2. BIOGRAFÍA (1859-1909).
Un catorce de enero de 1859 nacía Francisco Ferrer Guardia. De padres campesinos medianamente
acomodados, sus padres eran profundamente religiosos y como tales adoctrinaron a su descendencia.
La enseñanza que recibiría Ferrer sería igualmente religiosa. La infancia de Ferrer transcurrió en su
pueblo natal Alella (Barcelona).
Disciplina y violencia son las características más evidentes de la enseñanza recibida por el propio
Ferrer.
Un hecho a destacar es que en 1870 un nuevo personaje se introduce a través de las convicciones
religiosas de la familia de Ferrer. Es el nuevo vicario de Alella, que sería el consejero y administrador
de la familia Ferrer. Al poco tiempo, los hermanos José y Francisco denunciaron ante el Arzobispado
el papel abusivo del vicario. El padre de los Ferrer no consiente la conducta de sus hijos y deshereda
a sus hijos y los expulsa de casa.
A los catorce años Ferrer Guardia se trasladó a Barcelona, donde ocupó diferentes puestos de
trabajo. En dicha ciudad conocería a Farga Pellicer, quien a su vez había coincidido con el italiano
Fanelli, delegado para fundar la primera Sección Española de la Internacional. Por esta época ya
conocía Ferrer la explotación capitalista y comenzaba a leer a los autores más revolucionarios,
aprendiendo el francés y el inglés. En 1879, comenzaba a trabajar como revisor en la compañía de
ferrocarriles conociendo al líder republicano Ruiz Zorrilla. Aprovechó también su ocupación para
crear una biblioteca en el tren. Se casó en 1880 con Teresa Sanmartí, con quien tendría tres hijas,
Paz, Trinidad y Sol.
Apoyó en 1886 el pronunciamiento militar cuya finalidad era proclamar la República, pero al fracasar
este tuvo que exiliarse en París. Al llegar a París, Ferrer empezó a contactar con anarquistas
franceses y comenzó a dar clases de español. Ferrer viajaría por el extranjero. Durante sus quince
años en París, Ferrer se convenció de que el problema de la educación popular no estaba resuelto.
Ferrer Guardia, ayudado por la herencia que recibió de una de sus alumnas, Ernestina Meunier,
fundaría la Escuela Moderna, que se inauguraría el 8 de septiembre de 1901. Pero también se
dedicaba a apoyar al movimiento obrero, y de hecho ya en 1902 estuvo apunto de censurarse la
Escuela, pues Ferrer estaba en la lucha. En 1906 se produjo el primer intento estatal de acabar con
Ferrer. Mateo Morral, colaborador con la editorial de la Escuela Moderna, arrojó una bomba contra el
rey Alfonso XIII y Victoria de Battenberg. Se inculpó a Ferrer, y fue detenido. Estuvo más de un año
entre rejas, pero salió de prisión por falta de pruebas. Debido al acoso policial, Ferrer sólo estuvo en
el país diez días tras su abandono de la cárcel. En Bruselas, en 1908, empezó a publicar la revista
pedagógica L'Ecole Renové, y paralelamente organizó la Liga Internacional para la Educación Racional.
En el verano de 1908, sería escrita La Escuela Moderna. Tras ello volvería a viajar por el extranjero,
encontrando y conociendo a diversas personalidades libertarias.
Todo iba relativamente bien para él, pues la Liga para la Educación Racional de la que formaba parte
aumentaba su influencia, y la revista que había creado aumentaba sus suscripciones. Pero hubo de
volver a Barcelona Ferrer ante la enfermedad de su hermano José.
Nos encontramos en vísperas de la Semana Trágica. El Estado, el clero y el capital aprovecharon la
oportunidad y, al no poder juzgar a un pueblo entero, condenaron en un juicio absolutamente
manipulado a muerte a Ferrer Guardia.
3. INFLUENCIAS Y SU OBRA
Las influencias en Ferrer son diversas: Rousseau,
Godwin, Proudhon, Stirner y Kropotkin; y pone en
práctica las ideas de Paul Robin y de León Tolstoi.
Su pensamiento pedagógico se recoge en:
ESCUELA MODERNA, 19O8
4. FERRER GUARDIA
La defensa de la libertad frente a la imposición de
las instituciones o personas engloba en el
movimiento antiautoritario a distintas teorías
educativas.
La libertad, la cultura y la escuela fundamentan la
pedagogía anarquista caracterizada por la
educación integral, racional, libertaria y mixta.
5. ESCUELA MODERNA
Lo que caracterizó a la Escuela Moderna era el ser racionalista y
científica, no puede basarse en prejuicios dogmáticos.
En la Escuela Moderna de Ferrer Guardia, la libertad era un valor
fundamental y estaba dispuesto a erradicar la imposición arbitraria,
se suprimieron los exámenes, las calificaciones, los premios y los
castigos, considerando que éstos contribuían a marcar
desigualdades entre los alumnos y a fomentar un espíritu
competitivo, perjudicial.
Su educación integral incluye el pensamiento, la sexualidad y los
sentimientos, así como el desarrollo de la personalidad infantil, todo
ello acompañado de prácticas higienistas, de observación de la
naturaleza y de libre experimentación.
Promoviendo conceptos como el desarrollo de la iniciativa y su
sentido critico del niño, relaciones igualitarias dentro del recinto
escolar, libertad de expresión, dinámica de apoyo mutuo y
cooperación (la escuela como instrumento de emancipación).
6. CRÍTICA A LA ENSEÑANZA
DEL SISTEMA
Ferrer pensaba que se habitúa a la juventud a
obedecer, a creer, a pensar según los dogmas
sociales vigentes, que se le impide incluso pensar
de modo distinto al querido para el mantenimiento
de las instituciones, y que se crean personas
estrictamente adaptadas al mecanismo del
capitalismo.
Ferrer explica como la enseñanza de su tiempo
impide el desarrollo de las facultades naturales de
niños y niñas en beneficio de una formación que
beneficie a los poseedores del capital.
En el capitalismo educar equivalía en definitiva a
domar, adiestrar, domesticar.
7. ANTAGONISMO;
RACIONALIDAD
Estas son algunas de las palabras clave en las bases
de su pedagogía: La naturaleza, la ciencia, la razón.
Ferrer pretende una sociedad nueva a través de una
educación integral que abarquen: El desarrollo
natural de la infancia, la solidaridad, el apoyo
mutuo, el trabajo "por gusto" y no por explotación,
la libertad, el amor, la felicidad; eliminando la
ignorancia, el prejuicio y el error.
Se fomenta la educación integral, el trabajo manual e
intelectual, la autonomía y la autoestima. La
pedagogía ferreriana pretende la emancipación
social para la sociedad libre y en constante
progreso.
8. NI JERARQUIA NI
COMPETICIÓN
En las escuelas todo debe ser paz, alegría y
confraternidad; y no debe de existir el riesgo de
tiranía y abusos.
En la Escuela Racional no tenían cabida exámenes ni
premios. Los castigos eran eliminados, ya que
predisponían a asumir la autoridad. Los exámenes
llegaban a provocar enfermedades físicas y
elementos morales negativos (vanidad, envidia,
humillación,... ).
El profesorado estimularía la iniciativa y colaboraría,
para ayudar a comprender, desarrollándose la
cooperación, la ayuda mutua, el respeto y la
solidaridad.
9. COEDUCACIÓN DE CLASES Y
SEXOS
Ferrer otorgaba una importancia capitalísima
a la coeducación de sexos. Su pedagogía
dejaba claro como mujer y hombre son
complementarios y el desconocimiento de
ello causa de graves males.
Ferrer dice que la coeducación de clases,
pone en contacto unos con otros en la
inocente igualdad de la infancia, esa es la
escuela, buena, necesaria y reparadora.
Una escuela para niños pobres no hubiera
podido ser una escuela racional, porque
hubiéranse inclinado a la rebeldía
10. HIGIENE ESCOLAR
Combatía la suciedad demostrando a los niños la
repugnancia que inspira; por el contrario, el agrado
y la simpatía que se siente ante la limpieza.
Exponía después la limpieza como asunto de belleza y
la suciedad como característica de la fealdad.
En el terreno de la higiene, presenta la suciedad
como causa de enfermedad, con su peligro de
infección indefinida hasta causar epidemias, y la
limpieza como agente principal de salud.
La influencia de esta enseñanza penetraba en las
familias por las exigencias de los niños; y la idea
del niño triunfaban.
11. LAICISMO Y BIBLIOTECA
El bagaje instructivo de la antigua pedagogía
era una mezcla incoherente de ciencia y de
fe, de razón y absurdo, de bien y mal, de
experiencia humana y de revelación divina,
de verdad y de error; inadaptable a la
nueva escuela.
Si la escuela había estado supeditada no a la
enseñanza de saberes de las generaciones
anteriores, sino a la enseñanza relacionada
con la autoridad y la conveniencia de las
clases dominadoras, es evidente que nada
de lo escrito a tal fin podía ser utilizable.
12. CONCLUSIÓN
Ferrer fue uno de los primeros en tener
una conciencia solidaria.
Su vida la dedicaría a intentar resolver
un problema, la educación del pueblo.