Artículos. Banco de materiales MJD.
Haciendo memoria de todo este año me doy cuenta fácilmente de que ha sido un tiempo con momentos muy buenos pero, por desgracia, los malos han sido también muy numerosos: ETA, la guerra en Israel, el hambre en el Tercer Mundo, el SIDA...
PPT GESTIÓN ESCOLAR 2024 Comités y Compromisos.pptx
ARTÍCULO - ¿Qué veis, qué esperáis?
1. ¿Qué veis? ¿Qué esperáis?
Haciendo memoria de todo este año me doy cuenta fácilmente de que ha sido un
tiempo con momentos muy buenos pero, por desgracia, los malos han sido también
muy numerosos: ETA, la guerra en Israel, el hambre en el Tercer Mundo, el SIDA...
y tantos otros conflictos internacionales, nacionales y locales que están como telón
de fondo, pero que son una realidad igualmente. Quizá nos encontramos influidos
en cierto modo por la que ahora es la tentación de nuestra época: el fatalismo, el
creer que nada se puede hacer, que los poderes de la sociedad son demasiado
fuertes para nosotros.
Quizá muchos de vosotros compartís los mismos sentimientos que yo hacia todo
esto. Pero lo más difícil no es "cortar por lo sano", sino enfrentarse a cada una de
estas injusticias cara a cara; porque tenemos que apoyar a y colaborar con todos
los que ya se han comprometido.
En los distintos encuentros en los que yo he participado he conocido a personas
que ven la vida desde una óptica muy similar a la mía. Ven que la vida tiene un
horizonte muy amplio, en donde el objetivo es hacer feliz a la gente, para de ese
modo serlo ella misma. Porque por muy dura que sea la vida a veces, por mucho
que haya que sufrir, nosotros estamos en el camino de la felicidad. Si firmemente lo
creemos podemos ser felices desde ahora (1). Da igual las maneras: con obras
sociales, misiones, en la escuela, en la Iglesia... lo importante es que se haga.
A veces la falta de reflexión, de detenerse a pensar sobre las inquietudes de cada
uno, hace que el tiempo se relentice y se empobrezca, y que la vida nos la tomemos
como un "sobrevivir"; y lo cierto es que no estamos aquí para eso, sino para VIVIR.
Quizá el momento en el que nos encontramos ahora (la Navidad) sea más fácil para
tranquilizarnos y ponernos a pensar en todo esto de una manera seria y formal.
Cierto es que siempre hay y existe una esperanza por conquistar y hacer, por
desarrollar, por contagiar... yo he escogido a Jesús de Nazaret, ¡sí! Ese niño que
ahora nace; desvalido, que dependía en todo de su madre, incapaz por sí mismo
hasta de comer o de vestirse (no debemos de sorprendernos, porque Dios se
mostró siempre así: vulnerable y a nuestra merced). Creo que hay mucho más, y
que ese "más" se trabaja día a día con quienes te rodean, en las relaciones diarias,
en el trabajo, en el estudio... y la cuestión es llegar a que los otros sean, vean lo que
tienen y desde ahí, desde su "Yo" más auténtico, actúen. Y no se puede empezar
buscando lo fácil, lo sencillo; así no se construye, hay que "pringarse", por difícil
que sea. Yo apuesto por cosas que pueden parecer utópicas, pero que poco a poco
se desarrollan desde lo sencillo, desde lo que aparentemente no vale nada.
A lo largo de nuestra vida hemos tenido que optar, que elegir aquello que más nos
gusta, y además hemos podido disfrutar de ese "privilegio", pero lo cierto es que
otros no lo tienen. Sus vidas, desde que nacen, se ven tapiadas y determinadas por
las circunstancias que les rodean... esto nos tiene que interpelar, nos tiene que
ayudar a la hora de nuestra búsqueda, a la hora de materializar nuestros sueños;
porque, como dice Georges Balandier: cuando soñamos solos, es sólo un sueño.
2. Cuando soñamos con otros es el comienzo de la realidad. Porque ¿qué es lo qué
buscáis en vuestra vida?... ¿qué soñáis?... ¿qué veis?
Creo que nosotros no estamos aquí por casualidad, por azar, sino más bien por una
necesidad de amor, que se tiene que vivir con todo el mundo sin poner barreras en
la lengua, en la raza... Es más bonito y más enriquecedor que no todos seamos
iguales, así es como se hace común unión, comunidad.
¿Os habéis parado alguna vez a pensar cuáles son vuestros compromisos de cara a
la sociedad, a la comunidad... a las personas? Todos tenemos la necesidad de hacer
algo para mejorar el mundo en el que vivimos y así la vida de muchos marginados
que también lo constituyen. Ahora estamos en un tiempo en donde tenemos que
acordarnos especialmente de ellos (Jesús nació en un pesebre); y lo cierto es que lo
que celebramos en Navidad es que no hay nada tan fértil y libre como este niño
vulnerable (2). Pero no son sólo marginados y pobres los que no tienen medios
materiales, sino también lo son aquellos que no ven sentido a la vida, aquellos que
dejan pasar el tiempo cruzados de brazos esperando que otros actúen en su lugar.
Este tiempo en que Jesús nace es momento de que nosotros también nazcamos. Sí,
hay que nacer de nuevo para renovarnos por dentro y así poder actuar fuera. Y es
que se tiene que producir el movimiento que nos impulse a salir de nosotros en
busca de los demás, salir de nuestras casas, y a veces también de nuestra tierra. Es
momento de revisar nuestros pensamientos, nuestros trabajos, nuestros proyectos
y actuar en favor de otros, pero sin pensar en una recompensa, sino más bien,
trabajar incondicionalmente... así podrás ser más feliz. No podemos pararnos
porque otros no se muevan, sino animarlos, descubrirles la felicidad de la Navidad,
la que cada uno guarda dentro y que debe compartir, para que el amor sea el
centro de nuestra vida... el centro de nuestra propia existencia.
Yo tengo fe en que las cosas van cambiando por momentos, y que no porque unos
atenten contra nosotros nos van a derribar a los demás nuestra felicidad, la
justicia, la esperanza, Jesús... todo eso que es mucho más que la guerra y la
violencia, que el sufrimiento y el dolor. De lo que se trata es de darnos cuenta de
aquellos que lo pasan verdaderamente mal y ver que es misión nuestra ayudarles
para que ellos compartan la alegría de la vida y tengan esa felicidad que nosotros
tenemos. Porque si observamos con bastante detenimiento veremos las huellas del
Dios de la libertad que nos invita a ayudarle en este nuevo proyecto. Y porque ya se
nos dice en el Evangelio: "Cuando con uno de estos mis hermanos lo hacéis,
conmigo lo estáis haciendo..." (Mt 25, 40) y ahí es donde radica nuestro trabajo por
la paz, por la vida... por Dios.
José Chamorro (MJD, El Reflujo)
(1) Radcliffe, T., (1999). "El Oso y la Monja".Salamanca: San Esteban
(2) Radcliffe T., (1993). "Mensaje navideño del Maestro de la Orden" en IDI (304)