lo que hay de común entre estos diferentes intereses es lo que
forma el vínculo social; y si no hubieses algún punto en el que todos los intereses estuvieses conformes,
ninguna sociedad podría existir: luego la sociedad debe ser gobernada únicamente conforme a este interés
común...”1
1 Rousseau,J.C., “El Contrato Social”, Ed. Gráficas Modernas,1997. Traducido del francés por A.D., página
29.
2. Como corolario transitorio, me permito señalar: la aplicación de la opción de globalización
económica, está soportada en elementos conceptuales asociados a las leyes del mercado. Por esta
vía, se hace elusión del Estado como instrumento regulador y garante de los beneficios sociales
para la población excluida de los beneficios fundamentales del crecimiento económico. El desarrollo
económico es entendido, entonces a partir de ahí, como crecimiento que está condicionado por la
existencia de intereses vinculados con el control ejercido por parte del o los grupos económicos que
poseen el monopolio sobre el capital y, por esto mismo, de los avances tecnológicos. No se
entiende, en esta opción, la universalización de la ciencia y el conocimiento, como patrimonio de la
humanidad; sino como posibilidad de profundizar el control y acrecentar la riqueza de aquellos que
la ejercen.
En lo que sigue, trataré de profundizar en dos aspectos básicos: uno, tiene que ver con las
implicaciones de la globalización económica así concebida, en el desarrollo y crecimiento de los
países denominados del tercer mundo y/o subdesarrollados. El otro tiene que ver con las
alternativas posibles para enfrentar esos condicionantes imperativos.
En consecuencia, considero la ciencia contable, como parte de la teoría económica. Siendo más
precisa, como soporte de los informes y la cuantificación de todo lo relacionado con los ejercicios
que involucran escenarios periódicos. A partir de ahí, se redefinen estrategias para la inserción en
el mercado. Redefiniendo variables que permitan la inserción modificada en el tiempo.
Recurrir a Wittgenstein supone, de mi parte, el reconocimiento del lenguaje verbal y escrito; como
proceso que conlleva, como necesidad inherente, la filosofía y la lógica en la comunicación
universal.
2. Contexto
La indagación acerca de los contenidos, en un texto y/o en una determinada exposición teórica y
conceptual, nos convoca a realizar recorridos, también, teóricos y conceptuales. Porque, en otras
palabras, toda indagación, debe estar soportada en la visión y en la interpretación particulares de
quien la efectúa. De no ser así, navegaríamos en una especie de lugares comunes o, lo que es lo
mismo, en una homogeneización impertinente. Esto, en razón a que debe prevalecer la asunción de
retos que comprometan una opción conceptual. Queda claro que, hablar de asumir retos y postular
opciones teóricas, no supone vulnerar el soporte fundamental de los contenidos analizados.
Para el caso de la referencia (el análisis de propuesta contenida en la obra de Ludwig Josef Johann
Wittgenstein); se configura un reto vinculado con la noción de lenguaje, de su significado, en el
proceso de interpretación del mundo y de las posibilidades inherentes, al momento de transferir
con palabras esa interpretación. Algo así como dilucidar el contenido de estas, de la significación
que adquieren, tratándose de la necesidad de expresar la visión o la internalización que cada sujeto
ha construido; a partir de su contacto con los hechos y las cosas físicas, concretas.
Siendo así, en consecuencia, constituye un reto en el cual aparece una diferenciación clara con
respecto a la indagación acerca de otras opciones teóricas-filosóficas. Entre otras razones, porque
está de por medio el concepto de significante y significado, en términos del lenguaje. Ya no es
tanto, como en Sócrates, o en Platón o en Aristóteles; una reflexión en la perspectiva de dilucidar la
posición del o de los sujetos en torno a determinados referentes (éticos, morales, físicos, etc.).
3. Tampoco, en desarrollo de la conexión y evolución de la filosofía clásica, se trata del análisis de la
opción kantiana o hegeliana; en términos de la noción de razón, de la lógica, de las percepciones
del sujeto. Lo de Wittgenstein es, si se quiere, una opción teórica que trasciende esos referentes
conceptuales; por cuanto introduce un hilo conductor vinculado con los contenidos internalizados
por el sujeto y la posibilidad de transferir los mismos a partir de las palabras. Tanto como entender
la filosofía como teoría del conocimiento asociada a la lingüística y a la antropología.
Cabe agregar, además, que esa indagación está inmersa en la dicotomía propia de Wittgenstein;
como quiera que su opción teórica tuviera dos fases claramente contradictorias, al menos en lo que
respecta a los postulados fundamentales.
En lo que sigue, entonces, presento mi interpretación acerca de la opción teórica-filosófica de
Ludwig Josef Johann Wittgenstein. Queda claro que, para hacerlo, me remito a su obra principal,
publicada en vida, “Tractatus lógico-philosophicus”; así como a sus dos obras póstumas
“Investigaciones Filosóficas” y “Los cuadernos azul y marrón”. El primer texto ha sido caracterizado,
por algunos analistas, como la expresión teórica del “primer Wittgenstein” y los otros dos
(fundamentalmente “Investigaciones Filosóficas”), como la expresión teórica del “segundo
Wittgenstein”.
Considero pertinente comenzar con la siguiente aseveración de Wittgenstein: “…El mundo es la
totalidad de los hechos, no de las cosas. El hecho, es el darse efectivo de los estados de cosas;
mientras que dicho estado de cosas es una conexión de objetos (cosas). En consecuencia, el
mundo será la totalidad del darse efectivo de conexiones entre objetos…” 2
Toda su construcción teórica, al menos en el Tractatus, involucra la noción de lenguaje. De la
manera cómo es posible acceder a la interpretación del mundo, por la vía de asociar hechos y,
secundariamente, las cosas percibidos y/o conocidos. Al mismo tiempo, como elemento colateral
fundamental, la posibilidad de transferir esa interpretación por la vía de las palabras. Es ahí, en ese
proceso de transferir, en donde reside la razón básica del conocimiento. Al menos en lo que este
tiene de lógico y comprensible.
El lenguaje, como asociación de palabras con contenido que sirve para comunicar una determinada
idea o un determinado concepto; supone la existencia y/o la construcción de referentes precisos.
Wittgenstein los vincula con la noción de proposición. Es algo así como entender la indagación, por
la vía de los hechos, acerca del mundo (de la naturaleza misma), como proceso que, a su vez, está
soportado en una especie de método que permite articular y cifrar los contenidos de la proposición,
como insumo necesario. Como punto de comienzo, para realizar la búsqueda. Es decir, darle un
contenido con sentido al proceso. Pero, por esto mismo, adquirir la capacidad de discernimiento
que nos permita tipificar al lenguaje mismo, con sus posibilidades y con sus limitaciones
Por esta vía, Wittgenstein, desemboca en postulados heréticos (si se observan desde la perspectiva
de la clásica noción de la teoría del conocimiento). Veamos esto, en sus palabras:
“…Me es indiferente que el científico occidental típico me comprenda o me valore, ya que no
comprende el espíritu con el que escribo. Nuestra civilización se caracteriza por la palabra
‘progreso’. El progreso es su forma, no una de sus cualidades. Esta forma es típicamente
constructiva. Su actividad estriba en construir un producto cada vez más complicado. Y, aun
2 Ludwig J., Wittgenstein,“Tractatus lógico-philosophicus” (1.1, 2, 2.01)
4. cuando la claridad y la transparencia, estén al servicio de este fin, no son un fin en si mismas. Para
mí, por el contrario, la claridad, la transparencia, son un fin en sí…”3
Sin embargo, considero pertinente un interrogante, en torno a esta noción de claridad y de
transparencia, en términos de la interpretación del mundo, a partir de los hechos y del lenguaje.
¿La transparencia, la claridad son, en sí, una postura ética? ¿O, también, están asociadas (como
concepto), a una expresión que se infiere de la indagación y compromete a una visión integral del
mundo?
Tratando de resolver mi interrogante, me remito a la siguiente expresión de Wittgenstein, veamos
(aclaro que el resumen trascrito a continuación, es una recopilación lograda a partir de mi
investigación en deferentes páginas Web):
“…Además, así como un hecho atómico o estado de cosas [Sachverhalt] es una conexión entre
cosas, una proposición atómica será una conexión entre palabras. Asimismo, dichos objetos o cosas
son posibles de ser nombrados por medio de las palabras, id est, que se da una relación entre las
palabras y las cosas, de manera que las proposiciones atómicas representan hechos atómicos y, de
este modo, constituyen una imagen o pintura [Bild] de la realidad. Y, puesto que "la totalidad de
las proposiciones es el lenguaje" (Ibid., § 4.001), éste será una suerte de mapa de la realidad.
En cuanto a las proposiciones atómicas, las hay de tres clases:
a) Las que representan hechos atómicos: son aquellas que forman parte del lenguaje
significativo [sinvoll], v. gr., “Sócrates es mortal". Dichas proposiciones, en tanto que se
refieren a hechos, son contingentes y, eo ipso, susceptibles de ser verdaderas o falsas.
b) Las que no representan hechos atómicos: son aquellas que no pertenecen al lenguaje
significativo o con sentido [Sinn], es decir, que carecen de significación. Se subdividen a su
vez en:
o b.1.) Sin sentido [sinnlos]: v. gr., "Sócrates es Sócrates". Aquí están incluidas todas
las tautologías y contradicciones, de modo que estas proposiciones serán siempre
verdaderas las unas y siempre falsas las otras, aunque de un modo bastante
distinto que las anteriores; puesto que "no representan ningún posible estado de
cosas" (Ibid., § 4.462). Por ello, las proposiciones sin sentido no serán, en rigor,
auténticas proposiciones, ya que "pertenece a la esencia de la proposición poder
comunicarnos un sentido nuevo" (Ibid., § 4.027).
o b.2.) Absurdas o insensatas [unsinnig]: v. gr., "Sócrates es idéntico". Es claro que
estas proposiciones no pueden ser ni verdaderas ni falsas, sino absurdas. Estas
tampoco son proposiciones en sentido estricto, sino que se trata de pseudo
proposiciones [Scheinsätze].
3Ludwig, J., Wittgenstein “Aforismos, cultura y valor, 30.
5. Ahora bien, se dijo que el lenguaje se constituía en un mapa del mundo, vale decir, de la realidad.
Por lo tanto, los límites del lenguaje serán los límites del mundo. Y si ocurre que el lenguaje natural
tiende en ocasiones a rebasar dichos límites, ello se debe a que es imperfecto. De ahí que haya que
encontrar en el lenguaje una estructura lógica que constituya su esencia. Dicha estructura lógica
será el lenguaje ideal.
Pero sucede que las proposiciones mediante las cuales se describe la estructura lógica del lenguaje
no son ni proposiciones significativas ni sin sentido, sino absurdas. Por consiguiente, no habrá,
hablando con propiedad, metalenguaje. Así, el Tractatus todo no es más que una escalera para
acceder a cierta visión correcta del lenguaje y del mundo; pero es necesario "arrojar la escalera
después de haber subido por ella" (Ibid., § 6.54).
De esta manera, "lo que se expresa [muestra] en el lenguaje no podemos expresarlo [decirlo]
nosotros a través de él" (Ibid., § 4.121). De ahí que la tarea propia de la filosofía no sea un decir
respecto del lenguaje sino un elucidar el lenguaje.
[...] nuestras palabras sólo expresan hechos, del mismo modo que una taza de té sólo podrá
contener el volumen de agua propio de una taza de té por más que se vierta un litro en ella.
(Conferencia sobre ética)
De ello resulta que "el sentido del mundo tiene que residir fuera de él" (Tractatus, § 6.41) y, por
añadidura, fuera del lenguaje significativo, es decir, del lenguaje con sentido. Recuérdese que,
según esta caracterización del lenguaje, "una proposición sólo puede decir cómo es una cosa, no lo
que es" (Ibid., § 3.221).
Ahora bien, que algo esté fuera del mundo, es decir, que sea inexpresable, no implica que no
exista, sino que, muy por el contrario, "lo inexpresable, ciertamente, existe. Se muestra, es lo
místico [das Mystische]" (Ibid., § 6.522).
En efecto, la pregunta acerca de cómo sea el mundo es una pregunta posible de tener una
respuesta, aunque la ignoremos. La respuesta es una respuesta acerca del mundo o, por así
decirlo, intramundana y, en último término, científica, puesto que no pasaría de ser una mera
descripción de estados de cosas, de hechos. Pero que el mundo sea es algo de otra naturaleza. Tan
es así que, para poder explicarlo, deberíamos ubicarnos fuera del mundo, es decir, rebasar los
límites del lenguaje significativo, metaforizar, hacer poesía, metafísica...
El método correcto de la filosofía sería propiamente éste: no decir nada más que lo que se puede
decir, o sea, proposiciones de la ciencia natural —o sea, algo que nada tiene que ver con la
filosofía—, y entonces, cuantas veces alguien quisiera decir algo metafísico, probarle que en sus
proposiciones no había dado significado a ciertos signos. Este método le resultaría insatisfactorio —
no tendría el sentimiento de que le enseñábamos filosofía—, pero sería el único estrictamente
correcto. (Ibid., § 6.53) ...”4
Con el respeto debido por Wittgenstein, considero que su método (al menos el expresado en el
“Tractatus lógico-philosophicus”) conduce a una opción teórica de interpretación un tanto
4Recopilación de diferentes páginas Web, entre otras, “Wikipedia, la enciclopedia libre”
6. dicotómica. O, lo que es lo mismo, a una noción del mundo, de los hechos, de las cosas, un tanto
cercana a la visión de los escépticos. Porque, en comienzo se postula la posibilidad casi absoluta de
acceder al conocimiento del mundo, por la vía de construir escenarios de interpretación y de
transferencia de esa interpretación a través del lenguaje. Pero, casi simultáneamente, se diluye esa
posibilidad, en razón a la imposibilidad que tiene el lenguaje de aprehender todo el proceso
relacionado con la sucesión de hechos. Es algo así como, en últimas, un reconocimiento de la
impotencia relativa que tiene el sujeto para interpretar la totalidad y transferir esa interpretación.
Algo parecido a un vacío, en donde los conceptos no desempeñan un rol preciso, desde la
perspectiva del conocimiento. Me queda la sensación de que, lo que denomina Wittgenstein
transparencia y claridad, no es otra cosa que cierta indefensión del sujeto ante esa totalidad.
Porque está condicionado por el significado del lenguaje; porque, Wittgenstein, lo ubica en el
terreno en el cual la búsqueda de los significados, tiene relación con el contenido de unas
proposiciones previas que, en su desarrollo, pueden o no coincidir con el significado que se busca.
Desde mi opción teórica, no considero apropiada la absolutización de los términos adjudicados a la
diferenciación. Infiero, una vez analizados algunos apartes de los textos (“Tractatus lógico-
philosophicus” e “Investigaciones filosóficas”), que se trata de momentos en ese proceso de
interpretación. Obviamente, debo reconocer que, si el mismo Wittgenstein, reconsideró muchos de
los conceptos vertidos en el “Tractatus lógico-philosophicus”; quiere decir que los asumió como no
pertinentes, en el contexto de la evolución teórica de su pensamiento filosófico.
Sin embargo, insisto en ello, para el caso del contenido y la pertinencia de las proporciones básicas
y de la relación significante-significado, en términos del lenguaje (manera de ejemplo), en sus
“Investigaciones filosóficas”, retoma el concepto de lo absurdo o imposibilidad y lo dimensiona
asociado al concepto de contexto.
Lo anterior es lo que explica, en parte, la dicotomía. Entonces, en esta nueva perspectiva en la cual
se vincula la noción de contexto, las proposiciones, su significado, adquieren una dimensión en la
cual se involucra (o infiere) la noción de pertinencia. Esto es lo mismo que entender una dinámica,
en donde los significados tienen que ver con el momento (el contexto) en el cual se expresa una
definición, a partir de una determinada proposición.
Siendo así, entonces, lo absurdo adquiere una connotación asociada con la no pertinencia, según
sea el momento o el contexto en el cual se propone o se infiere un significado.
3 La ciencia contable como proceso complejo y necesario en la ciencia económica y las
estrategias
3.1-El nexo con lo jurídico.
Entonces estamos en un escenario social. En donde la hilvanación de lo particular y lo colectivo,
pasa por entender que el soporte, en ese proceso, tiene que ver con el desarrollo de la teoría
jurídica. Porque supone precisar la noción de equilibrio necesario. Porque en la relación Estado-
individualidad, se incorpora la variable que hace alusión a la cantidad y la calidad. Es algo así como
entender que el concepto de equilibrio tiene razón de ser, en la medida en que cada sujeto natural
y/o jurídico asuma la certeza de que el Estado no puede ser minimizado. Y, tampoco, puede ser
asimilado a sus intereses particulares. Ese es el sentido que adquieren las querellas. Como si, a
cada paso, fuese necesario sustentar la lógica de ese entramado. Porque, asimismo como surgieron
7. las instituciones, a partir de pactos inherentes, conscientes o no. A asimismo la condición
supraestructural de las instituciones, supone la aceptación de unas reglas del juego.
No se concibe, en consecuencia, un Estado-Nación, sin unas instituciones que ejerzan como
garantes de ese equilibrio; por la vía de establecer opciones que permiten el ejercicio del derecho.
En una perspectiva en la cual cada sujeto tiene certeza en términos de derechos. Pero, al mismo
tiempo, de sus obligaciones desde el punto de vista del respeto a la institucionalidad.
Ese tipo de relación es la demostración de la solidez del Estado. Porque, por la vía de la querella,
está en capacidad de reconocer los fallos. Una autonomía de la justicia, sin la cual sería imposible
acceder a un escenario en el cual se concreta ese equilibrio funcional.
Ahora bien, en lo que respecta al caso de la estructura fiscal-impositiva y, en alusión al significado
que adquieren los impuestos como soporte de la capacidad económica del Estado; ese nexo entre
los y las particulares con el Estado, supone la precisión de la normatividad, por la vía del Estatuto
Tributario. Es una convicción de Estado, en la cual confluyen el concepto de región y municipalidad
con la Nación, como escenario de mayor estructura y complejidad.
Lo que aquí presento, en consecuencia, no es otra cosa que la particularización de situaciones, por
la vía de las jurisprudencias a cargo de las corporaciones que aplican justicia, a nombre del Estado
y la Nación. Son concreciones que reivindican la autonomía; pero también la interacción. Porque no
se concibe el concepto de derechos y obligaciones, sin la garantía de que las instancias
gubernamentales están en condiciones y en la obligación de garantizarlas.
Entonces, aquí, lo concerniente a la hermenéutica jurídica, cobra sentido y pertinencia;
precisamente porque el Estado es una construcción heredada, pero, al mismo o tiempo, en
continuo desarrollo. Porque, a cada paso, el ejercicio económico (en este caso) plantea retos que
deben ser asumidos como tal.
Entonces, esos retos, coadyuvan a la postulación de doctrina. En ese escenario del universo
económico, en el cual es posible entender la interacción. Siendo lo impositivo, desde el punto de
vista del soporte para la actividad estatal; no es otra cosa que referente que unifican criterios y
conceptos. Pero entendiendo, al mismo o tiempo, que cada hecho concreto precisa del análisis
respectivo.
Es ahí en donde reside la importancia de la legislación. Siendo esta una figura parecida a la teoría
de Estado. Teoría que no puede soslayar la pertinencia de las confrontaciones. Porque, solo así, es
posible entender la dinámica que está en la base del desarrollo Estado-Nación y su nexo con la
sociedad..
3.2 La casuística y la estrategia
La ciencia contable, aplicada a las empresas supone la construcción de opciones que permitan la
implementación de acciones, en la perspectiva del desarrollo y crecimiento. En este sentido puede
ser asociada al concepto de gestión; pero lo trasciende. Porque, la administración, construye y
aplica posiciones que, a su vez, permiten establecer contenidos para la misión. Siendo así,
entonces, debe estar soportada tanto en el análisis del conocimiento y experiencias acumuladas;
como también en el diseño de teoría y prácticas específicas; en contextos económicos y sociales
concretos. Esto es lo que explica, a manera de ejemplo, un tipo de relación condicional con
8. respecto a variables derivadas de la política económica. Entre otras cosas, porque el diseño de
planes y programas para la intervención en los mercados; supone la presencia de agentes
exógenos vinculados con las decisiones institucionales. Tanto es así, que no puede concebirse la
administración de negocios, haciendo abstracción de los objetivos macroeconómicos propuestos
para periodos concretos, por parte de instituciones gubernamentales a nombre del Estado.
En consideración a este hecho el análisis propuesto, a pesar de tener como referente un texto en
el que se expresan conceptos y se sugieren alternativas en relación con la estrategia empresarial,
está orientado dilucidar aspectos clave de la administración y sus instrumentos colaterales;
precisamente en nexo con la noción de estrategia y el rol asumido por parte de quien y/o quienes
ejercen como gestores de las estrategias empresariales.
Considero pertinente, en el contexto expresado antes, citar una expresión de la profesora Consuelo
Corredor: “..Durante la administración de Julio César Turbay Ayala (1978-1982), la condiciones
económicas y políticas del país entran en un franco deterioro como resultado de los límites
impuestos por el modelo liberal de desarrollo. Sin embargo, no fue menos importante la
contribución de la politica gubernamental en la aceleración de la crisis. En materia económica se
mantiene la desregulación económica del periodo anterior y se compromete al país con un
creciente endeudamiento externo. Los crecientes conflictos sociales derivados de problemas
políticos se enfrentan abiertamente con estrategias militares.
Con relación a la propuesta económica gubernamental, ésta se sintetizó en el Plan de Integración
Nacional – PIN- . Como su nombre lo indica, la preocupación central del plan de desarrollo estuvo
en proporcionar una mayor infraestructura en transportes y comunicaciones, para solucionar los
problemas de la precaria integración económica de las distintas regiones al mercado nacional.
Igualmente, se privilegió el desarrollo del sector energético y minero, por contar con ventajas
comparativas en este campo, para lograr en un futuro liberar divisas, ahora comprometidas en la
importación de hidrocarburos. También se aspiraba a generar divisas mediante la exportación de
productos mineros y de servicios energéticos, en una perspectiva de mediano plazo, dada la
duración de los proyectos para iniciar la producción…”5
La línea d análisis desarrollada, en el presente trabajo, supone el seguimiento de los conceptos
básicos vertidos por Kenichi Ohmae en el texto de la referencia. A partir de este seguimiento,
asumo algunas posiciones soportadas en la caracterización a y la visión que he logrado construir; a
partir de otras lecturas y del curso mismo de la materia, en el contexto del programa curricular.
A manera de ilustración, presento algunos insumos conceptuales, derivados del análisis de la
interpretación propuesta por Ohmae en lo que hace referencia al entendido del análisis de un
proceso hipotético y el rol que le corresponde al estratega. Veamos:
“El análisis es el punto crucial de arranque del pensamiento estratégico. Al enfrentarse a
problemas, tendencias y acontecimientos o situaciones que parecen constituir un todo armónico o
que, de acuerdo con el sentido común actual, parecen venir integradas como un todo, el pensador
estratégico los divide en sus partes constitutivas. Luego, tras descubrir el significado de estos
componentes, los vuelve a ensamblar para maximizar sus ventajas.
5Corredor M., Consuelo, Los límites de la modernización, segunda edición 1997, edición Cinep-Facultad de
Ciencias Económicas Universidad Nacional de Colombia, páginas 238-239.
9. En los negocios, como en el campo de batalla, el objetivo de una estrategia consiste en
aproximarse a las condiciones más favorables a nuestro bando, juzgando con precisión el momento
oportuno para atacar o retirarse, y evaluando siempre con corrección los límites del
compromiso...”6
El concepto de intervención del estratega, en Ohmae, mantiene una constante: un soporte teórico
asociado a la voluntad y a la capacidad derivada de la intuición. Inclusive, como se puede observar
en el caso analizado en relación con el paquete turístico (página 9) ofrecido por una compañía; el
entendido del factor costo beneficio, no es otra cosa que una simple reflexión originada en el
método comparativo; a partir de cruzar la información personal-vivencial, con el valor ofertado. Es
relevante esta anotación, por cuanto constituye (en m opinión) el hilo conductor de su propuesta
global. En la parte del texto citado por mí, puede observarse esa misma tendencia; en tanto
reclama y posiciona una estructura lineal para el análisis. La partición de del todo complejo, y la
posterior articulación; es presentada como si se tratara de variables homogéneas en su
comportamiento. Más aún, en la misma página presenta una versión del mismo problema;
asumiendo una opción un tanto híbrida; en donde una dicotomía hipotética, adquiere valor para
reiterar en su método. Veamos:
“..Por eso, el verdadero pensamiento estratégico contrasta fuertemente con el enfoque
convencional de los sistemas mecánicos que se basa en el pensamiento lineal. Pero también
contrasta con el enfoque que todo lo basa en la intuición y llega a conclusiones sin ningún desglose
o análisis...”7
4. Conclusión.
De todo lo dicho y expuesto, se hace necesario proponer un corolario indispensable. Se trata de
entender la dinámica del proceso contable, como fuente de datos y de análisis. Además de las
implicaciones de los mismos, al momento de modificar estrategias en el contexto de la economía
global. Su relación con los casos cotidianos en cada país y cada empresa. Así, entonces, la
organización empresarial logrará configurar un quehacer continuo y de crecimiento. Sin olvidar su
responsabilidad en la decantación de todo el ejercicio económico, vinculado con la normatividad del
Estado. Para lograrlo, la comunicación no solo tie que ser fluida y pertinente, con su propio
lenguaje estructural. Pero, además, entendiendo la comunicación, como ejercicio que está
soportado en las variables políticas, económicas jurisprudenciales.
6Ohmae, Kenichi, obra citada, página 10
7Ibíd., página 10