Este documento discute si la globalización está en declive o evolucionando. Argumenta que aunque las cadenas de suministro se acortarán y la automatización aumentará, el comercio global de bienes continuará debido a las diferencias en los costos de producción entre países. Además, la globalización se fortalecerá en áreas como los servicios, el conocimiento y la cultura a través de la tecnología digital. La globalización ha pasado por tres fases históricas y continúa evolucionando en respuesta a fuerzas económicas

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¿DESGLOBALIZACION O REGLOBALIZACION?
Manfred Nolte
¿Puede atribuirse a la cadena Brexit, Trump, Covid y a la invasión acometida por
Vladimir Putin el inicio de una desescalada en la desglobalización orillando la que
ha gobernado a las economías centrales en las últimas décadas? La respuesta es
que, en alguna medida, sí, aunque haya que recordar que un creciente colectivo
de escépticos viene proclamando tal eventualidad desde hace muchos más años.
Una aproximación posible consistiría menos en certificar la defunción de la
globalización y más en que está evolucionando gradualmente en respuesta a
varias tendencias económicas y geopolíticas, incluidas las que estamos viviendo
hoy. De hecho, gran parte del problema con el discurso actual sobre la
‘desglobalización’ es que malinterpreta, a veces de manera abultada, el propio
concepto de ‘globalización’ y las reglas que la rigen. Vaya por delante a modo de
resumen, que, aunque en el futuro las cadenas de oferta se acortarán
drásticamente y la automatización del factor trabajo se acelere, la globalización
del comercio de mercancías en el más ricardiano de los sentidos no morirá
mientras existan diferencias en los costes de producción de los diferentes países
del planeta. Y la globalización se reforzará en otras áreas y dimensiones.
De momento las exportaciones mundiales de bienes, según la OMC, que cayeron
drásticamente en el bienio 2019-2020, recuperaron y marcaron un máximo de
22,2 billones de dólares en 2021. Habrá que esperar a las cifras de 2022 y
siguientes.
Aunque las clasificaciones atiendan a diferentes atributos y características, la
historia de la globalización podría reducirse a tres períodos: Globalización 1.0
(1492–1800), o la emergencia de la globalización. Globalización 2.0 (1800–
2000) o globalización del comercio de bienes. Y Globalización 3.0 (2000–
presente) que define la globalización del futuro.
La segunda globalización desde 1800y más en particular desde la segunda guerra
mundial representa el gran intento mundial para eliminar las barreras que
limitan el comercio. Con la constitución del FMI, del Banco Mundial y en
particular de la Organización mundial del comercio, el libre comercio se
promueve a través de instrumentos hoy banalizados y en cierto retroceso como la
eliminación de aranceles, la creación de áreas de libre comercio, la reducción de

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costes de transporte (containerizacion), la reducción o eliminación de los
controles de capital y la reducción, o armonización de subsidios a la empresa
local. Las multinacionales han supuesto un ariete de doble filo en el avance de
este modelo de gestión del comercio mundial.
Perola globalización ha ido más allá de la variante2.0. El comercio de mercancías
ha sido y es, sin duda, muy importante, y los mayores éxitos de la globalización
implican a cadenas de suministro globales y a la liberalización de aranceles y
restricciones relacionadas por parte de los gobiernos. Sin embargo, como yase ha
dicho anteriormente, el comercio de bienes es solo una parte de la historia de la
globalización, y otras de sus áreas muestran escasos signos de retroceso y, aun en
algunos casos, están avanzando, a pesar de la pandemia, de la guerra en Ucrania
y el sutil contencioso entreChina y los Estados Unidos por la primacía económica
del planeta.
La variedad 3.0., lleva un tiempo en pleno apogeo y es sin duda la cepa económica
prevalente en el intercambio económico del futuro. El intercambio de servicios se
ha disparado, a menudo envuelto en redes o acuerdos formales. Piénsese para
empezar en productos ya maduros como las redes Swift de intercambios
financieros, de los que recientemente ha sido excluida la Federación rusa, como
una irreversible globalización de los servicios financieros. O en los ‘swaps’ -
truequetemporal de dólares por monedas de otros países- que la ReservaFederal
de Estados Unidos ofrece a los principales bancos centrales del mundo, lo que
permite a estos últimos disponer permanentemente de los dólares necesarios
para atender sus transacciones internacionales. Estos dos sistemas son sendos
ejemplos financieros troncales de globalización porque facilitan cómoda y
eficientemente el flujo financiero planetario.
Un paso más allá del intercambio global de servicios de toda índole se hallan la
revolución digital y la revolución de la comunicación y tienen como efecto la
globalización el conocimiento, un intercambio mundial de nuevos desarrollos en
ciencia y tecnología con inventos altamente significativos que generalmente
tienen su origen en el mundo occidental.
La exportación global de la cultura occidental ha fluido por los nuevos medios de
comunicación: cine, radio y televisión y resto de la galaxia digital. Con ello se ha
producido una determinada armonización de las normas de la propiedad
intelectual a lo largo y ancho del planeta. Esta homogeneización a expensas de la
diversidad tradicional autóctona – que deberá seguir defendiendo la
individualidad e identidad únicas de las regiones- ha logrado hacernos a todos
ciudadanos de un único planeta. La tecnología de la comunicación y el tráfico
galáctico de datos que hoy engullen a nuestros jóvenes y se adueñan de todos los
ámbitos de vanguardia de la nueva era productiva representan el futuro
irreversible: la nueva globalización cultural, que carece de límites o fronteras.
Otros aspectos básicos de la globalización tampoco ofrecen motivos de alarma.
Por ejemplo: el número de migrantes internacionales ha aumentado de 153
millones en 1990 -2,9% de la población mundial- al 3,6%, esto es 281 millones en
2020.

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Netflix produce toneladas de contenido ‘extranjero’. Varios de los programas de
Netflix más populares de todos los tiempos son programas multiculturales en
idiomas distintos del inglés.
Incluso durante la Gran Recesión y luego la pandemia, los flujos de capitales
globales han seguido aumentando. En 2020, el volumen de activos financieros
transfronterizos alcanzó los 130 billones de dólares, un aumento de casi el 60 %
desde 2007.
La desglobalización no significa necesariamente una nueva era de autarquía, la
que se vio en la década de 1930, cuando aumentó el proteccionismo y colapsó el
comercio mundial. Tal vezhaya cedido la marea alta de las cadenas de suministro
deslocalizadas actuales y la pregunta es hasta dónde caerá el nivel del agua.